Exhiben en Egipto momias de cachorros de león muy poco comunes, así como de otros animales

Las vitrinas que tenían mayor expectación eran la de los cachorros de león y la de un escarabajo gigante.

Por primera vez, Egipto exhibe una gran colección de animales momificados que fueron encontrados en una necrópolis cerca de El Cairo. Los arqueólogos descubrieron el tesoro el año pasado cerca de la Pirámide Escalonada de Saqqara, al sur de la capital.

Encontraron cientos de artefactos, entre los que se encuentran máscaras, estatuas y gatos, cocodrilos, cobras y pájaros momificados. Las autoridades egipcias dieron a conocer los descubrimientos en una exposición cerca de la necrópolis de Saqqara el pasado fin se semana.
El Ministerio de Antigüedades informó que están realizando análisis a dos momias de animales para comprobar si se trata de cachorros de león. A diferencia de los gatos momificados, que los arqueólogos encuentran con frecuencia, el descubrimiento de leones intactos se considera raro.


Los arqueólogos creen que dos de los animales momificados pueden ser cachorros de león.

«El león desempeñó un papel importante en la iconografía del antiguo Egipto», cuenta Conni Lord, egiptóloga del Animal Mummy Research Project del Museo Nicholson de la Universidad de Sídney. «El león era un símbolo de autoridad real, [pero] el imaginario de los leones también se empleaba en objetos de la vida cotidiana, como sillas y camas. Quizá fueran puramente decorativos, pero es probable que tuviera un significado mágico relacionado con la protección».
Como las representaciones de leones eran tan habituales en el antiguo Egipto, los investigadores se han preguntado durante años por qué solo habían descubierto una sola momia de león hasta la fecha entre los millones de animales momificados que enterraron los antiguos egipcios. Ahora, un equipo de arqueólogos dirigido por el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto ha revelado cinco momias de león más, probablemente cachorros, descubiertas en la necrópolis de Bubasteion —literalmente, una catacumba de momias de gatos— en Saqqara.

Las vendas dobladas parecen el collar de un gato, pero el animal que contienen estas envolturas elaboradas no era una mascota. Lo mataron partiéndole el cuello —una radiografía reveló la causa de la muerte— para poder momificarlo y ofrecerlo junto a la plegaria de un peregrino en un templo.
FOTOGRAFÍA DE RICHARD BARNES, NAT GEO IMAGE COLLECTION.

Se cree que los cachorros de león momificados, que miden casi un metro de largo, tenían ocho meses. Los encontraron todos juntos con un gran conjunto de estatuas de madera y bronce de gatos y otros animales momificados, como cobras y cocodrilos. El Consejo Supremo de Antigüedades declaró que es probable que los artefactos pertenecieran a la XXVI Dinastía (664-525 a.C.) de Egipto.
El león ocupaba una posición privilegiada en el antiguo Egipto, considerado el guerrero salvaje más feroz y un símbolo de peligro y protección. Se sabe que los faraones participaban en cacerías de leones para demostrar su propia supremacía, entre ellos Amenofis III, que dijo haber matado 102 leones en la primera década de su reinado.

Posible cachorro de león de unos ocho meses cuando fue momificado.

Los grandes felinos también se mantenían como mascotas en complejos reales y tanto Ramsés II como Tutankamón fueron ilustrados con un león sentado. El autor griego Eliano escribió que, cuando visitó Saqqara, vio leones en templos a los que alimentaban con bueyes y a los que cantaban mientras comían.

Con todo, el león nunca se vinculó a una sola deidad como el ibis a Tot o el chacal a Anubis. Según Lord, es probable que las momias halladas en Saqqara estuvieran relacionadas con la diosa gata Bastet y su hermana Sejmet, la diosa guerrera con cara de leona.

Cinco estatuas de madera y bronce de felinos forman parte del hallazgo.

En una conferencia de prensa el pasado sábado, un funcionario egipcio señaló una gran estatua de escarabajo como uno de los descubrimientos más importantes.
"Este escarabajo es el descubrimiento más encantador entre cientos", dijo Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto. "Es el escarabajo más grande del mundo", afirmó.

La estatua de un escarabajo fue considerada como "el descubrimiento más encantador".

Saqqara es un antiguo cementerio que sirvió como la necrópolis de Memphis, la capital del antiguo Egipto durante más de 2000 años.

Ubicada a unos 30 kilómetros al sur de El Cairo, Saqqara fue un cementerio activo durante más de 3.000 años y ha sido designado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En los últimos años, Egipto ha aumentado la promoción de sus hallazgos arqueológicos en un intento por revivir su industria turística, que ha sufrido recientemente.

Este cocodrilo momificado también se halló hace poco en Saqqara. FOTOGRAFÍA DE KHALED DESOUKI, AFP/GETTY

Este babuino contiene un secreto que ayuda a identificarlo como mascota: una radiografía reveló que le faltaba un canino y es probable que se lo extrajeran para impedir que mordiera a la realeza.
FOTOGRAFÍA DE RICHARD BARNES, NAT GEO IMAGE COLLECTION

Fuentes: bbc.com| dw.com| National Geographic| 24 de noviembre de 2019

El misterio de los millones de ibis momificados en Egipto

La insólita cubierta de una momia votiva de ibis —una cáscara de lino y yeso— reproduce el pico largo y la cabeza del animal con cuentas de cristal por ojos. En Egipto se dedicaron millones de momias de ibis votivas durante el primer milenio a.C. FOTOGRAFÍA DE RICHARD BARNES, NAT GEO IMAGE COLLECTION

En Egipto, los arqueólogos han desenterrado a lo largo de los años millones de momias de ibis que fueron enterradas en catacumbas especiales destinadas a acoger los cuerpos momificados de estas bellas aves. La mayoría se han encontrado, por ejemplo, en Tuna el-Yebel, en el Egipto Medio, donde se han hallado cuatro millones de estas momias, o en la necrópolis de Dra Abu el-Naga, en el Alto Egipto, donde también se han descubierto miles de ibis momificados. Pero ¿de dónde salió una cantidad tan ingente de ibis? Eso es lo que se ha preguntado un equipo de investigadores liderado por la paleogenetista Sally Wasef, del Centro Australiano de Investigación para la Evolución Humana de la Universidad de Griffith, en Australia. Y creen haber dado con la respuesta. Los resultados de este estudio acaban de publicarse en la revista PlosOne.

¿Eran cazados a gran escala?

Entre los años 650 y 250 a.C., los antiguos egipcios sacrificaron millones de ibis –de la especie Threskiornis aethiopicus, el ibis africano– que fueron posteriormente momificados para ser ofrecidos a Thot, una divinidad representada a menudo con cuerpo humano y cabeza de ibis que era el poderoso patrono de los escribas y dios de la escritura. Estas momias se ofrecían a Thot para pedirle salud, una larga vida o, simplemente, para que velara por el oferente.

Algunos textos antiguos parecen indicar que los egipcios criaban ibis a escala industrial, en instalaciones destinadas al efecto –de un modo similar a las modernas granjas de pollos– para satisfacer la enorme demanda de momias de estas aves por parte de los templos, que los vendían a los peregrinos, lo cual constituía un lucrativo negocio. Así lo indica, por ejemplo, un documento del siglo II a.C. en el que un sacerdote y escriba de la población de Sebenitos, en el delta del Nilo, llamado Hor, cuenta que alimentaba regularmente a miles de ibis "con trébol y pan".
Pero hasta la fecha, los investigadores no han tenido constancia del modo en que los antiguos egipcios lograron reunir una cantidad tan enorme de estas aves. Así, para intentar resolver el enigma, el equipo de Sally Wasef ha analizado los genomas de 14 momias de ibis sagrados de dos mil quinientos años de antigüedad procedentes de seis catacumbas egipcias (entre ellas Saqqara y Tuna el-Yebel) y los de 26 especímenes modernos de toda África para compararlos.


Miles de momias de ibis han sido localizadas en la necrópolis de Saqqara, pero sobre todo en Tuna el-Yebel. Esta pertenece a la Baja Época (715-332 a.C.). Foto: Museo Egipcio de Barcelona

Diversidad genética

Para su sorpresa, vieron que la diversidad genética de las aves antiguas era casi la misma que la de las modernas. Si las aves hubieran sido criadas en granjas especiales, la diversidad genética debería haber sido muy baja debido a la endogamia. Wasef cree que esto demostraría "con toda probabilidad que los sacerdotes domesticaban poblaciones silvestres mediante técnicas como tentarlos con comida dentro de sus hábitats naturales, como los lagos o humedales cercanos a los templos. Este estudio arroja luz sobre un ritual practicado durante mucho tiempo por los antiguos egipcios y cómo los sacerdotes obtuvieron millones de ibis sagrados para sacrificarlos anualmente". En consecuencia, según este estudio, la cría a gran escala de ibis quedaría, de este modo, descartada.

"Una gran fábrica de momias"

Pero no todos los investigadores están de acuerdo con estas conclusiones. El arqueólogo Francisco Bosch-Puche, de la Universidad de Oxford, que no ha participado en el estudio, cree que las aves sí eran criadas en cautividad, tal como recogen algunos textos antiguos. Una de las pruebas que esgrime son las señales de fracturas curadas y enfermedades infecciosas observadas en algunas de las momias de ibis, que son muy similares a las que se documentan en las modernas poblaciones de animales en cautividad que presentan poca diversidad genética. Según el investigador, estas aves enfermas no habrían podido cazar o huir de los depredadores en estado silvestre, por lo que muy probablemente recibieron cuidados.

El ibis, animal asociado a Toth, personificó el poder mental del dios solar Re, la sabiduría, las ciencias y las letras. El de la imagen es del período ptolemaico.


Bosch-Puche va más allá y afirma que entre los siglos VII y III a.C. todo Egipto era una gran "fábrica de momias". Según él, "incluso había crías de animales que no tuvieron tiempo de alcanzar la edad adulta [y que fueron momificadas] porque se necesitaban grandes cantidades de momias". Bosch-Puche sí considera, sin embargo, que la comida de las granjas de ibis habría atraído a miles de aves silvestres que habrían sido cazadas para completar la demanda de momias. Aunque para el arqueólogos no sería la caza la técnica principal para conseguir estas aves."Hablamos de millones de animales en lugares diferentes en todo Egipto, así que no me convence que dependieran sólo de la caza de ejemplares silvestres", zanja el arqueólogo.

De lo que no cabe duda es de que los resultados de este estudio genético contradicen las ideas tradicionales sobre cómo los egipcios sacrificaron y momificaron a millones de ibis. Pero las investigaciones sobre el ADN de estas aves también podrían responder a la pregunta de porqué se extinguió el ibis sagrado en Egipto a mediados del siglo XIX. Hasta ahora se ha argumentado que la pérdida de sus hábitats tradicionales podía haber sido la causa principal, pero no parece ser ésta la única respuesta, ya que estas aves son muy adaptables. Tal como afirma Salima Ikram, egiptóloga y especialista en momias animales de la Universidad Americana de El Cairo, "forma parte de un enigma superior que tiene que ver con las interacciones entre humanos y animales y su impacto en el medio ambiente".

Fuente: National Geographic | 19 de noviembre de 2019

Llega a Madrid la exposición "Tutankhamón: la tumba y sus tesoros"

Ninguna civilización se ha tomado tantas molestias como la egipcia por preparar a sus difuntos para el más allá. No sabemos si existe esta eternidad espiritual pero la huella del Antiguo Egipcio ha llegado hasta nuestros días con una estrella indiscutible: Tutankamón.


Más de tres mil años después de su muerte y casi cien desde que se descubrió su tumba, la figura de este faraón sigue atrayendo la atención de expertos y aficionados. Su célebre máscara de oro se ha convertido en emblema de Egipto y principal reclamo para los turistas. No en vano ocupa una sala predominante en el Museo Egipcio de El Cairo. En ella, las fotografías están prohibidas y los visitantes se agolpan para apreciar la joya de la corona de un patrimonio histórico y cultural inabarcable.


Los amantes de la egiptología en nuestro país tienen ahora la oportunidad de ver de cerca este y otros objetos relacionados con Tutankamón de una manera mucho más cómoda. A partir de este 23 de noviembre se puede visitar «Tutankamón: La Tumba y sus Tesoros», una muestra compuesta por más de 1.000 réplicas de los cerca de 6.000 objetos que acompañaban al faraón en su viaje a la vida eterna. El lugar elegido para esta exhibición organizada por la empresa de eventos Semmel y la productora Sold Out es el Espacio 5.1 de Ifema, en Madrid.

El montaje de la exposición recrea la disposición de estos objetos en la cámara funeraria cuando fue descubierta por el arqueólogo británico Howard Carter en 1922. «Los visitantes van a experimentar lo que vio el equipo de arqueólogos, una tumba que nadie había visto hasta entonces, donde se sucedía una sorpresa tras otras», explica Rafael Giménez, socio director de Sold Out.

El arqueólogo Howard Carter examina la momia de Tutankamón - EFE

Las fotografías de Harry Burton, que formaba parte de aquel equipo, sirvieron para dar testimonio del descubrimiento y de todo lo que allí había. Gracias a ellas se ha podido reconstruir la puesta en escena de la tumba. La egiptóloga y conservadora del Museo Arqueológico Nacional, Esther Pons, halaga la calidad y el rigor de estas réplicas: «Se aprecia sobre todo en los rostros, que son lo más difícil de replicar». Al cargo de los preparativos de la muestra ha estado un equipo multidisciplinar de científicos que ha trabajado durante cinco años. «Tiene mucho de show», valora Giménez, «está todo muy cuidado para que sea una experiencia casi de película, más que puramente informativa o divulgativa».

La exposición viene con el marchamo de haber triunfado en ciudades como Múnich, París y Seúl. De hecho, esta muestra repite en nuestro país, donde ya estuvo hace una década. Pero, ¿qué convierte a Tutankamón en un personaje tan atractivo para el público? ¿Qué tiene de especial este faraón? El último miembro de la XVIII Dinastía ha sido más importante tras su muerte de lo que lo fue en vida. «Tutankamón como faraón no llegó a hacer mucho, ya que reinó pocos años, desde los 9 hasta los 18, y murió muy joven», explica Esther Pons. La egiptóloga destaca un hecho de relevancia política y religiosa que ocurrió durante su reinado, la recuperación del poder religioso por parte de los sacerdotes de Amón después de que la revolución de Akenatón impusiera el culto al dios solar Atón.


Quizás no fuera el faraón más importante ni su tumba la más imponente, ahí está la de Seti I, pero sí la que se descubrió en mejor estado, prácticamente intacta y con el ajuar funerario más completo. Su hallazgo, convertido ya en leyenda, revitalizó las exploraciones en Egipto. «A partir de entonces, aunque ya se habían descubierto más tumbas, el Valle de los Reyes quedó abierto para descubrir qué más nos podía contar», apunta Pons. Cinco años había estado buscando en aquel lugar el arqueólogo británico Howard Carter, con la colaboración del aristócrata y mecenas Lord Carnarvon y de todo su equipo. Cinco infructuosos años de meticuloso trabajo que, como en los buenos guiones de cine, encontraron la recompensa cuando estaban a punto de abandonar su empresa. Por fin, dieron con los escalones que conducían hasta la cámara funeraria.


En su interior había casi seis mil objetos tales como camas funerarias, cofres con joyas, la máscara mortuoria, un ataúd de oro de más de cien kilos de peso… Algunos elementos desvelan aspectos poco conocidos del faraón. «Se encontraron unos 160 bastones porque tenía problemas de movilidad», detalla Pons, «también un carro que no era un carro de guerra, porque parece que nunca llegó a participar en ninguna guerra» Y, por supuesto, la momia de Tutankamón, a cuya fama contribuyó un hecho inesperado. Algunos de los descubridores de su tumba comenzaron a morir en extrañas circunstancias, lo que avivó el relato de que existía una maldición contra los «profanadores». El microbiólogo Raúl Rivas sugiere una explicación científica en su libro «La maldición de Tutankamón y otras historias de la microbiología» (editorial Guadalmazán). Según sus conclusiones, es factible que tanto la cámara real como la momia de Tutankamón portaran esporas del hongo Aspergillus, lo que pudo infectar a los primeros visitantes que las inhalaron.

Expertos trabajan en la restauración del sarcófago del faraón Tutankamón - FACEBOOK / Ministry of Antiquities

«Cuando encontramos algo a todo el mundo le da satisfacción. Como arqueólogos nos impresiona y nos sentimos muy felices», reconoce Pons, que no cree en maldiciones y admite sentirse «como una niña con zapatos nuevos» cada vez que viaja a Egipto, a pesar de que lleva tres décadas excavando. Es de suponer que Howard Carter sentía una sensación similar. Dos años después del hallazgo que dio la vuelta al mundo, Carter se desplazó por primera vez a Madrid, invitado por el entonces Duque de Alba. Ahora, su legado vuelve a España a través de las réplicas de aquellas «cosas maravillosas» que vio al asomarse al interior de la tumba de Tutankamón.

Fuente: abc.es | 21 de noviembre de 2019

El Museo Británico busca respuestas a las incógnitas de Troya con una magna exposición

Durante más de 3.000 años, la historia de Troya y sus hipnóticos personajes han fascinado a generaciones. Pero qué hay de mito y qué de realidad es la pregunta que a partir de este jueves formulará el Museo Británico con una muestra de más de 300 objetos y obras de arte.
Desde la Ilíada de Homero o la Eneida de Virgilio, con sus ingredientes épicos, los magnéticos relatos escritos sobre la leyenda de Troya no han dejado de circular en los últimos milenios. ¿Pero cuánto sabemos sobre su legado, o sobre la ciudad?.

Tal vez esta exposición -"Troya: Mito y Realidad"-, abierta al público hasta el 8 de marzo de 2020 y presentada hoy a los medios, ayude al visitante a despejar ideas.

Foto: Sidney Hodges (1829–1900), Portrait of Heinrich Schliemann, 1877, painting Photograph © Staatliche Museen zu Berlin, Museum für Vor- und Frühgeschichte. Photo: Claudia Klein

Además de aunar objetos antiguos romanos, griegos y etruscos que datan de cinco milenios, en la primera parte de la exhibición se enfatiza el aspecto arqueológico que hay detrás de la mitología y se exploran las maneras en que se ha narrado la historia hasta el siglo XXI.

Se incluyen interesantes hallazgos -cerámicas, armas, etc- extraídos de los trabajos de excavación acometidos por el arqueólogo Heinrich Shliemann en Turquía hacia 1870.
Esos restos arqueológicos modificaron, sin duda, la percepción que se tenía hasta entonces de la historia, al contribuir a convencer al mundo de que la ciudad de Troya existió realmente.

Sus descubrimientos entre 1870 y 1890 le hicieron famoso en todo el mundo y gran parte de los objetos encontrados han sido cedidos por Museos de Berlín al Reino Unido por primera vez en casi 150 años para esta exposición.

Achilles kills the Amazon queen Penthesilea, Athenian amphora, c.530BC, ceramic © The Trustees of the British Museum

El director del Museo Británico, Hartwig Fischer, recordó hoy cómo "a lo largo de la historia, desde los poemas que compuso Homero hace más de 3.000 años, la historia de Helena, la guerra troyana y la caída de la gran ciudad han fascinado a los audiencias de todo el mundo".

Para Fischer, "Troya es, quizás, el cuento universal de la complejidad humana, una narración que cuenta con personajes cautivadores y temas atemporales de heroísmo, violencia, amor y pérdida, esperanza y desesperación, libertad de elección y destino impuesto por los dioses".
Muchos artistas, durante años, han revivido los personajes troyanos y las historias que los rodean, observó el director.

Filippo Albacini (1777-1858), The Wounded Achilles, 1825, marble, Chatsworth House. Photograph © The Devonshire Collections, Chatsworth. Reproduced by permission of Chatsworth Settlement Trustees.

Entre las obras de arte y objetos seleccionados, que representan algunos de los momentos más llamativos en la historia de Troya, sobresale, por ejemplo, la imponente escultura en mármol de Filippo Albacini (1777-1858). Esta muestra al gran Aquiles tendido en el suelo, agonizando, con una flecha clavada en su lugar más vulnerable, el talón.

Las piezas expuestas han sido prestadas por 28 museos, galerías de arte y colecciones privadas.

Priam and Achilles, Roman silver cup, 1st century AD, National Museum of Denmark Photograph: Roberta Fortuna and Kira Ursem © National Museet Denmark.

Por su parte, la comisaria Alexandra Villing, experta en colecciones griegas, indicó que "la historia de Troya ha sido contada durante los últimos 3.000 años, desde los poetas griegos y romanos, como Homero y Virgilio, Shakespeare y Margaret Atwood y ha inspirado cuentos de amor y muerte, de pasión, de violencia".


Roman sarcophagus lid, late 2nd century AD, marble, including detail of the Trojan horse Photograph © Ashmolean Museum, University of Oxford

Algunos de los objetos arqueológicos demuestran, observó la especialista, que "Troya no es solo un lugar de la imaginación, sino también un lugar real".

En el centro de esa popular leyenda figuran sus complejos personajes, muy presentes a lo largo de toda la exposición. Está el ya citado Aquiles en su faceta como luchador y héroe, aunque sin obviar su brutalidad. La enigmática belleza de Helena queda plasmada en muchas de las obras. Pero también Paris, Aeneas y Odysseus. EFE


Fuentes: lavanguardia.com | thecultureconcept.com | 19 de noviembre de 2019

Desentierran en Ecuador dos bebés con 'cascos' hechos de cráneos de otros niños

La cabeza humana fue un símbolo importante para muchas de las antiguas culturas sudamericanas. A menudo, se incluían cráneos aislados en los entierros, representando enemigos, personas importantes o “semillas” simbólicas. Pero en Salango, un sitio ritual ubicado en la costa central de Ecuador, se rizó el rizo.

Hace poco más de 2.000 años, alrededor del 100 antes de Cristo, los miembros de la cultura Guangala sepultaron un bebé de entre seis y nueve meses con su cabeza encerrada por un ‘casco’ formado por los huesos del cráneo de otro niño de entre dos y 12 años. Y ese no fue el único caso. Cerca de allí, había otro pequeño de unos 18 meses que llevaba otro ‘casco’ de un niño entre 4 y 12 años.

En ambos casos, los gorros de hueso -”únicos en el mundo”, según detallan los arqueólogos- probablemente se colocaron antes del entierro y podrían haber estado destinados a proteger las almas de los niños que los usaban, según detallan los investigadores de la Universidad de South Carolina en Charlotte en un un artículo publicado en la revista Latin America Antiquity.

En el caso de los dos bebés, los 'gorros' de hueso se colocaron probablemente antes del entierro (Latin American Antiquity)

Las excavaciones realizadas en Salango durante el periodo 2014–2016 revelaron dos montículos funerarios en el perímetro norte del santuario. Allí se encontraron 11 entierros distintos, entre los que destacaban los de los dos bebés. Todos los cráneos hallados presentaban lesiones asociadas con la malnutrición y las enfermedades infecciosas.

La cultura Guangala incluía una serie de “señoríos” que ocuparon el territorio del norte de Manabí, a lo largo de la costa hasta el puerto de Chanduy en la península de Santa Elena. Forma parte del periodo conocido como Desarrollo Regional, que tuvo lugar entre los años 500 a.C. y 500 d.C.
"En el caso del pequeño de 18 meses el cráneo modificado de un segundo juvenil se colocó en forma de casco alrededor de la cabeza del primero, de modo que la cara del individuo primario miraba a través y fuera de la bóveda craneal del segundo”, escriben los autores de esta investigación.

Parte de los restos del cuerpo de los bebés enterrados en Salango (Latin American Antiquity)

Al estudiar los entierros infantiles, los arqueólogos descubrieron que había muy poco espacio entre los esqueletos primarios y sus ‘cascos’ de hueso, “lo que sugiere el entierro simultáneo del individuo primario y el cráneo adicional”. La sepultura la completaban figurillas de piedra “que podrían haber potenciado aún más las medidas de protección para estos individuos fallecidos prematuramente”.

Cráneos aislados acompañando entierros se han encontrado a menudo en contextos mortuorios sudamericanos, aunque generalmente pertenecían a adultos que habían sido víctimas de la guerra o eran antepasados ​​del muerto al que ‘escoltaban’ hasta el otro mundo. En el caso de los niños, quienes los enterraron se tomaron “más tiempo y cuidado para sepultarlos de forma especial”.
Los especialistas esperan que los futuros análisis de ADN aporten nueva información para comprender quiénes eran los niños y si estaban relacionados con las personas cuyas cabezas se convirtieron en sus ‘cascos’ de cráneo.

Fuente:lavanguardia.com | 19 de noviembre de 2019

El Museo Arqueológico de Asturias inaugura la exposición "Migravit. La muerte del príncipe en la Edad Media"

El Museo Arqueológico de Asturias inaugura este viernes la exposición "Migravit. La muerte del príncipe en la Edad Media", una muestra cuyo objetivo es dar a conocer, desde perspectivas múltiples y complementarias, el proceso de la muerte y sus implicaciones para las élites dirigentes de la sociedad medieval, englobadas bajo el apelativo de príncipe. También visibilizará una de las piezas más interesantes de la epigrafía funeraria medieval asturiana, la lauda de Greodo, datada en el año 1099.
Lauda de Greodo

La exposición se plantea como medio de divulgación de los resultados del proyecto Migravit. La muerte del príncipe en Francia y en los reinos hispánicos (siglos XI-XV). Modelos de comparación, y está organizada por el propio equipo de investigación del proyecto, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la Casa de Velázquez, en colaboración con el Museo Arqueológico y con el apoyo de la Universidad de Oviedo.

El discurso expositivo de Migravit, que está comisariada por Maite López de Guereño e Isabel Ruiz de la Peña, se plantea como un itinerario de la muerte en la Edad Media que se desarrolla en diversas secciones: la última voluntad, el acto de la muerte, el cuerpo, la ritualización de la muerte, el reposo, el desentierro y la memoria del príncipe.
El Museo Arqueológico, que aporta al recorrido de la muestra varios elementos funerarios pertenecientes a su exposición permanente, dará a conocer una de las piezas más interesantes de la epigrafía funeraria medieval asturiana, la lauda de Greodo, procedente de la iglesia de San Salvador de Cibuyo (Cangas del Nancea). La pieza forma parte de las reservas del museo.

En torno a la muestra, que permanecerá abierta hasta el 12 de enero de 2020, se han programado una visita guiada por las comisarias y un ciclo de tres conferencias.
application/pdf icon folleto MIGRAVIT Oviedo-v3.pdf

Fuente: lavanguardia.com | 21 de noviembre de 2019

Hallan en Saint-Memmie (Francia) un hipogeo neolítico con restos de hasta 50 individuos en un estado de conservación excepcional

Inicio de la búsqueda en Saint-Memmie: aparición de los primeros huesos del hipogeo.

Un equipo de arqueólogos del Inrap (Institut national de recherches archéologiques préventives) está llevando a cabo una excavación en Saint-Memmie (Marne), a las afueras de Chalons-en-Champagne, Francia, en un terreno en el que se va a construir un supermercado LIDL. Repartida en un área de 5.000 m², esta excavación ha proporcionado un descubrimiento excepcional: un hipogeo que data del periodo Neolítico, alrededor de 3.500 a 3.000 años a.C.

Los hipogeos, monumentos funerarios, están particularmente representados en el departamento del Marne: 160 han sido identificados a lo largo de los siglos, pero la mayoría han sido abiertos y vaciados sin haberse realizado estudios arqueológicos. Hoy, solo cinco de estos monumentos han sido debidamente documentados. La excavación actual en Saint-Memmie, que se beneficia de los últimos métodos y tecnologías de la arqueología preventiva, permitirán renovar profundamente el conocimiento sobre esta práctica funeraria y la arquitectura de este tipo de sepultura.

Vista de la arquitectura del monumento funerario en Saint-Memmie antes del descubrimiento de los huesos. Desde la entrada, a la izquierda, un corredor de 3,8 metros conduce a una antecámara con un ancho de 1,4 metros por 1 metro de longitud, la cual da acceso, a través de una especie de puerta de ojo de buey a la cámara funeraria de 6 m2 donde están enterrados los cuerpos.

UNA CÁMARA FUNERARIA DE MÁS DE 5000 AÑOS

Los hipogeos son tumbas excavadas en el suelo (o en la ladera de una colina) que consisten en un corredor que conduce generalmente a una cámara única. A menudo, excavado directamente en la tierra, el hipogeo toma la forma de una cueva o una gruta, y está muy particularmente representado en la zona de Champagne, entre Epernay y las marismas de Saint-Gond.

La excavación en Saint-Memmie consiste en una entrada que se abre a un corredor inclinado de 3,80 metros de largo. El mismo conduce a una antecámara que permite el acceso a la cámara funeraria a través de una abertura estrecha por la que solo puede pasar un hombre agachado. Esta cámara, de 6 m², es característica de los hipogeos del Marne, pero la entrada del monumento intriga a los arqueólogos: ¿era parte del monumento elevado, accesible desde el nivel del suelo de la época, o la tumba estaba en su totalidad bajo tierra?

Análisis en curso durante la búsqueda de huesos en la cámara funeraria. La vista le permite ver la arquitectura del monumento con la antecámara y el corredor de acceso. © Estelle Bénistant, Inrap

MÁS DE CINCUENTA FALLECIDOS EN MUY BUEN ESTADO DE CONSERVACIÓN

La excavación de la cámara funeraria reveló varios niveles de huesos entrelazados, particularmente junto a las paredes y en la parte del fondo del monumento. Más de cincuenta cráneos han sido ya contabilizados y huesos de una treintena de individuos han sido identificados y están en curso de estudio por los antropólogos. En la zona más densa, los arqueólogos encontraron muchos huesos quemados. En la excavación de primer nivel, los antropólogos han constatado que la cámara incluía hombres y mujeres, así como bebés, niños y adolescentes.

Vista de la cámara funeraria y excavación de la primera capa de difuntos © Inrap

El método de excavación utilizado permitirá comprender los movimientos de los cuerpos, desde su depósito hasta su estado actual. Gracias a esta excavación, los se podrá obtener información relacionada con la descomposición de los cuerpos y su reorganización durante los depósitos progresivos realizados en la cámara funeraria. Los análisis de laboratorio determinarán el número de individuos enterrados y la composición de esta población, así como una estimación de su edad, determinación del sexo, ADN, y estado de salud de los mismos.

Vista de cuentas de piedra caliza de un collar usado por un difunto. © Simon Loiseau, Inrap

Además, también se encontraron adornos de los fallecidos: cuentas de collar, colgantes hechos de caninos de animales perforados, herramientas de sílex, etc. Estos objetos, también en muy buen estado de conservación, enriquecerán la información sobre la población de este período y su organización, principalmente formada por clanes.

Canino de un animal perforado correspondiente a un elemento de collar. © Simon Loiseau, Inrap

Fuente: inrap.fr | 19 de noviembre de 2019