Descubren una calzada y edificación romana en una prospección realizada junto a las termas de Herrera (Sevilla)

Uno de los técnicos de la empresa con el georadar en los terrenos que hay junto a las termas. - C. G.

La empresa alemana Eastern Atlas ha realizado una prospección geofísica en el Conjunto Termal Romano de Herrera (Sevilla) para descubrir que existen otras estructuras arqueológicas en los alrededores a distintas profundidades de la actual superficie, entre ellas una calzada y un edificio con forma similar a un teatro romano.

El Ayuntamiento de Herrera contrató a esta empresa en agosto de 2018 para realizar un estudio sobre la parcela declarada Bien de Interés Cultural, con categoría de zona Arqueológica, situada a un kilómetro y medio del casco urbano, dirección sur. La parcela fue limpiada de olivos y raíces y está actualmente en fase de compra por parte de la administración municipal.

El estudio se ha realizado en un radio de 6.400 metros cuadrados con técnicas de prospección magnética y de georadar. Es la base de una investigación de estructuras romanas relacionadas con las Termas de Herrera.

Las conclusiones obtenidas por esta empresa muestran la evidencia de estructuras arquitectónicas en el suelo bajo de la parcela y en las interferencias del vallado del Conjunto Termal Romano, especialmente cerca de la carretera de Estepa. Entre las anomalías más interesantes encontradas en el terreno hay restos de un acueducto, calzada romana, los cimientos y un muro de piedra caliza, incluso una posible necrópolis.

Concretamente los datos magnéticos han revelado la existencias de la planta de un edificio grande con un ábside estructurado en el oeste, construido con bloques de caliza. Las dimensiones del edificio pueden ser de 40 a 50 metros dirección oeste y este y de 30 a 40 dirección norte sur, incluso detectan las existencia de una tubería de agua a mayor profundidad. El informe indica que se trata de un edificio con ábside y, por sus dimensiones, es una construcción monumental, como un teatro romano, aunque no se puede determinar la profundidad máxima de las estructuras.


Asimismo, aparecen dos filas de piedras con relleno en el centro de unos 4 metros de ancha, como una calzada romana; en su recorrido hay fosas que permiten la suposición de la existencia de sepulcros y de restos arquitectónicos en profundidades de más de 30 centímetros.

Ahora, las conclusiones de este informe se han presentado en la Consejería de Cultura para llevar a cabo un proyecto de excavaciones que pongan en valor la zona, sumando los restos encontrados a las Termas Romanas de Herrera.

Eastern Atlas está especializada en prospección geofísica y ha realizado trabajos por Europa y Oriente, en países como Alemania, Irak, Italia, Grecia, Siria, India, Rumanía, Ucrania, Israel, Francia, Jordania, Turquia, Portugal, Luxemburgo. Además de distintos emplazamientos en España, como Castillo de Aracena y Montes de San Benito (Huelva), Baena (Córdoba), Dolmen de la Pastora (Sevilla), Teatro Romano de Itálica (Sevilla), Alcorrín (Málaga), entre otros.

La empresa ofrece servicios científicos y técnicos en los campos tanto de la ingeniería y del medio ambiente como en la arqueología desde que comenzaron en 1998. Los responsables de Eastern Atlas han sido investigadores de la Universidad de Leipzig (Alemania), forman un equipo de especialistas, geocientíficos y arqueólogos, que se dedican a la planificación de prospecciones, al trabajo de campo y al procesamiento e interpretación de los datos.

Fuente: abc.es | 5 de marzo de 2020

Descubren en La Fortaleza estructuras prehispánicas inéditas en Gran Canaria que pudieron ser la antesala de un cementerio

Imagen cedida por la empresa Tibicena Arqueología de la excavación en La Fortaleza, donde está el yacimiento más antiguo de Gran Canaria. EFE


La última campaña de excavaciones en La Fortaleza, el yacimiento más antiguo de Gran Canaria, han hecho aflorar unas estructuras tumulares desconocidas en las Islas, pero que tienen su espejo en culturas del norte de África: son, quizás, el anuncio de que se está entrando en un cementerio.

El descubrimiento se produjo hace solo unas semanas, al comenzar a desbrozar de tierra y maleza un enorme montón de rocas que parecía algo más que el legado del trabajo de las muchas generaciones de agricultores que durante los últimos cinco siglos se han afanado por sembrar con cebada esos campos del interior de la caldera de Tirajana, retirando las piedras que se interponían ante su arado.

Y quizá fue la agricultura lo que salvó a esas estructuras de acabar formando parte de las paredes de una casa o de un muro del campo, especula el director de las excavaciones, Marco Moreno, de la empresa Tibicena Arqueología, porque la costumbre de arrojar las piedras retiradas de los cultivos sobre los montones de rocas que ya estaban ahí antes hizo que quedaran ocultas, tapadas, casi intactas.

Se trata de estructuras circulares, levantadas con piedras acarreadas desde lugares lejanos de la caldera de Tirajana y labradas con esmero, hasta el punto de que algunas parecen sillares, cortadas a escuadra. Y están solo a unos pasos de la Fortaleza Chica, la parte de este yacimiento prehispánico de Santa Lucía donde se encuentra una de las necrópolis más relevantes de la isla.

El consejero de Presidencia del Cabildo de Gran Canaria, Teodoro Sosa (2d); el alcalde de Santa Lucía de Tirajana, Santiago Rodríguez (3d), y el director de Tibicena Arqueología, Marco Moreno (d), durante la visita que realizaron a la excavación EFE

Los arqueólogos ignoran por ahora su función. Se refieren a ellas como cenotafios, palabra que designa en los cementerios (los actuales y los antiguos) a las tumbas vacías, casi honoríficas.

La Fortaleza de Santa Lucía fue asociada hasta hace bien poco a la batalla de Ansite, el risco donde fueron sitiados los últimos aborígenes de Gran Canaria por las tropas castellanas durante la Conquista; el roque mítico donde el 29 de abril de 1483, tras desdeñar la mediación del último guanarteme de Gáldar, Tenesor Semidán, para que depusieran su resistencia, el guerrero Bentejuí se arrojó al vacío al grito de "Atis Tirma" ("¡Por ti, tierra!").

Por eso, durante mucho tiempo se llamó a este lugar La Fortaleza de Ansite, nombre que sigue presente en la cartelería de la zona. Los arqueólogos que trabajan en ese yacimiento creen que ese episodio, que es historia recogida en las crónicas, no ocurrió ahí, sino justo enfrente, en las imponentes paredes verticales del macizo de Amurga, al otro lado del barranco, donde existe un lugar sagrado.

La última campaña de excavaciones en La Fortaleza ha hecho aflorar unas estructuras tumulares desconocidas en las islas. EFE

Pero aunque la arqueología más reciente le haya quitado épica a la Fortaleza, también está subrayando con cada año que pasa su valor: es el yacimiento más antiguo de Gran Canaria, con signos de haber estado habitado desde el siglo IV hasta el XVI, contiene el primer granero colectivo conocido de la isla, posee una de sus necrópolis más importantes y, sobre todo, presenta un ejemplo completo de cómo era aquella sociedad aborigen, la de los vivos y la de los muertos.

"Creemos que La Fortaleza nos va a permitir entender cómo se organizó territorialmente la isla de Gran Canaria en tiempos indígenas, desde el siglo III o IV en adelante", resume Moreno.

Por eso, los arqueólogos consideran que las estructuras ahora descubiertas refuerzan su valor. No se conoce ninguna otra igual en toda Canarias, sus únicas referencias están en el norte de África, en las culturas bereberes de las que descienden los canarios.

El consejero de Presidencia del Cabildo de Gran Canaria, Teodoro Sosa (d), y el director de Tibicena Arqueología, Marco Moreno. EFE

Entre las piedras que las conforman, han encontrado un hueso de cabra y un fragmento de madera que ayudaran a datar la fecha en que se construyeron o, al menos, el momento en que estuvieron en uso. Su función, en cambio, está aún abierta a la especulación.

Sus descubridores se inclinan por pensar, por ahora, que son el equivalente en tiempos prehispánicos a las esculturas de los ángeles que presiden la entrada de los cementerios: anuncian que uno entra en suelo sagrado, que allí descansan los restos de sus ancestros.

Este miércoles, ha recibido la visita del alcalde de Santa Lucía de Tirajana, Santiago Rodríguez, y consejero de Presidencia del Cabildo de Gran Canaria, Teodoro Sosa, que en nombre de ambas instituciones se han comprometido a seguir apoyando la recuperación del legado histórico que atesora la caldera de Tirajana.

Fuente: eldiario.es| 4 de marzo de 2020

Lo que esconde el oído interno sobre el parentesco entre simios y humanos

Modelo tridimensional del cráneo de un siamang (Symphalangus syndactylus) en el que resalta (en rojo) el aparato vestibular. / ICP

Reconstruir la historia evolutiva de simios y humanos y determinar la morfología del último ancestro común a partir del cual se desarrollaron es una ardua tarea. Algunas técnicas moleculares como los análisis de secuencias de ADN solo se pueden aplicar a especies actuales o recientemente extinguidas.

Para abordar el pasado más remoto, la comunidad científica tiene que recurrir a datos morfológicos a partir de fósiles para evaluar la proximidad entre dos especies. Sin embargo, debido a la gran cantidad de características que han evolucionado independientemente y que no han sido heredadas de un antepasado común los algoritmos informáticos no son suficientes.

Pero no todas las partes anatómicas han evolucionado de forma independiente. Entre ellas, el laberinto óseo del oído interno, ubicado en el hueso temporal, es un elemento bastante común en el registro fósil debido a su alta mineralización.


Debido a sus relaciones con el equilibrio y la audición, los componentes del laberinto (el vestíbulo y la cóclea) se habían investigado hasta la fecha principalmente para realizar inferencias funcionales en simios y humanos, sobre todo respecto a su sistema de locomoción. Pero, además, esta estructura ha demostrado ser muy informativa para analizar la historia evolutiva de distintos grupos de mamíferos.
Ahora, un equipo de investigación internacional dirigido por Alessandro Urciuoli (izquierda) y David Alba (derecha) del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) ha cuantificado la ‘señal filogenética’, es decir el grado en que las similitudes morfológicas reflejan las relaciones de parentesco del aparato vestibular de antropoideos actuales (monos, simios y humanos).

Para ello, el equipo analizó la morfología del enigmático hominoideo extinto Oreopithecus –cuya clasificación ha sido tradicionalmente controvertida entre la comunidad científica– y del hominino fósil Australopithecus. Los resultados se han publicado en la revista eLife.
“Ya que esta aproximación se había demostrado efectiva para analizar la posición filogenética de homininos y otros mamíferos en estudios anteriores, nos preguntamos si también se podría aplicar a otros primates fósiles”, dice Urciuoli.

Los investigadores se basaron en una técnica desarrollada recientemente de análisis 3D de morfometría geométrica.

Diferentes vistas de los modelos tridimensionales de los aparatos vestibulares de Orepithecus bambolii (Italia) y Australopithecus sp. (Sudáfrica). / ICP

¿Quiénes fueron estos hominoideos?

Según el estudio, Oreopithecus fue un representante basal que sobrevivió más allá del resto de miembros de su grupo y convergió en algunos aspectos con los grandes simios actuales. Las conclusiones también son consistentes con la posición ya conocida de Australopithecus como representante temprano del linaje humano.

“Nuestro trabajo confirma el potencial de la morfología del oído interno y, en particular, de los canales semicirculares, para afinar en las relaciones filogenéticas de los simios del Mioceno, que todavía son muy controvertidas”, afirma Alba.

A partir de estos resultados los investigadores pudieron reconstruir la morfología ancestral de varios linajes de hominoideos actuales utilizando métodos estadísticos e identificar caracteres específicos para cada uno de ellos, útiles para inferencias filogenéticas.

“Hemos generado una hipótesis comprobable sobre la evolución del oído interno en los simios y los seres humanos, basada en el análisis de otros fósiles, en particular los grandes simios del Mioceno, que en el futuro deberá ser sometida a un examen más detallado”, subraya Urciyoli.
“Desenmarañar las relaciones de parentesco entre la panoplia de simios del Mioceno conocidos es esencial para mejorar nuestra comprensión de la evolución de los homínidos en su conjunto, y tiene implicaciones en la reconstrucción del morfotipo ancestral a partir del cual evolucionaron los homininos y nuestros parientes actuales más cercanos como chimpancés y bonobos”, concluye el investigador

Fuente: agenciasinc.es | 4 de marzo de 2020

Descubren un mausoleo romano en Tortosa (Tarragona) durante unas obras

Imagen de las tumbas romana descubiertas en Tortosa (Tarragona), durante la visita de la alcaldesa Meritxell Roigé, el teniente de alcalde Enric Roig y el arqueólogo Damià Grinyó. (Anna Ferràs / ACN)

Las obras de la nueva casa de las Tres Culturas de Tortosa (Tarragona) han puesto al descubierto un mausoleo romano con tres difuntos, un hallazgo que los arqueólogos no descartan que pueda indicar la ubicación de la necrópolis de Dertosa.

“No lo sabemos con certeza y tenemos que ceñirnos a lo que tenemos, pero nos dice la experiencia que las ciudades romanas tenían las necrópolis en el camino de acceso, fuera de la muralla y es posible que haya más entierros”, ha manifestado el director de la excavación, Damià Grinyó.

Un arqueólogo excavando una de las tumbas descubiertas en un mausoleo romano encontrado en Tortosa (Tarragona). (ACN / Cedida).

Los arqueólogos estiman que el descubrimiento sea del siglo IV d.C., aunque serán las cerámicas, materiales y monedas encontradas las que determinarán con precisión la época del mausoleo descubierto, uno de los pocos de planta cuadrada o rectangular encontrados en España.
De la Dertosa romana se habían encontrado escasos vestigios físicos, solamente algunas tumbas en obras en el núcleo antiguo, pero con las obras de la plaza de la Catedral de Tortosa se descubrió parte de la muralla y espacios que podrían formar parte del Foro, entre otros elementos.
En las tumbas descubiertas, han encontrado tres difuntos, dos adultos de edad avanzada en la época —entre 35 y 40 años—, y una criatura de entre 9 y 12 años. Los antropólogos intentarán determinar con más exactitud la edad y el sexo, así como posibles enfermedades o patologías a través de estudios de laboratorio que podrían durar dos años.

Imagen de la jarra de ungüento encontrada al lado de los restos de una de las tres tumbas del mausoleo descubierto en Tortosa (Tarragona). (Anna Ferràs / ACN).

También se han encontrado clavos de hierro y bronce —por lo que se corrobora que los cuerpos habían sido enterrados en cajas de madera—, una jarra de ungüento al lado de uno de los cadáveres y unas pequeñas monedas que se han encontrado incrustadas en el mortero de los muros.

Las tumbas se volverán a tapar y se seguirá con la construcción del equipamiento, que incluirá un espacio para mostrar, con imágenes, las piezas y el mausoleo. Los restos, una vez inventariados y analizados, se expondrán en el Museo de Tortosa.

Fuente: lavanguardia.com | 4 de marzo de 2020

Una de las espadas más antiguas del mundo (5.000 años) estaba escondida en un museo de Venecia

El padre Serafino Jamourlian y la estudiante de doctorado Vittoria Dall’Armellina, junto a la espada de hace 5.000 años (Universidad Ca' Foscari)

Vittoria Dall’Armellina es una estudiante de doctorado de la Universidad Ca’ Foscari de Venecia que se encontraba hace unas semanas visitando el museo de San Lazzaro degli Armeni, un monasterio del siglo XVIII situado en un islote en el sur de la laguna salada en la que se ubica la ciudad de los canales.

En medio de los distintos objetos almacenados en las vitrinas, a la joven le llamó la atención una espada de metal que se almacenaba en un aparador junto a una serie de materiales de época medieval. Vittoria detectó rápidamente que aquella arma era más antigua, mucho más antigua, que el resto de elementos que la acompañaban.

Especialista en el nacimiento y desarrollo de la espada en el antiguo Próximo Oriente, Dall’Armellina reconoció similitudes entre aquel trozo de metal y otros que había estudiado durante su doctorado. ”Tipológicamente, era muy parecida a algunas armas de hace 5.000 años encontradas en el Palacio Real de Arslantepe (Anatolia oriental), consideradas las espadas más antiguas del mundo”, explica.

La isla y el monasterio de San Lázaro de los Armenios en Venecia / foto Anton Nosik en Wikimedia Commons

La hoja de San Lazzaro también parecía del mismo tipo que otra presente en el museo de Tokat (Turquía) y que procede de la región de Sivas. Esta provincia forma también parte de la Anatolia Central aunque, en el pasado, se conocía con el nombre de Sebaste y formaba parte de Armenia (cuya frontera actualmente se encuentra a más de 600 kilómetros al este).

Tras comprobar que la espada no estaba presente en el catálogo de antigüedades orientales conservadas en el museo del monasterio, Vittoria Dall’Armellina habló con su supervisora doctoral, la profesora de arqueología Elena Rova, para poder iniciar una investigación más profunda que permitiera verificar sus intuiciones y aclarar los secretos que ocultaba este descubrimiento.
Los análisis científicos han confirman que el arma hallada en Venecia es similar a la más antigua del mundo, que data de alrededor del año 3000 antes de Cristo, no solo en su forma, sino también en la composición de la aleación de metal utilizada. Un arma de Anatolia acababa de reaparecer por casualidad en Venecia, pero aún quedaban muchas preguntas por responder.

Detalle de la espada, la cual tiene muchas similitudes con las armas halladas en el Palacio Real de Arslantepe, consideradas las más antiguas del mundo (Universidad Ca' Foscari).

Para resolver el misterio, la investigadora contó con la colaboración del padre Serafino Jamourlian, uno de los integrantes del monasterio mechitarista de San Lazzaro degli Armeni. Juntos consultaron los archivos de esta congregación fundada por el monje armenio Manug di Pietro en 1717, obligado a abandonar su tierra natal por culpa de la invasión turca.

Lo que descubrieron fue que la espada llegó a la ciudad de los canales procedente de Trebisonda (Trabzon, en turco), una ciudad de Turquía situada junto al mar Negro. Fue el comerciante de arte y coleccionista Yervant Khorasandjian quien la donó a este centro religioso en la segunda mitad del siglo XIX.

Así lo atestigua un papel bastante destrozado y escrito en armenio que alguien se encargó de copiar en época más reciente. El texto explica que Khorasandjian regaló una serie de objetos al padre Ghevond (Leonzio) Alishan. El documento también especifica que este alijo formaba parte de una serie de hallazgos que se encontraron cerca de Trebisonda, en un lugar llamado Kavak.

Análisis de la espada en el laboratorio (Universidad Ca' Foscari).

Ghevond Alishan fue, además de monje de la congregación mechitarista, un famoso poeta y escritor amigo de John Ruskin, uno de los grandes maestros de la prosa inglesa y que influyó notablemente en Mahatma Gandhi. Alishan, que murió en Venecia en 1901, era además un gran aficionado a la arqueología.

En las últimas décadas del siglo XIX, el monje recibió todos los objetos junto con la nota que decía lo siguiente: “El Sr. Yervant Khorasandjian, que vivía en Trabzon, envía al Padre Ghevont (Leonzio) Alishan como regalo, a través del Padre Minas Nurikhan, un monje mechitarista, fundador y director del Colegio Mechitarista de Trabzon (1882-1894), una espada de bronce, encontrada cerca de Trebizond, y precisamente en Kavak”.

Una vez descubierta parte de la historia del arma, Vittoria Dall’Armellina realizó los análisis pertinentes en el laboratorio y descubrió que la hoja era de cobre arsenicado (o “bronce natural”), una aleación utilizada con frecuencia antes de la propagación del bronce y que también se encuentra en el resto de ejemplos de espadas similares existentes.

Ejemplos de espadas de Arslantepe, encontradas en 2004. Las más antiguas encontradas hasta ahora, tienen 5500 años de antigüedad.

Estos datos, y la semejanza del arma blanca con las encontradas en Arslantepe, permite a los especialistas fechar la espada -que no muestra inscripciones, ni frisos, ni ningún signo distintivo- entre finales del IV y principios del III milenio antes de Cristo. Su procedencia se restringe a una región al este de Anatolia, entre el curso alto del río Eufrates y la costa sur del mar Negro.
Lo que no han podido determinar los investigadores, por culpa de las malas condiciones de su almacenamiento, es si este objeto fue realmente utilizado en batallas o si era simplemente utilizado en desfiles y recepciones. Otra hipótesis plausible es que fuera parte de un ajuar funerario de algún guerrero o aristócrata.

Es precisamente en la época a la que se remonta esta espada cuando en Anatolia oriental y en la región vecina del Cáucaso se pusieron de moda las tumbas que presentan kits ricos y suntuosos compuestos de armas y joyas. Estos ajuares se han interpretado como la evidencia del nacimiento de una nueva élite guerrera.

Fuente: lavanguardia.com | 5 de marzo de 2020

Nuevos fósiles y artefactos muestran que el 'Homo erectus' creó un conjunto de herramientas diversas

Los artefactos de piedra encontrados en un yacimiento etíope junto a esta caja cerebral de 'Homo erectus' de 1,6 a 1,5 millones de años indican que este homínido hizo una serie de herramientas simples y otras más complejas, dicen los investigadores. MICHAEL ROGERS / SOUTHERN CONN. ST. UNIV.

Un estudio evidencia que "el Homo erectus usó industria Olduvayense y Achelense de forma prolongada y simultánea".

El arqueólogo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) Sileshi Semaw (izquierda) y Michael Rogers, de la 'Southern Connecticut State University' (EEUU), junto con su equipo de investigación, acaban de publicar en la revista Science Advances un artículo que sugiere el uso "prolongado y simultáneo" de las tecnologías Olduvayense y Achelense por una sola y longeva especie, Homo erectus.

Foto: Los investigadores Michael Rogers (izquierda) y Sileshi Semaw mostrando la calvaria de un 'Homo erectus'.

Así, según explicó hoy en Burgos Sileshi Semaw, en este artículo se han estudiado dos cráneos atribuidos a dicha especie, hallados en el yacimiento etíope de Gona, situado en el triángulo de Afar, que se asocian a la fabricación de herramientas líticas sencillas, como las de tipo Olduvayense (modo 1), y más complejas, como las de tipo Achelense (modo 2).

Se trata de un cráneo casi completo recuperado en la zona norte del río Dana Aoule (DAN-5), cuya antigüedad se estima en 1,5 millones de años, y de un cráneo incompleto de hace 1,26 millones de años descubierto en el norte del río Busidima (BSN-12) a 5,7 kilómetros de distancia. El cráneo incompleto de BSN-12 es grande y resistente (similar al OH9 de la Garganta de Olduvai, Tanzania, derecha), mientras que el cráneo de DAN-5 es más pequeño y flexible, "lo que nos sugiere que Homo erectus era con seguridad una especie con dimorfismo sexual", señaló Sileshi Semaw.

En este sentido, destacó que "el cráneo de DAN-5 presenta el menor volumen endocraneal" que se ha registrado sobre el Homo erectus en África, con aproximadamente 590 centímetros cúblicos, y correspondería probablemente a una hembra. Este mismo cráneo muestra similitudes con otros ejemplares pequeños que se encontraron en el yacimiento de Dmanisi (República de Georgia) con una antigüedad de 1,8 millones de años.

(A) Neurocráneo DAN5 / P1: cuatro vistas: lateral, frontal, superior y posterior. (B) BSN12 / P1 frontal: tres vistas: superior (fósil y yeso originales), lateral y frontal. (C) La bóveda BSN12 / P1 —parietal y frontal conjuntas vistas a lo largo de la línea media anterior— está a la derecha. Barras de escala, 40 mm (DAN5 / P1) y 20 mm (BSN12 / P1). Crédito de la foto: Scott W. Simpson, Case Western Reserve University.

"Este hallazgo es muy relevante, primero, por la práctica ausencia de restos humanos atribuidos a esta especie en el norte de África", manifestó a preguntas de los periodistas y agregó que "estos hallazgos contribuyen a definir mejor esta especie y entender mejor su morfología, sus modos de vida y también ayuda a entender mejor su organización tecnológica, etcétera".
Al mismo tiempo, indicó que "se sabe bastante poco de la variabilidad morfológica de la especie Homo erectus" y que "el hallazgo del cráneo más pequeño de este estudio refuerza que 'Homo erectus' era una especie con dimorfismo sexual".


Dos puntos de vista opuestos de las herramientas de piedra Achelense (Modo 2) y Olduvayense (Modo 1) de (A) BSN12 y (B) DAN5. Para cada imagen, los núcleos del Modo 1 u Olduvayense están en la fila inferior. Crédito de la foto: Michael J. Rogers, Southern Connecticut State University.

Trascendencia del estudio

El científico relató que es una opinión generalizada que los primeros individuos del género Homo fueron responsables de la invención de utensilios sencillos de piedra, la industria Olduvayense, pero con la aparición del Homo erectus hace entre 1,8 y 1,7 millones de años, surgió en África una nueva tecnología de industria lítica llamada Achelense, con grandes instrumentos de corte, como bifaces, con una forma más funcional. Sin embargo, no se han esclarecido todavía las causas, el momento y la naturaleza de esta importante transición hacia el Achelenses hace 1,7 millones de años, y es un tema de debate entre los arqueólogos.

El investigador del programa de Arqueología del Cenieh, Sileshi Semaw, informa a los medios de comunicación sobre el artículo que se publicará en la revista 'Science Advances' sobre los hallazgos realizados en los yacimientos de Gona (Etiopía). - Foto: Ricardo Ordóñez (ICAL).

Este estudio llevado a cabo en DAN-5 y BSN-12 ha demostrado de forma evidente que la tecnología Olduvayense perduró tras la aparición de los instrumentos achelenses, lo que indica que existía una flexibilidad conductual concreta y una complejidad cultural inherente en 'Homo erectus', rasgo que no se comprendía ni apreciaba en Paleoantropología.

Como explicó Sileshi Semaw, "aunque la mayoría de los investigadores de este campo considera que los útiles achelenses desbancaron a las primitivas herramientas olduvayenses tras 1,7 millones de años, nuestro estudio demuestra que la industria de modo 1 permaneció inmutable durante todo el Paleolítico".

Es importante tener en cuenta -recordó- que los primeros homínidos que emigraron desde África lo hicieron con tecnología Olduvayense, y consiguieron llegar hasta Dmanisi (Georgia), hace 1,8 millones de años. Es probable que fuera entonces cuando el Homo erectus, que continuó su evolución en África, inventara las herramientas achelenses. "Sigue siendo posible que los descendientes de aquellos homínidos que migraron con anterioridad al Cáucaso pudieron haber regresado, aunque otros estudios sostienen que grupos de 'Homo erectus' evolucionaron en Asia y luego volvieron al continente africano", declaró Semaw.

Pelvis femenina del Homo Erectus.

Asimismo, subrayó que es interesante que además de los cráneos encontrados en DAN-5 y BSN-12, los de Buia (en Eritrea) y Daka (en Awash medio, Etiopía) sean los únicos dos ejemplares craneales de Homo erectus que se conocen en toda la región de Afar que correspondan al intervalo de tiempo crítico de hace 1,5 y 1 millón de años. Konso es el otro único yacimiento etíope donde se han recuperado restos de Homo erectus (sur de Etiopía), y el equipo de Gona ya presentó la primera pelvis femenina conocida de esta especie, con una antigüedad aproximada de 1 millón de años.
Por consiguiente, aseveró que "el descubrimiento de DAN-5 es poco común, y se necesitarían más homínidos vinculados con artefactos líticos (de hace 2 y 0,5 millones de años) para comprender todos los pormenores de la tecnología, la fisiología, el desplazamiento intercontinental, etcétera, de 'Homo erectus'".

Algunos expertos argumentan que varias especies homínidas de África pueden haber sido responsables de las dos tecnologías líticas contemporáneas, Olduvayense y Achelense. Por el contrario, "las evidencias de Gona sugieren un uso prolongado y simultáneo de ambas tecnologías por una sola y longeva especie, el Homo erectus, cuya expresión variable hace merecer la continuación del estudio", reiteró.

En este sentido Michael Rogers afirma que “uno de los desafíos que se presentará en el futuro será comprender cuáles son los atributos de las herramientas líticas que se transmitieron en la tradición cultural y cuáles sería más probable que cada grupo de homínidos reinventara».

El difunto colaborador local de Afar, Ibrahim Habib, señala el sector donde se encontraron restos de los cráneos de Homo erectus.

Yacimientos de Gona

Estos yacimientos están situados en el triángulo de Afar, en Etiopía, junto a las conocidas áreas de estudio de Hadar y Awash medio, donde se encontraron respectivamente los famosos esqueletos de Ardi y Lucy. Se distribuyen en un área amplia de sedimentos lacustres y fluviales (aprox. 500 km2). Gran parte de la zona de estudio al este y al sur contiene depósitos de industria lítica y restos fósiles del Pleistoceno inferior y medio.

El equipo de investigación que lidera Sileshi Semaw lleva estudiando estos yacimientos desde 1999. En el primer año, Nicholas Toth (perteneciente al Stone Age Institute de la Universidad de Indiana, EE.UU.) descubrió el cráneo incompleto en BSN-12. Un año más tarde, en 2000, el fallecido colaborador local de Afar, Ibrahim Habib, encontró el cráneo de DAN-5 en un camino destinado al tránsito de camellos.

Fuente: diariodeburgos.es | cenieh.es | leakeyfoundation.org| 4 de marzo de 2020