Un estudio sugiere que los factores ambientales jugaron un papel clave en la evolución de la tolerancia y la amabilidad humanas

Los investigadores encontraron que las poblaciones que compartían recursos tenían más probabilidades de tener más éxito. Crédito: Jaroslav Šmahel, Pixabay.

Las presiones ambientales pueden haber llevado a los humanos a ser más tolerantes y amigables entre sí a medida que la necesidad de compartir alimentos y materias primas se volvió mutuamente beneficiosa, según sugiere el nuevo estudio de la Universidad de York publicado en Journal of Archaeological Method and Theory

Es decir, el cambio de comportamiento no fue una progresión natural inevitable, sino que estuvo sujeto a fuertes presiones ecológicas. Llegamos a la conclusión de que los entornos cada vez más duros pueden haber provocado cambios en las respuestas hormonales y emocionales en los seres humanos que conducen a una mayor tolerancia y colaboración intergrupal.

Los seres humanos tienen una capacidad notable para preocuparse por personas ajenas a sus parientes o grupos locales. Si bien la mayoría de los otros animales tienden a estar a la defensiva respecto a otros grupos, nuestra tolerancia natural nos permite colaborar hoy a escala global, tal como se ve con el desarrollo del comercio o los esfuerzos de socorro internacional que brindan ayuda en caso de desastres naturales.

Mediante la utilización de simulaciones por computadora de muchos miles de individuos que recolectan recursos para su grupo e interactúan con individuos de otros grupos, el equipo de investigación intentó establecer qué presiones evolutivas clave pueden haber provocado la tolerancia intergrupal humana.

Los entornos cada vez más duros pueden haber provocado cambios en las respuestas hormonales y emocionales en los seres humanos que conducen a una mayor tolerancia y colaboración intergrupal.

Ambientes hostiles

El estudio sugiere que esto pudo haber comenzado cuando los humanos comenzaron a salir de África y durante un período de entornos cada vez más duros y variables.

El estudio se centró en el período de hace 300.000 a 30.000 años en el que la evidencia arqueológica indica una mayor movilidad e interacciones más frecuentes entre los diferentes grupos humanos. En particular, este es un momento en el que se constata que hay un movimiento de materias primas a distancias mucho más largas entre los grupos humanos.

Los investigadores encontraron que las poblaciones que compartían recursos tenían más probabilidades de tener éxito y más probabilidades de sobrevivir en entornos hostiles -donde ocurren extinciones- que aquellas poblaciones que no comparten a través de sus límites fronterizos.

Sin embargo, en entornos ricos en recursos compartir era menos ventajoso, mientras que en entornos extremadamente duros las poblaciones son demasiado pequeñas como para que el intercambio sea factible.

Ilustración gráfica de cómo los cambios ecológicos afectan a los comportamientos de evitación de acercamiento hacia individuos desconocidos a través de respuestas hormonales desarrolladas que afectan la tolerancia social Los cambios ecológicos (izquierda) pueden tener diferentes efectos evolutivos en el cerebro y la fisiología, desde promover comportamientos más tolerantes (arriba a la derecha) hasta promover comportamientos menos tolerantes (abajo a la derecha).

Tolerancia

Penny Spikins (izquierda), profesora de Arqueología de los Orígenes Humanos en la Universidad de York, dijo: “Que nuestro estudio demuestre la importancia de la tolerancia para el éxito humano es quizás sorprendente, especialmente cuando a menudo pensamos en la prehistoria como una época de competencia. Sin embargo, hemos visto que, en situaciones en las que las personas con excedentes comparten a través de sus límites fronterizos con otras personas necesitadas, todos se benefician a largo plazo".

La Dra. Jennifer C. French (derecha), profesora de Arqueología Paleolítica en la Universidad de Liverpool, agregó: Los hallazgos de nuestro estudio también tienen implicaciones importantes para debates más amplios sobre el inctremento de ejemplos de innovación y las mayores tasas de evolución cultural que ocurrieron durante este período. Ayudan a explicar cambios previamente enigmáticos en el registro arqueológico entre hace 300.000 y 30.000 años”.

Fuente: University of York | 3 de febrero de 2021

El cambio medioambiental pudo haber jugado un papel importante en los albores de la historia de Egipto

Una representación de un hombre ordeñando una vaca encontrada en una de las paredes de antiguas tumbas funerarias al sur del actual Cairo y que data de 2340 a. C. Foto de DeAgostini / Getty Images

Hace unos 5.000 años (c. 3100 a . C.), nació lo que hoy conocemos como Antiguo Egipto. Mil años a ambos lados otros "Estados primarios" similares también habían surgido en el mundo, en Mesopotamia, el norte de China, el valle del Indo y otros lugares.

Pero, ¿por qué la dinámica social humana cambió tan drásticamente en un espacio de tiempo tan relativamente corto? ¿Por qué dejamos de vivir en comunidades más pequeñas y nos unimos en ciudades y “civilizaciones”?

Al tratar de responder esta pregunta perenne, los arqueólogos y antropólogos han estudiado históricamente el surgimiento de la estratificación social, las nociones de realeza, las identidades variables, las tecnologías cambiantes y mucho más. Sin embargo, estos estudios, aunque analizan en detalle estos "factores humanos", posiblemente han pasado por alto el entorno inestable en el que las personas interactuaban, justo en la coyuntura crucial. Es casi como si hubiéramos estado muy concentrados en los "actores" de la narrativa pero nos hubiéramos perdido el "escenario".

Nuestra investigación (publicada en World Archaeology) reconoce esta omisión y ha buscado integrar los paisajes cambiantes -el "escenario"- en la discusión, reconociendo que las elecciones de los actores pudieron haber estado influenciadas por el teatro o el "escenario".

Entonces, ¿cómo se veía el "escenario" en el surgimiento del Antiguo Egipto, o, de hecho, de cualquiera de estas otras áreas en las que surgieron las primeras "civilizaciones"?

Sorprendentemente, si bien hasta hace muy poco, no lo sabíamos.

Y para averiguarlo tienes que cavar. Por cada metro que perforas en los sedimentos del Delta del Nilo te adentras unos mil años en el pasado. Si luego estudias las capas de arena y el barro a esa profundidad, puedes comenzar a reconstruir una imagen de los paisajes del pasado.

En resolución, si perforas muchos pozos en todo el delta (de 2 a 10 metros de profundidad), y estudias las capas de arena y lodo que surgen en cada uno de ellos, puedes producir una serie completa de mapas que muestren cómo se veía el delta en su conjunto en diferentes momentos.

A partir de varios programas de perforación de este tipo, ahora estamos comenzando a comprender que en el Delta del Nilo los paisajes estaban cambiando drásticamente justo cuando la gente, en esta zona y río arriba, comenzaba a reorganizar sus estructuras sociales. Curiosamente, también se estaban produciendo cambios ambientales muy similares en Mesopotamia y el norte de China (los otros lugares donde surgieron las primeras sociedades estatales del mundo).

Además, estos cambios en el paisaje no fueron impulsados ​​por las personas, sino por un factor externo: la desaceleración y la estabilización del aumento del nivel del mar post-glacial. El “escenario” del teatro en el que se desarrollaba la historia humana estaba evolucionando por sí mismo, causado por un movimiento natural e ineludible.

Del barro a los monumentos

Escenas agrícolas de trilla, almacén de grano, cosecha con hoces, excavación, tala de árboles y arado en la tumba de Najt, Tebas, XVIII Dinastía.

Pero, ¿cuáles fueron estos cambios del paisaje? ¿Podrían haber condicionado a los "actores" de una forma u otra? ¿Contribuyeron de alguna manera al surgimiento del Antiguo Egipto?

Responder a la primera pregunta es fácil: los entornos finalmente se volvieron menos pantanosos. A medida que se estabilizó el nivel del mar, los ríos comenzaron a comportarse de manera diferente. Los paisajes evolucionaron gradualmente desde una red de pequeños y dinámicos arroyos que cruzaban una vasta extensión de marismas hacia llanuras aluviales más amplias, abiertas y bien drenadas.

Responder a las otras preguntas, esto es, establecer si estos cambios impactaron en la trayectoria de la historia humana y cómo lo hicieron, es mucho más difícil.

Una forma en que podemos intentar responder a esto es estudiando cómo las personas interactuaron con el medio ambiente para satisfacer sus necesidades más básicas: la comida.

Si se analiza el entorno natural con arreglo a este criterio, (quizás de forma contraria a la intuición) resulta que los ambientes pantanosos anteriores eran un gran lugar para que las personas pudieran vivir. Había muchos recursos alimenticios en estos entornos extraordinariamente ricos. Por supuesto, no se podía cultivar con mucha facilidad, pero sí se podía pescar, cazar, criar algunos animales y moverse en este verdadero "Edén", el cual habría proporcionado una gran población.

Pero, a medida que cambiaba el medio ambiente, a medida que evolucionaba el "escenario", el Delta del Nilo se hizo mucho menos rico en recursos alimentarios silvestres. En unos pocos cientos de años podemos calcular que el Delta del Nilo habría perdido alrededor del 45% de su productividad primaria (potencial alimentario). Cada generación siguiente habría tenido un trabajo un poco más difícil para mantenerse a sí misma.

La solución obvia fue aumentar la adopción de la actividad agrícola. La agricultura es un invento extraordinariamente eficaz para maximizar la cantidad de alimentos que se puede obtener de un terreno determinado. Hacer el cambio habría sido fácil durante unas pocas generaciones: los habitantes del Delta del Nilo estaban en contacto frecuente con otras sociedades que cultivaban trigo, cebada, cerdos y ganado, y podrían haber simplemente copiado su proceder.

Cosecha de cereales - Tumba de Menna.

Y esto es exactamente lo que vemos en el registro arqueológico. Cuando analizamos lo que comía la gente en esta zona entre 4000-3000 a. C., parece que en los paisajes pantanosos del delta los habitantes pescaban para alimentarse. Pero en los paisajes posteriores vemos que ya criaban cerdos y cultivaban el terreno mucho más. Incluso podemos calcular que este cambio habría producido un excedente de alimentos.

Así es que parece que los cambios en el paisaje pudieron haber facilitado el desarrollo de la agricultura a los habitantes del delta durante el IV milenio a. C.

Pero, ¿qué tenía esto de especial? Muchas sociedades se han dedicado a la agricultura a lo grande durante los últimos diez mil años, pero las "civilizaciones" no surgieron en todas partes.

Quizás la respuesta tenga algo que ver con el vasto tamaño del Delta del Nilo, junto con lo que estaba sucediendo río arriba. El potencial agrícola del delta era al menos un 40% más grande que el resto de Egipto (que en ese momento era una colección de “proto-reinos” rivales). Cualquiera de los líderes locales río arriba que quisiera controlar a sus rivales se habría dado cuenta de que la clave económica del poder residía en poder controlar la vasta producción agrícola del delta, altamente fértil. En última instancia, el excedente económico del delta necesitaba ser incorporado a la red de la nueva estructura territorial estatal en ciernes.

Una vez más, esto es lo que vemos en el registro arqueológico. En un corto espacio de tiempo, alrededor del 3100 a. C., el excedente agrícola del delta quedó bajo el control del primer “Estado-Nación” del mundo, quizás incluso creado, en parte, con ese propósito. Los primeros jeroglíficos de esta época registran las transacciones de entrada y salida en el tesoro del Estado, mientras que la "capital" y la corte real se establecían en el lugar obvio, cerca de la actual ciudad de El Cairo, uniendo la potencia agrícola del delta con los centros de cultura más antiguos de río arriba.

Sociedades paralelas

Cosecha de cereales, Deir el-Medina.

Por tanto, parece que los cambios en el paisaje natural del Delta del Nilo no solo contribuyeren a estimular la adopción de tecnologías agrícolas, sino que también influyeron en el surgimiento del primer “Estado-Nación”. Se puede trazar también paralelos muy similares en Mesopotamia y el norte de China, áreas con geografías e historías paisajistas similares, cambio de la actividad pesquera por la agricultura y nuevas tendencias socioculturales.

Ahora bien, si tales cambios son evidentes en estos otros entornos ello requiere de un estudio más detallado. Pero al hacer esto, debemos recordar no solo debemos centrarnos en el registro arqueológico de los enclaves o asentamientos, sino también mirar los paisajes cambiantes. La historia no está completa sin la geografía. En última instancia, no hay actores sin "escenario", y cuando este cambia los actores pueden comportarse de manera muy diferente.

Fuente: theconversation.com | 4 de febrero de 2021

Así fue hallada la tumba medieval más lujosa de Europa: la historia real de la película de Netflix "La excavación"

Este extraordinario yelmo se enterró con su dueño anglosajón, un guerrero de élite o posiblemente un rey, en Sutton Hoo a principios del año 600 d.C. FOTOGRAFÍA DE MUSEO BRITÁNICO

En 1926, el coronel del Ejército británico Frank Pretty y su esposa Edith compraron una casa en la localidad de Sutton Hoo, en la región de Suffolk (Inglaterra). La operación incluía un amplio terreno aledaño que presentaba 18 túmulos, unas misteriosas y pequeñas colinas, probablemente obras humanas. Cuando el militar murió en 1934, la mujer, que había viajado a Egipto y visto a su padre excavar un monasterio cisterciense de joven, solicitó al cercano Museo de Ipswich una investigación arqueológica para esclarecer qué se escondía debajo de la tierra.

Los trabajos le fueron encomendados a un arqueólogo aficionado de nombre Basil Brown (izquierda), el hijo de un granjero que había dejado la escuela a los 13 años, y los comenzó en junio de 1938. La zanja que abrió en el túmulo número uno le permitió identificar varios artefactos que se remontaban a una Edad Media temprana y unos remaches de hierro característicos de las embarcaciones. El verano siguiente se confirmó que aquello era un barco funerario anglosajón del siglo VII. "Es el descubrimiento de mi vida", escribió en su diario. Y uno de los más importantes de la humanidad: el tesoro de Sutton Hoo, la tumba altomedieval más rica de Europa.

Basil Brown en primer plano y el Tte. Cmdt. J.K.D. Hutchison en una supuesta imagen "fantasmal" del barco enterrado que se develó durante las excavaciones en el sitio de Sutton Hoo en 1939. El efecto "fantasma" fue el resultado de la arena descolorida por la materia orgánica que se había podrido.

La gestación y la primera fase de este espectacular hallazgo, registrado en el contexto del inminente estallido de la II Guerra Mundial, protagonizan la nueva película de Netflix, La excavación, dirigida por Simon Stone. La cinta es un drama que va más allá del acontecimiento arqueológico, pero que constituye una suerte de homenaje a la labor y al empeño de Edith Pretty y Basil Brown, interpretados por Carey Mulligan y Ralph Fiennes respectivamente. La curiosidad de ambos prendió una historia que hoy en día se expone y ocupa un lugar privilegiado en el British Museum de Londres.

Fotograma de la película 'The dig' (La excavación) en la que se muestra a la terrateniente Edith Pretty (interpretada por Carey Mulligan) y Basil Brown (Ralph Fiennes).

Pero no fue una misión exclusiva de Brown. Cuando las noticias de que un aficionado estaba descubriendo un yacimiento que podría ser único llegaron al Departamento de Arqueología de la Universidad de Cambridge, rápidamente se formó un grupo de profesionales con algunos de los mejores arqueólogos del momento. La excavación científica, dirigida por Charles Phillips, arrancó en julio de 1939. A lo largo de 17 días se desenterró una serie de piezas excepcionales: monedas y broches de oro macizo, un refinadísimo yelmo decorado con diversas figuras, armas —un escudo, una espada, una daga y un hacha—, un cetro, un portaestandarte, calderos y copas de bronce y hasta una lira. El relato de la "Edad Oscura" se tambaleaba.

Diversos elementos hallados en Sutton Hoo.

"Todos los objetos brillaban a la luz del sol como el día en que fueron enterrados", anotó en su diario Basil Brown. El conjunto incluía elementos de diversas procedencias europeas y del Mediterráneo bizantino, y los expertos determinaron que se trataba de un riquísimo ajuar fúnebre, situado dentro de una cámara funeraria que se levantó en medio de una nave de 27 metros de largo por 4,5m de ancho. Aunque el cuerpo no aparecía, las dimensiones de la tumba y la complejidad del ritual evidenciaban que estuvo destinado a una persona muy poderosa del siglo VII. Los especialistas creen que podría ser la de Raedwald, rey de East Anglia, uno de los reyes de la Inglaterra meridional fallecido hacia el año 625.

Los arqueólogos excavando el barco funerario de Sutton Hoo a finales de la década de 1930. The Trustees of the British Museum.

La campaña de excavaciones terminó el 25 de agosto. Una semana después el Reino Unido declaró la guerra a Alemania tras la invasión nazi de Polonia. "Se cubre la excavación y se suspenden las investigaciones. No hay tiempo para la arqueología; otras son las prioridades", narra el arqueólogo Andrea Augenti en su libro De Lucy a Medina Azahara: 10 grandes descubrimientos arqueológicos (Alianza). "En 1942 Sutton Hoo es confiscado por el Estado y utilizado como campo de entrenamiento de los tanques del Ejército británico. A fuerza de pasar por encima de los túmulos, tanto en primera como marcha atrás, los tanques Sherman redujeron notablemente su altura".

Otros elementos hallados en Suton Hoo: tapa de un bolso, una gran hebilla, dos cierres de hombro, y un cinturón de oro.

Historia compleja

Los trabajos en el yacimiento se retomaron entre 1965 y 1971, conducidos por el académico y arqueólogo Rupert Bruce-Mitford (derecha). Su labor fue esencial, excavando el barco en su totalidad y restaurando muchas de las piezas que habían salido a la luz en 1939. También resolvió el enigma del paradero del cuerpo del monarca anglosajón: la elevada tasa de acidez del terreno destruyó el cadáver —llegó a esa conclusión tras conocer el caso de un asesino en serie que disolvía a sus víctimas en un baño de ácido para no dejar rastro—. También fue el autor de un monumental volumen en el que se recogió toda la información arrojada por el yacimiento y con centenares de ilustraciones.

“Es el descubrimiento de mi vida”, escribiría Basil Brown en su diario. Se habían encontrado otros barcos funerarios en Europa, pero ninguno de este tamaño.

El proyecto de estudio de Sutton Hoo se retomó en los años 80 y 90 y su dirección fue adjudicada a Martin Carver (izquierda), profesor de Arqueología de la Universidad de York. Tras analizar el resto del sitio con nuevas herramientas tecnológicas, se descubrió una cronología de ocupación que iba desde el Neolítico hasta más allá del siglo VIII: asentamiento agrícola en la Edad del Bronce, abandono y reutilización durante la ocupación romana de Britania y reconversión en cementerio nobiliario a finales del siglo VI, con enterramientos similares a los que se registran en Escandinavia durante época vikinga.

Carver, asimismo, logró desentrañar el significado de la exclusiva necrópolis, dedicada a una élite anglosajona: los lujosos objetos y la rica decoración de las tumbas manifiestan una reafirmación de poder de los soberanos paganos de East Anglia —reinaron menos de un siglo— frente a una amenaza. ¿Cuál? La expansión de una nueva ideología decidida a revertir el sistema y los valores sociales: el cristianismo.

Tras enterrar los restos funerarios formaban estos característicos montículos llamados túmulos. Getty Images.

“Es una gran explosión de actividad. Imagino que estos montículos deben haber sido muy demostrativos. Los entierros son extravagantes y muy ricamente amueblados. Son declaraciones contundentes sobre el deseo de continuar con este régimen en particular, esta dinastía, y de alguna manera hay signos de ansiedad por lo que viene del otro lado del Canal”, dice Carver. “En otras palabras, una unión cristiana más obvia, una especie de recreación del Imperio Romano, del que realmente no quieren formar parte. Por eso creo que es por eso que la inversión es tan grande. La gente está llamando a sus dioses, si quieres, para que los protejan", agrega Carver en una reciente conversación con la revista History Extra.

Una representación de cómo pudo de ser el funeral del rey anglo sajón en el barco que después se enterró. Getty Images.

El barco funerario recreado en Sutton Hoo con los distintos elementos encontrados.

No obstante, el uso del cementerio de Sutton Hoo no se extinguió con la erradicación del paganismo. En algunos túmulos se identificaron los restos de individuos que habían sufrido una muerte violenta, como la horca o la decapitación. Se trataba de condenados ajusticiados en patíbulos de madera, según determinaron los arqueólogos tras hallar restos de las trazas. El yacimiento, sede de sepulturas de reyes de la Alta Edad Media, se había convertido en escenario de ejecuciones capitales. La compleja y fascinante historia de un yacimiento único.

Fuentes: elespañol.com | wikiwand.com | eleconomista.net | 29 de enero de 2021

Desentierran tumbas y objetos prehistóricos en la excavación del túnel que suprimirá la carretera que pasa al lado de Stonehenge

Los primeros descubrimientos de la excavación del túnel propuesto cerca de Stonehenge ayudan a aclarar la imagen de cómo fue utilizada el área durante milenios.

Tumbas de la Edad del Bronce, cerámica del Neolítico, y los vestigios de un misterioso recinto en forma de 'C', que podría haber sido un área industrial prehistórica, se encuentran entre los hallazgos desenterrados por los arqueólogos que han llevado a cabo trabajos preliminares de excavación en el nuevo túnel vial propuesto que pasa al lado Stonehenge.

Uno de los descubrimientos más intrigantes es un objeto único de esquisto que podría haber sido parte de un bastón o garrote y que ha sido encontrado en una tumba de hace 4.000 años. Cerca se ha hallado también el lugar de descanso de un bebé con un pequeño vaso simple.

Uno de los dos entierros del período de la Cultura del Vaso Campaniforme encontrados en la zona del túnel propuesto cerca de Stonehenge. Fotografía: Arqueología de Wessex

Las zanjas que flanquean el recinto en forma de 'C' contienen pedernal quemado, lo que sugiere que allí se llevó a cabo un proceso de trabajo de metal o cuero hace miles de años.

Justo al sur del centro de visitantes de Stonehenge, los arqueólogos encontraron cerámica neolítica con ranuras dejadas allí, posiblemente, por las personas que construyeron el círculo de piedra o lo visitaron.

"Hemos encontrado muchas cosas: evidencias sobre las personas que vivieron en este paisaje durante milenios, rastros de la vida y muerte cotidianas de las mismas, cosas íntimas", dice Matt Leivers (izquierda), arqueólogo de Wessex Archaeology en la carretera A303 de Stonehenge. “Cada detalle nos permite averiguar qué estaba sucediendo en ese paisaje antes, durante y después de la construcción de Stonehenge. Cada pieza hace que esa imagen quede enfocada un poco más".

El plan para dejar subterránea la A303, que pasa muy cerca de la estructura monumental, mediante un túnel de unos tres Km es tremendamente controvertido, y muchos expertos han dicho que llevar a cabo un trabajo de construcción tan intrusivo podría causar un daño desastroso a uno de los paisajes antiguos más preciosos del mundo y conducir a la pérdida de cientos de miles de artefactos. Una demanda legal fue presentada el pasado año contra este proyectado túnel de 1,7 millones de libras presupuestadas.

El controvertido proyecto del túnel está diseñado para desviar el tráfico de este enclave icónico al eliminar el tramo actual de la carretera A303 que pasa a unos pocos metros del sitio.

Highways England y Wessex Archaeology, que lideran la exploración del túnel, dijeron que estaban trabajando en el proyecto de manera sistemática y cuidada. Durante esta fase preliminar, los expertos de Wessex cavaron y tamizaron a mano casi 1.800 pozos y excavaron y registraron más de 400 trincheras de prueba.

La próxima fase de excavaciones arqueológicas comenzará a finales de este año, con una duración aproximada de 18 meses y la participación de hasta 150 arqueólogos. Las obras de construcción del túnel deben comenzar en 2023.

Cerca de la entrada oriental del túnel planificado, los arqueólogos descubrieron grandes cantidades de desechos (material para la fabricación de herramientas de pedernal) y zanjas que pueden datar de la Edad del Hierro y estar asociadas con un campamento de tiempos de Vespasiano al sur.

Un arqueólogo excava una vasija de la Edad del Bronce encontrada durante las excavaciones preliminares que se llevan a cabo en el túnel cerca de Stonehenge. Fotografía: Arqueología de Wessex

En el extremo occidental se han encontrado dos entierros de personas pertenecientes a la Cultura del Vaso Campaniforme, las cuales llegaron a Gran Bretaña alrededor del 2500 a. C. Uno era un adulto, enterrado en cuclillas con una olla o vaso campaniforme. También se halló en la tumba un punzón de cobre o fragmento de un alfiler o aguja y un pequeño objeto cilíndrico de pizarra, de un tipo que no se cree que se haya encontrado antes.

"Es una rareza", dijo Leivers. "Se llevará a cabo un trabajo más detallado para averiguar qué es, pero una posibilidad es que podría ser una copa ceremonial dañada a propósito antes de ser colocada en la tumba, o bien la tapa del extremo de un bastón o garrote" (abajo).

También se encontró en la misma área un pozo que data del periodo de la Cultura del Vaso Campaniforme que contenía los diminutos huesos del oído de un niño y una olla muy simple, una señal de que también era una tumba. Por lo general, los recipientes campaniformes están decorados, pero el hallado es sencillo, probablemente para reflejar la edad de la persona que murió.

Un poco más al sur, se encontró el recinto en forma de 'C'. “Es un patrón extraño de zanjas”, dijo Leivers. "Es difícil decir qué era, pero sabemos cuántos años tiene porque encontramos una olla de la Edad del Bronce casi completa en una de las zanjas".

También en las acequias había una gran cantidad de pedernal quemado. "Esto sugiere que puede haber tenido alguna función industrial", dijo Leivers. “Podría ser trabajo en metal o cuero, fabricación de cerámica, procesamiento de cultivos”.

Otro hallazgo fue un grupo de objetos que datan del período Neolítico tardío, cuando se construyó el círculo de piedra de Stoenhenge, que incluye cerámica ranurada, un pedernal y astas de ciervo.

Por el momento, los hallazgos están almacenados en Salisbury, y finalmente se exhibirán en el museo de la ciudad.

El equipo acepta que todos las estructuras viales tienen cierto impacto en la arqueología de un área. Andy Crockett, director del proyecto A303 de Wessex Archaeolgy, dijo: “No hay una sola opción que permita un impacto cero en los restos arqueológicos; eso es muy cierto para todos los desarrollos que se te ocurran".

Añadió que la compensación era que la vista de automóviles y camiones rodando por la A303, cerca del monumento de Stonehenge, desaparecerá y dos mitades del terreno en que se haya situado, y que ahora está dividido por una carretera, quedarán unidos.

Highways England dijo que la cantidad de trabajo de inspección arqueológica que se había llevado a cabo no tenía precedentes debido a la importancia del sitio. David Bullock, director del proyecto A303 de Highways England, dijo: "Se han realizado una gran cantidad de investigaciones para que esta ruta se pueda llevar a cabo y perturbe lo menos posible".

Fuentes: theguardian.com | dailymail.co.uk | 4 de febrero de 2021

¿Qué comían los suizos en la Edad del Bronce?

Representación de una herrería de la Edad del Bronce. André Houot / Universidad de Ginebra.

Estudiar la Edad del Bronce, el periodo que se extiende desde alrededor del año 2200 hasta el 800 antes de Cristo, presenta grandes dificultades. Esta etapa de la evolución humana se caracteriza por un cambio en los rituales funerarios. Algo tan sencillo, y a la vez drástico, como fue pasar del entierro a la cremación.

Los arqueólogos tienen complicado encontrar restos, material óseo esencial para realizar investigaciones clave. “Y, sin embargo, la Edad del Bronce marca el comienzo de las sociedades actuales con el surgimiento de la metalurgia”, señala Mireille David-Elbiali (izquierda), de la Universidad de Ginebra, que ha colaborado en su estudio con científicos de la Universitat Pompeu Fabra.

Ritos funerarios

Hoy en día, los recursos arqueológicos para estudiar la Edad del Bronce son limitados. "Esto se debe en parte a cambios en los rituales funerarios", dice Mireille David-Elbiali. "La gente abandonó gradualmente la práctica de la inhumación en favor de la cremación, reduciendo así drásticamente el material óseo necesario para la investigación".

Un esqueleto humano de la Edad del Bronce recuperado en el cantón de Vaud, en Suiza. Archeodunum SA.

Fue entonces cuando las sociedades antiguas dieron un paso decisivo tanto en el desarrollo tecnológico como en el económico en medio de desafíos que nos suenan bastante hoy en día: cambios en el clima, apertura comercial y cierto grado de crecimiento de la población.

Tantas variaciones tuvieron, evidentemente, repercusiones importantes en la dieta humana. En ese aspecto, los habitantes de lo que hoy en día es Suiza jugaron un papel fundamental. Su ubicación geográfica les convirtió en el centro de las relaciones con distintas regiones de Europa como el Mediterráneo, el Alto y Medio Danubio y los Alpes.

Analizando los isótopos del colágeno de 41 esqueletos humanos, 22 restos óseos de animales y 30 muestras de plantas de sitios en Suiza occidental y Haute-Savoie (Francia), desde el principio hasta el final de la Edad del Bronce, los especialistas descubrieron que se había generalizado el uso del estiércol como fertilizante para mejorar las cosechas.

Esta fue la respuesta que esos pueblos prehistóricos encontraron para intensificar la producción ante el crecimiento demográfico. Además, hubo un cambio radical en los hábitos alimentarios tras la introducción de nuevos cereales tras la sequía que asoló Europa en ese período, según explican en un artículo publicado en la revista PLoS ONE.

Granos de mijo.

Del 2200 al 1500 a.C.

"Durante la Edad del Bronce temprana (del 2200 al 1500 a.C.), la agricultura se basaba principalmente en la cebada y el trigo, dos cereales con origen en el Próximo Oriente que se cultivaron desde el Neolítico en Europa", explica Alessandra Varalli (izquierda), de la UPF. Pero a finales de la Edad del Bronce Tardía (entre el 1300 y el 800 antes de Cristo), se introdujo el mijo, una planta de Asia que crece en un ambiente más árido.

"El análisis de varias especies de plantas de diferentes fases de la Edad del Bronce sugiere que hubo un aumento en la fertilización del suelo con el tiempo. Esto probablemente impulsó la producción de cultivos agrícolas", agrega.

Además, hubo un aumento del comercio entre diferentes culturas, como el norte de Italia o la región del Danubio, que llevó el mijo hasta Suiza occidental. Este cereal crece más rápido y es más resistente a la sequía, por lo que se adapta mejor a una época en que el clima era relativamente cálido y seco.

"En un momento en el que las sociedades comenzaban a trabajar con bronce, una aleación compuesta por cobre y estaño, este desarrollo de la metalurgia requirió un comercio más intensivo para obtener las materias primas esenciales. Esto aumentó la circulación de artesanías tradicionales, bienes de prestigio, conceptos religiosos y, por supuesto, personas entre Europa y China”, continúa Mireille David-Elbiali.

Las dietas de hombres, mujeres y niños no presentaban, por otro lado, diferencias destacables. “En ese momento no había una estrategia específica para alimentar a los niños, al igual que los hombres no comían más carne o productos lácteos que las mujeres. Es más, en lo que respecta al origen de las proteínas consumidas, se descubrió que, aunque Suiza occidental alberga un lago y ríos, la dieta se basa principalmente en animales y plantas terrestres”, concluye Varalli.

Fuente: lavanguardia.com | 3 de febrero de 2021

Vera, la última neandertal del norte de Burgos

Campaña de excavación de 2020 en Cueva Prado Vargas. / M. N.

El equipo codirigido por Marta Navazo, profesora Titular de Prehistoria de la Universidad de Burgos, Rodrigo Alonso, responsable de Didáctica y Dinamización del Museo de la Evolución Humana y profesor Asociado de Prehistoria en la UBU, y Alfonso Benito, investigador del Centro Nacional en Evolución Humana (CENIEH), acaban de publicar en la revista Quaternary Science Reviews el artículo 'Late Neanderthal subsistence strategies and cultural traditions in the northern Iberia Peninsula: Insights from Prado Vargas, Burgos, Spain' que recoge los resultados de la excavación del nivel 4 de la cueva de Prado Vargas.

Este equipo lleva excavando en esta cavidad, situada en la localidad de Cornejo en la Merindad burgalesa de Sotoscueva, desde 2016. Los resultados obtenidos hacen que este yacimiento se convierta en un lugar clave para comprender el modo de vida de los últimos neandertales del norte peninsular.

El trabajo que se acaba de publicar, y en el que han colaborado varios doctorandos de la UBU, analiza las estrategias socioeconómicas y culturales de los grupos neandertales que ocuparon este territorio hace 45.000 años. Para ello se ha realizado un completo estudio de los fósiles de animales, los restos de polen, las herramientas de piedra y hueso y sus huellas de uso, la formación del depósito, y la cronología del nivel 4 para lo que se han utilizado diferentes métodos de datación. Además este trabajo ha servido para dar a conocer a la comunidad científica el diente de leche de una niña neandertal de unos ocho años que se descubrió en la campaña del 2019 y fue bautizado con el nombre de Vera.

Diferentes vistas del diente de leche neandertal de Vera (PV-1360). A: mesial; B: oclusal; C: distal; D: Bucal; E: radicular. / M. N.

En el desarrollo de este trabajo además de la UBU, el MEH y el CENIEH han colaborados otros científicos de la Universidad del País Vasco-IKERBASQUE, Universitat Rovira i Virgili - Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social, la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad de Adelaida (Australia). Esta multidisciplinaridad de investigadores ha permitido integrar metodologías tradicionales clásicas de identificación y análisis de los miles de restos arqueológicos y paleontológicos, junto con novedosas y punteras técnicas de análisis espacial y análisis de materiales de los laboratorios de la UBU y del CENIEH que se han aplicado tanto a los restos como a los niveles sedimentarios donde se encuentran.

Particularmente, los materiales arqueológicos se están analizando a través de microscopía confocal y microscopios metalogenéticos. Por otra parte, para las técnicas de datación se han combinado la técnica de racemización de aminoácidos realizada en el Laboratorio de Estratigrafía Biomolecular de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía de la Universidad Politécnica de Madrid, radiocarbón (Carbono 14) y datación por luminiscencia estimulada ópticamente realizada en la Universidad de Adelaida.

El trabajo también presenta los resultados de un sondeo estratigráfico gracias al cual sabemos que por debajo del nivel 4 se localizan más de seis metros de sedimento. Estos sedimentos contienen otros niveles arqueológicos del mismo periodo, lo que implica que un grupo de neandertales vivió de manera ininterrumpida en este territorio legándose de unas generaciones a otras una tradición cultural propia que estos investigadores están descubriendo.

Actualmente se están desarrollando cuatro tesis doctorales sobre este yacimiento por varios doctorandos de la Universidad de Burgos. Esto permitirá conocer mucho más sobre Vera y su grupo, así como las generaciones de neandertales que la precedieron y ocuparon esta cavidad.

Fuente: burcosconecta.es | 1 de febrero de 2021