Confirman la existencia de un taller metalúrgico en el castro de Alava (en Salas, Asturias)

El arqueólogo Rubén Montes López, ante una muralla defensiva hallada en el castro en 2019/ Foto Fundación Valdés Salas.

En el castro de Álava (en Salas, Asturias) se trabajaban metales preciosos, como la plata, en la segunda Edad del Hierro, entre los siglos IV y II antes de Cristo. Así lo han confirmado los análisis impulsados por la Fundación Valdés-Salas tras las campañas de excavaciones realizadas en 2019 y 2020 en el castro de Alava (Salas).

En las excavaciones se halló un lote de fragmentos cerámicos que corroboran la existencia de un taller metalúrgico con manipulación de cobre y plata durante la Edad del Hierro. «Un dato que contribuye significativamente al conocimiento de las actividades económicas de los habitantes del castro, confirma la destreza de sus artesanos y resulta de particular relevancia en el contexto del noroeste peninsular, donde el trabajo de la plata en los siglos previos a la conquista romana estaba escasamente representada», señala la Fundación, que participa en el estudio del castro dentro del proyecto Beriso.

Castro de Alava. Trinchera arqueológica sobre uno de los fosos defensivos.

«Los resultados preliminares del estudio arqueométrico en curso, realizado por Ignacio Montero y Óscar García-Vuelta en el Laboratorio de Microscopía Electrónica y Microanálisis del Instituto de Historia del C.S.I.C., ha permitido constatar la existencia en el castro de Alava (Salas, Asturias), durante la Segunda Edad del Hierro (siglos IV-II a.C.), de un taller metalúrgico que trabajó metales de cobre y plata.

Para el estudio de los restos metálicos se recurrió a la técnica de espectroscopía de energía dispersiva por fluorescencia de rayos X, aplicada con espectrómetros portátiles, utilizándose también microscopía electrónica de barrido, en combinación con microanálisis por energía dispersiva de rayos X. El hallazgo de salpicaduras de plata en la superficie de estas cerámicas constituye un testimonio arqueológico excepcional, ya que a la escasez de este metal en el registro arqueológico del noroeste peninsular se suma la antigüedad que revela el contexto de recuperación de las piezas», señala la Fundación en un comunicado.

La investigación sobre las piezas prosigue actualmente, estando en curso otros procedimientos arqueométricos, como el análisis por isótopos del plomo, que permitirá aportar nueva información sobre la procedencia de las materias primas empleadas y los modos de producción de estos talleres metalúrgicos prerromanos.

Foto: Excavaciones en el castro de Alava (Salas) en agosto de 2018. S. A. / P.

Los trabajos arqueológicos en el castro de Alava, iniciados en 2018 y con dirección de campo a cargo del arqueólogo Rubén Montes López, se enmarcan en el Proyecto Beriso y están promovidos por la Fundación Valdés-Salas, que comparte patrocinio con la Fundación Banco Sabadell y la empresa minera Orovalle Minerals. En la iniciativa colaboran también el Ayuntamiento de Salas, las Universidades de Oviedo y Granada y el Instituto de Historia del C.S.I.C., a través del proyecto I+D+i del Ministerio de Ciencia e Innovación LOKI denominado Economías locales, economía imperial: El occidente de la Península Ibérica, siglos II a.C.- II d.C. que dirige la Dra. Inés Sastre.

Se trata de un proyecto que tiene por objetivo prioritario el estudio del patrimonio arqueominero y del poblamiento asociadoen época protohistórica de la comarca asturianas de Salas y Belmonte y que cuenta con la dirección científica del Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Oviedo, Miguel Ángel de Blas, y del especialista en arqueología castreña del Museo Arqueológico de Asturias, Ángel Villa Valdés.

Fuente: lavozdetrubia.es | 3 de febrero de 2021

El arqueólogo Rafael Ramos revela detalles inéditos de la Dama de Elche en su último libro

La Dama de Elche. Hallazgo, arqueología e historia es el título del nuevo libro que acaba de publicar la editorial Almuzara. Se trata de una obra del arqueólogo Rafael Ramos, quien recoge en este volumen todos los periodos en los que la emblemática escultura ilicitana ha sido partícipe de la historia.

Explicar qué simboliza hoy y qué representó en su época la obra escultórica es uno de los objetivos de este estudio, en el que el autor analiza la pieza con exhaustividad e incluye en este proyecto todo lo conocido hasta ahora exponiendo nuevas hipótesis valientes cimentadas en el amplio conocimiento que tiene de la sociedad ibérica, de su ritualidad y de su religiosidad.

Y es que desde finales del siglo XIX hasta hoy son muchas las situaciones en las que el busto ibérico ha sido protagonista. Su hallazgo y venta generan una historia apasionante por los elementos que en ella confluyen. Entre los capítulo más curiosos de la historia de la Dama de Elche cabe destacar el que hace referencia a su salida del Museo del Louvre y su regreso a España.

La escultura antropomorfa ibera supone uno de los componentes más importantes de la llamada cultura ibérica, que permite comprenderla integrada en un fenómeno mediterráneo que se desarrolló en determinados lugares de sus territorios costeros. Pocos personajes reconocidos cubren tantos momentos históricos como lo hace la Dama de Elche. En vida fue alguien de relevancia social en su entorno, pero como pieza arqueológica supera con creces su popularidad desde el momento de su hallazgo.

El arqueólogo Rafael Ramos ante una réplica de la Dama de Elche y con uno de sus libros pueblicado: "LOS IBEROS". ANTONIO AMORÓS.

Trayectoria profesional

Rafael Ramos Fernández es arqueólogo, miembro de la Real Academia de la Historia, vicepresidente y director de la Fundación Universitaria de Investigación Arqueológica La Alcudia, profesor honorífico de la Universidad de Alicante y miembro de la Asociación Profesional de Arqueólogos de España.

Ha sido director de los museos arqueológico «Alejandro Ramos Folqués» y monográfico de La Alcudia, director del Instituto de Etnología de la Comunidad Valenciana, director de las excavaciones arqueológicas de La Alcudia, El Parque, El Promontorio y Caramoro, medalla al mérito en las Bellas Artes 1996 de la Real Academia de San Carlos, jefe del departamento de Arqueología y Prehistoria de la Facultad de Letras de la Universidad de Valencia en el CEU de Alicante, secretario de Congresos Nacionales de Arqueología y Numismática, secretario general del Consejo Valenciano de Cultura y presidente de su Comisión de Patrimonio Histórico.

Fuente: informacion.es | 11 de febrero de 2021

Se presenta en Madrid la muestra "El ingenio al servicio del poder. Los códices de Leonardo da Vinci en la corte de los Austrias"

La Comunidad de Madrid ha presentado este lunes la exposición "El ingenio al servicio del poder. Los códices de Leonardo da Vinci en la corte de los Austrias", que indaga en la influencia del genio italiano en el Renacimiento Español, y que se podrá ver en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando hasta mayo.

La comisaria de la muestra, Magoga Piñas Azpitarte, ha explicado que entre los siglos XVI y XVII, como corte de Felipe II, "Madrid se convierte en un foco de ciencia y tecnología impresionante", atrayendo a artistas, científicos y técnicos y conocimiento, como los manuscritos de Leonardo da Vinci, de los cuales en España se conservan dos que no están en la exposición, porque no han podido salir de la Biblioteca Nacional.

Según Piñas, aparte de los dos que se conservan, conocidos como los Códices Madrid, "llegaron muchos más", casi todos los que se encuentran custodiados en los mejores museos del mundo, además de los aproximadamente 20 que desaparecieron, "y hay un misterio muy grande sobre qué pasó con ellos".

"Aunque muchos volvieron a Italia y de ahí se repartieron por el mundo y otros seguramente arderían en uno de los incendios de las grandes bibliotecas", Piña ha expresado su deseo de que todavía pueda aparecer al menos "una hojita perdida" en algún archivo.

La consejera de Cultura y Turismo, Marta Rivera, ha presentado la muestra 'El ingenio al servicio del poder. Los códices de Leonardo da Vinci en la corte de los Austrias'. Una muestra inédita, que reivindica la importancia de la ciencia y la transmisión del conocimiento en la España de los Austrias y presenta un Madrid que fue foco fundamental del saber de la época. (Foto: Comunidad de Madrid)

Asimismo, ha reconocido que le gustaría que esta exposición animara a otros investigadores a seguir investigando, a raíz de la revelación de algunos indicios de qué personas pudieron consultarlos. Así, cree que todos los que trabajaron con el escultor Pompeo Leoni en las obras del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial pudieron tener contacto con ellos, como Juan de Herrera, Jacopo da Trezzo y Juanelo Turriano.


En este sentido, la exposición cuenta la historia del paso por España durante décadas de esos códices, de los que la gran mayoría están perdidos o ya no existen, al tiempo que supone un viaje por la ciencia y la tecnología en España, especialmente alrededor de la corte de Felipe II en Madrid.

"Hubo unas patentes alucinantes", ha recalcado Piñas, quien ha destacado la máquina de vapor de Jerónimo de Ayanz, cuyos dibujos parecen muy inspirados en los manuscritos de Leonardo da Vinci. Asimismo, entre las obras expuestas ha destacado el manuscrito Los 21 libros de los ingenios y de las máquinas, "el primer tratado hidráulico que se hizo en Europa", que es "de una belleza comparable a esos manuscritos de Leonardo da Vinci".

"Queremos contar que aquí en España se hacían en esa épocas cosas muy similares, con unos inventos y unos desarrollos tecnológicos muy parecidos, y algunos de ellos tienen indicios de que pudieran quizá haber estado inspirados en esas libretas que estuvieron aquí", ha explicado. Esos indicios son, entre otros, las huellas de lectura halladas en algunas obras originales de Leonardo, con anotaciones en castellano hechas por estudiosos, una práctica habitual en la época.

Además, en la muestra se pueden ver seis dibujos relacionados con Leonardo da Vinci del archivo de la Real Academia, que, aunque son copias, algunos tienen mucho valor, como el del Combate entre un dragón y un león, que se cree que es la copia más antigua de un dibujo perdido del propio Da Vinci.

81 obras, cedidas por 23 instituciones

El ingenio al servicio del poder. Los códices de Leonardo da Vinci en la corte de los Austrias ofrece una variada selección de obras (pintura, escultura, instrumentos científicos y técnicos, manuscritos, libros, planos y grabados), procedentes de instituciones nacionales e internacionales, así como de colecciones particulares.

En total, en la exposición se han reunido 81 obras, cedidas por 23 instituciones, entre las que destacan la Biblioteca Nacional de España, el Museo Arqueológico Nacional, Patrimonio Nacional, el Museo Nacional del Prado, el Archivo General de Simancas, el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, la Biblioteca de la Universidad de Turín o la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

La muestra se completa con la edición de un catálogo, que reúne 18 artículos en los que el equipo de comisariado y otros destacados investigadores profundizan desde diferentes enfoques y perspectivas en el esplendor científico, técnico y cultural de la época y en su influencia posterior.

La exposición se complementará, a partir del 20 de febrero, con un programa de visitas guiadas gratuitas dirigidas al público adulto. Además, durante el mes de abril tendrá lugar un ciclo de conferencias, en el que se abordarán las diferentes facetas del contenido del proyecto expositivo.

En su vistia, la consejera de Cultura y Turismo, Marta Rivera de la Cruz, ha manifestado que "Madrid siempre ha sido un lugar de encuentro e intercambio de cultura y pensamiento", y ha defendido que esta característica "se ha mantenido a lo largo de los siglos y, por lo tanto, forma parte del ADN de la región".



La consejera ha invitado a los madrileños a acudir a la exposición, donde "se respetan y cumplen todas las medidas sanitarias, bajo el lema de que 'la cultura es segura'".

Fuentes: masinteresmadrid.com | comunidad.madrid | 16 de febrero de 2021

Lugar: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Calle Alcalá, 13, 28014 Madrid

Fechas: del 16 de febrero al 16 de mayo del 2021

Horario:

  • De martes a viernes de 10 a 14 y de 17 a 20 horas
  • Sábados, domingos y festivos de 10 a 20 horas
  • Cerrado: lunes y 1 de mayo

Organiza: Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid

Colabora: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Biblioteca Nacional de España y Patrimonio Nacional

Entrada: Tarifa general: 2 €

El Museo Arqueológico de Córdoba expondrá en su colección permanente el Tesoro de Armaguilla, un conjunto de joyas andalusíes del siglo XI

La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo; la alcaldesa de Baena, Cristina Piernagorda; y la delegada territorial de Cultura, Cristina Casanueva; durante su visita al Arqueológico / Cadena SER

El Museo Arqueológico de Córdoba cuenta desde hoy con un conjunto de piezas excepcionales que aumenta el prestigio y valor de este centro, que este año cumple el décimo aniversario de su ampliación. Se trata del Tesorillo de Baena o de Amarguilla, nombre de la finca de esa localidad donde fue encontrado este excepcional conjunto de joyas andalusíes -entre las que destaca una pieza que contiene la estrella de seis puntas que se trata de un caso único-, que por su cantidad, calidad y conservación es el mejor de los 16 que se conocen hasta ahora, según ha señalado hoy jueves la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, que se ha encargado de darlo a conocer hoy en el museo cordobés.

Pieza en oro con la estrella de David. (A.J.González)

Esta colección data del siglo XI y está compuesta por 98 piezas de oro, plata y plata sobredorada, 14 cuentas de piedras duras ‒cuarzo y cristal de roca‒, 4 cuentas cilíndricas de coral rosa, 31 cuentas cilíndricas de pasta de vidrio y 476 aljófares (perlas irregulares). Estas piezas fueron halladas hace un año en la finca La Amarguilla, y tras una denuncia ciudadana, fueron depositadas en el Museo Arqueológico de Córdoba mediante acta de entrega por parte del Cuerpo Nacional de Policía adscrito a la comunidad autónoma de Andalucía.

Desde entonces, el Tesorillo se ha sometido a un minucioso proceso de limpieza y restauración para recuperar la integridad de las piezas, garantizar su estabilidad y permitir su exposición, además de profundizar en el conocimiento del mismo, ya que, según la consejera, el estudio de estas piezas "ha permitido situar cronológicamente el conjunto en los comienzos del siglo XI y probablemente sea el resultado de una ocultación hecha en tiempos de convulsiones políticas y militares de finales del Califato Omeya».

Un fotógrafo capta una imagen de las joyas. (A.J.González)

Importante información

Por otro lado, “este conjunto de piezas conecta con ese legado histórico en el que se basa uno de los pilares fundamentales de la economía cordobesa: el sector joyero y platero de la ciudad y supone una importante aportación para el patrimonio cordobés y andaluz", ha añadido Del Pozo, que ha estado acompañada por la secretaria general de Innovación Cultural y Museos, Mar Sánchez Estrella; el delegado del Gobierno de la Junta, Antonio Repullo, y la delegada territorial de Córdoba, Cristina Casanueva, además de la alcaldesa de Baena, Cristina Piernagorda.

En el conjunto de piezas, que estará expuesto temporalmente hasta el 25 de febrero y finalmente quedará integrado en la colección del museo, destacan dos pares de ajorcas, uno para las muñecas y otro más grande para, seguramente, los tobillos o los brazos. Las cuatro piezas son cilíndricas, con los extremos apuntados simulando cabezas de aves en las pequeñas y conos simples en las mayores y el cuerpo formado por una cinta plana torcida.

Joyas de plata. (A.J.González)

También resaltan dos pares de arracadas de filigrana de oro, un par de forma acampanada y otro de contorno ligeramente semicircular invertido. Muy cercana a estos dos pares de arracadas es otra pieza de filigrana de oro de contorno circular, pero que no conserva, si lo tuvo, enganche o elemento de suspensión, por lo que no se puede concluir si es arracada, aplique o colgante de cuello. La técnica de elaboración es idéntica a la de las arracadas, aunque quizá más delicada. En el interior del anillo se desarrolla una gran estrella de seis puntas construida con dos triángulos. Estas piezas son el rasgo más excepcional del Tesorillo de La Amarguilla, dado que por primera vez se ha aparecido el conjunto completo (dos pulseras y dos tobilleras o brazaletes).

Arracadas andalusíes. (A.J.González)

Otra gran pieza de oro, cercana en técnica a las anteriores, es una placa en forma de almendra, cuyo centro lo ocupa en círculo destinado a insertarle un cabujón, hoy perdido. También es reseñable el conjunto de catorce brácteas (apliques que se cosían a vestidos o tocados), también de oro. Son todas iguales y conservan su cabujón central, los cual es excepcional. En ocho, el cabujón es blanco transparente; en las otras seis es de color azul. Otro pequeño conjunto significativo del Tesorillo de la Amarguilla lo constituyen cuatro anillos de plata de forma prácticamente idéntica en todos ellos. Dos de ellos conservan su cabujón liso. Otros elementos de oro, seguramente pertenecientes también a uno o varios collares, son cuatro cuentas esféricas y diez pequeños cilindros de filigrana con bolitas en los bordes, que debieron funcionar como separadores cuentas o sartas en uno o varios collares.

Detalle de los brazaletes de plata. (A.J.González)

Para llegar a disfrutar de este conjunto de piezas se ha tenido que llevar a cabo una "laboriosa y exhaustiva tarea de restauración y limpieza", según ha señalado la directora del mueso, María Dolores Baena, que ha explicado que las piezas "llegaron en algunos casos fragmentadas, con distintos grados de erosión u corrosión". Baena ha destacado la presencia de fragmentos de tela que se han podido recuperar y que formaba parte de esa bolsa donde se ocultaban las joyas, “algo que nos va a dar una información muy importante”.

Algunas de la piezas del tesorillo de Baena. (A.J.González)

Fuente: diariodecordoba.com | Fotos | 18 de febrero de 2021

Los hombros de 'Homo antecessor' y de los humanos modernos son similares

Comparación de escápulas de distintos homínidos.

Una investigación pionera realizada por Daniel García Martínez y José María Bermúdez de Castro, paleoantropólogos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), en colaboración con David Green de la Campbell University (Sudáfrica) que se publica en la revista Scientific Reports señala que la forma de nuestros hombros ya estaba en el Pleistoceno inferior.

El estudio del hombro, técnicamente denominado 'cintura escapular', proporciona información sobre aspectos relevantes de la evolución humana como la locomoción, la forma del cuerpo, la posibilidad de trepar con facilidad o la habilidad para lanzar objetos con notable precisión (piedras, jabalinas, etc.).

Los autores de este trabajo han podido estudiar por primera vez el crecimiento y desarrollo de los hombros de la especie Homo antecessor, datada en 850.000 años, utilizando herramientas de antropología virtual y morfometría geométrica 3D. Los resultados muestran que la trayectoria del desarrollo del hombro de esta especie ya era muy similar al de Homo sapiens, aunque el crecimiento pudo ser algo más rápido.

Hace casi un millón de años nuestra evolución ya había logrado casi por completo todas las capacidades biomecánicas que caracterizan al hombro de los humanos modernos y se había alejado definitivamente de las habilidades que aún conservaron las especies más arcaicas de la filogenia humana, como trepar con enorme agilidad.

Para averiguar los cambios experimentados por esta parte de nuestra anatomía es necesario contar con un hueso plano: el omóplato o escápula. Pero, como señalan los autores de esta investigación, «el registro fósil de nuestra filogenia apenas cuenta con un puñado de estos huesos fósiles tan delicados, lo que ha dificultado sobremanera el estudio del crecimiento y desarrollo de los hombros durante la evolución humana».

Dos escápulas halladas en el nivel TD6 de Gran Dolina (Atapuerca) correspondientes a un niño (izquierda) y a un adolescente.

Dos fósiles clave

Por fortuna, en el nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina, situado en la sierra de Atapuerca (Burgos), se han conservado dos escápulas: una de ellas perteneció a un individuo infantil y la otra a un individuo de edad equivalente a la de un adolescente actual. Estos fósiles se obtuvieron durante la excavación de la primera década del siglo XXI y pertenecieron a la especie Homo antecessor.

«En un estudio previo de estos dos fósiles se había observado que la morfología de las escápulas era muy similar a la nuestra. Pero hasta ahora faltaba conocer el modelo de crecimiento y desarrollo de los hombros, lo que nos ha permitido comprobar que los huesos de nuestra cintura escapular han experimentado modificaciones en consonancia con unas capacidades diferentes», señala José María Bermúdez de Castro (izquierda).

Estudio comparativo

Con la escasa información disponible se sabía que las escápulas de los australopitecos se parecían en cierto modo a las de los chimpancés o los gorilas y diferían de las nuestras. «Sabemos que el desarrollo de nuestros ancestros más arcaicos era muy similar al de los simios antropoideos y la morfología de sus hombros denota que aún conservaban la capacidad para trepar con facilidad. Nosotros, en cambio, hemos perdido esa habilidad», explica Daniel García Martínez (derecha).

Para averiguar cuándo surgieron nuestras peculiaridades anatómicas, además de la antropología virtual y la morfometría geométrica 3D, los investigadores han utilizado métodos estadísticos complejos para estudiar el desarrollo de la cintura escapular de la especie Homo antecessor, en comparación con el de otras especies del Plioceno y del Pleistoceno Inferior, como el Australopithecus sediba o el Australopithecus afarensis. También se han empleado una muestra muy amplia de Homo sapiens y de chimpancés (Pan troglodytes).

«Este estudio muestra que, aunque existían ligeras diferencias morfológicas entre las escápulas de 'Homo antecessor' y 'Homo sapiens', estas eran mucho más similares a los humanos, a 'Homo erectus' e incluso a los Australopithecus que a los chimpancés», comenta Daniel García Martínez.

En lo que se refiere al modo en que las escápulas crecían, también se observó que este era muy diferente del de los chimpancés, y comparable al de Homo. sapiens. «Bien es cierto que los datos parecen apuntar a que la velocidad del crecimiento era superior en 'Homo. antecessor', un aspecto apuntado por el equipo de investigación del CENIEH en base a evidencias dentales», apunta José María Bermúdez de Castro.

Este artículo sienta las bases sobre el desarrollo de la cintura escapular en especies del Pleistoceno Inferior, y abre la puerta a nuevas investigaciones acerca del estudio del desarrollo del hombro en especies fósiles, ya que en el futuro se puede ampliar el marco temporal y estudiar el desarrollo de otras especies incluso del Plioceno, como los Australopithecus.

Fuente: burgosconecta.es | 18 de febrero de 2021

La Policía recupera una valiosa placa de bronce romana de época de Tiberio que iba a ser subastada

La pieza localizada gracias a la Policía. Dirección General de la Policía

Agentes de la Policía Nacional han recuperado en Madrid un documento jurídico único realizado en bronce con más de 2.000 años de antigüedad. La pieza, que no había sido incluida en el inventario de bienes arqueológicos que establece la Ley de Patrimonio Histórico, es un decreto imperial del emperador Tiberio, que regulaba los privilegios y la financiación de los soldados y los veteranos, promulgado inmediatamente después de la muerte de César Augusto.

La investigación comenzó cuando los agentes localizaron una significativa pieza romana -mientras realizaban labores de rastreo en la web- que iba a ser subastada en Madrid. En las primeras indagaciones, tal y como explica un comunicado de la Dirección General de la Policía, los agentes averiguaron que la placa arqueológica había sido adquirida por los actuales propietarios en una tienda de antigüedades de Sevilla. El dueño del establecimiento carecía de la documentación que avalase su procedencia legal.

Tras la investigación realizada, la autoridad judicial ha acordado la intervención cautelar de la placa de bronce y ha solicitado la colaboración de la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura para la designación de técnicos que lleven a cabo los estudios oportunos de la misma y se le proporcione el destino definitivo más adecuado.

Los expertos han determinado que la pieza se fabricó en los primeros años del Imperio Romano, cuando el emperador Tiberio sucedió en el poder a su predecesor César Augusto. La presencia en la península ibérica de este tipo de documentos resulta escasa y por ello tiene una enorme trascendencia legal, histórica y arqueológica.

Fue el 18 de septiembre del año 14 d.C. cuando Tiberio Julio César asumió el cargo de emperador. Durante su juventud había sido uno de los generales más brillantes de Roma que consiguió estabilizar la frontera al norte del imperio. Sin embargo, tal y como escribió el historiador Plinio el Viejo, nunca quiso heredar el título tan codiciado de emperador y lo llamó "el más triste de los hombres". Ahora, este hallazgo recuperado por la Policía puede arrojar luz sobre aquella convulsa época.

Fuente: elespañol.com | 19 de febrero de 2021