El Museo de Altamira recibe la muestra que homenajea a la primera exposición en el mundo dedicada al arte rupestre

El Ministerio de Cultura y Deporte ha inaugurado este sábado en el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira la exposición 'Arte prehistórico, de la roca al Museo', un homenaje a la exposición 'Arte prehistórico español' de 1921 con la que el arte rupestre, por primera vez, entró en los museos.

La muestra, organizada por el Museo Arqueológico Nacional (MAN) y Acción Cultural Española (AC/E) con la colaboración de Bolsas y Mercados Españoles (BME), fue inaugurada por primera vez esta primavera en el MAN, que recibió en cuatro meses 19.605 visitas, y viajará posteriormente a Portugal tras su paso por el Museo de Altamira, han indicado el Ministerio y el Museo en nota de prensa.

Para la directora general de Acción Cultural del Gobierno de Cantabria, Gema Agudo, este tipo de proyectos favorecen el fortalecimiento del vínculo entre instituciones como son el Ministerio y el Ejecutivo autonómico.

'Arte prehistórico, de la roca al museo' aproxima a la entrada del arte rupestre prehistórico en los museos y reflexiona sobre sus posibilidades de contextualización y exposición.

"La cueva de Altamira ha tenido un papel fundamental, no solo por haber sido lugar del descubrimiento del arte rupestre, también porque su arte ha sido el protagonista en la evolución de las formas de exposición", ha afirmado la directora del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, Pilar Fatás (izquierda).

Según el director del MAN, Andrés Carretero, con una museografía inspirada en las excavaciones arqueológicas, la muestra cuenta con más de 250 piezas procedentes de las colecciones del MAN y del Museo del Traje, que en su mayor parte proceden de los fondos ubicados en los almacenes del MAN y que ahora podrán disfrutar los visitantes.

Entre estas piezas, el público podrá contemplar lienzos que reproducen algunas de las imágenes más representativas del arte rupestre español, expuestos por primera vez en 70 años, así como herramientas, ídolos, objetos cerámicos o estelas grabadas, procedentes del contexto arqueológico de dichas pinturas y que hablan del simbolismo, iconografía y de la vida cotidiana de los pintores.

El descubrimiento e investigación del arte rupestre estuvo protagonizado por pioneros como Marcelino Sanz de Sautuola. Los sucesivos descubrimientos de lugares con arte rupestre zanjarán las conocidas polémicas por su autenticidad y darán lugar a la creación de organismos que financiaron campañas de estudio, situando a España en la vanguardia en la documentación del arte de las sociedades prehistóricas.

Los esfuerzos realizados durante décadas cristalizaron en la exposición 'Arte Prehistórico Español', la primera en el mundo dedicada al arte rupestre y celebrada ahora hace 100 años. Esta muestra marcó el hito fundacional de un camino que todavía se sigue recorriendo: la musealización y difusión del arte rupestre. Y es que, por primera vez, apareció el interés de dar a conocer el arte rupestre al gran público.

En este afán de hacer accesible el arte de nuestros antepasados, los organizadores de la exposición de 1921 encargaron siete lienzos que reproducían figuras de la cueva de Altamira, como la gran cierva del techo de Polícromos realizada por Benítez Mellado. Fue la primera vez que el público, acostumbrado a ver estas imágenes en blanco y negro, pudo contemplar las figuras a tamaño natural y en color.

Eduardo Galán, uno de los comisarios, ha señalado que 'Arte prehistórico, de la roca al Museo' homenajea a los pioneros en la documentación del arte rupestre, abarcando no solo a los investigadores, sino también a los artistas que lograron llevar el primer arte al gran público.

Asimismo, ha detallado que otro de los hitos que marcó la ya centenaria exposición fue que por primera vez se presentaba el arte rupestre de toda la Península, extendiendo el campo de interés hasta el arte levantino y esquemático.

Para ello, Juan Cabré, uno de los descubridores de este arte, elaboró frisos que representaban las figuras de los abrigos levantinos. Desde entonces, los museos han seguido recorriendo el camino de la difusión del arte rupestre.

Foto: Una imagen de la muestra.

A mediados del siglo XX el MAN reformó su exposición permanente, retirando los lienzos de Mellado y Cabré y sustituyendo estos recursos por una nueva forma de ver el arte mucho más inmersiva. Fue entonces cuando se instaló la réplica del techo de Altamira en los jardines del museo madrileño.

Este camino que iniciaron algunos pioneros a finales del siglo XIX ha llevado a que la UNESCO reconozca el Valor Universal de las primeras manifestaciones artísticas a través de sucesivas declaraciones de Patrimonio Mundial, con una larga relación de enclaves a lo largo del mundo, que en España se concretan en cuatro declaraciones.

La muestra ha sido comisariada por los técnicos del Departamento de Prehistoria del MAN. De este modo, los esfuerzos por afianzar y aumentar el conocimiento sobre las colecciones estatales se ven recompensados con su difusión a la sociedad.

Juan Antonio Martos ha centrado su carrera en el Paleolítico Inferior, habiendo excavado yacimientos como Torralba y Ambrona. En el ámbito del Paleolítico superior, ha estudiado el arte rupestre en yacimientos como Domingo García.

Eduardo Galán fue conservador del Palacio Real de Madrid y actualmente es el conservador jefe del Departamento de Prehistoria del MAN. Especializado en la Edad del Bronce, ha estudiado aspectos relacionados con la metalurgia de ese período, así como sus manifestaciones artísticas.

Ruth Maicas Ramos ha desarrollado su actividad profesional en el ámbito de la Arqueología prehistórica y de la Etnología, con especial atención a la industria ósea y cerámica de las sociedades del Neolítico y Calcolítico peninsular.

Fuente: eldiario.es | 14 de agosto de 2021

Esta herramienta cuenta cómo cazaban los neandertales

Punta de hoja hallada en la cueva de Hohle Fels (Jura de Suabia, Alemania).

Hace 65.000 años, los neandertales del Jura de Suabia cazaban caballos y renos con puntas de piedra en forma de hoja. Una de estas punta de hoja, recién descubierta en la cueva de Hohle Fels -declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO-, documenta la evolución de la caza.

Un equipo bajo la dirección del profesor Nicholas Conard (izquierda), de la Universidad de Tübingen y el Centro Senckenberg para la Evolución Humana y el Paleoambiente en el sur de Alemania, recuperó el artefacto en una capa que data de hace 65.000 años, y que representa la edad mínima para el hallazgo.

Estudios microscópicos documentan que esta punta de proyectil, cuidadosamente realizada, se montó sobre un eje de madera y se usó como lanza para matar animales de caza mayor. Los resultados de las excavaciones y el análisis de la punta de hoja aparecen en dos artículos publicados en Archäologische Ausgrabungen en Baden-Württemberg y en Mitteilungen der Gesellschaft für Urgeschichte.

“El nuevo descubrimiento representa la primera vez que se recupera una punta de hoja en una excavación moderna, lo que permite a los investigadores estudiar el hallazgo fresco con métodos de última generación”, dice Conard. La última vez que los investigadores de la región recuperaron tales artefactos fue en 1936.

Fotografía de la punta de hoja en el momento de su localización.

Excavación en Hohle Fels en julio de 2020.

El arqueólogo español Mario Mata-González muestra la punta de hoja descubierta.

El artefacto de pedernal mide 7,6 cm de largo, 4,1 cm de ancho, 0,9 cm de espesor y pesa 28 gramos. Conard agrega que "nuestros resultados documentan cómo se fabricó y usó la herramienta y por qué se descartó". Gracias a una serie de cuatro fechas obtenidas mediante resonancia de espín de electrones (o datación por ESR, en inglés), el hallazgo tiene una cronología segura de hace más de 65.000 años. Hasta ahora, los hallazgos de puntas de hojas se han interpretado como pertenecientes al período situado entre hace 55.000 y 45.000 años, y se corresponden con la última fase cultural de los neandertales en Europa Central. Conard informa que "los nuevos resultados demuestran que nuestras suposiciones sobre la datación de los grupos culturales de los últimos neandertales eran erróneas y necesitaban una revisión".

La Dra. Veerle Rots (derecha), de la Universidad de Lieja, en Bélgica, realizó análisis microscópicos detallados de la punta de la hoja. El daño en la misma indica que el artefacto se usó como punta de lanza con mango, y que la lanza probablemente fue clavada directamente en la presa en lugar de ser arrojada desde cierta distancia.

El trabajo de Rots documenta cómo los neandertales usaban pegamento a base de plantas y aglutinantes hechos de fibras vegetales, tendones o cuero para asegurar la punta de la hoja a la lanza. Los neandertales claramente usaban la lanza para cazar. Mientras volvían a afilar la herramienta, se rompió, lo que provocó su descarte. Rots comenta: "Los neandertales eran expertos talladores de piedra y sabían exactamente cómo fabricar y utilizar tecnologías complejas que combinan varias piezas y materiales para producir y mantener armas mortales". Los primeros humanos fósiles durante la época del Homo heidelbergensis usaba lanzas de madera afiladas para cazar, pero estas lanzas carecían de puntas de piedra montadas como las que usaban los neandertales.

La punta de la hoja de Hohle Fels se exhibirá en el “Hallazgo del año” en el Museo de Prehistoria de Blaubeuren desde el 22 de julio hasta enero de 2022. “Hohle Fels es un sitio extraordinario donde, después de 25 años de excavación por parte del equipo actual, todavía se están haciendo descubrimientos espectaculares del período de los neandertales y los primeros humanos modernos”, dice la Dra. Stefanie Kölbl (izquierda), directora del Museo de Prehistoria.

El Museo de Prehistoria, en Blaubeuren, es el museo de investigación central para temas relacionados con los sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO de las Cuevas de Suabia y para el Arte de la Edad de Hielo. Contiene muchos de los primeros ejemplos de arte figurativo, incluida la Venus de Hohle Fels (derecha) y los primeros instrumentos musicales conocidos en todo el mundo.

Fuente: Universidad de Tubinga | 22 de julio de 2021

Descubiertos tres nuevos abrigos de arte rupestre levantino en Valmuel, Teruel

Una figura de arquero, en excelente estado de conservación - Jesús Carlos Villanueva/ Taller de Arqueología de Alcañiz.

Tres nuevos abrigos con pinturas rupestres levantinas, algunas de ellas magníficamente conservadas, han sido descubiertos en estas últimas semanas en las inmediaciones de la pedanía de Valmuel, en la cuenca del río Regallo, dentro del término municipal de Alcañiz (Teruel).

El hallazgo ha sido realizado por el vicepresidente de la asociación cultural Taller de Arqueología de Alcañiz, Jesús Carlos Villanueva, quien, junto con el presidente de la entidad, José Antonio Benavente, están llevando a cabo desde hace seis años el proyecto 'Inventario de evidencias humanas sobre soportes rupestres y otras estructuras rurales en el término municipal de Alcañiz'.

José Antonio Benavente y Jesús Carlos Villanueva, junto a una de las pinturas rupestres que han localizado cerca de Alcañiz. Foto: José Puche

Estos mismos investigadores descubrieron en 2016 otros tres nuevos abrigos con arte rupestre, que ya fueron objeto de estudio, protección y valorización mediante instalación de vallados y señalización, y permitió crear una nueva ruta de arte rupestre en el entorno de Alcañiz, que enlaza con el conocido abrigo de Val del Charco de Agua Amarga.

Los nuevos hallazgos se clasifican dentro del ciclo artístico levantino, reconociéndose en ellos convenciones estilísticas propias del área geográfica de las comarcas del Bajo Aragón, Matarraña y Maestrazgo. Los motivos animales parecen corresponderse, en espera del estudio y documentación definitivos de los conjuntos, con cérvidos.

Esta temática es la más común en el área bajoaragonesa estando igualmente representados en los abrigos de Val del Charco del Agua Amarga y Corral de las Gascas de Alcañiz y Plano del Pulido de Caspe, así como en el abrigo de Val de Zafrané de La Puebla de Albortón, algo más al oeste, pero que indica un patrón de distribución que encuentra explicación y respaldo con los recién descubiertos en el río Regallo.

Foto; Jesús Carlos Villanueva

En el primero de los nuevos abrigos se conserva la representación de un cérvido idéntico desde el punto de vista técnico y estilístico, e incluso en actitud, al descubierto hace 5 años en el Corral de las Gascas, así como otras figuras de animales peor conservadas y pendientes de estudio y documentación entre las que parecen adivinarse un posible toro y otros ciervos.

En otro de los abrigos se distingue la existencia de cuadrúpedos, probablemente cérvidos, siendo apreciables las patas de la que debió ser una gran representación de ciervo en el techo, así como otra de un ciervo macho con una gran cornamenta parcialmente conservada en la pared.
Este abrigo, para el que se ha solicitado permiso de excavación, presenta desprendimientos en su techo pintado, por lo que parece probable que se conserven figuras o escenas pintadas en las rocas caídas en el suelo del mismo.

Foto: Jesús Carlos Villanueva.

EXCELENTE ESTADO DE CONSERVACIÓN
En el último de los abrigos se localizan los elementos más destacados no solo por la poco habitual ubicación de las pinturas dentro del mismo, en el techo, sino también por la temática representada con, al menos, una escena de índole social, poco común en este territorio, así como en las dimensiones de dos de las fuguras, que apuntan a una fase o área de desarrollo de grandes figuras y que los relaciona con los del Val del Charco y Barranco del Muerto de Alcañiz.

En este abrigo destaca especialmente una figura de arquero, en un excelente estado de conservación y cuyas dimensiones, detalles, calidad técnica y determinadas convenciones le convierten, posiblemente, en la más destacada representación de arquero de todo el arte levantino peninsular y para el que, de momento, no se conocen paralelos que le igualen en calidad.


Los motivos humanos documentados hasta el momento, en espera del estudio en detalle, se encuentran en dos de los tres nuevos conjuntos descubiertos. El estilo, las convenciones, actitudes y posturas adoptadas en algunos de los motivos de estos conjuntos evidencian una relación directa e indudable entre ellos. Por ejemplo, las representaciones de individuos de rodillas o acuclillados es un patrón muy poco representado en este sector del Valle del Ebro y, sin embargo, aparecen en dos de ellos.
La documentación y estudio de estos conjuntos, incluyendo excavaciones arqueológicas y una ampliación de los trabajos de prospección, pueden suponer un avance esencial en el estudio general del arte levantino sobre aspectos como el patrón de distribución, que supone una novedad en cuanto a la tipología tradicional de abrigos decorados, o las relaciones estilísticas y temáticas en el territorio nuclear de este ciclo artístico.

Para este cometido ya se ha solicitado permiso a la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, que además ha aportado una primera ayuda pública de 1.250 euros para la labor, y se ha propuesto la participación de un equipo conformado por investigadores del Taller de Arqueología de Alcañiz y la Universidad de Zaragoza.


INSPECCIÓN TÉCNICA POR EXPERTOS

Los abrigos descubiertos ya han sido objeto de una inspección técnica y primera valoración por parte del profesor del Área de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza, Manuel Bea, y del arqueólogo José Ignacio Royo, con la finalidad de confirmar el interés de los hallazgos, iniciar el proceso de su declaración como Bien de Interés Cultural y plantear medidas para su próxima protección, cerramiento y señalización.

Con los recientes hallazgos son seis los abrigos con pinturas rupestres descubiertos en los últimos años por el Taller de Arqueología de Alcañiz, una asociación cultural que, sin apenas apoyos, desarrolla desde hace más de 30 años una intensa y continuada labor para el estudio y conservación del patrimonio arqueológico y cultural de Alcañiz y el Bajo Aragón.

Además, dentro del proyecto 'Inventario de evidencias humanas sobre soportes rupestres y otras estructuras rurales en el término municipal de Alcañiz', Villanueva y Benavente han elaborado hasta el momento medio millar de fichas que documentan y sitúan con precisión estructuras y construcciones tan variadas y habituales en el medio rural bajoaragonés como cazoletas, cubetas, canalillos, grabados y pinturas de distintos tipos y épocas (cruciformes, grafitos, pinturas esquemáticas y levantinas).


También han catalogado balsas, canteras, caleras, casetas y refugios agrícolas, muros de delimitación de dehesas, corrales, masadas, caminos de herradura y carreteros, y otros elementos, muchos de las cuales están en trance de desaparición y, en general, no han sido objeto de estudios en detalle.

Además de haber publicado una veintena de libros sobre esta temática y salvaguardar, investigar y divulgar el patrimonio arqueológico del municipio y su entorno, el Taller de Arqueología de Alcañiz ha conseguido catalogar más de 300 yacimientos arqueológicos solamente en este término municipal, el municipio con mayor número de yacimientos de Aragón, de los cuales 19 ya han sido declarados BIC y a los que habrá que sumar próximamente los tres nuevos abrigos.

Fuentes: madridpress.com | elperiodicodearagon.com | 12 de agosto de 2021

Hallazgo arqueológico en El Rubio (Sevilla): un vecino encuentra una cabeza que puede ser íbera-turdetana

No fue pequeña la sorpresa que se llevó un vecino de El Rubio, en Sevilla. Sucede que mientras caminaba por unos campos vecinos a la localidad, hizo un hallazgo sorprendente: encontró una escultura turdetana del siglo VI antes de Cristo con forma de cabeza.

Si bien el descubrimiento ocurrió en abril, la noticia la dio a conocer ahora el ayuntamiento local, según la agencia EFE. Actualmente, la obra ya está en el Museo Arqueológico de Sevilla en donde los expertos la catalogarán.

La civilización turdetana

Durante una tarde, y mientras daba un paseo por la zona rural, el hombre vio algo extraño en el suelo. Parecía ser una cabeza tallada en piedra a escala humana. De inmediato, acudió a las autoridades locales que se encargaron de informar a la Guardia Civil.

Tras un primer análisis, los expertos consideran que se trata de una escultura de la civilización turdetana.

Los turdetanos fueron un pueblo prerromano que habitaron en la Turdetania, una región que abarcaba lo que hoy en día se conoce como el valle del Guadalquivir, desde el Algarve, en Portugal, hasta Sierra Morena, reporta el sitio RT.

Descendientes históricos de los Tartessos, tenían una personalidad propia dentro de la cultura de los íberos que se destacaba por un tipo de cerámica, pintada y con decoración geométrica, y escultura animalística que en la época romana se continuó con figuración humana.

El Toro Íbero de Osuna, una escultura turdetana. Foto: Jerónimo Roure Pérez, CC BY-SA 4.0

Un elevado valor histórico

De acuerdo a lo que declaró el alcalde Rafael de la Fe, este sería "el primer hallazgo arqueológico perteneciente a esta civilización descubierto en la zona de El Rubio". Además, destacó que el descubrimiento podría "reescribir la historia del municipio".

En este sentido, teniendo en cuenta que podría tratarse de una pieza de alto valor arqueológico, el Ayuntamiento de la localidad andaluza solicitó permiso a la Consejería de Cultura para conservarla, custodiarla y exponerla.

Gonzalo Crespo, dueño dela finca, fue quien halló inesperadamente la estatua enterrada al golpearla con su tractor.

Un caso similar

En 2020, mientras araba, Gonzalo Crespo, un vecino de la localidad de San Sebastián de los Ballesteros y residente en La Victoria, vio que la punta de algo sobresalía de la tierra de su campo. Era una pieza arqueológica se encontraba semienterrada, de costado, las fauces y las patas estaban bajo el suelo fértil.

Una vez que la Guardia Civil y el equipo técnico de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía realizaron el desentierro, determinaron que se trataba de una estatua de una leona íbera en excelente estado de conservación, y que las primeras dataciones sitúan en el siglo VI antes de Cristo. La escultura representa a una leona sentada, como ocurre en la gran mayoría de representaciones animales íberas.

"Los arqueólogos están flipando", le dijo en aquel momento Crespo al diario El Día, de Córdoba, para graficar el asombro, y no es para menos.

La pieza fue trasladada al Museo Arqueológico de Córdoba para ser sometida a una limpieza y un estudio completo.

Según Francisco Javier Maestro, alcalde de San Sebastián de los Ballesteros, aunque en el municipio existen vestigios documentados de la época romana, esa fue la primera vez que se da un hallazgo arqueológico de tal importancia.

Fuente: clarin.com | 8 de agosto de 2021

Artieda (Zaragoza) celebra la aparición de una ciudad romana

Desde el pasado 19 de julio un equipo de arqueología de la Universidad de Zaragoza, liderado por Paula Uribe, Lara Iñiguez y José Ángel Asensio, se halla realizando prospecciones arqueológicas en la zona de Artieda, en un espacio conocido como Forau de la Tuta. Fruto de sus trabajos ha aparecido elementos que vienen a confirmar la existencia de una ciudad romana en el entorno de la ermita de San Pedro.

El pasado 7 de agosto se realizó una jornada de puertas abiertas, con visita guiada a las excavaciones para que los vecinos y vecinas de Artieda, y personas interesadas, pudieran ver “in situ” los trabajos. Más de cien personas, divididas en varios grupos por los protocolos COVID, han podido disfrutar y conocer de primera mano la situación del yacimiento.

Detalle del mosaico de Artieda.

Los hallazgos más llamativos han sido un cruce de calles y una sala que formaría parte de unas termas, con un mosaico de 18 metros cuadrados en excelente estado de conservación, prácticamente intacto. Se trata del pavimento completo de una sala, realizado con teselas negras y blancas, y con motivos marinos excelentemente realizados, y que puede datar del siglo I – II d.C.

Detalle del mosaico de Artieda.

Estos descubrimientos, aunque han superado las mejores expectativas, no son casuales. Desde que se puso en marcha el proyecto Empenta Artieda, que entre sus objetivos tiene impulsar y desarrollar los recursos locales, estuvo presente el Patrimonio Romano de la localidad. A partir de allí, buscando la opinión de expertos, y encontrando la complicidad del actual equipo investigador, se han podido ir haciendo trabajos que después de tres años han dado los resultados que hoy celebramos.

Desde el proyecto quieren agradecer la participación de la familia de Enrique Osset, primer investigador de este patrimonio en los años 70 con Antonio Beltrán, y que ha facilitado todo su archivo, y han participado en la visita. También al propietario de la finca en que se encuentra el yacimiento, Sebastián Iguacel Soteras, de “Casa Granadero” que, “con una generosidad impagable ha dado todo tipo de facilidades, y a los muchos vecinos que han colaborado”.

Pero, sobre todo, quieren agradecer al equipo de arqueología de la Universidad de Zaragoza que, “desde el primer momento creyeron en las posibilidades de este proyecto y que, sacrificando tiempo de sus fines de semana o vacaciones, han sido capaces de sumar complicidades con otras Universidades y expertos para hacer un trabajo arqueológico serio y riguroso”.

Desde el pueblo también quieren dejar claro que los hallazgos “no tienen que ver con ningún plan de compensación del Recrecimiento de Yesa, como se ha querido dar a entender”. La propia presidenta de la CHE, María Dolores Pascual, reconoció en la visita al yacimiento el papel secundario de ese Organismo en esta actuación.

En la visita estuvieron presentes el consejero de Educación del Gobierno de Aragón, Felipe Faci, y la presidenta de la comarca, Montse Castán, que manifestaron su compromiso para continuar con las investigaciones y la protección del yacimiento. Ayuntamiento, Gobierno de Aragón y Comarca, con la dirección técnica de la Universidad, “son los que, inexcusablemente tienen que liderar este proyecto”, señalan desde la organización.

Fuente: arainfo.org | 9 de agosto de 2021

Descubren un nuevo enclave de arte paleolítico al aire libre en La Fregeneda (Salamanca)

Cabeza y astas de un ciervo en un grabado paleolítico. Foto Mário Reis.

Investigadores de España y Portugal han descubierto un nuevo enclave de arte paleolítico al aire libre situado junto al Arroyo de las Almas, un paraje ubicado en La Fregeneda próximo a la desembocadura del río Águeda en el río Duero. Así lo incluye Dicyt en su web, que además apunta que los científicos calculan que hay unos 600 grabados de diversas épocas, pero destacan la importancia de 21 de ellos que pertenecen al Paleolítico Superior y han podido estudiar de forma detallada.

La revista Trabajos de Prehistoria recoge este hallazgo en un artículo de Carlos Vázquez Marcos, investigador del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad de Salamanca, y Mário Reis, arqueólogo de la Fundação Côa Parque. Ambos encontraron los grabados verticales en 2015 sobre rocas de pizarras y esquistos y ahora lo dan a conocer tras los estudios científicos pertinentes.

El nuevo enclave se sitúa cerca de las zonas arqueológicas de arte rupestre prehistórico de Siega Verde, también en la provincia de Salamanca, y el Valle del Côa, en Portugal, que son Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. De hecho, tienen mucho en común: “Es arte paleolítico al aire libre, con figuras de estilos muy similares”, explica a DiCYT Mário Reis.

El parecido es mayor con el valle portugués, que queda un poco más cerca. “Existen varias técnicas de grabado en roca, pero en el Valle del Côa predomina la incisión, la única que observamos en Arroyo de las Almas. Consiste en realizar un trazo muy fino rayando la roca con útiles de sílex o cristales de cuarzo”, comenta Carlos Vázquez. Aunque no era propio de la zona, el sílex es un material de intercambio habitual entre los cazadores y recolectores del Paleolítico con grupos de su entorno, a veces de lugares relativamente alejados.

Los animales representados en este enclave de La Fregeneda también son los mismos que se pueden encontrar en los otros dos sitios de grabados rupestres: ciervos, équidos y cabras. De los 21 paneles estudiados, hay 13 con motivos zoomorfos, 7 que representan signos y 1 motivo indeterminable.

Otro aspecto que relaciona Arroyo de las Almas con el Valle del Côa es la amplia cronología de las figuras. Los grabados más antiguos, que son los que han estudiado en profundidad sus descubridores, serían de entre hace 17.500 y 9.500 años, de forma que pertenecen al Paleolítico Superior y a la última de las grandes culturas de este periodo, la Magdaleniense, e incluso a un periodo de transición posterior que va anticipando la llegada del Neolítico.

Pero los grabados de Arroyo de las Almas “no están hechos en un solo momento arqueológico, nos encontramos también con arte muy posterior, de la Edad del Hierro, y arte agropastoril y popular de los siglos XVII, XVIII y XIX, que también es importante, no para nosotros, que somos prehistoriadores, pero sí para antropólogos s historiadores de la Edad Moderna", señala el experto de la Universidad de Salamanca.

Cierva del Paleolítico, uno de los grabados de Arroyo de las Almas. Foto: Mário Reis.

Originalidad propia

No obstante, los grabados paleolíticos de Arroyo de las Almas no son una mera copia de los encontrados anteriormente en el Valle del Côa o en Siega Verde, sino que “tiene su propia originalidad en los cuatro períodos cronológicos considerados, lo que lo hace muy interesante, no es un punto más en el mapa del arte paleolítico”, destaca Mário Reis.

Este arqueólogo portugués comenzó a realizar prospecciones en el Valle de Côa en 2005. Poco después exploró la zona de la frontera entre España y Portugal y, por las características geológicas, pensó que allí también podría haber grabados rupestres. El Arroyo de las Almas, afluente del río Águeda, discurre por un pequeño valle que “parecía ser muy favorable a la existencia de más arte rupestre”. Así que Reis y Vázquez decidieron realizar un proyecto conjunto en el lugar y tuvieron “la suerte de poder descubrir un excelente conjunto de nuevos grabados”.

Cabeza de un caballo en un grabado del periodo Magdaleniense. Foto: Mário Reis.

Difícil acceso

El lugar en concreto “tiene un acceso muy difícil” y además cuesta encontrar a simple vista los grabados más antiguos. Aún así, es evidente que habían sido vistos por la gente del entorno, que a lo largo del tiempo ha ido dibujando nuevos motivos encima o al lado, pero no se había producido el descubrimiento científico, es decir, un estudio riguroso que pudiera revelar de qué se trataba.

“El estado de conservación no es muy diferente del observado en Siega Verde o Côa, y eso tiene mucho que ver con la resistencia de estas superficies de esquisto al paso del tiempo”, señala el arqueólogo portugués. No obstante, algunos grabados están muy desgastados, sobre todo en zonas más cercanas al arroyo, donde ha habido mayor actividad humana.

Dadas las dificultades a la hora de observar todos los detalles, los investigadores utilizaron técnicas de iluminación nocturna específicas para poder estudiar y documentar los principales paneles. “Aún queda mucho por hacer, especialmente utilizando nuevas tecnologías como la fotogrametría, lo que quizás revele nueva información, incluso en paneles ya estudiados pero de percepción visual muy difícil y donde algunos detalles pueden haber escapado a la observación”, apunta Reis.

Detalle de la cabeza de una cierva del Paleolítico. Foto: Mário Reis.

Extraordinaria información sobre un periodo remoto

La información que aporta Arroyo de las Almas es extraordinaria, puesto que consolida el valle del Duero como “la gran región de arte paleolítico al aire libre, desde Portugal hasta España, y evidencia una red importante de contactos y conexiones en este período tan remoto”. Además de Siega Verde, Côa y este nuevo lugar de La Fregeneda, en un radio cercano hay unas cuantas manifestaciones más de este tipo de arte, ubicadas en territorio portugués y especialmente en torno al río Sabor.

“Que haya arte significa que ha habido población y, además, probablemente de forma más continuada de lo que se había pensado. Ahora habría que buscar los lugares de asentamiento, yacimientos de los lugares de habitación, que tienen que estar en el entorno”, comenta el prehistoriador de la Universidad de Salamanca.

Además, cada vez resulta más evidente que “el arte paleolítico al aire libre fue más frecuente de lo que se pensaba hace unos años”. Las representaciones artísticas de este periodo no se limitan a las cuevas, como demuestran estos enclaves y algunos otros de la península ibérica, así como de Francia y Alemania.

“Uñas del diablo”

Los grabados de otras épocas también son muy relevantes, desde los que pertenecen a la Edad del Hierro hasta los de arte popular de la Edad Moderna. Además, hay otra roca con grabados típicos del neolítico esquemático y otras dos con un tipo de grabados muy interesantes: aglomeraciones de trazas lineales que son relativamente abundantes en la cercana cuenca portuguesa del Duero, donde se les conoce con el nombre de "uñas del diablo”. Es la primera vez que se identifican grabados con estas características específicas en España.

“Sería interesante extender la prospección arqueológica a otras partes del valle del Águeda, ya que podría haber más puntos de interés. Uno de los refugios que detectamos con grabados de la Edad de Hierro también parece tener posibles rastros de ocupación de este período, y podría ser muy útil para algunos especialistas de este período intentar excavar”, afirman los investigadores.

Figuras de la Edad del Hierro, del primer milenio antes de Cristo, entre las que destaca un ciervo. Foto: Mário Reis.

¿Un recurso turístico?

Teniendo en cuenta la importancia del descubrimiento, al menos desde un punto de vista científico, cabe preguntarse si Arroyo de las Almas podría convertirse en un lugar turístico, como lo son ya Siega Verde y el Valle del Côa. “Tengo algunas dudas sobre este aspecto, debido a la extrema dificultad de la percepción visual de la mayoría de las figuras, que se suma a los problemas para acceder a varias de las rocas decoradas”, señala el especialista portugués, “pero éste es un aspecto que las autoridades competentes en España podrán analizar mejor, teniendo en cuenta que el sitio es sin duda interesante, especialmente en sus figuras del Paleolítico y de la Edad del Hierro”.

Carlos Vázquez considera que ahora “lo prioritario es la protección y la conservación”, tareas de las que tendría que ocuparse la Junta de Castilla y León. Una vez que se garantice la seguridad frente a posibles actos de vandalismo, podría pensarse en las visitas, aunque algunas de las representaciones se encuentran en rocas casi inaccesibles.

Fuente: salamanca24horas.com | 24 de julio de 2021