La Europa prehistórica era mucho más dinámica de lo que se creía

Un rico entierro de la Edad del Bronce antiguo en Bohemia. Michal Erneé

Estudios arqueogenéticos recientes demuestran que los movimientos humanos como las migraciones y expansiones desempeñaron un papel importante en el impulso de la propagación de culturas y genes en la antigua Europa. Sin embargo, es solo ahora, mediante estudios regionales detallados y un muestreo denso de las poblaciones, que los investigadores han comenzado a comprender mejor la magnitud, las relaciones e implicaciones sociales de estos cambios.

En un nuevo estudio publicado en Science Advances, un equipo internacional de investigadores de los Institutos Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana (en Jena) y Antropología Evolutiva (en Leipzig), junto con colegas del Instituto de Arqueología de la Academia Checa de Ciencias (en Praga) y otros colaboradores, analizaron los genomas de 271 personas que vivieron en la región de Bohemia, en la actual República Checa, hace entre 7.000 y 3.500 años, e identificaron al menos otros tres eventos migratorios que dieron forma a la prehistoria de Europa Central.

Un esqueleto perteneciente a la cultura Yamna en una tumba de la estepa rusa, patria de los hombres que emigraron al centro de Europa. XVodolazx / Wikimedia Commons.

Bohemia, situada en el centro a lo largo de rutas comerciales y estrechamente anidada alrededor de importantes vías fluviales como el río Elba, atrajo a muchas culturas arqueológicas diferentes, lo que la convierte en una región clave para comprender la prehistoria de Europa. Además de las expansiones asociadas con la agricultura y con la ascendencia relacionada con gentes procedentes de las "estepas" (cultura Yamna) descubierta anteriormente, este nuevo estudio identifica al menos otros tres eventos migratorios que dieron forma a la prehistoria de Europa central.

Los perfiles genéticos de las personas asociadas con la cultura Funnelbeaker (cultura de los vasos de embudo) y con la cultura Globular Amphora (cultura de las ánforas globulares) exhiben evidencias de ser migrantes recientes en la región de Bohemia. Este hallazgo muestra que el período comprendido entre la llegada de la agricultura y la ascendencia procedente de la cultura Yamna, hasta ahora considerado como un período sin incidentes, fue más dinámico de lo que se había pensado en el pasado.

Extensión aproximada de la cultura de la cerámica cordada con las culturas adyacentes del III milenio a. C., como la cultura de las ánforas globulares, la cultura Baden y la cultura Yamna. De acuerdo con información de la EIEC (Encyclopedia of Indo-European Culture).

Cambios drásticos en el panorama genético

El gran tamaño de la muestra del estudio, particularmente concentrado en el Neolítico Tardío y la Edad del Bronce temprano (hace entre unos 6000 a 3700 años), también permitió obtener nuevos conocimientos sobre los procesos sociales. Los individuos asociados con la cultura de la cerámica cordada se expandieron desde el este de Europa y luego asimilaron de modo preferente a las mujeres centroeuropeas en su cultura, dándoles el mismo ritual de entierro.

“Finalmente, hemos podido llenar vacíos temporales clave, especialmente el período de transición de hace unos 5.000 años, en el cual vemos que el panorama genético cambia drásticamente”, dice el investigador de Max Planck, Wolfgang Haak, autor principal e investigador principal del estudio.

“Curiosamente, en este horizonte temprano encontramos individuos con una gran cantidad de 'ascendencia esteparia yamna' junto a otros con poca o ninguna, todos enterrados con los mismos ritos y costumbres".

Una vez establecidos los individuos de la cultura de la cerámica cordada (hace 4.900-4.400 años) fueron cambiando genéticamente a través del tiempo. Un cambio importante parece haber sido la fuerte disminución de la diversidad del linaje del cromosoma Y. Aunque inicialmente portaban cinco linajes Y diferentes, los varones posteriores de la cerámica cordada tienen casi, de modo exclusivo, un solo linaje, el cual, esencialmente desciende de un mismo hombre en un pasado reciente.

Objetos funerarios y uno de los primeros entierros de la cultura de cerámica cordada en Europa Central. Crédito: Miroslav Dobeš

“Este patrón puede reflejar el surgimiento de una nueva estructura social o regulación del apareamiento en la que solo un subconjunto de hombres engendró la mayoría de la descendencia”, dice el primer autor Luka Papac (derecha), investigador del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana.

Esta estructura social parece haber sido aún más estricta en la siguiente sociedad de la cultura del vaso campaniforme (hace 4.500-4.200 años) donde cada uno de los hombres analizados pertenecía a un único linaje Y recién introducido. Sorprendentemente, este linaje Y nunca se ha visto antes en Bohemia, lo que implica que un nuevo clan llegó a la región y reemplazó casi de inmediato todos los linajes Y preexistentes sin introducir ni un solo linaje de la cultura de la cerámica cordada o de sociedades anteriores encontradas entre los varones de la cultura del vaso campaniforme.

Resumen esquemático de los principales procesos que dieron forma a la diversidad genética y cultural de Bohemia (contorno rojo) a lo largo del tiempo. Las flechas en los mapas indican una dirección general de influencias en lugar de rutas de migración discretas.

Cambios culturales, biológicos y sociales

Tradicionalmente se ha pensado que la cultura Unetice de la Edad del Bronce Temprano descendía de los individuos de la cultura del vaso campaniforme, con aportaciones quizás limitadas del sureste (Cuenca de los Cárpatos). Sin embargo, los nuevos datos genéticos respaldan otro recambio genético que se origina en regiones al noreste de Bohemia. Curiosamente, también el 80 por ciento de los primeros linajes Y de Unetice son nuevos en Bohemia, si bien algunos de los cuales se han encontrado anteriormente en individuos del noreste de Europa, lo que proporciona pistas sobre su origen.

“Este hallazgo fue muy sorprendente para nosotros, los arqueólogos, ya que no esperábamos ver patrones tan claros, a pesar de que la región ha jugado un papel crítico, por ejemplo, en el comercio emergente de ámbar del Báltico y se convirtió en un importante centro comercial durante la Edad del Bronce y Edad del Hierro”, añade el coautor del estudio, Michal Ernée (izquierda), de la Academia Checa de Ciencias.

Los resultados pintan, pues, un cuadro muy dinámico de la prehistoria de Europa central, con muchos y frecuentes cambios en la estructura cultural, biológica y social de las poblaciones, y destacan el poder y el potencial de los estudios de alta resolución a escala regional. Sigue habiendo retos para comprender las razones y los mecanismos socioeconómicos, medioambientales y / o políticos detrás de estos cambios, lo cual ofrece un amplio margen para futuros estudios interdisciplinarios de la prehistoria europea.

Fuente: Instituto Max Planck | 25 de agosto de 2021

La marihuana se domesticó hace 12.000 años al mismo tiempo que el trigo, demuestra un estudio

Foto: Getty Images

A partir del análisis de un centenar de especies, se determinó que la domesticación de la marihuana contribuyó a su persistencia en el planeta.

Una investigación reciente de la Universidad de Lausana, en Suiza, asegura que la relación de los seres humanos con la cannabis data de hace 12.000 años. A la par que el trigo y otros cereales, la domesticación de la marihuana fue un proceso paulatino que involucró esfuerzos textiles y desarrollo del conocimiento médico tradicional al este de Asia. A pesar de esto, la historia natural de la planta no había sido estudiada con detalle. Hasta ahora.

Raíces neolíticas

El estudio, publicado en Science Advances, se centró en el arista genómico de la cannabis. Según el Doctor en Ciencias, Luca Fumagalli (izquierda), del Departamento de Ecología y Evolución de la Universidad de Lausana, la domesticación de la marihuana está íntimamente ligada a su uso textil y medicinal. A partir de las fibras y semillas oleaginosas, los seres humanos del Neolítico utilizaron la planta para tratar malestares neurálgicos, dadas sus propiedades analgésicas.

Con una muestra global de una envergadura sin precedentes, los expertos secuenciaron los genomas completos de más de 100 especímenes de cannabis, tomadas de diferentes partes de Asia. Con ellas, los expertos se dieron cuenta de que, a diferencia de lo que se creía originalmente, el primer contacto con la marihuana no se dio en el centro del continente, sino en la región más oriental.

Fumagalli asegura que ésta es la primera vez que se considera el desarrollo histórico de la cannabis como un motivo de estudio serio, ya que las restricciones legales en diversos países obstaculizan una investigación profunda. A partir de su historia evolutiva, sin embargo, el equipo de científicos consideró los beneficios biomédicos de la especie en la actualidad.

Foto: Hector Vivas/Getty Images

Líneas filogenéticas desconocidas

La diversidad de especies consideradas en la muestra demostraron que algunas variedades chinas tradicionales y salvajes conforman una línea genética antes desconocida. Según Fumagalli, esta especie se domesticó al mismo tiempo que el trigo y la cebada. Fue de esta manera, además, que se dispersó a otras partes de Asia.

Durante un periodo largo de tiempo, aseguran los científicos en un comunicado, . El equipo de Fumagalli sugiere que, de no haber sido por los usos múltiples que se le dio en la prehistoria, la especie posiblemente no hubiera persistido.

A pesar de que el contacto humano fue decisivo para su conservación y propagación, los autores aseguran que algunas de sus funciones se perdieron con el tiempo. A partir de la selección artificial, sus componentes estructurales ligados a la síntesis de THC y CBDse modificaron. Finalmente, el estudio sirvió para comprender que la marihuana es una planta multifacética desde la prehistoria.

Fuente: nationalgeographic.com | 19 de julio de 2021

Los primeros habitantes de Salamanca recibían ya en el siglo VI a. C. influencias egipcias y fenicias a través de las rutas comerciales

Excavaciones en los restos de la cabaña de barro de la Edad del Hierro en el cerro de San Vicente, Salamanca.

Las excavaciones arqueológicas que se desarrollan en el Cerro de San Vicente de la capital salmantina están generando hallazgos absolutamente sorprendentes, como el reciente descubrimiento de "un amuleto egipcio que tiene una antigüedad, como mínimo, de 2.600 años", según revela, en declaraciones a El Español-Noticias de Castilla y León, el arqueólogo municipal Carlos Macarro Alcalde, quien encabeza junto con el investigador de la USAL, Antonio Blanco, y la también arqueóloga Cristina Lario García, el equipo que está llevando a cabo las pesquisas arqueológicas en el paraje que acogió el primer asentamiento poblacional que tuvo la ciudad de Salamanca. Forma parte también del equipo el doctor en Historia y Arqueología, Juan Jesús Padilla.

Foto: Cristina Lario y Carlos Macarro (centro) en la presentación de un libro sobre los orígenes de Salamanca.

Carlos Macarro explica que "el amuleto ha sido localizado en el interior de una casa especialmente significada" dentro de aquel primer asentamiento, dado que los estudios arqueológicos y antrológicos apuntan a que se trataba de la casa de un patriarca o un hombre de especial peso dentro de aquella primitiva estructura social. "En la casa de este gran señor había molinos y bancos corridos en su interior", detalla Macarro.

Se sabe que Salamanca ha estado habitada desde la Edad del Hierro. Aproximadamente, este periodo está datado entre los años 900 y 400 antes de nuestra era y ya entonces en el Cerro de San Vicente había una ciudad amurallada. En la actualidad, es el sector más antiguo que se mantiene de la ciudad. Es precisamente en el centro de este poblado prehistórico donde se localizaba una construcción circular, en la que se sospecha que vivía este gran señor o patriarca de aquel poblado antiguo y donde ha aparecido el amuleto egipcio.

Una joven arqueóloga muestra uno de los objetos encontrados en el poblado de la Edad de Hierro. | FOTOS: ALMEIDA

Además, en torno a esta casa poblacional había otras construcciones habitacionales —presumiblemente de sus familiares— que se alzaron hace 2.500 años. El poblado estaba compuesto por edificaciones de adobe: casas (tanto circulares como rectangulares) presididas por un hogar central y un banco corrido en su interior, que medían, aproximadamente, 30 metros cuadrados. Su reducido tamaño hace pensar a los expertos que se trataría de viviendas conyugales (ocupadas por una pareja y su descendencia).

Amuleto de la diosa egipcia Hathor hallado en el cerro de San Vicente.

La madre de todos los faraones

"El amuleto que hemos encontrado está dedicado a la diosa Hathor", indica el arqueólogo. De hecho, Hathor está catalogada como la madre de todos los faraones. "Calculamos que, como mínimo, el amuleto tiene unos 2.600 años de antigüedad". Hay que tener en cuenta que el amuleto llegó a una casa que data del siglo VI antes de Cristo, pero la antigüedad de esta baratija puede ser mucho mayor pudiendo alcanzar incluso los 3.000 años. A la diosa Hathor le encomendaban asuntos relacionados con el amor, la fertilidad y la política, De hecho, era una diosa que se caracterizaba por ser especialmente vengativa, según atestiguan los especialistas y estudiosos del Egipto antiguo

A pesar de que las estructuras son de adobe han resistido el paso de los milenios sin daños mayores. Los arqueólogos sostienen que el sitio tenía cuartos conyugales y otras recámaras familiares. Sin embargo, la actual excavación se ha centrado en la casa del patriarca, que constaba de un enorme hogar central con forma trapezoidal, que recuerda a una piel de toro extendida de connotaciones tartésicas. Tras un fuego ceremonial, fue quemada de forma intencionada y en el contexto de un ritual propio de aquellos tiempos. Los investigadores están seguros de que el amuleto de Hathor perteneció a este gran señor de la Edad del Hierro. Los molinos encontrados podrían ser un indicio de la celebración de comidas comunitarias, en las que este patriarca o gran señor se reuniera con sus súbditos.

Casa patriarcal con un hogar central de forma trapezoidal.

Asimismo, se asume que fue un hombre poderoso por los artículos que se han encontrado en su casa. Muchos de ellos son de importación, lo que sugiere contacto con las culturas del Mediterráneo. Entre ellas, los fenicios y posiblemente los mismos egipcios. Además del amuleto de Hathor, se encontraron cuentas de collar y trozos de cuencos potencialmente venidos del Nilo. "El amuleto lo hemos encontrado en este contexto con más piezas", apunta Carlos Macarro, quien sostiene que fueron "los flujos comerciales" protagonizados por los fenicios los que acabaron traslando el amuleto egipcio hasta Salamanca, nada más y nada menos que a 5.000 kilómetros de distancia.

Una cuenta de un collar de fayenza encontrada en el cerro de San Vicente.

Recuperación del cerro

La colaboración conjunta de la Universidad de Salamanca con el Ayuntamiento está haciendo posible estas excavacaciones con tan sorprendentes descubrimientos, todo ello con el indispensable apoyo de la Junta de Castilla y León. De forma paralela a las excavaciones arqueológicas que desarrollan estos investigadores desde hace años y en diferentes fases, el Ayuntamiento prosigue con su proyecto de recuperación del Cerro de San Vicente como lugar de esparcimiento ciudadano y como objetivo turístico y museístico. De hecho, el el Cerro de San Vicente está siendo objeto de excavaciones desde el año 1990. En el 2006 se realizaron trabajos que dejaron a la vista el caserío principal, que actualmente es visitable. Pero en este 2021 la nueva campaña de excavaciones se ha centrado en la casa de este gran señor o patriarca de la Edad de Hierro, donde ha sido localizado el amuleto.

Carlos Macarro también apunta otro dato especialmente llamativo a la hora de contextualizar este descubrimiento en Salamaca, como es la aparición de numerosas "piezas orientalizantes" en el eje formado por la Vía de la Plata.

El amuleto de la Diosa Thor, como las otras piezas que están apareciendo en las excavaciones, será depositado en el Museo de Salamanca y podrá ser contemplado por el público.

Fuentes: noticiascyl.elespanol.com | lagacetadesalamanca | 20 de agosto de 2021

Historias genéticas y organización social durante el Neolítico y la Edad del Bronce en Croacia

Los entierros en Popova zemlja se realizaban en pozos a lo largo de las paredes de las casas con vasijas de cerámica cerca de sus cabezas. Crédito: © Borko Rožanković.

El campo de la arqueogenética ha contribuido sustancialmente a una mejor comprensión de cómo el movimiento y la mezcla de personas en Europa durante el Neolítico y la Edad del Bronce moldearon las ascendencias genéticas. Sin embargo, no todas las regiones están bien representadas en el registro arqueogenético. Para llenar este vacío, los investigadores de los Institutos Max Planck de Antropología Evolutiva (Leipzig) y la Ciencia de la Historia Humana (Jena), la Universidad de Viena y colaboradores croatas de Kaducej Ltd., y el Instituto de Investigación Antropológica, han llevado a cabo la secuenciación completa de los genomas de 28 individuos de dos enclaves situados en la zona este de la actual Croacia y obtenido nuevos conocimientos sobre la historia genética y las estructuras sociales de esta región, los cuales han sido publicados en Scientific Reports.

El emplazamiento de la actual Croacia constituyó una encrucijada importante para los pueblos migrantes a lo largo del corredor del Danubio y la costa del Adriático, que unía el este y el oeste. "Si bien esta región es importante para comprender las transiciones culturales y de población en Europa, la disponibilidad limitada de restos humanos en la misma significa que el conocimiento profundo sobre la ascendencia genética y la complejidad social de las poblaciones prehistóricas sigue siendo escaso", dice la primera autora Suzanne Freilich (izquierda), investigadora de el Instituto Max Planck de Ciencias de la Historia Humana y la Universidad de Viena.

Con este objetivo, el equipo internacional de investigadores aludido se propuso cubrir este vacío. Uno de los enclaves estudiados contenía entierros predominantemente del Neolítico Medio, y el otro constituía una necrópolis de la Edad del Bronce Medio que contenía cremaciones e inhumaciones. Se secuenciaron los genomas completos de 28 individuos de ambos sitios. El objetivo era comprender tanto la ascendencia genética como la organización social dentro de cada comunidad, y, en particular, estudiar los patrones de residencia local, las relaciones de parentesco y aprender más sobre los variados ritos funerarios observados.

(a) Mapa que muestra la ubicación de los sitios arqueológicos analizados en el estudio. (b) Intervalos de radiocarbono y fechas contextuales combinadas con las muestras obtenidas.

Asentamiento neolítico medio en Popova zemlja

El asentamiento del Neolítico medio de Beli-Manastir Popova zemlja, que data de alrededor de 4.700–4.300 a. C., pertenece a la cultura Sopot. Muchos niños, especialmente niñas, fueron enterrados aquí, en concreto en pozos a lo largo de las paredes de las casas. "Una pregunta que se planteaba era si los individuos enterrados en los mismos edificios estaban relacionados biológicamente entre sí", dice Suzanne Freilich.

"Descubrimos que los individuos, aún con diferentes ritos funerarios, no diferían en su ascendencia genética, que era similar a la de las personas del Neolítico temprano. También encontramos un alto grado de diversidad de haplotipos, y que, a pesar del tamaño del lugar, no había individuos muy relacionados", agrega Freilich. Ello indica que esta comunidad era parte de una gran población, principalmente exógama, donde las personas se casaban fuera de su grupo de parentesco. No obstante, los investigadores también identificaron algunos casos de prácticas de apareamiento endogámico, incluidos dos individuos que habrían sido hijos de primos hermanos o equivalentes, algo que rara vez se encuentra en el antiguo registro de ADN.

Objetos funerarios de cerámica de Popova zemlja. Crédito: © Borko Rožanković

Necrópolis de la Edad del Bronce Medio en Jagodnjak-Krčevine

En el segundo sitio estudiado, la necrópolis de la Edad del Bronce Medio de Jagodnjak-Krčevine, la cual pertenece a la cultura de cerámica incrustada de Transdanubia y data de alrededor de 1.800-1.600 a. C. "Este sitio contiene entierros que son ampliamente contemporáneos con algunos individuos de la costa dálmata, y queríamos averiguar si los individuos de estas diferentes ecorregiones tenían una ascendencia similar", dice Stephan Schiffels (izquierda).

Los investigadores encontraron que la gente de Jagodnjak en realidad tenía una ascendencia muy distinta debido a en esta había una presencia significativamente relacionada con los cazadores-recolectores de Europa occidental. Este perfil de su ascendencia está presente en una pequeña cantidad en otros genomas estudiados más al norte en la cuenca de los Cárpatos. Los nuevos resultados genéticos respaldan la evidencia arqueológica, la cual sugiere una historia poblacional compartida en estos grupos, así como la presencia de redes de comercio e intercambio.

"También hemos encontrado que todos los individuos masculinos en este lugar tenían haplotipos del cromosoma Y idénticos", dice Freilich. "Identificamos a dos varones parientes de primer grado, de segundo grado y más lejanos, mientras que la única mujer de nuestra muestra no tenía ningún parentesco. Esto apunta a una organización social patrilocal en la que las mujeres abandonan su propia casa para ir a unirse a la casa de su marido". A diferencia del sitio del Neolítico Medio en Popova zemlja, el parentesco biológico fue un factor de selección para ser enterrado en este sitio. Además, los investigadores encontraron evidencias de ricas tumbas infantiles, lo que sugiere que probablemente heredaron su estatus o riquezas de sus familias.

Foto: Tumba 34 de la Edad del Bronce Medio en Jagodnjak-Krčevine, Croacia.

Llenar un vacío en el registro arqueogenético

La investigación realizada ha permitido comprender mejor el registro arqueogenético de esta región, caracterizar las diversas ascendencias genéticas y analizar las organizaciones sociales que estaban presentes en el este de Croacia durante Neolítico y la Edad del Bronce. En el mismo estudio también se destaca las historias de población heterogéneas de los grupos de la Edad del Bronce costeros y del interior en general contemporáneos, así como de sus conexiones con comunidades más al norte, en la cuenca de los Cárpatos. Además, se arroja luz sobre el asunto de los entierros intramuros del Neolítico, lo cual ha sido debatido entre arqueólogos y antropólogos durante algún tiempo. Los autores muestran que, en el sitio de Popova zemlja, este rito de enterramiento no estaba asociado con el parentesco biológico, sino que muy probablemente estaba más relacionado con los sistemas de creencias de la comunidad neolítica.

Objetos funerarios de cerámica de Popova zemlja. © Borko Rožanković

Hasta ahora, pocos estudios arqueogenéticos se han centrado en patrones de diversidad genética y organización social dentro de una comunidad. "Si bien los estudios a gran escala son inestimables para caracterizar patrones de diversidad genética en un marco temporal y espacial tan amplio, se necesitan más estudios regionales, e incluso de un solo enclave como este, a fin de obtener más información sobre la organización comunitaria y social, la cual puede variar dentro de un mismo sitio", dice Freilich. "Al mirar al pasado con una lente más estrecha, la arqueogenética puede arrojar más luz sobre cómo se organizaron las comunidades y las familias".

Fuente: Max Planck Institute | 18 de agosto de 2021

Inscripción con la imagen de un rey babilonio encontrada en Arabia Saudí

La parte superior de la inscripción del último rey de Babilonia muestra grabados que muestran a Nabonido y cuatro símbolos. (Crédito de la imagen: Agencia de Prensa Saudita).

Una inscripción de 2.550 años de antigüedad, escrita con el nombre de Nabonido, el último rey de Babilonia, ha sido descubierta tallada en piedra de basalto en el norte de Arabia Saudita, anunció recientemente la Comisión Saudita de Turismo y Patrimonio Nacional.

Un grabado en la parte superior de la inscripción muestra al rey Nabonido sosteniendo un cetro junto con otras cuatro imágenes que incluyen una serpiente, una flor y una representación de la luna, dijo la comisión en un comunicado, señalando que estos símbolos probablemente tengan un significado religioso.

A estos grabados les siguen unas 26 líneas de texto cuneiforme que los expertos de la comisión están descifrando actualmente. Esta es la inscripción cuneiforme más larga jamás encontrada en Arabia Saudita, dijo la comisión en el comunicado.

La inscripción se encontró en Al Hait, en la región de Hail, en el norte de Arabia Saudita. Conocido como Fadak en la antigüedad, Al Hait tiene numerosos sitios antiguos, incluidos los restos de fortalezas, arte rupestre e instalaciones de agua, dijo la comisión. "Tiene un gran significado histórico desde el primer milenio antes de Cristo hasta principios de la era islámica".

Rey Nabonido

Relieve babilónico que muestra a Nabonido adorando a Sin (la luna), Shamash (el sol) e Ishtar (el planeta Venus).

Queda por ver qué nueva información proporcionará esta inscripción sobre el rey Nabonido (que reinó del 555 al 539 a. C.). El Imperio Babilónico se extendía desde el Golfo Pérsico hasta el Mar Mediterráneo, y al comienzo del reinado de Nabonido conquistó parte de lo que ahora es Arabia Saudita. Finalmente eligió vivir en Taima, una ciudad en lo que hoy es Arabia Saudita, hasta alrededor del 543 a.C.

Por qué Nabonido eligió vivir en lo que ahora es Arabia Saudita durante este período prolongado de tiempo es un tema de debate entre los historiadores, y algunos expertos dicen que los conflictos entre Nabonido y los sacerdotes y funcionarios de Babilonia es una razón probable. Al final del reinado de Nabonido, el Imperio babilónico fue atacado por el Imperio persa, que estaba dirigido por el rey Ciro el Grande; La propia Babilonia fue capturada por los persas en el 539 a. C. y el imperio babilónico se derrumbó. El destino de Nabonido después del colapso no está claro.

Publicado originalmente en Live Science.

Marcus Venerius, el nuevo mecenas que emerge de entre las ruinas de Pompeya

Foto: Vista de la tumba de 'Marcus Venerius Secundio' ubicada en la necrópolis de Porta Sarno, en Pompeya, en un área aún no abierta al público. La tumba arroja luz sobre la vida cultural de la ciudad antes de que fuera destruida por la erupción volcánica del Vesubio en el 79 d. C. El descubrimiento es inusual ya que la mayoría de los adultos eran incinerados. (Alfio Giannotti / Parque Arqueológico de Pompeya. Vía AP)

Marcus Venerius Secundio tomó el ascensor social en el siglo primero. Esclavo del templo de Venus en Pompeya (Italia), obtuvo su liberación para unirse después a la magistratura augustal, guardiana del culto imperial. Aquella posición de privilegio le fue como anillo al dedo para desarrollar sus inquietudes de mecenas ­—”liberalidad con la que Roma seducía a sus oponentes”, escribió el historiador antiguo Tito Livio— y en esos días comenzó a financiar obras de teatro. Las inscripciones que incorpora su tumba, en la necrópolis de Porta Sarno, dan cuenta de esta trayectoria. Los investigadores de la Universidad de Valencia comenzaron a excavarla en julio y hace solo dos semanas lograron acceder a su interior, dos metros y medio de cavidades donde reposaban los restos humanos mejor conservados de cuantos se han hallado en este yacimiento inagotable. Y los únicos con signos evidentes de momificación.

Llorenç Alapont, arqueólogo e investigador de la Universidad de Valencia, cataloga los restos de Marcus Venerius. ALFIO GIANNOTTI

La cremación constituyó el rito funerario mejor establecido en Roma hasta el siglo II d.C., por lo que aquí solo se habían encontrado inhumaciones de época samnita. Venerius falleció con más de 60 años, cuando la esperanza de vida rondaba entonces los 45. La conservación de su cabello, del cartílago de su oreja y de sus huesos constituye un milagro biológico que se suma a la riqueza arquitectónica de la tumba. Decorada con el fresco de un vergel, presenta en su fachada principal un tímpano de estuco labrado en el que puede leerse: “Ofreció actuaciones en griego y latín durante cuatro días”. El antropólogo valenciano Llorenç Alapont, director científico de la investigación, coordinada por el Parque Arqueológico de Pompeya, asegura que nunca antes se había podido acreditar la representación de obras helenas en esta tierra. “Otro indicio de que era una ciudad global”, anota.

Alapont lleva más de una década interviniendo en Pompeya y califica este hallazgo como el más relevante de todos los que ha efectuado: “Cambia la idea que teníamos sobre los rituales funerarios en la cultura romana”. La gestión de la muerte define la identidad de una comunidad, refleja las creencias y el estatus de los vivos, convierte el hecho natural en un fenómeno cultural. Entonces, ¿por qué Venerius decidió enterrarse y embalsamar su cuerpo en contra de las ceremonias instituidas?

Hallazgos osteológicos en la tumba de 'Marcus Venerius Secundus' en Pompeya. ALFIO GIANNOTTI

“Se trata de un misterio en el que tendremos que trabajar durante los próximos meses”, responde el arqueólogo. Con todo, el equipo baraja una hipótesis: que el origen del liberto estribara en Grecia, donde solo el entierro del cadáver podía prolongar su existencia más allá de la muerte. Una posibilidad que también explicaría su promoción de espectáculos en lengua helena.

Inscripción en la tumba de 'Marcus Venerius' en Pompeya. ALFIO GIANNOTTI

Despista, sin embargo, el segundo apellido del difunto o cognomen, cuya raíz léxica es latina. Esto impide que los investigadores abonen sin titubeos la tesis de un origen griego. La amplia cámara funeraria y la preservación del cuerpo recuerdan, incluso, a las tradiciones egipcias, agrega Alapont. “Todavía tenemos que estudiar si la momificación parcial del fallecido se debe a un tratamiento buscado o solo es consecuencia del sellado hermético de la tumba”, aclara. No son pocos los textos de la época que detallan el uso de ciertas fibras, como el asbesto, durante los procesos de embalsamamiento. Solo la ciencia podrá arrojar evidencia sobre su posible aplicación para el desecado de Venerius. Sus restos descansan, mientras tanto, en la cámara frigorífica del laboratorio biológico de Pompeya, similar a la que albergó en 2018 a Ötzi, aquella momia prehistórica encontrada en un glaciar alpino.

Vista de la tumba ubicada en la necrópolis de Porta Sarno. Alfio Giannotti / Parque Arqueológico de Pompeya. Vía AP.

En esas mismas dependencias científicas, a la espera de que Alapont y los arqueólogos italianos prosigan con su labor en otoño, permanecen guardadas las dos urnas fúnebres que acompañaban a Venerius. La primera de ellas, hecha de terracota, custodia las cenizas de un adulto, mientras que la segunda, fabricada con vidrio dentro de una caja de plomo, guarda lo que queda de dos niños y otra persona mayor. Esta última luce una inscripción con el nombre de Novia Amabilis, tal vez familiar del magistrado. “Estos recipientes también resultan inusuales”, describe Alapont. “Los más pequeños sí solían inhumarse en la Antigua Roma. Queremos estudiar qué relación existía entre los diferentes cuerpos encontrados”. Las muestras de estas cenizas, así como los restos orgánicos implicados en la momificación de Venerius, viajarán durante las próximas semanas hasta la Unidad de Análisis Químico de la Universidad de Valencia, bajo supervisión de Gianni Gamello.

Urna fúnebre en vidrio dentro de un recipiente de plomo. Alfio Giannotti / Parque Arqueológico de Pompeya. Vía AP.

Además, se han recuperado ajuares funerarios, entre ellos dos ungüentarios —utilizados como recipientes para almacenar aceite, aunque también dispensaban polvo— y numerosos fragmentos de tejidos que quizá formaron parte de la vestimenta. Objetos analizados con recelo por los arqueólogos tras un descenso a la tumba más bien aparatoso, como relata Alapont. La cuadrilla de 15 investigadores implicados insertó en la piedra una puerta de acceso que, desde dentro, pudiera cerrarse, evitando los cambios bruscos de temperatura y humedad. Estas variaciones pueden degradar los restos orgánicos con mucha rapidez. Gracias al uso de técnicas como la fotogrametría o la realidad virtual, pudieron intuir que el sellado hermético estaba contribuyendo a crear unas delicadas condiciones ambientales en el interior. “Nuestra prioridad era preservar ese microclima”, asevera el valenciano.

Después aplicaron a todo el entorno un tratamiento fungicida que detuviera el proceso de descomposición. A raíz del hallazgo de Venerius, el parque arqueológico ha iniciado una serie de trabajos de estabilización, dirigidos a mantener la necrópolis de Porta Sarno —al Este del antiguo núcleo urbano de Pompeya— que aún permanece cerrada a los visitantes. La línea ferroviaria separa este gran recinto del resto de yacimientos, pero la dirección quiere incluirlo en el recorrido abierto al público, para lo que ha encargado un estudio de viabilidad que ofrezca distintas opciones.

El director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, define el descubrimiento como “otra tesela de un gran mosaico, a saber, la Pompeya multiétnica de principios de la Edad Imperial, donde el griego, entonces lengua franca del Mediterráneo oriental, se encontraba con el latín”. Una civilización que, desde aquella volcánica jornada en tiempos de Tito, aguarda a ser descubierta.

Fuentes: elpais.com | apnews.com | 17 de agosto de 2021