Descubren en Abidos, al sur de Egipto, dos mil cabezas de carnero momificadas en un templo del faraón Ramsés II

Panorámica de las más de dos mil cabezas de carnero encontradas durante las excavaciones en el templo de Ramsés II en Abidos. Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto

Abidos fue uno de los principales centros religiosos del antiguo Egipto. Según la tradición, este era el lugar donde se encontraba la tumba de Osiris, dios de la resurrección, la regeneración del Nilo y de la fertilidad. Abidos está situado a unos 170 kilómetros al norte de la antigua Tebas y a 480 kilómetros al sur del actual El Cairo. Hasta este emplazamiento sagrado acudían miles de peregrinos procedentes de todo el país para honrar al señor del más allá durante las festividades que se llevaban a cabo en su honor.

Templo de Seti I en Abidos.

Así, Seti I (1290-1279 a.C.), segundo faraón de la dinastía XIX, sabía bien lo que hacía cuando escogió este lugar para levantar su magnífico templo funerario. En realidad, tanto el templo como la ubicación escogida por el soberano reflejan el deseo de reforzar su legitimidad, ya que ni su padre, Ramsés I, un general que fue el sucesor del faraón Horemheb, ni su madre, Sitra, eran de sangre real. Seti I creía que erigiendo su templo funerario en un lugar tan sagrado asociaba su nombre con el del Osiris, uno de los dioses más importantes del panteón y cuyo culto era de los más antiguos de Egipto.

Detalle de una de las cabezas de carnero momificadas encontradas en Abidos. Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Cabezas de carnero como ofrendas

En esta localización tan sagrada para los antiguos egipcios, una misión arqueológica de la Universidad de Nueva York, que se encontraba excavando en el templo que el faraón Ramsés II, hijo de Seti I, levantó también en Abidos (a un kilómetro del templo erigido por su padre), ha realizado un hallazgo increíble: más de 2.000 cabezas de carnero con sus astas que datan del período ptolemaico (332-30 a.C.), así como un enorme edificio erigido durante el Imperio Antiguo, concretamente durante la dinastía VI (2305-2118 a.C.), según ha informado en un comunicado del Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

"Este descubrimiento revela detalles importantes sobre la vida y la historia del templo de Ramsés II en Abidos y su área circundante, lo que contribuye enormemente a conocer este emplazamiento y la vida que albergó durante más de dos mil años", ha declarado Mostafa Waziri (izquierda), secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto. Aunque no ha sido este el único hallazgo que han hecho aquí los arqueólogos, pues en una de las salas recién descubiertas de la zona norte del templo de Ramsés han aparecido también más restos de animales momificados "incluidos un grupo de ovejas, perros, cabras salvajes, vacas, ciervos y mangostas".

Restos de la edificación de la dinastía VI descubierta en Abidos. Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Un edifico diferente

Pero ¿por qué se dispusieron en este lugar un número tan importante de carneros momificados? El responsable de la misión, Sameh Iskander (derecha), ha señalado que pudo deberse a que estos animales se colocaron aquí como ofrendas, algo "sin precedentes en Abydos durante la era ptolemaica", ha declarado sorprendido el arqueólogo, que también ha apuntado que este hallazgo indicaría que el culto al faraón Ramsés II se mantuvo presente en Abidos incluso mil años después de su muerte.

Otro descubrimiento destacable en esta zona de Abidos ha sido una enorme construcción de la dinastía VI que se caracteriza por "un diseño arquitectónico diferente y único", puesto que presenta unos gruesos muros de cinco metros de ancho. "Este edificio contribuirá poderosamente a la reconsideración de las actividades y la arquitectura del Imperio Antiguo en Abidos, mucho antes de la construcción del templo de Ramsés II", ha afirmado Iskander.

Algunos de los elementos descubiertos durante la actual temporada de excavaciones en Abidos. Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Una nueva visión del templo de Ramsés II

Por otra parte, Mohamed Abdel Badi, jefe de la Administración Central para las Antigüedades del Alto Egipto del Consejo Supremo de Antigüedades, ha señalado que la misión también ha documentado partes del muro norte de la pared que rodea el templo y sus anexos. Badi considera que "este hallazgo cambia lo que se había establecido sobre el diseño del templo de Ramsés II y todo lo que se describió, dibujó y circuló entre científicos e investigadores desde su descubrimiento hace más de 150 años".

Además de estos sorprendentes hallazgos, el equipo de arqueólogos norteamericano también ha encontrado en la zona fragmentos de estatuas, restos de árboles antiguos, ropa y calzado de cuero. Finalmente, la misión arqueológica ha explicado que tiene previsto completar pronto los trabajos de excavación, además de proceder al estudio y documentación de lo descubierto hasta el momento. Todo ello, con seguridad, va a permitir desvelar muchas incógnitas acerca de la historia de este milenario lugar.

Relieve localizado durante las excavaciones que se están llevado a cabo en Abidos. Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Fuente: nationalgeographic.com.es | 27 de marzo de 2023

La exposición sobre los guerreros de Xi'an ya se puede visitar en el MARQ de Alicante

El MARQ ha abierto sus puertas este martes, 28 de marzo, con la exposición internacional El legado de las dinastías Qin y Han, China. Los Guerreros de Xi'an. La considerada como la Octava Maravilla del Mundo ya está en Alicante, en una exposición única que supone el proyecto cultural más relevante del año en España y que podrá visitarse durante los próximos diez meses.

En medio de una gran expectación, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, y el ministro de Cultura y Turismo de China, Hu Heping, han inaugurado esta mañana la propuesta centrada en uno de los descubrimientos más espectaculares de la arqueología mundial: los Guerreros de Terracota del Primer Emperador de China, declarados Patrimonio de la Humanidad desde 1987 y Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias en 2010, entre otras muchas distinciones.

Mazón ha manifestado su “satisfacción” por esta muestra que se presenta por primera vez en el mundo, con 120 piezas originales, muchas de ellas exhibidas por primera vez fuera de China, y que incluye nueve estatuas y un caballo, componiendo un conjunto de una decena de figuras de terracota, que es el máximo que el Gobierno chino permite que salga a otros países.

Asimismo, el responsable provincial ha concretado que "esta propuesta expositiva nos sitúa en el epicentro cultural europeo, al tiempo que supone una oportunidad impagable para admirar la belleza de un conjunto arqueológico como pocos, en uno de los mejores museos de Europa”.

Además, ha agradecido al gobierno chino “la alianza memorable que hemos establecido entre los dos países y la relevancia de este hito cultural único que vuelve a proyectar al mundo la imagen de la Costa Blanca de una manera excepcional”.

El diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, ha sido el encargado de conducir el acto oficial de presentación de la muestra y de ceder la palabra a cada una de las autoridades. Durante su parlamento, el ministro Hu Heping ha destacado la calidad de la exposición y su importancia en el marco del 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y España para “profundizar en el aprendizaje y en el conocimiento mutuo de nuestras civilizaciones. Gracias a los objetos que se muestran, el público podrá disfrutar de la idiosincrasia de las dinastías Qin y Han y de la belleza de nuestra cultura, un gran paso para profundizar en el intercambio cultural y amistoso de nuestros pueblos”, ha manifestado.

El evento ha contado también con la presencia del consejero de Administración del Patrimonio Cultural del Gobierno Provincial de Shaanxi, Luo Wenli, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, la vicepresidenta del Consell, Aitana Mas, la consejera de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, Josefina Bueno, la subdelegada del Gobierno, Araceli Poblador, la vicepresidenta de la Diputación, Ana Serna, el comisario de la muestra, el doctor de la Universidad de Cambridge Marcos Martinón-Torres, así como autoridades chinas y españolas.

Esta exposición ofrece un inédito diseño expositivo con materiales didácticos y accesibles para todos los públicos, así como recursos sensoriales que han permitido crear un ambiente inmersivo a través de diferentes olores: la sala 1 huele a cerezo y arroz; la sala 2, a incienso, y la sala 3, a flor de loto y te. Asimismo, las piezas musicales creadas exprofeso por el compositor alicantino Luis Ivars acompañan y envuelven al visitante durante todo el recorrido.

Martinón-Torres, arqueólogo director de un programa de investigación en el Mausoleo de Qin en Xi’an, ha resaltado el trabajo del más de un centenar de técnicos y especialistas en el ámbito de la museografía quienes han colaborado en el montaje de esta propuesta en la que han participado nueve museos chinos.

La reserva de entradas para visitar la exposición El legado de las dinastías Qin y Han, China. Los guerreros de Xi'an se podrá solicitar a través de la página web y en las taquillas del MARQ por un precio de 5 euros y descuentos para mayores de 65 años, jóvenes y estudiantes, entre otros colectivos. Finalmente, la diputada Julia Parra ha indicado que la muestra “es una ilusión y un sueño cumplido y compartido por muchos, y ahí radica su fuerza, al tiempo que conseguirá hacer historia”.

Guerreros de Xi'An - Fitur from MARQ Arqueológico de Alicante on Vimeo.

Fuentes: alicanteplaza.es | alicanteplaza.es (fotos) | 28 de marzo de 2023

Se cuestiona la teoría de que Stonehenge fuera un calendario

Stonehenge (vista desde el NE). Crédito: Juan Belmonte.

Stonehenge es un monumento asombrosamente complejo, que llama la atención principalmente por su espectacular círculo megalítico y su forma en "herradura", construido alrededor del 2600 a. C.

A lo largo de los años se han propuesto varias teorías sobre el significado y la función de Stonehenge. Hoy, sin embargo, los arqueólogos tienen una imagen bastante clara de este monumento como un "lugar para los antepasados", ubicado dentro de un paisaje antiguo complejo que incluía varios otros elementos.

La arqueoastronomía tiene un papel clave en esta interpretación ya que Stonehenge exhibe una alineación astronómica con el sol que, debido a la planitud del horizonte, se refiere tanto a la salida del sol del solsticio de verano como a la puesta del sol del solsticio de invierno. Esto explica un interés simbólico de los constructores en el ciclo solar, probablemente relacionado con las conexiones entre el más allá y el solsticio de invierno en las sociedades neolíticas.

Esto, por supuesto, está muy lejos de que se pueda decir que el monumento se usó como un dispositivo calendárico gigante, tal como se ha propuesto en una nueva teoría publicada en Antiquity el pasado año por el arqueólogo Timothy Darvill, de la Universidad de Bournemouth, en el Reino Unido. Según esta teoría, el monumento representa un calendario basado en 365 días al año dividido en 12 meses de 30 días más cinco días epagomenales, con la adición de un año bisiesto cada cuatro.

Este calendario es idéntico al alejandrino, introducido más de dos milenios después, a finales del siglo I a. C. como combinación del calendario juliano y el calendario civil egipcio.

El año pasado, un investigador británico dijo que el diseño de Stonehenge representaba un calendario que permitía a las personas rastrear un año solar de 365,25 días en función de la alineación del sol en los solsticios. Los sarsens grandes en el sitio parecen reflejar un calendario con 12 meses de 30 días.

Según el profesor Darvill, todo el sitio era la representación física de un mes (con una duración de 30 días) y las 30 piedras en el círculo sarsen representaban cada una un día dentro del mes. Esta ilustración muestra el anillo de 30 piedras sarsen verticales, numeradas S1 a S30 en el sentido de las agujas del reloj.

Para justificar este "calendario en piedra", el número de los días se obtiene multiplicando los 30 dinteles sarsen (probablemente) presentes en el proyecto original por 12 y sumando a este resultado de 360 el número de los trilitos en pie de la "construcción en herradura", que es cinco. La adición de un año bisiesto cada cuatro está relacionada con el número de "piedras de la estación", que es, de hecho, cuatro.

Esta maquinaria presuntamente se mantuvo en funcionamiento usando la alineación del eje del solsticio que se supone fue tomada de Egipto; sin embargo, el calendario egipcio, que era de 365 días, tuvo que ser refinado (de hecho, la corrección del año bisiesto no estuvo presente hasta la época romana).

Esta teoría, ciertamente fascinante, ha sido ahora sometida a una severa prueba de estrés por parte de dos expertos en Arqueoastronomía, Juan Antonio Belmonte Avilés (izquierda, Instituto de Astrofísica de Canarias y Universidad de La Laguna, Tenerife, España) y Giulio Magli (derecha, Politécnico de Milán). En su artículo, que también ha sido publicado en Antiquity, los autores muestran que dicha teoría se basa en una serie de interpretaciones forzadas de las conexiones astronómicas del monumento, así como en una numerología discutible y analogías sin fundamento.

En primer lugar, la astronomía. Aunque la alineación de los solsticios es bastante precisa, Magli y Belmonte muestran que el lento movimiento del sol en el horizonte en los días cercanos a los solsticios hace imposible controlar el correcto funcionamiento del supuesto calendario, ya que el dispositivo (recordemos: compuesto por enormes piedras) debe permitir distinguir posiciones con una precisión de unos pocos minutos de arco, es decir, menos de 1/10 de un grado.

Así, si bien la existencia del eje muestra interés en el ciclo solar en un sentido amplio, no proporciona prueba alguna para inferir el número de días del año que fue concebido por los constructores de Stonehenge.

En segundo lugar, la numerología. Atribuir significados a los "números" de un monumento es siempre un procedimiento arriesgado. En este caso, un "número clave" del supuesto calendario, el 12, no es reconocible en ninguna parte, así como ningún medio para tener en cuenta el día epagomenal adicional cada cuatro años, mientras que otros "números" simplemente se ignoran (por ejemplo, el portal de Stonehenge estaba hecho de dos piedras). Así, la teoría adolece también del llamado "efecto de selección", un procedimiento en el que sólo se extraen de los registros materiales los elementos favorables a una interpretación deseada.

Finalmente, parangones culturales. La primera elaboración del calendario de 365 más 1 día está documentada en Egipto solo dos milenios después de Stonehenge (y entró en uso siglos más tarde).

Piedra sarsen de tamaño pequeño S21 (izquierda) en el Círculo Sarsen, con el S22 de tamaño normal a la derecha. Vista mirando hacia afuera desde el interior del círculo. Escala = 2m (fotografía de T. Darvill).

Por lo tanto, incluso si los constructores tomaron el calendario de Egipto, acabaron refinándolo por su cuenta. Además, también inventaron por su cuenta un edificio para controlar el tiempo, ya que nunca existió nada de este tipo en el antiguo Egipto; probablemente los egipcios reflejaron la deriva de su calendario de 365 días a través de las estaciones en su arquitectura, pero esto es muy diferente. Por lo demás, un trasvase y elaboración de nociones con Egipto, ocurrido alrededor del 2600 a. C., no tiene base arqueológica.

Con todo, el supuesto calendario de Stonehenge de precisión solar "neolítico" se nos mostraría como una construcción puramente moderna cuyas bases arqueoastronómicas y calendáricas son defectuosas.

Tal como ha ocurrido muchas veces en el pasado -por ejemplo, con las afirmaciones (que la investigación moderna ha demostrado que son insostenibles) de que Stonehenge se utilizó para predecir eclipses- el monumento vuelve a su papel de testigo silencioso del paisaje sagrado de sus constructores, un papel que —como subrayan Magli y Belmonte— no quita nada a su extraordinaria fascinación e importancia.

Fuentes: phys.org | dailymail.co.uk | 23 de marzo de 2023

Confirman que los primeros habitantes de Galicia vivieron en Porriño (Pontevedra) hace más de 300.000 años

El arqueólogo, Eduardo Méndez Quintas (izquierda) y el alcalde de Porriño, Alejandro Lorenzo, en As Gándaras. D.P.

Los primeros habitantes de Galicia vivieron en Porriño (Pontevedra) hace más de 300.000 años. Así lo confirman los resultados del yacimiento paleolítico de As Gándaras de Budiño que hicieron públicos el arqueólogo de la Universidad de Vigo, Eduardo Méndez Quintas, y el alcalde de Porriño, Alejandro Lorenzo. Este último asegura que “los resultados de este estudio son de vital importancia a nivel nacional e internacional, ya que no solo cambian el conocimiento que tenemos sobre la historia en Porriño, sino que reescriben la Prehistoria en Galicia”.

Este yacimiento de As Gándaras de Budiño fue el primer enclave de la época paleolítica en ser identificado y excavado en Galicia. Inicialmente por Emiliano Aguirre en 1963, conocido por ser el impulsor del proyecto de Atapuerca.

Excavaciones de Emiliano Aguirre, donde se observan las importantes concentraciones de materiales líticos, interpretados como “suelos de taller” (AGUIRRE 1964).

En parte por ello, Budiño pasó a convertirse en un yacimiento de referencia a nivel nacional e internacional, pero altamente problemático, ya que las primeras dataciones indicaban una cronología de unos 25.000 o 15.000 años de antigüedad, cuando este tipo de enclaves tenían que tener una edad superior a los 100.000 años. “Esto llevó a la idea de que en el noroeste de la península ibérica existía un Paleolítico atípico y anacrónico con respecto a los que sucedía en el resto del suroeste de Europa”, explica Méndez Quintas, indicando que “esto suponía un argumento para defender la idea del atraso secular de Galicia, el cual arrancaba ya en el Paleolítico”.

“De ahí la relevancia de la investigación desarrollada en el yacimiento de As Gándaras por el equipo de investigadores liderados por Eduardo Méndez Quintas y el investigador Manuel Santonja, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), que resuelven estos errores en la cronología y desmienten esta falsa creencia”, defienden desde el Concello de Porriño.

Excavación en As Gándaras do Budiño. Concello de O Porriño.

Resolver la cronología del yacimiento

Los trabajos realizados en la última campaña tenían como objetivo, precisamente, resolver la cronología del yacimiento. Para eso, entre otras medidas, se extrajeron muestras geológicas que se enviaron a la Universidad de Adelaide, en Australia, para su estudio mediante la técnica de luminiscencia ópticamente estimulada sobre los sedimentos. Los resultados confirman lo que los arqueólogos sospechaban: los niveles más antiguos del yacimiento tienen más de 310.000 años de antigüedad, mientras que los niveles superiores tienen entre 25.000 y 55.000 años.

Hasta ahora el más antiguo de Galicia, ubicado a escasos kilómetros del de Budiño era el de Porto Mayor, en As Neves, con unos 300.000 años a sus espaldas. "En este caso superamos esa datación y la situamos en unos 310.000 años, por lo que Porto Mayor pasa a ser el segundo en antigüedad".

“Podemos decir que As Gándaras de Budiño tiene el yacimiento con presencia humana más antiguo de Galicia. Vamos viendo que tenemos un poblamiento antiguo equiparable al del resto de la Península”, afirma el arqueólogo, explicando que “la cronología del yacimiento y las características de las herramientas líticas acrecientan la importancia del sitio en el contexto del desarrollo cultural y humano del final de Pleistoceno Medio europeo. Sitios como As Gándaras justifican la coexistencia en esta época de varias tecnologías diferentes, producidas a su vez por especies humanas diferentes y con orígenes geográficos diferentes: una especie africana intermedia y los neandertales”.

A una escala mayor, a nivel Europa, añade: "Con la cronología que tiene el yacimiento, y el aspecto de sus herramientas líticas, es otro yacimiento más que viene a apoyar un poblamiento peculiar del sur de Europa con respecto al Norte en esa época. Los datos de Budiño nos permiten descubrir y entender cómo ha sido el proceso del poblamiento humano en el continente europeo durante el último medio millón de años, dado que apoyan una teoría que manejábamos: que el poblamiento de la Península se desarrolla hace menos de 400.000 años con poblaciones de origen africano", concluye. "En Europa, en esa misma cronología, indica que el poblamiento es frutos de la población local, generada en Europa".

Otro de los aspectos relevantes se refiere a los materiales encontrados en la excavación en área de 30 metros cuadrados que hicieron el pasado verano y que complementa la campaña de sondeos del 2018. En esa pequeña superficie intervenida se recuperaron más de mil artefactos líticos, entre los que destacan abundantes ejemplos de bifaces y otras piezas características de las industrias de tipo achelense.

El alcalde de O Porriño, Alejandro Lorenzo (izquierda) y el arqueólogo, Eduardo Méndez Quintas, sostienen bifaces achelenses de distinto tamaño.

Las excavaciones se retomarán el próximo mes de julio

Teniendo en cuenta la importancia de los resultados obtenidos, el Concello de Porriño adelanta que los trabajos en el yacimiento se retomarán este año, previsiblemente en el mes de julio, para tratar de agotar el depósito con restos arqueológicos hasta llegar a las capas datadas en más de 300.000 años y conocerlas con mayor precisión. Ello ocupará unas tres semanas de trabajo de campo con la participación de una quincena de personas, incluidos estudiantes de la Universidad de Vigo y de otras universidades gallegas y centros universitarios de toda Europa.

Los trabajos estarán financiados por la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia y por el Concello de Porriño. “Eduardo y su equipo cuentan con el total respaldo del Concello para continuar avanzando en su hoja de ruta y puesta en valor de las Gándaras de Budiño”, concluye el alcalde.

Fuentes: farodevigo.es | lavozdegalicia.es | 22 de marzo de 2023

Nuevas claves sobre la variabilidad del comportamiento de las partidas de caza neandertales

a) Localización de Pinilla del Valle; b) vista general de la superficie excavada del nivel F; c) una columna estratigráfica extraída por Arriaza et al. ( 2017 ); d) modelo ortofotográfico del muro oeste en los cuadrados D18 y E18; f ) ortofotografía del sitio que muestra la superficie excavada del nivel F.

Abel Moclán, investigador predoctoral de la Universidad de Burgos (UBU), del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) y del Instituto De Evolución en África (IDEA), lidera un artículo publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences, en el que se ha abordado el análisis espacial de los restos faunísticos y de las herramientas líticas de la ocupación neandertal del nivel F del yacimiento madrileño del Abrigo de Navalmaíllo (Pinilla del Valle), con unos 76.000 años de antigüedad.

Los resultados obtenidos apuntan hacia la utilización reiterada del yacimiento por partidas de caza que aprovecharon este espacio de forma muy esporádica, pero muy intensa. Los neandertales abatían a sus presas (principalmente grandes bóvidos y ciervos) en las inmediaciones del yacimiento y los transportaban hasta allí, donde hacían un aprovechamiento inicial de los recursos animales para después transportar la mayor parte de los restos hasta el lugar de consumo final, donde los compartían con el resto del grupo.

Ejemplos de rehabilitaciones líticas ( a – c ) y faunísticas ( d – g ). a Adaptación de núcleo y escamas de cuarzo; b , c reacondicionamientos de escamas de cuarzo; d reacondicionamiento de fragmentos de tibia de un animal grande (un fragmento es un trozo de hueso quemado que encaja en la muesca en el plano de fractura del otro fragmento; tenga en cuenta que la escama de hueso no está completa); e reposición de dos fragmentos de diáfisis de tibia de un animal grande; f reposición de tres fragmentos de un molar perteneciente a 'Stephanorhinus hemitoechus'; tenga en cuenta que uno de los fragmentos se recuperó del nivel D; gramo reposición de dos fragmentos de mandíbula de Bos/Bison.

Desde un punto de vista espacial, este estudio resulta relevante ya que se ha podido comprobar que las sucesivas visitas de grupos neandertales han generado un patrón de distribución de restos muy poco homogéneo. La mayor parte de las actividades fueron llevadas a cabo en un área muy específica de la cavidad, la cual era probablemente la más cómoda para ser ocupada por ser la más plana y elevada.

“Ello nos demuestra que estos grupos practicaban diferentes modelos de ocupación del espacio según sus necesidades, ya que el comportamiento espacial que identificamos en Navalmaíllo no coincide con el que vemos en otros campamentos de caza de este periodo”, señala Abel Moclán (izquierda).

En este estudio han colaborado los investigadores Rosa Huguet, del IPHES de Tarragona, Belén Márquez y César Laplana, del Museo Arqueológico y Paleontológico de Alcalá de Henares, Ana Álvarez-Fernández, de la Universidad de Burgos, así como los tres codirectores del proyecto de Pinilla del Valle, Juan Luis Arsuaga, Enrique Baquedano y Alfredo Pérez González. Las excavaciones en los yacimientos de Pinilla del Valle se coordinan desde el Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid.

Fuente: cenieh.es | 24 de marzo de 2023

Identifican un nombre propio inédito en todo el Imperio Romano en una estela funeraria hallada en Granada

La estela hallada en el Museo Arqueológico de Granada. Europa Press.

En lo que parecía una jornada más, un agricultor que estaba trabajando en un cortijo del municipio granadino de Domingo Pérez se topó por casualidad con una gran piedra con inscripciones en latín. Rápidamente informó al dueño de la propiedad y este comunicó el hallazgo de la pieza a la Delegación de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía. A priori parecía una estela funeraria romana más, pero su estudio en el laboratorio ha desvelado una gran sorpresa: el texto escondía un nombre propio inédito hasta la fecha, no solo en lo que fue Hispania, sino en todos los territorios que abarcó el Imperio Romano: "Subulcus", un liberto fallecido a los 55 años.

La lápida, según explican Ángel Padilla Arroba (izquierda), y Eva Morales Rodríguez (derecha), profesores del Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Granada, se ha datado entre finales del siglo I y el siglo II d.C. en base al tipo de letra y a las fórmulas funerarias empleadas. Hecha en un bloque de piedra caliza rectangular de buena factura, con la superficie pulimentada y la parte superior suavemente redondeada, tiene unas dimensiones de 64'8 x 40 x 17 centímetros y el texto se distribuye a lo largo de 12 líneas, 11 de las cuales se conservan en buen estado —la última solo muestra el ápice de lo que pudieron ser las dos primeras letras de la misma—.

Según ha explicado la Universidad de Granada en una nota de prensa, en la inscripción, que no presenta ningún tipo de motivo ornamental, se relaciona el nombre de 6 personas, libertos de condición, con vínculos familiares entre algunos de ellos. En realidad, únicamente se menciona el nombre y la edad a la que fallecieron. Del conjunto de individuos, tres son hombres y otros tantos mujeres (Quinto Pomponio Subulco, Voconia Clara, Quinto Pomponio Clarano, Pomponia Optata, Sempronia Lalema y Pomponio Princeps). Los varones y una de las féminas pertenecen a la gens Pomponia, familia de origen plebeyo cuya presencia en el sur peninsular no está atestiguada hasta momentos relativamente tardíos.

En el mundo romano, los libertos eran antiguos esclavos que había sido liberados de su servidumbre y se habían convertido en ciudadanos libres. Sin embargo, no tenían el mismo estatus ni los mismos derechos que un ingenuo, es decir, alguien que nunca había caído en la esclavitud, y serían considerados para siempre como antiguos esclavos, recuerdan los investigadores. Su hipótesis es que esta lápida hallada en Domingo Pérez debía estar colocada en un monumento funerario de unas ciertas dimensiones, que es probable que se especificaran en la última línea perdida.

"De entre los nombres que se recogen en la estela destaca especialmente uno, 'Quintus Pomponius Subulcus'", señalan Padilla y Morales, que publicarán su estudio sobre la pieza -la cual se está restaurando en el Museo Arqueológico de Granada- en el próximo número de la revista Epigraphica, editada por la Universidad de Sassari (Italia). "Su particularidad e importancia radican en que se trata del primer testimonio documentado en todo el mundo romano del término 'Subulcus' formando parte de la onomástica de un individuo, que, en este caso, falleció a los 55 años de edad".

Dicho nombre no está recogido en ninguno de los grandes repertorios, ni en las principales bases de datos epigráficas, por lo que "se trata de un hallazgo excepcional que viene a enriquecer el ya extenso repertorio de nombres romanos documentados no solo en Hispania, sino en todo el Imperio", destacan los investigadores de la UGR.

Este término aparece recogido en las famosas Etimologías de San Isidoro de Sevilla, donde indica que hace referencia a un "pastor de cerdos", un porquero, pero hasta la fecha no había evidencias de que se también se usara como nombre propio. En la misma obra de San Isidoro figura la palabra Bubulcus, pastor de bueyes, "que sí comprobamos que está documentada en el extenso repertorio de nombres propios del mundo romano. Pero no Subulcus, del que no teníamos evidencia de que se usara como nombre propio hasta hallarlo inscrito en la estela de Domingo Pérez".

"No es que sea un grandísimo descubrimiento, pero documentar por primera vez un nombre propio romano nos hace ilusión. Las cosas como son", se congratula Padilla, que lleva 44 años dando clases en la Universidad de Granada.

"Mira que me gusta el mundo romano, pero te confieso que nunca pondría ese nombre a mi hijo, ja, ja, ja", bromea el historiador, que quizá algún día conozca a un Subulco... llamado así gracias a él.

Fuentes: elespanol.com | canarias7.es | 17 de marzo de 2023

Las runas nórdicas eran tan avanzadas como la escritura del alfabeto romano, según un nuevo estudio

Inscripciones de runas y letras de la Edad Media. El profesor Johan Bollaert ha encontrado el mismo uso de los recursos visuales en ambas inscripciones. Pero también hay diferencias entre el uso de runas e inscripciones de letras. Entre otras cosas, las runas (a la izquierda) se tallaron en rocas duras como el granito y la cuarcita, mientras que las inscripciones de letras se tallaron en rocas más blandas como el mármol y la piedra caliza.

En la Edad Media el alfabeto romano y el alfabeto rúnico convivieron juntos, si bien una nueva tesis doctoral desafía la noción de que las runas representan más una forma oral y menos aprendida de lenguaje escrito.

"'Aquí descansa el obispo Peter', es una inscripción que podría haber sido realizada en una lápida del año 1200. Algunas inscripciones podrían haberse hecho con runas, otras con letras romanas", dice Johan Bollaert (izquierda), profesor titular del Departamento de Lingüística y Estudios Escandinavos en la Universidad de Oslo el cual ha investigado el lenguaje escrito utilizado en las inscripciones públicas en Noruega desde los años 1100 al 1500. El pasado otoño defendió su tesis doctoral "Visualidad y alfabetización en la epigrafía medieval de Noruega".

Las runas no son más orales que otras inscripciones

La suposición de que las runas representan una tradición más oral se basa en la idea de que las inscripciones rúnicas están ligadas al contexto en el que se enmarcan y rara vez están en latín, el cual se asocia con una cultura académica.

"Pero el nórdico antiguo también se puede escribir, y no se escribe peor solo porque sea la lengua vernácula", dice Bollaert.

Otra razón para esa suposición puede venir derivada de que los investigadores hayan comparado las inscripciones rúnicas con los manuscritos latinos medievales.

“Creo que esto está mal, porque las inscripciones y los manuscritos tienen diferentes formas y funciones. Un manuscrito a menudo se escribe para que pueda leerse y entenderse fuera de contexto, es decir, en otros lugares y tiempos. Las lápidas, por el contrario, son hechas para ser colocadas y entendidas localmente", explica.

"Si bien es fácil escribir una oración o dos en un pergamino, se necesita tiempo y esfuerzo para tallar palabras en un trozo de piedra. Por lo tanto, el texto utilizado en las inscripciones será necesariamente más corto y simple".

Runas encontradas en Trondheim – foto de Marco Bianchi / Flickr.

Recursos visuales al usar tanto runas como letras

Lo que ha investigado Bollaert se llama epigrafía, el estudio de la lectura e interpretación de las inscripciones. Ha comparado inscripciones de letras con inscripciones rúnicas en madera, piedra y metal. Y es la primera vez que se realiza una investigación sobre inscripciones en cartas de la Edad Media en toda Noruega.

Dado que el uso del lenguaje escrito en la Edad Media tuvo lugar en gran medida en un contexto eclesiástico, la mayoría de los textos proceden de lápidas, muchas de las cuales están almacenadas en museos de Noruega. La exposición más grande se encuentra en un sótano de la Catedral de Nidaros, mientras que algunas todavía se pueden encontrar en los cementerios. También ha observado grafitis en las paredes de las iglesias.

Foto: Runas nórdicas encontradas en Nidarosdomen, Trondheim – Foto de Marco Bianchi / Flickr

Bollaert ha analizado cómo se utilizan los puntos, los espacios, las figuras y las imágenes, lo que él llama los recursos visuales de la escritura. Él argumenta que cuanto más se utilizan los recursos visuales, más avanzada es la inscripción en su forma escrita.

"La mayor diferencia entre el lenguaje oral y el escrito es que el lenguaje oral solo se puede escuchar, mientras que el escrito solo se puede ver. Por eso los aspectos visuales son tan importantes en el lenguaje escrito. Una inscripción que tenga una puntuación detallada, un diseño cuidadosamente planificado y una buena ornamentación, ofrece un mejor aprovechamiento de las posibilidades visuales de la escritura que un texto sin puntuación ni espacios", explica.

En este sentido, ha encontrado que los recursos visuales se utilizan en la misma medida en las inscripciones rúnicas que en las que involucran letras. Sin embargo, hay algunas diferencias.

Foto: Oraciones e invocaciones cristianas en inscripciones rúnicas escandinavas de la época vikinga y la Edad Media.

Las inscripciones de letras están más estandarizadas

Las runas son la forma de escritura más antigua conocida en Noruega y estuvieron en uso continuo desde los siglos II-III hasta finales de la Edad Media, e incluso hasta los siglos XV-XVI. El alfabeto romano se introdujo en Noruega al mismo tiempo que la introducción del cristianismo, reemplazando gradualmente a las runas.

Una diferencia importante entre los hallazgos de inscripciones rúnicas y de letras es que las inscripciones de letras están asociadas con ciudades y sedes episcopales, como Nidaros, Oslo, Bergen y Hamar, mientras que los hallazgos de inscripciones rúnicas también se han realizado en lugares más pequeños de todo el país. La mayoría de las inscripciones de letras se han encontrado en Trondheim.

“Las inscripciones de las letras son más estandarizadas y similares entre sí, por ejemplo, comienzan con una cruz y la expresión 'Aquí descansa'. La explicación puede ser que se produjeron en talleres afiliados a las diócesis. En cambio, las runas se hicieron localmente y hay mucha variación”, aclara Bollaert.

Foto: Runas de Noruega – Bengt A Lundberg / Riksantikvarieämbetet.

Los puntos indican espacios

Otra diferencia es el material que se utilizó. Se emplearon tipos de piedra de colores más suaves y claros para las inscripciones de letras, como el mármol y la piedra caliza, mientras que las runas se encuentran talladas en rocas duras como el granito y la cuarcita.

"En Nidaros, usaron principalmente mármol que provenía de una cantera situada aproximadamente a 70 km al norte de la ciudad. Las piedras utilizadas para las runas eran locales, tomaron lo que pudieron encontrar en la comunidad local. Sin embargo, esto no significa que las runas representasen menos conocimiento, o que se ejecutaron de manera más descuidada", continúa Bollaert.

En las inscripciones es común colocar puntos entre los caracteres en lugar de espacios. En las inscripciones de letras se usaban con mayor frecuencia dos puntos, mientras que varios puntos podían ser comunes en las inscripciones rúnicas. Cuanto más importante era una palabra, como el nombre de una persona fallecida, más puntos había después de la palabra para indicar los espacios.

Foto: Inscripciones de la era vikinga y la Edad Media muestran que las runas y las letras se usaban alternativamente. Estas son inscripciones de letras de una iglesia en Inglaterra. Foto: Elise Kleivane.

La enigmática historia de las runas

El alfabeto rúnico más antiguo constaba de 24 caracteres, y cada carácter representaba un sonido. Existe una clara similitud con los alfabetos clásicos, por lo que se supone que quienes crearon el alfabeto rúnico conocían otros alfabetos, como el romano, según la Gran Enciclopedia Noruega (SNL).

Pero, ¿quién dominó la escritura rúnica y cómo se enseñó?

Bollaert dice que en estas cuestiones no existe mucho conocimiento; las runas tienen una historia enigmática. Sin embargo, ha hecho un descubrimiento interesante que indica que se esperaba que una buena proporción de la población pudiera leer textos rúnicos. Hay dos razones para ello: la primera es que ha encontrado escrituras rúnicas inscritas en las entradas de las iglesias, a través de las cuales se movería la mayoría de la gente. La segunda razón es que las inscripciones de letras en las lápidas suelen tener una gran imagen del difunto, mientras que las inscripciones rúnicas no.

"La falta de dibujos en las inscripciones rúnicas muestra que se espera un alto grado de alfabetización, mientras que los dibujos encontrados en las inscripciones de letras pueden indicar que fueron adaptadas a personas analfabetas", dice Bollaert.

Foto: AM 28 8vo, conocido como 'Codex runicus', un manuscrito en vitela de c. 1300 que contiene uno de los textos más antiguos y mejor conservados de la Ley de Scanian (Skånske lov), escrita completamente en runas.

¿Cuál era la tradición de las lápidas?

Las lápidas con inscripciones rúnicas son una tradición que se remonta a la época proto-nórdica, mucho antes de la era vikinga.

"Antes de que se introdujera el cristianismo, las piedras se colocaban donde la gente pudiera verlas, como a lo largo de un camino, y no en el túmulo funerario. Los hombres y mujeres comunes no tenían lápidas erigidas en su memoria, pues las mismas estaban destinadas a las clases altas y otras personas que ocupaban un alto rango. Hacia finales del año 1100 se hizo más común colocar lápidas en los cementerios", dice Bollaert.

Además de la expresión "Aquí descansa", a menudo había versos de oraciones en las piedras. El trabajo y el estatus eran comunes, como hijo, obispo, señor o médico. También se mencionaban las relaciones familiares, como "la esposa de Anders". También se mencionaba, a menudo, el lugar donde vivía alguien; como "Brynjólf de Ága".

Una lápida con inscripciones de letras, procedente del monasterio de Hovedøya, data aproximadamente del año 1350. En la piedra estaba grabado: "Aquí yace Ragnhilder Husfreyja, esposa Holta Biarnar, cuya alma descansa en paz".

Bollaert precisa que Escandinavia se diferencia del resto de Europa en que no se escribió nunca ninguna fecha en las piedras. No fue hasta finales de la Edad Media que las fechas de muerte de alguien comenzaron a hacerse más comunes en Escandinavia.

"Ahora estamos trabajando en la creación de una base de datos de inscripciones rúnicas y de letras, la cual estará disponible gratuitamente en internet y espero que las inscripciones sean más conocidas", concluye Bollaert.

Fuente: Universidad de Oslo | 3 de marzo de 2023