Las primeras élites celtas heredaron el poder a través de líneas maternas, revela un análisis de ADN antiguo
Visualización de la tumba central/entierro principal del túmulo de Hochdorf en Baden-Württemberg. © Landesmuseum Württemberg, FaberCourtial; Thomas Hoppe (reconstrucción científica)La cultura celta de la Edad del Hierro prerromana en Europa occidental y central ha dejado numerosos vestigios hasta el día de hoy, entre ellos enormes túmulos y espectaculares artefactos arqueológicos. A pesar de este rico legado, mucho sobre esta civilización permanece oculto para nosotros. En colaboración entre la Oficina Estatal para la Preservación de Monumentos Históricos de Baden-Württemberg y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (MPI-EVA) de Leipzig, se han reconstruido por primera vez los genomas de individuos celtas de varios túmulos funerarios.
Dos de estos túmulos, denominados Eberdingen-Hochdorf y Asperg-Grafenbühl, y conocidos como Fürstengräber, se encuentran entre los enterramientos más ricos de la prehistoria alemana, con hallazgos de objetos de oro y elaboradas vasijas de bronce.
Un nuevo análisis genético ha revelado que los dos príncipes, enterrados en los túmulos mencionados, y situados a unos 10 kilómetros de distancia el uno del otro, estaban biológicamente relacionados. "Durante mucho tiempo se sospechaba que los dos príncipes de los túmulos de Eberdingen-Hochdorf y Asperg 'Grafenbühl' estaban emparentados", afirma Dirk Krausse (izquierda), de la Oficina Estatal para la Conservación de Monumentos Históricos, "pero sólo ahora se ha confirmado esta suposición por los nuevos análisis“.
Para los análisis actuales, se tomaron muestras de dientes y huesos del cráneo del oído interno en el MPI-EVA utilizando los métodos más modernos, y el ADN restante se secuenciócon el objetivo de reconstruir los genomas de un total de 31 individuos. Los dos enterramientos centrales destacan del resto del grupo por su estrecha relación genética.
Túmulo funerario celta Hochdorf / Enz (reconstruido).
Dos príncipes estrechamente relacionados
Después de establecer dicha relación genética entre los dos individuos, el equipo analizó todas las conexiones posibles, como hermanos, medios hermanos, abuelo y nieto, así como tío y sobrino. "Basándonos en las fechas de muerte bastante precisas, las estimaciones de su edad en el momento de la muerte y la similitud genética de los dos príncipes, sólo se plantea un escenario como tío y sobrino, más precisamente: la hermana del príncipe Hochdorf era la madre del príncipe Asperg", explica Stephan Schiffels de MPI-EVA. Además, ambos hombres estaban también entre los más altos registrados en la Alemania de la Edad del Hierro, con una altura de alrededor de 1,8 metros, lo que sugiere que es posible que se hubieran beneficiado de una buena nutrición además de compartir genes de estatura alta.
Por otro lado, se encontró otro vínculo biológico entre una mujer y un hombre que fueron enterrados en montículos separados por unos 100 kilómetros de distancia y con un siglo de diferencia. Este es un descubrimiento extremadamente raro que probablemente representa a una bisabuela y su bisnieto, dijeron los autores del estudio.
"Este resultado muestra que el poder político en esta sociedad probablemente se heredó a través de una sucesión biológica, comparable a una dinastía matrilineal. De hecho, aunque el poder lo ejercían principalmente los hombres, los ricos entierros de mujeres en la región también muestran su alto estatus", afirma Joscha Gretzinger (derecha) del MPI-EVA. Esto también está respaldado por evidencias de relaciones entre otros individuos de los dos montículos (con registros de endogamia entre primos hermanos), así como del mucho más distante montículo de Magdalenenberg, que fue construido unos 100 años antes. Gretzinger añade: "En general, parece que nos encontramos ante una amplia red entre los celtas de Baden-Württemberg, en la que el poder político se sustentaba en el parentesco biológico".
Uno de los entierros, apodado la Dama de Ditzingen-Schöckingen, cerca también del túmulo funerario Hochdorf, contenía joyas de oro. Crédito de la imagen: © Landesmuseum Württemberg, H. Zwietasch.
La herencia matrilineal del poder no era común en la Europa de la Edad del Hierro y también es relativamente rara en todo el mundo. El patrón específico que los investigadores descubrieron entre la élite celta temprana se llama organización matrilineal avunculada, que puede surgir cuando el apareamiento extramatrimonial es común y, por lo tanto, la confianza en la paternidad es baja, lo que lleva a los hombres a estar más seguros de que están genéticamente relacionados con los hijos de su hermana.
"Si un gobernante tiene hijos propios, pero también pasa el poder a los hijos de su hermana, entonces podría haber un incentivo para fusionar su linaje directo y el de su hermana, lo que luego resultaría en apareamientos entre primos hermanos a través de la línea femenina", señala el estudio.
Sin embargo, el autor Stephan Schiffels, genetista de poblaciones del Instituto Max Planck, señala. "Aunque tal interpretación es plausible,tenemos que decir que no podemos probar tal escenario a partir de los datos genéticos".
Ricos hallazgos de oro y un sombrero de corteza de abedul de Eberdingen-Hochdorf. © Landesmuseum Württemberg, P. Frankenstein/H. Zwietash
Pero, ¿cómo se relacionaban los celtas con otros habitantes de la Europa de la Edad del Hierro más allá de Baden-Württemberg? Un análisis detallado de los orígenes genéticos de este grupo revela que el mismo probablemente se encuentre en la Francia actual, pero que en aquella época estaba muy extendido por todo el sur de Alemania.
Además, varios individuos muestran un origen genético italiano, lo que también encaja bien con los objetos encontrados en las tumbas, muchos de los cuales muestran estilos mediterráneos.
Por lo tanto, el estudio es una pieza importante del rompecabezas en nuestra comprensión de la historia europea en la Edad del Hierro Media y Tardía, la cual, a diferencia de la época romana y otros períodos medievales tempranos, difícilmente puede investigarse a partir de fuentes escritas.
Fuentes: Instituto Max Planck | livescience.com | 3 de junio de 2024