Los 5 tesoros del románico español

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El Románico, considerado el primer gran estilo internacional, capitalizó las manifestaciones artísticas europeas desde el siglo XI hasta mediados del XIII. En España hizo su entrada cuando ya se había desarrollado en países como Italia y Francia, penetrando a través de las órdenes religiosas que realizaban el peregrinaje a Santiago de Compostela través del Camino. A lo largo de aquel recorrido que se convirtió en un verdadero núcleo cultural de la Edad Media han quedado, como testigos de la concepción del mundo que sirvió a una época, verdaderos tesoros que siguen en pie después de un milenio para ofrecernos sus maravillas. He aquí una recopilación de los mejores edificios del románico en España.

Catedral de San Pedro de Jaca

Interior de la Catedral de Jaca

Se trata de una de las catedrales más antiguas y significativas dentro del románico en España. Su construcción se inició en el siglo XI tras haberse convertido en capital del reino de Aragón y en sede episcopal. La Catedral de Jaca posee la característica planta basilical con tres naves que se convirtió en prototipo para otras construcciones similares. También su decoración es muy característica, destacando los bolardos, los capiteles decorados con motivos vegetales y figurados, y el ajedrezado conocido como taqueado jaqués, motivo decorativo que después se exportaría a otras construcciones como la Catedral de Zaragoza. Por desgracia, en el incendio de 1440 resultó dañada y se reconstruyó la techumbre en estilo gótico, quedando distorsionado el edificio original.

Claustro de Santo Domingo de Silos

Machón de “La duda de Santo Tomás” en el claustro de Silos

El monasterio Burgalés de Santo Domingo de Silos fue edificado ya en época visigoda. Tras quedar prácticamente abandonado en la época musulmana, será el futuro Santo Domingo quien acometa su reconstrucción y vuelta al funcionamiento. A pesar de que la iglesia y el resto del monasterio sufrieron reedificaciones y reformas, de nuevo, en el siglo XVIII, el claustro ha llegado intacto hasta nuestros días, convirtiéndose en una obra maestra del románico. Su particular belleza queda patente en las arquerías de dobles columnas que poseen las dos plantas del claustro, así como en sus capiteles historiados labrados minuciosamente y en los relieves de los machones que narran escenas de la muerte y resurrección de Cristo, como “La duda de Santo Tomás“.

San Martín de Tours

Exterior de San Martín de Tours

Este pequeño templo también se conoce con el nombre de San Martín de Frómista, por hallarse en esta localidad palentina. A pesar de que data del siglo XI, a lo largo de su historia sufrió un sinfín de modificaciones y añadidos hasta quedar el edificio original prácticamente irreconocible. En 1894, tras ser declarado Monumento Nacional, se acometió su restauración a cargo del arquitecto Aníbal Álvarez, quien devolvio el edificio a su forma original. Llama la atención, tanto en el interior como en el exterior, la rotundidad y armonía de sus formas, siendo uno de los ejemplos más puros del estilo románico, además de sus torres cilíndricas.

San Isidoro de León

Pinturas del Panteón Real de San Isidoro de León

En la ciudad de León nos encontramos con la magnífica Colegiata-Basílica de San Isidoro. El templo en sí es un gran compedio de estilos arquitectónicos que van desde el románico hasta el barroco. Sin embargo, algunas de las partes románicas que han perdurado tienen un gran valor, como es el caso del Panteón Real ubicado a los piés de la basílica. El lugar donde descansan la mayoría de los reyes de León está cubierto de una decoración mural que está considerada como una de las cimas del románico, representando las bellas pinturas los ciclos litúrgicos de la navidad, la pasión y la resurrección.

Catedral de Santiago de Compostela

Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela

Finalmente, en la última parada del camino, nos topamos con la colosal Catedral de Santiago. Este templo, uno de los más fascinantes de todo el románico y el más visitado sin duda alguna, se construyó para acoger al creciente número de peregrinos que acudían hasta el lugar después de descubrirse la tumba del apóstol. Las obras para construir la catedral tal como la conocemos actualmente fueron dirigidas por el Maestro Esteban y el Maestro Mateo, buscando un templo a la altura de la relevancia que tenía este lugar santo, y a juzgar por su monumentalidad sin duda lo consiguieron. Impresionan las dimensiones de su bóveda de cañón, pero mucho más la decoración escultórica de sus portadas: La puerta del Perdón, la de las Platerías y el Pórtico de la Gloria son testigos de la evolución desde el hieratismo de la escultura románica hasta el naturalismo del gótico.

Por: Ignacio Suárez-Zuloaga
Fuente: España Fascinante

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