De cómo 250 siberianos se convirtieron en los primeros nativos americanos

Foto: Nativos con su llama en Valle Sagrado, Cuzco, Perú. Crédito: Shutterstock

Los ancestros de todos los nativos americanos actuales llegaron a América desde Siberia a través de Alaska hace unos 23.000 años. Así lo puso de manifiesto un estudio de 2015 en el que participaba Michael Crawford (izquierda), biólogo molecular de la Universidad de Kansas, que ahora ha participado en una investigación que ha determinado el tamaño de aquel grupo fundador: apenas unas 250 personas.

Descubrir el número aproximado de esos grupos fundadores resulta clave porque determina la cantidad de diversidad genética que se transfiere a los descendientes, ha afirmado Nelson Fagundes (derecha), profesor del departamento de genética de la universidad de Rio Grande do Sul, en Brasil, y coautor del estudio que que se ha publicado en el último número de Genetics and Molecular Biology.

Esto, a su vez, podría alterar la efectividad con la que la selección natural elimina los genes malos, ha matizado Fagundes a la revista especializada Live Science: «Las poblaciones grandes tienen una selección muy eficiente, mientras que en poblaciones pequeñas, determinadas versiones de genes (los alelos) pueden diseminarse, lo que puede aumentar la susceptibilidad genética a algunas enfermedades».

«Se trata de entender cómo funciona la evolución en términos de diversidad genética», ha apuntado Crawford en Phys.Org.

Para determinar el tamaño, los investigadores seleccionaron ADN de diez nativos americanos y otros diez siberianos que representaban a varias tribus respectivamente, así como a 15 chinos. Los investigadores no incluyeron nativos americanos de América del Norte por la sencilla razón de que muchos de ellos formaron uniones con personas de migraciones posteriores, lo que haría que el grupo fundador original fuera más difícil de precisar, dijo Fagundes. De todos ellos, secuenciaron nueve regiones de ADN no codificadoras (están fuera del código genético, sin instrucciones para fabricar proteínas).

Los investigadores sabían que la variación genética dentro de cada muestra está directamente relacionada con el tamaño de su población. Este hecho, sumado a que la divergencia genética entre dos poblaciones (como la nativo americana y la siberiana) crece con el tiempo, ha permitido a estos especialistas crear modelos de simulación por ordenador basados en 100 millones de generaciones. Con ellos, conectaban todo el ADN y trabajaban «hacia atrás» con el fin de descubrir el tamaño original del grupo fundador.


Foto: pastores de renos de Siberia son fotografiados por un equipo de investigación dirigido por Michael Crawford. Crédito: Universidad de Kansas

Cada análisis reveló que sus respectivos grupos fundadores tenían entre 229 y 300 personas. Esto llevó a los investigadores a estimar en 250 personas como el tamaño de la población fundadora de nativo americanos.

"Este número es tan pequeño que habría creado un «cuello de botella genético», lo que significa que había poca variación genética asociada con la primera oleada importante de migración hacia las Américas", ha indicado Fagundes.

Sin embargo, ha pasado tanto tiempo desde que el grupo original llegó a las Américas, que los nativos americanos en su conjunto han tenido tiempo de recuperar su diversidad genética a través de nuevas mutaciones genéticas. Además, algunos nativos americanos en América del Norte formaron uniones con personas de migraciones posteriores, lo que también habría aumentado esa variedad, ha apuntado Fagundes.
"Es importante notar que el número 250 es solo una estimación", dijo Fagundes.

"Hay que tener en cuenta que es muy difícil (por no decir imposible) estimar cuántos individuos reales corresponden a esta cifra de alrededor de 250 individuos efectivos", escribió Fagundes en el correo electrónico.

Aun así, la estimación es similar a los hallazgos de otros estudios. "Este cuello de botella probablemente involucró a menos de 1.000 individuos efectivos, a pesar de que los valores más bajos (digamos entre 150-700 individuos efectivos) parecen más probables", dijo Fagundes. "Hubo algunos cálculos aún más bajos, pero nuestros datos no los respaldan".

Es importante estimar el tamaño del cuello de botella genético porque ayuda a los científicos a determinar cuántos marcadores genéticos se necesitan para capturar la diversidad genética de poblaciones de nativos americanos en estudios, así como a evaluar cuán perjudiciales o beneficiosas son las diferentes versiones de genes en esta población, dijeron los investigadores.

Los datos genéticos ilustran cómo se desarrolló la migración antigua en las Américas, dijo el co-investigador del estudio Michael Crawford.

Los nativos americanos se instalarían en un lugar nuevo y, a medida que creciera la población y, por lo tanto, la fertilidad, personas de una sola población se separarían y formarían otra población en un área vecina, dijo Crawford. "Después de 15,000 años, puedes dejarlos en Argentina", dijo Crawford en un comunicado.

Fuentes: abc.es | Live Science | 14 de mayo de 2018

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Divulgando la Historia desde 1998. Bienvenidos a la Cultura.

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