Svante Pääbo: "Estamos lejos de poder 'revivir' un neandertal"

Svante Pääbo junto a algunos fósiles en la sede del yacimiento asturiano de "El Sidrón" (Asturias). Foto: Kike Para

El genetista, que recibe este viernes el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica por sus revolucionarios trabajos en torno a los neandertales, llega hoy a Oviedo.

Cuando Svante Pääbo, director del Max Planck Institute de Antropología Evolutiva, llegue a Oviedo no será la primera vez que pise Asturias. Ya lo ha hecho en varias ocasiones con motivo de sus estudios de campo en torno a los neandertales. En septiembre de 2007 visitó el yacimiento de El Sidrón. "Cuando un niño sueña con convertirse en un peleontólogo este es el tipo de lugar que imagina", recuerda. "Está situado en un paraje natural hermosísimo. La entrada a la cueva es pequeña y escondida. Ha servido como refugio al hombre a lo largo de los siglos".

¿Cómo definiría la paleogenómica?
Como el estudio del ADN antiguo para descubrir cosas sobre la historia o la evolución de los organismos.

¿Diría que todas las respuestas a la vida están 'escritas' en el ADN?
Por supuesto que no. La historia genética de los organismos puede estudiarse también comparando secuencias de ADN.

¿Qué ha significado para la ciencia el proyecto Genoma Humano?
Ha abierto posibilidades sin precedentes para comprender la biología humana, las enfermedades, la evolución humana...

¿De qué forma ha determinado la tecnología el mundo de la genómica?
Ha sido crucial y define lo que se puede hacer en este campo. Las nuevas técnicas amplían las posibilidades de abordar nuevas preguntas.


"Los neandertales son los parientes evolutivos más próximos de todos los humanos contemporáneos. Estudiar cómo diferimos genéticamente de nuestros parientes más próximos podría permitirnos descubrir qué cambios separaban a los ancestros de los humanos actuales de todos los demás organismos del planeta. Estaríamos estudiando quizá la parte más fundamental de la historia humana". En estas reveladoras palabras, pertenecientes su libro El hombre de Neandertal Svante Pääbo (Estocolmo, 1955), resume la trascendencia de sus investigaciones. Por todo ello y, como sentencia el jurado del Princesa de Asturias (que recogerá este viernes, 19, en Oviedo), por abrir un nuevo campo de investigación, la paleogenómica, que ha hecho posible conocer la evolución reciente de numerosas especies, incluida la humana. "Particularmente relevante -precisa el jurado presidido por Pedro Miguel Echenique- es la secuenciación del genoma de los neandertales y el hallazgo de genes de estos y otros humanos extintos que forman parte del acervo genético de la humanidad y que obligan a reescribir la historia de nuestra especie".

¿Cuál sería el origen del ser humano a la luz de sus investigaciones?
Bueno, nuestro trabajo simplemente aborda aspectos de la evolución humana reciente y nuestras interacciones genéticas con otros tipos de humanos ahora extintos.

El científico sueco lanzó en 2010 el borrador del proyecto de secuenciación del genoma neandertal y tres años después publicaría su versión definitiva. Mientras trabajaba en el proyecto descubrió, a través de restos procedentes de Siberia, un nuevo tipo de homínido desconocido hasta el momento llamado 'denisovano'. Demostró que contribuyeron en un 5% al genoma de los actuales habitantes de Australia y otras zonas de Oceanía.

¿Qué características tenían los denisovanos?
Que vivieron en Asia y que eran parientes lejanos de los neandertales.

¿Qué capítulo de la historia del hombre habría que volver a escribir tras sus investigaciones?
Ahora sabemos que los humanos modernos se mezclaron con los neandertales y los denisovanos.

Reconoce el biólogo que aún existen muchas lagunas a la hora de conocer y reconocer los detalles de la larga historia de la evolución humana: "La población ancestral es todavía muy misteriosa para nosotros, aunque creamos que vivía en África y que algunos de sus descendientes acabaron dejando África para convertirse en los ancestros de los neandertales. Los que se quedaron atrás habrían de convertirse en los ancestros de las personas que viven hoy. Calcular cuándo se separaron estos dos grupos utilizando diferencias en las secuencias de ADN es una propuesta difícil, mucho más que calcular el tiempo en que las secuencias de ADN compartieron ancestros comunes".

¿Qué conserva el hombre actual de neandertal?
Aproximadamente un 40% del genoma neandertal existe en la población actual, en diferentes piezas, portadas por gente distinta. Si tus orígenes genéticos están fuera de África, portas un 2% del genoma neandertal. Algunas de las variantes genéticas que proceden de los neandertales han ayudado a los humanos modernos a adaptarse a patógenos y otros factores medioambientales, muchas no tienen ninguna función y otras predisponen a desarrollar enfermedades.

La llamada muchedumbre de reemplazamiento da, según Pääbo, algunas claves de este mestizaje: "La muchedumbre de reemplazamiento se encontró y se emparejó con neandertales en algún lugar de Oriente Medio y criaron a los hijos nacidos de esas uniones. Estos hijos, en parte humanos modernos en parte neandertales, se convirtieron en miembros de la muchedumbre de reemplazamiento, portando el ADN de los neandertales y de sus descendientes como una especie de fósil interno. Hoy, estos neandertales internos han alcanzado incluso el extremo sur de Suramérica, Tierra de Fuego y la Isla de Pascua. Los neandertales continúan viviendo en muchos de nosotros hoy".

¿Qué yacimiento de los conocidos aporta más información para conocer la historia del hombre?
Realmente es la panorámica completa de todos los yacimientos arqueológicos la que ayuda a reconstruir lo que ocurrió en el pasado, no un solo lugar.

¿Atapuerca ha sido importante para su investigación?
Sí. De Atapuerca procede el ADN homínido más antiguo que hemos encontrado, con 430.000 años de antigüedad. Viene de la Sima de los Huesos y resultó ser de un grupo de personas que eran ancestros tempranos del Neandertal.

¿Qué secretos nos guarda aún el permafrost?
Si encontráramos homínidos tempranos en el permafrost, podemos esperar secuenciar sus genomas... Pero hasta ahora nadie ha encontrado ningún homínido extinto en el permafrost. Para la evolución de los animales como los mamuts o los caballos, y para las plantas, el permafrost es muy útil. La preservación del ADN es excepcionalmente buena allí.



Como reconoce Pääbo en El hombre de Neandertal (Alianza) haciendo referencia a los registros fósiles, los neandertales aparecieron entre hace 300.000 y 400.000 años y existieron hasta hace unos 30.000. A lo largo de su existencia su tecnología no cambió mucho. Produjeron una tecnología muy parecida a lo largo de su historia, una historia, precisa el investigador, que ha sido tres o cuatro veces más larga que la de los humanos modernos: "Solo muy al final de su historia, cuando pudieron haber entrado en contacto con los humanos modernos, su tecnología sí cambió en algunas regiones".


Usted ha reconocido que "revivir" un ser humano neandertal es imposible desde el punto de vista ético. ¿Qué reparos habría desde el punto de vista científico?
No conocemos la secuencia de ADN exacta en partes repetidas del genoma en genomas antiguos (y la mayoría de los actuales), así que no podríamos hacerlo ni aunque mejorasen las técnicas para reconstruir los genomas antiguos en todos sus detalles. Además, estamos aún lejos de tener las técnicas para introducir miles de cambios de manera fiable en un genoma.

¿Qué opinión le merece la concesión del Premio Príncipe de Asturias?
Me siento muy honrado. Es una lección de humildad, especialmente cuando contemplo el elenco de distinguidos científicos que lo han recibido con anterioridad. El premio no es sólo un reconocimiento hacia mi persona, también lo es para los muchos estudiantes y científicos que, con su duro y a veces frustrante trabajo, han hecho posible recuperar genomas de organismos extintos o hace mucho tiempo fallecidos.

Fuente: elcultural.com | 16 de octubre de 2018

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Divulgando la Historia desde 1998. Bienvenidos a la Cultura.

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