Mostrando entradas con la etiqueta Arqueologia. Mostrar todas las entradas

Descubren en Jerusalén un 'recibo' en piedra de 2.000 años de antigüedad

Recibo en piedra localizado durante las excavaciones llevadas a cabo en la Ciudad de David. Eliyahu Yanai, Ciudad de David.

El conocido como Camino de Peregrinación, un lugar considerado como la principal vía de peregrinaje hacia la ciudad de Jerusalén, en la Ciudad de David (posiblemente el núcleo original de la ciudad), ha sido testigo de un sorprendente hallazgo: una tablilla de piedra de 2.000 años de antigüedad que, según comunican los arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA), podría tratarse de una especie de "recibo" de pago. Se trata de un descubrimiento excepcional, ya que esta tablilla ofrece una visión extraordinaria sobre de la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad en ese lejano período.

En un artículo publicado en la revista arqueológica Atiqot, el director de la excavación, Nahshon Szanton, y la epigrafista Esther Eshel, de la Universidad de Bar Ilan, desvelaron que la inscripción fue tallada con una herramienta afilada. También dicen que la tablilla, tallada en piedra caliza (qirton), al parecer en algún momento fue utilizada como osario (cofre para contener los huesos del difunto).

Una vista del Camino de Peregrinación en el Parque Nacional de la Ciudad de David. El camino está siendo todavía excavado. 28 de diciembre de 2022. (Maya Margit/The Media Line)

¿UN RECIBO COMERCIAL?

En esta tablilla se observan siete líneas parcialmente conservadas en las que pueden leerse varios nombres en hebreo, así como diversas letras y números. El nombre "Shimon" aparece al final de una línea, seguido de la letra hebrea "mem". Las otras líneas contienen símbolos que representan números, algunos de los cuales van acompañados de la letra hebrea "mem" o la letra "resh", abreviaturas de "dinero" y "cuartos", respectivamente.

"La vida cotidiana de los habitantes de Jerusalén que residían aquí hace dos mil años se expresa en este objeto tan simple. Los recibos también se usaron en el pasado con fines comerciales, y que este recibo haya llegado hasta nosotros es un hallazgo raro y gratificante", han declarado sus descubridores. Y es que el Camino de Peregrinación de Jerusalén también fue una importante y bulliciosa calle comercial.

Esta singular tablilla ha sido recuperada en un túnel donde, en el siglo XIX, excavaron los arqueólogos británicos Frederick Bliss y Archibald Dickie. Aunque la tablilla fue descubierta fuera de contexto, finalmente pudo datarse hacia el período romano temprano (37 a. C. a 70 d. C.), al final del período del Segundo Templo. Para lograrlo, los investigadores se basaron en las características de la escritura, el tipo de piedra y su parecido con otras inscripciones contemporáneas.

Los arqueólogos durante los trabajos de excavación en el túnel de la Cidad de David donde se ha hallado la tablilla de piedra. Kobi Harati, Ciudad de David.

PROYECTO INSIGNIA

"La combinación del espacio arquitectónico y tangible de las enormes piedras pavimentadas de la plaza que fueron preservadas en el lugar y el descubrimiento de pequeños hallazgos en esta zona, como una tabla de medir volúmenes y esta nueva inscripción, nos permiten reconstruir partes del increíblemente único rompecabezas arqueológico en uno de los centros más vibrantes de la antigua Jerusalén. Cada pequeño fragmento es una fuente de información, y, ciertamente, una inscripción antigua añade una nueva y fascinante dimensión a la historia de la ciudad", manifiestan con convicción Szanton y Eshel.

Eli Escosido, director de la Autoridad de Antigüedades de Israel, ha descrito las excavaciones en el Camino de Peregrinación como el "proyecto insignia" de la institución. "Los muchos descubrimientos que se están revelando en la excavación arrojan luz sobre la centralidad de este camino incluso durante el período del Segundo Templo. Con cada descubrimiento, nuestra comprensión del área se profundiza, revelando el papel fundamental de esta calle en la vida cotidiana de los habitantes de Jerusalén hace dos mil años", concluye el arqueólogo.

Fuentes: nationalgeographic.com.es | unidosxisrael.org| 19 de mayo de 2023

Descubren grabados en piedra planos para trampas de caza (cometas del desierto) identificadas en Jordania y Arabia Saudita

Monolito descubierto en el sitio de Jibal al-Khashabiyeh en el desierto de Jordania y escaneos en 3D que revelan los grabados con mayor detalle.

Se las conoce como “cometas del desierto”, y son megatrampas hechas por humanos que datan de hace al menos 8.000 años. Estas estructuras son tan gigantescas que es imposible apreciarlas a simple vista en los desiertos de Jordania y Arabia Saudita. Las cometas del desierto son tan grandes que solo fueron vistas desde el aire en la década de 1920 y luego captadas por imágenes satelitales.

El equipo de investigación cree que se construyeron en Oriente Medio y Asia Central, a menudo lejos de los asentamientos humanos, lo que sugiere una estrategia de caza sofisticada basada en capturar un mayor número de animales, lo que proporcionaría, a su vez, poder disponer de abundante carne, así como materiales para herramientas y ropa, tales como cuernos, pelo y piel.

Los arqueólogos de la Universidad de Lyon, sin embargo, encontraron otra opción para captar estas imponentes construcciones de piedra. Fue gracias al excepcional descubrimiento de los planos arquitectónicos a escala más antiguos conocidos, según explican en un artículo publicado en la revista PLOS ONE.

Una imagen aérea de una trampa, o "cometa del desierto", en Harrat al-Shaam, Jordania. Las enormes estructuras neolíticas fueron diseñadas para capturar manadas de animales. Barcaza Olivier / Proyecto Globalkites.

Un arqueólogo, junto a una de las trampas situadas en el desierto de Jordania. PLOS ONE.

Grabados de extrema precisión

“Es notable la extrema precisión de estos grabados, que representan gigantescas estructuras de piedra del Neolítico, cuyo diseño completo es imposible de captar sin verlo desde el aire o sin ser su arquitecto. Revelan un dominio muy preciso de la percepción del espacio que hasta ahora nunca había sido observado en un contexto tan temprano”, escriben los investigadores.

Las cometas del desierto fueron vistas por primera vez desde aviones en la década de 1920. Son estructuras arqueológicas sofisticadas formadas por muros de hasta cinco kilómetros de largo que convergen en un recinto bordeado por fosas. Su función era la de atrapar animales.

Fotografías detalladas de la superficie de piedra grabada de Jibal al-Khashabiyeh, Jordania. Las vistas en detalle enfatizan las diversas técnicas utilizadas para el grabado de cometas. Las imágenes de la izquierda están rotuladas, indicando su posición en el monolito grabado, tal como se muestra a la derecha.

El equipo, dirigido por el arqueólogo Rémy Crassard (izquierda), ha descubierto dos grabados que representan cometas. Uno está en Jordania, en el área de Jibal al-Khasabiyeh, que tiene ocho cometas. Cerca de allí apareció una piedra con una representación de estrellas y líneas de 80 centímetros de largo y 32 de ancho que fue tallada con herramientas hace unos 7.000 años.

La otra, situada en Jebel az-Zilliyat, en Arabia Saudita, tiene dos pares de cometas visibles a 3,5 kilómetros de distancia. Aquí se excavó un enorme grabado que medía 382 centímetros de largo y 235 de ancho. Según los expertos, la representación, que es de hace unos 8.000 años, fue picoteada en lugar de tallada, posiblemente con picos de mano.

Ubicación de la roca grabada en el Wadi az-Zilliyat, Arabia Saudita. (A) Vista general del Wadi az-Zilliyat, desde el noreste; el círculo blanco muestra la ubicación exacta de la roca grabada. (B) Vista general de los cantos rodados derrumbados desde el sureste; el círculo blanco indica la posición del grabado. (C) Vista general de la ubicación de la roca grabada (círculo blanco) entre los cantos rodados colapsados, desde el este. (D) El canto rodado grabado tal como se descubrió durante el levantamiento del mismo visto desde el norte.

Los constructores habrían necesitado esquemas como estos, dicen los investigadores, ya que todo el diseño es imposible de captar sin verlo desde el aire. “Hasta ahora, la evidencia de planos de grandes estructuras se ha visto en representaciones aproximadas, pero estos diseños son extremadamente precisos”, indican. Las cometas del desierto y sus planos correspondientes son anteriores al monumento megalítico de Stonehenge, en Gran Bretaña, en unos 4.000 años.

Aunque las construcciones humanas han modificado los espacios naturales durante milenios, pocos planos o mapas son anteriores al período de las civilizaciones alfabetizadas de Mesopotamia y el Antiguo Egipto, dicen los autores del estudio. "La capacidad de transponer un gran espacio a una pequeña superficie bidimensional representa un hito en el comportamiento inteligente", aducen los investigadores.

Comparación de los diseños de cometas representados en los grabados con los planos de vista superior de cometas del desierto vecinas en Jibal al-Khashabiyeh, Jordania y Jebel az-Zilliyat, Arabia Saudita. (A) Comparación del diseño de la cometa representado en el monolito grabado (izquierda) con los planos de vista superior de las cuatro cometas mejor conservadas identificadas en Jibal al-Khashabiyeh (derecha). La línea punteada roja es la forma del grabado de la cometa que se utiliza para la superposición en los mapas de cometas del desierto. (B) Comparación del grabado de cometas encontrado en Jebel az-Zilliyat (izquierda) con planos de vista superior de las cuatro cometas del desierto vecinas (derecha). Las zonas grises son áreas destruidas o reutilizadas, después del período de uso de la cometa.

“Parece, por tanto, que los cazadores constructores de cometas sabían cómo utilizar una técnica topográfica, aún desconocida para nosotros, que involucraba tener nociones de medición e incluso cálculo. Esto tiende a cuestionar la idea de que una sociedad alfabetizada compleja es una condición necesaria para la elaboración de mapas o planos”, concluyen.

Las cometas del desierto, que pueden llegar a medir como dos campos de fútbol juntos, se encuentran principalmente en Medio Oriente y Asia Central y funcionaron como corrales o trampas para animales. Los cazadores conducían animales, como las gacelas, hacia estas megaestructuras a través de un pasaje largo y estrecho, haciéndolos más fáciles de capturar.

Crassard y su equipo compararon los diagramas de las rocas con docenas de planos de cometas conocidos. Así encontraron que el grabado de Jordania era similar a una megaestructura ubicada a 2,3 kilómetros de distancia, mientras que el de Arabia Saudita era parecido a una cometa a 16,3 kilómetros.

Rocas derrumbadas en Jebel az-Zilliyat, Arabia Saudita, donde se han descubierto dos grabados de cometas del desierto. Remy Crassard / Plos.org

Fuentes: lavanguardia.com | nbcnewus.com | 18 de mayo de 2023

Hallan en Pompeya a dos víctimas más de la erupción del Vesubio, además de cerámica, monedas y esqueletos de mulas

El director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, observa, junto a una arqueóloga, uno de los dos cadáveres hallados.

Pompeya acaba de sacar a la luz otra escena más de la tragedia que asoló a la antigua ciudad romana en 79 d.C. Los arqueólogos han descubierto en la llamada casa de los Amantes Castos los cuerpos de dos víctimas más del Vesubio. Pero estos dos individuos, varones de al menos 55 años, no fueron abrasados por los flujos piroclásticos o la nube de ceniza que escupió el volcán, sino por los efectos de un terremoto que acompañó a la erupción: los hombres fueron aplastados por el derrumbe de uno de los muros del edificio, en una zona de la vivienda en desuso en el momento del desastre, probablemente por reformas o reparaciones donde habían tratado de buscar refugio. El esqueleto de uno de ellos levanta un brazo como tratando de protegerse de las piedras que se le vinieron encima.

El hallazgo, anunciado este martes por del Parque Arqueológico de Pompeya y que cuenta con un artículo científico publicado en el Pompeii E-Journal, aporta más detalles sobre las consecuencias de la erupción del Vesubio: sus habitantes no solo fallecieron a causa de los lapilli o pequeños fragmentos de lava, la ceniza y los gases calientes que desprendió el volcán, sino también por los derrumbes que se registraron como consecuencia de los movimientos sísmicos asociados a la explosión.

Una de las víctimas del Vesubio y la estancia en la 'domus' de los Amantes Castos donde se ha descubierto los esqueletos de los fallecidos a consecuencia del terremoto que siguió a la erupción del Vesubio. Foto: Parque Arqueológico de Pompeya.

Los investigadores han explicado en un comunicado que estas dos últimas víctimas han salido a la luz durante unas obras de restauración en la domus de los Amantes Castos, en la Regio IX. Los cuerpos se documentaron tumbados de lado y, según los primeros análisis antropológicos, ambos individuos murieron probablemente a causa de múltiples traumatismos provocados por el derrumbe de algunas paredes de la construcción. El momento exacto del colapso de las paredes, según valoran, habría sido "entre la fase final de sedimentación del lapilli y antes de la llegada de las corrientes piroclásticas que enterraron definitivamente Pompeya".

La otra víctima hallada.

En las excavaciones, durante la extracción de las vértebras cervicales y el cráneo de uno de los individuos, los arqueólogos identificaron restos de material orgánicos, seguramente un trozo de tela, y cinco elementos de pasta de vidrio como cuentas de un collar. También aparecieron seis monedas: un denario de plata de mediados del siglo II a.C., otro del reinado de Vespasiano, y dos sestercios, un as y un cuadrante de bronce, también acuñados en época del citado emperador.

Gabriel Zuchtriegel (izquierda), director del Parque Arqueológico, ha señalado que "las modernas técnicas de excavación nos ayudan a comprender mejor el infierno que destruyó por completo la ciudad de Pompeya en dos días, matando a muchos habitantes: niños, mujeres y hombres. Con análisis y metodologías podemos acercarnos a los últimos momentos de quienes perdieron su vida".

En la estancia donde yacían los cuerpos, que podría tratarse de una zona de servicio, también se han hallado diversos objetos, como un ánfora vertical y una colección de vasijas y cuencos apilados sobre los muros. Los arqueólogos han podido documentar los daños sufridos por las paredes como resultado del terremoto: la situada en el sur de la habitación se derrumbó en parte y golpeó a uno de los hombres, mientras que la sección superior del tabique oeste se desprendió y sepultó al otro individuo.

Restos de cerámica hallada en Casa de los Amantes Castos.

Foto: Una vista de la Casa de los Amante Castos.

"El hallazgo de los restos de dos pompeyanos que tuvo lugar en el contexto de unas obras en la ínsula de los Castos Amantes demuestra cuánto queda por descubrir sobre la terrible erupción de 79 d.C. y confirma la oportunidad de continuar la investigación científica y actividades de excavación", ha destacado por su parte el ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano (derecha). "El yacimiento -ha añadido- es un inmenso laboratorio arqueológico que ha recuperado fuerza en los últimos años, asombrando al mundo con los continuos descubrimientos sacados a la luz y demostrando la excelencia italiana en este sector".

La ínsula de los Castos Amantes está integrada por varias viviendas y una panadería. En el momento de la erupción se encontraba en reparación, como muestran los trabajos para arreglar las instalaciones del agua y la redecoración de la gran sala de la casa de los Pintores, donde se han documentado dibujos preparatorios.

Foto: Escena del beso lánguido de la Casa de los Amantes Castos.

El conjunto lleva su nombre de la decoración de un triclinio con pinturas que representan banquetes en varios momentos del año y el intercambio de un beso lánguido entre dos amantes. En el establo contiguo a la panadería se han hallado esqueletos de mulas utilizadas para cargar y moler trigo en un molino.

Fuente: elespanol.com | youmedia.fanpage.it | 16 de mayo de 2023

Descubren tres huellas fósiles de 'Homo heidelbergensis', entre otras de elefantes prehistóricos, en Schöningen (Alemania)

Huellas fósiles en complejo paleolítico de Schöningen, Alemania.

En un estudio publicado hoy en la revista Quaternary Science Reviews, un equipo de investigación internacional dirigido por científicos de la Universidad de Tübingen y el Centro Senckenberg para la Evolución Humana y el Paleoambiente se presenta las primeras huellas humanas conocidas en Alemania. Dichas huellas se descubrieron en el complejo de sitios paleolíticos de Schöningen de aproximadamente 300.000 años de antigüedad en la Baja Sajonia y presumiblemente pertenecen a un Homo heidelbergensis. Están rodeadas por otras huellas de animales y, en conjunto, presentan una imagen del ecosistema en ese momento. El proyecto deinvestigación está financiado por el Ministerio de Ciencia y Cultura de Baja Sajonia y la Universidad de Tübingen.

En un bosque abierto de abedules y pinos con un sotobosque de hierbas se encuentra un lago de unos pocos kilómetros de largo y varios cientos de metros de ancho. En sus orillas fangosas, manadas de elefantes, rinocerontes y ungulados artiodáctilos se reunían para beber o bañarse. En medio de este paisaje se encontraba una pequeña familia de "gente de Heidelberg", una especie humana extinta hace mucho tiempo.

Así es como podría haberse visto en Schöningen hace unos 300.000 años.

"Así es como podría haber sido Schöningen en la Baja Sajonia hace 300.000 años", explica el autor principal del estudio recientemente publicado, el Dr. Flavio Altamura, miembro del Centro Senckenberg para la Evolución Humana y el Paleoambiente de la Universidad de Tübingen. (SHEP), y continúa: “Por primera vez, llevamos a cabo una investigación detallada de las huellas fósiles de dos sitios en Schöningen. Estas huellas, junto con información de análisis de sedimentos, de arqueología, paleontología y paleobotánicos, nos brindan información sobre el paleoambiente y los mamíferos que alguna vez vivieron en esta área. Entre las huellas hay tres que coinciden con las huellas de los homínidos. Con una antigüedad de unos 300.000 años, son las huellas humanas más antiguas conocidas en Alemania y probablemente fueron dejadas por un 'Homo heidelbergensis'".

Posible huella de homínido descubierta en Schöningen.

Los científicos atribuyen dos de las tres huellas humanas en Schöningen a individuos jóvenes que usaron el lago y sus recursos en un pequeño grupo de edades mixtas. “Dependiendo de la temporada, plantas, frutas, hojas, brotes y hongos estaban disponibles alrededor del lago. Nuestros hallazgos confirman que la especie humana extinta habitaba en las orillas de lagos o ríos con aguas poco profundas. Esto también se sabe de otros sitios del Pleistoceno Inferior y Medio con huellas de homínidos”, dice Altamura.

Los arqueólogos Flavio Altamura y Jordi Serangeli en Schöningen, en una foto de Karl-Heinz Dube.

Las diversas pistas en Schöningen ofrecen una instantánea de la vida diaria de una familia y pueden proporcionar información sobre el comportamiento y la composición social de los grupos de homínidos, así como las interacciones espaciales y la coexistencia con manadas de elefantes y otros mamíferos más pequeños, según el estudio.Según las huellas, incluidas las de niños y jóvenes, probablemente se trataba de una salida familiar más que de un grupo de cazadores adultos”, resume el arqueólogo y experto en huellas fósiles.

Además de las huellas humanas, el equipo analizó una serie de huellas de elefantes atribuibles a la especie extinta Palaeoloxodon antiquus, un elefante de colmillos rectos que era el animal terrestre más grande de la época, y en la cual los toros adultos alcanzaban un peso corporal de hasta 13 toneladas.

Huella de elefante fósil en Schöningen con fragmentos de madera en el relleno de la misma.

“Las huellas de elefante que descubrimos en Schöningen alcanzan una impresionante longitud de 55 centímetros. En algunos casos, también encontramos fragmentos de madera en las huellas que los animales empujaron en el suelo, en ese momento aún blando”, explica el Dr. Jordi Serangeli, supervisor de excavación en Schöningen, y agrega: “También hay una huella de un rinoceronte, 'Stephanorhinus kirchbergensis' o 'Stephanorhinus hemitoechus', que es la primera de cualquiera de estas especies del Pleistoceno que se haya encontrado en Europa”.

La huella de un rinoceronte -Stephanorhinus kirchbergensis o Stephanorhinus hemitoechus- es la primera de esta especie del Pleistoceno hallada en Europa.

Fuente: uni-tuebingen.de | 11 de mayo de 2023

¿Cuándo empezó la guerra? Esto es lo que dice la arqueología

Cadáveres en el barro, caídos en la batalla de la Edad del Bronce en el valle de Tollense (Alemania). Foto: S. Sauer.

A finales de la Edad del Bronce, hacia el año 1250 a.C., un numeroso grupo de individuos apareció en el valle del río Tollense, en el nordeste de Alemania, y se enzarzó en una batalla campal de dimensiones colosales, la primera en la historia de Europa, con una comunidad local. En total, se calcula que en la lucha participaron unos 4.000 guerreros. Iban pertrechados con hachas de bronce, garrotes de madera con forma de bate de béisbol, arcos y flechas, lanzas y quizá cuchillos o espadas. Y lo que resulta más sorprendente: los atacantes tenían una procedencia meridional, de zonas como Bohemia, en la actual República Checa, a unos 500 kilómetros de distancia del escenario del combate.

El relato de esta batalla no aparece en ninguna inscripción o fuente antigua. Se conoce gracias a la arqueología. El Tollense llevaba décadas escupiendo objetos de la Edad del Bronce, pero no fue hasta 2008 cuando dos investigadores alemanes registraron sistemáticamente la zona y empezaron a descubrir armas, pertrechos varios, estructuras de madera y restos humanos: 12.000 huesos pertenecientes a unos 140 individuos con numerosos traumas perimortem, como flechas de sílex incrustadas, heridas perforantes causadas por puntas de bronce o cráneos partidos.

Foto: Punta de flecha de bronce clavada en un cráneo. Fuente: Picture Alliance / Dpa

Fue un hallazgo revolucionario: demostró que en el I milenio a.C., además de razias y duelos singulares, hubo otra modalidad de violencia colectiva, las batallas campales. "Tendemos a imaginarnos el mundo de la prehistoria como una multitud de pequeñas comunidades aisladas y poco conectadas entre sí, excepto por el comercio. Pero la batalla de Tollense nos habla de un conflicto que hoy llamaríamos internacional, en el que participaron grandes coaliciones y en el que se vio inmerso un territorio no menor al de las guerras del siglo XVI o XVII", escribe Alfredo González Ruibal (izquierda), arqueólogo en el Instituto de Ciencias del CSIC, en su nuevo libro Tierra arrasada: un viaje por la violencia del Paleolítico al siglo XXI (Crítica).

Conflictos, masacres, asedios, fosas comunes, destrucción de ciudades, sacrificios, genocidios, cabezas cortadas y todo tipo de horrores desde el Paleolítico hasta la actual guerra de Ucrania pueblan las páginas de este libro empíricamente terrorífico, cuyo objetivo reside en entender por qué los seres humanos se han masacrado unos a otros durante miles de años. Y lo que ofrece la arqueología es una visión íntima y cotidiana de la violencia, la experiencia humana de los guerreros, como los soldados que murieron en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, y de los civiles, como los rebeldes de Tell Brak, una de las ciudades más antiguas de Oriente Próximo, cuya revuelta contra la élite fue sofocada con sangre hace unos 4.000 años.

"La intimidad que revela la arqueología es también la de la violencia más sórdida: la descripción de una fosa común sirve de antídoto contra cualquier romantización de la guerra, contra los relatos épicos con olor a naftalina que vuelven a estar hoy de moda", sentencia González Ruibal, que se aleja de las teorías extremistas sobre la historia de la violencia —ni salvajismo inmutable ni progresivamente domado por el proceso civilizador, como defiende Steven Pinker—.

Violencia y política

El arqueólogo asegura que la brutalidad extrema existe en los grupos humanos independientemente de su forma de organización social y el periodo histórico, pero resulta excepcional, no es la norma. Hay diversos factores que la azuzan, desde los climáticos a los ideológicos. "Si la violencia extrema o la guerra ilimitada fueran el orden normal de las cosas en todas las sociedades o en las sociedades preestatales, el número de fosas comunes y sitios devastados por la guerra sería constante. Y no es así", defiende.

El ejemplo más antiguo de violencia interpersonal, letal y deliberada conocido hasta el momento se ha hallado en la Sima de los Huesos de Atapuerca (izquierda): un cráneo de hace 430.000 años con dos lesiones contusas perimortem en la parte frontal. La guerra como tal, recuerda González Ruibal, no empezó hasta el IV milenio a.C., cuando surgió una forma de violencia colectiva que se distinguía por sus ritos, instituciones, tácticas, estrategias y cultura material, como las armas diseñadas específicamente para el combate. Ingredientes que embellecieron y sublimaron el acto de matar.

Antes, en el Neolítico, hubo agresiones, razias y masacres entre distintas comunidades de cazadores-recolectores y agricultores, como la documentada en Jebel Sahaba, en Sudán: más de una veintena de hombres y mujeres de todas las edades enterrados en la necrópolis murieron de forma violenta hace unos 13.400 años. Y sociedades que acabaron colapsando en medio de un baño de sangre, como le sucedió hacia 5000 a.C. a la cultura de la Cerámica de Bandas o LBK por sus siglas en inglés, desarrollada en el centro y norte de Europa.

Enterramiento doble en Jebel Sahaba. Los lápices indican los artefactos líticos asociados. Wendorf Archives / British Museum.

Un fenómeno interesante que se aborda en el ensayo es el momento de la aparición de la violencia extrema. Puede darse a rebufo del colapso de un sistema político, cuando desaparecen los límites sociales impuestos a la guerra o se desatan tensiones que llevaban tiempo reprimidas; o con el nacimiento de nuevos regímenes, sobre todo cuando otorgan al soberano un mayor poder y lo convierten en figura divina. Esto ocurrió, por ejemplo, en el Egipto de la primera dinastía faraónica o en el primer estado chino fundado por Wu Ding, donde se practicó de forma masiva el sacrificio funerario.

La obra de Alfredo González Ruibal, experto en la arqueología de conflicto, sobre todo de la Guerra Civil española —aunque su primera excavación fue en Alesia, el lugar donde Julio César cosechó una de sus victorias más asombrosas y puso fin a la guerra de las Galias—, está plagada de historias estremecedoras de todas las épocas. Podríamos enumerar en este artículo multitud de ellas, pero es mejor leer el libro completo, acompañar al autor por esos episodios repetidos de violencia en los que siempre aparecen otras víctimas: mujeres y niños. "Para mí la arqueología es ante todo un ejercicio de compasión (...) una forma de sentir con el otro, aquel a quien nunca hemos conocido, de quien nos separan décadas, siglos o milenios", confiesa.

Reconstrucción de las defensas romanas en Alesia, actual Museo Alesia.

Y cierra: "La arqueología de la violencia nos acerca al pasado mucho más que cualquier otra porque no es necesaria traducción alguna". Los arqueólogos hacen hablar a los esqueletos. "Tierra Arrasada: un viaje por la violencia del Paleolítico al siglo XXI" muestra ese trabajo detectivesco y la historia de la humanidad a través de uno de sus principales componentes, la violencia.

Fuente: elespanol.com | 10 de mayo de 2023

Hallan un esqueleto humano que puede tener unos 12.000 años en la zona central de Brasil

Esqueleto con todas las partes del cuerpo — Foto: Reproducción/TV Anhanguera.

Un equipo de arqueólogos brasileños ha anunciado el hallazgo de un fósil humano en el estado de Goias, la zona central del país, el cual puede tener cerca de 12.000 años, aunque su antigüedad aún debe ser confirmada.

Se trata de un esqueleto casi completo, descubierto a dos metros de profundidad en unas excavaciones realizadas en el complejo arqueológico de la localidad de Serranópolis.

Julio Cezar Rubin de Rubin (izquierda), de la Universidad Pontificia de Goias y jefe del equipo responsable de la investigación, dijo que los exámenes iniciales sugieren que el esqueleto tiene entre 11.700 y 11.900 años, aunque aclaró que esa información deberá ser confirmada por análisis que serán realizados posteriormente.

Rubin explicó que "la primera evidencia del esqueleto se encontró en octubre de 2022, pero los restos solo fueron excavados cinco meses después, en marzo de este año, en un lugar próximo a una zona arqueológica en la que, en 1986, fueron hallados fósiles humanos con una antigüedad calculada en unos 11.000 años".

Según el arqueólogo, "tras este nuevo hallazgo, la investigación en Serranópolis continuará, pues en el sitio en que apareció el esqueleto aún aún queda por lo menos un metro por excavar".

Sitio de hallazgo en Brasil de fósil humano. Foto de TV Anhanguera

El fósil humano mas antiguo que se conoce en Brasil, conocido como Luzia (derecha), fue encontrado en 1975 en el estado de Minas Gerais, vecino a Goias. Esos restos han sido datados en 12.500 años y estaban expuestos en el Museo Nacional de Brasil, situado en Río de Janeiro, pero en 2018 fue parcialmente destruido por un incendio.

El esqueleto de Luzia fue una de las piezas afectadas por las llamas, pero los responsables del museo lograron restaurar parte de los restos, entre ellos el cráneo de la mujer que, hasta ahora, es considerada la habitante más antigua de Brasil.

Fuentes: diariodesevilla.es | g1.globo.com | 9 de mayo de 2023

Hallan una calzada y una aldea del Neolítico bajo las aguas de una isla en Croacia

Un arqueólogo excava en el camino neolítico sumergido descubierto en Croacia. Universidad de Zadar.

Bajo las aguas de la isla de Korčula, en Croacia, que originalmente formaba parte del continente, se extiende el yacimiento neolítico de Soline, que se asocia con la conocida como cultura Hvar, o Hvar-Lisičići, una cultura neolítica que floreció en la costa oriental del Adriático y que debe su nombre a la cercana isla de Hvar, la más larga del mar Adriático.

En este lugar, un equipo de arqueólogos submarinos descubrió, bajo espesas capas de lodo marino, los restos de lo que parecía una calzada de unos cuatro metros de ancho formada por losas de piedra, cuidadosamente dispuestas, que una vez conectó el yacimiento con la actual tierra firme.

Detalle de la costa de la isla Korčula.

Los arqueólogos subacuáticos de la Universidad de Zadar.

UN CAMINO DE SIETE MIL AÑOS

Gracias al análisis por radiocarbono realizado en los restos de madera que ya habían sido descubiertos durante la campaña arqueológica del año pasado, los investigadores han podido datar este asentamiento hacia el año 4900 a.C., lo que significa que quienes transitaron por la misteriosa vía lo hicieron hace casi 7.000 años.

En el proyecto arqueológico de la isla de Korčula colaboran diversas instituciones y empresas de todo el país. Está dirigido por Mate Parica (izquierda), de la Universidad de Zadar, y cuenta con la participación de Domagoj Perkić, de los Museos de Dubrovnik; de Ivan Šuta y Vedran Katavić, del Museo de la ciudad de Kaštela; de Katarina Batur, de la Universidad de Zadar; de Marta Kalebota, del Museo de la ciudad de Korčula; de Eduard Visković, de la empresa Kantharos, y de Dalibor Ćosović, del centro de buceo Lumbarda Blue.

Vista aérea del yacimiento sumergido en Croacia.Universidad de Zadar.

APARECE OTRO POBLADO NEOLÍTICO

Aunque no ha sido esta espectacular carretera el único descubrimiento importante llevado a cabo por los arqueólogos en Korčula. En el otro extremo de la isla, arqueólogos de la Universidad de Zadar excavan en tierra firme, cerca de la bahía de Gradina, en la localidad turística de Vela Luka. En el transcurso de los trabajos, Igor Borzić, director de las excavaciones, percibió la presencia de unas estructuras extrañas bajo el agua, cerca de la bahía.

El equipo arqueológico submarino que excava en Soline, en el otro extremo de la isla, fue avisado por sus colegas y se programó una inmersión en la parte central de la bahía de Gradina. Cuál no sería la sorpresa de los investigadores al descubrir que las supuestas estructuras sumergidas que había creído ver Borzić se correspondían con los restos de una aldea neolítica casi idéntica a la de Soline, hundida a una profundidad de entre 4 a 5 metros. En el lugar se encontraron también artefactos neolíticos (derecha) como cuchillas de sílex, hachas de piedra y fragmentos de piedras de molino.


De hecho, la isla de Korčula es rica en historia, puesto que en ella se han localizado varios yacimientos prehistóricos datados entre el III y el I milenio a.C. Las excavaciones arqueológicas que desde hace años se llevan a cabo en este paradisíaco lugar del mar Adriático han sacado a la luz diversos túmulos funerarios, un asentamiento fenicio y una colonia griega fundada por colonos procedentes de Cnido, una ciudad griega de Asia Menor.


Fuentes: nationalgeographic.com.essputniksnews.lat| 10 de mayo de 2023

El fuerte fluvial de Haltern (Westfalia, Alemania) fue reconstruido cuatro veces por los romanos

Foto: Maqueta del puerto fluvial romano de Haltern (año 5 a.C.-ca. año 17 d.C.)

Desde el otoño de 2021, los arqueólogos de la Asociación Regional de Westfalia-Lippe (LWL) han estado excavando en dos propiedades vecinas dentro de una antigua fortaleza fluvial romana en el río Lippe (afluente del río Rin), en Haltern am See. Entre otras cosas, los expertos descubrieron que dicha fortaleza -una base naval- fue reconstruida por completo cuatro veces hace 2.000 años, cada vez con un plano de planta diferente.


Las investigaciones, que duraron varios meses, se hicieron necesarias debido a las nuevas medidas de construcción previstas. Hasta ahora, el conocimiento sobre esta área se basó en gran medida en los resultados de las excavaciones realizadas entre los años 1901 y 1904. Según los expertos de LWL, las investigaciones actuales amplían la comprensión previa del pequeño puerto fluvial militar que se encontraba en la zona hace 2000 años, así como de su defensa formada por un muro de madera y tierra y un foso.

Foto: Maqueta de la parte central de la fortaleza fluvial romana de Haltern.

El complejo "Hofestatt" y el fuerte costero romano

Entre Kardinal-von-Galen-Platz y el campo de deportes de Haltern, una terraza en forma de espolón se extiende 500 metros al sur desde Weseler Straße hasta el centro escolar. En el paisaje urbano actual, este espolón, que está densamente construido, apenas se destaca ópticamente.


Por otro lado, los excavadores de 1901 todavía podían ver claramente en el terreno la apariencia llamativa de este campo que lleva el nombre de "Hofestatt". El río Lippe fluyó a lo largo del pie de la terraza hasta bien entrado el siglo XVI, razón por la cual Friedrich Koepp, quien dirigió la excavación en aquel momento, eligió el nombre de "Uferkastelle" para este sitio.

Distribución de la fortaleza fluvial romana de Haltern.

En la época de la ocupación romana, el campo de Hofestatt avanzó como una península hasta el valle del río Lippe, lo que permitió a los romanos poder utilizar este terreno con fines militares. Aquí atracaban las lanchas patrulleras con las que los legionarios aseguraban los transportes de barcos en el Lippe. No fue hasta 1547/1548 que el Lippe cambió su curso 900 metros hacia el sur como resultado de una inundación de cien años.

Las huellas de los cimientos romanos destacan de forma apreciable en la arena amarilla. El foso lleno continúa como una calle ancha debajo de la calle "Am Uferkastell". Foto: LWL/ P. Hessel.

Dado que el fuerte costero se reconstruyó en gran parte desde la década de 1950, pero sin apoyo arqueológico, el nuevo proyecto de reconstrucción brinda a los expertos de LWL la oportunidad de investigar los restos arqueológicos utilizando métodos modernos.

“Con la actual excavación estamos haciendo un viaje en el tiempo en dos sentidos. Por un lado, a las antiguas excavaciones realizadas, cuyos resultados podemos comprobar después de 120 años, y, por otro lado, al tiempo de los romanos y comprobar su tecnología constructiva”, informa la Dra. Bettina Tremmel (izquierda), experta en arqueología romana en la LWL para Westfalia.

Los excavadores de 1904 dibujaron un mapa de cuatro colores de los fuertes costeros construidos en varias fases. El pequeño rectángulo en negro marca el área examinada desde 2021. Plano: Comisión de Antigüedades de Westfalia.

Los romanos construyeron pequeños fuertes (C) al sureste del principal campamento romano (A) como puerto protegido para sus patrulleras. Plantilla LWL/ D. Jaszczurok. Diseño gráfico: maßwerke GbR.

Cuatro fases de construcción atestiguan la importancia de la base naval

La base naval fue completamente reconstruida cuatro veces, cada vez con un diseño de fortaleza diferente. Desde 2021, se han descubierto y documentado una gran cantidad de pozos y zanjas que son claramente visibles al haberse conservado su decoloración en el suelo durante dos milenios.

Postes de madera excavados verticalmente en el suelo servían de armazón para el muro de madera y tierra. La madera completamente podrida es visible como una marca oscura en el hoyo de los postes. Foto: LWL/ P. Hessel.

Las marcas en el suelo muestran que aquí había dos postes inusualmente juntos. Este es un caso estructural especial para el que todavía no existe una explicación plausible. Foto: LWL/ P. Hessel.

La mayoría de ellos son las zanjas de poste de la fase más antigua y los rastros de postes de la tercera fase. La construcción de la fase más antigua es similar a la del campamento romano de Bergkamen-Oberaden, cuya reconstrucción parcial se exhibe allí desde 2012.

Los hallazgos de la tercera fase muestran paralelos con el muro de madera y tierra reconstruido en el Parque Romano de Aliso, en el Museo Romano de Haltern am See. Los vestigios de varios basureros romanos están totalmente desaparecidos, ya que las excavaciones de 1904 habían vaciado estos depósitos de deshechos. Las excavaciones se completarán en las próximas semanas.

Foto: Parque Romano del fuerte de Aliso, en el Museo Romano de Haltern am See.

Fuentes: lwl.org | livius.org | 5 de mayo de 2023