Arqueólogos hallan el pueblo prehistórico más antiguo de Europa

Hallada en Bulgaria, se trata de una ciudad fortificada con centro religioso y necrópolis que protegía un enorme tesoro de sal

Arqueólogos han encontrado al este de Sofía, en Bulgaria, el que parece ser el pueblo prehistórico más antiguo de Europa. El emplazamiento era una ciudad bien amurallada, un centro religioso y, sobre todo, un importante lugar para el comercio, ya que albergaba unas ricas salinas.

Las excavaciones en el yacimiento cerca de la ciudad de Provadia han descubierto hasta ahora los restos de asentamientos de casas de casas de dos plantas, una serie de pozos utilizados para los rituales, partes de una puerta, estructuras de un bastión y tres muros de fortificación, todo datado entre los años 4700 y el 4200 antes de Cristo. 

«No estamos hablando de una ciudad como las ciudades-estado griegas, la antigua Roma o asentamientos medievales, lo que los arqueólogos han descubierto contituyó un pueblo en el quinto milenio antes de Cristo», explica Vasil Nikolov, investigador del Instituto Nacional de Arqueología de Bulgaria. Nikolov y su equipo han trabajado desde 2005 para excavar el asentamiento de Provadia-Solnitsata. 

Este año también se ha encontrado una pequeña necrópolis o cementerio, pero aún no se ha estudiado ampliamente y podría mantener a los arqueólogos ocupados durante generaciones. El cementerio resulta muy interesante, por las posiciones particulares de entierro y los objetos encontrados en las tumbas, que se diferencian de otras tumbas del neolítico encontradas en Bulgaria.

Bien fortificada, centro religioso e importante centro de producción especializada, esta ciudad de unos 350 habitantes reunía las condiciones para ser considerado el pueblo prehistórico conocido más antiguo de Europa. «En un momento en el que la gente no conocía la rueda y el carro, esta gente arrastró enormes piedras y construyó muros masivos. ¿Por qué? ¿Qué es lo que ocultaban detrás?

La respuesta es sal.
La zona tiene unos enormes depósitos de sal de roca, algunos de los más grandes del sureste de Europa y los únicos que se explotaban ya en el sexto milenio antes de Cristo. Hoy en día, la sal se extrae todavía allí, pero hace 7.500 años tenía un significado completamente diferente. Esencial para la vida de la gente, se utilizaba como moneda.

El comercio de sal dio a la población local un enorme poder económico, lo que podría explicar las riquezas y el oro encontradas en las tumbas de la necrópolis de Varna (4300 a.C.). Las 3.000 piezas de joyería y objetos rituales han sido reconocidos internacionalmente como el tesoro de oro más antiguo del mundo.

El Hombre Lobo español era una Mujer

Reconstrucción del rostro del hombre lobo gallego realizada por el forense Fernando Serrulla a partir de las descripciones del juicio. / NACHO GÓMEZ

Un forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia revisa la figura del asesino múltiple Romasanta y le diagnostica un trastorno genético de intersexualidad

Cosía, bordaba, calcetaba. Cortaba trajes y vestidos. Era un ser dulce, entrañable, amigo, sobre todo, de sus amigas. Apenas alcanzaba el metro cuarenta de estatura, y tenía "cara de bueno". Esto último lo dice Fernando Serrulla, responsable de la Unidad de Antropología Forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia. El mismo profesional que ayer, en la primera sesión de las jornadas sobre Manuel Blanco Romasanta que se celebran este puente en Allariz, organizadas por la Fundación Vicente Risco, propuso una nueva teoría médica que podría barrer para siempre el mito del lobishome (también conocido como sacaúntos) gallego: El asesino múltiple nacido en una aldea de Esgos que en 1853 se salvó del garrote vil tras un proceso judicial sin precedentes, seguido con interés en toda España y financiado a espuertas por Isabel II, podría haber sido en realidad una hembra, una lobismullernacida con un extraño síndrome de intersexualidad.
Ya se sabía que Blanco Romasanta había sido inscrito en la partida de nacimiento, en 1809, como Manuela, aunque un registro parroquial, ocho años más tarde, lo confirmaba como Manuel. La última a del nombre, en realidad, no había sido una errata. Al nacer, sus padres no tuvieron muy claro el sexo del bebé. Con el tiempo, prefirieron considerar que aquello era un micropene, pero probablemente era un clítoris muy desarrollado.

El antropólogo Xosé Ramón Mariño Ferro ya apuntó hace tres años la posibilidad de que Romasanta fuese una mujer. Ahora Serrulla lo corrobora, sugiere una enfermedad concreta y aporta nuevos datos. Aunque dice que la seguridad absoluta no la podrá tener si no realiza una prueba genética. Los mayores investigadores del criminal, los abogados Cástor y Félix Castro, descartan la posibilidad de hallar sus restos. Romasanta murió en la cárcel de Ceuta de cáncer de estómago poco después de que se conmutase su pena capital por la cadena perpetua, y fue enterrado en una fosa común.

Así que la analítica habría que proponérsela a alguno de los familiares del asesino que supuestamente siguen viviendo en la provincia de Ourense. No son descendientes directos, sino tataranietos de algunos de los cuatro hermanos que tenía. Él, o ella con apariencia de hombre, llegó a casarse con una mujer, pero enviudó un año después, y por supuesto no tuvo hijos. Más tarde enamoró a otras vecinas, madres solteras o separadas de Rebordechao (Vilar de Barrio) y Castro de Laza, pero debieron de ser relaciones platónicas. Entre los papeles que le fueron requisados había alguna copla que les cantaba, cambiando el nombre de la chica según la ocasión. Las encandiló, y a todas ellas, después, confesó haberlas matado, junto con sus hijos menores, cuando los transportaba hacia una vida mejor, y un empleo prometido, en Santander o en la ciudad de Ourense. Esas fueron las nueve víctimas por las que se le condenó a muerte, aunque se le atribuyeron otras anteriores, hasta un total de 17.

Fernando Serrulla habla de pseudohermafroditismo femenino, una forma de estado intersexual que viaja en los genes de padres a hijos, aunque "solo se manifiesta en uno de cada 10.000 o 15.000 nacidos vivos". El propio investigador, como forense, cuenta que en su departamento, con sede en el Hospital de Verín, ha tenido que ver casos de niños o niñas que, antes de quedar inscritos en el Registro Civil, necesitan un reconocimiento para determinar su sexo. Blanco Romasanta era Manuela. Tenía sexo de mujer pero, a causa de este pseudohermafroditismo, segregaba una cantidad desmesurada de hormonas masculinas y sufrió un proceso de virilización. "Estas personas, debido a los andrógenos, pueden presentar episodios de fuerte agresividad", explica Serrulla. Esto podría ayudar a comprender la figura del criminal, un personaje que, como vecino, "era un encanto de tío" y se ganaba el cariño y la confianza del pueblo.

En su intervención, Serrulla también presentó el nuevo rostro del sacaúntos, así conocido porque se dijo que, además de las ropas en las ferias, vendía a farmacéuticos portugueses la grasa que obtenía cociendo a sus víctimas (los hermanos Castro localizaron libros de alquimia de la época, en los que se habla de las virtudes del sebo de difunto para tratar la epilepsia e incluso la alopecia).
La nueva cara de Blanco Romasanta es diferente de la que dibujó para un libro publicado en 1991 el exjefe de policía de Galicia Luis García Mañá y que se tomó por buena durante dos décadas. La de ahora se basa en las descripciones antropométricas y los reconocimientos médicos que realizaron los cinco facultativos que participaron en la instrucción del sumario (de 1.667 folios) y el juicio, celebrado en Allariz, Verín y, finalmente, A Coruña. Estos médicos descartaron en 1852 la versión de la defensa: el criminal había asegurado que sufría un maleficio y que devoraba a sus presas en compañía de otros lobos. Finalmente, se libró de la ejecución de la sentencia porque un hipnólogo francés que se presentó como doctor Philips convenció in extremis a la reina de que el reo sufría un trastorno mental llamado licantropía. Una vez reconstruida la identidad de Romasanta, ahora Cástor y Félix Castro intentan localizar con el forense en cuevas de la sierra ourensana de San Mamede algún resto óseo de las mujeres y los niños que mató.

Vía: www.elpais.com

Investigadores del CSIC hallan herramientas del Neolítico en Doñana

El hallazgo del CSIC demostraría que hubo actividad humana en la zona varios siglos antes de lo que se pensaba

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han descubierto cerca de 20 piezas que datan del Neolítico con unos 5.500 años de antigüedad en los alrededores de la Vera de Doñana, espacio situado dentro de la Reserva Biológica en el Parque Nacional.

Este descubrimiento, según señalan en la nota de prensa oficial del CSIC, demostraría que en Doñana hubo actividad humana varios siglos antes de lo que se pensaba. Los investigadores han encontrado, entre las piezas, un hacha pulimentada en gran estado de conservación, trozos de cerámica y nudos de sólex.
«Es la primera vez que se describe en este espacio natural la presencia de restos neolíticos. Las piezas demuestran que la actividad humana en Doñana es mucho más antigua de lo que se pensaba», destaca el investigador del CSIC y director de la Estación Biológica de Doñana Juan José Negro, que forma parte del grupo de investigadores que ha realizado el hallazgo, en la nota oficial.

Hacha pulimentada
«El hallazgo más significativo es un hacha pulimentada, encontrada en buen estado de conservación. Los núcleos son una especie de cantos rodados de sílex que los antiguos pobladores golpeaban para obtener de ellos pequeñas láminas que usaban como cuchillas. Varias de estas cuchillas insertadas en un trozo de madera o hueso podían convertirse, por ejemplo, en una sierra muy útil para múltiples tareas», detalla Negro.

Lo curioso de estos objetos es que no se tuvieron que realizar grandes excavaciones ya que fueron encontradas en la superficie y los científicos se encuentran en este momento solicitando las autorizaciones para poder realizar un análisis geoarqueológico que incluya el estudio de la superficie.

Sin embargo, este descubrimiento no quiere decir que hallan hecho vida en esta zona. «Las piezas no necesariamente pudieron haber pertenecido a individuos asentados en Doñana, sino que también podrían ser de miembros de asentamientos en el entorno de la Bahía de Cádiz, que se desplazaran a la zona para cazar, pescar y mariscar», detalla el investigador del CSIC.

Vía: www.abc.es

Los fósiles hallados en el yacimiento de Agneac se expondrán en París

Hace 140 millones de años los saurópodos eran los reyes de la selva. Su tamaño hace insignificante al más grande de los elefantes: podían llegar a medir hasta 40 metros y pesar hasta 90 toneladas. En los yacimientos de Agneac, en Charente (Francia), se hallaron en 2010 fósiles de algunos de los saurópodos más grandes del mundo.

Estos hallazgos se exponen ahora en el Museo de Historia Natural de París. Un fémur, varias vértebras, dientes y otros restos que permanecían ocultos y que han sido recuperados gracias a estas excavaciones. En total se han encontrado cerca de 2.000 piezas en esta zona, pero en la exposición parisina se exponen solo algunos ejemplares.

Bajo el título 'Dinosaures, la vie en grand', la exhibición trata de explicar cómo vivían estos gigantes herbívoros: se explora su biología y se recrea su hábitat a través de dispositivos interactivos y didácticos que permiten, por ejemplo, tocar los dientes de uno de estos colosos.

Un grupo de paleontólogos, botánicos, nutricionistas y biólogos se han encargado de recrear este parque Jurásico, que permite conocer, por ejemplo, qué comían y donde encontraban su alimento estos animales. No era una labor fácil pues necesitaban 100.000 calorías diarias para mantenerse en pie y no podían correr más allá de los 40 kilómetros por hora debido a su peso.

600 litros de sangre

Además, por sus venas circulaban hasta 600 litros de sangre y cada vez que respiraban a sus pulmones llegaban 75 litros de aire. Sus huevos tenían el tamaño de un balón de fútbol y al nacer, las crías pesaban alrededor de 5 kilos, aunque multiplicaban su peso por 10.000 en la edad adulta.

En la exposición se muestra, por ejemplo, la reproducción de un dinosaurio de 18 años, que mide más de tres metros de altura y 18 de largo y cuya cola es tan larga como la mitad de su cuerpo. También se ha incluido una maqueta a tamaño real de una pierna de uno de estos ejemplares, de 5 metros de altura.
Además, un fresco de siete metros de largo recrea con detalle el entorno del citado yacimiento de Angeac hace 130 millones de años. Este es el único terreno en Francia en el que se sabe que vivieron estos colosos de la naturaleza.

Vía: www.elmundo.es

Los Australopithecus afarensis también se subían a los árboles

Desde que en 1974 se desenterraran en Etiopía los restos de «Lucy», nuestra pequeña antepasada que ya caminaba erguida hace más de 3 millones de años, muchas han sido las incógnitas sobre la forma de vida de su especie, los Australopithecus afarensis. Una cuestión en la que los científicos parecen no ponerse de acuerdo se refiere, precisamente, a su forma de locomoción. ¿Vivían exclusivamente en el suelo y caminaban como cualquiera de nosotros o repartían su tiempo entre dos mundos y seguían trepando a los árboles como los monos? Un equipo de paleontólogos de la Universidad Midwestern y la Academia de Ciencias de California presenta en la revista Science el análisis de los omóplatos de otro conocido individuo de la especie, «Selam», la niña de Dikika, para intentar acabar con el debate. Según los investigadores, el fósil muestra rasgos muy simiescos, lo que sugiere que nuestros ancestros tardaron mucho más de lo que se creía en dejar de colgarse de las ramas.

<<< Z. Alemseged
Cráneo de «Selam»

Los científicos examinaron a fondo los omóplatos de la pequeña «Selam», que murió probablemente en una inundación hace 3,3 millones de años cuando ella tenía solo 3, y cuyos restos fueron encontrados en el año 2000, en el yacimiento etíope de Dikika, en Hadar. La extracción de los huesos del resto del esqueleto, encerrado en un bloque de piedra arenisca, fue especialmente laboriosa. «Debido a que los omóplatos son finos como el papel, rara vez fosilizan, y cuando lo hacen, casi siempre se fragmentan», explica Zeresenay Alemseged, descubridor de «Selam» y conservador de antropología de la Academia de Ciencias de California. «Así que encontrar dos omóplatos completamente intactos y unidos a un esqueleto de una especie conocida y fundamental era como dar en la diana», añade.

<<< Z. Alemseged
Cráneo de «Selam»

Los científicos compararon los fósiles con los de otros parientes humanos tempranos como el Homo ergaster (niño de Turkana), el Homo floresiensis (el Hobbit), el A. africanus, y dos ejemplares adultos de A. afarensis. También hicieron comparaciones con una amplia muestra moderna de ejemplares juveniles y adultos de chimpancé, gorila, orangután, y con el ser humano.

 

Un ser humano en camino

<<< Z. Alemseged
Omóplato derecho de «Selam»

El análisis de la forma y función de los huesos reveló que los omóplatos del A. afarensis tienen los rasgos de un escalador activo -el hueco de la articulación del hombro apunta hacia arriba-, rasgos que también se encuentran en los monos modernos, pero no en los seres humanos. Los investigadores observaron que los hombros de «Lucy» tienen la misma forma que los de la niña, lo que, según sus conclusiones, demuestra que trepar y balancearse en las ramas de los árboles seguían siendo una parte importante de su estrategia de supervivencia y, al mismo tiempo, desacredita la idea de que esos rasgos, en Lucy, fueran simplemente un reflejo de su pequeño tamaño corporal, como creen otros paleontólogos. La investigación contradice otra publicada en 2011 en la misma revista que decía que la especie, de un metro de altura, aspecto de chimpancé y un cerebro un tercio del nuestro, era exclusivamente caminante.

«Este nuevo hallazgo confirma el lugar central que la especie de 'Lucy' y 'Selam' ocupó en la evolución humana», dice Alemseged. «Si bien bípedos como los seres humanos, los A. afarensis eran todavía trepadores capaces. Aunque no eran totalmente humanos, estaban claramente en camino». 

Vía: www.abc.es