Primer plano de restos humanos de Vlasac, Serbia. Imagen: Dušan Boric
El estudio de la acumulación de sales sobre la superficie dental en restos de habitantes de los Balcanes, ha dado pruebas de consumo de cereales hace 6.600 años, casi 500 años antes de lo pensado.
Los restos corresponden a individuos del Mesolítico Tardio hallados en el yacimiento de Vlasac, en las Gargantas del Danubio, ubicadas en el centro de los Balcanes.
El equipo de investigadores dirigido por Emanuela Cristiani (izquierda), del Instituto McDonald de Investigaciones Arqueológicas de la Universidad de Cambridge, utilizó la microscopía polarizada para estudiar micro-fósiles atrapados en el cálculo dental (antigua placa dental calcificada) de 9 individuos que datan del Mesolítico Tardío (c. 6600 -6450 aC) y la etapa de transición del Mesolítico-Neolítico (c. 6.200 a 5.900 aC). Los restos fueron recuperados en las excavaciones de 2006 a 2009 por Dušan Boric, de la Universidad de Cardiff.
"La deposición de la placa mineralizada termina con la muerte del individuo, con lo que el cálculo dental revela la única información sobre las preferencias dietéticas y el estilo de vida de los humanos del Mesolítico", dijo Cristiani. A su juicio, el resultado de la investigación "tiene un significado tremendo, ya que desafía la visión de la neolitización en Europa".
"Microfósiles atrapados en el cálculo dental son una prueba en vivo de que los alimentos vegetales fueron la principal fuente de energía dentro de la dieta de los recolectores del Mesolítico. Pero lo más significativo es que revelan que las plantas domesticadas fueron introducidas en los Balcanes independientemente del resto de novedades neolíticas tales como animales domesticados y herramientas, que acompañan a la llegada de las comunidades agrícolas en la zona".

Cálculos conservados en los dientes de los yacimientos de Vlasac y Lepenski Vir. Imagen cortesía de E. Cristiani.

Distintos gránulos de almidón atrapados en los cálculos dentales analizados.
Aunque los investigadores coinciden en que la dieta del Mesolítico en la Garganta del Danubio se basó principalmente en los recursos terrestres o fluviales ricos en proteínas, el equipo encontró que los gránulos de almidón que se conservan en los cálculos dentales de los restos de Vlasac eran consistentes con las especies domésticas, como el trigo (monococcum Triticum, Triticum dicoccum) y cebada (Hordeum distichon), los cuales son también los principales cultivos que se encuentran entre las comunidades del Neolítico antiguo de Europa sudeste. Las especies domésticas fueron consumidas junto con otras especies salvajes como Aveneae (avena), Fabaeae (guisantes y frijoles) y Paniceae (pastos).
Estos gránulos de almidón conservados proporcionan la primera evidencia directa de que los cereales domésticos ya eran consumidos por los recolectores en el interior de los Balcanes hacia el año 6600 a.C. Su introducción en las sociedades del Mesolítico fue probablemente facilitado por las redes sociales entre recolectores locales y las primeras comunidades neolíticas.
Anita Radini, de la Universidad de York añadió: "En los Balcanes centrales, la familiaridad en el forrajeo de gramíneas Cerealia domésticadas desde alrededor de 6500 a. C., si no antes, podría haber facilitado la rápida adopción de prácticas agrícolas más adelante".

Excavación de restos humanos en Vlasac, Serbia. Image: Dušan Boric.
Fuentes consultadas: lavanguardia.com | University of Cambridge | 31 de agosto de 2016
Trabajo documental sobre la historia de los fenicios. Dirigido por Pamela Caragol, este reportaje realiza un completo análisis científico y artístico de los restos encontrados en diversos puntos.
Más de 2000 años después de la desaparición de los fenicios, dos expediciones aportarán nuevos datos sobre este enigmático pueblo; la primera, buscará navíos fenicios en el fondo de los mares y la segunda, con herramientas genéticas, intentará dar con los descendientes de los fenicios.
La busqueda de los fenicios por historiayarqueologia
Técnicos del centro de investigación en una de la catas realizadas en la zona montañosa limítrofe de Candín con Lugo y Asturias. DL
Los trabajos de prospección que está desarrollando el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en la zona limítrofe de Ancares (Candín, León) —con Javier Sánchez-Palencia como la persona que coordina desde el Instituto de Historia del CSIC un equipo de investigación arqueológica— está dando sus frutos.
La labor de investigacion de los campamentos de la época romana en la zona montañosa de A Granda das Xarras está muy avanzada, y según comentaba el alcalde de Candín, José Antonio Álvarez Cachón, el acuerdo con los municipios asturianos de San Antolín de Íbias, y gallego de Navia de Suarna, supondrá a corto plazo el desarrollo de una nueva ruta turística de mayor calado, con contenidos culturales detallados con rigor.
La zona supone para la visita hacerse una idea del escenario real de los campamentos romanos en tiempos de las Guerras Cántabras, cuando los romanos quisieron conquistar la Península Ibérica, y eligieron esta zona montañosa para consolidar y mantener las posiciones tácticas militares.

Foto: Localización del campamento de A Recacha (izquierda) y Granda das Xarras (derecha)
A parte de esta puesta en valor histórica, el estudio científico, cuyas conclusiones estarán plasmadas en un par de meses, también aborda la labor de explotación aurífera de los romanos en la zona de Ancares. El lugar forma parte del conjunto de explotación aurífera junto con Las Médulas, aún cuando se le haya dado más renombre a este último punto por su declaración como Patrimonio de la Humanidad. Precisamente para rescatar del olvido y darle un mayor auge a la visita turística de las explotaciones auríferas de esta zona de Candín es en lo que incide este trabajo del CSIC. «Los del CSIC han visitado la zona, han visto las explotaciones, han hecho un estudio y análisis riguroso y ahora lo están difundiendo en los pueblos», dijo Cachón.
El plan seguirá con otros trabajos de colaboración. «Las conclusiones no las tenemos porque aún han estado hasta hace poco haciendo sondeos y catas y demás, pero dentro de unas semanas habrá un informe y con él se detallarán las posibilidades que tenemos para poder hacer visitables determinados puntos, promocionarlo y demás, y existe voluntad de todos en seguir colaborando», concluye Cachón.
Las investigaciones llevadas a cabo durante el campo de trabajo de la Fundación Las Médulas a través de las excavaciones en el Castro de la Peña del Hombre, ubicado en terrenos de Paradela de Muces (Priaranza del Bierzo, León), sugieren su posible origen prerromano. En una fase posterior, las labores se centrarán en tratar de concretar su vínculo con la cercana explotación de oro de Las Médulas. La propia Fundación Las Médulas ha liderado esta iniciativa (a través del Plan Médulas 2020 en el que participa la Junta de Castilla y León) con la colaboración del Ayuntamiento de Priaranza, que guardaba en el tratamiento de este espacio una vieja aspiración, según explicó su alcalde, José Manuel Blanco.
Los primeros análisis sitúan el origen del castro en la Edad del Hierro, entre los años 600 y 200 antes de Cristo, según expuso el director general de Patrimonio de la Junta, Enrique Sáiz. “Y tuvo que ser importante para el control del territorio”, dijo el responsable autonómico al pie de las excavaciones, en un punto ubicado a 1.200 metros de altitud.

Enrique Sáiz, en primer término, seguido del alcalde de Priaranza, José Manuel Blanco, visitó este lunes el castro / Víctor Alón
Además de voluntarios, hasta 24 arqueólogos (estudiantes y titulados) procedentes de una decena de universidades (dos extranjeras, de Edimburgo y Buenos Aires) han participado durante el último mes en las excavaciones en un campo de trabajo de verano que vivió el pasado año su primera edición en el yacimiento de Las Pedreiras (Carucedo).
El objetivo del Gobierno autonómico es hacer del entorno de Las Médulas un “laboratorio” y un “punto de referencia” en materia de arqueología. Dando por bueno el origen prerromano de Peña del Hombre, ahora quedaría por ver cuál fue su vínculo con la explotación aurífera romana (presumiblemente sólo a efectos de trasvase de mano de obra a la mina de oro). Por lo pronto, el arqueólogo Jesús Celis (izquierda) ya sugirió la relación con otros castros cercanos como el Castrelín de San Juan de Paluezas y la Corona del Cerco de Borrenes.
La Junta de Castilla y León, por la labor de dar continuidad a las labores para hacerlo visitable en 2018
Consciente de que estas excavaciones iniciales “están pidiendo” otra intervención, el director general de Patrimonio planteó la posbilidad de avanzar en la puesta en valor del entorno a través de visitas, en primera instancia especializadas de arqueólogos y más tarde turísticas en general a través de vehículos todoterreno, una posibilidad esta última que no vería la luz antes de 2018.

Los visitantes podrían acceder a una parcela que ocupa menos de media hectárea. Los trabajos actuales se han centrado en un los espacios externos del entorno y del interior de la muralla, donde se han encontrado edificaciones vinculadas, algo “inusual en un castro prerromano de este porte”, según destacó Sáiz. En las primeras excavaciones se han descubierto cerámicas y huesos entre las piedras retiradas, señaló el arqueólogo Jesús Celis, responsable de los trabajos junto a sus colegas Jimena Martínez y Miguel Lage.
Valorarán extender la declaración de Patrimonio de la Humanidad al yacimiento portugués de Tres Minas
Preguntado por la posibilidad de firmar un convenio entre Las Médulas y el yacimiento portugués de Tres Minas, el director general de Patrimonio esbozó la posibilidad de que una delegación lusa visite el paraje berciano a finales del próximo mes de septiembre.
En ese contacto se valorará una posible ampliación de la declaración de Patrimonio de la Humanidad que incluya a los dos parajes para abarcar este tipo de explotaciones en el noroeste de la Península Ibérica. Sería el segundo caso transnacional de los englobados en la declaración de la Unesco, según resaltó Sáiz.

Fuente: infobierzo.com| 29 de agosto de 2016
Aproximación integral al Solutrense en Europa: cronología, industria lítica, economía y sociedad.
Francisco Javier Muñoz Ibáñez profesor de Prehistoria, UNED