Las anclas que sacan mérito a los romanos

Patiño, ayer, junto a dos anclas líticas. // R. Grobas

Una investigación de Ramón Patiño cataloga 150 piezas usadas para fondear barcos que prueban el intenso tráfico marítimo en el siglo VI a.C. entre las Rías Baixas y el Mediterráneo

A. Otero

La nueva investigación del arqueólogo Ramón Patiño (Coia, 1953) arroja como en la mayoría que lleva su firma conclusiones controvertidas. Resumida en el libro "Anclas líticas en las Rías Baixas", aporta una exhaustiva catalogación de 150 anclas de la época púnica localizadas en aguas del sur de Galicia para demostrar, en contra de la versión más extendida en los últimos 20 años, de que todas nuestras influencias estaban relacionadas con los celtas, con el Norte, "que hubo una influencia si no mayor sí muy fuerte del Mediterráneo, de los pueblos semitas, púnicos, rota posteriormente con la llegada de los romanos". "En realidad los romanos se aprovecharon de las comunicaciones marítimas ya existentes", zanja.

Para reforzar esta argumentación habla de las últimas excavaciones realizadas en las Rías Baixas donde aparecieron restos púnicos, fenicios, "de un gran valor" . Solo en la Ría de Vigo en dos yacimientos se estudiaron e identificaron presencia púnica "de alto grado" en Toralla y Castro da Punta do Muiño do Vento (en el Museo del Mar). Dos zonas estas con muestras de comercio y visitas de mercaderes del Mediterráneo, "gente que vivía con los castreños y que vivían y tenían zonas de religiosidad como prueban los altares aparecidos en estas zonas", añade Patiño.

Con la contundencia que la caracteriza, quien todos señalan como el padre de la arqueología subacuática en Galicia defiende que en Galicia "hubo un enorme flujo e intercambio de relaciones entre el Mediterráneo y las Rías Baixas a través de esos mercaderes y navegantes y estos pueblos participaron en el desarrollo de la cultura castreña hasta la llegada de los romanos". Una tesis que detalla en 210 páginas donde aporta multitud de fotografías y otras pruebas documentales en torno al verdadero hilo conductor de su investigación: esas piezas labradas en piedra que se empleaban en el siglo VI antes de Cristo para fondear las embarcaciones.

Buena parte de las anclas catalogadas permanecen bajo las aguas y otras tantas se reparten entre museos de Vigo y Pontevedra o en el interior de viviendas y jardines particulares. "Habrá quien tenga en casa alguna de estas piezas y no saben que tienen un pedazo de historia antigua", sugiere. Patiño matiza que estas piedras tenían la función de facilitar la maniobra, "no es que las 150 pertenezcan a barcos hundidos. Las usadas para el fondeo eran de similares características pero de mayor tamaño, y constituían el sistema de anclaje prioritario en la época púnica. "Esta etapa de la historia está vinculada con pueblos que se desarrollaron en el Atlántico mientras existieron los cartaginenses, herederos de los fenicios, y estos en realidad, y no lo romanos, fueron los que comenzaron a explorar, a comercializar en la costa noroeste de la Península Ibérica e incluso llegaron hasta la Bretaña francesa", añade.

Como siempre que cierra una investigación, el miembro del Instituto de Estudios Vigueses aprovecha esta de las anclas líticas para expresar el deseo de que continúe. "Yo lo que hago es una catalogación, recopilar la información más interesante. Pero debería ser un punto de partida para seguir investigando, ampliando el conocimiento sobre la influencia de esta época en Galicia". A su juicio este estudio y tantos otros llevados a cabo en Galicia tendrían garantizada la continuación si existiese un centro de arqueología subacuática. "Hay material suficiente para justificar su existencia. Galicia, ya lo dije en este mismo periódico, carece de un centro de estas características. Sería lo idóneo porque lo que estamos demostrando los que hacemos investigación por nuestra cuenta es que la riqueza patrimonial es grande y mucha de ella terminará desapareciendo por no prestarle atención en su momento", alerta.

El viernes presentó el libro

Esta temática que parecería de interés casi exclusivo para los historiadores Patiño la desarrolla con ese particular lenguaje que sin perder un ápice del rigor académico divulga y entretiene, el mismo que empleó en la presentación el pasado viernes de su libro en el Museo del Mar de Alcabre.

Fuente: Faro de Vigo

Descubren una espada vikinga de hace 1.000 años en Islandia


Buscaban gansos en Skaftárhreppur, pero unos cazadores islandeses se encontraron algo bien diferente y, posiblemente, más valioso que las aves:una espada vikinga que data de hace mil años. La espada, que probablemente pertenece al siglo X, estaba tendida en el suelo arenoso cerca del lago Eldvatn y se cree que ha sido lavada en una inundación reciente, informa «ABC News».


«Simplemente yacía allí, a la espera de ser recogida», ha afirmado Rúnar Stanley Sighvatsson al medio local «Monitor». Su compañero Árni Björn Valdimarsson ha publicado una foto del arma en Facebook: «Íbamos a cazar gansos pero terminamos encontrando una espada que creo que ha sido propiedad del colono islandés Ingólfur Arnarson».


Todavía no ha sido posible determinar si la espada pertenece al legendario vikingo, considerado junto a su mujer el primer habitante permanente de Islandia y fundador de su capital, Reikiavik, pero el hallazgo es de por sí épico.

De hecho, diez minutos después de colgar la foto en Facebook, Valdimarsson recibió una llamada del director de la Agencia de Patrimonio Cultural de Islandia, asegurando que las espadas de esa época no se habían podido encontrar ya que el deterioro del tiempo las había hecho añicos y porque, incluso, «es habitual encontrar solo una parte de la empuñadura». «Por eso es emocionante encontrar una espada casi completa», ha declarado.


Uggi Ævarsson, uno de los arqueólogos de la agencia islandesa, reconoció en «Iceland Reivew» que «se trata de un rompecabezas, porque es muy raro encontrar una espada tendida en la arena, completamente expuesta y no percibir rastro alguno de actividad humana. Eso es muy inusual», pero sí confirmó que se remontaba a la época de los vikingos.


Fuente: ABC.es, 8 de septiembre de 2016, ver vídeo aquí.

El Neolítico, puerta de la civilización

Documental que busca respuestas a muchas preguntas sobre los orígenes de la civilización durante el Neolítico con nuevas investigaciones que plantean varias incógnitas.

El documental profundiza en el arte, la pintura, la navegación antigua o el nacimiento de la arquitectura y descubre enigmas de ese período de la Historia en la Península Ibérica. Un trabajo que indaga en los orígenes de la civilización (¿cómo y cuándo empezó realmente?), y muestra las pinturas rupestres de barcos más antiguas del mundo, o el abrigo de Laja Alta, Jerez, uno de los más representativos del arte sureño.

La investigación da a conocer la excavación de nuevos yacimientos del neolítico antiguo casi desconocidos como el de Campo de Hockey en San Fernando, Cádiz, las Tinajas o la Hedionda.

Además, el documental hace hincapié en la posible difusión del neolítico por vía marítima y aporta un novedoso punto de vista y una perspectiva general de los paradigmas de la Prehistoria. Los espectadores verán también un análisis de los dólmenes de Antequera, seleccionados como Patrimonio Mundial de la Humanidad.


El Neolítico puerta de la civilización por historiayarqueologia

Arqueólogos turcos hallan una estatua de la diosa Cibeles de 2.100 años de antigüedad en Anatolia, Turquía

Arqueólogos turcos encuentran en la región de Anatolia, en el noroeste de la provincia de Ordu, una estatua de mármol de la diosa Cibeles de unos 2.100 años de antigüedad. Pesa en torno a los 200 Kg. y mide 1,10 m. de altura.

La estatua es también la primera escultura de mármol que se encuentra en Turquía en su lugar original.

La escultura fue descubierto en las excavaciones iniciadas por un equipo de 25 arqueólogos en la fortaleza de Kurul Kalesi, en la costa del Mar Negro y que fue destruida por una invasión romana, dirigidos por el jefe del Departamento de Arqueología en la Universidad de Gazi, Prof. Dr. Solimán Yücel Şenyurt (izquierda).

De acuerdo con nuestra investigación, la estatua permaneció intacta tras las paredes de la entrada de la fortaleza de Kurul. Esta estatua nos muestra que la fortaleza de Kurul en Ordu fue un asentamiento muy importante [en la antigüedad], "dijo el profesor Şenyurt.

Comentando que era un hallazgo muy raro, el profesor dijo que estaban orgullosos de haber podido desenterrar una pieza de tanto valor como esta en Turquía. También dijo que la estatua no tiene precio y que sería posteriormente transferido al museo de arqueología en Ordu.

Dr. Solimán Yücel también comentó que los primeros intentos para llevar a cabo excavaciones en esta zona zona se hicieron ya hace unos 6 años, pero se aplazaron por diversas razones.

Por su parte, el Alcalde Enver Yilmaz también se comprometió a proporcionar las excavaciones en la fortaleza de Kurul con 500.000 liras turcas. También dijo que la fortaleza se convertirá en un museo al aire libre en un futuro próximo y espera que las excavaciones contribuyan a mejorar el turismo de la región, así como en Turquía en general.

Las excavaciones en la fortaleza son también las primeras excavaciones arqueológicas que se realizan en la costa oriental del Mar Negro.

Cibeles, una diosa madre de Anatolia, es el símbolo de la prosperidad con su vientre de embarazada y entronizada.

En la mitología de Anatolia, Cibeles era la personificación de la tierra. En la mitología griega se la equipara con la Diosa Tierra-Gaia, Cibeles se asocia sobre todo con la naturaleza, montañas, pueblos y ciudades, así como los animales salvajes como los leones.

Arqueólogos israelíes restauran los azulejos del Templo de Jerusalén

Foto: Temple Mount Sifting Project

Expertos recrearon motivos geométricos de azulejos de mármol al juntar piezas de fragmentos antiguos de piedra. El resultado recuerda la enseñanza talmúdica que “el que no ha visto la construcción de Herodes (el Segundo Templo) no ha visto un hermoso edificio en su vida.”

Los fragmentos encontrados en los escombros del basural de la Waqf, la orden islámica palestino-jordana que administra el sector del Monte del Templo (que alberga a las mezquitas).

El equipo cree que los azulejos decoraban pórticos suntuosamente adornados en el Monte del Templo durante el reinado de Herodes, el rey vasallo de los romanos en Jerusalén, desde 37 al 4 AEC.

Zachi Dvira, co-fundador y director del Proyecto Temple Mount Sifting que patrocina la investigación dijo que es la primera vez que los arqueólogos han restaurado una parte del complejo del Segundo Templo. El proyecto está financiado por la Fundación Ciudad de David y también opera bajo el ala de la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel.

Los fragmentos de mármol fueron encontrados durante un laborioso filtrado de los desechos retirados del lugar durante una destrucción ilegal de restos arqueológicos hecha por el Waqf islámico en 1999.

Entre los muchos hallazgos fueron encontradas unas 600 piezas de azulejo de suelo de colores, de los cuales unas 100 han sido fechadas casi con certeza de la época del Segundo Templo.

Los azulejos parecen coherentes con el estilo de la época del Segundo Templo, como así también las reliquias que se encuentran en otros monumentos herodianos incluyendo sus palacios en Masada y Jericó, y los palacios italianos que datan de la misma época.

Los azulejos estaban hechos de piedra multicolor pulida perfectamente y cortados en una variedad de formas geométricas. La mayoría fueron importados de Roma, Asia Menor, Túnez y Egipto.

La teoría de que grandes extensiones del montaje del Templo estaban cubiertas con azulejos lujosos de estilo opus sectile se postuló en 2007 por el arqueólogo Assaf Avraham, director de Parque Nacional Muros de Jerusalén.

Avraham basa su teoría en una descripción proporcionada en el siglo I por el historiador judeo romano Josefo, que escribió: “… el patio del Monte del Templo estaba completamente pavimentado con piedras de diversos tipos y colores…” (La guerra de los judíos 5: 2).

El Talmud, aunque compuesto siglos después, también habla de la magnífica construcción del Templo, describiendo filas de mármol de color en tonos de verde, azul y blanco.

Los azulejos fueron restaurados por Frankie Snyder, experta en el antiguo suelo de estilo romano y herodiano, y llegó al proyecto Monte del Templo como voluntaria en 2007.

Los pisos opus sectile estaban de moda entre la élite de la época del Segundo Templo, siendo muy costosos y por lo tanto daban más prestigio que los suelos de azulejos de mosaico, dijo Snyder. No existían en la zona antes de la época de Herodes.
Hasta ahora el equipo ha restaurado siete diseños potenciales del ” suelo majestuoso”, expresó Snyder.

Foto: Frankie Snyder

“Los segmentos de azulejos estaban perfectamente delimitados con incrustaciones. Ni siquiera se podía insertar una hoja afilada entre ellas”, añadió la investigadora.

Los patrones se componen en gran parte de cuadrados, triángulos y formas en forma de estrella.

Fuente: Aurora