La farmacología neurotóxica en el Antiguo Egipto


Por Carlos González Wagner

Los papiros medicinales y mágicos, los textos de los autores de la Antigüedad, así como los datos procedentes de los repertorios iconográficos y de las excavaciones arqueológicas, constituyen todos ellos valiosas fuentes de información que nos permiten una aproximación a los conocimientos de los antiguos egipcios sobre toda una serie de recursos farmacológicos de características neurotóxicas.

Nephentes

En la Odisea (IV, 219 ss) Helena pretende calmar la aflicción de Telémaco diluyendo en el vino que le ofrece una droga llamada nephentes, que se ha identificado generalmente con un preparado a base de opio o de cannabis:

“Al manjar que delante tenían las manos lanzaban cuando Helena, nacida de Zeus, pensó en otra cosa y en el vino que estaban bebiendo les puso una droga, gran remedio de hiel y dolores y alivio de males; beberíalo cualquiera disuelto en colmada vasija y quedara por todo aquel día curado de llantos aunque en él le acaeciera perder a su padre y su madre o cayera el hermano o el hijo querido delante de sus ojos, herido de muerte por mano enemiga. La nacida de Zeus guardaba estos sabios remedios: se los dio Polidamna la esposa de Ton el de Egipto, el país donde el suelo fecundo produce más drogas cuyas mezclas sin fin son mortales las unas, las otras saludables; más todos los hombres allí son expertos en curar, porque traen de Peán su linaje” (TRAD. M. Pabón).
Diodoro de Sicilia (I, 97, 7-9), historiador griego del siglo I a. C., hablando de las viejas relaciones entre Grecia y Egipto menciona que:

“....como prueba de la presencia de Homero en Egipto se aducen varias evidencias, y especialmente la droga que proporciona el olvido de todos los males, que fue dada a Telémaco por Helena en casa de Menelao. Ya que es manifiesto que el Poeta había adquirido un conocimiento exacto de la droga nepentes, que el dice que Helena consiguió de Tebas egipcia, habiéndole sido proporcionada por Polidamna, la mujer de Ton; además se alega, incluso hoy las mujeres de esta ciudad emplean este remedio, y se dice que en tiempos antiguos una droga para curar el miedo y la tristeza fue descubierta en principio entre las mujeres de Diospolis: pero Tebas y Diospolis, se añade, son la misma ciudad”.

Adormidera

La adormidera (Papaver somniferum, Papaver rhoeas) y al opio, que contienen alcaloides como la morfina, codeína, tebaína, narcotina y papaverina, muy conocidos en la Antigüedad, tanto en el Mediterráneo como en Egipto, donde se la llamaba spenn, o el Próximo Oriente, ya que de hecho hay pocos ambientes geográficos en que no florezca. Las menciones en los documentos procedentes de Egipto, en donde se utilizaba como sedante, anestésico y narcótico, han sido recopiladas por S. Gabra (1954-5) y parece bastante seguro que el opio comenzaba ya a ser producido localmente durante el reinado de Amenhotep III. Su conocimiento está bien documentado en épocas anteriores al Imperio Nuevo, que comienza con la Dinastia XIII. No faltan menciones en los papiros Smith y Ebers, que son copias de textos escritos durante el Imperio Antiguo.

Posteriormente G. Kriticos (1960) ha mostrado en un documentado trabajo como durante el periodo que los arqueólogos denominan Minoico Tardío III, el opio era consumido por los participantes en determinadas ceremonias religiosas, ya que provocaba estados de éxtasis durante el desarrollo del ritual. La existencia de prácticas similares en Chipre durante la misma época ha sido señalada por V. Karageorghis (1976), que las relaciona, como en el caso anterior, con el culto a alguna divinidad de la fertilidad semejante a la “Diosa de las adormideras” de Gazi. También R. S. Merilles (1962) sugiere, aunque la evidencia es menor, que un uso similar del opio se podía haber producido en Egipto, no siendo tampoco desconocido en Israel (Merilles, 1989).

En Egipto, y procedente de la necrópolis de Dehir el Medina se halló una cápsula de adormidera sin cortar, supuestamente datada en época de Tutmosis III (Merilles, 1968: 155), y en la tumba del arquitecto Kha también en Deir el-Medina, que murió durante el reinado de Amenhotep III, su estatua de culto lleva sobre los hombros un collar realizado enteramente con cápsulas de adormidera. En este enterramiento los investigadores han encontrado, procedentes de algunos recipientes, restos de alcaloides, como la morfina y la hiosciamina, que sugieren que alguna vez estuvieron en contacto con substancias derivadas de la adormidera y de alguna solanácea, tal vez la mandrágora, planta que, por cierto, interviene entre los motivos que decoran el respaldo de la silla encontrada en la misma tumba. No es un hecho aislado.

En la tumba del faraón Siptah y de la reina Tausrit de la VIII Dinastía se ha encontrado pendientes que representan cápsulas de adormideras (Leca, 1986: 342). También en El Amarna algunos colgantes muestran la parte superior de la cápsula de la adormidera y un collar lleva perlas con la forma de estas cápsulas (Gabra, 1956: 43). En el Museo del Louvre, se conserva un pequeño vaso de pasta azul esmaltada, procedente también de El Amarna, cuya forma es similar a tales cápsulas.

Cannabis.

The Papyrus Ramesseum III contains one of the oldest mentions of Cannabis. Instructions on preparing Cannabis and guidelines for treatment can also be found in the Chester-Beatty VI (Medical) Papyrus (1,300 BC), the Berlin papyus (1300 BC), the Hearst papyrus (1550 BC) , the Vienna papyrus (220 AD), and others. There is a hieroglyph regarded as "shemshemet" which means Cannabis. Many other ancient societies have left references to this plant found in ancient Sumerian, Chinese, Persian, Greek, and Hebrew texts. 

En el Antiguo Egipto se ha detectado la presencia de cannabonoides en cadáveres egipcios de diferentes tumbas procedentes del Primer Periodo Intermedio y de la época Ptolemaica y romana (Balanova ea, 1992). Dado que los mismos análísis descubrieron también restos de tabaco y cocaína en las momias examinadas, se ha desatado una gran polémica, que no llega a afectar tanto a la idoneidad de las técnicas empleadas cuanto a la imposibilidad de la presencia de tales sustancias procedentes del Nuevo Mundo por aquellas fechas y a la posibilidad de una contaminación posterior de los especímenes examinados. No obstante, reecientemente se ha descubierto cannabis en la tumba de Amenofis IV en El Amarna y su polen ha sido identificado en la momia de Ramses II (Manniche, 1999: 82).

Mandrágora

La mandrágora (Mandragora officinarum), que contiene alcaloides como la hiosciamina, la atropina y la escapolomina. Su raíz es de aspecto antropomorfo y es la única parte de la planta que tiene efectos psicoactivos. Era utilizada como un anestésico en Egipto (Kamal, 1965: 288-289), donde aparece en un relive de Amenofis IV así como en algunas pinturas murales de varias tumbas tebanas de la Dinastía XVIII (Emboden, 1981). Según parece era la planta didi que mencionan algunos textos del Imperio Nuevo, aunque sobre esto existe cierta discusión. En el Papiro Leiden (I-383) se encuentra un fórmula que, administrada con vino, era utilizada como un potente inductor del sueño.
La mandrágora, el loto y la adormidera están presentes en un escena grabada en el trono de Tutankamón (Manniche, 1993: 117). El ritual funerario, incluyendo los ornamentos y los enseres con que se dotaban las tumbas de las Dinastías del Imperio Nuevo, muestra la presencia frecuente de mandrágoras y amapolas rojas de gran tamaño. En el anexo de la tumba de Tutankhamon se hallaron diversos cestos llenos de bayas de mandrágora que habrían sido destinadas a satisfacer las necesidades del rey durante su vida en el Más Allá. También en una tumba de la XVIII Dinastía perteneciente a un alto oficial de Menfis, llamado Maya, se ha encontrado una jarra que según la inscripción que portaba contenía dos litros de una poción aceitosa, uno de cuyos ingredientes era la mandrágora.

Beleño

Tampoco pasaron desapercibidas las propiedades y efectos del beleño negro (Hyoscyamus niger), planta que contiene alcaloides como la hiosciamina, la atropina y la escopolamina, aunque en menor proporción que otras solanáceas. Es mencionado en el Papiro Ebers y fue conocido también en Mesopotamia donde, además de por sus aplicaciones medicinales, era utilizado por los babilonios y asirios como alucinógeno. Bajo sus efectos, sacerdotes y adivinos hacían profecías y los “hombres santos” veían visiones. Los persas lo utilizaron como sedante, analgésico y abortivo (Bundahisn, 4, 20). Con solo variar la dosis se convertía en un potente inductor de trances extáticos. Podía hacer enloquecer, como afirma Jenofonte (Oecom., I, 2):
“...a no ser que estemos dispuestos a afirmar que es un bien el beleño, que vuelve loco a los que lo comen.” (TRAD. J. Zaragoza).
y provocaba sueños pesados, por lo que se le tenía por muy peligroso. Se le conocía con nombres como apollinaris herba y uaticina herba. De sus propidades nos hablan, además, Plinio (Nat. His., XXV, 35, 77, cfr: XXV, 30 y XXIII, 94) y Disocórides (De mat. med., VI, 15).

Estramonio
También era conocido el estramonio (Datura stramonium), cuyos alcaloides son la escopolamina, la hioscimina y atropina, y que aparece mencionado en textos egipcios y fue ampliamente utilizado por los hechiceros y exorcitas de la Antigüedad, de donde pasó a formar parte de uno de los ungüentos más utilizados por la brujeria del Medioevo. Teofrastro (Hist. Plant., IX, 8, 6) habla de sus poderosos efectos y de su utilización para curar ciertos males de la psique:
“La especie que origina locura y que unos llaman estramonio y otros perittón tiene una raíz blanca, hueca y de un codo aproximadamente de longitud. De ésta se le da al enfermo una dracma, si se presenta con aspecto festivo y se considera así mismo persona excelente; pero, si esta loco de remate y padece alucinaciones, hay que darle dos dracmas, pero, si no cesa en su insania, tres, y dicen que hay que mezclar con esta cantidad jugo de centaurea salonitiana.” (TRAD. J.Mª Diaz-Regañon).

Artemisia (ajenjo)

Por su parte el ajenjo (Artemisia absinthium) también llamada "artemisia amarga" o "hierba santa" es otra planta medicinal conocida por los egipcios y los griegos que la identificaron con la diosa Artemis, hermana gemela de Apolo, e hija de Zeus y Leto. En el mito griego es la propia diosa quién la descubre y será el centauro Queirón quién le ponga su nombre. Fumada produce efectos similares a los del cannabis y con ella se elabora el licor de absenta, el "hada verde" inspirador de poetas y artistas en la Europa del siglo XIX. Dioscórides (De mat. med., III, 121) habla de sus efectos medicinales pero no menciona su potencial psicoactivo, no obstante Areteo de Capadocia la recomienda contra la melancolía y Apuleyo estimaba que era útil para alejar los demonios (Godbey; 1930: 226). Es citada en varias ocasiones en papiros griegos procedentes de egipto que contienen distintas fórmulas mágicas y no cabe duda de que se trataba de una planta sagrada. Aunque se discuten los efectos alucinógenos de su principal componente, un aceite esencial denominado thujol o thujone, que también se encuentra en otras plantas, como la tuya, el ciprés y algunos enebros, lo cierto es que parece que a dosis elevadas puede llegar a producir delirios junto con daños cerebrales.

Trances extáticos.

En cualquier caso la liturgia egipcia no era del todo extraña a prácticas semejantes, como se desprende, por ejemplo, del uso de bebidas embriagantes durante la fiesta de Hathor, originariamente una Diosa Madre y, por tanto, una divinidad de la fertilidad, protectora de la alegría extática y festiva que sigue a la embriaguez (Bleeker, 1973: 80). Esta festividad, que coincidía con la inundación anual del Nilo, se celebraba en Dendera, a medio camino entre Abydos y Tebas, y en ella se consumía abundantemente vino y otros brebajes alcohólios en medio de música y danzas (McGovern, 2003: 136). En los festivales sagrados de Bubastis, en honor a la diosa Bastet, hija de Ra y divinidad de la alegría representada con cabeza de gato, se realizaban también rituales extáticos, tal y como nos describe Herodoto (II, 60):

“Pues bien, cuando se trasladan a la ciudad de Bubastis, hacen los siguiente: resulta que hombres y mujeres navegan juntos y, en cada baris, va un gran número de personas de uno y otro sexo, algunas mujeres llevan crótalos y los hacen repicar; algunos hombres, por su parte, tocan la flauta durante todo el trayecto, mientras que el resto de las mujeres y hombres cantan y tocan palmas. Y cuando, en el curso de su travesía, llegan a la altura de laguna otra ciudad, acercan la baris a tierra y hacen lo siguiente: mientras algunas mujeres siguen haciendo lo que he dicho, otras se burlan a voz en grito de la ciudad en cuestión, otras bailan y otras, de pie en la embarcación, se desnudan. esto es lo que hacen a su paso por todas las ciudades ribereñas. y cuando llegan a bubastis, celebran la fiesta ofreciendo grandes sacrificios y se consume más vino de uva en esa fiesta que en todo el resto del año.” (TRAD. C. Schrader).

Seguramente una de las celebraciones más importantes del calendario religioso del antiguo Egipto era el llamdo festival-Wag, que se celebraba a comienzos del Año Nuevo cuando Sothis (Sirio), la estrella más brillante en el firmamento nocturno reaparecía tras haber estado oculta setenta días y anunciaba la inminente crecida del Nilo. Tenía lugar en Abydos, sede del culto religioso a Osiris, que recibía también el apelativo de "Señor del vino durante la inundación". Durante tres días sus seguidores se entregaban a una orgía sagrada para celebrar la fiesta funeraria del dios (McGovern, 2003: 135).

En muchos de los jardines de los templos de Egipto se cultivaban árbustos de balanitas (Balanita aegiptiaca), considerado por los antiguos egipcios como un árbol sagrado, de frutos azucarados. Con la pulpa de su embrión se podía preparar una bebida fermentada. Parece además bastante seguro que estos árboles, a diferencia de los de los huertos comunes, tenían, sobre todo, una utilización litúrgica. Pero ir más allá de estos datos sería caer en el terreno de las especulaciones. Pócimas vinosas de efectos psicoactivos fueron conocidas por los egipcios, griegos y romanos, pero de ellas hablaremos en otro lugar.

Hacía mucho tiempo, por lo demás, que en Egipto Isis había asimilado los rasgos específicos de Hathor —ambas se representan, por ejemplo, coronadas con los cuernos liriformes que encierran un disco solar—, diosa del amor y de la fertilidad en cuyas ceremonias se practicaban rituales extáticos mediante bebidas embriagantes. Identificada también con la Astarté-Afrodita oriental, célebre por sus celebraciones extáticas.

El loto egipcio.

Un caso especial es el que corresponde a la más representativa de las plantas nilóticas, el loto (Nymphaea lotus) que era considerada por los antiguos egipcios una planta sagrada que simbolizaba la inmortalidad y la resurrección. Durante mucho tiempo, primero los botánicos y luego los egiptólogos han ignorado sus propiedades farmacológicas, señaladas sin embargo en el Papiro Ebers, pero lo cierto es que contiene potentes alcaloides narcóticos, aphomorphina, nympherina, nuciferina, nupharidina y alfa-nupharidina, tanto en las flores como en los rizomas, que no son disolubles en agua sino en alcohol. Dioscórides (De mat. med., III, 142) habla de sus efectos narcóticos como inductor de sueños. Los alcaloides del loto pueden llegar a tener propiedades psicoactivas para inducir alucinaciones o un tipo de sueño muy vívido. Al parecer, la mayor concentración de alcaloides psicocativos se da en las yemas y en el rizoma de la planta y se ha reportado su carácter acumulativo, de tal manera que un uso continuado provocaría mayores efectos.

La asociación del vino y del loto es particularmente frecuente en Egipto durante el Imperio Nuevo. La iconografía nos muestra las jarras de vino rodeadas de sus flores. En ocasiones la flor de loto se halla suspendida encima del recipiente y otras veces se encuentra en el cuello de este. Otras veces las escenas de banquetes muestran como jóvenes sirvientas mezclan el contenido de pequeñas jarritas en recipientes para beber mucho más grandes. Como ha sido observado (Harer, 1985), esto podría ser un indicio de que los antiguos egipcios elaboraban un licor de propiedades narcóticas con los alcaloides del loto. Frecuentemente aparece asociada a la mandrágora y a la adormidera. Su presencia en diversos rituales de carácter extático, como ocurre también en el mundo maya, está bien documentada en las pinturas de las tumbas egipcias y en algunos escritos sagrados y mágicos, como el Papiro de Ani, más conocido como el "Libro de la Muerte" lo que refuerza la hipótesis de su utilización por sus propiedades psicoactivas (W. A. Embodem, "The Sacred Narcotic Lily of the Nile: Nymphaea caerulea", Ecomomic Botany, 32, 4, 1978, pp. 395-407; E. Bertol et al., "Nymphaea cults in ancient Egypt and the New World: a lesson in empirical pharmacology", Journal of the Royal Society of Medicine, 97, 2004, pp. 84.85).

Acacia.

En el mito, Horus, forma en la que renace Osiris, aparece asociado a un árbol sagrado que según Los Textos de las Pirámides (436a-b), no era otro que la acacia, del que se decía que contenía la vida y la muerte y que había servido como protección al dios-niño (Buhl, 1947: 86). Resulta que determinadas especies de acacia contienen alcaloides muy activos que producen efectos bastante similares a otros enteógenos, lo que podría resultar esclarecedor si alguna de estas variedades se daba en el antiguo Egipto. A este respecto resultará interesante saber que algunas subespecies que crecen en el deiserto del Sinaí y el Neguev, como son Acacia albida, Acacia lactea y Acacia tortilis contienen DMT, asi como también Acacia seyal y Acacia nilotica que crecen en Egipto. Un brebaje similar al ayahuasca ha podido ser utilizado a partir de la combinación de los alcaloides presentes en la acacia, árbol de gran importancia en la Biblia (atzei shittim= árboles de acacia) y el Antiguo Egipto y tres de cuyas subespecies (Acacia albida, Acacia lactea y Acacia tortilis) que crecen en el sur de Israel (Neguev) y el Sinaí contienen DMT (Dimethyltryptamine, que es un poderoso alucinógeno) y Peganum Harmala, que, curiosamente crece de forma abundante delante de las cuevas de Qumra, hogar de los esenios y lugar del famoso hallazgo de los Manuscritos del Mar Muerto.

Plantas mágicas en papiros griegos.

El empleo de plantas a las que se atribuye propiedades mágicas está documentado en una serie de papiros griegos encontrados en Egipto que pertenecen al periodo helenístico tardío y sobre todo a la época imperial romana (Textos de Magia en Papiros griegos, Madrid, 1987, Gredos). Siguiendo la tradición anterior, en este caso de doble raíz -griega y egipcia-, muchas de ellas son tóxicas o psicoactivas.

En uno de estos papiros (P 5026 del Museo Estatal de Berlín), de la misma fecha, encontramos como parte de una fórmula para comunicarse con Apolo y conseguir un oráculo (II, 74 ss):
"Comunícate tu mismo con el dios de esta manera: toma un gallo enteramente blanco y una piña. haz una libación de vino en su honor, úngete, y permanece suplicando hasta que la ofrenda se consuma; úngete todo el cuerpo con la siguiente mixtura: semillas de laurel, comino de Etiopía, adormidera y dedo de Hermes". (TRAD. J.L. Calvo Martínez y Mª D. Sánchez Romero)
La planta "dedo de Hermes" se piensa que podría ser Mercurialis annua, una planta muy común pero aún poco conocida farmacológicamente que contiene pequeñas cantidades de alcaloides, utilizada como purgante y considerada muy tóxica.

En otro papiro de este grupo (Suplementum graecorum 574 de la Biblioteca Nacional de Paris) el mago, que pretende comunicarse con Helios, ha de coronarse con hiedra negra. En el mismo documento se encuentra la llamada "Liturgía de Mitra" en la que se puede leer (IV, 4, 475):
"Sedme propicias, Providencia y Psique, a mi que escribo estos misterios que no pueden ser vendidos, que se enseñan: para mi hijo único pediré la inmortalidad, oh iniciados en los misterios de nuestra Fuerza (es necesario pues, hija, que tomes zumos de las plantas y especias que te van a ser mostradas al final de mi escrito sagrado), Fuerza que el gran dios Helios-Mitra ordenó me fuera transmitda por su propio arcángel, para que sólo yo entre en el cielo como peticionario y lo examine todo". (TRAD. J.L. Calvo Martínez y Mª D. Sánchez Romero)

Las escenas visionarias que se relatan a continuación sugieren la utilización de algún tipo de psicofármaco, por más que los nombres de las plantas permanezcan ocultos. Asimismo se afirma que el visionario estará en un estado de éxtasis y "lleno de entusiasmo profético" (IV, 4, 735).

También se ha detectado, en este conjunto de papiros griegos sobre magia (XXXVI, 320-32), la presencia de otras plantas psicoactivas como el beleño y una variedad de vicia, sativa o tal vez ervilia, que resulta venenosa, pero que en pequeñas dosis produce alteraciones de la consciencia, en fórmulas en las que están asociadas con sus efectos pero cuyo uso no produciría ninguno de ellos (Scarborough 1991: 158). En estos textos, el kyphi, de cuyas propiedades sobre la mente ya hemos hablado, es mencionado varias veces en su utilización como incienso. Además, en al menos tres ocasiones (IV 1275-1322, 2622-2707, 2891-2942) se realizan fumigaciones de artemisia, cuyos vapores son inhalados y en otra (IV, 1830) el opio forma parte de otro incienso:

"Esta es la ofrenda que da aliento a Eros y a toda la práctica: 4 dracmas de polvo de incienso, 4 dracmas de goma, 4 dracmas de opio, 4 dracmas de mirra, incienso, azafrán y bdélla (resina aromática que procede del Balsamodendrum africanum) como media dracma. Añade oleosa lechetrezna, mezcla todo a partes iguales con vino oloroso y utilízala para la práctica. Al realizarla, quema primero todo ello y úsalo de este modo". (TRAD. J.L. Calvo Martínez y Mª D. Sánchez Romero)
En otra ocasión, la artemisia o ajenjo es mencionada, junto con otras plantas tóxicas, como un ingrediente en una fórmula de conjuro para todo fin mágico, de la que también forma parte el kyphi (IV, 11, 1305 ss):

"Ofrenda de la práctica: cuatro dracmas de incienso, cuatro dracmas de mirra, una hoja de laurel, unas dos onzas de pimienta blanca, una dracma de gomorresina de bálsamo africano, una dracma de semilla de asfódelo, de amono, de azafrán, unas dos dracmas de trementina de teberinto, una dracma de artemisa, planta de katanánke, kyfi hierático, el cerebro completo de un carnero negro. Mézclalo con vino blanco mendesio y con miel y has con ello una pasta". (TRAD. J.L. Calvo Martínez y Mª D. Sánchez Romero)

El asfodelo (Asphodelus albus) tiene propiedades tóxicas debido a que contiene asfodelina. La fermentación de sus tubérculos produce alcohol. Los griegos lo plantaban sobre las tumbas y se decía que cubría las praderas de los Campos Elíseos y la antesala del Hades. La planta llamada, katanánke, palabra que en griego significa "conmoción", se ha identificado con un tipo de arveja, y también con la llamada "hierba de Cupido" (catananche caerulea), de la que en la Antigüedad se decía que era estimulante y afrodisiaca y formaba parte de muchos filtros de amor.

En un vaticinio a través de un medium que ha entrado en estado de trance y se ha desplomado, podemos leer como la artemisia es considerada una planta sagrada (IV, 6, 914 ss):
"Tú siéntate sobre los adobes y pregúntale; y te expondrá la verdad minuciosamente. Tienes que coronarlo con una guirnalda de artemisa amarilla, a él y también a tí. El dios se complace también con esta planta". (TRAD. J.L. Calvo Martínez y Mª D. Sánchez Romero)

Otras veces, la artemisia aparece ritualmente asociada a sueños inducidos para que se aparezca en ellos la divinidad, lo que nos recuerda una visión de Elio Aristídes (Discursos sagrados, II, 31-2), retórico de la segunda sofística y seguidor de Asclepio, que permaneció en el asklepeión de Esmirna, uno de los tres principales centros de culto al dios, diecisiete años como paciente y devoto, famoso también por la facilidad con que entraba en trance para asombro de sus contemporáneos:

"Era artemisia, clara de una cierta manera. Tan clara cuanto era posible, apenas como incontables otras cosas tenían claramente la presencia del dios. Era como si se tuviera la impresión de tocarlo y se percibiera que él mismo había venido en persona, como estar entre el sueño y el despertar.. y prestando odos atentos oír algunas cosas tan en un sueño, otras como en un trance de despertar...".
También aparece en una ocasión la belladona en un conjuro (II, 1-64) en el que la artemisia forma parte de un ungüento de ingredientes extraños y en el que esta solanácea es introducida en una tinta, que contiene la planta de Artemis, que luego será quemada. En otro conjuro destinado a enviar sueños y producir visiones en estos, en el que también la artemisia está presente en un incienso, se quema madera de enebro.

Bibliografía.

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Arqueólogos encuentran el tejido teñido de azul más antiguo del mundo


El color azul siempre se ha relacionado con la realeza. También en el antiguo Egipto, donde el barco del Faraón se distinguía por la tonalidad púrpura de su bandera. El emblema servía de indicación al resto de embarcaciones para que se apartaran en la entrada del río Nilo, con el fin de que dejaran pasar a la familia real, tal y como cuenta Gianluca Farusi. La elección de dicha coloración no era baladí: al fin y al cabo, los tintes naturales eran caros y difíciles de obtener.

El tono azul que portaban los faraones se conseguía empleando el índigo, un colorante obtenido por la civilización egipcia hace unos 4.500 años. Este compuesto orgánico se produce a partir de plantas, al contrario que la púrpura de Tiro, un colorante extraído a partir de caracoles de las costas del actual Líbano. Ambos tintes eran difíciles de producir por su origen natural. En el caso de la sustancia de Tiro, se utilizaban más de 12.000 caracolas para obtener 1,4 gramos de compuesto, necesarios para teñir un simple pañuelo.

El tinte de la realeza y de los vaqueros

Estas cifras muestran las dificultades técnicas y económicas que sufrían las civilizaciones antiguas para extraer tintes naturales. Hasta la fecha se creía que los sabios egipcios habían sido los primeros en conocer la "fórmula mágica" para producir un colorante accesible únicamente para la realeza y los nobles. Su producción artificial tuvo que esperar hasta finales del siglo XIX, cuando el químico Adolf Baeyer descubrió el modo de sintetizar el tan ansiado índigo.

Un estudio, publicado en la revista Science Advances, derrumba las teorías sobre la fabricación del índigo en el antiguo Egipto. Según el equipo de Jeffrey C. Splitstoser (izquierda), el yacimiento arqueológico de Huaca Prieta, en el actual Perú, esconde la evidencia más antigua hasta la fecha de producción de índigo. Los seres humanos ya obtenían y utilizaban este compuesto hace 6.000 años, algo más de un milenio antes de lo que se pensaba. Los científicos han llegado a esta conclusión después de analizar por cromatografía hilos de color azul encontrados en unas telas en Huaca Prieta.

Este yacimiento arqueológico, descubierto en 1946 por el equipo de Junius Bird, se sitúa cinco kilómetros al norte de la desembocadura del río Chicama, en la provincia de Ascope. Este lugar es conocido por haber sido habitado hace más de 14.000 años, y allí pueden verse todavía viviendas subterráneas, indicios de prácticas agrícolas o vasijas. El sitio pudo ser abandonado por una crecida del mar, aunque en este yacimiento quedaron enterradas las pruebas de la civilización que habitó Huaca Prieta. Entre otras, las telas de algodón ahora estudiadas por el grupo de Splitstoser.

Fragmentos de telas analizados en el estudio por el equipo de Jeffrey C. Splitstoser.

En el trabajo publicado en Science Advances, los investigadores muestran que el índigo hallado en los trozos de ropa proceden de la savia del arbusto Indigofera tinctoria. Este colorante, conocido en la actualidad como carmín de índigo o indigotina, es obtenido sintéticamente de forma mayoritaria y se emplea en la industria alimentaria con el código E-132. El tinte hallado en el corazón de Perú es utilizado en confitería para fabricar caramelos o en la producción de bebidas y helados. A nivel industrial o biomédico, el compuesto orgánico se aplica también para detectar fugas de ozono o de líquido amniótico en mujeres embarazadas, respectivamente.


Foto: Arabel Fernández López, arqueóloga, examina un trozo de tela de Huaca Prieta. Cuando las piezas de algodón salieron de la tierra, eran de un color sucio, dijo Splitstoser. No fue hasta que los restauradores limpiaron los frágiles tejidos que el color azul se hizo visible. Incluso entonces, las primeras pruebas sobre las telas no encontraron ninguna firma molecular de índigo. Fue necesario un segundo ensayo utilizando un equipo de química más sensible para detectar el colorante.

El índigo era usado para teñir telas en China, además de su empleo tradicional en el antiguo Egipto. En la actualidad, el colorante sintético también se aplica para fabricar y colorear los pantalones vaqueros. Ejemplos que muestran cómo los avances en química orgánica nos han permitido "democratizar" un tinte reservado a los faraones egipcios, cuyos orígenes se remontan a las civilizaciones prehispánicas, para extender su uso a toda la población.

Fuente: hipertextual.com | Economía y Negocios | Live Science | 14 de septiembre de 2016

LA ARQUITECTURA ALTOMEDIEVAL DEL REINO DE ASTURIAS REVELA SUS FUENTES EUROPEAS

Por Francisco José Borge Cordovilla

RESUMEN: El Dr. arqueólogo César garcía de Castro Valdés, al establecer su hipótesis de datación de la iglesia ovetense de los santos Julián y Basilisa (popularmente conocida como San Julián de los Prados, o Santullano) analizando la factura de la celosía original conservada en la capilla N. de su testero, viene a confirmar otros indicios objetivos de investigaciones anteriores. La suma de todos ellos indica que los patrones clásicos que se observan tanto en la planificación y construcción, como en la decoración del edificio, obedecen a la vinculación del edificio con talleres relacionados con el auge constructivo de la Roma del pontificado de Pascual I, de filiación imperial carolingia.

LA FILIACIÓN CAROLINGIA DEL PRERROMÁNICO ASTURIANO

El Dr. arqueólogo César garcía de Castro Valdés, al establecer su hipótesis de datación de la iglesia ovetense de los santos Julián y Basilisa (popularmente conocida como San Julián de los Prados, o Santullano) analizando la factura de la celosía original conservada en la capilla N. de su testero, viene a confirmar otros indicios objetivos de investigaciones anteriores. La suma de todos ellos indica que los patrones clásicos que se observan tanto en la planificación y construcción, como en la decoración del edificio, obedecen a la vinculación del edificio con talleres relacionados con el auge constructivo de la Roma del pontificado de Pascual I, de filiación imperial carolingia.

Este es el texto del artículo publicado al respecto en La Nueva España, el pasado domingo día 11 de septiembre

Descifrado el enigma de Santullano

Las pinturas del templo prerrománico ovetense "hablan" de profundos mensajes teológicos, según el revolucionario estudio con el que el arqueólogo César García de Castro desvela su significado.




E. LAGAR Aunque el arte de la Monarquía Asturiana aún esconde muchos enigmas por estudiar y descubrir -más de los que corresponderían al conjunto patrimonial más distintivo de Asturias-, acaso uno de los mayores misterios sea el significado de las pinturas murales de la iglesia de Julián de los Prados, en Oviedo. Este conjunto pictórico sin representación figurativa alguna es "la muestra de pintura mural altomedieval más importante de la Europa Occidental". Lo dice el arqueólogo César García de Castro, acaso el investigador que mejor conoce y más ha profundizado en el Prerrománico asturiano. Santullano es, a los ojos del hombre del siglo XX, una pintura tan bella como muda. No entendemos qué nos están contando esas paredes repletas de arquitecturas fingidas, estructuradas en dos o tres frisos. Porque nos están contando muchas cosas. Estamos, en realidad, ante un hermosísimo contenedor de mensajes teológicos. García de Castro acaba de publicar en la revista especializada "Codex Aquilarensis" un detalladísimo estudio que desvela ese enigma y decodifica el significado de un conjunto artístico que, además, no tiene comparación; no se ha conservado ninguna iglesia que repita el programa pictórico de Santullano y que pueda darnos pistas del significado de unos murales que, en el momento de su realización, debieron conferir al templo un aspecto verdaderamente deslumbrante. 

El estudio de García de Castro pone patas arriba las interpretaciones que hasta ahora se habían hecho de esas pinturas y las hace "hablar" por primera vez, nos explica qué estamos viendo ahí. Haciendo un resumen muy superficial de su método de trabajo, García de Castro ha determinado, primero, la probable fecha de construcción del templo para, después, mirar el contexto histórico de aquellos años. Eso es clave. Se trata de saber "qué tenían en la cabeza las personas" que pintaron Santullano. Y eso quiere decir: qué conceptos teológicos bullían en la mente de aquellos artistas. Porque lo que vemos en Santullano no es, mi mucho menos, una simple decoración vacía de contenido. Es, muy por el contrario, la materialización gráfica de profundos conceptos teológicos que resultan invisibles al hombre del siglo XXI, sumergido en una sociedad cada día más laica, desprendida casi por completo de aquel todo imaginario religioso. Pero si conseguimos meternos "dentro" de los ojos del artista/artistas de Santullano descubriremos la sorprendente potencia narrativa de esas pinturas. Y eso es, precisamente, lo que ha hecho García de Castro. 




La clave de la celosía 

Todo partió de la celosía original del templo. García de Castro observó la técnica con la que estaba hecha. Estuco prensado, polvo de mármol prensado. Bien. ¿De dónde surgió esa tecnología? ¿Fue un invento del Reino de Asturias? Evidentemente, no. Hubiera sido una insólita casualidad pues en aquellos años había un centro arquitectónico de referencia donde se implanta la utilización del estuco prensado. Se trata de la Roma del Papa Pascual I, que comienza su pontificado en el 817 y "es el gran constructor de la Roma carolingia", precisa García de Castro. "Es muy difícil pensar que esa técnica pudiera haber surgido en Asturias simultáneamente e independientemente de Roma. La técnica proviene del núcleo de creación arquitectónica más importante del momento: la Roma que está en un proceso de renovación y construcción. Ahí tenemos una fecha de partida: en Roma se está utilizando esa técnica entre los años 817 y 825. Por otra parte, sabemos sin duda por las crónicas que la iglesia de Santullano fue construida durante el reinado de Alfonso II, que muere en el 842. Por tanto, tiene que estar entre esas dos fechas". El arqueólogo asturiano determina que Santullano fue erigido entre 820 y 825. Ésa es la fecha de partida. 


A partir de ese momento, queda levantar la cabeza y ver en qué se está pensando en ese momento en Europa. Y cuando se emprende esa tarea de búsqueda, lo que García de Castro está rastreando es qué dogmas religiosos formaban parte del debate y, por tanto, podrían haber configurado tanto la forma como el fondo de las pinturas de Santullano. Tras una profunda investigación comparativa cuyos minuciosos detalles concretos desbordan las aspiraciones de un artículo periodístico, García de Castro llega a la conclusión razonada de que, contra lo que hasta ahora se había pensado, la total ausencia de figuración que hay en Santullano no está en absoluto relacionada con algunos procesos históricos de la época con los que algunos autores la habían identificado. El arqueólogo descarta que el carácter anicónico (sin imágenes de Cristo o los santos) tenga que ver con el debate sobre el culto a las imágenes de Bizancio y la reacción de Aquisgrán en contra de la práctica de inclinarse y adorar el puro icono. O con la llamada querella adopcionista (la doctrina nacida en España en el siglo VIII que afirmaba que Jesús no era hijo de Dios por naturaleza, sino por adopción). O con una supuesta condición monacal de Alfonso II. La propuesta de construcción del templo que hace García de Castro le permite descartar que todos estos fenómenos histórico-religiosos mencionados fueran las "ideas" que guiaron la mano del artista de Santullano. En cambio, al volver la mirada sobre las pinturas, sí que logra decodificarlas a partir de otras referencias teológicas que en ese preciso momento estaban de plena vigencia.



El mensaje de las cruces 

En la nave central y en el transepto (la nave transversal, el brazo corto de la iglesia) hay cuatro cruces con gemas bajo arco. Cuatro cruces gemadas similares a las grandes joyas del Prerrománico, como la Cruz de la Victoria o la Cruz de los Ángeles. Las cruces están en el orden superior de las pinturas. ¿Y ahí qué vemos? Pues vemos cruces pintadas y, a ambos lados, cortinajes. Primero. ¿Qué tipo de cruces son? Son cruces gemadas, son las llamadas cruces de la parusía, que es el concepto teológico que alude al regreso triunfante de Jesucristo al final de los tiempos. Y eso resulta plenamente coherente con las cortinas que hay al lado. ¿Por qué pintaron ahí esos cortinajes? "Esa representación tiene que ver con algo que está muy tratado durante toda la Edad Media, que es la exégesis de la Carta a los Hebreos". Es decir, en paralelo con la tradición judía, Cristo es el único gran sacerdote definitivo y el gran sacerdote judío, en la fiesta más importante del año (el Yom Kippur), traspasa el velo que protege el sancta santorum del templo de Jerusalén y allí rocía con sangre el propiciatorio del Arca de la Alianza. En la tradición cristiana la sangre que se vierte es la de Cristo, el único gran sacerdote que rompe el velo y nos permite acceder a la trascendencia. En los evangelios sinópticos, subraya García de Castro, se cuenta que en el momento de la muerte de Cristo el velo del templo de Jerusalén se rasga en dos: ahí se cierra una parte de la historia y comienza otra. Eso es, muy en resumidas cuentas, lo que nos narran las cruces de Santullano. 

Los enigmáticos palacios

La indagación de García de Castro ha encontrado muchas respuestas a las preguntas que durante años permanecían sin responder en torno a Santullano. Pero no ha encontrado todas las respuestas. Admite que no ha encontrado explicación a los palacios que aparecen pintados en el friso de las cruces y en el inmediatamente inferior. "Sabemos que son iglesias, pequeños templos, pero no conocemos su sentido". Descarta, como sostenían otros investigadores, que la presencia de los palacios tanto en el friso superior como en el inferior haga referencia a la dicotomía Jerusalén celestial/Jerusalén terrenal, la reconstrucción de una ciudad espiritual obrada por Cristo, a la que se alude en el libro bíblico del Apocalipsis. García de Castro desestima por completo esa hipótesis pues para que esto fuera así, y de acuerdo con todas las representaciones de la época del concepto de la Jerusalén celestial, la figura del Cordero tendría que adquirir un relevante protagonismo. Y en Santullano no existe ni rastro de esa figura. 


García de Castro buscó una distribución o repetición de las figuras de los palacios que pudiera tener algún significado teológico o de otro tipo, pero no la halló. "No sabemos cuál es su sentido. Han pintado once tipos diferentes de iglesias aparentemente sin ningún orden. Parecen aleatoriamente distribuidas. Hay tipos que se repiten siete veces y tipos que se repiten una sola. Pero no sabemos por qué y no parece responder a ningún criterio nuestro de hoy en día. Ni la distribución está asociada con los puntos cardinales, ni con ninguna asociación simétrica. No están siempre los mismos motivos en el mismo sitio. No sé qué orden tenían en el siglo IX y no lo podemos saber". 

Una visita al Paraíso

Pero, por fortuna, cuando la mirada de este experto se dirige a otras partes del templo, las paredes sí que hablan. ¿Qué hay en las pinturas de las capillas de Santullano? Miremos primero las bóvedas. "Las bóvedas son retículas de repetición infinita. Octágonos, rectángulos y hexágonos que se van desenvolviendo ordenadamente en una repetición infinita. Eso está en todos los techos de las iglesias asturianas, de Lillo a Valdediós. Es un signo de la pintura de Asturias. Históricamente se ha dicho que eran las decoraciones de los mosaicos romanos que suben a las bóvedas. Pero hay un principio esencial de la fenomenología de la religión que dice que lo sagrado no se pisa. Los mosaicos de suelo en las iglesias cristianas no tienen ningún tema sagrado, lo que hay son alusiones al Paraíso, al ámbito de la fertilidad, a la armonía de la creación, etcétera. Por tanto, no es razonable, sin una explicación, que lo que está en el suelo suba al techo sin más para envolver lo sagrado. Es decir, para que nos entendamos: el papel de periódico no envuelve el cáliz. Por tanto, ¿qué es lo que hay ahí? Son estructuras cristalinas, representaciones plásticas bidimensionales de estructuras cristalinas. ¿Y qué son las estructuras cristalinas? Pues las piedras preciosas, los cristales de la naturaleza. ¿Y dónde están esas imágenes? Pues es las visiones del Paraíso de buena parte de toda la Alta Edad Media. En esa época imaginan el Paraíso como estancias construidas con piedras preciosas. Son estancias cuyas paredes refulgen al entrar en ellas. Ese concepto también sustenta a la catedral gótica. Las vidrieras góticas son estructuras cristalinas. La catedral gótica no es la metafísica de la luz. 


Es la metafísica de la luz tornasolada, es una recreación del Paraíso. De lo contrario las vidrieras serían transparentes". García de Castro añade, para sustentar su teoría, que en las capillas laterales también hay arcos pintados para reforzar la alusión paradisiaca, "porque el Paraíso está construido, es una morada". La interpretación, a su juicio, tiene todo el sentido porque ¿dónde se genera el Paraíso en una iglesia? "En el ámbito del altar. Allí es donde la acción eucarística es anticipación del Paraíso. La eucaristía es rememoración, conmemoración y anticipación". 
Tres en uno 


Queda una última, y apasionante mirada, al tímpano central de las capillas, lo que está encima de la ventana frente a la cual el sacerdote celebra, de espaldas a los fieles. "¿Qué tienen?, se pregunta García de Castro. "Pues hay pequeñas cruces. Tres en ritmo de tres. Tres en la capilla central y una en cada uno de los laterales. Es decir, son dos trinidades, que son signos trinitarios". Estamos en este lugar ante una representación del misterio de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, un ser único en tres personas distintas, el dogma central del cristianismo sobre la naturaleza de Dios. Un dogma para el que los autores de Santullano buscaron representación gráfica en esta zona del templo. "Encima de las ventanas de las capillas hay unas composiciones que están formadas por óvalos en tres posiciones distintas que se interrelacionan mediante un juego de diagonales y en cuyas junturas hay pequeñas cruces y los tres óvalos son idénticos", describe García de Castro. ¿Qué estamos viendo ahí? Miremos con los ojos del siglo IX: pues la plasmación iconográfica del concepto de la Santísima Trinidad según el marco categorial aplicado por San Agustín como algo "relacional, triple, diferenciado, inconfundible, infinito e igualitario". Es la repetición infinita de lo uno pero diferenciado. Así se expresa la esencia divina. Así se dibuja a Dios. Y así lo vemos en Santullano.»


EL PATRÓN CAROLINGIO DE MEDIDA UTILIZADO EN EL REINO DE ASTURIAS BAJO ALFONSO II (circa 800-842)

Las investigaciones llevadas a cabo por quien suscribe, en torno a fijar un hipotético cánon compositivo y metrológico aplicable a la planificación y puesta en obra de los edificios del Reino de Asturias, son, lógicamente, deudoras de las de otros autores -sobre todo de las pioneras del Dr. D. Lorenzo Arias Páramo- al tiempo que fijan una metodología propia que conduce a la conjunción coordinada de planificación y ejecución compositiva y metrológica.

Aplicada sobre todo al conjunto de templos atribuidos por las Crónicas al reinado de Alfonso II, ha propiciado la constatación de la utilización de principios compositivos comunes, además de la presencia de una unidad metrológica común a todos ellos, cual es el pie carolingio equivalente unos 326 mm, y basado en la denominada “toise d’écritoire”, canon de medida fijado en 790 por Carlomagno el el marco de su reforma de los patrones de pesas y medidas, y muy similar al “pie dórico”, documentado por W. Dörpfeld a caballo de los ss. XIX y XX en los templos dóricos excavados por él en Olimpia y Atenas.

Los resultados de tales investigaciones se encuentran recogidos en varias monografías, dedicadas respectivamente a la iglesia de Santa María (reformada como panteón real); la torre de San Miguel, que formó parte de la construcción de la iglesia mayor de San Salvador y la iglesia de San Tirso. Además, posibilitó el establecimiento de una hipótesis alternativa para la cronología de la fuente de Foncalada, sumando los argumentos compositivo-metrológicos, a los epigráficos establecidos en su día por el citado C. García de Castro. De igual modo, ha servido para establecer la probable cronología de la iglesia de San Juan Bautista bajo Alfonso II, en función de la presencia de la mencionada unidad metrológica en la cripta enterrada bajo la actual iglesia de San Pelayo, al N. de Santa María, y en el interior del antiguo atrio catedralicio.

Este mismo canon compositivo-metrológico ha sido detectado en Santullano, iglesia objeto de la reciente investigación de García de Castro, que también se basa, en nuestra opinión, en el pie de 325 mm, y que presenta un trazado global en función de la aplicación sistemática de proporciones pitagóricas, como el triángulo perfecto de proporciones 3 – 4 – 5, o el cuadrado de diagonal √2, donde estas proporciones se aplican a múltiplos exactos de la citada unidad métrica.

Todo ello puede consultarse en la página del autor MIRABILIA OVETENSIA

Arqueólogos descubren el lugar que puede probar la lucha entre David y Goliat

El Museo de las Tierras Bíblicas abre esta semana la exposición “En el Valle de David y Goliat” donde exhibe fragmentos de cerámicas, así como un modelo de arcilla de un santuario que se encuentra en el sitio.

ISRAEL. – De vez en cuando los arqueólogos revelan algún descubrimiento que demuestra los relatos bíblicos de miles de años. Durante mucho tiempo se sostuvo que David y Salomón, los reyes conocidos de Israel, nunca existieron y que sólo eran “leyendas”. El canal de televisión de National Geographic produjo una serie para “comprobar” eso en 2006.

Al mismo tiempo que debutó el programa, el profesor Yosef Garfinkel de la Universidad Hebrea y el arqueólogo Saar Ganor, conectado a la Autoridad de Antigüedades de Israel comenzaron una búsqueda que demostraría cómo fue el reinado de David.

Este material está expuesto en Jerusalén.

Desde las ruinas de una ciudad en el valle de Ela, en el centro de Israel, fueron excavados gran parte de lo que se conocía sólo por la Biblia, pero ahora llegó a ser probado por la ciencia. El sitio arqueológico de Khirbet Qeiyafa, también conocido como Fortaleza Ela reveló lo que puede ser el Saaraim mencionado en la Biblia.

Según el profesor Garfinkel, lo que ahora ellos están mostrando al mundo descrito en la Biblia es el sitio de la famosa batalla entre David y Goliat. Todos los resultados de las excavaciones en el valle de Ela, ya están en exhibición en el Museo de las Tierras Bíblicas en Jerusalén.

“La arqueología no pudo encontrar un hombre, ni el restante relacionado con el propio rey David”, explicó Garfinkel. “Pero hemos encontrado evidencia arqueológica del proceso social de la urbanización en Judea”.

Las evidencias mencionadas por él encajan con lo que se describe en la Biblia como el establecimiento del reino de David, cuando las pequeñas comunidades agrícolas fueron sustituidas por las ciudades fortificadas.

“La cronología encaja perfectamente con la narración bíblica. Las pruebas de carbono realizados en los huesos de aceituna encontrados en Khirbet Qeiyafa muestran que la ciudad fue construida a finales del siglo 11 a.C.”, dijo.

Curiosamente, el año pasado los arqueólogos de la Universidad de Bar-Ilan, descubrieron las ruinas de la antigua ciudad de Gat, que según los relatos de la Biblia fue el lugar de nacimiento de Goliat.

Dos fenómenos atrajeron la atención de Garfinkel y Ganor cuando comenzaron las excavaciones en Khirbet Qeiyafa hace una década. Varios bloques de granito fueron utilizados en algunas partes de un muro cerca del local que tenía dos grandes cavidades.

Sólo en el segundo año de la investigación es que los arqueólogos se dieron cuenta de que habían encontrado una ciudad fortificada que correspondía perfectamente con la descripción de Saaraim (1 Crónicas 4). Este nombre en hebreo significa “dos puertas”, y los agujeros construidos en el muro sobre los cimientos es de los más viejos, estos estaban en el mismo lugar donde debían estar las dos puertas. Esto era una rareza en las ciudades pequeñas.

Armonía con la Biblia

La ubicación geográfica de la ciudad también encaja con la descripción bíblica de Saaraim, que se menciona inmediatamente después de la batalla entre David y Goliat. El texto de 1 Samuel 17: 2 dice que el ejército de Israel y de Judá siguieron a los filisteos, y los cadáveres de los enemigos “estaban esparcidos a lo largo de la entrada de Saaraim a Gat y Ecrón”. La ciudad también se menciona en Josué 15, y estaría cerca de Soco y Azeca, dos sitios arqueológicos conocidos y relativamente cerca de Khirbet Qeiyafa.

El Museo de las Tierras Bíblicas abre esta semana la exposición “En el Valle de David y Goliat” donde exhibe fragmentos de cerámicas, así como un modelo de arcilla de un santuario que se encuentra en el sitio, enormes piedras utilizadas en la pared que rodea la ciudad. Para Garfinkel, esto le dará una oportunidad a la gente para que entiendan la historia y entiendan un poco mejor como era el reino de David.

Vía: Noticia Cristiana

La represión de género en la posguerra española por Aitor Manuel Vacas Carrillo

La represión de género en la posguerra española

     Antes de comenzar a profundizar en el tema de la represión de género, incidiendo en el caso menos conocido y tratado como es el de la mujer, argumentamos que es cierto, que gran parte de la historiografía sobre al tema de la guerra civil y sus consecuencias, incidieron más detalladamente en la lucha armada de las milicias populares y la represión masculina. No por ello podemos negar que la mujer no tuviera un papel importante dentro de las milicias populares o que solo contemos a través de la documentación histórica de la marginación de esposas o hijas de represaliados de guerra. Gracias a los testimonios de aquellas mujeres que vivieron en sus propias carnes las atrocidades a las que fueron sometidas por la defensa de sus propios de sus ideales, podemos conocer más sobre un tema que está viendo la luz. Una de las primeras historiadoras que se dedicaron al estudio de las vivencias de las presas del franquismo y quedó reflejada en su obra “Resistencia y movimiento de mujeres en España, 1936-1976” fue Giuliana di Febo, contando con el relato de aquella mujeres presas en la cárcel de la Ventas en Madrid. A raíz de ello, comenzarían una corriente de estudio y de numerosas publicaciones obtenidas de los relatos en primera persona como de la investigación documental.

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    Tras el inicio de la Guerra Civil se tomaron represalias entre ambos antagonismos – los nacionales y los republicanos. Numerosos son los casos, caso de la masacre de Badajoz (cierto es que no hay un consenso sobre la estimación total de las victimas,  según César Lorenzo fueron en torno a  1500, para Tuñón de Lara 1200 o el periodista norteamericano Jay Allen sostuvo que hubieron al menos 4000 víctimas civiles por su origen republicano) O por parte del bando republicano como fue la matanza de Paracuellos del Jarama (donde se ejecutaron ante el avance de las tropas nacionales en  Madrid a los prisioneros no afines a la República sin distinción de clase. También se da el caso manifiesto anteriormente mencionado sobre la estimación de las víctimas. Según el hispanista Ian Gibson  cifró la muerte de 2.400 personas siendo posteriormente revisada por afines al régimen o militares. Pero a tenor de los listados en la Causa General o el listado del periódico El Alcázar cifran  de algo más de 2.000 personas). A partir de 1939 y en adelante comenzaría en España un nuevo régimen autoritario bajo el general Franco donde se ejercería por parte del Franquismo la mayor represión tanto de hombres como de mujeres.

    Respecto al papel de la mujer durante los inicios de la guerra fue relevante tanto en la propaganda política como en la confrontación armada. Se organizaron en movimientos  antifascistas, militando en partidos de izquierda o ayudando en el Socorro Rojo (organización comunista similar a la Cruz Roja). Serían estos supuestos junto con que estuvieran emparentadas con familiares afines a la causa republicana, lo que explicaría el ensanchamiento represivo de la mujer. La represión afectó tanto a  mujeres jóvenes, la mayoría casadas (algunas con represaliados) como a mujeres maduras; tanto con mayor o menor incidencia en actividades o militancias políticas. Los delitos a los que se enfrentaban o imputaban eran por causas ideológicas, por antecedentes penales con anterioridad, por tener familiares que defendían la causa republicana o por haber trabajado en hospitales republicanos o en sectores afines, caso de Cuerpo de Prisiones o las funcionarias de Correos; sufriendo las consecuencias de su depuración profesional.(Egido, 2009: 57).

     Tras el establecimiento de las penas eran encarceladas en las distintas penitenciarias para mujeres como el caso de las Ventas. Como expone (Fernando, 2003: 115-120) sobre el encarcelamiento de estas mujeres y de cómo eran sus condiciones de vida. Menciona como a menudo también los niños de corta edad de estas mujeres convivían en las celdas como chantaje o castigo para el resto de sus familiares. Si la policía franquista no encontraba al marido o padre, estos arrestaban a la esposa, madre, hijos e hijas. La situación de las presas era muy dura debido a la falta de  condiciones de higiene por el hacinamiento, así como de los abusos sexuales (incluso a mujeres embarazadas perdiendo a sus hijos), tratos vejatorios y torturas en que se veían sometidas.  Tal era el sufrimiento y la angustia por el que estaban pasando que gran parte de ellas se dejaban morir por inanición.

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    La situación de hacinamiento en los centros penitenciarios era tal, que a partir de 1940 el gobierno franquista creó la  Comisión de Examen de Penas, siendo en sus inicios para las penas ordinarias y dos años después para las penas de muerte no ejecutadas. En el caso de la conmutación de penas, estas volvían a la sociedad pero eran marginadas por el resto sufriendo vejaciones públicas. Y si además sus maridos o padres estaban presos y no tenían quien las sostuviera económicamente se veían obligadas a trabajos que el resto no realizaba por la dureza o por la vergüenza de realizarlos como criadas; pero más deshonroso sería que tuvieron muchas que ganarse la vida como prostitutas (Sánchez, 2009: 67-75). Finalizando la exposición relativa a la represión no podemos olvidar a   aquellas  mujeres cuyas penas de muerte no se conmutaron tuvieron el trágico final de ser  fusiladas.  A tenor del cine como de la literatura nos llega el conocido caso de las trece jóvenes pertenecientes al JSU que fueron fusiladas por el régimen. Aunque no el único, puesto que con la apertura de fosas mediante actividades arqueológicas en distintas zonas de la geografía peninsular (País Vasco, Cáceres, Burgos, Ávila, Almería, Alicante…), se ha verificado como constatado que en el fusilamiento de mujeres no tuvieron el menor escrúpulo ni clemencia con aquellas que estaban embarazadas. 

·         BIBLIOGRAFÍA

  • DI FEBO, GIULIANA (1979): Resistencia y Movimiento de Mujeres en  España 1936-1976,  Icaria, L ́Hospitalet. 
  • ·         EGIDO LEÓN, Á., FERNÁNDEZ ASPERILLA, A. (eds.), 2011: Ciudadanas, militantes, feministas. Mujer y compromiso político en el siglo XX. Eneida, Madrid, pág.57
  • HERNANDEZ,  F., 2003: Mujeres encarceladas: la prision de ventas. De la República al Franquismo, 1931-1941,  Marcial Pons, Madrid, págs.115-120.
  • ·         SÁNCHEZ, P., 2009: Individuas de dudosa moral: la represión de las mujeres en Andalucía, 1936-1958. Grupo Planeta, Madrid, págs.67-75.