FÉLIX AGELACI UN REBELDE ASTUR PROTEGIDO POR LOS VIKINGOS




http://digibuo.uniovi.es/dspace/bitstream/10651/28808/2/Origenes9421-15496-1-SM.pdf

Otro documento excepcional y que yo desconocía por completo; también Berto Peña nos lo presenta. Año 1028 Félix Angelaci de donde vendría Xelaz en el testamento de Doña Velaquista cae en desgracia y marcha en las naves de los lordomanos.Cae en desgracia con Adelfons V que muere en Viseu de un flechazo.Entonces a la muerte del rey es perdonado y vuelve y se le otorga una posesión en Bonnuar ¿Bañugues?; la villa de Ripella.
En la conferencia organizada por el Curbiru Bañugues asociación cultural del pueblo de Bañugues ubicado en el concejo de Luanco el conocido etnógrafo Alberto Álvarez Peña se refirió a un episodio poco conocido de la historia asturiana cual es la del rebelde Félix Agelaci y su relación con los vikingos durante el reinado de Alfonso V.

Hombre y Medida en la Historia de la Arquitectura. Conferencia de Luis Castaño Sánchez

Conferencia pronunciada por Luis Castaño en el Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz, el pasado 8 de julio.


Hombre y Medida en la Historia de la... por extremaduradigital

Los diez anticonceptivos más disparatados de la historia

Ahora es más fácil, y definitivamente menos desagradable, evitar un embarazo si así lo quieres.

¿A veces te da pereza tomarte la píldora anticonceptiva diaria o detestas el siempre incómodo momento en el que hay que ponerse el condón?
Pues tras darte este corto tour por algunos de los métodos anticonceptivos más oscuros, chiflados y hasta peligrosos de la historia, te alegrarán las opciones que tienes en el siglo XXI.

7 datos para entender qué es y cómo funciona la inyección anticonceptiva para hombres
*No nos hacemos responsables de ningún bebé que nazca usando las siguientes técnicas, dada la absoluta falta de respaldo científico o sentido común.

1. Acuclillarse y estornudar

En la Grecia antigua estaban convencidos de que brincar y acuclillarse inmediatamente después de una sesión amorosa evitaba que el esperma entrara en el útero de las damas.
Y un estornudo consolidaba la misión.

2. Testículos de comadreja

En el Oscurantismo europeo pensaban que si una mujer se amarraba testículos de comadreja a la pierna se protegería de embarazos indeseados.
Para ser justos, pocas cosas inspiran menos pasión que ver que la dama de tus sueños tiene los testículos de un animal colgando de una pierna.

3. Agua de herrero

No conformes con la técnica de brincar y acuclillarse, los antiguos griegos también aconsejaban tomarse los residuos tóxicos de los herreros, es decir, el agua que usaban para enfriar sus herramientas.
De alguna manera se puede decir que era efectivo pues contenía mucho plomo.
Así que era anticonceptiva, pero sus efectos secundarios eran náusea, insuficiencia renal, convulsiones, coma y muerte.
Lo más asombroso es que una versión de esa técnica seguía usándose hasta la Primera Guerra Mundial, cuando las mujeres se iban a trabajar como voluntarias en fábricas con plomo, sólo para que las mantuviera estériles.

4. Caca de cocodrilo

Los antiguos egipcios empezaron por buen camino.
Se dieron cuenta de que nadie iba a quedar preñado si podían crear algún tipo de barrera allá abajo.
Fue uno de esos momentos en los que se le prendió el bombillo a la humanidad, y casi inmediatamente se fundió cuando surgió la idea de que la barrera ideal sería miel con caca de cocodrilo.
Por suerte, lo que sobrevivió fue el concepto, en la forma de diafragma, no la manera de realizarlo.

5. Té de testículos

Sí, testículos una vez más.
En este caso, fueron los canadienses del siglo XVI los que molían los de los castores hasta reducirlos a un polvo fino que le añadían a una potente mezcla de bebidas alcohólicas.
Presuntamente era tan efectivo como colgarse testículos de comadreja, pero tenía la (des)ventaja de que terminabas completamente borracho.

6. Intestinos animales

En otras palabras, el condón original.
Antes de los preservativos con sabor a frambuesa (entre gustos no hay disgustos), te tenías que conformar con intestinos de animales.
Uno de los registros históricos más antiguos de condones hechos con intestino de cerdo viene acompañado incluso de un útil manual, que sugiere remojarlos en leche caliente antes de usarlos.

7. El limón de Casanova

No es estrictamente su limón pero se dice que el famoso don Juan era un gran aficionado de esta técnica.
El método requería de medio limón al que se le sacaba la pulpa y se insertaba en la vagina.
La cáscara hacía las veces de capuchón cervical y el ácido del jugo era un potente espermicida, de manera que no era tan desatinado.

8. Mercurio

Por los años 900 a.C., los expertos en control de natalidad chinos le aconsejaban a las mujeres tragarse 16 renacuajos fritos en mercurio inmediatamente después del coito.
La técnica funcionaba de una forma similar a la del agua de herrero, es decir, actuaba como un veneno.
Así que efectivamente las mujeres no daban a luz... y muchas quedaban permanentemente estériles.
Otras posibilidades eran daños al hígado, a los riñones y otros importantes órganos y, en el peor de los casos, la muerte.

9. Opio
Los antiguos sumatranos sabían que la amapola era mucho más que una flor.
Las mujeres usaban la cáscara de la planta como diafragma durante el acto sexual, o se insertaban las flores en sus vaginas, lo que se cree que tiene el mismo efecto que fumar opio.
No se sabe cuán efectivo era, pero la experiencia probablemente no se asemejaba al uso de un simple condón.

10. La ducha vaginal de Coca Cola
Si tras leer lo que hacían en el pasado te estabas sintiendo muy ufano por vivir en el futuro, aquí tienes una técnica de apenas unos 60 años atrás.
Tras una velada agitada, las mujeres se echaban la gaseosa bebida dentro de ellas.
La teoría era que la carbonatación forzaría al líquido a entrar en la vagina y el azúcar haría que explotaran las células del semen.
Gracias a esta explicación científica, la Coca Cola se volvió en una popular ducha vaginal poscoito.

Fuente: BBC Mundo

Carlos III expulsó a los jesuitas porque no podía permitir que hubiera un Estado dentro del Estado

Carlos III retratado hacia 1765 por Anton Raphael Mengs - Museo del Prado

El historiador ha plasmado sus conocimientos sobre el Rey en «Carlos III, un monarca reformista» (Espasa)

Felipe VI eligió al principio de su reinado un retrato de Carlos III, el rey reformista, para decorar su despacho en La Zarzuela. Y no fue un gesto al azar. Carlos III significa la profesionalidad, la cautela, la rectitud y la renovación cuando la Ilustración alcanzó su definitiva madurez. Hoy, que España sigue exigiendo reformas para aguantar los constantes golpes, los historiadores miran de reojo al reinado de Carlos III cuando se cumplen 300 años de su nacimiento.

Roberto Fernández Díaz (Hospitalet de Llobregat, 1954) es uno de los mayores conocedores de la historia del siglo XVIII y quien más ha estudiado los pormenores del reinado de Carlos III, el cuarto monarca de los Borbones españoles y sobre el que existe una visión más positiva. Este miembro de la Real Academia de Historia ha plasmado esos conocimientos sobre el Rey en «Carlos III, un monarca reformista» (Espasa).

–¿Es merecido el consenso de que Carlos III es el mejor Rey de la dinastía Borbón?

–Es una imagen merecida, pero hay que decir que en años recientes se está corrigiendo a mejor la imagen que hay de Felipe V y de Fernando VI. El primer borbón español es muy controvertido, pero fue el primer reformista y cada vez se le valora más si se toma como punto de partida el final de la Guerra de Sucesión. Este reajuste está colocando a Carlos III en su justo lugar como el gran Rey que fue en el contexto reformista de ese siglo.

–¿Cómo era el carácter de Carlos, tenía también un lado menos afable?

–Tenemos una imagen bastante exhaustiva sobre él gracias a los textos de los viajeros y los diplomáticos, a su correspondencia y a su primer biógrafo, el Conde de Fernán-Núñez. Era una persona afable, tranquila, rutinaria, previsible e incluso un punto aburrida. Consultaba mucho con sus ministros antes de tomar una decisión. Se dejaba asesorar, pero cuando tomaba una decisión era firme y no permitía fácilmente que le hicieran cambiar de opinión.

–Dice usted que es un hombre que quiso reformar España. ¿Lo llegó a conseguir o se quedó en el proceso?

–Al final de su vida, el Rey tenía una imagen bastante positiva de sí mismo y de lo que había conseguido durante su reinado. Estaba satisfecho con los avances reformistas, aunque evidentemente no consiguió todo lo que se había propuesto. Halló importante oposición en los sectores conservadores y ciertas reservas en las clases populares, que tenían una idea moral de la economía. En varios casos renunció a reformas porque consideraba que mantener el orden estaba por encima de la reforma. No obstante, en líneas generales dejó una España mejor de la que había encontrado.

Estatua ecuestre de Carlos III, en la Puerta del Sol de Madrid

–Al igual que en los asuntos políticos, tampoco dio grandes volantazos en su vida privada.

–También en su vida privada fue muy rutinario. La suya fue una corte muy tranquila, con poca animación y apenas con los escándalos que salpicaban la vida de otras cortes europeas.

–Existe una idea popular de Carlos III muy repetida de que él estaba reinando a gusto en el reino de Dos Sicilias y le resultó un fastidio tener que ocupar la turbulenta Corona española. ¿Hay algo de cierto?

–Nunca tuvo por ambición venir a reinar a España y fue educado para hacerlo en Italia. No obstante, cuando le tocó fue muy obediente con los designios de su dinastía y supo que era una gran oportunidad personal. Se caracteriza por ser un Rey muy profesional (de hecho llevaba más de dos décadas reinando en Italia), conocía perfectamente a donde venía y le ilusionaba poner en práctica su programa reformista en España. Lo que sí es cierto es que su esposa sí añoró Nápoles una vez instalada en Madrid.

«En varios casos renunció a reformas porque consideraba que mantener el orden estaba por encima de la reforma»
–Y en Italia, ¿cómo se le recuerda en la actualidad a Carlos III?

–Ha habido dos tipos de corrientes historiográficas en Italia sobre Carlos III. Están los historiadores que le han elogiado como el primer gran reformista que tuvo este territorio, que con él pasó de la entidad de virreinato al de reino; y los que le han criticado por quedarse corto en las reformas o poner por delante los intereses dinásticos. Cuando partió hacia España fue despedido de forma multitudinaria y popular. Creo que en Nápoles se tiene buen recuerdo de él hoy en día.

–La madre de Carlos III, Isabel de Farnesio, fue una mujer con gran protagonismo político, ¿cuánto hay de ella en el carácter del rey?

–Isabel fue una reina imponente. Tenía ambición por colocar a sus hijos en puestos protagonistas, pero eso no fue nunca en contra de los intereses de la Monarquía hispánica. Carlos vio en su madre una fuente de inspiración para hacer política, si bien no fue la principal, pues personajes como Bernardo Tanucci fueron sin duda más importantes. Eran dos personalidades diferentes. Carlos tenía templanza, era la profesionalidad; Isabel tenía pasión, era el temperamento.

–Uno de los hechos por los que es más recordado en política interior es la expulsión de los jesuitas de España. ¿A qué razones se debió?

–Es una medida a la que se le ha dado mucha importancia, pero que no fue lo más destacado del reinado. Él simplemente asumió una decisión que se respiraba en el ambiente internacional, puesto que en fechas recientes se había dado en Francia y Portugal. Se valió del papel de los jesuitas en el Motín de Esquilache para expulsarlos del país, aunque luego se descubrió que su implicación en esta revuelta no fue tan destacada. Eso sin olvidar que el Rey decidió la expulsión en connivencia con otras órdenes religiosas y con las fuerzas reformistas, ¿Las verdaderas razones? Como Rey absolutista ilustrado no podía permitirse que hubiera un Estado dentro del Estado, sobre todo cuando éste respondía directamente ante el Papa. Y no hay que olvidar que los jesuitas eran teóricos del regicidio.

–La primera figura que se vincula con las reformas de Carlos III es la de Esquilache. A la vista del destino de este ministro italiano, ¿se equivocó el Rey al darle tanto protagonismo?

–Esquilache hizo un buen trabajo como ministro, pero el partido «español», el motín de 1766 y el controvertido comportamiento de su mujer propiciaron su caída. El Rey se dio cuenta de que tenía que ofrecer la cabeza de Esquilache a cambio de tranquilidad en las calles. Es sensato decir que en los años posteriores al motín se ralentizó el programa de reformas, aunque nunca se paró del todo.

«América fue vista por Carlos III como la gran joya de la Corona que debía preservarse a toda costa»
–¿Cuál es el balance de la política exterior del Rey?

–Cuando Carlos hacía política exterior su máxima era «nada quiero pero que nada me quiten». Además, en su opinión América estaba poco explotada por la metrópolis y debía ser su salvación económica. Pensaba que la metrópolis tenía que aumentar su presencia en el imperio colonial y proteger sus intereses de los ingleses principalmente. América fue vista por Carlos III como la gran joya de la Corona que debía preservarse a toda costa con un buen Ejército y una buena Armada.

–Una decisión arriesgada en su política exterior fue apoyar a las 13 colonias, el germen de los EE.UU. España corría el riesgo de que se produjera un efecto contagio hacia su imperio.

–Fue una forma de debilitar a los ingleses, pero es cierto que a largo plazo estaba el riesgo de poner frente a los ojos de los criollos y de la aristocracia americana la idea de que podían independizarse si se daban ciertas circunstancias. Puede que el ejemplo norteamericano ayudara a prender el independentismo en Sudamérica.

Puerta de Alcalá, uno de los símbolos de la modernización llevada a cabo por Carlos III

–Los herederos de Carlos III, sobre todo su hijo Carlos IV, no estuvieron a la altura, ¿fue un problema de mala formación?

–Es cierto que Carlos IV no tenía la experiencia y el talento político de su padre, pero es que se las tuvo que ver con unas circunstancias internacionales muy duras a partir de la Revolución francesa. Además, Carlos III llegó al trono con el bagaje de haber reinado más de dos décadas en Italia, algo inédito en la historia de España. Pero me parece que es injusto situar a su heredero como un Rey plenamente inepto como ciertas corrientes historiográficas han supuesto. Por ejemplo, Carlos IV era un Monarca más culto que su padre y le hizo caso manteniendo a Floridablanca como primer ministro.

–¿Hubiera actuado diferente Carlos III ante los sucesos que se desencadenaron en Europa, con la Revolución francesa y las ambiciones imperiales posteriores de Napoleón?

–En un principio creo que hubiera hecho exactamente lo mismo que su hijo. Hubiera mantenido a Floridablanca como ministro principal y habría autorizado un cordón sanitario para evitar un efecto contagio con los sucesos revolucionarios de Francia. La coyuntura a la que se enfrentaron las grandes monarquías europeas a finales del siglo XVIII las puso al borde de la desaparición.

«Carlos IV era un Monarca más culto que su padre y es injusto situarle como un Rey plenamente inepto»
–Uno de los hechos más celebrados en el reinado de Carlos III es la revolución científica y artística que se vivió en España.

–En realidad ya empezó con su padre y con su hermanastro. Se inició una gran renovación científica, cultural y artística. Supuso el punto culminante de la ciencia española y de parte del mundo artístico, aunque siempre vigilando que estas actividades se hicieran desde ideas oficialistas. Es decir, hay un reformismo oficial que requiere la ayuda del mundo de la ciencia y la cultura para renovar España, pero al que se vigila para que no se salga de la línea marcada por la Corona.

–El análisis general que se hace de Carlos III en el libro es la de un hombre sin tacha alguna, ¿cuál se podría considerar una mancha en su biografía?

–Una cuestión muy controvertida es su papel durante el proceso de la Inquisición contra Pablo de Olavide, escritor, traductor, jurista y político español. Era un tipo muy osado y se creía amparado por el Rey; por eso precisamente la Inquisición quiso ponerle como un ejemplo de que nadie estaba por encima de esta institución. El Monarca decidió no defender a Olavide, entre otras cosas porque no era un grande de España y no era uno de sus ministros principales. No obstante, sigue siendo un tema abierto el por qué no le defendió aunque sabemos que la Corona decidió conscientemente no parar el proceso.

Fuente: ABC

Edgard Camarós: "El Pendo tiene representada la evolución humana desde hace 80.000 años"

Edgard Camarós, del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social.

Cantabria cuenta con cuevas que albergan gran parte del arte Paleolítico de España. Así, la cavidad de El Pendo, en Escobedo de Camargo, es Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, hace años que no se realiza una excavación en ella. De este modo, un nuevo proyecto encabezado por Edgard Camarós, del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), se ha embarcado junto a científicos de este mismo departamento y del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC) en una nueva investigación con grandes aspiraciones.

¿Por qué han sido elegidas las cuevas de El Pendo para llevar a cabo este proyecto?
En primer lugar, porque la cueva de El Pendo tiene representada la evolución humana desde hace 80.000 años hasta hace 14.000 años, un periodo que llamamos la revolución cognitiva o la revolución mental. Por lo tanto, si excavamos esa cueva podremos recuperar todos los procesos evolutivos que ha vivido nuestra especie, el Homo sapiens, a lo largo de este tiempo y, por eso, es una de las mejores cuevas para entendernos a nosotros mismos.

La idea de encontrar pinturas está prácticamente descartada pero, ¿qué otro tipo de arte esperan encontrar?
Esperamos encontrar objetos arqueológicos que, de alguna manera, se han llamado objetos de arte y nosotros llamamos 'arte mobiliar' y son, seguramente, huesos decorados, que también son muy importantes, como el famoso bastón de mando de El Pendo. Se han encontrado hasta 14 en esta cueva en muy poco espacio excavado por lo que nosotros, que pretendemos abrir mucha más zona de excavación, pensamos encontrar bastantes más. El tipo de piedra es normal, se trata de una cueva de piedra kárstica como casi todas las que hay en Cantabria, pero la diferencia de El Pendo con otras cuevas es que tiene mucha tierra por excavar. Nosotros decimos que tiene una gran potencia estratigráfica, que es ahí donde están contenidos todos los objetos arqueológicos todavía por excavar.

El gran yacimiento aún por descubrir de la cueva de El Pendo. | EFE

¿Se prevé la posibilidad de poder hallar respuestas que cambien nuestra manera de ver la evolución humana hasta el momento?
Sí, por supuesto, porque lo interesante de El Pendo es que como tenemos toda esa secuencia representada y, además, tenemos tantas evidencias de que, de repente, se hacen cosas tan distintas como obras de arte, podemos saber cuáles son los precedentes arqueológicos que han llevado a los seres humanos a hacer esas obras de arte. Así podremos saber por qué los seres humanos cambiaron su manera de vivir, por qué en ese momento están haciendo cuestiones de innovación y cambian de mera supervivencia a hacer cosas que definen al ser humano hoy en día. Obras de arte que no son importantes para nuestra supervivencia pero sí para nuestra cultura y entendernos a nosotros mismos.

¿Estiman algún tiempo concreto para estar investigando las cuevas?
Vamos a hacer una primera campaña arqueológica de una semana, que va a ser una especie de chequeo médico de la cueva en el que vamos a acabar de precisar la cronología de tiempo que está representado en la cueva. Pero esto nos va a permitir realizar campañas arqueológicas en la cueva durante un periodo de tiempo muy largo. A largo plazo hablamos de más de 10 años.

Edgard Camarós lidera la investigación en El Pendo.

¿Hay alguna otra cueva que le llame especialmente la atención y pueda contener piezas de fechas iguales o parecidas a las de El Pendo?
Está la cueva de La Garma, que ha dado resultados arqueológicos muy buenos y que demuestra también que en esa cueva se está haciendo algo diferente a lo que se venía haciendo durante toda la Prehistoria.

¿Realiza algún otro trabajo paralelo o estará únicamente centrado en este proyecto?
Relacionado con este proyecto estamos muy interesados en la divulgación del conocimiento prehistórico relacionado con la cueva. Queremos ser un agente dinamizador más y pensamos que, a través de la investigación arqueológica, podemos potenciar la calidad, y eso significa que podemos ayudar a un desarrollo económico de la comunidad autónoma y, en este sentido, trabajamos con la bodega El Pendo, el Ayuntamiento y con otras empresas para poder dinamizar esa zona a nivel económico a través de la cultura.

¿Cómo van a repartirse los 6.000 euros con los que cuentan para investigar?
Es una cantidad muy pequeña la que hemos pedido, porque en realidad no necesitamos más, ya que esta campaña arqueológica va a ser de una sola semana y en la que destinaremos todo este dinero a las dataciones arqueológicas por 'Carbono 14'.

¿Es el Paleolítico una etapa de la que aún queda mucho por conocer?
Sabemos muy poco de ello y es muy difícil encontrar yacimientos que contengan grandes secuencias que nos permitan explicar qué ha pasado hasta el momento pero, precisamente, es un época importantísima porque son las bases de cómo se estructurará nuestro cerebro desde ese momento hasta hoy en día, es decir, los procesos que llevan a un Homo sapiens a investigar tras una montaña son los mismos procesos mentales que llevan a Cristóbal Colón a cruzar el Atlántico. En ese sentido no hay diferencias, pero precisamente es en la Prehistoria en los que se fragua.

Fuente: eldiario.es | 01 de octubre de 2016