Sale a la luz el puerto romano de Cartago Nova (Cartagena, Murcia)

El muelle tiene una estructura formada por dos muros paralelos y los estudios datan la construcción en el siglo I después de Cristo.

Los cimientos de Cartagena siguen arrojando historia. El último hallazgo se ha producido en las obras de la Casa Llagostera de la calle Mayor. Los trabajos han 'descubierto' el antiguo puerto de Cartago Nova, un hito que ya ha sido confirmado por la consejería de Cultura.

Según el departamento regional, durante la supervisión arqueológica de las obras «se ha documentado el muro del muelle del puerto de la antigua ciudad romana». Explican desde Cultura que los trabajos en la Casa Llagostera (donde está en marcha la edificación de 23 viviendas, previa conservación de la fachada) cuentan con supervisión arqueológica por la sospecha de que en ese sector se conservasen estructuras portuarias de Cartago Nova, por lo que las obras se autorizaron con la condición de que se efectuase dicha intervención y de que en caso de que se documentasen restos de interés arqueológico de procediera a detener las obras y efectuar una excavación arqueológica manual.

Foto: Reconstrucción virtual de Cartago Nova (Cartagena).

De esta forma, según la consejera de Cultura, Noelia Arroyo, «el pasado día 27 de septiembre visitamos la excavación y se dieron instrucciones de que se detuvieran los trabajos y se presentara un informe con los resultados», el cual aún no ha sido recibido, pero es posible que llegue en los próximos días.

Según Arroyo, «el muelle tiene una estructura formada por dos muros paralelos, realizados con sillares de arenisca, y rematado en superficie por una losa de caliza, ligados entre sí por tirantes a intervalos regulares». No obstante, la consejera precisó que ahora mismo se está en fase de estudio, «pero parece que tendría una datación altoimperial, del siglo I antes de Cristo, a falta de poder completar el informe».

De esta forma, el hallazgo vendría a confirmar las hipótesis que la investigación proponía sobre su localización, «si bien discurre de manera oblicua a la calle Mayor», concretó la consejera.

De especial relevancia

Desde la Consejería destacaron que se trata de un hallazgo de especial relevancia para la investigación arqueológica de Cartago Nova, ya que hasta ahora sólo se disponía de una inscripción que se refería al puerto actualmente expuesta en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua) de Cartagena, cedida por el Museo Arqueológico Nacional (MAN) de Madrid.

Pero es que además, según las fuentes consultadas por esta Redacción, se trataría de «uno de los escasos testimonios de la arquitectura portuaria de época romana que se pueden estudiar en nuestro país», por lo que la magnitud del hallazgo aún no se puede percibir de forma global.
La consejera de Cultura explicó que los restos han aparecido «a más de tres metros de profundidad, por debajo del nivel freático actual, pero en buen estado de conservación» y vaticinó que «este hallazgo, sin duda, convertirá a Cartagena, una vez más, en referencia arqueológica de nuestro país».

«Estamos a la espera de que llegue el informe arqueológico para ordenar la suspensión de las obras -que ya están detenidas- la realización de una excavación arqueológica manual, y la futura conservación de los restos del muelle», explicó Arroyo. El director de la excavación es Francisco Fernández Matallana.

La empresa espera

Por su parte, la constructora aguarda las decisiones que se tomen por parte de la Consejería, aunque fuentes consultadas hablan de que la empresa podría proponer la recuperación de los restos con el objetivo de incluirlos en los sótanos del edificio a construir.

Fuente: Salvador González | La Opinión de Murcia, 4 de octubre de 2016

España en la Matanza de San Bartolomé y 7.000 muertos de la 'boda roja'


Catalina de Médici aparece en el centro, vestida de negro. en este cuadro de la matanza pintado por Édouard Debat-Ponsan

La madrugada del 23 de agosto de 1572, una señal dada por las campanadas de maitines desde la iglesia de San Germán-Auxerrois, próxima al Louvre, dio comienzo a la llamada Matanza de San Bartolomé en Francia. Como Felipe II de España. llevaba años aconsejando, Carlos IX ordenó eliminar a los cabecillas protestantes reunidos en París durante esos días a modo de ataque preventivo. Cuando el embajador francés acudió al Alcázar de Madrid a dar las novedades, Felipe «empezó a reírse, dando muestras de placer y satisfacción» y aseguró que tuvo aquel día uno de los mayores «contentamientos de mi vida».
La brutal y sorpresiva persecución de protestantes se cobró entre 7.000 y 12.000 muertos, con la boda teñida de sangre entre uno de los líderes calvinistas y la hermana del Rey de Francia como rojo telón de fondo
Mientras España disfrutaba de un tiempo de paz en lo que a guerras internas se refería, Francia se desangró todo el siglo XVI en una guerra civil interminable entre católicos y calvinistas. Carlos I yFelipe II no dejaron en ningún momento que crecieran en la península las corrientes heréticas, siendo aquella una demostración de la uniformidad de su dominio hispánico; en contraste con los monarcas franceses, demasiado debilitados para impedir una guerra civil que privó a Francia del puesto de potencia hegemónica que parecía tener su nombre a principios de la Edad Moderna.
Felipe II de España, en cualquier caso, sufrió sus particulares guerras de religión en los dominios hispánicos de los Países Bajos, donde el apoyo de los protestantes alemanes, ingleses y franceses mantenía abierto el conflicto a pesar de los muchos recursos y tropas enviados desde España. De ahí el interés de los españoles en que Francia pusiera fin al poder de los hugonotes (los protestantes franceses), que se aprovecharon de la debilidad de la Monarquía gala para aumentar su influencia.
El Rey de Francia, Carlos IX, era católico y se cuidaba por mantener la paz con su cuñado el Rey de España, pero se mostró incapaz de cortar la creciente influencia hugonote, mas cuando era su madre, Catalina de Médici, quien realmente reinaba en las sombras debido a la debilidad física y mental del soberano.

España carga contra la debilidad de Carlos IX

En julio de 1566, la Corona enmendó el edicto de Amboise para prohibir el culto protestante en Francia, a lo que los hugonotes reaccionaron intentando secuestrar al Rey en Meaux. A la vista de su fracaso, los protestantes franceses se lanzaron a poner sitio a París. Carlos IX y su madre se vieron obligados a pedir auxilio al Gran Duque de Alba, gobernador de los Países Bajos, que llegó a enviar 2.000 arcabuceros y 1.400 soldados de caballería, si bien el cerco se rompió sin necesidad de que intervinieran las tropas españolas
No obstante, las tropas católicas vencieron finalmente a los hugonotes en la batalla de Saint-Germain (1567) y forzaron su retirada a la región que se extiende entre Sens y Troyes, allí se unieron con refuerzos alemanes dejando de nuevo el tablero de juego en punto muerto. En poco tiempo, Catalina de Médici se convirtió en la máxima defensora de alcanzar un acuerdo de paz y poner fin a la tercera de las Guerras de religión de Francia.
En 1570 se firmó la conocida como la Paz de Saint-Germain por la que la Corona aceptó la readmisión de los protestantes en la administración pública, así como la libertad de culto en privado. Felipe II, casado con una de las hijas de Catalina, veía incomprensible el cambio de postura de su suegra. En diciembre de 1568, Alba escribió al Monarca español en gruesos términos sobre lo que estaba ocurriendo en Francia:
«Vuestra Majestad no puede imaginar el mal gobierno que Carlos y Catalina conducen, creyendo engañar al mundo entero; no he visto ni un hombre ni un caballo que crea capaz de hacer nada de mérito; negocian puramente como niños».
Para más humillación, la paz habría de certificarse con el enlace matrimonial entre la Princesa Margarita de Valois –otra de las hermanas del Rey– y el noble calvinista Enrique de Borbón (el futuro Enrique IV de Francia). Esta boda fue prevista para el 18 de agosto de 1572, sin que fuera aceptada ni porel Papa Pío V, ni por su sucesor Gregorio XIII. Tampoco por el pueblo parisino. Si bien se calcula que había cerca de dos millones de protestantes en Francia, la capital del reino era un lugar hostil a este grupo religioso y recibió con desprecio la llegada de un gran número de nobles protestantes para asistir al enlace. Los gastos y la exhibición de lujos Terminaron de incendiar el ánimo del pueblo.
Enrique III de Navarra y Margarita de Valois

Y no era menor la hostilidad entre los nobles. Las sucesivas guerras y masacres había convertido a muchos en enemigos irreconciliables, siendo ahora que tenían que compartir los asientos de la Corte. Como muestra de la tensión, la católica Casa de Guisa se negó a ceder su lugar en las ceremonias a los Montmorency, redomados protestantes, y la tensión empezó a materializarse en ruido de conspiración. Así y todo, la ceremonia se llevó a cabo en la fecha fijada con la bendición realizada por el cardenal deBorbón, tío de Enrique, delante del atrio de la Catedral Notre Dame de París. La incapacidad para ponerse de acuerdo limitó la ceremonia a una mera bendición, evitando la celebración de la misa de esponsales
La violencia hizo acto de presencia poco después de la bendición. Todavía en el contexto de la boda, el 22 de agosto de 1572 se perpetró un atentado con arcabuz contra Gaspar de Coligny, almirante hugonote, a consecuencia del cual perdió un dedo y resultó herido en el brazo izquierdo.
¿Quién estuvo detrás de un atentado que ponía en riesgo una paz tan precaria? La Casa de Guisa atrajo todas las miradas sospechosas, porque además creían que Coligny había estado detrás de la muerte de Francisco de Guisa, asesinado diez años antes. Asimismo, el disparo contra el almirante se hizo desde la casa de un miembro de la familia. El otro de los grandes sospechosos era el propio Rey de España, aliado de Guisa, que buscaba así evitar una paz que iba a perjudicar sus intereses en los Países Bajos: un partido protestante fuerte en Francia significaba más aliados para los rebeldes de Flandes.

Una boda roja a la francesa

Las miradas también se dirigieron a Catalina. Difícilmente podía no estar enterada de los preparativos de un atentado de esa magnitud, si es que no lo orquestó ella misma; y por supuesto, no movió un dedo para hallar a los auténticos culpables cuando los calvinistas se lo reclamaron. Según la tradición, Coligny habría adquirido demasiada influencia sobre el joven Carlos IX y la Reina madre quiso poner fin de golpe a esta amenaza. Si en algún momento Catalina se había elevado como garante de la paz, su papel en el atentado y en la Noche de San Bartolomé dejó claro que la suya era una postura más cercana, en verdad, a la de Felipe II.
Mientras la Reina madre cenaba en vísperas del día 23, los protestantes irrumpieron para pedir justicia y recordando a Catalina que a las afueras de París un ejército 4.000 hombres hugonotes clamaba por encontrar a los asesinos. Catalina entendió al momento (si es que todo no formaba parte de un plan organizada por ella para llegar a esa situación) que debía adelantarse al inminente ataque hugonote.
Tras cerrar todos los accesos a la ciudad y proporcionar armas a los burgueses, la Reina madre se dirigió a la habitación de su hijo y le describió con grandes palabras un complot de los hugonotes para asesinarle aquel mismo día y apoderarse de la Corona. Histérico por la noticia, Carlos IX ordenó ejecutar «a los que pretenden levantarse contra el Estado», a excepción de los príncipes Enrique de Navarra y el príncipe de Condé. A los pocos minutos, la campana de la iglesia de Saint Germaint Auxerrois, que durante siglos había avisado a los ciudadanos de París para que tomaran las armas, tocó a rebato y Catalina transformó en masacre lo que todavía era parte de los festejos por el enlace matrimonial entre su hija y un calvinista.
Representación de la matanza de San Bartolomé según François Dubois

En una escena que haría las delicias del televisivo personaje de «Juego de Tronos» Walder Frey, los soldados católicos recorrieron el palacio, sacando a los nobles hugonotes y a sus mujeres de las camas y matándolos allí mismo. Se dice, no en vano, que un hombre escapó y entró gritando en la habitación de la recién casada princesa Margarita, sujetándola ante su cuerpo para que le sirviera de escudo. El hombre no salió con vida de aquel lance.
Una guarnición de soldados se dirigió también a la casa del almirante Coligny a terminar el trabajo. El almirante Coligny fue sacado por la fuerza de su lecho y arrojado a la calle por una ventana de palacio. La matanza se extendió a las calles parisinas y se alargó varios días, a pesar de los intentos reales por frenar la locura homicida del pueblo.
Además,el Rey firmó la orden de que se aplicaran medidas similares en el resto del país. En los días siguientes tuvieron lugar matanzas en los lugares en los que los hugonotes estaban en minoría. El número total de muertos se estima en total en 2.000 en París y de 5.000 a 10.000 en toda Francia.
Fuente: abc.es

La diosa de los muertos

Llaman la atención los pendientes de esta diosa funeraria, que representan dos cabezas humanas. Si a muchos puede parecer un detalle macabro, algo así como las cabezas reducidas que los shuar (jíbaros) convierten en talismanes, hay que situarse, para entenderlo, en el mundo fenicio del 450-350 a. C.
Para arqueólogos como Benjamí Costa y Jordi Fernández, que hace una década estudiaron y analizaron esta pieza y otra similar que existe en el Museo de Arqueología de Cataluña, y que también fue hallada en Ibiza, esas cabezas humanas son precisamente atributos de la diosa que la convierten en divinidad funeraria.

Los expertos disponen de suficientes indicios sobre el mundo púnico como para asegurar que la muerte podía evocarse simbólicamente mediante rostros de mirada fija, hierática. Es, ofreciendo un arquetipo como ejemplo y salvando las distancias que puedan existir, la expresión de la gorgona griega, la que convierte en piedra a quien la mira.

Y aunque en esta ocasión particular se encuentran convertidos en pendientes, esos rostros hieráticos, que en ocasiones son de felinos, se hallan representados en toda una serie de objetos asociados a la muerte y hallados en hipogeos fenicios.

Pebetero con la imagen de la diosa Tanit, en el Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera.

Benjamí Costa, director del Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera, explica que esta diosa femenina, probablemente Tanit, era la que acogía el alma del difunto y lo ayudaba a realizar el paso al más allá, un tránsito que en las civilizaciones antiguas estaba plagado de amenazas, de monstruos que ponían en peligro el espíritu del muerto. Y contra ellos necesitaban la intervención de dioses funerarios poderosos que les allanaran el camino.

Esta pieza singular cuenta además con otros detalles que no sólo la convierten en extraordinaria y única (junto con la figura similar que existe en el museo de Barcelona) sino que refuerzan la teoría de su carácter eminentemente funerario. Además de tan curiosos pendientes, la diosa porta un collar del que cuelgan unos abalorios como bellotas y que resulta ser igual a collares auténticos, conocidos en metales nobles en el mundo griego y fabricados en hueso en el ámbito púnico, que se han encontrado en tumbas y de los que existen ejemplares en el museo de Puig des Molins.

Por otra parte, la figura (derecha), que por lo demás va desnuda, fue encontrada en varios fragmentos que tuvieron que ser encajados. Y algunos de ellos tienen trazas evidentes de haber sido quemados, lo que lleva a los expertos a la hipótesis de que pudo ser usada en alguna ceremonia sacra, en la que fuera rota y lanzada al fuego; en el santuario de es Culleram, por ejemplo, se han encontrado pruebas de este tipo de rituales.

La diosa funeraria, que también lleva un tocado, probablemente una diadema, pertenece a la colección Sáinz de la Cuesta, expuesta en el museo de Puig des Molins, y compuesta, en gran medida, por piezas atesoradas por Joan Roman, mecenas de la arqueología pitiusa, a partir del año 1905.

Son piezas procedentes, fundamentalmente, de la necrópolis, y obtenidas de las excavaciones de la Sociedad Arqueológica Ebusitana que Roman sufragaba; a cambio, y tal y como entonces era acostumbrado, él se quedaba las piezas. Al morir Joan Roman, buena parte de su colección fue adquirida por Sáinz de la Cuesta. Y así han podido conservarse y convertirse en parte fundamental del Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera.

Un estudio de ADN afirma que los primeros pobladores del archipiélago de Vanuatu llegaron desde Asia

Los primeros pobladores modernos de Vanuatu llegaron a ese archipiélago del Pacífico hace unos 3.000 años desde Asia para después colonizar Tonga, según un estudio arqueológico del ADN publicado en Australia.

"La actual población de Vanuatu desciende en primer lugar de los asiáticos. Su población original es de base asiática, de Taiwán o quizá del norte de Filipinas", ha asegurado Matthew Spriggs (izquierda), que formó parte del equipo investigador de la Universidad Nacional de Australia.
El trabajo, divulgado en la revista científica Nature, se ha centrado en el análisis del ADN antiguo de tres muestras de esqueletos excavados en el cementerio más antiguo que se conoce de la cultura Lapita, situado cerca de la capital, Port Vila. Las conclusiones de la investigación descartan que los primeros pobladores de Vanuatu descendieran de las poblaciones vecinas de Australia o Papúa Nueva Guinea, que llegaron a la región hace al menos 40.000 años.

La arqueología consideraba que los lapita, pueblo de exploradores marinos, procedían de Nueva Guinea o de alguna otra región de Australasia, y que luego se diseminó por las islas Salomón, Fiyi, Tonga y el resto de Polinesia, entre el 1.600 y el 1.000 antes de Cristo.

Foto: Un lugar de enterramiento, de aproximadamente 3.000 años de antigëdad, en Vanuatu, proporcionó las muestras de ADN. En la foto, una calavera en un recipiente de la cultura Lapita.

Según el nuevo estudio, "estos primeros pobladores asiáticos pasaron por lugares en donde ya había gente, pero fueron hacia Vanuatu, donde no había nadie", dijo Spriggs, según el comunicado de la universidad. "Después se vincularon con los papuanos para producir la mezcla genética que se ve actualmente en Vanuatu y en el resto del Pacífico, aunque la diferencia está simplemente en el porcentaje", acotó el arqueólogo.


Otro estudio del ADN antiguo de las muestras tomadas en un cementerio de Tonga -realizado por Geoffrey Clark, de la misma universidad- confirmó que el mismo grupo de gente habitó por primera vez Tonga, aunque años después.

Investigadores de la Escuela Médica de Harvard, la Universidad College Dublin, y en Instituto Max Planck participaron en el análisis genético, precisa el comunicado.

Fuente: rtve.es | 4 de octubre de 2016

Premio Cervantes 2016: Retrasado


Una circunstancia que ya se ha dado con partidas bloqueadas y después liberadas para instituciones de cabecera como el Museo del Prado. «Se trata de una prioridad absoluta y se trabaja ya para crear esa excepción, pero debe debatirse y aprobarse en el seno del Consejo de Ministros», afirman fuentes del departamento. Desde Cultura se elude, con todo, hablar de fechas, pero se insiste en que «los premiso se fallarán aunque sea con algún retraso».
     Recuerdan que «Hacienda puede hacer una excepción si así lo disponen causas mayores» y no duda de que así será. «Se está tramitando con Hacienda la elevación al Consejo de Ministros de un acuerdo que exceptúe esa norma para poder comprometer el gasto correspondiente los Premios Nacionales y hasta que no se produzca esta aprobación, no es posible fallar ningún premio» insisten desde Cultura.
      El premio Cervantes 2016 y los otros galardones que concede el Ministerio de Educación Cultura y Deporte están en el aire debido a la situación de interinidad del Gobierno. Atendiendo a las obligaciones que impone Bruselas, el Ministerio de Hacienda impuso el pasado 28 de julio un «bloqueo contable» que hace imposible que Cultura disponga a tiempo de las cantidades presupuestadas y no ejecutadas hasta esa fecha. Entre ellas las dotaciones de estos premios públicos, unos 900.000 euros, de los que 125.000 corresponde a la 'bolsa' del Cervantes, el premio mayor de la letras hispanas y el último de la larga serie y para cuyo fallo no hay fecha.
«Los premios se fallarán, pero es muy posible que con algún retraso» explican fuentes de la Secretaría de Estado de Cultura que comanda José María Lassalle. La solución está en manos del Consejo de Ministro que habrá de articular una norma «que reconozca la excepcionalidad de la situación y haga posible el desembolso de las cantidades» explican desde Cultura.
Todos estos galardones que se fallan anualmente fueron convocados el pasado febrero. Los jurados encargados de fallarlos debían reunirse entre octubre y noviembre, pero mucho de ellos han recibido una carta de la Secretaría de Estado de Cultura mediante suspendiendo las citas hasta nueva orden. «Por causas ajenas a nuestra voluntad, nos vemos obligados a aplazar la reunión del jurado del Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Narrativa, prevista para el día 18 de octubre. Este aplazamiento se debe a la Orden de Cierre de Ejercicio de 16 de julio de 2016 que impide la ejecución de los gastos no comprometidos con anterioridad al 20 de julio», dice un de las misivas que anticipó el martes el diario El País.
Desde al Secretaria de Estado de Cultura se deplora que se hable de «guerra entre ministerios» y se recuerda que el bloqueo contable impuesto por Hacienda en julio «afecta pro igual a todos los departamentos».
El Cervantes es el mascarón de proa de los galardones institucionales que se conceden cada año y tiene su equivalente en la plástica en el premio Velázquez. En total son una treintena de galardones para la Letras el Libro, la Lectura, Bellas Artes, Cine, Artes Escénicas, Música, Patrimonio Histórico, Industrias Culturales o Tauromaquia y que reparten casi un millón de Euros de un dinero público por ahora bloqueado.

Fuente: ideal.es