El gran misterio de los huevos fósiles hallados en Lanzarote

Playa Papagayo, Lanzarote Vista de la Playa Papagayo, en Lanzarote. (FLICKR/teosaurio)

Los huevos pertenecen a un ave terrestre, no voladora, de unos 4 millones de años de antigüedad, que no pudo llegar a la isla por sus propios medios. Los trabajos se centran en averigüar cómo llegó esa especie hasta la isla, de origen volcánico y a 120 kilómetros de la costa de África.

Los huevos fósiles hallados en Lanzarote siguen generando descubrimientos sorprendentes que confirman que pertenecen a un ave terrestre, no voladora, de unos 4 millones de años de antigüedad, pero mantienen intacto todo su misterio: ¿Cómo cruzó el océano un ave que no nada ni vuela? Como el resto de Canarias, Lanzarote es una isla volcánica que emergió del océano hace millones de años, lo que significa que todas sus formas de vida, sean flora o fauna, han llegado a ella de fuera en varios momentos de un pasado más o menos remoto, a diferencia de otras islas como Madagascar, que un día fueron parte del continente. Todavía hoy le separan de la costa de África al menos 120 kilómetros de mar con profundidades de hasta 1.300 metros, una cota más que suficiente para suponer que en ningún momento, por intensa que fuera la glaciación, las aguas bajaron tanto en ese punto del Atlántico como para que hubiera un paso seco entre la isla y África.

Dos equipos científicos diferentes, uno formado por centros nacionales y otro por institutos de investigación de Francia, Suráfrica y España, publican ahora sus nuevos descubrimientos sobre el yacimiento donde se encuentran esos fósiles del Plioceno, en el macizo de Famara, en las revistas Journal of African Earth Sciencies y The Sciencie of Nature. El primero de ellos hace una revisión a fondo de los estratos fósiles que se han encontrado en el norte de Lanzarote y de su cronología, para concluir que esos depósitos se generaron en un período comprendido hace entre 4,30 millones de años (la edad de la colada volcánica sobre la que se asientan) y 3,78 millones de años (la edad de la colada que los cubrió).

En esa franja de 700.000 años de historia de la isla, los científicos han encontrado siete huevos de ratites (un antepasado de la avestruz), varios huevos de tortugas terrestres y numerosos caracoles también terrestres, unas especies que hicieron suya una planicie de al menos 16 kilómetros cuadrados cubierta por arenas arrastradas por el viento, pero también por sedimentos fluviales. Estos dos trabajos permiten conocer el clima de las islas por entonces El segundo artículo desarrolla una técnica capaz de deducir el hábitat de un ave a partir de la cáscara de sus huevos, por el rastro que deja en forma de isótopos de oxígeno el tipo de agua que ingieren directa o indirectamente (dulce o salada).

Y concluye que los huevos de Famara no son de un ave marina, sino terrestre. Estos dos trabajos permiten acotar más la datación de ese yacimiento, al que hasta ahora se atribuía casi dos millones de años más de antigüedad (entre 6 y 5,3 millones de años), explica el geólogo Alejandro Lomoschitz, investigador del Instituto de Oceanografía y Cambio Global de Las Palmas de Gran Canaria, autor principal del primer artículo y partícipe en el segundo. Y, sobre todo, aportan algunas claves distintas sobre el clima que debía haber en ese momento en la isla: "Aunque la mayoría de los depósitos sean eólicos, llama la atención la gran cantidad de caracoles, lo que indica que tenía que hacer humedad", añade.

En cuanto al gran misterio que rodea al origen de las avestruces, el primer artículo defiende que la geología de Canarias permite descartar las dos hipótesis planteadas en los años setenta por los descubridores del yacimiento: que Lanzarote hubiera formado parte del continente africano o que existiera una cadena de pequeños islotes, hoy desaparecidos, entre su costa y la de Marruecos que facilitara el cruce a la fauna "en pequeños saltos entre islas". Lomoschitz asegura que él es geólogo y no se atreve a formular una hipótesis, aunque avanza que quizás la incógnita se resuelva pronto. De hecho, los autores que le acompañan en esos artículos creen haber aportado claves geológicas, cronológicas y paleogeográficas para abordar esa cuestión y anuncian que, "en breve", publicarán un nuevo trabajo con ese objetivo en concreto.

Fuente: 20 Minutos

Arqueólogos descubren que los Persas trabajaron para el gobierno de Japón hace mil años

El Japón de hace mil años era mucho más cosmopolita de lo que se pensaba, según revelaron arqueólogos este miércoles, basándose en pruebas sobre la presencia de un persa que trabajó al servicio del gobierno nipón en la antigua capital Nara.

Recientes pruebas, muy precisas, llevadas a cabo sobre un trozo de madera descubierto en los años 1960 condujeron a los investigadores a esta conclusión.

El descubrimiento se hizo en las ruinas de lo que fue la antigua capital de Japón, Heijokyo, según precisó el portal digital de la cadena NHK.

La imagen infrarroja permitió revelar caracteres hasta entonces ilegibles en la madera (soporte muy usado en Japón antes de la aparición del papel), que nombran a un responsable persa que vivía en el país.

Este hombre trabajaba en una academia que formaba a funcionarios, explicó Akihiro Watanabe, experto del Instituto de investigaciones sobre las propiedades culturales de Nara. Es posible que hubiera enseñado matemáticas, estimó Watanabe, al subrayar la excelencia de los persas en este ámbito.

"Aunque precedentes estudios demostraran la existencia de intercambios con Persia, que se remontan al siglo VII, es la primera vez que constatamos que un habitante de una región tan alejada como ésta trabajó en Japón" en esa época, declaró.

"Y ello demuestra que Nara era una ciudad cosmopolita donde los extranjeros eran tratados como iguales", añade.

Nara fue la principal de Japón a partir del año 710 hasta el 784, cuando la capital se trasladó a Kioto.

Se trata de un valioso material histórico que sugiere el vínculo entre Okinawa y el mundo occidental, explicó el Consejo de Educación de la ciudad de Uruma.

Japón es, indudablemente, uno de los países con mayor contenido histórico y cultural de la humanidad, y los tesoros que aún esconde sorprenderán al mundo por sus revelaciones, indicaron los especialistas pertenecientes a la mencionada entidad.

Así es la antigua Pompeya en 3D

Una de las mansiones ‘reconstruidas’. Fuente: Universidad de Lund.

Investigadores de Suecia han creado un modelo 3D de todo un bloque de viviendas de la Pompeya pre-erupción del Vesubio. Combinando arqueología tradicional con la tecnología 3D, han recuperado la forma de mansiones, jardines, una taberna y una lavandería, entre otras construcciones, y las muestran en un vídeo.


Combinando la arqueología tradicional con la tecnología 3D, investigadores de la Universidad de Lund (Suecia) han logrado reconstruir una casa de Pompeya (Antigua Roma) a su estado original antes de la erupción del volcán del Vesubio hace miles de años. En un vídeo muestran su creación de un modelo 3D de todo un bloque de viviendas.

Después del catastrófico terremoto de Italia de 1980, el conservador de la ciudad de Pompeya invitó a la comunidad internacional de investigadores a ayudar a documentar la ciudad en ruinas, antes de que el estado de los restos de la erupción del volcán en el año 79 a.C. se deteriorara aún más.


En 2000 empezó el Proyecto Pompeya Sueca, en el Instituto Sueco de Roma. La investigadora a cargo de la operación de rescate fue Anne-Marie Leander Touati, entonces directora del instituto en Roma, ahora profesora de Arqueología Clásica e Historia Antigua en la Universidad de Lund.
Desde 2010, la investigación ha sido dirigida por el Departamento de Arqueología e Historia Antigua de Lund. El proyecto también incluye ahora una nueva rama de arqueología digital avanzada, con modelos 3D que muestran la documentación fotográfica completada.


El distrito de la ciudad fue explorado durante el trabajo de campo en el período 2011-2012 y ahora se han completado los primeros modelos en 3D de la ciudad en ruinas. Los modelos muestran cómo era la vida de la gente de Pompeya antes de la erupción del Vesubio. Los investigadores incluso han logrado completar una reconstrucción detallada de una casa grande, que pertenece al hombre rico Cecilio Iucundus.

“Al combinar las nuevas tecnologías con métodos más tradicionales, podemos describir Pompeya con mayor detalle y con mayor precisión de lo que era posible hasta ahora”, dice Nicoló Dell’Unto, arqueólogo digital, en la nota de prensa de la universidad.



Entre otras cosas, los investigadores han descubierto suelos del año 79 a.C., realizado estudios detallados del desarrollo de la construcción a través de la historia, limpiado y documentado tres grandes propiedades de gente rica, una taberna, una lavandería, una panadería y varios jardines. En un jardín descubrieron que algunos de los grifos de una fuente impresionante estaban abiertos en el momento de la erupción: el agua todavía salía a borbotones cuando la lluvia de ceniza y piedra pómez cayó sobre Pompeya.

Descubrimientos

Los investigadores también encontraron ocasionalmente capas completamente vírgenes. En una tienda había tres ventanas sorprendentemente intactas (hechas de yeso cristalino translúcido) de la Antigua Roma, apiladas unas contra otras.


Mediante el estudio de los sistemas de agua y alcantarillado fueron capaces de interpretar las jerarquías sociales del momento, y ver cómo los minoristas y los restaurantes dependían de las grandes familias ricas para tener agua, y cómo las condiciones mejoraron hacia el final, antes de la erupción.

Se construyó un acueducto en Pompeya, permitiendo a los residentes no tener que depender ya de unos pocos pozos profundos o de los tanques de agua de lluvia recogida en las grandes casas ricas.

El trabajo que hay detrás de la película en 3D y un comentario sobre la credibilidad de las reconstrucciones se presenta en un artículo, publicado en SCIRES Italy.

El Istituto di Scienza e Tecnologie dell’Informazione de Pisa y el Laboratorio de Humanidades de la Universidad de Lund han contribuido al desarrollo del material y el trabajo en 3D.

Referencia bibliográfica:
Emanuel Demetrescu, Daniele Ferdani, Nicolò Dell’Unto, Anne-Marie Leander Touati, Stefan Lindgren: Reconstructing the Original Splendour of the House of Caecilius Iuc.... Scires It (2016). DOI: 10.2423/i22394303v6n1p51

Fuente: Tendencias21, 5 de octubre de 2016

Sale a la luz el puerto romano de Cartago Nova (Cartagena, Murcia)

El muelle tiene una estructura formada por dos muros paralelos y los estudios datan la construcción en el siglo I después de Cristo.

Los cimientos de Cartagena siguen arrojando historia. El último hallazgo se ha producido en las obras de la Casa Llagostera de la calle Mayor. Los trabajos han 'descubierto' el antiguo puerto de Cartago Nova, un hito que ya ha sido confirmado por la consejería de Cultura.

Según el departamento regional, durante la supervisión arqueológica de las obras «se ha documentado el muro del muelle del puerto de la antigua ciudad romana». Explican desde Cultura que los trabajos en la Casa Llagostera (donde está en marcha la edificación de 23 viviendas, previa conservación de la fachada) cuentan con supervisión arqueológica por la sospecha de que en ese sector se conservasen estructuras portuarias de Cartago Nova, por lo que las obras se autorizaron con la condición de que se efectuase dicha intervención y de que en caso de que se documentasen restos de interés arqueológico de procediera a detener las obras y efectuar una excavación arqueológica manual.

Foto: Reconstrucción virtual de Cartago Nova (Cartagena).

De esta forma, según la consejera de Cultura, Noelia Arroyo, «el pasado día 27 de septiembre visitamos la excavación y se dieron instrucciones de que se detuvieran los trabajos y se presentara un informe con los resultados», el cual aún no ha sido recibido, pero es posible que llegue en los próximos días.

Según Arroyo, «el muelle tiene una estructura formada por dos muros paralelos, realizados con sillares de arenisca, y rematado en superficie por una losa de caliza, ligados entre sí por tirantes a intervalos regulares». No obstante, la consejera precisó que ahora mismo se está en fase de estudio, «pero parece que tendría una datación altoimperial, del siglo I antes de Cristo, a falta de poder completar el informe».

De esta forma, el hallazgo vendría a confirmar las hipótesis que la investigación proponía sobre su localización, «si bien discurre de manera oblicua a la calle Mayor», concretó la consejera.

De especial relevancia

Desde la Consejería destacaron que se trata de un hallazgo de especial relevancia para la investigación arqueológica de Cartago Nova, ya que hasta ahora sólo se disponía de una inscripción que se refería al puerto actualmente expuesta en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua) de Cartagena, cedida por el Museo Arqueológico Nacional (MAN) de Madrid.

Pero es que además, según las fuentes consultadas por esta Redacción, se trataría de «uno de los escasos testimonios de la arquitectura portuaria de época romana que se pueden estudiar en nuestro país», por lo que la magnitud del hallazgo aún no se puede percibir de forma global.
La consejera de Cultura explicó que los restos han aparecido «a más de tres metros de profundidad, por debajo del nivel freático actual, pero en buen estado de conservación» y vaticinó que «este hallazgo, sin duda, convertirá a Cartagena, una vez más, en referencia arqueológica de nuestro país».

«Estamos a la espera de que llegue el informe arqueológico para ordenar la suspensión de las obras -que ya están detenidas- la realización de una excavación arqueológica manual, y la futura conservación de los restos del muelle», explicó Arroyo. El director de la excavación es Francisco Fernández Matallana.

La empresa espera

Por su parte, la constructora aguarda las decisiones que se tomen por parte de la Consejería, aunque fuentes consultadas hablan de que la empresa podría proponer la recuperación de los restos con el objetivo de incluirlos en los sótanos del edificio a construir.

Fuente: Salvador González | La Opinión de Murcia, 4 de octubre de 2016

España en la Matanza de San Bartolomé y 7.000 muertos de la 'boda roja'


Catalina de Médici aparece en el centro, vestida de negro. en este cuadro de la matanza pintado por Édouard Debat-Ponsan

La madrugada del 23 de agosto de 1572, una señal dada por las campanadas de maitines desde la iglesia de San Germán-Auxerrois, próxima al Louvre, dio comienzo a la llamada Matanza de San Bartolomé en Francia. Como Felipe II de España. llevaba años aconsejando, Carlos IX ordenó eliminar a los cabecillas protestantes reunidos en París durante esos días a modo de ataque preventivo. Cuando el embajador francés acudió al Alcázar de Madrid a dar las novedades, Felipe «empezó a reírse, dando muestras de placer y satisfacción» y aseguró que tuvo aquel día uno de los mayores «contentamientos de mi vida».
La brutal y sorpresiva persecución de protestantes se cobró entre 7.000 y 12.000 muertos, con la boda teñida de sangre entre uno de los líderes calvinistas y la hermana del Rey de Francia como rojo telón de fondo
Mientras España disfrutaba de un tiempo de paz en lo que a guerras internas se refería, Francia se desangró todo el siglo XVI en una guerra civil interminable entre católicos y calvinistas. Carlos I yFelipe II no dejaron en ningún momento que crecieran en la península las corrientes heréticas, siendo aquella una demostración de la uniformidad de su dominio hispánico; en contraste con los monarcas franceses, demasiado debilitados para impedir una guerra civil que privó a Francia del puesto de potencia hegemónica que parecía tener su nombre a principios de la Edad Moderna.
Felipe II de España, en cualquier caso, sufrió sus particulares guerras de religión en los dominios hispánicos de los Países Bajos, donde el apoyo de los protestantes alemanes, ingleses y franceses mantenía abierto el conflicto a pesar de los muchos recursos y tropas enviados desde España. De ahí el interés de los españoles en que Francia pusiera fin al poder de los hugonotes (los protestantes franceses), que se aprovecharon de la debilidad de la Monarquía gala para aumentar su influencia.
El Rey de Francia, Carlos IX, era católico y se cuidaba por mantener la paz con su cuñado el Rey de España, pero se mostró incapaz de cortar la creciente influencia hugonote, mas cuando era su madre, Catalina de Médici, quien realmente reinaba en las sombras debido a la debilidad física y mental del soberano.

España carga contra la debilidad de Carlos IX

En julio de 1566, la Corona enmendó el edicto de Amboise para prohibir el culto protestante en Francia, a lo que los hugonotes reaccionaron intentando secuestrar al Rey en Meaux. A la vista de su fracaso, los protestantes franceses se lanzaron a poner sitio a París. Carlos IX y su madre se vieron obligados a pedir auxilio al Gran Duque de Alba, gobernador de los Países Bajos, que llegó a enviar 2.000 arcabuceros y 1.400 soldados de caballería, si bien el cerco se rompió sin necesidad de que intervinieran las tropas españolas
No obstante, las tropas católicas vencieron finalmente a los hugonotes en la batalla de Saint-Germain (1567) y forzaron su retirada a la región que se extiende entre Sens y Troyes, allí se unieron con refuerzos alemanes dejando de nuevo el tablero de juego en punto muerto. En poco tiempo, Catalina de Médici se convirtió en la máxima defensora de alcanzar un acuerdo de paz y poner fin a la tercera de las Guerras de religión de Francia.
En 1570 se firmó la conocida como la Paz de Saint-Germain por la que la Corona aceptó la readmisión de los protestantes en la administración pública, así como la libertad de culto en privado. Felipe II, casado con una de las hijas de Catalina, veía incomprensible el cambio de postura de su suegra. En diciembre de 1568, Alba escribió al Monarca español en gruesos términos sobre lo que estaba ocurriendo en Francia:
«Vuestra Majestad no puede imaginar el mal gobierno que Carlos y Catalina conducen, creyendo engañar al mundo entero; no he visto ni un hombre ni un caballo que crea capaz de hacer nada de mérito; negocian puramente como niños».
Para más humillación, la paz habría de certificarse con el enlace matrimonial entre la Princesa Margarita de Valois –otra de las hermanas del Rey– y el noble calvinista Enrique de Borbón (el futuro Enrique IV de Francia). Esta boda fue prevista para el 18 de agosto de 1572, sin que fuera aceptada ni porel Papa Pío V, ni por su sucesor Gregorio XIII. Tampoco por el pueblo parisino. Si bien se calcula que había cerca de dos millones de protestantes en Francia, la capital del reino era un lugar hostil a este grupo religioso y recibió con desprecio la llegada de un gran número de nobles protestantes para asistir al enlace. Los gastos y la exhibición de lujos Terminaron de incendiar el ánimo del pueblo.
Enrique III de Navarra y Margarita de Valois

Y no era menor la hostilidad entre los nobles. Las sucesivas guerras y masacres había convertido a muchos en enemigos irreconciliables, siendo ahora que tenían que compartir los asientos de la Corte. Como muestra de la tensión, la católica Casa de Guisa se negó a ceder su lugar en las ceremonias a los Montmorency, redomados protestantes, y la tensión empezó a materializarse en ruido de conspiración. Así y todo, la ceremonia se llevó a cabo en la fecha fijada con la bendición realizada por el cardenal deBorbón, tío de Enrique, delante del atrio de la Catedral Notre Dame de París. La incapacidad para ponerse de acuerdo limitó la ceremonia a una mera bendición, evitando la celebración de la misa de esponsales
La violencia hizo acto de presencia poco después de la bendición. Todavía en el contexto de la boda, el 22 de agosto de 1572 se perpetró un atentado con arcabuz contra Gaspar de Coligny, almirante hugonote, a consecuencia del cual perdió un dedo y resultó herido en el brazo izquierdo.
¿Quién estuvo detrás de un atentado que ponía en riesgo una paz tan precaria? La Casa de Guisa atrajo todas las miradas sospechosas, porque además creían que Coligny había estado detrás de la muerte de Francisco de Guisa, asesinado diez años antes. Asimismo, el disparo contra el almirante se hizo desde la casa de un miembro de la familia. El otro de los grandes sospechosos era el propio Rey de España, aliado de Guisa, que buscaba así evitar una paz que iba a perjudicar sus intereses en los Países Bajos: un partido protestante fuerte en Francia significaba más aliados para los rebeldes de Flandes.

Una boda roja a la francesa

Las miradas también se dirigieron a Catalina. Difícilmente podía no estar enterada de los preparativos de un atentado de esa magnitud, si es que no lo orquestó ella misma; y por supuesto, no movió un dedo para hallar a los auténticos culpables cuando los calvinistas se lo reclamaron. Según la tradición, Coligny habría adquirido demasiada influencia sobre el joven Carlos IX y la Reina madre quiso poner fin de golpe a esta amenaza. Si en algún momento Catalina se había elevado como garante de la paz, su papel en el atentado y en la Noche de San Bartolomé dejó claro que la suya era una postura más cercana, en verdad, a la de Felipe II.
Mientras la Reina madre cenaba en vísperas del día 23, los protestantes irrumpieron para pedir justicia y recordando a Catalina que a las afueras de París un ejército 4.000 hombres hugonotes clamaba por encontrar a los asesinos. Catalina entendió al momento (si es que todo no formaba parte de un plan organizada por ella para llegar a esa situación) que debía adelantarse al inminente ataque hugonote.
Tras cerrar todos los accesos a la ciudad y proporcionar armas a los burgueses, la Reina madre se dirigió a la habitación de su hijo y le describió con grandes palabras un complot de los hugonotes para asesinarle aquel mismo día y apoderarse de la Corona. Histérico por la noticia, Carlos IX ordenó ejecutar «a los que pretenden levantarse contra el Estado», a excepción de los príncipes Enrique de Navarra y el príncipe de Condé. A los pocos minutos, la campana de la iglesia de Saint Germaint Auxerrois, que durante siglos había avisado a los ciudadanos de París para que tomaran las armas, tocó a rebato y Catalina transformó en masacre lo que todavía era parte de los festejos por el enlace matrimonial entre su hija y un calvinista.
Representación de la matanza de San Bartolomé según François Dubois

En una escena que haría las delicias del televisivo personaje de «Juego de Tronos» Walder Frey, los soldados católicos recorrieron el palacio, sacando a los nobles hugonotes y a sus mujeres de las camas y matándolos allí mismo. Se dice, no en vano, que un hombre escapó y entró gritando en la habitación de la recién casada princesa Margarita, sujetándola ante su cuerpo para que le sirviera de escudo. El hombre no salió con vida de aquel lance.
Una guarnición de soldados se dirigió también a la casa del almirante Coligny a terminar el trabajo. El almirante Coligny fue sacado por la fuerza de su lecho y arrojado a la calle por una ventana de palacio. La matanza se extendió a las calles parisinas y se alargó varios días, a pesar de los intentos reales por frenar la locura homicida del pueblo.
Además,el Rey firmó la orden de que se aplicaran medidas similares en el resto del país. En los días siguientes tuvieron lugar matanzas en los lugares en los que los hugonotes estaban en minoría. El número total de muertos se estima en total en 2.000 en París y de 5.000 a 10.000 en toda Francia.
Fuente: abc.es