La Universidad de Jaén organiza unas jornadas de perspectiva geo-histórica sobre Carlos III para conmemorar el tercer centenario de su nacimiento

La Universidad de Jaén, junto a la Red Cibeles, organiza desde hoy y hasta el sábado 22 de octubre unas jornadas de balance y perspectiva geo-histórica sobre la figura de Carlos de Borbón-Anjou en conmemoración con el tercer centenario de su nacimiento (1716-2016).

Esta mañana ha tenido la inauguración oficial de la mano del catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Jaén, José Miguel Delgado, director de las jornadas, y de Egidio García Moya, profesor del Área de Análisis Geográfico Regional de la UJA, como coordinador de las mismas.“El objetivo principal de estas jornadas es complementar la formación de nuestros alumnos más allá de las lecciones de los respectivos Grados. Para ello, contamos con actividades paralelas y complementarias como ésta sobre una figura clave en la Historia de España como fue el Rey Carlos III”, explica José Miguel Delgado.

A lo largo de tres días, el Salón de Grados del edificio D1 de la UJA, la sede de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén, así como el Palacio del Intendente y el Museo de La Carolina acogerán conferencias, charlas y una mesa redonda para profundizar en el legado de Carlos III tanto en su experiencia en el espacio italiano en su etapa en Nápoles y Sicilia, como en uno de los puntos clave del Siglo XVIII marcado por el reformismo borbónico como una de sus fases más ambiciosas y amplias.

En este sentido, para José Miguel Delgado, “la UJA no podía estar ajena a esta fecha conmemorativa, fundamentalmente porque una fundación creada por Carlos III como es la Real Sociedad Económica de Amigos del País sigue funcionando en Jaén y por las nuevas poblaciones de Sierra Morena con La Carolina como capital. Por ello, está más que justificado el carácter internacional e interdisciplinar de este seminario”.

Expertos historiadores de las universidades de Catania, Calabria, Roma, Federico II de Nápoles, Almería, Valencia, Valladolid, Barcelona o Sorbona de París así como investigadores de Historia del CSIC participarán en una actividad abierta y gratuita para todos los alumnos interesados.

La clausura académica tendrá lugar el viernes por la tarde-noche con la conferencia “Centonistas, falsarios, eruditos…La cultura en la España de Carlos III”, por parte de Joaquín Álvarez Barrientos, presidente de la Sociedad Española de Estudios del Siglo XVIII. El sábado continuarán las actividades culturales con una visita histórico-geográfica guiada a La Carolina, una charla antropológica así como serie de presentaciones de libros y revistas que han aparecido en este año en torno a las ciudades y fundaciones de Carlos III.

En la organización de esta actividad promovida por la Universidad de Jaén y la Red Cibeles, han colaborado el Departamento de Antropología, Geografía e Historia de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, el Centro Asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de la provincia de Jaén (UNED), la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén, la Red de Excelencia COREDEX, la Sociedad Española de Estudios del Siglo XVIII y el Excelentísimo Ayuntamiento de la Carolina.


Arqueólogos encuentran promesas de Dios en Rollos del Mar Muerto

De acuerdo con la página web ‘Live Science’, los fragmentos encontrados en las cuevas de Qumrán en Cisjordania, son parte de los libros de Génesis, Éxodo, Levítico, Deuteronomio, Samuel, Ruth, Reyes, Miqueas, Nehemías, Jeremías, Joel Josué, Jueces, proverbios, números, Salmos, Ezequiel y Jonás.

ISRAEL. – Los arqueólogos anunciaron en una publicación haber encontrado en más de 25 fragmentos de los Rollos del Mar Muerto, una porción que apunta a la Biblia hebrea, que se remonta casi a 2.000 años.

De acuerdo con la página web ‘Live Science’, los fragmentos encontrados en las cuevas de Qumrán en Cisjordania, son parte de los libros de Génesis, Éxodo, Levítico, Deuteronomio, Samuel, Ruth, Reyes, Miqueas, Nehemías, Jeremías, Joel Josué, Jueces, proverbios, números, Salmos, Ezequiel y Jonás.

Los textos de los fragmentos fueron publicados en dos libros, “Selecciones de las Cuevas: Los rollos del Mar Muerto y artefactos de Colección Schøyen” y “Colección de Fragmentos de Manuscritos del Mar Muerto en el Museo”.
La colección Schøyen, en particular, muestra fragmentos del libro de Levítico, en el que Dios promete recompensas para aquellos que obedecen los 10 mandamientos y guardan el sábado o día de descanso.

“Si caminas según mis leyes, guarda mis mandamientos y los pones en práctica, entonces voy a dar lluvia a su tiempo, para que la tierra sea productiva, con los árboles del campo y sus frutos”, dice parte de fragmento, traducido por Torleif Elgvin.
“Voy a conceder la paz en la tierra y podrás descansar sin ser molestado por nadie. Voy a exterminar a las bestias de la tierra y ninguna espada pasará por tu tierra”, continúa el fragmento. “Voy a mirarte con favor y te haré fértil y te multiplicarás”.

Los pergaminos son algunos de los manuscritos bíblicos más antiguos conocidos en existencia y se ocultaron inicialmente en 11 cuevas en el desierto de Judea, en algún lugar alrededor del año 68 a.C., con el fin de protegerlos de los ejércitos romanos.
Fueron descubiertos en una serie de búsquedas entre 1947 y 1956, en el sitio arqueológico de Qumrán, mientras que los investigadores desenterraron miles de fragmentos cerca de unos 900 manuscritos.

El canal de televisión por cable “History Channel” señala que no se sabe exactamente quién escribió los Rollos del Mar Muerto, aunque los eruditos creen que fueron producidos por los esenios un grupo judío devoto que vivió en Judea, mientras la región estaba bajo el control del Imperio Romano.
Los pergaminos han sido cuidadosamente conservados y han sido objeto de importantes esfuerzos realizados por el Museo Nacional de Israel y Google, que han invertido en la digitalización de estos fragmentos y puestos a disposición en línea para el mundo desde el 2011, compartiendo con el público la información pública, importante para los orígenes del cristianismo.

Michael Holmes, director ejecutivo del Museo de Iniciativa Estudiosos de la Biblia dice que es emocionante como las últimas publicaciones, también tan siendo probadas por los científicos para asegurarse de que no son falsas.

“Los resultados se incorporarán en nuestras futuras exposiciones del museo, invitando a los visitantes a comprender y comprometerse con cuestiones relacionadas con la evaluación de la autenticidad de estos documentos”, dijo Holmes.

Atención con estos monos que son capaces de crear herramientas de piedra como nuestros primeros antepasados

Monos capuchinos crean lascas golpeando piedras - Michael Haslam/ Primate Archaeology Group

Un equipo de investigadores ha observado cómo unos monos capuchinos de Brasil rompen piedras deliberadamente, creando lascas que comparten muchas de las características de las que producían los homínidos de la Edad de Piedra, como los bordes afilados. La diferencia es que las de los capuchinos no son herramientas hechas con intención para el corte y raspado, sino que parecen ser el subproducto del martilleo o «comportamiento de percusión» que los monos emplean, supuestamente, para extraer minerales o liquen de las piedras.

Los investigadores de la Universidad de Oxford, el College de Londres y la de São Paulo en Brasil dicen que este hallazgo es significativo porque los arqueólogos siempre han entendido que la producción de múltiples lascas de piedra era un comportamiento único de los homínidos. Nunca se había visto algo semejante en monos modernos. El estudio, dado a conocer en la revista Nature, sugiere que la ciencia tendría que redefinir sus criterios para identificar y diferenciar las escamas de piedra producidas por nuestros primeros antepasados de las hechas por los capuchinos.



Los monos del Parque Nacional de la Sierra de Capivara ya eran conocidos por tirarse piedras los unos a los otros y por utilizarlas para abrir nueces, pero el equipo los sorprendió haciendo algo aún más curioso. Los investigadores vieron cómo los monos golpeaban piedra contra piedra. Los capuchinos seleccionaban un canto de cuarcita redondeado y, usando una o dos manos, lo golpeaban repetidamente como si fuera un martillo contra otras cuarcitas incrustadas en un risco. Esta acción aplastaba la superficie y desprendía las piedras adoquinadas, de forma que los «martillos de piedra» se fracturaban involuntariamente, dejando un registro arqueológico de los primates identificable. Además, los monos reutilizaban esos «martillos».

De esta manera, e involuntariamente, los monos estaban creando lascas. Mientras los homínidos fabricaban estas herramientas de piedra para realizar tareas de corte y rasgar la carne, por ejemplo, no está claro por qué los monos tienen ese comportamiento. Según los investigadores, los capuchinos podrían estar tratando de extraer silicio en polvo (un nutriente esencial) o líquenes para fines medicinales hasta ahora desconocidos. En ningún momento los monos trataron de utilizar las escamas de piedra para cortar o raspar.

Evolución humana

El equipo examinó 111 piedras fragmentadas recogidas del suelo inmediatamente después de que se les hubieran caído a los capuchinos. Alrededor de la mitad de las lascas fracturadas exhibía una fractura concoidea, que normalmente se asocia con la producción homínida.

«En la última década, los estudios han demostrado que el uso y la producción intencionada de lascas afiladas no están necesariamente vinculados a los primeros seres humanos (del género Homo) que son nuestros parientes directos, sino que han sido utilizadas y producidas por una gama más amplia de homínidos», dice Tomos Proffitt (izquierda), de la Escuela de Arqueología de Oxford y autor principal del artículo. «Sin embargo, este estudio da un paso más al mostrar que los primates modernos pueden producir lascas y núcleos arqueológicamente identificables con las características que pensábamos eran exclusivas de los homínidos».




Esto no quiere decir que el material arqueológico más antiguo en África oriental no fue hecho por los homínidos. Sin embargo, el hallazgo plantea preguntas sobre el origen de esta tecnología y desafía ideas anteriores sobre el nivel mínimo de complejidad cognitiva y morfológica necesaria para producirla.

Para Michael Haslam (derecha)de la Universidad de Oxford y coautor del estudio, «el descubrimiento ayuda a dar forma a nuestra visión de la evolución humana. El hecho de que hayamos descubierto que los monos pueden producir el mismo resultado pone un palo en la rueda en nuestro pensamiento sobre el comportamiento evolutivo y cómo atribuimos tales artefactos». Eso sí, mientras que los humanos no son únicos en la fabricación de esta tecnología, «la manera en la que la han empleado es todavía muy diferente de la de los monos».


Piedras afiladas por los monos capuchinos utilizados en el experimento. AP

Fuente: abc.es | 20 de octubre de 2015

Un nuevo estudio revela que el virus del papiloma humano es herencia del cruce con Neandertales y Denisovanos

Foto: Escultura de tamaño natural de una hembra neandertal en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Foto: Juan Aunión

Los humanos modernos portamos el virus del papiloma humano (VPH) porque nuestros ancestros tuvieron relaciones sexuales con los Neandertales y Denisovanos, alrededor de 100.000 años atrás, según un trabajo publicado en la revista Molecular Biology and Evolution. El documento sugiere que estas relaciones sexuales ocurrieron luego de que nuestros antecesores (Homo sapiens) emigraran de África y se expandieran por Eurasia.

Los investigadores del Centro Nacional de Investigación Científica, en Francia, y el Instituto de Oncología de España, se interesaron particularmente por la cepa cancerígena del VPH, llamada VPH16. Se estima que esta última afecta a un 4% de estadounidenses, y se sabe que puede incrementar el riesgo de cáncer cervical o cáncer de cuello uterino —de hecho, junto con la cepa VPH18, son las causantes de un 70% de enfermedades de cáncer.

Mapa: Distribución geográfica y densidad de las principales variantes del virus VPH16

El estudio observó 118 secuencias de VPH16 de 5 diferentes subtipos de virus para ver cómo evolucionaron. Luego usaron un algoritmo computarizado para analizar las estructuras de los virus, y finalizaron con una línea de tiempo genética, mostrando cómo el virus cambió con los años.
Los hallazgos arrojaron que el VPH16 tiene aproximadamente 500.000 años de antigüedad y se habría originado entre las poblaciones de Neandertales y Denisovanos, las cuales más tarde contagiaron el virus a los primeros humanos modernos. “El VPH16 se bifurcó al encontrarse ambas estirpes”, indicó el equipo a Laboratory Equipment.

Los investigadores sugieren que los humanos antiguos tuvieron sus propias cepas de VPH —que actualmente pueden ser halladas en el África subsahariana, pero que el VPH16, específicamente, surgió luego de que los humanos modernos dejaran la región hace entre alrededor de 60.000 a 120.000 años, se expandieran por Eurasia, y se aparearan con los Neandertales y los Denisovanos que ya estaban allí.

La hipótesis encuentra mayor sustento en el hecho de que las poblaciones del África subsahariana están casi libres del VPH16, mientras que muchas otras poblaciones del mundo luchan contra este virus.

“Los virus oncogénicos son muy antiguos; la historia de los humanos es también la historia de los virus que cargamos o heredamos”, indicó Ignacio González Bravo (izquierda), del Centro Nacional de Investigación Científica. “Nuestro trabajo sugiere que los humanos arcaicos traspasaron algunos virus oncogénicos a los humanos modernos”, agregó.

La mayoría de infecciones del virus del papiloma humano no causan síntomas y se resuelven espontáneamente. En algunos casos éstas persisten y resultan en verrugas o lesiones precancerígenas. Estas lesiones incrementan el riesgo de cáncer en el cuello uterino, la vulva, la vagina, el pene, el ano, la boca o la garganta.

Casi todos los cuadros de cáncer de cuello uterino se deben al VPH de dos tipos: el VPH16 y el VPH18. Asimismo, un 95% de casos de cáncer anal están relacionados con el VPH, en su mayoría por el VPH16. De igual modo, un 70% de los casos de cáncer de garganta, paladar, lengua o amígdalas tienen que ver con el referido tipo de virus.

La susceptibilidad al cáncer puede estar influida por el grado de ascendencia arcaica en nuestros genomas, sostienen los investigadores.

Fuente: nma1.org | 19 de octubre de 2016

Así se creó el Estrecho de Gibraltar hace seis millones de años

Imagen del Arco de Gibraltar en su estado actual. NASA

El sistema del Arco de Gibraltar es uno de los accidentes geográficos más peculiares de la Tierra porque tiene la curvatura más cerrada de todos los que existen. Pero, como la Tierra, está en constante movimiento, no siempre ha tenido la misma forma que presenta ahora.
Un equipo de geólogos ha reconstruido la evolución del arco que forman las cordilleras béticas, en el sur de España, y del Rif, en el norte África, desde hace 21 millones de años. Sin embargo, el equipo se ha centrado en un periodo concreto, hace nueve millones de años, para comprender las causas de la conocida como crisis de salinidad del Messiniense. Este episodio se produjo hace seis millones de años cuando la comunicación entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico se cerró. La desconexión provocó que gran parte del Mediterráneo se evaporase y aumentase la salinidad del agua. Los resultados del estudio se han publicado en la revista Tectonophysics.

Ana Crespo-Blanc (izquierda), geóloga de la Universidad de Granada y autora principal del estudio, explica que los científicos consideran el sistema del Arco de Gibraltar todo lo que se encuentra en el extremo del Mediterráneo occidental: “No solo los elementos emergidos de las cordilleras béticas y del Rif, también lo que hay bajo el agua, desde el Golfo de Cádiz hasta el mar de Alborán”, explica Crespo-Blanc.

La apertura del Mediterráneo occidental como tal se inició hace 26 millones de años, y hace unos 15 millones tenía una forma semejante a la actual. Entonces, la conexión entre Atlántico y Mediterráneo se hacía a través de dos corredores o pequeños estrechos. Uno de los corredores estaba situado al norte del Rif y, el otro, por el sur de Antequera.

Interpretación artística de la paleogeografía de los canales de comunicación entre el Atlántico y el Mediterráneo antes de la Crisis Salina del Messiniense.

Mucho después, hace seis millones de años, ambos corredores se cerraron provocando la crisis salina. Los geólogos han considerado que entre hace seis y nueve millones de años ocurrió algo que provocó, en primer lugar, el aislamiento del Mediterráneo y, posteriormente, de nuevo su apertura, formándose lo que hoy conocemos como el Estrecho de Gibraltar.

Emersión del último canal de conexión entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, conduciendo a la desecación completa del primero durante la Crisis Salina del Messiniense. Los ríos que anteriormente drenaban al Mediterráneo excavaron en los márgenes continentales profundas gargantas erosivas; La evaporación del Mediterráneo condujo a la saturación de la sal en sus aguas y a la precipitación de capas de sal de más de un kilómetro de espesor; En las partes más profundas del mar quedaron lagos donde se evaporaba el agua recogida de la cuenca mediterránea. El recuadro recrea el tránsito de mamíferos a través del Estrecho.

Interpretación artística de la inundación del Mediterráneo por aguas atlánticas hace 5.3 millones de años, poniendo fin a la Crisis Salina del Mesiniense. La entrada de agua se produjo a través del estrecho de Gibraltar y al colmatar la cuenca mediterránea occidental pasó a inundar la oriental, probablemente a través del actual canal de Sicilia.


Mediante la reconstrucción del arco, los geólogos han comprobado que junto con la convergencia de los continentes se produjo otro fenómeno en el límite de las placas de Iberia y África. En esa zona existen grandes bloques de tierra que pueden llegar a medir 300 kilómetros de largo por 150 kilómetros de ancho y que forman parte de los extremos de ambos continentes. A lo largo de millones de años, estos bloques han ido rotando muy lentamente sobre sí mismos. En el caso de la cordillera bética, la rotación ha seguido el sentido de las agujas del reloj y la cordillera del Rif, el sentido opuesto.

La sorpresa para los investigadores no solo ha sido la existencia de estos bloques, sino la velocidad, desde el punto de vista geológico, a la que han rotado. Un bloque situado en la cordillera bética central, por ejemplo, ha girado hasta 53 grados en nueve millones de años. “Esto significa que estamos hablando de casi seis grados por cada millón de años. Para la mayoría de la gente esto parece muy poco, pero, en términos geológicos, es una barbaridad”, explica Crespo-Blanc.

Reconstrucción del arco. Cada línea representa un periodo. A.CRESPO-BLANC, J.C. BALANYÁ, M. COMAS.

Entre las placas de África e Iberia, que siguen estando en constante acercamiento, se encuentran las cordilleras de las zonas béticas y el Rif. Mediante la colisión de ambos continentes se habían creado mucho tiempo antes varias cadenas de montañas que forman lo que los geólogos llaman el sistema del arco de Gibraltar. “Y es dentro de este sistema donde hemos hallado esos grandes bloques que rotan”, explica la geóloga. Fue precisamente esa rotación de los bloques lo que provocó hace seis millones de años el cierre de la conexión Atlántico-Mediterráneo, así como la posterior apertura del Estrecho de Gibraltar.

“Hace seis millones de años, llegó un momento en que África siguió este movimiento hacia el noroeste, de forma que fue surgiendo un relieve lo suficientemente grande como para impedir la conexión entre el Atlántico y el Mediterráneo y por eso se cerraron los dos corredores que conectaban ambos mares”, explica Crespo-Blanc. En esa época, el agua que llegaba al mar de los grandes ríos que desembocan en el Mediterráneo -como el Ródano, el Ebro, el Nilo o el Danubio- no era suficiente para compensar la evaporación, por lo que el nivel del mar bajó a entre 1.500 y 1.700 metros por debajo del Atlántico. La gran concentración de sal que se dio en el agua provocó el depósito de grandes cantidades de sales en el fondo marino alrededor de los límites del Mediterráneo.

Algunos de ellos son asociados a las minas de estroncio, como las de Montevives, en Granada.
La reconstrucción que han realizado los geólogos no solo es importante para conocer las causas del cierre del Mediterráneo sino también para comprender cómo se generaron estas minas de estroncio, un mineral muy importante en la fabricación de productos tecnológicos, y así poder proteger las reservas del mineral. El estudio también puede servir para estudiar la evolución de las fallas activas que provocan terremotos. “Y para saber cómo se ha formado el arco de Calabria, en Italia, que es muy parecido al de Gibraltar”, explica Crespo-Blanc. La investigación ha sido una colaboración de más de tres años entre las Universidades de Granada y Pablo de Olavide y el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra.