Yacimientos de la sierra de Atapuerca, 9 de julio de 2017. Juan Antonio Corbalán, cardiólogo, novelista y uno de los jugadores de baloncesto más relevantes de los 70 y los 80, ha sido nombrado “Embajador de la Fundación Atapuerca” en los yacimientos de la sierra de Atapuerca.
Juan Antonio Corbalán ha colaborado en el Periódico de Atapuerca, y es un activo promotor de la visita a los Yacimientos. Esta mañana Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, vicepresidentes de la Fundación y codirectores de las excavaciones de Atapuerca, le han hecho entrega de un diploma acreditativo de su nombramiento, de una tarjeta de acreditación y de una insignia, frente al yacimiento de la Galería en los yacimientos de la sierra de Atapuerca, en plena campaña de excavación. Además, le han agradecido en nombre de la Fundación y del Equipo de Investigación de Atapuerca su compromiso, con el que respalda el Proyecto Atapuerca.
La Fundación Atapuerca creó la figura de “Embajador de la Fundación Atapuerca" para reconocer y fomentar la implicación personal en el apoyo al Proyecto Atapuerca, y en darle mayor visibilidad pública. La Fundación considera esencial para la continuidad de este proyecto científico de prestigio mundial implicar en su divulgación a personas que por distintas razones puedan contribuir a que el Proyecto Atapuerca consolide el amplio respaldo social de que goza. Cada año la Fundación nombrará un máximo de 4 Embajadores.
En 2017 la Fundación Atapuerca ha nombrado Embajadora a Olvido Gara, Alaska, (que excavó en Atapuerca hace años) y Embajadores a Juan Antonio Corbalán (cardiólogo y novelista, unos de los jugadores de baloncesto más relevantes de los 70 y los 80), a Santiago Jiménez (director del Museo de Arnedo en La Rioja y eficaz valedor de Atapuerca desde hace más de 30 años) y a Alberto Velasco (de Mahou San Miguel, cuya implicación desde hace décadas en Atapuerca es especialmente destacada).
Ibeas de Juarros, 7 de julio de 2017. El sendero botánico que recorre el borde de la Trinchera del Ferrocarril de los yacimientos de la sierra de Atapuerca se ha completado con una pasarela y una senda paralela a la pista de servicio de vehículos militares.
La Fundación Caja de Burgos, la Obra Social “la Caixa” y la Fundación Atapuerca renovaron el pasado mes de enero el convenio de colaboración para completar el sendero botánico adyacente a la Trinchera del Ferrocarril iniciado en 2016. En esta última fase que hoy presentamos se ha abierto una pasarela entre ambos lados de la Trinchera y una senda de 600 metros paralela a la pista de servicio de vehículos militares y del personal del yacimiento. Asimismo, aprovechando la espectacular vista que se tiene del valle de Valhondo desde algunos puntos del sendero, se ha instalado una gran mesa interpretativa, integrada en el vallado de madera, para recrear el paleoambiente de las fuentes del río Pico y la laguna que existió allí, con la fauna y la flora asociadas. El punto de partida de los senderos será la cantera situada en la parte izquierda de la misma Trinchera del Ferrocarril próxima al yacimiento de Gran Dolina. Asimismo, durante este año también se han llevado a cabo labores de mantenimiento en el tramo inaugurado el pasado año, y cabe destacar que todo el material utilizado en estos senderos se integran con el paisaje. Actualmente se ha acondicionado este espacio pero no será completado hasta 2018, ya que será el lugar donde se expliquen todos los senderos que se están desarrollando en la sierra de Atapuerca. Este es el primero de los tres senderos que se desarrollarán en 2018 en la sierra de Atapuerca. Además, se ha continuado con la señalización del sendero botánico por medio de postes de dirección y explicativos de alguna especie arbórea y arbustiva significativa. Este sendero da a conocer de manera auto-guiada tanto el conjunto arqueológico como las principales especies arbóreas de su entorno.
En 2016 se realizaron acciones interpretativas y obras de adecuación del piso y perimetrales. Todo ello mejoró notablemente la visibilidad, enriqueciendo la experiencia de las visitas guiadas durante la campaña de excavación, que no pueden adentrarse en la Trinchera por el trabajo de los investigadores. El sendero ya completo incluye paneles informativos que contienen pautas básicas a los visitantes, así como mesas interpretativas sobre los yacimientos de la trinchera, con información adaptada al público general, pero sin perder rigor científico. El sendero transcurre por un espacio en el que la transición del ambiente mediterráneo seco a otro más húmedo permite la observación de distintas especies.
Los paneles arqueológicos y señalización botánica se presentan en castellano e inglés y cuentan con un estilo unificado e integrado en el entorno, conjugando madera y metal de fácil mantenimiento y con previsión de una buena vejez.
Esta labor forma parte de las pautas que el equipo director del proyecto Atapuerca ideó en 1995 para el desarrollo de estrategias de comunicación del entorno de los yacimientos. Desde entonces, se han ido desarrollando de manera total o parcial distintos elementos que facilitan a los visitantes una aproximación comunicativa a este importante espacio Patrimonio de la Humanidad.
Asimismo, los monitores de la Fundación Atapuerca continúan recibiendo formación en aspectos básicos relacionados con el medioambiente del entorno en el que trabajan habitualmente, en especial en aquellos de mayor relevancia para los visitantes y en aquellos que puedan incorporar en los contenidos habituales.
A la inauguración han acudido, entre otras personas, Ginés Clemente, Presidente de la Fundación Caja de Burgos; Jorge Gutiérrez García, Director Comercial de Banca Privada y Banca Premier de la Territorial Castilla y León y Asturias; Miguel Ángel Pinto, Director de las Aulas de Medio Ambiente de la Fundación Caja de Burgos; Ana Isabel Ortega, miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) y del Grupo Espeleológico Edelweiss (GEE); Jesús Lorenzo de la Fuente, alcalde de Ibeas de Juarros; Raquel Torrientes, alcaldesa de Atapuerca; Lorenzo Saldaña Martín, Secretario Territorial de la Delegación de la Junta de Castilla y León. Por parte de la Fundación Atapuerca, ha asistido José Mª Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, vicepresidentes de la Fundación Atapuerca y codirectores del Proyecto Atapuerca.
El mosaico con una superficie de 50 metros cuadrados contiene motivos vegetales y geométricos, y que servían de decoración del suelo de la entrada de un edificio en la época romana, que podría haber sido de un palacio o palacete. Un mosaico del siglo IV d.C. y con una superficie de 50 metros cuadrados ha sido descubierto en el valle del río Barada, al noroeste de Damasco, por arqueólogos de la Dirección General de Antigüedades y Museos de Siria, dijo este miércoles por teléfono su director, Mamún Abdelkarim.
Los expertos llevan trabajando desde hace dos meses en la zona de Burhailia, cerca de la localidad de Al Zabadani, después de que los vecinos del área les avisaran de la posible existencia del mosaico, agregó. "Es un descubrimiento excepcional debido a la escasez de mosaicos que se han hallado en Damasco y su periferia. La mayoría han sido encontrados en el norte y el sur de Siria", detalló Abdelkarim.
El responsable de Antigüedades afirmó que la pieza contiene motivos vegetales y geométricos, y que servía de decoración del suelo de la entrada de un edificio en la época romana, que podría haber sido un palacio o templo. Abdelkarim agregó que el mosaico va a ser trasladado a la sede de la Dirección General que él dirige en el Museo Nacional en Damasco. Desde el inicio del conflicto en el país, las antigüedades sirias han estado expuestas al expolio y el saqueo de grupos armados; y a la destrucción por su proximidad a los combates o por ataques de la organización terrorista Daesh.
Fuente: Antena3, 5 de julio de 2017
Una investigación sobre la domesticación de los caballos en la Península Ibérica a través del análisis del ADN, realizada por el joven Jaime Lira Garrido y dirigida por el antropólogo codirector de las excavaciones de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, ha constatado la existencia de linajes exclusivos de este territorio.
Este joven investigador acaba de recibir por su trabajo la beca de la Fundación Caja Rural Burgos y la Fundación Atapuerca, dotada con 14.000 euros, que le servirán para financiar parte de esta tesis doctoral titulada "Estudio de la domesticación del caballo en la Península Ibérica a partir del análisis del ADN mitocondrial antiguo".
La investigación aborda el proceso de domesticación de caballos en la Península Ibérica a partir del estudio del ADN, comparando muestras de ejemplares que vivieron a finales del Pleistoceno y en distintos momentos culturales del Holoceno.
En rueda de prensa, Jaime Lira ha recordado que la domesticación del caballo "ha sido uno de los procesos más complejos" y gracias al estudio de ADN moderno se han hecho grandes avances científicos.
Los caballos se domesticaron por primera vez hace 5.000 años en Eurasia y con la migración de los pueblos esteparios el proceso, y los animales domesticados, llegaron a otros territorios.
Sin embargo, algunos investigadores han barajado como hipótesis una domesticación independiente en la Península Ibérica, de ahí la tesis doctoral realizada por Jaime Lira.
Comparando muestras de ADN antiguo y ADN moderno, de diferentes épocas históricas, Lira ha demostrado que existen linajes exclusivos de la península, que además fueron domesticados en algún momento, como demuestra el hecho de que algunas de estas ramas genéticas se encuentren presentes en países americanos, como vestigio del traslado de algunos ejemplares a raíz del descubrimiento de los territorios al otro lado del Atlántico.
De izda a dcha, Jaime Lira, Ramón Sobremonte y Juan Luis Arsuaga / Radio Castilla
Se trata de una investigación complicada, por lo que supone de extracción de las muestras de ADN, ha recordado Juan Luis Arsuga, pero "interesante, importante y comprensible".
Arsuaga ha insistido en que "las becas hacen posible que nazcan estrellas científicas", puesto que sin apoyo económico es muy difícil sobreponerse a las "circunstancias" de la ciencia.
El codirector de los yacimientos de Atapuerca ha recordado que él mismo es ahora un investigador gracias a una beca, sin la cual es posible que todavía siguiese dando clases de Biología en un colegio.
"El científico es el ser más solitario del mundo", ha insistido Arsuaga y, en un momento en el que se agudiza la picaresca ante la falta de recursos, se deben premiar proyectos que permitan avanzar a la ciencia.
En este sentido, el investigador premiado ha explicado que está "viviendo un sueño" y que hasta obtener la beca, se dedicaba a la investigación a tiempo parcial, pues tenía que compatibilizarla con otro trabajo, de ahí la relevancia de este tipo de ayudas.
Por parte de la Fundación Caja Rural Burgos, Ramón Sobremonte, ha mostrado el "enorme orgullo" que supone para ellos apoyar un "motor" científico como es el proyecto Atapuerca.
El director general de Cajaviva Caja Rural Burgos ha insistido en que la ayuda a la investigación y la ciencia son una "obligación", forman parten de su responsabilidad social corporativa. EFE
Fuente: lavanguardia.com | 4 de julio de 2017
Alfonso Benito Calvo, geólogo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) participa en un trabajo que se acaba de publicar en la revista Geoarchaeology en relación a los efectos de los procesos post-deposicionales sobre la formación de los yacimientos plio-pleistocenos de la Garganta de Olduvai, en Tanzania, en el que se concluye que las acumulaciones de herramientas líticas encontradas en dichos yacimientos tienen rasgos de haber sido arrastradas y concentradas por corrientes de agua, y. no habrían sido generadas in situ por la actividad humana.
Se trata de un tema de considerable debate debido a sus implicaciones en las interpretaciones sobre el comportamiento humano deducido a partir de los conjuntos arqueológicos encontrados. Con el presente trabajo se aportan nuevos datos a este debate a través del estudio estadístico del tamaño y la distribución de los artefactos líticos excavados por Mary Leakey en yacimientos Olduvayenses y Achelenses del Lecho I y II durante la segunda mitad del siglo XX.
Los patrones obtenidos han sido comparados con distribuciones de talla experimentales, arrojando diferencias significativas. La mayoría de los yacimientos de la Garganta de Olduvai se caracterizan por una tendencia bimodal y plurimodal, opuesta a la distribución unimodal dominante en la talla experimental, definida por el predominio de un tamaño único de los útiles líticos y distribución uniforme. Además los pocos yacimientos con distribución unimodal, también muestran una notable escasez de restos líticos de pequeño tamaño.
“En definitiva, este trabajo muestra que la distribución de tamaños de las herramientas líticas de los yacimientos de Olduvai no sigue un patrón de talla in situ, por lo que los conjuntos arqueológicas podrían haber sido modificados significativamente por procesos post-deposicionales”, afirma Alfonso Benito (izquierda).
Fuente: cenieh.es | 5 de julio de 2017