Desvelan los secretos de la moda del Antiguo Egipto

El calcetín analizado en el Museo Británico - BM

Los antiguos egipcios estaban más a la moda de lo que pensamos. Al menos, es lo que revela el último hallazgo de los científicos del Museo Británico.

A través de una novedosa técnica, los expertos han analizado un calcetín de un niño del año 300 (momento en el que Egipto pertenecía al Imperio Romano) y han descubierto la utilización que entonces ya disponían de técnicas novedosas de teñido y tejido.

El calcetín, hecho para el pie izquierdo de un niño, estaba formado por hilos de siete colores distintos y ha sido fechado por radiocarbono.
Esta nueva técnica analiza la luminiscencia de diferentes tintes y utiliza la microscopía digital para examinar las fibras (izquierda). Así, descubrió que los egipcios utilizaron solo tres tintes para conseguir los siete colores del calcetín.

Según informa el «Daily Mail», los investigadores sostienen que este nuevo tipo de análisis nos da una visión sin precedentes de la vida antigua, y lo colorida que pudo haber sido.

Aunque los calcetines han existido desde la edad de piedra (los hombres de las cavernas usaban pieles de animales para cubrirse los pies), se cree que los antiguos egipcios son los responsables de los primeros calcetines tejidos.

Fuente: abc.es | 6 de octubre de 2018

El Museo Arqueológico de Cartagena expone 'Mas que cuevas. Arte Rupestre y Arqueología en el cañón de Almadenes'

La exposición reúne imágenes con gran resolución nunca vistas, como es el caso de una fotografía a tamaño real de los más de seis metros de arte rupestre del panel principal de La Serreta, en el que además de su conocida representación de arte esquemático del 'Ídolo', se podrán ver los últimos hallazgos descubiertos gracias a las nuevas tecnologías.

El Museo Arqueológico de Cartagena Enrique Escudero de Castro abre sus puertas este martes, 9 de octubre, a 'Mas que cuevas. Arte Rupestre y Arqueología en el cañón de Almadenes'. La exposición itinerante, que ya ha pasado por Murcia, muestra el importante conjunto de pinturas rupestres que este espacio natural acoge, acompañadas de un conjunto de materiales arqueológicos procedentes de las excavaciones realizadas en la Cueva del Arco y La Serreta, y El Pozo. La muestra podrá visitarse hasta el el 9 de noviembre.

'Mas que cuevas' está organizada por la consejería de Turismo y Cultura en colaboración con la Universidad de Murcia y el ayuntamiento de Cartagena. A la presentación han acudido el concejal de Patrimonio Arqueológico del Ayuntamiento de Cartagena, David Martínez; su homologo en el Ayuntamiento de Cieza, Antonio Moya; y los tres comisarios de la exposición: Joaquín Lomba, Joaquín Salmerón, e Ignacio Martín, además de la coordinadora de Patrimonio Arqueologico del Ayuntamiento de Cartagena, Mari Carmen Berrocal, y otros directores de museos como Luis de Miquel y Miguel Martín, además de arqueólogos e integrantes del proyecto que se presentaba.
El cañón de los Almadenes es conocido por albergar una inusual concentración de arte rupestre postpaleolítico, con una veintena de cavidades con arte levantino y esquemático, pero también con las tres únicas muestras de arte paleolítico regional, en apenas 400 hectáreas.

El edil de Patrimonio Arqueológico, David Martínez, ha explicado que "la muestra es el resultado del intenso trabajos a cometido en el marco de proyecto de investigación realizado durante tres años en el cañon de Los Almadenes, después del devastador incendio que, en agosto de 2015, afectó a este espacio".

Este proyecto ha permitido un mejor conocimiento de la arqueología del cañón y lo que significa su arte rupestre, arte reconocido como Patrimonio de la Humanidad, como una oportuna apuesta para la revalorización y difusión social. Martínez también ha anunciado que "se han localizado más cuevas y cavidades con el objetivo de encontrar nuevas pinturas, como así ha sido, actualizandose la información del arte Paleolítico con la utilización de nuevas tecnologías". El edil también ha recordado que este proyecto ha permitido que se inicie la excavación d la Cueva del Arco.

La muestra cuenta también con un conjunto de materiales arqueológicos procedentes de las excavaciones realizadas en la Cueva del Arco, La Serreta, y del Pozo, además de paneles explicativos e instrumentos de arqueología experimental como utensilios para hacer fuego o para pintar.


Más que cuevas se puede visitar en el Museo Arqueológico de Cartagena Enrique Escudero de Castro del 9 de octubre al 9 de noviembre, en horario de martes a viernes: de 10:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas, y los sábados y domingos: de 11:00 a 14.00 horas. Los lunes y festivos permanecerá cerrada. La entrada es gratuita.

Fuente: murcia.com | 9 de octubre de 2018

Hallan en una piedra de 2.000 años la inscripción "Jerusalén" más antigua

Inscripción hebrea con la palabra "Jerusalén" en una piedra de hace 2.000 años.

Arqueólogos de la Autoridad de Arqueología de Israel (AAI) han hallado una piedra con una inscripción de 2.000 años de antigüedad en la que se lee en hebreo "Jerusalén", lo que la convierte en la más antigua completa encontrada. La inscripción, hallada en una excavación bajo el Centro de Convenciones de Jerusalén (Binyanei Ha'Uma) cuando se estaba renovando una carretera, se comenzará a exhibir al público mañana en el Museo de Israel, en Jerusalén, y fue presentada hoy a la prensa.

Foto: el profesor Yuval Baruch mostrando la inscrición hallada.


La particularidad del texto, que reza "Hananiah, hijo de Dódalos de Jerusalén", es que es el más antiguo en hebreo que deletrea el nombre de la ciudad santa de forma completa y tal y como se pronuncia hoy. La piedra estaba en una columna de un edificio romano, donde aparece la inscripción aramea, escrita en letras hebreas características de la época del Segundo Templo (s.I d.C.) y los expertos aseguran que data de la época del reinado de Herodes el Grande.

La ortografía hebrea de la ciudad -pronunciada Yerushalayim- es la misma hoy. El nombre de la ciudad en esa forma aparece raramente en el período del Segundo Templo judío (siglo I d.C.) y generalmente en contextos religiosos y políticos, explica David Mevorach (izquierda), del Museo de Israel, donde ahora se exhibe la piedra.
"Esta inscripción es importante porque es algo cotidiano. No era para ningún propósito religioso o mesiánico o de propaganda. Es una persona que se identifica a sí misma desde la ciudad", afirma Mevorach.

"Hananiah pudo haber sido un artista o artesano que publicitaba su taller o que la piedra podría haber resultado de una donación a una estructura pública. En cuanto a Dodalos, puede haber sido un apodo que se refiere a Dédalo, el artesano en la mitología griega, lo que alude a esa larga tradición de judíos que vivían aquí y habían sido influenciados por lo griegos después de la conquista de Alejandro Magno", añade Mevorach.

"Como residente de Jerusalén, me siento emocionado por poder leer esta inscripción, escrita hace dos mil años, especialmente cuando pienso que será accesible a todo niño que puede leer y que usa el mismo alfabeto que hace dos milenios", señaló en un comunicado el profesor Ido Bruno (derecha), director del Museo de Israel, en referencia a la recuperación de la lengua hebrea tras el nacimiento del Estado de Israel.
"Las inscripciones de la época del Primer y Segundo Templo mencionando Jerusalén son escasas. Y más inédito es que se deletreen completamente de la forma que lo hacemos hoy, ya que normalmente (el nombre de la ciudad) aparece abreviado", explican el arqueólogo Yuval Baruch, de la AAI, y el profesor de la Universidad de Haifa, Ronny Reich.

"Esta es la única inscripción en piedra del periodo del Segundo Templo donde aparece deletreada por completo. Solo se ha encontrado (la palabra así) en otro lugar, en una moneda de la Gran Revuelta contra los romanos (66-77 d.C.)" (izquierda), agregan estos expertos, que precisan que el nombre "Jerusalén" aparece en la Biblia 660 veces, de las que solo cinco están con el texto Yerushalayim.

Además de la inscripción, el Museo de Israel expondrá también un mosaico griego del s.VI d.C., localizado a las afueras de la Ciudad Vieja de Jerusalén y que conmemora la construcción de un edificio público bizantino por parte del emperador Justiniano, y la cubierta de un sarcófago del XI d.C., con una inscripción hebrea que lee "Hijo del Gran Sacerdote".

Foto: El Museo de Israel donde se expone la inscripción de Jerusalén y otros descubrimientos antiguos. Foto: Laura Lachman, Cortesía del Museo de Israel.

Fuentes: elespanol.com | yahoo.com | 9 de octubre de 2018

Localizan un nuevo templo solar aborigen similar a Risco Caído en Telde (Gran Canaria)

La luz del Sol ilumina el interior de la cámara superior del templo astronómico de Tara en el Equinoccio de Primavera.

El templo astronómico de Artevigua (Risco Caído) no podía resultar un hecho aislado, un instrumento astronómico, de gran precisión, utilizado para medir el paso del tiempo y también un lugar de culto y ritual para representar hierofanías solares y lunares, con imágenes en movimiento, necesariamente tenía que tener su réplica en otra parte de la isla. Solo era cuestión de tiempo que se descubriera otro templo astronómico parecido, y lo encontramos en la localidad troglodita de Tara, sede, junto a Cendro, del poder político y religioso del Guanartemato aborigen de Telde, el otro reino, junto al de Gáldar, en que se encontraba dividida la isla de los canarios.

Tara y Cendro son dos de los asentamientos trogloditas más antiguos de los aborígenes canarios, se localizan fronteros en los márgenes del curso bajo del barranco de Telde, a escasos metros de su cauce. Estos abigarrados poblados bajo tierra se excavaron en la vertiente naciente de afloramientos rocosos de toba volcánica (derecha). Son lugares privilegiados que han seguido siendo habitados hasta la actualidad. Desgraciadamente muchas cuevas de estas ciudadelas trogloditas han sido destruidas, otras están ocultas tras edificaciones modernas, de dudoso valor arquitectónico. Pero, aún con todo, todavía se pueden encontrar extraordinarios ejemplos de la arquitectura en cuevas que realizaron los canarios, algunas de gran tamaño, y de una belleza constructiva que provocan nuestra admiración aun en la actualidad a pesar de estar convertidas hoy en estercoleros, estanques abandonados o garajes.

En 1958, el cura e historiador teldense Pedro Hernández Benítez, aficionado a las antigüedades canarias, en su obra “Telde, sus valores arqueológicos, históricos, artísticos y religiosos”, describe en detalle la visita que realizó a finales de los años 40 del S.XX, a dos cuevas artificiales, entonces sin uso aparente, que le quitaron el aliento, según él mismo llegó a reconocer. Una de ellas, la de mayor tamaño y complejidad constructiva, creyó que había sido la residencia del Faycán Guariragua. La segunda, donde centramos nuestra investigación, la denomina, también sin fundamento, cueva de Los Guayres.

Visité estos dos monumentos en 1981, y debo reconocer la enorme impresión que me causó verlos por primera vez, porque hasta entonces no había tenido ocasión de ver algo tan extraordinario, de tal magnitud y belleza.

La luz del sol penetra en el interior del templo solar localizado en el poblado troglodita de Tara, en Telde.

La Cueva que Hernández Benítez identificó, sin base, como el palacio-residencia del Fayzag Guariragua (Tarira), se encontraba habitada cuando la vi por primera vez, y su propietario, que sigue siéndolo en la actualidad, nos dejó recorrerla en su interior, pero no nos permitió hacer fotos, aunque hicimos un croquis a mano alzada que aún conservo. Entonces la cueva estaba prácticamente intacta, e ignoro cómo estará por dentro en la actualidad, 36 años después, porque no hemos logrado entrar otra vez. Pero puedo asegurar que es la cueva artificial de mayor tamaño y complejidad arquitectónica de todas las que he visto hasta ahora. Entonces le atribuí un sentido religioso, pero también parecía un lugar de residencia con espacios dedicados al culto y el ritual; en cualquier caso, no tuve mucho tiempo para reflexionar sobre todo esto, porque la visita fue un poco forzada. Ahora volveremos a intentarlo, porque entendemos que un monumento arquitectónico de esta importancia debe ser protegido y conservado por ser una obra magna de la arquitectura, la ciencia y el arte, de los antiguos canarios.

La segunda cueva, que el referido autor llama la Cueva de Los Guayres, es también una obra extraordinaria del arte arquitectónico de los antiguos canarios. Pero lo que existe en la actualidad no es sino una parte de lo que vio el cura de Telde. No obstante se conserva lo que tuvo que ser la cámara principal de una estructura excavada mucho mayor, cuyo acceso estaba precedido por un corredor de doce metros de largo, hoy desparecido en gran parte, quedando solo unos tres metros de la mencionada galería, orientada al sol naciente. El interior de la cueva es de planta circular y junto a las paredes, también curvadas, forman una figura cilíndrica rematada en un techo a unos siete metros de altura que intenta la forma de una cúpula, pero sin lograrlo del todo. En el techo y sobre la puerta de acceso a la cámara principal, orientado al sol naciente, se abre un orificio de tendencia circular, por donde entra la luz del Sol en el interior. El suelo de la cámara principal se encuentra tamizado por cazoletas o cúpulas circulares excavadas, de diferentes diámetros y profundidades.


A unos tres metros del suelo, en la pared interior situada frente a la puerta de acceso, se excavó una segunda cámara, alargada y angosta, de unos seis metros de profundidad por dos metros de ancho y unos dos de altura máxima. En el suelo se encuentran varias cazoletas de regular tamaño. El hueco de acceso a esta segunda cámara elevada es de tendencia trapezoidal, con las paredes y ángulos curvados y está enmarcado hacia el exterior por unas protuberancias, tallada en la toba que asemejan los labios mayores que forman parte de una gran vagina dilatada.

Aunque este monumento arquitectónico, como ya hemos dicho, lo conocíamos desde 1982, lo cierto es que entonces no pudimos imaginar su verdadero significado, aunque percibimos que podría tratarse de un yacimiento de carácter religioso y ritual. Pero no sería hasta el descubrimiento del almogarén de Risco Caído, cuando nos planteamos la posibilidad de que la Cueva de Tara pudieran ser también el otro principal observatorio astronómico, situado en el reino de Telde, para controlar el cambio de las estaciones y así llevar un control del calendario.

Sabemos por las referencias de los primeros cronistas y por las pruebas arqueológicas, que el calendario de los canarios fue lunisolar y tuvo que ser de gran precisión a juzgar por los dispositivos que hemos encontrado en nuestra investigación arqueológica. En cualquier caso, como sucede en Risco Caído, el templo-astronómico de Tara, no solo serviría para controlar el cómputo del tiempo con el que podrían regular sus actividades económicas, sociales y religiosas, de forma precisa y eficaz, sino al mismo tiempo también lo usaron para la celebración de los rituales que en esas determinadas fechas llevaban a cabo en relación siempre con la fertilidad de la madre Tierra, fundamento del sistema de creencias religiosas y prácticas rituales de la población aborigen de la isla.

Imagen desde el interior de la cámara superior del Templo Astronómico de Tara en el Equinoccio de Primavera. La luz se desplaza por el suelo hacia el exterior, después de iluminar toda la cámara.

Como en Risco Caído, los diseñadores del centro astronómico-ceremonial de Tara, orientaron la estructura excavada hacia el Este, de tal forma que permitiera que la luz de eventos astronómicos como equinoccios y solsticios entrara dentro del templo y recorriera sus paredes y suelos.

Tal vez la hierofanía más asombrosa, que se produce en el interior del templo de Tara sucede en el día de los equinoccios, sobre todo en primavera, cuando la luz es más intensa, porque el Sol (Magec), en tanto que distribuidor de la fecundidad sobre la tierra y protector de la vida, escenifica aquí, en el interior de este extraordinario templo astronómico, ese acto fertilizante, y es que poco después del amanecer del día del equinoccio, la luz del Sol atraviesa el conducto circular que fue excavado en el techo de la cámara principal para iluminar solo el interior de la cámara superior, que asemeja una gran vagina, quedando el resto de la cueva casi en penumbra. Luego, poco a poco, la luz se focaliza en un punto de la pared del fondo de esta cámara y se desplaza hacia el suelo como una forma alargada de luz, que se mueve lentamente hacia la entrada y baja por lo que asemeja los labios vulvares hacia la pared que está bajo este hueco hasta desaparecer.

La entrada de luz en el templo astronómico de Tara, en el solsticio de verano provoca también una hierofanía extraordinaria, pero la luz no entra dentro de la cámara referida, sino que se proyecta por el lado sur cerca de la entrada o labios de la gran vagina, adoptando otras formas que se deslizan lentamente hacia el suelo de la cámara principal, para entrar en una de las cazoletas excavadas. Pero ese es otro relato que ya contaremos.

Lo que sí resulta evidente, en base a los descubrimientos arqueológicos realizados y las pruebas científicas recogidas en la investigación que estamos desarrollando, es que los almogarenes de Artevigua y Tara, constituyeron los principales centros astronómicos de la isla, donde se lleva a cabo un control preciso del cómputo del tiempo, gracias a estas extraordinarias construcciones artificiales, obra del ingenio y la ciencia de los antiguos canarios, algo que hasta ahora no sabíamos, y que ha terminado por provocar un cambio de paradigma en la forma en que interpretábamos a esta original cultura insular.

En la actualidad el equipo de investigación del Almogaren de Risco Caído, trabaja en el estudio de este nuevo templo astronómico de Tara. La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria trabaja ya en la adquisición de este extraordinario monumento religioso y astronómico de los antiguos canarios. El tiempo apremia, porque esta obra arquitectónica presenta síntomas preocupantes de un deterioro que puede incluso provocar su desmoronamiento. Desde la Dirección Científica del Proyecto de Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria, se elaboran los informes necesarios para acometer cuanto antes los trabajos de restauración, conservación y protección de esta obra magna de la cultura canaria.

Fuente: eldiario.es | Julio Cuenca | 8 de octubre de 2018

Descubren en Pompeya un espectacular altar en «la casa del jardín encantado», así como un fresco del dios Príapo

El lararium descubierto, un santuario dedicado a los guardianes de las viviendas en la Antigua Roma - EFE.

Un espectacular larario, el altar que se construía en las casas romanas para rendir culto a las divinidades, donde se aprecia magníficamente conservada una decoración que representa un idílico jardín, es el nuevo hallazgo en las excavaciones que se están realizando en Pompeya.

La llamada área «Regio V», una zona hasta ahora inexplorada de Pompeya, la ciudad situada en el sur de Italia y sepultada por el Vesubio en el 79 d.C., arrojó un nuevo descubrimiento considerado «extraordinario» por el director general del parque, Massimo Osanna.

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Se trata de un «suntuoso larario decorado», de cerca de 4 x 5 metros, y que ha surgido al retirar la lava solidificada de una de las partes de «la casa del jardín encantado», que ya había sido excavada en parte durante inicios del siglo XX.

«Es uno de los más elegantes que han sido descubiertos en la ciudad por sus maravillosos frescos», que representan «paisajes idílicos con una naturaleza exuberante», explicaron en una nota desde el Parque Arqueológico de Pompeya al anunciar hoy su descubrimiento.
En una de las paredes de esta habitación que se usaba para el culto doméstico a los dioses se encuentra en perfecto estado la hornacina donde se situaban las estatuillas de los «lares», los protectores de la casa.

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Debajo se pueden observar dos grandes serpientes, el símbolo con el que se representaba a los agatodemon (o demonios buenos), que «daban prosperidad y buenos auspicios».
Las serpientes recorren un jardín repleto de plantas y pájaros y rodean una columna pintada sobre la que reposa un huevo y una piña, regalo a los dioses y debajo un pavo pasea entre las plantas.

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También se ha encontrado perfectamente conservado el altar en piedra donde aún existen restos de las cenizas de las ofrendas que se quemaban para que los dioses protegiesen a la familia.

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En la pared de enfrente se ve una escena de caza a un jabalí negro con fondo del característico rojo pompeyano y que «podría aludir simbólicamente a la victoria de las fuerzas del mal sobre el bien», según los arqueólogos de Pompeya.

Los estudiosos se concentrarán ahora en estudiar el resto de la habitación, que aunque parece que se trataba de una sala para el culto, presenta elementos insólitos como la presencia de una bañera en el centro del espacio.

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«Estos extraordinarios hallazgos nos continúan regalando emociones», explicó Osanna.
En esta nueva zona de excavaciones, que comprende cerca de 3 kilómetros, ya han salido a la luz tres nuevas domus dotadas de balcones, nuevos esqueletos y utensilios que están aportando más datos a la apasionante historia de la ciudad.

Fuente: abc.es | 7 de octubre de 2018
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Aparece un fresco del dios Príapo en Pompeya, símbolo de la potencia y la riqueza



El dios Príapo, símbolo de potencia y riqueza, vuelve a aparecer en un fresco de Pompeya. Nuevas maravillas se descubren, como había pronosticado el director del Parque arqueológico, Massimo Osanna, en las excavaciones que se realizan en la zona Regio V. Bellos frescos han aparecido en una valiosa casa de la ciudad sepultada por la erupción del Vesubio en el 79 d. C.



Quien entraba en esa residencia con fachada a via del Vesubio, una de las más concurridas de la antigua ciudad romana, se encontraba en el atrio con el fresco de Príapo, dios de la prosperidad y de la riqueza, representado en el momento de pesar su enorme falo sobre una balanza que sostenía con su mano derecha. En un lado de la balanza está colocado el falo y en la otra haciendo de contrapeso la bolsa llena de monedas. A los pies, un cesto con frutas. Apenas pasada la puerta del ingreso a la casa, el visitante era recibido por el dios Priapo. De esta forma sus propietarios mostraban su estatus de familia rica.

Es la segunda vez que un fresco del dios de la mitología griega y romana aparece en Pompeya. El primer descubrimiento se realizó entre 1894 y 1895 en la casa de los Vittii, una de las residencias más famosas y lujosas de Pompeya, con frescos de extraordinaria belleza (derecha). El dios Priapo que se encuentra en el vestíbulo de esta villa de los Vittii es una de las imágenes más fotografiadas y reproducidas de Pompeya. El falo, a menudo representado en frescos y mosaicos de la época, se veía como símbolo origen de la vida, y para los antiguos romanos era auspicio de fertilidad, bienestar y riqueza.

Además del fresco de Príapo, en la casa que se está descubriendo en la vía del Vesubio con bellas decoraciones, ha aparecido otro precioso fresco con la cara de una mujer con cabellos rubios recogidos tras la nuca (izquierda).
En la misma casa hay una habitación decorada con un paisaje marino y una naturaleza muerta. En esta residencia seguramente vivía un miembro de la aristocracia pompeyana, en buena parte enriquecida gracias al comercio.

Dos cuadros pintados: un paisaje marino y una naturaleza muerta.



Era una casa, como todas las de los aristócratas romanos, para exhibirla. Durante el día la puerta de entrada permanecía abierta, para que las personas que transitaban por vía Vesubio pudieran echar un vistazo al vestíbulo donde estaba el fresco del dios Príapo.

Fuente: abc.es | National Geographic | 15 de agosto de 2018