Una técnica centenaria revela animales '3D' ocultos en el arte rupestre de la Cueva de La Pasiega (Cantabria)

Después de tener en cuenta los contornos de la pared de la cueva, los investigadores utilizaron la técnica para revelar arte rupestre representando un caballo. Las dos imágenes inferiores se procesan con el software informático DStretch. (Crédito de la imagen: Imágenes preparadas por R. Asiain & P. ​​Saura; Antiquity Publications, Ltd.).

Mediante la utilización de un método centenario y poco convencional, un equipo de investigadores ha identificado figuras de animales ocultas en las paredes de una cueva en España. La técnica, llamada fotografía estereoscópica, se remonta a principios del siglo XIX, pero quizás sea más conocida por su uso en el View-Master, el visor anterior a la realidad virtual muy querido por generaciones de niños.

Las pinturas rupestres son un medio artístico muy conocido y antiguo en Europa, que se remonta al menos a unos 40.000 años. Aunque los arqueólogos han estudiado esta antigua forma de arte durante más de un siglo, normalmente se han centrado en las características bidimensionales de los diseños y, al registrar el arte, se han basado en bocetos, calcos y fotografías.

Recientemente, los métodos de grabación y visualización en 3D se han vuelto populares entre los arqueólogos. Estos métodos capturan más detalles del arte rupestre que los 2D, pero todavía se ven y estudian típicamente como imágenes 2D en la pantalla de una computadora, que no es como lo habrían visto los creadores del arte.

Un nuevo estudio, publicado el 17 de agosto en la revista Antiquity, cambia la forma en que los arqueólogos ven las pinturas rupestres, con fotografías estereoscópicas de las manifestaciones artísticas arte de la cueva de La Pasiega, en Cantabria, norte de España.

Raquel Asiain (izquierda), arqueóloga y fotógrafa de la Universidad Complutense de Madrid, y sus colegas idearon un método sencillo para capturar la naturaleza tridimensional de las paredes de la cueva y el arte que hay en ellas.

Pares de fotografías de alta resolución tomadas a una distancia de 63,5 milímetros (la distancia promedio entre las dos pupilas de un adulto) se pueden ver juntas, lo que obliga al cerebro a percibir una imagen en 3D. Si bien los pares de fotografías estereoscópicas se ven mejor con un dispositivo de visualización, la imagen 3D oculta también se puede detectar a simple vista, de manera similar a las de los diseños alucinantes "Magic Eye" de la década de 1990.

Más de 700 representaciones de animales, símbolos, puntos y líneas cubren las paredes de La Pasiega, que fue descubierta por primera vez en 1911. Pero a través de su estudio sistemático utilizando fotografías estereoscópicas, Asiain y sus colegas descubrieron tres animales previamente ocultos: dos caballos y un uro, una especie de ganado extinta.

Foto: Interior de la tesis doctoral de Raquel Asiaín. Aparecen en la página de la izquierda, fotografías generales o de detalle de los paneles decorados con indicación del código determinado para cada figura zoomorfa o signo. En la página derecha aparecen dos pares estereoscópicos que, visionados a través del correspondiente visor nos ofrece una visión tridimensional de la fotografía.

Los caballos se ven fácilmente en imágenes de alta resolución que los investigadores publicaron en Flickr. Las imágenes mejoradas digitalmente revelan un caballo debajo de la imagen del ciervo en el centro, así como la melena, el cuello y el pecho de otro caballo a la izquierda. Este último caballo está situado de manera que su cabeza descansa en una zona cóncava de la pared de la cueva, mientras que el pecho queda en una zona convexa, realzando la tridimensionalidad del animal.

Con el uso de gafas 3D, o incluso simplemente cruzando levemente los ojos, es fácil ver el carácter ondulado de las paredes de la cueva tal como lo habría visto alguien hace decenas de miles de años.

Las fotografías muestran dos imágenes no reconocidas anteriormente en la cueva. La parte inferior revela esas imágenes después de ser procesadas con DStretch.(Crédito de la imagen: Imágenes preparadas por R. Asiain & P. ​​Saura; Antiquity Publications, Ltd.)

"En el arte rupestre del Paleolítico, los artistas utilizaban las formas naturales de las cuevas para crear sus pinturas", dijo Asiain a Live Science en un correo electrónico. "La necesidad de preservar esa percepción 3D de las cuevas fue una de las razones que me inspiraron a utilizar estas imágenes estereoscópicas". Con su alta calidad fotográfica, las imágenes permitieron a los investigadores ver el arte en 3D "real", no simulado con escáneres 3D.

"La técnica que emplean estos autores es útil para recordarnos cuán técnicamente hábiles eran estos artistas y para darnos una idea del proceso creativo", dijo a Live Science April Nowell (izquierda), arqueóloga de la Universidad de Victoria en Canadá que no participó en el estudio. "Publicar las imágenes estereoscópicas significa que el público en general puede acercarse mucho más a experimentar el arte como lo habrían hecho en el pasado, pero todavía se echa de menos el sonido del agua que gotea, la humedad fresca del aire", dice Nowell.

Asiain sigue fascinada con la evolución de las técnicas de los artistas rupestres a lo largo del tiempo, particularmente porque "esos artistas comenzaron a entender la roca como un elemento más de la pintura". Ella planea incorporar métodos adicionales en el futuro para comprender mejor el arte rupestre del Paleolítico, como por ejemplo si los artistas antiguos manipularon y modelaron la roca, tal vez mediante tallado, para crear figuras en 3D.

Fuente: livescience.com | 6 de septiembre de 2023

El neandertal de cueva Kaite (Ojo Guareña, Burgos)

Equipo Ana Isabel Ortega, de rojo, y Ana Belén Marín, de amarillo, con el resto del equipo en el yacimiento excavado. - Foto: A.C.

La alegría en el equipo codirigido por las investigadoras Ana Isabel Ortega, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, Cenieh, y la Fundación Atapuerca, y Ana Belén Marín Arroyo, del grupo EvoAdapta de la Universidad de Cantabria, era evidente hace unos días.

Concluía la primera campaña de excavación en el portalón de entrada a Cueva Kaite, un mirador estratégico al Valle de Sotoscueva (Ojo Guareña, Burgos) con más de veinte metros de anchura en algunos de sus puntos. En apenas tres metros cuadrados y solo profundizando unos 30 centímetros han hallado más de cien registros, herramienta lítica -de piedra- y huesos con numerosas marcas de corte o percusión, que evidencian que allí tallaron sus herramientas de sílex y despedazaron animales para comer los hombres que vivieron en la transición del Paleolítico Medio, cuando vivía el neandertal, al Paleolítico Superior. Es decir, entre hace 40.000 y 30.000 años de antigüedad. Solo en el 5% de las excavaciones arqueológicas se alcanzan objetivos de esa etapa en tan poco tiempo.

Cueva de Kaite es una verdadera maravilla, un espectáculo impresionante.

Lo esperable para las investigadoras era que hubieran aparecido primero evidencias del Neolítico, de los agricultores y ganaderos que ocuparon Ojo Guareña hace unos 10.000 años y hubiera habido que esperar a próximas campañas para llegar a quienes habitaron las cuevas de Ojo Guareña en esa etapa. Ortega lleva datando restos superficiales hallados en las distintas cavidades del complejo kárstico de Ojo Guareña desde 2017, gracias a un proyecto financiado por la Junta de Castilla y León.

«Tenemos muchos restos en superficie, muchos hallazgos y muchos yacimientos, pero había que contextualizarlos en sus etapas cronológicas, seguir rellenando las hojas del libro que cuenta la prehistoria de Ojo Guareña», explica. Y de ahí el comienzo de las excavaciones arqueológicas ya realizadas antes en Cueva Palomera, la campa de la cueva-ermita de San Bernabé o Covaneria. La cercanía del yacimiento neandertal de la cueva Prado Vargas, que dirige Marta Navazo, a solo 2 kilómetros, hacía presagiar buenos resultados. Pero Cueva Kaite ha sido elegida para investigar el libro de la vida en Ojo Guareña por el equipo de Ortega y Marín también por otros motivos.

Grabados rupestres.

En su zona conocida como 'El Santuario', a apenas 100 metros del portalón exterior donde se ha excavado, se localizan increíbles grabados rupestres de cérvidos y multitud de marcas geométricas sobre la caliza de sus paredes. En otras zonas internas Ortega también había recogido y datado carbones del fuego que encendían sus pobladores, pero los análisis los situaban en el más reciente Neolítico o Calcolítico. Así que se trataba de ir más allá y entrar en el subsuelo a descubrir el pasado.

Cambios climáticos. El arqueólogo Marco Vidal y Ana Isabel Ortega destacan como el estudio paleoclimático de las estalactitas y estalagmitas de Cueva Kaite que lidera Martín Chivelet ha servido para registrar eventos climáticos «muy significativos», por lo que consideraban este espacio como el idóneo para investigar el modo en que los hombres «se adaptaron a esos cambios ambientales, no solo climáticos, sino también en la biodiversidad de flora y fauna». «Desde el Paleolítico Superior y el Pleistoceno hasta el Oloceno -desde hace unos 50.000 hasta hace 10.000 años- se fueron extinguiendo los grandes mamíferos que poblaban Sotoscueva, bisontes, uros, elefantes...», relatan. En la misma etapa también se extinguieron los neandertales.

La primera campaña en Cueva Kaite abre muchas preguntas aún sin respuesta. Eso es lo apasionante para los investigadores, que ahora analizarán, datarán y estudiarán los vestigios de vida humana localizados e incluso restos de polen fosilizados en los sedimentos de tierra. Ya piensan donde atacar el próximo verano. Volverán a Cueva Kaite, porque esto solo es el inicio y queda mucha información por desentrañar. En esta ocasión, ha sido posible con el apoyo económico de la Diputación Provincial de Burgos y el Ayuntamiento de la Merindad de Sotoscueva.

Fuente: diariodeburgos.es | 6 de septiembre de 2023

Espectacular descubrimiento en Itálica (Sevilla): un circo romano con capacidad para 80.000 espectadores

Reconstrucción hipotética del circo romano de Itálica y sus cimientos. Junta de Andalucía / Universidad de Sevilla.

Los arqueólogos y expertos que llevan décadas investigando la ciudad romana de Itálica, en Santiponce, Sevilla, siempre se han enfrentado a un gran interrogante: ¿tuvo esta localidad, la cuna de los emperadores hispanos Trajano y Adriano, un circo? Un par de hallazgos parece indicar que sí. Por ejemplo, en 1799 unos labradores sacaron a la luz un excepcional mosaico —hoy perdido— de escenas circenses, imágenes de musas y las estaciones del año. También en el teatro, otra de las estampas más icónicas del yacimiento, en la zona de la orchestra, el espacio semicircular situado entre el escenario y el graderío, se ha documentado una serie de grafitis con representaciones de caballos de carreras incluso con sus nombres.

Hasta el momento, a pesar de diversas propuestas de localizaciones, nunca había aparecido vestigio alguno del circo de Itálica. Pero ahora, un nuevo proyecto de investigación realizado por la Universidad de Sevilla, en colaboración con la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, asegura haber localizado lo que podrían ser los vestigios de esta estructura, epicentro de las carreras de carros, las cuales rivalizaban en espectacularidad en la Antigua Roma con los combates de gladiadores.

Otra imagen de la hipotética reconstrucción del circo. Junta de Andalucía / Universidad de Sevilla.

Según un comunicado de la Junta, los estudios geofísicos, dirigidos por Alejandro Jiménez Hernández (izquierda), doctor en Geografía e Historia del mencionado centro, y realizados durante el mes de agosto en una zona localizada al este de la ampliación de la localidad promovida por el princeps Adriano (117-138 d.C.), han arrojado "serios indicios de la existencia del circo de la ciudad de Itálica, permitiendo incluso esbozar una hipótesis de restitución de su forma".

En concreto, los datos preliminares, que deberán ser confirmados mediante una intervención arqueológica in situ promovida por la Consejería para los próximos meses, apuntan que este gran edificio de espectáculos ocuparía un vasto terreno de más de ocho hectáreas —la extensión de unos ocho campos de fútbol— y tendría una capacidad para acoger a unos 80.000 espectadores. El Circo Máximo de Roma, en comparación, fue capaz de reunir a 300.000 personas.

Los investigadores explican en sus conclusiones provisionales que el circo de Itálica contaría con una longitud máxima de 532 metros y una anchura de entre 140-155 metros en los carceres, una especie de cajones desde donde se daba la salida de las carreras de carros de caballos. "Su planta sería la característica de este tipo de edificaciones, con un graderío alargado en torno a un espacio de carreras, que se articularía alrededor de un muro central, la denominada 'spina'", aseguran.

En la parte inferior de la imagen, la zona donde se encontraría el circo de Itálica Junta de Andalucía / Universidad de Sevilla.

En cuanto a la cimentación de la grada, se habría realizado con una losa de hormigón de 30 metros de anchura y una profundidad de seis metros, que es la que se ha observado para los cimientos del anfiteatro y los del Traianeum, el templo de culto imperial de la Itálica de Adriano.

"La existencia de un circo en Itálica completaría la tríada de edificios de espectáculos, junto al anterior teatro augusteo y el gran anfiteatro adrianeo, uniéndola al selecto grupo de grades ciudades del Imperio, como es el caso en la península ibérica de Mérida, Tarragona y Córdoba, que fueron capitales provinciales o bien grandes centros ceremoniales del culto imperial", se explica en el comunicado.

El anfiteatro de Itálica (Santiponce, Sevilla). W. C.

Guerra y esplendor

Los orígenes de Itálica se remontan a finales de la segunda guerra púnica. Hacia el año 206 a.C., Publio Cornelio Escipión Africano asentó a sus soldados heridos de unidades auxiliares itálicas —de ahí el nombre que se dio al asentamiento— en una ciudad turdetana preexistente en la zona alta del Aljarafe, en la ribera oeste del río Baetis, ubicada a medio camino entre las localidades de Hispalis (Sevilla) e Ilipa (Alcalá del Río).

Durante la última estancia de Julio César en Hispania, en 45 a.C., obtuvo el estatus jurídico de municipio romano, posiblemente por su apoyo frente a los ejércitos de Pompeyo en la reciente guerra civil. La plaza alcanzó su periodo de mayor esplendor a finales del siglo I y durante el siglo II d.C., desde los reinados de Trajano y Adriano, los dos nacidos en Itálica, y se convirtió en colonia, equiparándose administrativamente a la metrópoli.

Estatua monumental del emperador Adriano, nacido en Itálica y que fue su gran mecenas.

Los trabajos geofísicos, ejecutados por miembros del Instituto Universitario de Investigación Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos de la Universidad de Granada, han consistido en obtener 11 perfiles con georradar y otros 5 con tomografía de resistividad eléctrica. Esta técnica de prospección eléctrica emplea un dispositivo que inyecta corriente en el terreno y mide la resistencia que generan las estructuras subyacentes, lo que permite obtener unas secciones digitales con las estructuras presentes en el subsuelo.

Los trabajos arqueológicos llevados a cabo en Itálica y que ha permitido este hallazgo se insertan dentro de sendos proyectos de investigación, dirigidos por el profesor José Beltrán Fortes, desde el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla: el Proyecto Munera, cuyo objetivo básico es el análisis arqueológico del proceso histórico y evolutivo de la construcción de los anfiteatros en la provincia Bética romana, a través de los casos de Carmona (el más antiguo, que data del siglo I a.C. y sigue el modelo de Pompeya), Itálica (adrianeo, que adapta el modelo del Coliseo) y Écija (del siglo II d.C., que sigue el modelo del italicense), así como las relaciones con los circos romanos en las tres ciudades; y el Proyecto: Itálica: la Nova Urbs, cuyo objeto es llevar a cabo un análisis arqueológico de la ampliación de la localidad durante el reinado de Adriano.

Fuentes: elespanol.com | elmundo.es | 4 de septiembre de 2023

Descubren la tumba de un influyente sacerdote/chamán que vivió hace 3.000 años en la región de Cajamarca, Perú

Un grupo de arqueólogos japoneses y peruanos ha descubierto la tumba de un sacerdote/chamán de 3.000 años de antigüedad junto con ofrendas de cerámica en el norte de Perú.

"Hemos descubierto recientemente la tumba de una figura influyente, de 3.000 años de antigüedad, en el enclave arqueológico de Pacopampa", en la región de Cajamarca, 900 kilómetros al norte de Lima, dijo el sábado a la AFP el arqueólogo Juan Pablo Villanueva (izquierda).

"Es uno de los primeros sacerdotes/chamán de los Andes en tener una serie de ofrendas", afirmó el investigador, agregando que "el contexto funerario está intacto".

El cuerpo, con las extremidades inferiores parcialmente flexionadas, estaba orientado de sur a norte. En el lado occidental de la tumba había pequeños cuencos esféricos de cerámica, una espátula de hueso tallada y otras ofrendas.

Los arqueólogos del Proyecto Arqueológico Pacopampa durante los trabajos de excavación. Ministerio de Cultura / Dirección Desconcentrada de Cultura - Cajamarca.

Los trabajos arqueológicos en Cajamarca (Perú) en los que se descubrió la tumba, el 26 de agosto. Ministerio de Cultura de Perú.

También se encontraron tres sellos, uno con diseño de un rostro antropomorfo, otro con diseño del rostro de un jaguar, y el tercero con forma de mano.

El cuerpo y las ofrendas estaban cubiertos por al menos seis capas de ceniza y tierra. La tumba es circular, de tres metros de diámetro y un metro de profundidad.

Los arqueólogos muestran los tres sellos descubiertos durante las labores de excavación. Ministerio de Cultura / Dirección Desconcentrada de Cultura - Cajamarca.

Líderes poderosos

"El hallazgo es extremadamente importante porque es uno de los primeros sacerdotes/chamán que comenzó a controlar los templos de los Andes del norte del país", dijo a la AFP el arqueólogo japonés Yuji Seki, que trabaja en el lugar desde hace 18 años.

Los investigadores estiman que el sacerdote/chamán vivió alrededor del año 1.000 a.C. Por otra parte, los investigadores comentan que el análisis de los huesos aún no ha podido desvelar la causa de la muerte de este antiguo sacerdote, aunque sí se ha podido determinar su altura y sexo.

Seki dijo que "este hallazgo ayuda a demostrar que, incluso hace mucho tiempo, ya habían aparecido líderes poderosos e influyentes en los Andes. Nunca hemos tenido tantos sellos en una sola tumba. Por ello, estamos pensando que es un personaje muy, muy importante”, agrega Seki.

Cuencos de cerámica con forma esférica encontrados en el enterramiento. Ministerio de Cultura / Dirección Desconcentrada de Cultura - Cajamarca

En septiembre de 2022, el mismo grupo de arqueólogos descubrió la tumba, de más de 3.000 años de antigüedad, de un hombre al que llamaban el "Sacerdote de los Pututos", junto con instrumentos musicales hechos de conchas marinas.

Los pututos o pututus son conchas parecidas a caracolas que los habitantes del antiguo Perú utilizaban para emitir sonidos parecidos a las trompetas.

Según los investigadores, el personaje que acaba de ser descubierto vivió poco tiempo después que el "Sacerdote de los Pututos", y fue enterrado entre los años 1.200 y 1.000 a.C. "Es uno de los primeros sacerdotes/chamán de los Andes que fue enterrado acompañado de un ajuar funerario".

El sitio de Pacopampa, a una altitud de 2.500 metros, incluye nueve edificios ceremoniales monumentales de piedra tallada y pulida. Los investigadores sostienen que este lugar era un centro de peregrinaje donde antiguos peruanos de lugares lejanos llegaban para participar en rituales sagrados.

Otros entierros encontrados en el mismo sitio incluyen los de la "Dama de Pacopampa", encontrada en 2009, y de dos "Sacerdotes Serpiente Jaguar", descubiertos en 2015. Se estima que datan de entre 700 y 600 años antes de Cristo.

En los trabajos en Pacopampa participan arqueólogos del Museo Nacional de Etnología de Japón y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Perú.

Fuentes: phys.org | nationalgeographic.com.es | elpais.com | 28 de agosto de 2023

Aparecen en Abric Romaní (Capellades, Barcelona) los restos de un banquete de ciervos realizado por neandertales de hace 60.000 años

Restos hallados en el yacimiento Abric Romaní. / IPHES

Hace 60.000 años en el entorno del pueblo de Capellades (Anoia, Barcelona) un grupo de poblaciones neandertales estuvieron buscando alimentos. Los restos de lo que comieron, y otras actividades cotidianas que realizaron en este lugar, han sido documentados este verano durante la campaña anual de excavaciones que ha llevado a cabo en el Abric Romaní un grupo de 27 arqueólogos y arqueólogas bajo la dirección del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES-CERCA) y del Área de Prehistoria de la Universidad Rovira i Virgili (URV).

El objetivo de esta campaña ha sido excavar en extensión del nivel R que corresponde a un campamento neandertal especializado en la caza de ciervos y donde durante la campaña anterior se recuperaron los restos parciales de un cráneo de un neandertal de 60.000 años de antigüedad.

Fragmentos de huesos parietales, temporal y cigomático de un neandertal hallados el pasado año. MARIA D. GUILLEN / IPHES.

Por este motivo, la campaña se ha centrado en la excavación del nivel Rb, uno de los más singulares de los que se han intervenido en los últimos años. En este estrato se registra el final de un período glacial, el momento más frío documentado hasta ahora en el depósito de más de 10 metros de profundidad excavado en el Abric Romaní.

Se han localizado los restos de al menos cuatro ciervos machos, de los cuales tres se han encontrado apilados en una misma área con fragmentos de cuernos y otros elementos esqueléticos, lo que nos indica que se trata de un evento muy singular. Esta ocupación se dio durante el otoño ya que los cuatro animales presentan astas de grandes proporciones sin desmogar y se les suelen caer en otoño o principios de invierno.

Equipo de investigadores en el yacimiento Abric Romaní. / IPHES.

Esparcidos por toda la superficie se han localizado los restos del esqueleto postcraneal de los mismos animales que fueron fracturados por los propios neandertales, ya que los rompían para obtener el tuétano, un nutriente importante que era fuente de grasa y proteínas para las poblaciones cazadoras y recolectoras prehistóricas.

Junto a los fragmentos de fauna, las herramientas de piedra que se han identificado también son abundantes. Están elaboradas principalmente en sílex local, pero también sobre cuarzo, caliza y el gres como materias primas predominantes.

María Gema Chacón (izquierda), codirectora de la excavación, investigadora del IPHES-CERCA y profesora asociada de la URV destaca: «En el nivel Rb hemos observado una gran diversidad de métodos de talla empleados por los grupos neandertales. Además, hay un gran número de restos retocados, que son exclusivamente denticulados, herramientas de piedra con bordes similares a los cuchillos actuales de sierra. Estos instrumentos polivalentes están relacionados con la amplia diversidad de tareas que se desarrollaron durante la ocupación de este estrato».

Asimismo, Josep Vallverdú (derecha), codirector de la excavación, investigador también del IPHES-CERCA y profesor asociado de la URV, comenta que este año se han encontrado hasta 10 hogares. «Esto es muy habitual en el registro del Abric Romaní y aporta importante información sobre el espacio que ocuparon en este yacimiento las comunidades neandertales y su distribución».

Otro aspecto que ha remarcado Vallverdú es que “este año se han extraído y preparado para su conservación los negativos de madera descubiertos en años anteriores, algunos de los cuales se plantea la posibilidad de que se trate de herramientas elaboradas. Habrá que esperar a que finalicen los trabajos de conservación y restauración para confirmar o no esta hipótesis. Y es que el alto contenido de carbonato cálcico en el agua de la zona de Capellades hizo que los elementos vegetales quedaran rodeados del carbonato y, una vez que la materia orgánica se pudre, se conserva la huella de la rama o tronco”.

Foto: Negativo de una herramienta de madera extraído para su conservación.

Palmira Saladié (izquierda), codirectora de la excavación, investigadora del IPHES-CERCA y profesora asociada de la URV, añade: "La conservación de negativos de madera es uno de los rasgos más singulares de éste del Abric Romaní, ya que las herramientas elaboradas con este material son escasas en el registro fósil del paleolítico del mundo”

El nivel de ocupación Rb que se está excavando corresponde al mismo nivel al que se recuperaron los restos humanos neandertales durante la campaña anterior. Aunque los trabajos de investigación en este nivel apenas se encuentran en su fase inicial.

En este sentido, habrá que esperar a los trabajos de las próximas campañas de excavación para poder conocer con más profundidad cuál es la interpretación que hacen los investigadores e investigadoras de todo este material.

Fuentes: novaciencia.es | agenciasinc.es | 2 de septiembre de 2023