Los cultivos evolucionaron 10 milenios antes de lo pensado

Agricultores palestinos recogen trigo durante la temporada de cosecha anual en Rafah, cerca de la frontera con Israel, en el sur de Gaza. Una nueva investigación sugiere que los primeros cazadores-recolectores comenzaron a impactar en la evolución de las primeras cepas de trigo tan tempranamente como hace 30.000 años en el sur de Levante. Foto de UPI / Ismael Mohamad.

Los cazadores-recolectores prehistóricos comenzaron a afectar sistemáticamente la evolución de las cosechas hace unos 30.000 años, es decir, 10 milenios antes de lo que los expertos pensaban, según una nueva investigación de la Universidad de Warwick (Reino Unido).

El profesor Robin Allaby (izquierda), de la Escuela de Ciencias de la Vida de dicha Universidad, ha descubierto que la recolección de cultivos humanos era tan extensa, ya en la última Edad de Hielo, que comenzó a repercutir en la evolución del arroz, el trigo y la cebada, lo que desencadenó un proceso que convirtió a estas plantas de salvajes en domesticadas.

En Tell Qaramel, un enclave en el actual norte de Siria, la investigación demuestra evidencias de que el trigo einkorn se vio afectado hace unos 30.000 años, y el arroz hace más de 13.000 años en el sur, este y sudeste de Asia.
Además, se pudo comprobar que el trigo emmer se vio igualmente afectado hace 25.000 años en el sur de Levante, y la cebada, en la misma región geográfica, hace más de 21.000 años.

Los investigadores rastrearon la línea de tiempo evolutiva de los cultivos en estas áreas mediante el análisis de la evolución de las frecuencias génicas de los restos vegetales descubiertos por la arqueología en las zonas mencionadas.

Las plantas silvestres contienen un gen que les permite romper o extender sus semillas ampliamente. Cuando una planta comienza a ser recolectada a gran escala, la actividad humana altera su evolución, modificando este gen y haciendo que la planta retenga sus semillas en lugar de propagarlas, adaptándolas al entorno humano y, finalmente, a la agricultura.
El profesor Allaby y sus colegas hicieron cálculos de los restos arqueobotánicos de cultivos mencionados que contenían genes "no rompedores" -los genes que causan la retención de las semillas- y descubrieron que la recolección humana ya había comenzado a alterar su evolución milenios antes de las dataciones previamente aceptadas.

El estudio muestra que las plantas de cultivo se adaptaron a la domesticación exponencialmente hace unos 8.000 años, con el surgimiento de la tecnología de la hoz, pero también que la selección cambió propiamente con el tiempo. La investigación hace hincapié en que los orígenes de las presiones selectivas condujeron a la domesticación de cultivos mucho antes de lo que se ha venido estimando, en épocas geológicas consideradas inhóspitas para la agricultura.

La demostración de que los cultivos estaban siendo recolectados hasta el punto de ser empujados hacia la domesticación hace unos 30.000 años sugiere, por otra parte, la existencia de densas poblaciones de personas en aquellos momentos.

El profesor Robin Allaby comenta: "Este estudio cambia la naturaleza del debate sobre los orígenes de la agricultura, mostrando que los procesos naturales a muy largo plazo parecen haber conducido a la domesticación, poniéndonos a la par con el mundo natural, donde tenemos especies como las hormigas que han domesticado los hongos, por ejemplo".

Fuente: University of Warwick | 23 de octubre de 2017

Arqueólogos descubren una desconocida talla de madera de la cabeza de la reina faraónica Anjnesepepi II

Una misión de arqueólogos franceses y suizos de la Universidad de Ginebra descubrió una pieza tallada en madera que representa la cabeza y el cuello de la reina Anjnesepepi II, la madre del rey Pepi II, de la VI dinastía (2345-2181 a.C.), en la zona arqueológica de Saqara, situada al sur de El Cairo.

El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Mustafa Waziri, detalló en un comunicado que la talla tiene 30 centímetros de longitud y precisó que las orejas de la reina están decoradas con pendientes de madera.

Al Waziri precisó que la hipótesis de que pertenece a Anjnesepepi II se fundamenta en que la talla fue hallada en una zona ubicada al este de la pirámide de la monarca, en la zona de Saqara.


Por su parte, el jefe de la misión, Philippe Collombert, agregó que el busto está en mal estado de conservación, por lo que será restaurado.

La semana pasada, la misión descubrió parte de un obelisco de granito rosado de la misma dinastía, de unas dimensiones de 130 centímetros de alto por 35 de ancho, también en la zona de Saqara.

Fuente: elmanana.com | 18 de octubre de 2017

Si alguien les dice que es descendiente de los “Aborígenes Canarios” o que se cree “Guanche” dígale que se lea este artículo

Mucha gente en Canarias está algo perdida sobre la historia real de las islas, y no es culpa suya. Muchas personas sesgan la información intencionadamente por ideologías políticas o todo tipo de intereses.

Hay mucha gente en Canarias que se creen descendientes directos de los aborígenes canarios y no son pocas páginas donde se pueden leer auténticas barbaridades, como si los mismísimos aborígenes canarios se hubieran teletransportado al siglo XXI y tuvieran acceso a Internet para quejarse de la colonización.

A continuación le mostramos un texto sobre la realidad de la historia de Canarias realizada por expertos con documentos y estudios verificados. No realizado por charlatanes de barra de bar.

Los aborígenes canarios

A diferencia del resto de los archipiélagos de la Macaronesia, las Islas Canarias se encontraban habitadas en el momento de ser descubiertas por los europeos. Desde el principio de la conquista, los cronistas relacionaron las costumbres y el dialecto de los aborígenes canarios con los de las poblaciones bereberes del noroeste africano. Desde entonces hasta hoy, numerosos estudios antropológicos y arqueológicos han tratado de determinar cuándo, cómo y desde donde llegaron los primeros pobladores de las islas.

Evidencias sobre el origen geográfico de los aborígenes canarios

La procedencia de la población aborigen canaria ha suscitado desde siempre un enorme interés. Desde el punto de vista histórico, para poder deducir el origen geográfico de los aborígenes, se ha recurrido tanto a la interpretación de fuentes escritas como a la de restos arqueológicos. Sin embargo, antes de llegar a cualquier conclusión, es de vital importancia que todas estas evidencias sean contrastadas empíricamente pore especialistas (arqueólogos, antropólogos, historiadores, filólogos). En el caso, por ejemplo, de las antiguas fuentes escritas, que deben ser interpretadas en su contexto histórico, porque la información que aportan puede estar sesgada o incluso ser errónea.

Esto es así porque, hasta fines del siglo XVI, las crónicas fueron escritas por los conquistadores, que interpretaban la sociedad y las costumbres indígenas desde una mentalidad occidental. Cuando llegaron los europeos al Archipiélago Canario en los siglos XIV y XV, con intención de conquista y colonización, se encontraron que las islas estaban habitadas por poblaciones que aparentemente tenían un desarrollo cultural diferente y dialectos diversos, que desconocían la navegación y que habían permanecido aislados. Desde esos primeros contactos, el origen de la población indígena se convirtió en un tema de especial atención tanto en la literatura pre-científica como científica. El interés por conocer la procedencia de los aborígenes canarios suscitó que, a lo largo de la historia, surgieran las más heterogéneas especulaciones sobre su origen, desde los míticos atlantes hasta los vikingos.

Muchas han sido las hipótesis sobre la procedencia de las antiguas poblaciones canarias, tantas que hoy existe una amplia bibliografía de historiografía centrada en analizar y explicar por qué surgen en cada época histórica visiones diferentes sobre el origen de los indígenas canarios y sobre el problema del poblamiento de las islas. En la actualidad, las investigaciones arqueológicas, antropológicas y filológicas apuntan hacia un indudable origen norteafricano de las poblaciones aborígenes canarias, emparentadas con el mundo protobereber y bereber.

Desde que se iniciaron los estudios de antropología física en Canarias, sustentados en procedimientos ya superados de carácter meramente descriptivos y de base raciológica, se establece una similitud entre los componentes físicos principales de las poblaciones antiguas canarias y las poblaciones norteafricanas prehistóricas y protohistóricas.

Por otro lado, se encuentra que determinados aspectos de la organización social y de la cultura material de los aborígenes canarios también se pueden relacionar con las poblaciones del noroeste africano, como es el caso de las viviendas semi-excavadas en el suelo, la forma en que enterraban a sus muertos o los tipos de cerámica encontrados.

En trabajos más recientes, los grabados rupestres y las escrituras del tipo líbicobereber encontradas en las distintas islas del Archipiélago, han proporcionado una prueba fehaciente de la relación de los aborígenes con poblaciones del ámbito bereber norteafricano. En algunos trabajos se ha planteado incluso que la denominación de muchas de las Islas Canarias parece corresponder con los antiguos etnónimos de tribus prerromanas norteafricanas, como la de los canarii, muy bien estudiada por Jiménez y Tejera.

De forma esporádica se han encontrado también evidencias de presencia de poblaciones europeas en Canarias, como son los supuestos materiales arqueológicos de origen romano encontrados en Lanzarote. Sin embargo, es muy difícil determinar la intensidad de dicho contacto y si existió realmente un establecimiento de esas poblaciones en las islas, que implicara un impacto económico y cultural en los aborígenes canarios.

Se sabe que los límites de la ocupación territorial del África occidental atlántica en el caso de los fenicios, púnicos y romanos, estaban situados en lo que actualmente sería la ciudad de Rabat, con la única excepción conocida de la isla de Mogador. Por esta razón, parece poco probable que existiera una ocupación política o una explotación económica del archipiélago. Sin embargo, las Islas Canarias no eran del todo desconocidas para las poblaciones mediterráneas, por lo que podrían haberse producido algunas empresas exploratorias y arribadas fortuitas. Por otro lado, dado el aislamiento cultural de las poblaciones indígenas, parece que estos contactos debieron ser puntuales y sin consecuencias en la forma de vida de los aborígenes.

Evidencias sobre el proceso de colonización aborigen de las Islas Canarias

Aunque se han propuesto numerosas razones que pudieron provocar la migración de los primeros pobladores a las Islas Canarias, si tenemos en cuenta la progresiva desecación del Sahara, es probable que las causas más importantes fueran de tipo económico y demográfico. Por otro lado, pudieron también existir razones de tipo político, como consecuencia de las diferentes influencias exteriores que actuaron sobre el Noroeste africano: la fundación de Cartago en el 814 a.C., la ocupación romana entre los siglos I a.C. y III d.C. y, las invasiones árabes en el siglo VII.

Sin embargo, la mayor incógnita probablemente no sea por qué sino cómo llegaron los primeros colonizadores a las islas, ya que todavía no existen evidencias del conocimiento de la navegación por parte de los aborígenes. Si atendemos a los documentos históricos, se tiene constancia de que los aborígenes eran buenos nadadores y disponían de ciertos medios primitivos de navegación, como odres inflados o troncos de drago ahuecados.

También se plantean varias hipótesis respecto a la forma en la que llegaron a las islas, ya que se desconoce si llegaron por sus propios medios o si fueron traídos a las islas. Por otro lado, no se sabe si vinieron de forma voluntaria o si fueron deportados.

Respecto a la fecha en que llegaron los aborígenes, existen numerosas dataciones absolutas en la actualidad, obtenidas de muestras procedentes de distintos yacimientos de todas las islas, que insisten siempre en un poblamiento tardío que corresponde con la mitad del primer milenio a. C. para la llegada de los primeros contingentes poblacionales.

Ya que en la mayoría de las islas se diferencian varias fases culturales superpuestas, se ha llegado a la conclusión de que la colonización del archipiélago se produjo probablemente por diversas migraciones desde el norte de África. La mayoría de los autores apuntan a una primera migración, procedente del Magreb, que crearía la cultura de sustrato en todas las islas, y una segunda que incorporaría elementos culturales saharianos. Estudios bioantropológicos sugieren que el poblamiento se produjo en tres momentos diferentes: dos oleadas consecutivas procedente de la zona de Magreb, a mediados del primer milenio y en torno al cambio de era, respectivamente; y una tercera de origen sahariano, en el siglo X d.C., que afectaría sólo a algunas islas.

La conquista de las Islas Canarias

Aunque se sabía de su existencia desde la antigüedad clásica, las Islas Canarias fueron olvidadas durante los siglos de crisis del Imperio Romano y la Edad Media. Durante este periodo, las poblaciones aborígenes canarias evolucionaron de manera independiente hasta que se produjo el denominado “redescubrimiento” de las islas.

Los primeros viajes a Canarias empezaron a realizarse a finales del siglo XIII por comerciantes europeos. También, navegantes castellanos y portugueses comenzaron a frecuentar los bancos pesqueros africanos. Estos viajes contribuyeron a mejorar el conocimiento sobre la navegación de la zona y a incrementar el interés hacia las Islas, centrado principalmente en la captura de esclavos y en la posibilidad de obtener suelo agrícola para implantar cultivos como el de la caña de azúcar.
Existieron también fuertes motivaciones políticas, como la lucha entre las monarquías lusa y castellana por incorporar las islas a su soberanía, como paso previo a la conquista y control de las costas africanas. Como fase inicial, se produjo en el siglo XIV una etapa de “precolonización” en la que se establecieron únicamente relaciones comerciales o evangelizadoras con la población aborigen.
La etapa de colonización propiamente dicha se llevó a cabo en el siglo XV mediante el dominio militar del territorio, la creación de nuevos marcos políticos administrativos, la remodelación de la población y la reordenación de las actividades económicas. La conquista de las Islas duró casi un siglo y se produjo en dos fases diferenciadas. En una primera etapa, denominada conquista señorial, La Corona de Castilla cedió a Béthencourt el derecho de conquista y colonización de las islas. Esta etapa abarca desde el inicio de la conquista en 1402 hasta el 1477, año en el que los Reyes Católicos reclamaron los derechos de conquista de las islas hasta entonces insumisas (Gran Canaria, La Palma y Tenerife). Esta segunda fase se conoce con el nombre de conquista realenga y abarcó desde 1477 hasta 1496, año en el que finalmente se incorporó Tenerife a la Corona de Castilla.

La conquista de las islas se inició con la llegada a Lanzarote de la expedición de navegantes normandos en 1402. Aunque inicialmente se establecieron pactos de amistad con los aborígenes de la isla, la ruptura de estos acuerdos y la esclavización de aborígenes, provocaron revueltas en la población indígena. Esta situación termina en 1404 con la llegada de nuevas tropas y con el sometimiento de la población aborigen, ya diezmada por las enfermedades y la esclavitud. La conquista de Fuerteventura es emprendida también por las nuevas tropas de normandos en 1404, en la que intervinieron aborígenes de Lanzarote, lográndose el dominio de la isla en 1405.

Tras estos acontecimientos, las fuerzas normandas tratan sin éxito la conquista de otras islas, lográndolo tan solo en la isla de El Hierro. Esto fue debido a que su poblaciónera poco numerosa, a causa de las acciones piratas y esclavistas realizadas por losnavegantes europeos.

La ocupación de La Gomera comenzó en 1420, cuando Maciot de Béthencourt se estableció en la isla. Esta primera etapa fue lenta y pacífica, aprovechando los pactos de amistad con algunos bandos gomeros. Fue a partir de 1455 cuando se inició realmente la conquista de la isla por parte de Fernán Peraza el Viejo. Tras la esclavización de gran número de aborígenes gomeros entre 1470 y 1480, se produjo una gran rebelión que culminó con una fuerte represión que marcaría la definitiva incorporación de La Gomera al Señorío de Canarias en 1488. Esta represión tuvo como consecuencia la muerte de un gran número de aborígenes y la esclavización de mujeres y niños, que fueron vendidos en los mercados peninsulares.

Por otro lado, la llegada de nuevos colonos, obligó a los aborígenes que permanecieronen la isla a ocupar una situación marginal. La conquista de Gran Canaria comenzó en 1478 por orden de los Reyes Católicos. La primera fase, comprendida entre los años 1478-1480, se caracterizó por una guerra de desgaste, centrada fundamentalmente en el noreste de la isla. En la segunda etapa, a partir del año 1480, las constantes capturas de esclavos y las epidemias desembocaron finalmente en la rendición definitiva de la isla en el año 1483. Sin embargo, algunos grupos de aborígenes perduraron alzados en armas en zonas de cumbres.

Aunque la isla de La Palma había estado expuesta a varios intentos de conquista a lo largo del siglo XV, la ocupación definitiva no comenzó hasta el año 1492. La empresa corrió a cargo de Alonso Fernández de Lugo, con la ayuda de hombres procedentes de Sevilla, así como de aborígenes de Gran Canaria y La Gomera. Un año después y tras diversas batallas se pactó una tregua entre los colonizadores y la población indígena de La Palma. Sin embargo, mediante engaño, el jefe de los guerreros palmeros acaba siendo apresado junto a gran parte de sus hombres, que fueron enviados a la península como esclavos.

Tras la incorporación de la isla a la Corona de Castilla, muchos de los aborígenes que quedaron en la isla también fueron esclavizados. A lo largo del siglo XV, Tenerife también había tenido una amplia presencia de comerciantes, misioneros y navegantes. La conquista de la isla, emprendida por Alonso Fernández de Lugo, fue un proceso relativamente corto (1494-1496), en el que se pueden distinguir varias etapas. En 1494 un contingente de hombres integrado por sevillanos y aborígenes de otras islas desembarcó en Tenerife, y tras sufrir una fuerte derrota se retiraron a Gran Canaria. En 1496 tuvo lugar un nuevo intento, esta vez definitivo, el cual se vio facilitado por el mal estado de salud de la población aborigen, diezmada por una epidemia denominada “modorra”.
La colonización de las Islas Canarias

La conquista y colonización de las Islas Canarias provocó una disminución de la
población aborigen, aunque es muy difícil estimar los datos demográficos anteriores a la llegada de los conquistadores y posteriores a la misma, ya que las fuentes de las que se dispone fueron escritas por cronistas europeos y su información puede estar sesgada. Lo que está claro es que el estilo de vida indígena se modificó drásticamente tras la conquista , ya que los aborígenes que quedaban se mezclaron con los colonizadores, mientras que otros fueron trasladados a otras islas o al continente, y en algunos casos, introducidos en el mercado esclavista europeo. Sin embargo, la política de conservación del pueblo indígena de Isabel la Católica favoreció su supervivencia y mestizaje. De los datos del Obispado de Canarias se deduce que en 1504 existían unas 1.200 familias aborígenes en todo el Archipiélago.
La población aborigen tras la conquista

En cuanto al número de aborígenes que sobrevivieron a la conquista, existen grandes diferencias entre las islas. Sin embargo, en todas ellas, la población indígena participó en el proceso repoblador; en el caso de los nobles, fusionándose con los jefes europeos, y en el resto, dedicándose a la ganadería e integrándose en otros grupos de su mismo nivel y consideración social. Dado el escaso número de mujeres europeas que había en las islas, algunas aborígenes accedieron por matrimonio a la categoría de colonizadoras.
Aunque Fuerteventura y Lanzarote no tenían una población indígena numerosa, ésta se intentó conservar a pesar de la esclavización y el traslado de muchos aborígenes.

Una isla más castigada en este sentido fue El Hierro que, incluso antes de la colonización europea, ya contaba con una población aborigen bastante reducida por las incursiones piratas. Tras la conquista, la isla del Hierro fue poblada por normandos, quedando tan sólo mujeres y niños aborígenes. Por otro lado, La Palma, castigada igualmente por las capturas piratas, sufre un proceso de esclavización masivo tras la conquista, quedando la población indígena relegada al sur de la isla. En el caso de La Gomera, en un principio se conservó gran parte de la población, e incluso algunos gomeros participaron en la conquista de otras islas. Esta situación cambió tras la rebelión de los gomeros, dando como resultado la esclavización y ejecución de muchos de ellos.
En Gran Canaria, una gran parte de los aborígenes que no habían sido esclavizados fueron deportados, salvo excepciones de algunos nobles, con la intención de impedir revueltas. Algunos indígenas de Gran Canaria participaron luego en la conquista de Tenerife, quedándose posteriormente en esta isla.Sin embargo, el número de aborígenes, esclavos o libres, que quedaron en la isla de Gran Canaria fue considerable.

En Tenerife, tras la conquista y la esclavización de una parte de la población, los supervivientes se concentraron en la zona sur, quedando otros grupos esparcidos por el resto de la isla. En 1519 se estima que la población indígena de Tenerife no sería mayor de 3.000.
La colonización europea

En un principio Lanzarote, Fuerteventura y El Hierro fueron pobladas por normandos, andaluces y moriscos, incrementándose estos últimos con el aumento de las incursiones en África en busca de esclavos, a finales del siglo XV. En el resto de las islas, los colonos procedían de diversos lugares, siendo más numerosos los portugueses, españoles, italianos y flamencos.

Dentro de la población española que participó en la colonización, la mayoría procedía de Andalucía y fueron partícipes de las fases de exploración, saqueo y conquista. Posteriormente, se produjo la llegada de gallegos, especializados en tareas agrícolas y ganaderas. También llegaron algunos extremeños, que se dedicaron a la agricultura, y burgaleses que participaron en tareas comerciales.

Aunque a mitad del siglo XV hubo un corto periodo de ocupación portuguesa en La Gomera y Lanzarote, su mayor influencia se produjo tras la conquista. Los portugueses fueron los responsables de la introducción y desarrollo del cultivo de la caña de azúcar y su procesamiento. Existían, además, leyes que obligaban a los agricultores, tanto españoles como portugueses, a establecerse con sus esposas en las tierras que se les habían asignado para poder conservarlas. Algunos se instalaron en las costas como carpinteros de ribera o pescadores, pero sin lugar a dudas, una de las actividades más importantes llevadas a cabo por este colectivo de colonizadores fue la comercial, con todo tipo de mercancías incluyendo esclavos, tanto blancos como negros.

También llegaron italianos a las islas, procedentes en su mayoría de Génova, que estuvieron relacionados con la industria azucarera. La mayoría terminó fusionándose con las familias aristocráticas y ocuparon puestos importantes en la administración. Otras minorías europeas que llegaron a las islas fueron flamencos, ingleses e irlandeses, relacionados con las exportaciones comerciales a Europa del Norte. También algunos judíos y moriscos buscaron refugio en Canarias tras ser expulsados de Castilla y Portugal a finales del siglo XV.
El tráfico de esclavos en Canarias

Tras la conquista, debido al bajo número de aborígenes y la existencia de órdenes que los amparaban, se hizo necesaria la importación de mano de obra esclava procedente de las costas de Berbería (regiones costeras de Marruecos, Argelia, Túnez y Libia). Mediante cabalgadas, compras a mercaderes portugueses o expediciones a Cabo Verde y Guinea, llegaron a Canarias esclavos moriscos y negros, necesarios en todos los sectores económicos, pero sobre todo en las plantaciones e ingenios de caña de azúcar.

El número de esclavos moriscos que llegaron a las diferentes islas fue variable. En Lanzarote y Fuerteventura su presencia fue mayoritaria, ejerciendo además como elemento repoblador. A finales del siglo XVI, en Fuerteventura constituyeron el 15,3% de la población, dedicándose principalmente a la agricultura y pastoreo.

En 1572 se prohibieron las cabalgadas, por lo que el comercio de esclavos se centró en los de raza negra. Los esclavos negros, procedentes de Berbería, Cabo Verde, Angola y Madeira, llegaron a Canarias de manos de mercaderes portugueses, siendo distribuidos de las islas mayores a las menores por comerciantes del archipiélago. En algunas islas, como Gran Canaria, llegaron a representar el 70% de la población esclava. En esta isla entraron unos 10.000 esclavos durante el siglo XVI, con un aporte regular de unos 100 individuos por año.
Influencia americana en Canarias

Es necesario destacar también la continua relación existente entre Canarias y América, lo que motivó importantes movimientos de población entre ellas. Los canarios, primero como conquistadores hasta finales del siglo XVI, y luego como colonizadores y trabajadores, protagonizaron diferentes oleadas de emigración a América, principalmente a Cuba, Venezuela, Puerto Rico, Santo Domingo, Texas, Luisiana y Uruguay. Diferentes acontecimientos económicos y políticos en los países de destino de los canarios, motivaron posteriormente el regreso de familias enteras a las islas.
La población de Santa Cruz de Tenerife en los siglos XVII-XVIII: la Iglesia de La Concepción

Desde los inicios de la conquista, Santa Cruz de Tenerife ocupó un lugar importante en el Archipiélago Canario, primero como punto de arribada de las expediciones europeas y, una vez terminado el proceso de conquista, como puerto principal de las islas.

Tras la conquista, numerosos colonos europeos se asentaron en Santa Cruz de Tenerife, preferentemente en la salida de los barrancos, situación privilegiada por su cercanía al puerto. Los colonos, tras confiscar sus tierras, desplazaron a los indígenas y los dispersaron a lo largo de la isla. A los guanches que quedaron, se unieron muchos gomeros y canarios desterrados que, tras intervenir en la conquista, habían adquirido un estatus superior. Sin embargo, a pesar de la llegada de los colonos, en Santa Cruz se siguió manteniendo la base de la economía indígena, basada en la cría de ganado caprino. Durante este tiempo el desarrollo de la población fue lento y muchos abandonaron la zona debido a las malas condiciones económicas. En 1561, se estima para Santa Cruz una cifra de 57 viviendas y alrededor de 770 habitantes.

Posteriormente se empezó a desarrollar de forma gradual una nueva economía, basada en actividades agrícolas y mercantiles, además de mantener la cría de ganado caprino. En el siglo XVII, la mitad de los navíos procedentes de las Américas pasaba por el puerto santacrucero, convirtiéndose en el área receptora de productos manufacturados y alimenticios de importación. Ya en 1676, el número de habitantes en Santa Cruz supera los 2000.

A principios del siglo XVIII, se produjo un aumento demográfico coincidiendo con una época de prosperidad, en la que se ve favorecido el desarrollo de centros urbanos. Santa Cruz se convirtió en el puerto principal de las islas, al que llegan multitud de navíos europeos incluyendo ingleses, holandeses, suecos y daneses. Por otro lado, en 1718 el puerto santacrucero, según el reglamento del comercio canario-americano, se convirtió en el único autorizado para el tráfico con América y el de obligada arribada para el regreso en todo el Archipiélago Canario. En este momento, la población de Santa Cruz estaba formada por los indígenas que sobrevivieron a la conquista, los colonizadores peninsulares y europeos, y los esclavos.

En las partidas de casamiento, en las que a partir del siglo XVIII se obliga a mencionar la procedencia de los contrayentes, se observa que el 98% de las mujeres que se casan en Santa Cruz han nacido en las Islas, lo que indica un papel fundamental de la mujer canaria en la formación de la sociedad insular y en su estabilización. Dentro de los españoles, los andaluces y gallegos son los más numerosos.

Destaca también la presencia de población americana. Con respecto a los procedentes del extranjero, la mayoría son franceses, portugueses e italianos. Aunque, en los primeros tiempos de colonización la mayor parte de los esclavos de Tenerife eran guanches, en este momento la mayoría la constituyeron los negros y los moriscos. También, numerosos esclavos alcanzaron la libertad y vivieron en común con los españoles, mezclándose con ellos.

La Iglesia de La Concepción de Santa Cruz fue fundada en 1501. Desde su inicio hasta 1823, cuando se produjo la apertura del primer cementerio civil, la Iglesia de La Concepción fue usada con fines funerarios (Larraz y González, 1995). Esta costumbre, consistente en enterrar a los muertos tanto dentro como en los alrededores del templo, fue bastante común en las iglesias católicas hasta principios del siglo XIX. En el caso de La Concepción se registraron más de 12.000 entierros en el interior del templo y más de 15.000 si se cuentan los del exterior.

Teniendo en cuenta que la Iglesia de La Concepción albergó los enterramientos tanto de hombres libres como esclavos, estos restos pueden ser un ejemplo representativo de cómo era la sociedad de Tenerife en los siglos XVII-XVIII.

La población canaria actual

El crecimiento demográfico en las islas ha continuado desde entonces, llegándose a una población de unos 360.000 habitantes a principios del siglo XX y alcanzando los dos millones en la actualidad (INE, 2008). Las islas más pobladas son Gran Canaria y Tenerife con más de 800.000 habitantes y, las menos habitadas son La Gomera y El Hierro con unos 20.000 y 10.000 habitantes, respectivamente.

Como pueden ver, después de leer este extenso texto de la historia de Canarias, los orígenes de la población actual de Canarias, van desde múltiples naciones de Europa aportando colonos, pasando por esclavos de multitud de zonas de África y terminando en mestizos originarios de los casamientos de colonos europeos y castellanos con mujeres guanches.

El texto principal pertenece a la tesis doctoral realizada por Rosa Irene Fregel Lorenzo, investigadora del Departamento de Genética de la Universidad de La Laguna. A continuación puede bajarse el archivo pdf de su tesis doctoral completa, La evolución genética de las poblaciones humanas canarias.

Fuente: canariasenred.com | 13 de octubre de 2017

Descubren cientos de misteriosas estructuras de piedra en Arabia Saudí

Visión de las estructuras desde satélite

MADRID, 18 (EUROPA PRESS)

Casi 400 misteriosas estructuras levantadas con piedra y datadas en unos 7.000 años han sido descubiertas en Arabia Saudí. Algunas tiene forma de muros cubriendo antiguas cúpulas de lava.

Muchos de los muros de piedra, que los arqueólogos llaman "puertas", porque se parecen a accesos desde arriba, se encontraron en grupos en una región en el oeste central de Arabia Saudí llamada Harrat Khaybar.

Los arqueólogos involucrados en la investigación no están seguros del propósito, o incluso de la edad exacta, de estas puertas.

Descubiertas principalmente a través de imágenes satelitales, algunas de las puertas están ubicadas en el lado de una cúpula volcánica que una vez arrojó lava basáltica.

Las puertas "están construidas en piedra, las paredes son más o menos escasas", escribió David Kennedy, profesor de la Universidad de Australia Occidental, en un documento que se publicará en la edición de noviembre de la revista Arabian Archaeology and Epigraphy. Las puertas "parecen ser las estructuras artificiales más antiguas en campo abierto", señaló Kennedy, y agregó que "no se puede discernir ninguna explicación obvia de su propósito".

La más pequeña de las puertas se extiende alrededor de 13 metros, mientras que la más larga tiene 518 metros de largo. Muchos tienen múltiples paredes de piedra que, en algunos casos, forman un diseño rectangular; algunas de las otras, llamadas puertas de tipo "I", solo tienen un muro de piedra con montones de piedras en cada extremo.

EN UN PAISAJE INHÓSPITO

"Las puertas se encuentran casi exclusivamente en campos de lava sombríos e inhóspitos con escasa agua o vegetación, lugares aparentemente entre los más inhóspitos para nuestra especie", escribió Kennedy. Hace miles de años, observó, el paisaje era más hospitalario para la vida humana. También se descubrieron otros tipos de estructuras de piedra, en forma de "cometas", que se utilizaron para cazar animales, y de "ruedas", que llevan el nombre de su forma, en estos campos de lava.

Se encontró que las cometas, las ruedas y otros tipos de estructuras de piedra se construían sobre estas paredes similares a las de una puerta, lo que sugiere que las puertas son anteriores a estas estructuras de piedra, dijo Kennedy. Los restos de flujos de lava también se encuentran a veces en la parte superior de las puertas, lo que indica que las puertas también son más antiguas que algunos de los flujos, dijo Kennedy.

La mayoría de las puertas se descubrieron mediante encuestas satelitales, y no se realizó ningún trabajo de campo arqueológico en ellas. Sin embargo, en la década de 1980, antes de que se descubrieran las puertas, los vulcanólogos Vic Camp y John Roobol tomaron un área del Harrat Khaybar que incluía una cúpula de lava adornada con puertas y otras estructuras de piedra. Esta cúpula de lava se encuentra cerca de una cúpula de lava más alta, llamada Jabal Abyad, que significa "montaña blanca" en árabe.

Las cúpulas de lava ya no están activas, dijo Camp, y agregó que en el pasado, la lava basáltica cubría algunas de las estructuras de piedra, incluidas las puertas.

"Vemos varias áreas donde las lavas más jóvenes carecen de tales estructuras [de piedra], aunque están rodeadas por varias estructuras de piedra", dijo Camp a Live Science. Una de las estructuras de piedra está parcialmente cubierta de lava endurecida, según muestran fotografías. Camp calcula que algunas de las puertas alrededor de la cúpula de lava fueron construidas hace unos 7.000 años.

El trabajo de campo arqueológico es necesario para determinar cuáles son las puertas y de cuándo, exactamente, datan, dijo Kennedy.

Travis Hearn, asistente de investigación del Archivo Fotográfico Aéreo para Arqueología en el Medio Oriente, contribuyó al artículo de la revista; y Kennedy también trabajó con miembros del Desert Team, un grupo de ciudadanos de Arabia Saudita que fueron los primeros en mapear algunas de las estructuras de piedra y visitar algunos de los emplazamientos.

Descubren misteriosos dientes fósiles en Alemania que desconciertan a los científicos

El descubrimiento de dientes fósiles de 9,7 millones de años de antigüedad ha dejado a un equipo de científicos alemanes rascándose la cabeza. Los dientes parecen pertenecer a una especie de la que se sabe que apareció en África varios millones de años después.

Un equipo de arqueólogos alemanes descubrió un desconcertante conjunto dental en el antiguo lecho del Rin, anunció el miércoles el Museo de Historia Natural de Maguncia.

Los dientes no parecen pertenecer a ninguna especie descubierta en Europa o Asia. Se parecen más a los dientes que pertenecen a los primeros homínidos como Lucy (Australopithecus afarensis) y Ardi (Ardipithecus ramidus), famosos en Etiopía.

Ahora bien, estos dientes, que se encuentran en la ciudad de Eppelsheim, en el oeste de Alemania, cerca de Mainz, son al menos 4 millones de años más antiguos que los homínidos africanos mencionados, lo que ha desconcertado a los científicos, los cuales han detenido la publicación durante un año, a fin de que un equipo de especialistas haga más pruebas a los dientes.


Gran misterio
"Claramente son dientes de mono", dijo el jefe del equipo, Herbert Lutz, según el medio local de noticias Merkurist. "Sus características se asemejan a los hallazgos africanos que son de cuatro a cinco millones de años más jóvenes que los fósiles excavados en Eppelsheim. Esto es un tremendo golpe de suerte, pero también un gran misterio".

En la conferencia de prensa en la que anunciaron el hallazgo, el alcalde de Mainz, Michael Ebling, afirmó que el descubrimiento forzaría a los científicos a reconsiderar la historia de la primera humanidad.

"No quiero dramatizar demasiado, pero lanzaría la hipótesis de que tendremos que empezar a reescribir la historia de la humanidad después de hoy", dijo Ebling.

El arqueólogo regional del estado de Renania-Palatinado, Axel von Berg, dijo a los medios de comunicación que estaba seguro de que los hallazgos recibirían mucha atención. "Esto sorprenderá a los expertos", dijo a un diario para las regiones del río Rin y Main, Allgemeine Zeitung.

Los dientes se encontraron junto a los restos óseos de un animal parecido a un caballo, lo que ayudó a datarlos.

En exhibición
El primer artículo sobre el hallazgo se publicará en Researchgate dentro de una semana. Los dientes todavía están siendo examinados en detalle, pero a partir de finales de octubre se exhibirán en la exposición estatal vorZEITEN de Renania-Palatinado, tras la cual se expondrán en el Museo de Historia Natural de Maguncia, según Die Welt.

Los científicos descubrieron los dientes al examinar grava y arena del lecho del Ur-Rhine, el curso anterior del río Rin. El área ha sido un semillero de restos fósiles desde 1820, cuando se encontraron los primeros fósiles de simios. Desde 2001, se han descubierto 25 nuevas especies. Los dientes se encontraron junto a los restos de un género extinto de caballo, lo que les ayudó a datarlos.

Fuente: dw.com | 19 de octubre de 2017

Arquitectura mudéjar de Aragón

Torre de la iglesia del Salvador (Teruel)

Año de inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial en 1986/2001. La aparición del arte mudéjar nace en Teruel, Zaragoza  (Aragón), y en Toledo  se conoce como al estilo arquitectónico que floreció en España desde el siglo XII hasta el XVII, es caracterizado por el empleo de la ornamentación árabe, por una utilización refinada del ladrillo, cal, madera y la cerámica vidriada, sobre todo en los campanarios.

    El arte mudéjar es una manifestación artística única en el mundo, ya que no forma parte ni de la cultura occidental europea ni de la cultura islámica. Es el legado de la convivencia de tres culturas de raíces muy diferentes como son la cristiana, islámica y judía. Diez monumentos fueron seleccionados por ser los más representativos y los que mejor reflejan el fenómeno mudéjar como hecho histórico y cultural.

 AÑO 1986 - TERUEL

Torre, techumbre y cimborrio de la Catedral de Santa María de Mediavilla 

    Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986. La torre mudéjar, comienza a erigirse en 1257. Es una de las torres mudéjares más antiguas de España. Es de planta cuadrada y posee tres cuerpos decorados con azulejos y cerámica vidriada.
    Una de las maravillas que acoge es la techumbre de la catedral, con armadura de par y nudillo.  Casi todos los techos mudéjares son artesonados, esto es, elementos decorativos. En este caso se trata de un cubrimiento en techumbre, cuyo armazón sostiene la parte superior de la nave y consolida la estructura. Se la ha llamado la capilla sixtina del arte mudéjar, por su gran valor arquitectónico y pictórico. Mide 32 metros de longitud y data del siglo XIV.
    El cimborrio fue trazado en 1537 por el maestro Juan Lucas Botero, que había sido el artífice del cimborrio sobre trompas mudéjar de la Seo de Zaragoza y del de la Catedral de Tarazona. Fue llevado a cabo en 1538 por el maestro de obras Martín de Montalbán. Este cimborrio conseguía iluminar el nuevo retablo mayor 1536, obra maestra del renacimiento del escultor Gabriel Yoly. Fue un escultor francés, que vivió en España Residió en Zaragoza, y pasó sus últimos años en Teruel.
    Alrededor del 1700, la cabecera gótica se modifica para realizar una girola. En 1909 se construye la enorme portada meridional que combina una estructura neorrománica de arquivoltas de medio punto con una decoración típicamente neomudéjar. Fue planeada por el arquitecto  español modernista Pablo Monguió Segura. (1865-1956).

Torre e iglesia de san Pedro

    Fue declarada Bien de Interés Cultural el 3 de junio de 1931. La Unesco señaló la Iglesia de San Pedro como uno de los edificios representativos del conjunto mudéjar de Teruel, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1986 es una iglesia del siglo XIV perteneciente a la arquitectura mudéjar de Aragón. Su campanario, la torre de San Pedro, es el ejemplo más antiguo del mudéjar turolense y data del siglo XIII. El interior del templo fue decorado entre 1896 y 1902 en estilo modernista neomudéjar por Pablo Monguió Segura (1865-1956).



    La más bella capilla barroca es la de la Concepción (1732-55), gracias al mecenazgo del obispo Pérez Prado, decorado con pinturas de Bisquert, firmadas en 1646. Contigua a la iglesia está la pieza en que se presenta el sarcófago de los Amantes de Teruel cuenta la historia de amor entre dos jóvenes turolenses, Isabel de Segura y Juan Martínez de Marcilla.  Personajes históricos a los que se supone envueltos por la leyenda de un amor romántico. El escultor Juan de Ávalos realizó los bellos sepulcros, gran maestro y amigo que tuve la oportunidad de conocer en unas de mis exposiciones de pinturas al óleo que presente en Madrid capital.
    En 1220 dos discípulos de San Francisco de Asís, Juan de Perusa y Pedro de Saxoferrato, fundaron en Teruel un convento franciscano, cuya ermita de San Bartolomé fue derribada por orden del arzobispo de Zaragoza García Fernández de Heredia, para iniciar en 1392 la construcción de la iglesia que hoy contemplamos.
    El templo ha sufrido sucesivas reformas y restauraciones que han ido transformando su espacio. En el siglo XVIII fue sustituida la puerta principal por el portal que hoy conocemos. Posteriormente, dentro de las obras de restauración llevadas a cabo en 1896, Salvador Gisbert dejaría su impronta pictórica en la decoración interior.La última restauración acometida durante los primeros años del siglo XXI y dirigida por los arquitectos Antonio Pérez y José María Sanz, ha supuesto la apertura de la misma después de más de una década cerrada al público.

Torre de la iglesia de san Martín

    Es una edificación del mudéjar aragonés de España declarada en 1986 como Patrimonio de la Humanidad. Fue edificada entre 1315 y 1316 y reformada en 1550 por Pierres Vedel, que eliminó viviendas adosadas para dejar una plaza abierta ante la torre. En 1926 Ricardo García Guereta realizó una importante restauración, en la posguerra española Manuel Lorente Junquera  volvió a intervenir en la torre sustituyendo piezas cerámicas con un tono más tenue que el de las originales. Entre 2002 y 2007 se produjo una restauración completa. Se ubica en la Plaza de Pérez Prado, frente a la calle de los Amantes.

Torre de la iglesia del Salvador

      Es una edificación del mudéjar aragonés  de  España declarada  en el año  1986 como Patrimonio de la Humanidad. Se levanta sobre la calle del Salvador. La torre imita la estructura del minarete almohade con dos torres cuadradas concéntricas entre las que se sitúan las escaleras. La torre interior presenta tres pisos superpuestos cubiertos con bóveda de crucería y un campanario con arcos apuntados y de medio punto. Para el ascenso tiene 122 escalones, en las paredes enyesadas se pueden observar grafitos de la época de la construcción. Finalizadas las obras de su restauración, entre los años 1991 y 1993, se convierte en la primera torre mudéjar visitable de la ciudad de Teruel.

Año 2001

Ábside, claustro y torre de la colegiata de Santa María  - Calatayud

    En el 2001, la Unesco  la declaró como Patrimonio de la Humanidad  fue edificada en Calatayud (Zaragoza) sobre una antigua mezquita a partir del año 1120. Es la principal iglesia de la ciudad, y ha sido propuesta en varias ocasiones como catedral. La torre es uno de los principales ejemplos del mudéjar aragonés. Es de planta octogonal, presenta contrafuertes en las aristas. El chapitel de pizarra está fechado hacia 1770, y los cuerpos de campanas son de los siglos XVII y XV.

Iglesia parroquial de santa Tecla  -  Cervera de la Cañada  (Zaragoza).

    Es una iglesia-fortaleza de estilo  gótico-mudéjar situado en el municipio de Cervera de la Cañada provincia de Zaragoza construida por el maestro Mahoma Rami. En el siglo XIV se procede a la construcción del ábside sobre los restos de un castillo anterior, y en la primera mitad del siglo XV se construye la iglesia fortaleza.
    En 1670 sufre una transformación barroca, substituyéndose la decoración mudéjar del ábside por una barroca de trampantojo, iglesia fortificada dedicada a Santa Tecla con amplias panorámicas sobre la vega del Ribota, sobria en su exterior pero muy interesante por su interior mudéjar.
    En el barranco del Cura, podemos contemplar un antiguo acueducto de tres arcos. Fue declarada  Bien de Interés Cultural el 27 de julio de 1943. La Unesco  señaló la Iglesia de Santa Tecla como uno de los edificios representativos de la arquitectura mudéjar de Aragón en la extensión que hizo en 2001 de la declaración como  Patrimonio de la Humanidad  de 1986.

Iglesia de Santa María  -  Tobed (Zaragoza)

    Es una iglesia-fortaleza de estilo gótico-mudéjar situado en el municipio de Tobed provincia de Zaragoza construida entre 1356 y 1385. Fue declarada, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001.La Orden del Santo Sepulcro decidió construirla ante la guerra entre Pedro IV de Aragón el Ceremonioso y Pedro I de Castilla el Cruel. Servía como Iglesia y como defensa cerca de la frontera con Castilla.
    El altar mayor de la iglesia la realizó el pintor Jaume Serra, fue miembro de una familia de artistas activos en Cataluña en el siglo XIV. También sus hermanos Pere, Francesc y Joan fueron pintores un retablo actualmente conservado en el Museo del Prado, Madrid.

Restos mudéjares del palacio de la Aljafería   -  Zaragoza
     
Es un palacio fortificado construido en Zaragoza  en la segunda mitad del siglo XI por iniciativa de  Al-Muqtadir como residencia de los reyes hudíes de Saraqusta. Este Palacio, llamado en su tiempo Palacio de la Alegría. Tras la reconquista de Zaragoza en 1118 por Alfonso I el Batallador pasó a ser residencia de los reyes cristianos de Aragón, con lo que la Aljafería se convirtió en el principal foco difusor del mudéjar aragonés.
      Fue utilizada como residencia regia por Pedro IV el Ceremonioso este rey amplió las dependencias palaciegas en 1336 y mandó construir la iglesia de San Martín en el patio de ingreso al alcázar.
      En esta época está documentado el uso de la Aljafería como lugar de partida del recorrido que llevaba a  la Seo, donde los monarcas aragoneses eran solemnemente coronados y juraban los fueros y posteriormente, en la planta principal, se llevó a cabo la reforma que convirtió estas estancias en palacio de los Reyes Católicos en 1492.
      En 1593 experimentó otra reforma que la convertiría en fortaleza militar, primero según diseños renacentistas y más tarde como acuartelamiento de regimientos militares. Sufrió reformas continuas y grandes desperfectos, sobre todo con los Sitios de Zaragoza de la Guerra de la Independencia hasta que finalmente fue restaurada en la segunda mitad del siglo XX y actualmente acoge las  Cortes de Aragón. Es  Monumento Histórico Artístico desde 1931, y fue declarado  Patrimonio de la Humanidad  en 2001.

Torre e iglesia parroquial de san Pablo -   Zaragoza

    Es llamada la tercera catedral de Zaragoza. Está situada en el barrio de San Pablo de esta ciudad y su primera fábrica en estilo gótico-mudéjar. Ya durante la Edad Media el barrio de San Pablo llegó a tener casi tantos habitantes como el antiguo centro amurallado. Por este motivo, en 1284 se vio necesario derruir la antigua ermita románica de San Blas y construir un nuevo templo, que estaría terminado antes de la mitad del siglo XIV. Se trata de una iglesia de grandes proporciones debidas a las muchas ampliaciones. En 1931 fue declarado Monumento Artístico Nacional y en 2001 fue incluido dentro de la declaración de Patrimonio de la Humanidad.
     La torre es de planta octogonal con dos torres embutidas una dentro de la otra. En el espacio entre estos, discurre una escalera de bóveda de hiladas de aproximación. Tanto el edificio de la iglesia como la de la torre está realizada en ladrillo y presenta, en esta última, decoración mudéjar de espigas. Renovado en 1849 por José Yarza y Miñana en forma de pirámide cónica muy estilizada con una bola en su cúspide sobre un pequeño tambor octogonal.
      Una de las joyas de San Pablo es sin duda su retablo mayor. Fue encargado en 1515 a Damián Forment, autor del retablo de la Basílica del Pilar, y concluido en 1518. Está tallado en madera dorada y policromada. Contiene banco y cinco calles, más ancha y alta la central. También se guardan ocho tapices de  Los hechos de los Apóstoles tejidos en Bruselas sobre cartones que remiten a los originales de Rafael Sanzio, que fueron encargados por el papa  León X  para la ornamentación mural de la Capilla Sixtina.

Ábside, parroquieta y cimborrio de la Seo  -  Zaragoza

    Los elementos mudéjares del ábside, parroquieta y cimborrio de la catedral fueron declarados  Patrimonio de la Humanidad  por la Unesco en 2001 como parte del conjunto del mudéjar aragonés. La zona inferior de los ábsides es la única conservada de la catedral románica del siglo XII.
    De la ornamentación interior queda todavía una arquería distribuida en tres sectores por cuatro columnas adosadas. Desde el exterior se aprecia la planta poligonal con lados en los que se abren tres ventanas en los dos primeros cuerpos. El primero, de factura románica, está construido con sillería de piedra y se inspira en el modelo de la Catedral de Jaca, apreciable en las molduras de taqueado jaqués de las arquivoltas.
    Lope Fernández de Luna fue el primer  obispo de Vich  y en 1352  fue nombrado por Clemente VI arzobispo de Zaragoza. inicia la construcción de su propia capilla funeraria en estilo mudéjar en 1360 bajo la advocación de San Miguel Arcángel, conocida vulgarmente como La Parroquieta.  Se trata de un espacio rectangular y estrecho que ocupó el lugar del lado del evangelio de la cabecera de La Seo y se edificó sobre el ábside más occidental y una anterior capilla colateral que se abría al transepto. La nueva estancia se conformó así como una pequeña iglesia destinada a albergar la tumba de Lope de Luna.
    La construcción corrió a cargo del maestro de obras Miguel del Cellero. En el lado izquierdo un arcosolio enmarca el sepulcro de don Lope de Luna, labrado en alabastro  por el escultor Pere Moragues. La urna está cubierta con la estatua yacente del arzobispo. Toda la Parroquieta fue restaurada en 1936  por el arquitecto Francisco Íñiguez Almech, quien la devolvió a su estado original anterior.
    En 1498 el arzobispo Alonso de Aragón inició un proyecto para añadir dos naves a las tres ya existentes de la Seo. Sin embargo, el decadente estado del cimborrio requirió su destrucción. Una comisión de expertos en la materia, a cuya cabeza estaba Enrique Egas, sugirió al cabildo su inmediato derrumbe. Entre 1505 y 1520 se levantó el actual cimborrio. En él se conjugan los estilos del mudéjar y el gótico junto al ornato renacentista. Tomaron parte los mejores arquitectos de la época en su construcción.
    El cimborrio tiene dos plantas, una rectangular y otra con forma de octógono. Las paredes tienen una estructura y decorado renacentista, y las hornacinas poseen estatuas de santos aragoneses. Las nervaduras del cimborrio parten de cada ángulo de la planta octagonal y forman una estrella de ocho picos. Sobre el hueco que ella deja se levanta una magnífica linterna.

Autor:
Narciso Casas - Profesor de Arte y Escritor.
Fuente: Mi libro titulado Patrimonio Mundial Cultural de la Humanidad en España.
ISBN: 978-84-686-7933-4
http://pinturascreadaspornarcisocasas.blogspot.com.es