Cabeza de adormidera invertida (izquierda) que se asemeja a la forma de una jarra de la Edad del Bronce.
Investigadores de la Universidad de York y el Museo Británico han descubierto rastros de opiáceos preservados dentro de una jarra distintiva que data de la Edad del Bronce Final.
Las jarras de este tipo, conocidas como "jarras con base circular", se ha pensado durante mucho tiempo que tenían vínculos con el uso del opio, dado que la posición invertida de la cápsula de la adormidera (Papaver somniferum) se parece a la forma de estas jarras; se sabe que se han comercializado ampliamente en el Mediterráneo oriental entre ca. 1650 - 1350 a.C.
Los investigadores han utilizado una variedad de técnicas analíticas para estudiar una de estas jarras en particular almacenada en el Museo Británico, la cual estaba sellada, posibilitando que su contenido estuviera preservado. Esto significaba que había una especial oportunidad para que los científicos investigaran qué componentes podían haber sobrevivido.
El análisis inicial realizado por científicos del Museo Británico mostró que los residuos de la jarra estaban compuestos principalmente de aceite vegetal, pero con indicios de presencia de alcaloides opiáceos, un grupo de compuestos orgánicos derivados del opio, de los cuales se sabe que tienen efectos psicológicos significativos en el cuerpo humano.
Sin embargo, para detectar de manera concluyente los alcaloides y demostrar la presencia de opiáceos en los residuos del aceite vegetal, fue necesario realizar una nueva técnica analítica.
Mediante la utilización de instrumentos del Centro de Excelencia en Espectrometría de Masas de la Universidad de York, la Dra. Rachel Smith (izquierda) desarrolló un nuevo método analítico como parte de su doctorado en el Departamento de Química de dicha Universidad.
La Dra. Smith, dijo: “Los alcaloides opiáceos que detectamos son aquellos que hemos demostrado son los más resistentes a la degradación, lo que hace que sean mejores que los opiáceos más conocidos, como la morfina".
“Hemos hallado estos alcaloides en el aceite vegetal degradado, pero la pregunta sobre cómo se habría usado el opio en esta jarra todavía permanece. ¿Podría haber sido uno de los ingredientes de una mezcla a base de aceite, o se reutilizó la jarra para llenarla de aceite después de que se usara con opio, o fue algo completamente distinto?"
La adormidera se comercializaba ampliamente en el Mediterráneo oriental entre ca. 1650 - 1350 a.C.
Perfume
En el pasado, se ha argumentado que estas jarras podrían haber sido utilizadas para contener aceite de semilla de amapola, que tiene trazas de opio, y ser usado como ungüento o perfume. Según esta teoría, los efectos del opio pueden haber tenido un significado simbólico.
La profesora Jane Thomas-Oates (derecha), catedrática de Ciencias Analíticas en el Departamento de Química, y supervisora del estudio en la Universidad de York, dijo: "Esta jarra es importante al poder revelar detalles significativos sobre el comercio y la cultura del período considerado, por lo que es conveniente tratar de avanzar en el debate sobre para qué se podría haber utilizado".
"Hemos podido establecer un método riguroso para detectar opiáceos en este tipo de residuos, pero el siguiente desafío analítico es ver si podemos tener éxito con residuos peor conservados".
Espéctrometro de masas utilizado en la investigación.
Más preguntas
Esta es la primera vez que se ha logrado evidencia química fiable para vincular el opio con una jarra de base circular, a pesar de los intentos anteriores de los investigadores a lo largo de los años.
La Dra. Rebecca Stacey, científica principal en el Departamento de Investigación del Museo Británico, dijo: “Es sustancial recordar que se trata de solo un recipiente, por lo que el resultado plantea muchas preguntas sobre el contenido de la jarra y su propósito. La presencia de los alcaloides es inequívoca y brinda una nueva perspectiva al debate sobre su importancia".
Fuente: University of York| 3 de octubre de 2018
El Museo Arqueológico de Úbeda (Jaén) inaugura este martes una exposición temporal sobre el mundo antiguo denominada 'Deportes y espectáculos en la Antigua Roma', que podrá visitarse hasta el 11 de noviembre, en horario de martes a sábados de 9,00 a 21,00 horas, y domingos y festivos de 9,00 a 15,00 horas.
La delegada territorial de Cultura, Turismo y Deporte, Pilar Salazar, ha destacado el valor de esta exposición que permitirá al visitante conocer, a través de un recorrido histórico, las competiciones deportivas y los espectáculos que se celebraron en la Antigua Roma. "Se persigue así difundir aspectos cotidianos de culturas antiguas, provocar la curiosidad sobre las costumbres de los romanos y dinamizar la visita al museo con nuevos temas y piezas", ha añadido.
La exposición cuenta con reproducciones, réplicas y maquetas para mostrar el tema del deporte y espectáculos que se celebraron en el Imperio romano durante los primeros siglos de nuestra era, con una especial atención a los actores, las obras de teatro, las carreras del circo y las luchas de gladiadores en el anfiteatro. Además, se completará con visitas guiadas a las misma, tanto para escolares como para público en general.
Por otra parte, relacionado con el tema de la exposición se ha programado también en el museo, una charla-demostración sobre la mujer en los deportes del mundo antiguo, con personajes caracterizados, que se celebrará el 17 de octubre a las 19,00 horas.
Igualmente se ofrecerán visitas guiadas a la exposición los viernes y sábados por la tarde, a las 19,00 horas. Para más información sobre dichas visitas se pueden dirigir al propio museo, por teléfono (953 108623) o por correo electrónico (museoarqueologicoubeda.ccul@juntadeandalucia.es).
Fuente: lavanguardia.com | 15 de octubre de 2018
Excavación de un entierro masivo en el recinto ruso de Jerusalén, verano de 2018. (Kfir Arbiv / Autoridad de Antigüedades de Israel)
Más de 20 vértebras del cuello "cortadas por un espada" son unas de la señales que ha llevado a descubrir en Jerusalén un centro decapitación masivo de unos 2.000 años de antigüedad, perteneciente al reinado del rey y sumo sacerdote judío asmoneo Alejandro Janneo.
Se trata, según los arqueólogos autores del descubrimiento, de un testimonio del sangriento reinado de Janneo (125 a. C.-76 a. C.), efectuado en un patio de la alcaldía de Jerusalén, informó el diario Times of Israel.
"Hemos descubierto en la cantera más de 20 vértebras del cuello cortadas por una espada", describió el profesor Yosi Nagar (izquierda), arqueólogo de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).
"Desenterramos también cuerpos y partes de cuerpos de niños y adultos, mujeres y hombres, que fueron probablemente víctimas de una brutal matanza", agregó.
El monarca y sumo sacerdote del Segundo Templo, Alejandro Janneo, siguiendo la política de su padre, Juan Hircano, conquistó y convirtió al judaísmo los territorios vecinos, expandiendo el reino asmoneo hasta su mayor extensión.
Excavación de un entierro masivo en el recinto ruso de Jerusalén, verano de 2018. (Kfir Arbiv / Autoridad de Antigüedades de Israel)
Los historiadores convienen en que durante sus 27 años de gobierno, Janneo ejerció una tiranía despiadada y su reinado estuvo marcado por intrigas y luchas internas, especialmente contra los fariseos. Fue una época de violentas luchas de poder entre los judíos saduceos y fariseos, lo que condujo a una Guerra Civil judía de seis años que, según fuentes históricas como el historiador fariseo Flavio Josefo, dejó unos 50.000 judíos muertos.
Ejecución de fariseos bajo Alejandro Janneo representada por Willem Swiddle en el siglo XVII.
Los arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel, Kfir Arbiv, Yosi Nagar y Tehilá Lieberman, presentaron su macabro descubrimiento en una conferencia en la Universidad Hebrea de Jerusalén titulada: "El enigma tras el centro de enterramiento masivo del Complejo Ruso" en el marco del décimo segundo congreso de Arqueología en Jerusalén y la Región.
Según un escrito de los rollos del Mar Muerto, llamado el Libro de Nahum, Janneo castigó a unos 800 enemigos políticos a morir crucificados, mientras que ordenó que otros, como los descubiertos en el patio del Ayuntamiento de Jerusalén, fueran decapitados y desmembrados.

Excavación de un entierro masivo en el recinto ruso de Jerusalén, verano de 2018. (Kfir Arbiv / Autoridad de Antigüedades de Israel)
"Las fuentes históricas cuentan que el rey capturaba y mataba a muchos de sus opositores judíos, así como a sus hijos y esposas", señalaron los arqueólogos.
Entre los huesos desenterrados se encontraron "innumerables cortes por espada, que herían no solo el cuello, sino también la mandíbula inferior e incluso a veces la base del cráneo, lo que indica decapitación", detallaron.
Los directores de excavación de la Autoridad de Antigüedades de Israel, el Dr. Joe Uziel y Tehila Lieberman en el sitio de excavación en la Ciudad Vieja de Jerusalén. (Yaniv Berman, cortesía de la Autoridad de Antigüedades de Israel).
Fuentes: lavanguardia.com |israelnoticias.com |enlacejudio.com | 12 de octubre de 2018
Figurilla de mármol con forma de mujer encontrada en el yacimiento de Akrotiri, en la isla griega de Santorini - EFE
Nuevos descubrimientos en las excavaciones del sitio arqueológico de Akrotiri, en la turística isla griega de Santorini, han sacado a la luz información relevante sobre las creencias ideológicas y religiosas de la civilización cicládica, informó el Ministerio de Cultura heleno.
Las excavaciones, dirigidas por el profesor emérito Christos Doumas (izquierda) desde 1975, han encontrado en el interior de un importante edificio público una figurilla de mármol con forma de mujer, un jarrón de alabastro y una botella y dos vasijas de cuello alto hechas de mármol de comienzos de la civilización cicládica.
En el edificio, conocido como «casa del trono», se encontró en 1999 la única escultura figurativa hecha de oro desenterrada hasta ahora en esa excavación: una cabra montesa (derecha) en impecables condiciones, ya que estaba en una caja de madera, dentro de un cofre de arcilla.
Según el ministerio de Cultura, la investigación en curso ha revelado además un importante edificio público decorado con frescos bien conservados que se dedicaba a la celebración de ritos. «Estos descubrimientos se relacionan sin duda con las ideologías y creencias de la sociedad de Thira y dan lugar a nuevas preguntas esenciales y estimulantes sobre la posible religión de la sociedad prehistórica del Egeo», explicó el ministerio en un comunicado.
También se encontraron varias ánforas y pequeños relicarios rectangulares de arcilla en la esquina SE del sitio. Tres se recuperaron completamente con vasijas de arcilla ovales y dos vasijas de mármol pre-cicládicas, una vasija de mármol y una vasija de alabastro.
El yacimiento de Akrotiri, también conocido como la «Pompeya Minoica», es uno de los sitios arqueológicos prehistóricos más importantes del Mediterráneo. Se trata de una ciudad enterrada tras la erupción del volcán de Santorini en torno al 1628 a.C. que, a pesar de la destrucción que provocó, también conservó el momento bajo la ceniza volcánica solidificada.
La explosión destruyó varias islas, generó maremotos y terremotos y creó la Santorini que se conoce hoy en día, además de alimentar la leyenda de la ciudad perdida de la Atlántida, que a veces se sitúa en esta civilización de la Edad de Bronce.
Además, otro factor que enriquece la leyenda es el hecho de que en Akrotiri se mantuvo sepultada hasta con 60 metros de ceniza toda la cotidianeidad de la vida entonces, excepto por los cuerpos de sus habitantes, que no se han encontrado hasta ahora.
El yacimiento, que ocupa unas 20 hectáreas, fue descubierto en 1866 y se comenzó a excavar en 1967, aunque hasta ahora solo se ha desenterrado una ínfima parte de lo que era la ciudad, por lo que queda mucho por descubrir de esta avanzada civilización.
Fuentes: abc.es | greece.greekreporter.com| 13 de octubre de 2018
Una vez culminada la excavación arqueológica, la investigación realizada este verano en este yacimiento descubierto en 1979 ha constatado su relevancia, de manera que el Ayuntamiento de La Oliva ha trasladado a los investigadores responsables el interés del gobierno municipal por seguir apoyando el proyecto en próximas fases.
Durante una visita, el alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, afirmó que "el yacimiento es una joya del patrimonio cultural del municipio de La Oliva, y también de Fuerteventura y de toda Canarias, que las instituciones tienen el deber de indagar y divulgar". "Por eso, desde el Ayuntamiento animamos al Gobierno de Canarias y al Cabildo a continuar impulsando las siguientes fases de la investigación, y estamos dispuestos a colaborar en cualquier medida que nos soliciten", añadió.
Tras dos meses de trabajos, la empresa Arenisca Arqueología y Patrimonio ha culminado la fase inicial de este proyecto de investigación y divulgación que ha impulsado la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, contando con la participación tanto del Cabildo, desde el área de Patrimonio Histórico, y con la del Ayuntamiento de La Oliva, propietario del terreno donde se localiza el yacimiento.
UN POBLADO DE ENTIDAD
La Cueva de Villaverde es un tubo volcánico donde en 1979 fue descubierto un singularísimo enterramiento compuesto por los esqueletos de un adulto y un niño dispuesto en una extraña posición sobre la cabeza del hombre. La reactivación de la investigación ha puesto de relieve la existencia de estructuras que, con toda probabilidad, tienen continuidad en el área aún no excavada del entorno y en el interior de la cueva.
Igualmente, la aparición de grandes cantidades de materiales sugiere que la ocupación de este espacio que se prolongó durante siglos. "No hablamos de una cueva ocupada en un momento determinado, sino que estamos ante un poblado, y además probablemente un poblado de mucha entidad. Estuvo ocupando durante un largo periodo de tiempo, y por eso nos puede dar las claves del poblamiento en el norte de Fuerteventura. Puede aportar, a través del estudio de la estratigrafía, importantes descubrimientos para conocer la historia de esta isla", trasladó la arqueóloga y directora del proyecto, Rosa López.
El equipo de Arenisca ha recuperado miles de fragmentos (300 bolsas de material) incluyendo cerámicas, conchas, huesos de animales, "y no sólo de ganado como cabra y oveja, sino también de animales marinos, como peces cetáceos, grandes cantidades de cenizas que refrendan esta ocupación tan prolongada, útiles de manufactura refinada e incluso elementos decorativos que nos indican una gran complejidad de esta cultura", explicó Derque Castellano, también arqueólogo del equipo.
El de Villaverde es también "el único yacimiento donde han aparecido huesos de foca monje", y en esta segunda excavación también se han encontrado huesos de cerdo, "algo novedoso y muy llamativo. En definitiva, son todo vestigios ilusionantes que nos animan a continuar con los trabajos", valoró la directora de la investigación, Rosa López.
POSIBLE CENTRO DE INTERPRETACIÓN
Una de las singularidades de esta fase de la investigación ha sido su vertiente divulgativa. Paralelamente a la realización de los trabajos, el equipo ha venido desarrollando acciones de comunicación, valiéndose de las nuevas tecnologías, y organizando una vez por semana a todos los interesados y dos charlas informativas. El experto del equipo en este campo es José Juan Torres, de la empresa La Rosera y responsable de marketing cultural en el proyecto, que ha realizado una reconstrucción virtual de la cueva para hacerla visitable por Internet. También se han utilizado, por parte del equipo topográfico, técnicas de topografía laser y una reconstrucción de cueva en 3D, tomando 360.000 puntos por segundo, con utilización de cámara esférica y otras técnicas, "de modo que los estudios que hacen los científicos puedan ser comprensibles para todo el mundo".
El resultado es un centro de interpretación interactivo del proyecto de excavación mediante una vista virtual. Además, la productora local Pastorcillo Films está realizando un vídeo divulgativo recopilando todos los pasos del proceso. En esta primera fase de la investigación intervienen no sólo expertos en topografía, sino también en geología para la comprobación de la estabilidad del tubo y proponer medidas de conservación, así como en edafología para estudiar la naturaleza y procedencia de los estratos, y una restauradora para analizar los elementos resultantes de la excavación, etapa que comienza a continuación.
"Los yacimientos son espacios muy frágiles y hay que tener mucho cuidado antes de facilitar la vista del público", planteó Rosa López en una de las charlas. Los objetivos son continuar con las excavaciones, e ir planificando desde ya la posible creación de un centro de interpretación. "Las administraciones debemos prestar más atención a la arqueología como una parte importantísimas de nuestra historia y de nuestro pasado, y que a día de hoy no tiene reflejo en la oferta museística del norte de Fuerteventura", dijo Isaí Blanco tras la visita.
REINVENTAR EL YACIMIENTO DE LA CUEVA DE VILLAVERDE
Entre los trabajos previstos una vez culminada la excavación, se incluyen nuevas dataciones para el enterramiento descubierto en 1979, "porque se hicieron mediciones entonces sobre carbón, y al ser menos fiables suponemos que pueden no ser correctas". Las dataciones dieron entonces fechas de entre el siglo III y el siglo IX, "pero es necesario repetirlas sobre semillas y restos óseos, pues son mediciones mucho más precisas", explicó la arqueóloga.
Durante las charlas divulgativas, Rosa López relató que con la Cueva de Villaverde "hablamos de un yacimiento reconocido como uno de los más importantes de Canarias por el sector científico, pues se trata de una de las primeras excavaciones sistemáticas y la única de Fuerteventura".
Fueron dos arqueólogas de la Universidad Autónoma de Madrid, Francisca Hernández y Dolores Sánchez, quienes realizaron las primeras excavaciones entre 1979 y 1983. Sin embargo, al tratarse de una investigación tan antigua, no tiene las garantías que ofrecen las técnicas de hoy en día. Fue a raíz de unas obras del Consorcio de Aguas realizadas entonces que se descubrió el jameo donde apareció la cueva, y, en su interior, un singular enterramiento, asociado a los antiguos pobladores de la isla, el pueblo Maho. El yacimiento lo integraban los restos de un hombre adulto y un niño ocupando una extraña posición sobre su cabeza, además de numerosos utensilios, cerámica, y huesos de animales ahora extintos en Fuerteventura, como es el caso de la foca monje. El enterramiento, que actualmente custodia el Cabildo de Fuerteventura, estuvo expuesto durante mucho tiempo en el Molino de Antigua.
La Cueva de Villaverde se encuentra actualmente en proceso de investigación arqueológica, después de casi 40 años desde su descubrimiento, una iniciativa que impulsa el Gobierno de Canarias, desde la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, y contando con la colaboración del Ayuntamiento de La Oliva. La institución municipal es propietaria del terreno donde está la cueva, declarada BIC junto con todo el entorno de la parcela, que ha contribuido a rehabilitar y acondicionar desde la Concejalía de Obras y Servicios.
Fuentes: 20minutos.es | laprovincia.es| 12 de octubre de 2018
El Museo de la Evolución Humana de Burgos acoge una exposición sobre la evolución de la farmacopea desde la Edad Media - R. ORDÓÑEZ
La relación del hombre con las enfermedades se remonta a hace miles de años. Veían la enfermedad como algo misterioso que provocaban fuerzas ocultas o los dioses. Pero casi tan antiguo es el uso de la botánica como medio para combatir las dolencias. Algunos estudios acreditan que nuestros antepasados, los neandertales, ya consumían en la prehistoria manzanilla.
Es el punto de partida que ha llevado al Consejo de Colegios de Farmacéuticos de España a promover, con el apoyo de la Junta de Castilla y León y la Obra Social de La Caixa, una exposición de documentos y piezas históricas de farmacias de monasterios y hospitales del Camino de Santiago. La muestra permanecerá en el Museo de la Evolución Humana (MEH) hasta el 15 de enero bajo el título «Hortus sanitatis: boticas monásticas y hospitalarias en los caminos de peregrinación».
El Museo acoge una exposición que muestra a través de 90 piezas, que incluyen instrumentos de antiguas boticas, libros, grabados e imágenes, la evolución de la farmacopea desde la Edad Media hasta nuestros días. Llaman especialmente la atención varios elementos procedentes de las antiguas boticas de los monasterios de San Juan, de la capital burgalesa, y Santo Domingo de Silos.
Todo tipo de utensilios
El uso de plantas medicinales ya se ha acreditado en la prehistoria, señala la directora general de Políticas culturales de la Junta de Castilla y León, Mar Sancho, quien recuerda que los investigadores han podido confirmar que los neandertales ya ingerían manzanilla. En esta exposición se recoge su evolución desde la Edad Media, con vitrinas que reúnen documentos y tratados de farmacia de diferentes momentos y varios expositores en las que se pueden ver botiquines y orzas de farmacia del siglo XIX, albarelos del siglo XVIII, balanzas de precisión, morteros de metal o redomas de vidrio.
En la muestra se pueden ver todo tipo de utensilios utilizados a lo largo del tiempo - R. ORDÓÑEZ
La historia de la farmacia está muy ligada a la de la ciudad de Burgos, hasta el punto de que fue en esta provincia en la que se fundó en 1938 el consejo que ahora preside, según destaca el presidente del Consejo de Colegios de Farmacéuticos de España, Jesús Aguilar. Por eso se ha querido enmarcar la muestra en relación con los tres patrimonios de la humanidad de Burgos. Por una parte, se enmarca en los actos del VIII centenario de la Catedral, por otra recoge elementos de boticas del Camino de Santiago, y por último se ha elegido como escenario el Museo de la Evolución Humana, directamente vinculado a Atapuerca.
La botica del monasterio
El comisario de la exposición, Juan Ruiz Carcedo, destaca la importancia de los monasterios en el origen de la ciencia farmacéutica actual. En prácticamente todos los monasterios había una botica, un huerto con plantas medicinales y alguno o algunos monjes especializados en manejar esas plantas y hacer preparados o tratamientos. Esas pócimas se administraban como medicamentos al resto de monjes o a la población que se acercaba a los monasterios para buscar ayuda. En los huertos de los monasterios se cultivaban plantas medicinales para elaborar de forma artesanal remedios curativos, jarabes y licores reconstituyentes, que se guardaban en el botamen de la botica.
Los monjes no solo cuidaban el huerto, sino que estudiaban la recolección de las plantas, sus propiedades curativas y la composición de las pócimas para tratar todo tipo de afecciones. De esa labor salieron cuadernos y recetarios, los «hortus sanitatis», que servían para instruir a otros monjes en lo que ahora denominaríamos ciencia farmacéutica.
Ruiz Carcedo recuerda que no era una práctica nueva y que existen tratados clásicos sobre la materia de Hipócrates, Dioscórides, Galeno, Celso, Plinio e Isidro Sevilla, entre otros. Entre sus herederos, aparecen en la Edad Media algunos boticarios y farmacéuticos burgaleses, como fray Esteban de la Villa, Hipólito Ruiz López, Lucas Jimeno, fray Isidoro Saracha u Obdulio Fernández. Algunos incluso alcanzaron gran fama internacional, como Juan de Jaraba o Conrad Gesner.
Fuente: abc.es | 13 de octubre de 2018