Salen a la luz los restos de ‘Homo sapiens’ más antiguos de Europa

Reconstrucción por ordenador (izquierda y centro) de un fragmento de cráneo (unido a una porción de roca) de hace 210.000 años atribuido a un 'Homo sapiens' (derecha) hallado en la cueva griega de Apidima (Katerina Harvati / Universidad de Tubinga)


Un cráneo hallado hace 40 años en la cueva griega de Apidima pertenece a la especie Homo sapiens y tiene 210.000 años de antigüedad, según un nuevo análisis del fósil que se presenta en la revista Nature. De confirmarse estas conclusiones, sería el resto más antiguo de Homo sapiens hallado fuera de África y obligaría a reescribir la historia de los encuentros entre humanos modernos y neandertales en el sureste de Europa.

Un segundo cráneo hallado a 30 centímetros del primero, y que también se ha analizado de nuevo, corresponde a un neandertal y se le ha atribuido una antigüedad de 170.000 años. Esto sugiere que la primera llegada de Homo sapiens a la actual Grecia desplazó a los neandertales que vivían allí, pero que más tarde estos volvieron a ocupar el territorio.

Después, durante un periodo de unas 5.000 generaciones, sapiens y neandertales se fueron encontrando a lo largo de una frontera difusa que debió recorrer el sureste de Europa y Oriente Medio, con territorios ocupados alternativamente por una especie o la otra. Finalmente una oleada migratoria de humanos modernos que salió de África hace entre 50.000 y 70.000 años se extendió por toda Eurasia y redujo la herencia neandertal a un nivel residual.

“Lo primero que pensamos fue ‘esto es muy extraño’. No es algo que nos esperáramos”, declaró el lunes en rueda de prensa telefónica Katerina Harvati (izquierda), paleoantropóloga griega de la Universidad de Tubinga (Alemania) y directora de la investigación.

Hasta ahora se había asumido que los dos cráneos eran igual de antiguos, de entre 160.000 y 190.000 años, ya que se habían encontrado uno junto al otro. Se había asumido también que los dos eran de neandertales, ya que era la única especie conocida en Europa en aquel periodo.

Desde su descubrimiento a finales de los años 70, los fósiles se habían guardado en el Museo de Antropología de la Universidad de Atenas. Eran cráneos parciales y deformados, en los que era difícil separar los restos humanos de los sedimentos minerales incrustados. “Nunca se les había prestado mucha atención”, explicó Harvati, quien recuerda que “en Grecia no ha habido interés por la paleoantropología porque la arqueología ha tenido otras prioridades”.

Para determinar de qué especie son los cráneos, se ha hecho una reconstrucción virtual a partir de los fragmentos disponibles. El cráneo más completo, llamado Apidima 2, corresponde de manera inequívoca a un neandertal. Son reconocibles, por ejemplo, el arco óseo completo que recorre las cejas, la forma de las mejillas que parecen apuntar hacia adelante o las proporciones de la parte posterior del cráneo.

Reconstrucción virtual (izquierda) del cráneo de neandertal (derecha) de hace 170.000 años hallado en la cueva griega de Apidima (Katerina Harvati / Universidad de Tubinga).

Por el contrario, el cráneo menos completo, Apidima 1, no es de neandertal. No tiene, por ejemplo, la pequeña protuberancia ósea en forma de moño característica de esta especie. Tras analizar las proporciones de la parte posterior de la cabeza -la única que se ha preservado- los investigadores deducen que tiene que ser de un Homo sapiens.

"El aspecto redondeado de la parte posterior del cráneo es una característica exclusiva de los humanos modernos, que se cree que apareció relativamente tarde en su evolución. Sí, este sería el fósil humano más antiguo y sin distorsiones que muestra dicho perfil posterior del cráneo como el de un humano moderno", ha corroborado a EL MUNDO Katerina Harvati

Su antigüedad se ha calculado con una técnica de datación basada en la desintegración radiactiva del uranio, que ha ofrecido resultados diferentes para los dos cráneos. Los 210.000 años estimados para Apidima 1 superan al fósil de Homo sapiens más primitivo conocido hasta ahora fuera de África, una mandíbula encontrada en la cueva Misliya de Israel que tiene una antigüedad de entre 177.000 y 194.000 años.

El maxilar izquiero de Misliya conserva todos los dientes a excepción del incisivo central. La forma y estructura de los dientes y de la dentina proporcionó datos importantes con respecto a la definición de Homo sapiens. (Israel Hershkovitz, Tel Aviv University)

“Es una investigación de gran interés realizada por investigadores de prestigio que estimulará la búsqueda de más fósiles humanos en esta región tan importante en la expansión de los humanos modernos fuera de África”, declara en entrevista telefónica desde Atapuerca Carlos Lorenzo (izquierda), paleoantropólogo de la Universitat Rovira i Virgili y del instituto Iphes, que conoce los cráneos de Apidima.

Aun así, Lorenzo no está seguro de que Apidima 1 corresponda a un Homo sapiens, porque “es una hipótesis plausible, pero necesitamos más pruebas para afirmarlo de manera categórica; que no sea un neandertal no significa necesariamente que sea un 'Homo sapiens', y el fragmento de cráneo no es lo bastante completo para saber qué es exactamente”.

Los propios autores de la investigación se muestran cautos al presentar sus datos. "No tenemos el hueso frontal, el arco superciliar, la cara, los dientes o la región del mentón, cualquiera de los cuales podría tener una forma menos 'moderna'", ha advertido Chris Stringer (derecha), antropólogo del Centro para la Investigación de la Evolución Humana del Museo de Historia Natural de Londres (Reino Unido) y coautor de este trabajo.

“Si nuestra interpretación es correcta indica que los humanos anatómicamente modernos se dispersaron fuera de África desde mucho antes, y llegando mucho más lejos, de lo que se pensaba hasta ahora”, escriben los investigadores en Nature.
Se trata de un descubrimiento importante pero que, en realidad, no va a sorprender a la comunidad científica. "La existencia de sapiens tempranos fuera de África ya se sospechaba por los enigmáticos signos de intercambio temprano de ADN entre poblaciones de neandertales y sapiens", ha explicado Stringer. "Muchos son ya los datos que poseemos sobre los cruzamientos de estas dos especies evolutivamente tan próximas, en distintos momentos de su coexistencia y que está demostrado que llegaron a tener descendencia, como apuntan diversos estudios de secuenciación genética".

"Faltan evidencias"

Sin embargo, todos los expertos consultados por Materia (El País) no aceptan las conclusiones del estudio. “Se trata de una afirmación extraordinaria, pero faltan evidencias para sostenerla”, opina Juan Luis Arsuaga (izquierda), codirector de Atapuerca. En 2017 este paleoantropólogo participó en la datación de isótopos de uranio del cráneo 2, el más completo, el cual arrojó una datación de al menos 160.000 años de antigüedad. El investigador dice que la morfología del cráneo 1 es totalmente compatible en realidad con la de un neandertal primitivo que aún no había desarrollado sus características típicas en la parte posterior del cráneo. “Que dos cráneos hallados a pocos centímetros uno de otro sean de dos especies diferentes separadas por más de 40.000 años es novelesco. No me creo los nuevos datos y vamos a replicar este estudio”, espeta el paleoantropólogo.

Warren Sharp (derecha), del Centro de Geocronología de Berkeley (EE UU), señala que la datación del cráneo 1 “no se sostiene”. “Las diferentes dataciones individuales obtenidas para este fósil divergen desde hace 335.000 años a 142.000 años, lo que sugiere que el fósil perdió parte del uranio que tenía originalmente. Esto implica que la edad que le dan es demasiado antigua”, explica.

Amélie Vialet (izquierda), investigadora del Museo Nacional de Historia Natural de Francia, opina que “la explicación más plausible es que las dos calaveras quedaron atrapadas en los sedimentos de la cueva en la misma época y que ambos son neandertales”.

No obstante, estos resultados plantean muchas preguntas, la primera sobre su origen. ¿De dónde provienen los humanos de Apidima? "La ruta más probable desde África sería a través del Levante y Turquía", ha comentado Stringer. "Ahora nuestro escenario es que hay un grupo de humanos modernos en Grecia de hace 210.000 años, quizás relacionado con poblaciones comparables a las de Levante, pero que posteriormente fue reemplazado por una población neandertal (representada por Apidima 2) hace unos 170.000 años". El Levante al que se refiere Stringer no es el de nuestra costa mediterránea, sino la región de Oriente Próximo que comprende Israel, Jordania, Líbano, Siria y Palestina.

Foto: Apidima 1 fue descubierto frente a otro cráneo, bautizado Apidima 2, en una cavidad del macizo de Apidima, en el Peloponeso. Imagen tomada de www.nature.com.

La cueva griega de Apidima se localiza al pie de un acantilado junto al mar. Es un lugar de difícil acceso al que sólo se puede llegar usando una embarcación. Dentro, en una serie de cuevas, existe un yacimiento de complicado estudio por las características de fosilización de los restos, fuertemente incrustados en la matriz de roca. De momento no hay datos sobre otras especies animales, ni se han encontrado herramientas humanas que aporten contexto a la época en la que se formó, el Pleistoceno.
Tampoco se conocen, aún, las implicaciones de haber encontrado juntos estos dos restos fósiles. "No podemos decir que vivieran en la cueva al mismo tiempo", ha mencionado Harvati durante la rueda de prensa telefónica previa a la publicación del estudio. "Es posible que uno ya estuviera allí y llegara otro. También es posible que se encontraran, pero no tenemos respuesta para estas preguntas. Probablemente, como ocurrió en el Cercano Oriente, no fuimos capaces de competir con los neandertales, especialmente en el clima inestable que existía entonces en la región", dice Harvati.

Algunos de los primeros fósiles clave de Homo sapiens y especies relacionadas en África y Eurasia - Havarti et al.

"Desafortunadamente, no hay herramientas de piedra directamente asociadas con ninguno de los cráneos de Apidima para ayudar a establecer conexiones en otros lugares. Pero si hemos interpretado correctamente las pruebas de Apidima, la obra de estos primeros 'Homo sapiens' debe estar presente en otros lugares del registro europeo", ha indicado Stringer.
La primera dispersión fuera de África fue llevada a cabo por Homo erectus hace unos 2 millones de años. La segunda oleada ocurrió cuando la especie ancestral que dio origen a los neandertales pasó a Europa hace entre 800.000 y 600.000 años. Y el tercer grupo de migraciones fue la nuestra, como documenta el cráneo de este estudio y varios fósiles encontrados en Israel. Por ejemplo, los de la cueva de Misliya pueden tener hasta 194.000 años, así como los restos dentales hallados en la cueva Qesem los cuales ostentan unos 400.000 años. Y existe un cráneo hallado en el yacimiento de Zuttiyeh que está datado hace entre 500.000 y 200.000 años y que todavía no ha sido bien identificado, pero que podría ser un sapiens temprano.

Para descifrar todas estas incógnitas habrá que esperar a que aparezcan nuevos fósiles o a que, los que ya se conocen, puedan ser estudiados por su ADN antiguo o por modernas técnicas de análisis de proteínas. En este sentido, todos los expertos se ponen de acuerdo al constatar que la historia del hombre se completa con cada descubrimiento y apunta a un origen cada vez más heterogéneo y complicado.

Fuentes: lavanguardia.com | elmundo.es| elperiodico.com | abc.es | elpais.com | 10 de julio de 2019

Un misterioso papiro egipcio del año 230 d.C. resulta ser la carta cristiana más antigua conocida

Detalle: La última línea del papiro P.Bas. 2.43 contiene la sugerencia principal: el autor usa la forma abreviada de la frase cristiana "Te pido que te vaya bien 'en el Señor'". Crédito: Universidad de Basilea.

Una carta autógrafa sobre asuntos cotidianos ha resultado ser más antigua que todas las pruebas documentales cristianas del Egipto romano y de todo el mundo cristiano del siglo III.
Fechada en el año 230 de nuestra era, se trata de una carta de la colección de papiros de la Universidad de Basilea. Proporciona información valiosa sobre el mundo de los primeros cristianos en el Imperio Romano, que no se registra en ninguna otra fuente histórica.

Los primeros cristianos en el Imperio Romano son generalmente retratados como excéntricos que se retiraron del mundo y fueron amenazados con la persecución. Esto es contrarrestado por el contenido de la carta de papiro de Basilea 'P.Bas. 2.43'.

La carta contiene indicaciones de que a principios del siglo III, los cristianos vivían fuera de las ciudades en el interior de Egipto, donde ocupaban cargos de liderazgo político y se mezclaban con su entorno pagano en sus vidas cotidianas.


El papiro P.Bas. 2.43 ha estado en posesión de la Universidad de Basilea por más de 100 años. Crédito: Universidad de Basilea.

El papiro 'P.Bas. 2.43' ha estado en posesión de la Universidad de Basilea hace más de 100 años. Es una carta de un hombre llamado Arrianus a su hermano Paulus. El documento se destaca de la masa de cartas conservadas del Egipto grecorromano por su fórmula de saludo final: después de informar sobre los asuntos familiares del día a día y pedir la mejor salsa de pescado como recuerdo, el autor de la carta usa la última línea para expresar su deseo de que su hermano prospere «en el Señor». El autor usa la forma abreviada de la frase cristiana «Te pido que te vaya bien en el Señor».

«El uso de esta abreviatura, conocida como 'nomen sacrum' en este contexto, no deja dudas sobre las creencias cristianas del autor de la carta», dice Sabine Huebner (izquierda), profesora de historia antigua en la Universidad de Basilea. «Es una fórmula exclusivamente cristiana con la que estamos familiarizados en los manuscritos del Nuevo Testamento», añade. El nombre del hermano también es revelador, dice la profesora Huebner: «'Paulus' era un nombre extremadamente raro en ese momento, y podemos deducir que los padres mencionados en la carta eran cristianos y que nombraron a su hijo después del apóstol tan pronto como el 200 de nuestra era».

40 o 50 años más antigua

Por medio de una extensa investigación prosopográfica, Huebner pudo rastrear el papiro hasta el 230 después de Cristo. Esto hace que la carta sea por lo menos de 40 a 50 años más antigua que todas las demás cartas documentales cristianas conocidas en todo el mundo. También proporciona detalles importantes sobre los antecedentes sociales de esta familia cristiana primitiva: Arrianus y su hermano Paulus eran hijos jóvenes y educados de la élite local, terratenientes y funcionarios públicos.

La ubicación del papiro también se reconstruyó con éxito: proviene de la aldea de Theadelphia, en el centro de Egipto, y pertenece al famoso archivo Heroninus, el archivo de papiros más grande de la época romana.

La carta de papiro está en el corazón de la nueva monografía de Huebner, "Papyri and the Social World of the New Testament", Cambridge University Press, 2019. Su libro está dirigido a una amplia audiencia y muestra que los papiros del Egipto grecorromano pueden ayudar a ilustrar la vida social, política y económica de los primeros cristianos.
La colección de Basilea contiene 65 documentos en cinco idiomas de las épocas ptolemaica y romana y la antigüedad tardía. La mayor parte de la colección está formada por papiros documentales, que son principalmente de interés histórico social, cultural y religioso, ya que registran la vida cotidiana de las personas comunes hace 2.000 años.
La mayoría de los papiros de Basilea no se han publicado y hasta ahora se han ignorado en gran medida por la investigación.

Fuentes: laverdad.es | phys.org| 11 de julio de 2019

Egipto abre al público dos de sus pirámides más antiguas tras más de 50 años

Foto: El ministro de Antigüedades de Egipto, Jaled al Anani en la presentación de la reapertura de las dos pirámides.

Las autoridades de Egipto abrieron el sábado el acceso público a dos pirámides en Dahshur, en el sur de El Cairo, por primera vez desde hace más de cinco décadas y develó asimismo una colección de sarcófagos, algunos con momias en buen estado de conservación, en un intento por potenciar el turismo que ha estado fuertemente golpeado por la inestabilidad política en el país.

La Pirámide Acodada construida por el faraón Seneferu, fundador de la cuarta dinastía de los faraones de Egipto, y otra vecina, están accesibles a los turistas por primera vez desde 1965, anunció en un comunicado el ministro de Antigüedades, Jaled al Anani. Ambas forman parte de la necrópolis de Menfis, un lugar que ha sido declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

La Pirámide Acodada, construida durante el Antiguo Reino del faraón Seneferu, alrededor del 2.600 a.C., y con una altura de 101 metros es única porque tiene dos estructuras internas y representa una transición hacia la construcción piramidal entre la Pirámide Escalonada de Zoser (2667-2648 a.C.), y la Pirámide de Meidum (de alrededor del 2600 a.C.).

Además, se ha vuelto famosa por su apariencia, ya que la mitad inferior se muestra lisa y con una inclinación empinada, similar a otras pirámides, y su mitad superior adquiere luego una inclinación más suave y una superficie más áspera. Se cree que esto ocurrió durante su construcción cuando la estructura comenzó a mostrar fisuras, lo que llevó a sus arquitectos a cambiar el diseño.
Antes de su regreso a escena, rodeada por páramos propiedad del ejército, la Pirámide Acodada ha pasado por 'quirófano'. La restauración ha servido para consolidar sus armazones y los muros y dotar al monumento de sistemas de iluminación interna y externa así como rampas de madera y escaleras para facilitar las visitas.


Los visitantes podrán ahora descender unos 80 metros hacia el interior de la Pirámide Acodada hasta alcanzar las dos cámaras dentro de la construcción de 4.600 años de antigüedad. Al mismo tiempo podrán también ingresar en la pirámide vecina, de menores dimensiones y de apenas 26 metros de altura.

Foto: El ministros de Antigüedades, Jaled al Anani, y el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Mostafa Waziri (ambos en el centro) en la presentación de los sarcófagos hallados en Dahsur.

Durante las excavaciones arqueológicas en Dahshur, a 40 kilómetros por carretera de El Cairo, "se descubrieron sarcófagos en piedra, arcilla y madera, algunos de los cuales tienen momias en buen estado", agregó el ministro.


Dahshur, sobre la margen occidental del río Nilo, alberga de hecho a numerosas pirámides y sitios arqueológicos. Un antiguo muro, de 60 metros de largo, al sur de una de las pirámides, la del faraón Amenemhat II, hijo de Sesostris I, también fue desvelado, según el ministro.

Cerca de allí, las excavaciones sacaron a la luz máscaras funerarias y herramientas para tallar piedras, que datan de la época del Bajo Egipto, del 750 al 332 a.C., una señal de que la zona fue reusada en una época en la que los faraones nativos fueron dando paso a monarcas extranjeros, anticipando el ocaso de la civilización que creció a orillas del Nilo.

Foto: Una máscara descubierta durante las excavaciones (Reuters)

Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, dijo: "Escogimos esta zona para llevar la excavación porque durante un examen arqueológico en Dahshur, se halló una colección de grandes bloques de piedra además de fragmentos de granito y caliza como indicación de la existencia de sepulturas".

Su equipo promete nuevas temporadas para "seguir descubriendo más secretos de una zona" que se ubica al sur de la necrópolis de Saqqara, a unos 50 kilómetros de la actual aglomeración urbana de El Cairo. Un páramo desértico en el que faraones de la IV dinastía cosecharon notables avances en la construcción de las pirámides, las edificaciones que desde entonces han hipnotizado al mundo.

Desde hace varios años, las autoridades de Egipto anuncian regularmente descubrimientos arqueológicos, con el fin de relanzar el turismo, afectado por la inestabilidad política y los atentados registrados tras la revolución egipcia de 2011 y el derrocamiento del presidente Mohammed Morsi en 2013. El sector registró cierta mejoría en 2018.

Fuentes: infobae.com | elmundo.es | 14 de julio de 2019

Hallan en Plovdiv (Bulgaria) una importante inscripción dedicada al dios Dioniso

Los arqueólogos que trabajan en los restos de la Basílica Episcopal de Plovdiv, la segunda ciudad en importancia de Bulgaria, han hallado una gran losa de mármol, que se estima data del siglo III d.C, y está inscrita en griego antiguo con los nombres de 44 miembros de una agrupación místico-religiosa dedicada a Dioniso.

La losa de mármol había sido utilizada como parte del piso del atrio de la Basílica Episcopal, la cual fue construida en el siglo V d.C. Dicha losa había sido empleada en un edificio anterior en el mismo lugar.

Foto: Vista de los restos de la Basílica Episcopal de Plovdiv.

Plano de la Basílica Episcopal de Plovdiv.

Aunque la inscripción está realizada en honor a Dioniso, conocido como dios-señor de los tracios, los miembros de la agrupación místico-religiosa también se la dedican a los coemperadores Valeriano y Galieno.

El hallazgo fue realizado por un equipo encabezado por la arqueóloga Zheni Tankova (izquierda), del Museo de Arqueología de Plovdiv, y examinado por el profesor de epigrafía Nikolai Sharankov (derecha).

Sharankov dijo que la inscripción proporciona gran cantidad de información, y que es una de las más interesantes que se han hallado en Plovdiv.
Si bien están pendientes de una datación más precisa, una referencia que expresa gratitud por haber sobrevivido a la invasión de los bárbaros de mediados del siglo III es crucial para ubicarla en la historia de Plovdiv, entonces conocida como Philippopolis.

La inscripción dice: "Por la victoria, la salud y la existencia eterna de los emperadores 'Publius Licinius Valerianus' y 'Galienus Augustus', y de toda su casa, para el sagrado Senado y el pueblo romano, y para el consejo y la asamblea popular de 'Philippopolis', el señor de los tracios, 'Dionysus', dedicó los misterios de supervivencia, mientras que el representante de los misterios y sacerdote eterno fue 'Aurelius Mukianid', hijo de 'Mukian'”. A esto le sigue una lista de los 44 miembros de la sociedad místico-religiosa aludida, especificándose la posición que ocupaban varios de ellos.

Foto: Arqueólogos búlgaros realizando labores de limpieza en la inscripción hallada.

“Lo que es interesante es que se enumeran estas jerarquías de los miembros de la organización, y son muy diversas. Hay varios jefes de misterios, diferentes tipos de sacerdotes, personas que tienen la obligación de usar objetos sagrados específicos, etc. Vemos una estructura muy compleja en esta asociación de lo cual no tenemos nada en otras inscripciones. Esto todavía ha de ser estudiado”, dijo Sharankov.

Por ejemplo, la lista de nombres incluye dos individuos con el título correspondiente para portar la imagen del emperador. El hecho de que haya dos nombres quizás se deba a los dos coemperadores, Valeriano y Galieno.

“De esta época, después de la invasión de los bárbaros, casi no tenemos inscripciones. Hasta ahora teníamos dos de 'Philippopolis' de la segunda mitad del siglo III. Esta es la tercera, la más grande y la más significativa, y con mayor información", dijo Sharankov.

Foto: Fragmento de otra inscripción en griego antiguo que data de las primeras décadas del siglo II d.C. Fue hallada en el mismo lugar que se situaba la Gran Basílica de Plovdiv y estaba dedicada posiblemente a un ciudadano prominente de la ciudad.

Algunos miembros que formaban parte de la asociación místico-religiosa pudieron haber sido inmigrantes procedentes de Asia Menor, donde tales prácticas de culto eran comunes en aquellos tiempos.

Sus nombres en la inscripción son la prueba de que habían sobrevivido tras la invasión de Philippolis por los bárbaros, en la que casi toda la población de la ciudad fue asesinada o capturada. Para dar las gracias a Dioniso por su salvación, erigieron el monumento y le pidieron al dios que cuidara de los nuevos emperadores, teniendo en cuenta esta amenaza bárbara y la inestabilidad continua en la que se hallaba el imperio en ese momento.

Fuente: sofiaglobe.com | 12 de julio de 2019

Análisis de ADN confirma que la uva francesa es la misma que se consumía en el Imperio Romano

Las semillas antiguas de uva romana como estas fueron probadas genéticamente para investigar sus variedades en el pasado. Crédito: L. Bouby, CNRS / ISEM

Algunas uvas que se cultivan hoy en Francia están relacionadas genéticamente con ciertas variedades de la vid de época medieval o incluso romana. Según el artículo publicado en Nature Plants, los científicos lo descubrieron cuando analizaron el ADN de semillas de uva encontradas en asentamientos antiguos y medievales. En particular, resultó que una variedad romana que se cultivó en el siglo I d.C., era casi similar genéticamente a la vid moderna llamada Savagnin, que se utiliza ahora para producir vino blanco. Ello significa que tal uva ha existido en su forma moderna durante al menos 900 años.
Se cree que las uvas fueron domesticadas hace seis u ocho mil años en el territorio de países modernos como Georgia, Irán o Turquía. Desde allí el cultivo fue trasladado a Oriente Medio, y luego las uvas se extendieron por Egipto y Grecia. En la península de los Apeninos, la elaboración del vino comenzó a desarrollarse en los siglos VII-IX a.C., y en la colonia griega Massalia, hoy la ciudad de Marsella en el sur de Francia, en el siglo VI a.C.

Excavación arqueológica de la granja romana en Mont Ferrier, Tourbes, Francia. Semillas de uva estrechamente relacionadas con Pinot Noir y Savagnin Blanc fueron excavadas en un pozo que data del primer siglo d.C.. Crédito: M. Compan, Inrap

Sin embargo, solo en el umbral de nuestra época, la producción de vino en el sur de Francia llegó a adquirir proporciones considerables. En aquel tiempo, los romanos trajeron allí sus nuevas tecnologías, comenzaron a usar la propagación vegetativa y cultivar las uvas. Aunque los investigadores no puedan comparar las antiguas variedades de la vid con las modernas, algunos opinan que las romanas todavía se cultivan en Europa. Después de la caída del Imperio Romano, la vinificación en Francia no desapareció, y en la Edad Media, en las fuentes escritas, surgieron nombres nuevos de vides. Sin embargo, hasta la fecha no se sabía si los enólogos franceses cultivaban las mismas uvas desde hace varios siglos o si las nuevas variedades simplemente recibieron nombres antiguos.

Mondeuse blanche, la vid del viñedo de Saboya. Wikimedia Commons

Comparando el genoma de las uvas

Investigadores de ocho países, liderados por Nathan Wales de la Universidad de York, Reino Unido, han analizado el genoma de la uva Vitis vinifera, tras encontrar 28 semillas en diferentes partes de Francia, las cuales datan del año 510 a.C. hasta los 1200 d.C. En cuanto a los genomas de referencia, los autores utilizaron 783 variedades de la vid que se utiliza en la producción del vino (Vitis vinifera), 112 especies de la vid silvestre (Vitis vinifera sylvestris) y 11 tipos más.

Resultó que todas las variedades de uva, incluso las más antiguas, pertenecen a la variedad Vitis vinifera. Al mismo tiempo, el genoma de las vides medievales era casi idéntico al de las modernas. Por ejemplo, el genoma de un hueso de uva, que se data en 1100 d.C., es similar al genoma de la variedad moderna Savagnin. Este tipo de uva ahora se cultiva en Francia y Alemania y se utiliza para producir vino blanco.

Esto significa que el Savagnin se ha cultivado en su forma actual por lo menos 900 años. El genoma de otra vid moderna, Mondeuse Blanche, era casi similar al genoma del hueso de uva encontrado en el este de Francia, en el pueblo medieval. Esta semilla probablemente tenga más de 1000 años de antigüedad.


Las relaciones genéticos entre las uvas antiguas, medievales y modernas cultivadas en Francia. Las variedades romanas son de color naranja, las medievales de azul, y las modernas de blanco.
J.Ramos-Madrigal et al. / Nature Plants, 2019

En 2017, científicos hallaron los restos del vino más antiguo jamás encontrado en Georgia. Los fragmentos de cerámica de la crátera que contenía el vino, de acuerdo a los arqueólogos descubridores, tenía entre 8000 y 7900 años.

Yana Berman
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
Fuentes: nmas1.org | phys.org | 12 de junio de 2019

Hallan en Ronda (Málaga) el núcleo de sílex de mayor tamaño datado en Europa

Entrega de la pieza a la alcaldesa de Ronda / JAVIER FLORES (RONDA)


El Museo Arqueológico de Ronda cuenta desde este miércoles con una nueva pieza de gran relevancia, al ser el núcleo de sílex para la extracción de grandes láminas de la época calcolítica (Edad de Cobre) de mayor tamaño que está datado en Europa hasta el momento, con una lámina de 36 centímetros. Hasta ahora era una pieza encontrada en Cataluña que ostentaba este primer puesto con 32 centímetros.

El delegado municipal de Patrimonio Histórico, Ignacio Alonso, ha agradecido públicamente a Francisco Sarmiento, el ciudadano que encontró la pieza de forma casual en el campo y que ha querido donarla al museo, "su comportamiento ejemplar y responsable”.

Asimismo, ha añadido que, con este gesto, se dará la posibilidad de que todos los visitantes del museo puedan disfrutar de esta pieza que será expuesta en estas instalaciones municipales, “quiero invitar a todos los ciudadanos que posean material arqueológico lo depositen el museo municipal para su estudio científico, exposición y disfrute del público en general”.

Una pieza de valor entre setas

Francisco Sarmiento explicó que le llamó la atención esta pieza mientras paseaba por el campo cogiendo setas, una piedra que le pareció extraña y decidió ponerse en contacto con el museo hace unos meses descubriendo el valor del hallazgo, “estoy muy orgulloso de haber podido aportar algo tan importante al Museo de Ronda".

La alcaldesa, María de la Paz Fernández, ha dado las gracias al que ha calificado como “ciudadano ejemplar, ya que su manera de actuar ante esta situación es digna de reconocimiento y admiración”. Ha destacado que el patrimonio es de todos y por ello tenemos que conservarlo como parte de nuestra historia, “tenemos que cuidarla y mostrarla para que todos la conozcamos”.

Fuente: malagahoy.es | 10 de julio de 2019

La primera cultura hidráulica de Europa estuvo en La Mancha

Motilla del Azuer, en Daimiel, Ciudad Real.

La primera cultura hidráulica de Europa surgió en La Mancha en el 2000 antes de Cristo como respuesta a una gran sequía, frente a la cual los pobladores de la época buscaron una respuesta colectiva, construyendo una red regional a gran escala de pozos.

Expertos españoles y estadounidenses en la materia se ha reunido este martes en el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) para hablar de la "cultura de la Motillas", promontorios artificiales en la llanura manchega cuyo propósito era acceder al agua almacenada en sus acuíferos.
El experto de la Universidad Autónoma de Madrid y la UNED en las cultura de las Motillas, Luis Benítez de Lugo (izquieeda), ha explicado que una sequía de unos 600 años hizo que desapareciera el agua en La Mancha, lo que supuso un problema para las primeras comunidades complejas de la Prehistoria en la zona.

"Y lo solucionaron de forma resiliente, no de forma individual, sino comunitaria y para eso construyeron una red regional a gran escala hidráulica, de pozos. Es la primera cultura hidráulica de Europa y lo que hizo fue explotar el acuífero que hay en esta zona", indica Benítez de Lugo en un comunicado del IGME.

Benítez se ha reunido hoy con expertos de la Universidad estadounidense de Iowa, encabezados por la profesora Katina Lillios, experta en Prehistoria reciente del sur de Europa, así como con Miguel Mejías, hidrogeólogo especialista en La Mancha y experto también la Cultura de las Motillas.
La visita del equipo de Iowa, con quien ya han colaborado y firmado estudios científicos, "permitirá avanzar en el conocimiento de esta fascinante cultura que excavó esta red prehistórica de pozos, y hacerlo desde un enfoque interdisciplinar e internacional", ha dicho Benítez.

Imagen: Recreación ideal de la Motilla del Azuer. A su alrededor se han detectado construcciones de diferentes clases, así como evidencias de agricultura y ganadería. Tumbas y construcciones interpretadas como depósitos o silos se han encontrado en su interior. Largos, estrechos y sinuosos corredores comunican el exterior de la motilla con el interior del pozo.

Lillios y su equipo están realizando una estancia de investigación en España para estudiar los procesos de cambio cultural sucedidos en La Mancha en los comienzos de la jerarquización social.
Esta semana el equipo participará en la campaña de estudio arqueológico en Castillejo del Bonete, lugar sagrado de la Prehistoria cuya relación con el agua también fue estudiada por el IGME, agrega la nota.
Foto: Río y motilla de El Azuer en marzo de 2010, en el entorno de Las Tablas de Daimiel.

Fuente: cope.es | 9 de julio de 2019