La denominada 'Inscripción de Nazaret' no tiene ninguna conexión con Jesucristo ni con el cristianismo, según un nuevo estudio

Detalle de la denominada 'Inscripción de Nazaret' (Journal of Archaeological Science: Reports)

La inscripción data de los primeros años de nuestra era. Es un edicto, emitido por un gobernante romano que firma simplemente como “César”, en el que se reclama a la población que se dejaran “las tumbas intactas” y que los cadáveres ni fueran destruidos ni exhumados, y que tampoco se quitaran las losas que acompañaban las tumbas.

Algunos sectores del cristianismo aprovecharon este texto encontrado en Nazaret como prueba fehaciente de que el Imperio Romano tuvo que reaccionar ante la resurrección de Jesús o, al menos, la desaparición de su cuerpo tres días después de haber fallecido en la cruz. Los investigadores de la Universidad de Oklahoma acaban de descartar esta teoría.

“La inscripción de Nazaret no tiene conexión con Jesucristo ni con el cristianismo primitivo. Fue provocada por la profanación de la tumba de una figura política conocida como Nikias de Kos”, asegura Kyle Harper (izquierda), autor principal de un estudio publicado en la revista Journal of Archaeological Science: Reports.

La tabla está escrita en griego sobre una losa de mármol de 60 centímetros de alto y 37,5 centímetros de ancho. “El análisis de los isótopos de oxígeno y carbono (usados comúnmente para intentar establecer la procedencia de artefactos antiguos) ha permitido establecer que el misterioso texto fue tallado en piedra de una cantera en la isla de Kos”, añaden los científicos.
Aunque el edicto pide dejar las tumbas “intactas” y clasifica como “delitos capitales” el hecho de remover los cadáveres o destrozar las sepulturas. El rótulo perteneció hasta 1930 al enigmático coleccionista alemán Wilhelm Froehner, que lo había adquirido en 1878 en París y lo mantuvo en su archivo privado hasta su muerte.

Las notas de Froehner se limitaba a señalar que el mármol fue “enviado desde Nazaret”. Aunque nadie sabe exactamente cómo llegó la tabla hasta Francia el estudio del estilo de las letras de la inscripción sugerían que se había escrito en algún momento entre el siglo I a.C. y el siglo I después de Cristo, justo cuando el Imperio Romano se expandía por el Mediterráneo oriental.

La losa de mármol tiene 60 centímetros de alto y 37,5 centímetros de ancho (Journal of Archaeological Science: Reports).

“Si el propósito de este edicto hubiera sido una reacción al movimiento cristiano primitivo, entonces este documento se erigiría como el artefacto físico más antiguo conectado a la nueva religión y estaría entre las inscripciones más importantes del mundo antiguo”, reconocen los propios investigadores. Pero sus análisis no confirmarían esta hipótesis.
Los especialistas de la Universidad de Oklahoma creen que el edicto fue emitido por César Augusto en respuesta a la profanación de la tumba de un famoso tirano de Kos llamado Nikias. “Esta teoría se ajusta más lógicamente a la procedencia del mármol y los acontecimientos de esa época”, escriben.

“Nuestros resultados indican que el mármol de la cantera superior de la isla de Kos (Grecia) es una fuente probable para la tableta conocida como 'Inscripción de Nazaret', aunque no podemos descartar por completo otros mármoles de la región”, añaden. Hasta ahora nadie había apuntado esta procedencia para la inscripción, la cual se conserva actualmente en la Biblioteca Nacional de Francia.

Nikias fue un dirigente que murió alrededor del año 20 a.C. Las monedas creadas durante su gobierno (derecha) comienzan después del período 50 a.C. y muestran a un “hombre joven con cabello bastante rizado, frente ancha, nariz aguileña, barbilla escasa y una expresión seria transmitida por sus ojos y la línea descendente de sus labios”.
El historiador y geógrafo griego Estrabón describe a Nikias como un tirano al que se opuso el “renombrado arpista” Theomnestus. Kos es una isla griega de apenas 45 kilómetros por 11 kilómetros, situada en el mar Egeo a solo cuatro kilómetros de la costa de Bodrum, en Turquía. Hay evidencias de que tuvo asentamientos importantes desde la Edad del Bronce.

“Nuestra interpretación es que la 'Inscripción de Nazaret' no tiene nada que ver con el cristianismo, ni siquiera con el Levante. Su procedencia no fue Palestina, sino Asia Menor. Froehner, o algún otro comprador intermedio, fue engañado, tal vez por un vendedor que esperaba aumentar el valor de mercado del artefacto vinculándolo con Jesucristo”, indica Harper.

El mármol donde se realizó la inscripción procede de la cantera de la isla de Kos (Grecia), según los investigadores (Journal of Archaeological Science: Reports).

El texto, concluyen los especialistas, debe verse como parte de los esfuerzos del primer emperador romano, Augusto (hijo adoptivo de Julio César y fundador de la dinastía de emperadores Julio-Claudios), para llevar el orden a Asia después del período de guerra civil. Algún tiempo después de la muerte del tirano Nikias, alrededor del año 20 a. C., ciudadanos enojados de Kos abrieron su tumba y sacaron su cadáver, según un antiguo poema griego.

Por otra parte: “La palabra griega usada para el robo de tumbas es rara fuera de Asia Menor. De 177 ejemplos encontrados, solo dos provienen de otras regiones”, aseguran.los investigadores.

Fuentes: lavanguardia.com | sciencemag.org | 2 de marzo de 2020

Proteínas lácteas de 5.000 años de antigüedad señalan la importancia de la producción lechera en el este de Eurasia

Rebaños de ovejas y cabras en Mongolia. Crédito: Björn Reichhardt.

Mediante el análisis de proteínas de la leche extraídas de placas dentales calcificadas, investigadores del Instituto Max Planck para la Cienciade la Historia Humana -y sus socios internacionales- pudieron encontrar la evidencia más temprana del consumo de lácteos en la estepa euroasiática oriental, así como descubrir pistas sobre el origen del pastoreo lácteo que se constituyó en Mongolia.
Hoy en día, los productos lácteos sustentan a millones de personas en todo el mundo, incluyendo Mongolia, donde los productos lácteos representan hasta el 50% de las calorías consumidas durante el verano. Aunque el pastoreo de animales productores de leche ha sido una parte esencial de la vida y la cultura en la estepa euroasiática oriental durante milenios, la difusión hacia el este de la producción lechera desde su origen en el suroeste de Asia, así como el desarrollo de estas prácticas, no se sabe mucho al respecto.

El estudio actual, dirigido por Shevan Wilkin (izquierda) y Jessica Hendy (derecha), del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana, presenta la evidencia más temprana del consumo de lácteos en Asia Oriental, alrededor del año 3.000 a.C., y ofrece información sobre la llegada y evolución del pastoreo lácteo en la Mongolia prehistórica.

El consumo más temprano de lácteos y su posible camino de entrada

La naturaleza altamente móvil de las sociedades pastoriles y los fuertes vientos de la estepa oriental provocan que la detección de sitios con evidencias directas sobre la vida y la cultura de los antiguos mongoles sea extremadamente rara. En su lugar, los investigadores han buscado pistas en los túmulos rituales de enterramientos humanos, a menudo marcados por monumentos de piedra y ocasionalmente con tumbas de animales en su alrededor.

En colaboración con la Universidad Nacional de Mongolia, los investigadores llevaron a cabo el análisis del cálculo dental de individuos que van desde la Edad del Bronce Temprano hasta el período del Imperio Mongol. Las tres cuartas partes de todas estas personas contenían evidencias de que habían consumido productos lácteos, lo que demuestra la importancia generalizada de esta fuente de alimentos tanto en la Mongolia prehistórica como histórica. Los resultados del estudio incluyen la evidencia directa más temprana del consumo de lácteos en el este de Asia, identificada en un individuo de la Cultura Afanásievo localizado en Shatar Chuluu (Mongolia central), el cual data de hace aproximadamente 3000 a.C. El análisis del ADN de este individuo reveló marcadores genéticos no locales consistentes con las poblaciones de pastores de la estepa occidental, lo que implica migraciones hacia el oeste, durante los inicios de la Edad del Bronce de la Cultura Afanasievo, a través de las montañas rusas de Altai, y, en consecuencia, erigiéndose esta cultura en un candidato viable de la introducción de los productos lácteos y el ganado doméstico en Eurasia oriental.

Caballos en la estepa. Crédito: Björn Reichhardt.

Al secuenciar las proteínas de la leche extraídas de los cálculos dentales, los científicos pudieron determinar qué especies animales se estaban utilizando en la obtención de lácteos y, por lo tanto, poder rastrear la progresión de la domesticación, la producción lechera y el pastoreo en la región.
"Los mongoles modernos emplean en la actualidad vacas, ovejas, cabras, yaks, camellos, yeguas y ciervas para obtener leche. Sin embargo, cuándo cada una de estas especies fue utilizada por primera vez para produccir lácteos en Mongolia no está claro", dice Shevan Wilkin. "Lo que sí está claro es que la renovación crucial de calorías e hidratación a través de la incorporación de lácteos se había vuelto esencial en la árida y desafiante agricultura de la antigua estepa oriental".
Los primeros individuos en mostrar evidencias de consumo de lácteos de especies de rumiantes, como ganado bovino, ovino y caprino, vivieron hace unos 3.000 años a.C. Unos pocos miles de años después, en yacimientos de la Edad del Bronce que datan después del 1.200 a.C., los investigadores encontraron las primeras evidencias de consumo de leche de caballo, lo cual ocurrió al mismo tiempo en que aparecen pruebas del bridaje y montaje de caballos, así como el uso de los mismos en tumbas rituales.

Un entierro de caballos en Morin Mort, Mongolia. Crédito: William Taylor.

Además, el estudio muestra que durante el Imperio Mongol, alrededor de 1200-1400 d.C., también se consumía leche de camellos. "Estamos entusiasmados de que a través del análisis de proteínas podamos ver el consumo derivado de múltiples especies animales diferentes, incluso a veces en un mismo individuo. Esto nos da una visión completamente nueva de las antiguas prácticas lecheras", comenta Jessica Hendy.

Siglos después de hallarse la primera evidencia del consumo de leche de caballo, los mismos siguen siendo vitales para la vida cotidiana de muchos gentes en la Mongolia moderna, donde los pastores montados a caballo confían en ellos para administrar grandes rebaños de ganado, transportar personas y suministros, y proporcionar una fuente primaria de carne y leche.

"Nuestros hallazgos sugieren que la incorporación de caballos al pastoreo lechero en el este de Eurasia estaba estrechamente vinculado a una transformación económica más amplia en el uso de los mismos para montar, moverse y consumirlos", dice William Taylor (izquierda), de la Universidad de Colorado-Boulder y uno de los coautores del estudio.

Aunque el primer individuo analizado en este estudio mostró evidencias de consumo de lácteos, los investigadores esperan que en futuros trabajos se examinen a individuos de períodos anteriores. "Para tener una imagen más clara de los orígenes de la producción lechera en esta región, debemos comprender mejor el impacto de las migraciones de pastores de la estepa occidental y confirmar si la producción lechera estaba ocurriendo en Mongolia antes de su llegada", concluye Shevan Wilkin.

Fuente: phys.org | 2 de marzo de 2020

Finaliza la excavación en la villa romana de los Vergeles (Granada): estos son los sorprendentes hallazgos

La excavación que se está llevando a cabo en la plaza Poeta Rafael Guillén ha sacado a la luz una villa romana "de un alto valor científico".

La villa romana de la calle Primavera, en los Vergeles (Granada), va sacando a la luz las grandes dimensiones de lo que se puede considerar ya el mayor vestigio romano en la capital. Un hallazgo que ha sorprendido a los arqueólogos y que ahora se tiene que decidir cómo conservar, exponer y continuar las excavaciones en un yacimiento que va a suponer un nuevo hito turístico e histórico en la capital.

Esta fase ya ha terminado y están en trabajos de consolidación a la espera de lo que decidan desde Cultura de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Granada. Y es que las dimensiones, los restos encontrados y su estado de conservación obligan a replantear el proyecto y pensar en aumentar los trabajos de excavación y sobre todo su musealización. Por lo pronto, lo más inmediato, será la forma de protección de lo encontrado, para lo que se podría utilizar una estructura de cubierta similar a la de Mondragones para "tener el yacimiento vivo". Los técnicos van a elaborar un informe donde dan sus recomendaciones, que pasan por protegerlo y dejarlo visible para la ciudad además de conseguir, con fondos europeos u otra financiación, más inversión para poder continuar los trabajos.


La sorpresa de esta campaña ha sido el hallazgo del ninfeo, una gran fuente que conserva en perfecto estado el vaso de la misma y que se extendería con un pórtico y lo que podría ser una falsa gruta. Incluso se piensa que podría haber otra similar 'paralela'. Esta zona está rodeada además de pasillos perimetrales con mosaicos bien conservados, del siglo IV, en blanco y negro con motivos geométricos y en su interior el nudo de salomón, realizado con teselas de colores en tonos rojizos, que se conservan.

Sale por tanto más detalles de la villa, que ya se conocía el año 1991, pero ahora "los restos de un ninfeo de una gran fuente monumental que tiene unos 15 metros de longitud por 6 de ancho y una serie de elementos asociados muy interesantes como por ejemplo una galería porticada con columnas que daba a ese espacio de ocio monumental de la villa. Está pavimentado con un gran mosaico que hemos sacado y se relaciona con el resto de estructuras de habitación y de uso doméstico". Y por sus proporciones de casi carácter público se puede decir que estamos ante un edificio de alguno de los personajes de la aristocracia urbana de la ciudad de Ilíberis.

Se han sacado pilas de piedra, material arqueológico de mayor entidad, elementos metálicos, de adorno personal, elementos de piedra y restos de solería de mármol, aunque la mayor parte del yacimiento "fue expoliado".



También se han sacado los restos óseos hallados en seis enterramientos de época visigoda que se hicieron sobre los mosaicos en pasillos y patio central (impluvium) en época posterior una vez que la villa ya no tenía uso. Los restos óseos se llevaron al laboratorio de Antropología Física de la Universidad, con el que tienen un convenio con Inmaculada Alemán Aguilera. Allí permanecen hasta que se trasladen con toda probabilidad al Museo Arqueológico.

Así lo ha explicado el arqueólogo Ángel Rodríguez Aguilera, que explica que esa zona sería similar a otras villas romanas como por ejemplo Villa Adriana, en Tívoli, Italia. Según el arqueólogo, además se han sacado el inicio de las crujías con las habitaciones, que tienen sus propios mosaicos, también conservados. En la zona del mosaico central, que ya se encontró en una excavación previa, se ha visto que estaba superpuesto sobre otro más antiguo. El que está debajo es del siglo II y encima se puso otro subiendo la cota de suelo en el siglo IV. La idea es poder extraer ese mosaico superior y conservarlo y dejar a la vista el antiguo, de mucha más calidad.



El concejal de Urbanismo de Granada, Luis González, y el delegado de Cultura de la Junta, Antonio Granados, ha visitado hoy las excavaciones y se han marchado con los deberes de decidir qué seguir haciendo. Porque el proyecto era medir las dimensiones de la villa para después hacer un edificio para su musealización y hacerlo compatible con una plaza pública para los vecinos. Ahora, dada la entidad de los restos y su potencial, tienen que decidir si modificar proyecto, ampliar excavación y crear un punto turístico importante que muestre los primeros restos de la Granada romana incidiendo en su valor histórico y aprovechando este para entrar en rutas turísticas romanas y abrir la ciudad a más ofertas.


El edil de Urbanismo, Luis González, ha recordado que la excavación es ampliación de una excavación que se hizo hace un año y que "afortunadamente y gratamente nos está preparando grandes sorpresas para toda la ciudad y para todos aquellos que amamos la cultura y conocer la historia de Granada". González ha incidido en "el tratamiento realmente único que está demostrando la importancia que tienen estos restos, la importancia que tiene para conocer lo que ha sido y dónde estamos hoy por hoy en Granada y sobre todo estamos descubriendo un importante hallazgo que trasciende más allá de lo que en principio se pensaba y que creo que va a ser un gran complemento para posteriormente el desarrollo de la plaza que queremos hacer".



González ha reconocido que "hay que pensar una vez que acabe todo el proyecto de excavación cómo integrar un espacio realmente que sea simbólico en Granada y que represente un espacio para pasear para disfrutar por parte de todos los vecinos".

Por su parte, el delegado de Cultura, Antonio Granados, ha recordado la importancia de los restos romanos que se están encontrando en Granada, incidiendo también en Mondragones, por lo que apuesta por la "puesta en valor de un espacio muy singular que culminará con un proyecto de una gran plaza en la cual es bueno que se pueda observar cuáles son los vestigios de la Granada romana y luego está también la Granada visigoda con las enterramientos posteriores".


Granados ha destacado que esta campaña ha sido mucho más potente que la anterior y que el objetivo es la "recuperación de un espacio muy singular de Granada", ha dicho, insistiendo en la colaboración entre Junta y Ayuntamiento.

Fuente: granadahoy.com | Fotos | 25 de febrero de 2020

Revelan datos sobre la expansión humana procedente de la estepa rusa y su descendencia en las islas del Mediterráneo occidental

Cueva 127 de Formentera. / Dr. Edgard Camarós.

El mar Mediterráneo ha sido una ruta importante para las migraciones marítimas, así como para el comercio habitual durante la Prehistoria. Sin embargo, la historia genética de las islas mediterráneas no está bien documentada a pesar de los recientes avances en el estudio del ADN antiguo.
Ahora, un equipo internacional codirigido por investigadores de la Universidad de Viena, la Universidad de Harvard y la Universidad de Florencia, ha dado respuesta a algunas de las cuestiones pendientes gracias al estudio más ambicioso realizado hasta la fecha sobre la historia genética de las primeras poblaciones de Sicilia, Cerdeña, en Italia, y las Islas Baleares, en España, con datos obtenidos de 66 individuos, cuando hasta el momento sólo se había extraído información de cinco.
Los resultados revelan un patrón complejo de inmigración en África, Asia y Europa, que varió en las rutas y en los momentos que se han registrado para cada una de estas islas. Las investigadoras Beatriz Gamarra (IPHES, Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social) y Marina Lozano (IPHES-URV), de la Unidad de Paleoantropología de este centro de investigación, han colaborado en el estudio.

Beatriz Gamarra, a la izquierda, junto con Marina Lozano, las dos investigadoras del IPHES que han participado en el estudio - Xosé Pedro Rodríguez/IPHES.

Beatriz Gamarra, ahora becaria posdoctoral Beatriu de Pinós en el IPHES, durante su período anterior en el University College de Dublin (UCD, Irlanda), preparó algunas de las muestras de hueso humano que luego fueron analizadas por los principales autores de esta investigación en laboratorios de ADN antiguo de la Universidad de Dublín (UCD), Universidad de Viena y Universidad de Harvard. Marina Lozano, investigadora del IPHES y profesora asociada de la URV, analizó los restos humanos de la Cueva 127 (Formentera) proporcionando las muestras de estos individuos y el contexto antropológico de este yacimiento.

Línea de tiempo y orígenes geográficos de los 49 individuos antiguos recientemente analizados,junto con los 546 individuos previamente estudiados y sobre los cuales se ha aumentado la calidad de los datos. 1-Fossato di Stretto Partana; 2-Buffa cueva; 3-Contrada Paolina; 4-Isnello; 5-Vallone Inferno; 6-Marcita; 7-Salaparuta; 8-Seulo; 9-Cueva Alghero-Lu Maccioni; 10-Perdasdefogu; 11-Usellus; 12-Grotta Colombi; 13-Cova des Moro; 14-Cap de Barbaria; 15-Naveta des Tudons.



Los hallazgos más significativos del estudio que hoy se han hecho públicos revelan que en Sicilia una nueva ascendencia durante la Edad del Bronce Medio se superpone cronológicamente con la expansión de la red comercial griega micénica. Una dirección importante para el futuro trabajo sobre ADN antiguo será determinar si fueron los inmigrantes griegos, o las personas de más al este en el Mediterráneo, quienes llevaron esta ascendencia a Sicilia.

En cuanto a la isla de Cerdeña se ha constatado que,a pesar de los contactos y el comercio con otras poblaciones mediterráneas, los antiguos sardos conservaron un perfil de descendencia neolítica en su mayoría local hasta el final de la Edad del Bronce. Sin embargo, durante la segunda mitad del III milenio a.C., uno de los individuos estudiados era de ascendencia completamente del norte de África.
Junto con dos ibéricos analizados en 2019, se puede afirmar que más del 1% de las personas estudiadas del sur de Europa de la Edad del Cobre y de la Edad del Bronce formaban parte de familias inmigrantes del norte de África.

"Nuestros resultados muestran que las migraciones marítimas desde el norte de África fueron generalizadas e importantes mucho antes de la era de las civilizaciones marítimas del este del Mediterráneo y, además, acontecían en múltiples partes del Mediterráneo", afirma Ron Pinhasi (izquierda), investigador principal del departamento de Evolución y Antropología de la Universidad de Viena.

Expansión y consolidación

Durante la expansión y consolidación de la Edad del Hierro, en época de las colonias griegas y fenicias, los individuos sardos estudiados a partir de ese período tenían poca, ascendencia, en el caso que existiese, de las poblaciones establecidas en tiempos más remotos.

"Sorprendentemente, nuestros resultados muestran que a pesar de estos flujos y mezclas de población, los sardos modernos retuvieron entre el 56 y el 62 por ciento de la ascendencia de los primeros agricultores neolíticos que llegaron a Europa hace unos 8000 años", dice David Caramelli (derecha), autor principal y director del Departamento de Biología de la Universidad de Florencia.
Los resultados sobre Cerdeña son totalmente coherentes con los hallazgos de otro estudio sobre genética antigua de esta isla que publica hoy mismo la revista Nature Communication, bajo la codirección de John Novembre y Johannes Krause.

Migración desde la península ibérica documentada

Pero la investigación va más allá de Cerdeña para comprender los cambios de población en otras islas del Mediterráneo central y occidental. “Uno de los hallazgos más llamativos se refiere a los vínculos genéticos con la estepa rusa. Si bien el origen último de esta ascendencia fue Europa del este, en las islas mediterráneas gran parte llegó desde el oeste, y de hecho podemos identificar a Iberia como su origen concreto", dice David Reich (izquierda), uno de los autores principales de la Universidad de Harvard, quien también es investigador del Instituto Médico Howard Hughes y del Instituto Broad del MIT y Harvard.

"Este probablemente también fue el caso de las Islas Baleares, en el que algunos de los primeros residentes posiblemente tenían una ascendencia de Iberia", comenta el primer autor del artículo Daniel Fernandes (derecha), del departamento de Antropología Evolutiva de la Universidad de Viena.

Fuentes: Iphes | eurekalert.org | indoeuropean.eu | heritagedaily.com| 24 de febrero de 2020.

Recuperan el ADN de los pobladores más antiguos de las islas Baleares

Los investigadores encontraron una gran proporción de ascendencia del norte de África en una de las personas estudiadas que vivieron en Cerdeña durante la segunda mitad del III milenio a.C.

Hace unos 4.000 años, la llegada de poblaciones esteparias a la península ibérica provocó una oleada de cambios genéticos y sociales. Reemplazaron al 40 % de la población local y casi al 100 % de los linajes paternos.
Este conjunto de cambios pudo desembocar en el poblamiento de las islas Baleares. Así lo sugiere un amplio estudio genético internacional con participación del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), que ha revelado que los pobladores más antiguos de las Baleares descendían de pobladores ibéricos con patrimonio genético de pastores de Europa del este.
Los investigadores analizaron tres genomas de poblaciones que habitaron Mallorca, Menorca y Formentera durante la Edad del Bronce (2.200-900 a.C.), y otros 58 genomas de Sicilia y Cerdeña datados entre 5.000 a.C. y 1.000 d.C. De este modo, lograron reconstruir las secuencias genómicas más antiguas del Mediterráneo occidental. Los resultados se publican en la revista Nature Ecology and Evolution.

“Parece que la oleada de cambios genéticos y sociales que provocó la llegada de la ancestralidad de las estepas desencadenó de alguna manera el poblamiento de las islas Baleares”, comenta Carles Lalueza-Fox (izquierda), investigador del CSIC en el IBE y coautor del estudio.

El trabajo, liderado por la Universidad de Harvard (EE UU), confirma la evidencia arqueológica de que en la Edad del Bronce hubo contactos entre la Europa continental, África y las poblaciones de las islas del Mediterráneo Occidental (las islas Baleares, Sicilia y Cerdeña).

“Las evidencias arqueológicas y genéticas coinciden en que la Edad de Bronce fue un periodo de intercambios culturales sin precedentes. Este estudio confirma que el Mediterráneo fue una primera autopista, un lugar de comunicación y mercadeo entre los pueblos bañados por sus aguas”, comenta Lalueza-Fox. “No hay que olvidar que las islas Baleares se pueden ver desde algunos puntos de la costa catalana, y quizás algunos mercaderes locales se sintieron tentados de explorar el territorio”, subraya.

Los tres genomas de individuos baleares recuperados se encontraron en Mallorca, en la Cova des Moro, de 4.300 años de antigüedad, siendo el individuo más antiguo encontrado en las Baleares; en Formentera y otro en Menorca (en la Naveta des Tudons, el monumento prehistórico más importante de las Baleares y uno de los edificios más antiguos de toda Europa).

Naveta des Tudons, en Menorca. / Wikimedia Commons

Posibles contactos entre la península ibérica y Sicilia

Los investigadores también analizaron la información genética de 58 individuos que habitaron las islas de Sicilia y Cerdeña entre el 5.000 a.C. y el 1.000 d.C. La mutación del cromosoma Y, característica de Iberia en la Edad del Bronce, también se ha encontrado en una muestra de Sicilia de ese periodo, pero no en la isla de Cerdeña.

“Resulta sorprendente que en algunas muestras de la Edad del Bronce de Sicilia se hayan encontrado las mutaciones ibéricas del cromosoma Y, lo que implica algún tipo de contacto poblacional entre Iberia (o las islas Baleares) y la isla italiana, aunque sin dejar de momento huellas genéticas en Cerdeña”, argumenta Íñigo Olalde (izquierda), investigador postdoctoral La Caixa Junior Leader en el IBE y coautor del estudio.
Los resultados del análisis de las muestras recuperadas en Cerdeña, donde se desarrolló una cultura megalítica parecida a la talayótica de las islas Baleares, indican que ambas culturas no estaban conectadas, al menos desde el punto de vista genético.

“Podría ser que en realidad los pueblos descendientes de las estepas hubieran rebasado la península ibérica y hubieran llegado al norte de África, donde sin embargo no se detectan hoy en día. El análisis futuro de muestras de la Edad del Bronce de Marruecos, Túnez o Argelia podría aportar luz sobre esta hipótesis, y ayudaría a entender las evidencias que relacionan Iberia o las Baleares con Sicilia”, concluye Lalueza-Fox.

Fuente: agenciasinc.es | 24 de febrero de 2020

Ya domesticábamos perros en la Edad del Hielo

La mandíbula de un protoperro y sus dientes (parte superior) y la mandíbula y los dientes de un lobo (parte inferior) indican que los perros comieron un alimento mucho más duro y más quebradizo, mientras que los lobos comían principalmente carne de mamut, su principal presa durante ese período.

Un examen de dientes de cánidos de hace 28.500 años hallados en la República Checa apunta a que dos grupos de los mismos, similares al perro y al lobo, cada uno con diferentes dietas, pudieron ser domesticados por nuestros ancestros en la Edad de Hielo.

En un estudio, publicado en la revista científica Journal of Archaeolgical Science y codirigido por Peter Ungar (izquierda), profesor de Antropología en la Universidad de Arkansas (Estados Unidos), los investigadores analizaron la textura de microdesgaste dental de una muestra de fósiles en el yacimiento de restos de Předmostí, que contiene cánidos (mamíferos de la familia de los perros) similares a lobos y perros. Allí descubrieron que habia patrones distintivos para cada morfotipo cánido.

Los dientes de los primeros perros (o protoperros) tenían cicatrices de desgaste más grandes, lo que indica una dieta que incluía alimentos duros y quebradizos. A su vez, los ancestros de los lobos tenían cicatrices más pequeñas, lo que parece sugerir que consumieron más carne, probablemente de mamut, como se demostró en una investigación anterior.
A partir de los dientes

Esta mayor durofagia, o comportamiento alimenticio animal que sugiere el consumo de objetos duros, entre los cánidos similares a los perros significa que, probablemente, consumieron huesos y otros restos de alimentos menos deseables dentro de las áreas de asentamiento humano, según señala Ungar en declaraciones recogidas por Phys.org. Proporciona pruebas que demuestran que había dos tipos de cánidos en el yacimiento, cada uno con una dieta distinta, y también parece demostrar la domesticación en etapas tempranas.

Las muestras de microdesgaste en dientes protoperros (los dos paneles de arriba) mostraron mayores marcas, que los investigadores atribuyen a una dieta que incluía un montón de huesos más pequeños desechados de los seres humanos, mientras que los dientes de lobos (los dos paneles de abajo) ostentan menos marcas en general.

"Nuestro objetivo principal era probar si estos dos morfotipos expresan diferencias notables en el comportamiento, basadas en patrones de desgaste", afirma Ungar.
"El microdesgaste dental es una señal de comportamiento que puede aparecer generaciones antes de que se establezcan cambios morfológicos en una población, y muestra lo adecuado del uso del registro arqueológico para distinguir a los protoperros de los lobos".

La domesticación del perro es el primer ejemplo de cría de animales y el único tipo de domesticación que ocurrió mucho antes de la evidencia definitiva más temprana de la agricultura.

Se desconoce por qué los lobos se integraron en la sociedad humana, pero podrían haber cumplido muchas funciones en la vida cotidiana de los pueblos del Paleolítico Superior.


Sin embargo, existe un fuerte debate científico sobre el momento y las circunstancias de la domesticación inicial de los perros, con estimaciones que varían entre 15.000 y 40.000 años atrás, en la Edad de Hielo, cuando los individuos tenían una forma de vida de cazadores-recolectores. También hay debate sobre por qué los lobos fueron domesticados por primera vez para convertirse en perros.

Desde una perspectiva antropológica, el momento del proceso de domesticación es importante para entender la cognición temprana, el comportamiento y la ecología de los primeros Homo sapiens.

Estos resultados sugieren la necesidad de realizar estudios adicionales para ayudar a confirmar o refutar la presencia de distintos tipos de cánidos y dilucidar sus funciones en otras sociedades prehistóricas.

Fuentes: elconfidencial.com | University of Arkansas | dailymail.co.uk | 19 de febrero de 2020

Hallan en Escocia un monolito picto que revela un grupo guerrero de elite desconocido que luchó contra Roma

Era el año 2017, cuando un grupo de obreros se encontraba trabajando en unas obras de remodelación de la conexión entre las carreteras A9 y A85 en Perth (Escocia). El objetivo no era más que ampliar ambas vías para mejorar el acceso, por lo que los trabajos de mejora de la calzada también abarcaron los alrededores, donde se encuentra el estadio del St. Johnstone... y donde apareció una increíble talla de piedra de origen picto que podría representar una sociedad guerrera desaparecida.
La sorpresa de los trabajadores llegó cuando en plenas obras hallaron algo extraño junto al estadio del equipo escocés: un increíble monolito de más de dos metros de longitud en el que aparecía la representación de un guerrero. Desde ese momento, los investigadores tomaron el testigo con el objetivo de tratar de echar luz sobre qué es lo que realmente representaba esa impresionante imagen, que denominaron Piedra de Tulloch. Ahora, creen haber descubierto su sentido: guerreros de elite.

La piedra de Tulloch. Crédito: Universidad de Aberdeen

Cuando la piedra fue descubierta, se intuía que sobre ella había algún tipo de grabado, pero el paso del tiempo la había erosionado tanto que era imposible detectar a primera vista de qué se trataba. Después de unos meses de estudios en profundidad, los arqueólogos de la Universidad de Aberdeen han descubierto que aquella litografía era la representación de un guerrero, gracias a la comparación de este dibujo con otros previamente recuperados en la zona.

"En la Piedra de Tulloch vimos que el hombre lleva una lanza distintiva con pomo, algo que sabemos por investigaciones previas que se utilizó desde el siglo III hasta el siglo VI. También cuenta con un peinado muy distintivo, lleva un casco y un collar, y tiene una línea tenue alrededor del tobillo izquierdo que podría sugerir que iba calzado o llevaba mallas ajustadas. Es claramente una representación de un guerrero", explica Gordon Noble (izquierda), principal autor del estudio publicado en Antiquity.

Pero, ¿qué hacía allí? Según los expertos, esta talla no representa a una persona en concreto, sino que es una imagen idealizada de un gran guerrero, tal y como confirma la existencia de otras piedras, de menor tamaño, con una efigie similar, como las encontradas en Rhynie, en Aberdeenshire (derecha), y Newton de Collessie, en Fife, que están 'llenando los vacíos' de la historia indocumentada de Escocia.

El lugar del hallazgo es, además, importante. Es la zona donde se unen los ríos Taly y Almond, un lugar donde los romanos tuvieron un enclave importante y que podría señalar un cementerio de guerreros de elite.

Fuentes: elconfidencial.com | abdn.ac.uk| 20 de febrero de 2020

Los antepasados ​​de los neandertales y los denisovanos "se cruzaron con humanos superarcaicos"

Una nueva investigación sugiere que los neandertales y los denisovanos pueden haberse separado hace 600.000 años.

En 1856, un grupo de mineros que trabajaba en una cueva del valle de Neander, en el oeste de Alemania, descubrió extraños huesos de apariencia humana. Pertenecían a un espécimen que sería etiquetado como Neanderthal-1, el primero reconocido como perteneciente a una especie cercana a la nuestra. Desde entonces, la ciencia trata de recomponer el recorrido del Homo neanderthalensis hasta su desaparición, hace unos 40.000 años.

Para ello, los investigadores se han basado en los huesos y herramientas de piedra que dejaron atrás, desde la península ibérica hasta el macizo de Altai, pero también en la paleogenética -el análisis de ADN antiguo-, que en estos últimos años está aportando una nueva mirada a los orígenes de los diferentes linajes humanos.

En ocasiones, los modelos genómicos y las pruebas fósiles caen en contradicciones difíciles de explicar. En 2016, un análisis elaborado por investigadores del Instituto Max Planck a partir de ADN, concluía que neandertales y denisovanos se separaron como especie, después de evolucionar a partir de un ancestro común, hace unos 400.000 años. El problema es que esa cifra no coincidía con fósiles como los hallados en la Sima de los Huesos, en Atapuerca, muy anteriores a ese periodo y que ya apuntan la existencia de un linaje neandertal. La cronología no encajaba.

Este jueves, la revista Science Advances publica los detalles de un nuevo modelo que resuelve el problema, ya que sus resultados hacen retroceder la división entre especies hasta hace 600.000 años. Esa separación más temprana es importante porque puede variar la interpretación de muchos fósiles, como los del Homo heidelbergensis y el Homo antecessor.

"Esa divergencia entre neandertales y denisovanos en torno a los 600.000 años es compatible con que los hallazgos de la Sima de los Huesos (datados en torno a los 430.000 años) pertenezcan al linaje neandertal, como ya sugería la morfología de los fósiles y el ADN", comenta la paleantropólóga María Martinón-Torres (izquierda), directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH).

ANTEPASADO COMÚN

Pero el nuevo estudio revela, además, que antepasados comunes de neandertales y denisovanos compartieron descendencia con miembros de otra población homínida superarcaica, que se había separado del resto de homínidos hace dos millones de años. Esta hibridación constituye el episodio documentado más antiguo de intercambio genético entre grupos humanos distintos.
Los análisis permiten augurar que esa población remota era numerosa, en base a su diversidad genética, con un tamaño efectivo de entre 20.000 y 50.000 individuos, pero se dispone de muy pocos datos más sobre ellos. "Es verdad que podría tratarse del Homo erectus, pero lo cierto es que también podría ser 'Homo antecessor', o algún taxón que aún no ha sido nombrado", explica Alan Rogers (derecha), antropólogo de la Universidad de Utah y responsable de la investigación.

"Es interesante que, en este estudio, Rogers y su equipo retrasen la divergencia entre el linaje de los 'sapiens' y el que dio lugar a neandertales y denisovanos hasta los 700.000 años", apunta Martinón-Torres.

Esa fecha apoyaría la idea de que el Homo antecessor pudo ser un antepasado común de ambos linajes, una hipótesis avanzada en 1997 y que había sido rechazada por algunos especialistas, alegando que su antigüedad -en torno a 860.000 años- parecía contradecir las estimaciones genéticas. "Ahora no podemos descartar que esa población arcaica que hibridó con los neandersovanos (antepasados ​​de los neandertales y los denisovanos) sea nuestro querido 'Homo antecessor' o esté muy estrechamente relacionada con él", agrega.

HIBRIDACIÓN ESPORÁDICA

Trabajos anteriores ya habían establecido que los europeos y asiáticos modernos tienen en su ADN herencia de neandertales y denisovanos. Entre el 2% y el 4% de los genes de las poblaciones no africanas actuales son producto de cruces esporádicos entre sapiens y neandertal; en el caso de los denisovanos -de los que apenas existen fósiles- se sabe que legaron entre el 4% y el 6% del material genético a poblaciones autóctonas actuales de Papúa Nueva Guinea, Australia y Melanesia.

En este nuevo modelo, los autores han analizado la frecuencia con la que se comparten las mutaciones, tanto en el genoma de africanos y europeos modernos, como en el de los antiguos neandertales y denisovanos. "Para ello, hemos utilizado secuencias del genoma humano moderno, obtenidas del Proyecto de Diversidad del Genoma de Simons y secuencias del genoma antiguo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva", explica Rogers. "Una de sus principales novedades es que se puede aplicar con independencia de las fluctuaciones genéticas de un grupo, que a menudo interfieren con los esfuerzos por estudiar el pasado más remoto. Al ignorar estos cambios, el modelo se vuelve más simple y el pasado se 've' más fácilmente".

A partir de los resultados obtenidos, los investigadores norteamericanos también proponen que hubo tres grandes oleadas de migración hacia Europa y Asia: la primera hace dos millones de años, momento en el que llegó esa primera población superarcaica y prosperó hasta formar una masa de población; la segunda, hace 700.000 años, con los ancestros neandertales/denisovanos; por último los humanos modernos, que salieron de África hace unos 50.000 años. Esos tres grandes movimientos de población impulsaron a su vez cinco grandes episodios de hibridación. El último de ellos, coincidiendo con la llegada de los sapiens modernos.

DUDAS SOBRE EL ORIGEN

Esta reconstrucción de la compleja historia de los neandertales repite un patrón similar a lo que algunos descubrimientos recientes están revelando sobre las primeras poblaciones de sapiens anatómicamente modernos, y sobre cómo se extendieron por Europa y Asia. Hace unos 50.000 años, poblaciones de sapiens partieron de África, experimentaron un período de cuello de botella demográfico, en el que su población descendió notablemente, y luego se escindieron en poblaciones regionales a lo largo de los dos continentes.

Estas fluctuaciones dejan una huella en la diversidad genética. "Y parece que lo mismo ocurrió hace 600.000 o 700.000 años con los neandertales y los denisovanos", explicó Rogers. "Hubo otra diáspora de 'fuera de África' que nadie había imaginado antes".
"Creo que los súper arcaicos estaban en la primera ola de homínidos que abandonaron África", dice Rogers. “Permanecieron en Eurasia, en gran parte aislados de los africanos, hasta hace 700.000 años cuando los neandersovanos dejaron África y se cruzaron con ellos.
Sin embargo, este último punto genera dudas en otros especialistas. "No estoy de acuerdo con que el origen tenga que ser africano, no es una hipótesis derivada del análisis genético", opina Martinón-Torres. La directora del CENIEH apunta a un origen euroasiático para el linaje neandertal.

"Una vez se produjo esa primera expansión, documentada hace al menos 1,8 millones de años en Dmanisi (Georgia), los homínidos ya pueden moverse hacia este y oeste sin necesidad de invocar una nueva dispersión africana. De hecho, nuestro análisis de la mandíbula de 1,2 millones de años de Sima del Elefante (Atapuerca) y los fósiles de 'Homo antecessor' de la Gran Dolina (860.000 años) apuntan a esa posibilidad".

Fuentes: elmundo.es | sciencemag.org | thesun.co.uk| publico.pt | 20 de febrero de 2020