Un núcleo de población fuera de África explica los linajes de 'Homo sapiens' en Asia oriental hace 45.000 años

Representación esquemática de la población de Eurasia a través de expansiones repetidas desde un centro de población fuera de África (representado por el área gris, cuya ubicación precisa es incierta). Las flechas rojas representan las expansiones asociadas con la cultura del Paleolítico Superior Temprano; las flechas azules representan las expansiones asociadas con la cultura del Paleolítico Superior (Imagen: Leonardo Vallini, Giulia Marciani).

De modo sorprendente, se ha informado que los antiguos restos humanos desenterrados en la cueva de Bacho Kiro (en la actual Bulgaria) y recientemente descritos genéticamente (aquí) están más estrechamente relacionados con los asiáticos orientales contemporáneos que con los europeos contemporáneos. Se han propuesto varios escenarios para explicar estos resultados, pero sus desconcertantes conclusiones han generado más preguntas que respuestas sobre los movimientos de grupos antiguos de población subyacentes que podrían explicar la presencia de individuos genéticamente asiáticos en Europa hace aproximadamente 45.000 años.

Un estudio publicado en Genome Biology and Evolution ha intentado resolver este misterio al colocar a esos individuos en el contexto más amplio de los genomas humanos paleolíticos de Eurasia y co-analizando la genética y la evidencia arqueológica. El estudio fue dirigido por los profesores Leonardo Vallini (izquierda) y Luca Pagani (derecha), de la Universidad de Padua en colaboración con la Dra. Giulia Marciani y el profesor Stefano Benazzi, de la Universidad de Bolonia, Italia.

En el escenario propuesto por los autores, la colonización de Eurasia oriental y occidental se caracterizó por varios eventos de expansión y extinción local de un centro de población, donde los antepasados ​​​​de todos los euroasiáticos prosperaron después de que se aventuraron por primera vez fuera de África hace aproximadamente 70.000-60.000 años.

Una expansión temprana y fallida del Homo sapiens tuvo lugar en algún momento antes de hace 45.000 años. El único representante de esa migración, que no está relacionado ni con los europeos modernos ni con los asiáticos modernos, es el fósil craneal recuperado en la cueva Zlatý kůň (Caballo dorado), en la actual República Checa y aún no está claro qué tan extendida fue dicha migración.

"Luego, alrededor de hace 45.000 años, una nueva expansión, emanada de un núcleo que emigró fuera de África, colonizó una amplia área que se extiende desde Europa hasta el este de Asia y Oceanía, y que está asociada con un modo de producción de herramientas de piedra conocido como Paleolítico superior inicial", dice Leonardo Vallini.

Expansiones posteriores a Eurasia desde un centro de población fuera de África. Panel A: Zlatý Kůň puede describirse como una supuesta expansión temprana de la población formada después de la gran expansión fuera de África y la hibridación con los neandertales, y podría vincularse con culturas de transición encontradas en Europa hace 48.000-45.000 años. Panel B: las muestras representativas fechadas entre 45.000 y 40.000 años en toda Eurasia se pueden atribuir a un movimiento de población con características genéticas uniformes y cultura material consistente con una afiliación del Paleolítico Superior Inicial y que también puede explicar el fósil Oase1 (Rumanía) después de permitir contribuciones genéticas neandertales adicionales; los papúes modernos pueden verse genéticamente como una extensión extrema de este movimiento. Panel C: siguiendo la diferenciación genética local, una expansión posterior de la población podría explicar los componentes genéticos encontrados en muestras antiguas <37.000 años que lo contienen sin mezclar (Kostenki14, Sunghir) o mezclado con componentes del Paleolítico Superior incial preexistentes (Goyet Q116-1, Yana1, Mal'ta). Las fechas en la parte superior derecha de cada mapa proporcionan un límite inferior, basado en el C-14 de la muestra más antigua disponible para la ola de población inferida.

El destino de estos migrantes fue diferente en el este de Asia y en Europa: mientras que en el primero perduraron y finalmente llevaron a la formación de las poblaciones modernas del este de Asia, los representantes europeos de esta expansión declinaron y desaparecieron en gran medida, dejando a los representantes fósiles de la cueva Bacho Kiro, en Bulgaria, al escurridizo individuo de Peștera cu Oase (la Cueva de los Huesos), en Rumanía, y algunos otros, como los únicos testimonios de este poblamiento temprano de Europa.

"Es curioso notar que, casi al mismo tiempo, también se extinguieron los últimos neandertales", dice Giulia Marciani (izquierda), de la Universidad de Bolonia y coautora del estudio.

"Finalmente, una última expansión ocurrió en algún momento antes de hace 38.000 años y recolonizó Europa desde el mismo núcleo de población, cuya ubicación aún no ha sido aclarada", dice Luca Pagani, autor principal del estudio.

"Aunque en Europa hubo interacciones ocasionales con sobrevivientes de la ola anterior, una mezcla extensa y generalizada entre las dos últimas olas solo tuvo lugar en Siberia, donde dio lugar a una ascendencia peculiar conocida como 'ancestral north eurasian' (ancestro euroasiático del norte), el cual finalmente contribuyó a la ascendencia de los nativos americanos".

Esta migración está asociada a un conjunto cultural diferente denominado Paleolítico Superior, que caracteriza a los principales yacimientos paleolíticos europeos. "Cabe señalar que, desde una perspectiva cultural, estas nuevas herramientas de piedra a menudo se han representado como un conjunto independiente en lugar de un desarrollo local de tecnologías preexistentes en Europa: es refrescante ver que la información genética y cultural se puede reconciliar bajo un escenario integral", concluye Telmo Pievani (derecha), de la Universidad de Padua y coautor del estudio.

Los autores advierten que se deben realizar los mayores esfuerzos para aclarar el paradero geográfico del núcleo originario de población fuera de África que dio lugar a estas tres migraciones e identificar las causas internas y externas que subyacen a estos antiguos movimientos de población, así como la dinámica cultural asociada.

Fuentes: Universidad de Bolonia | phys.org | 7 de abril de 2022

Una inscripción hallada en Marchena (Sevilla) revela la existencia de una ciudad romana inédita

Inscripción en la parte interior del pedestal romano encontrado en las ruinas del monasterio de Santa Eulalia de Marchena. SERGIO GARCIA-DILS

Los arqueólogos Salvador Ordóñez y Sergio García-Dils se fijaron en un bloque de piedra, aparentemente irrelevante, embutido en una de las esquinas de la iglesia en ruinas del convento de Santa Eulalia (Sevilla), e inmediatamente tuvieron el pálpito de que la otra cara de aquella pieza podía ocultar algo más.

En aquella misma iglesia ya habían localizado otra losa del mismo tamaño, 112 centímetros de altura y 58 de anchura, y el mismo material, un tipo de caliza micrítica de color gris, usado frecuentemente en la Hispania romana hasta el siglo I después de Cristo, con una inscripción en latín en la que un esclavo liberado rendía homenaje a su antigua dueña por favorecerlo. ¿Podía aquel bloque de piedra esconder otro epígrafe romano? Tras examinar la pared, cubierta de grietas y rodeada de cascotes, encontraron una pequeña hendidura en la parte superior que les permitió introducir una cámara digital de altas prestaciones. Iluminaron el espacio, la pantalla de la cámara se encendió y allí apareció: una superficie pulimentada sobre la que se esculpieron, hace 2.000 años, cuatro líneas en latín, una especie de piedra Rosetta de Marchena, en el formato característico que empleaban los romanos para sus monumentos, con letras capitales cuadradas.

Situación del pedestal con inscripción en el convento de Santa Eulalia (Marchena, Sevilla).

Diez meses después de aquella inspección al monasterio abandonado de Santa Eulalia, en mayo de 2021, en una finca rodeada de olivos a cuatro kilómetros de la localidad sevillana de Marchena, Ordóñez y García-Dils han presentado los resultados de su investigación sobre esta inscripción en un artículo publicado en el Ficheiro Epigráfico de la Universidad de Coimbra.

El poder de Marco Cornelio

“Lo principal, sin duda, es que este texto documenta la existencia de un municipio romano en algún punto del entorno de Marchena, una ciudad de la que hasta ahora no teníamos noticias y de la que ignoramos el nombre y la localización. Quizás se corresponda con el lugar donde se encuentra Marchena actualmente, ya que en esta localidad apenas se ha investigado ni hecho excavaciones, o quizás con otro lugar cercano y que todavía no se ha descubierto, pero en cualquier caso no muy lejos, ya que la inscripción hallada en Santa Eulalia debía encontrarse en los alrededores del monasterio”, reconocen los arqueólogos sevillanos.

Dicha losa se encontraba en el foro de esta ciudad romana desconocida y servía de pedestal a un tal Marco Cornelio. Pero, ¿quién era Marco Cornelio? Según la inscripción descifrada por Ordóñez y García-Dils no era un romano, sino un noble perteneciente a la aristocracia indígena que dominaba el sur de la península ibérica a la llegada de las tropas imperiales a partir del siglo II a. C. Para la fecha en que fue erigida esta estatua, el siglo I d. C., este grupo se encontraba plenamente integrado en la estructura del Imperio y ocupaba cargos relevantes en la comunidad, como la de sacerdote o augur, es decir, quien interpretaba los auspicios.

Detalle de la inscripción hallada. SERGIO GARCIA-DILS

Según Ordóñez y García-Dils "esta inscripción es el primer testimonio en las provincias hispanas de un augur en un municipio, pues los conocidos hasta el momento han aparecido en ciudades que son colonias romanas”. Marco Cornelio también ocupaba otros cargos importantes, ya que era uno de los integrantes del grupo de cuatro magistrados que constituía el poder ejecutivo de esa ciudad, los llamados quattuorviri. Esta inscripción es un testimonio del reconocimiento social del que disfrutaron los aristócratas locales que protagonizaron el cambio cultural que se manifiesta en toda la Península, y especialmente en el sur, en la Bética, con la aceptación de los valores romanos y la ideología imperial. “Fue a través de estas élites locales que Roma controló su imperio".

La inscripción no indica cuáles fueron los motivos concretos por los que se le dedicó a Marco Cornelio esta estatua, pero debieron ser de peso, ya que en su construcción no solo participaron los munícipes, es decir, los ciudadanos de pleno derecho, sino también los incolae, que agrupaba tanto a los extranjeros como a los indígenas con menos derechos.

La otra inscripción hallada en una de las esquinas del convento.

La respuesta a muchos de los enigmas planteados por este pedestal, como el nombre de la ciudad romana en la que se encontraba la losa, o los méritos de Marco Cornelio para recibir este homenaje, se podrían encontrar en las ruinas del monasterio de Santa Eulalia. “Puede haber otras losas embutidas dentro de las paredes y fuera de la vista. Habría que investigar y para ello es necesario excavar”, concluyen los arqueólogos sevillanos.

El abandono en que se encuentra el convento desde hace décadas, sin vallados que impidan el libre acceso u otras medidas de protección, ha llevado a las principales asociaciones dedicadas a la defensa del patrimonio en Andalucía a apoyar el manifiesto de la Asociación Amigos del convento de Santa Eulalia de Marchena. Formada por varios vecinos de la localidad, esta organización tiene como objetivo evitar la desaparición material del convento, rescatar del olvido su historia y ponerla en valor para el disfrute de vecinos y visitantes. Ya en 2019, la situación era tan grave que la asociación Hispania Nostra incluyó al convento de Santa Eulalia en su lista roja con un informe concluyente: “Si no se actúa pronto, (el monasterio) corre el riesgo de desaparecer”.

Plano general de las ruinas del monasterio de Santa Eulalia de Marchena. ENRIQUE BOCANEGRA.

Un monasterio clave en la evangelización de América

Quien visite hoy las ruinas del convento de Santa Eulalia, con sus muros cimbreantes, a los que parece que se puede llevar por delante un golpe de viento, y su interior cubierto de vegetación y de los restos de una cubierta desaparecida hace décadas, no podrá imaginarse que durante varios siglos este sitio fue el principal centro de formación espiritual de los franciscanos en Andalucía, con una biblioteca de más de 4.000 ejemplares, y de donde surgieron por lo menos dos santos de la Iglesia católica: San Diego de Alcalá, a quien le debe su nombre la ciudad californiana de San Diego, y tan popular en los siglos XVI y XVII que hasta Lope de Vega le dedicó una obra de teatro en 1613, o San Juan Grande, canonizado por Juan Pablo II en 1996, que, cuando era adolescente, descubrió su vocación de servir a los pobres durante un retiro espiritual en este convento.

Otra vista de las ruinas del monasterio de Santa Eulalia. ENRIQUE BOCANEGRA

Estos personajes sirvieron de inspiración a cientos de religiosos que durante cuatro siglos se formaron en este lugar, de donde partieron a difundir el evangelio por los confines del mundo, como Juan de Santorcaz, evangelizador en las islas Canarias, o Luis de Bolaños, protector de los indios en Argentina y Paraguay y autor del primer catecismo en guaraní. Varias calamidades en el siglo XIX, como la destrucción provocada por la invasión napoleónica de 1808, o la desamortización de Mendizábal en 1835, que privó al convento de las tierras que garantizaban su sostén, provocaron que para 1867 estuviese ya completamente abandonado.

Fuentes: elpais.com | lasexta.com | 21 de marzo de 2022

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La posibilidad de acumular y gravar con tributos los excedentes de cereales favoreció la aparición de entidades estatales

Una nueva investigación de la Universidad de Warwick (Inglaterra), la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel), la Universidad Reichman (Israel), la Universidad Pompeu Fabra (España) y la Escuela de Economía de Barcelona (España) desafía la teoría convencional de que la transición de la recolección a la agricultura impulsó el desarrollo de sociedades complejas y jerárquicas mediante la creación de excedentes agrícolas en áreas de tierra fértil.

En "The Origin of the State: Land Productivity or Appropriability?", publicado en la edición de abril de Journal of Political Economy, los profesores Joram Mayshar, Omer Moav y Luigi Pascali muestran que la alta productividad de la tierra por sí sola no conduce al desarrollo de los Estados recaudadores de impuestos.

Es la adopción de cultivos de cereales el factor clave para el surgimiento de la jerarquía política-social. El profesor Moav lo explica: "Esto se debe a que la naturaleza de los cereales requiere que se cosechen y almacenen en lugares accesibles, lo que los hace más fáciles de apropiar como impuestos que los tubérculos, los cuales permanecen en el suelo y son bastante menos almacenables".

Los investigadores demuestran un efecto causal procedente del cultivo de cereales en el surgimiento de la jerarquía política-social, al observar las evidencias empíricas extraídas de múltiples conjuntos de datos que abarcan varios milenios, y no han encontrado un efecto similar derivado de la productividad de la tierra.

El profesor Mayshar (derecha) argumenta: "Una teoría que vincula la productividad y el excedente de la tierra con el surgimiento de la jerarquía política y social se ha desarrollado a lo largo de algunos siglos y se ha vuelto convencional en miles de libros y artículos. En nuestro estudio mostramos, tanto teórica como empíricamente, que esta teoría es defectuosa".

Como base del estudio, Mayshar, Moav y Pascali desarrollaron y examinaron una gran cantidad de conjuntos de datos, incluido el nivel de complejidad jerárquica de la sociedad; la distribución geográfica de parientes silvestres de plantas domesticadas; y la idoneidad de la tierra para varios cultivos a fin de explorar por qué en algunas regiones, a pesar de miles de años de agricultura exitosa, no surgieron Estados que funcionaran con éxito, mientras que en otros lugares sí surgieron Estados que pudieron gravar y brindar protección a las gentes y sus propiedades.

Mapa: Cultivo principal en las sociedades preindustriales

El profesor Pascali (izquierda) aduce: "Mediante el empleo de estos nuevos datos, pudimos demostrar que las jerarquías complejas, como jefaturas y Estados complejos, surgieron en áreas en las que los cultivos de cereales, que son fáciles de gravar y expropiar, eran de hecho los únicos cultivos disponibles que lo hacen posible. Paradójicamente, en los lugares donde había tierras más productivas, esto es, aquellas en las que no sólo proporcionaban cereales, sino también raíces y tubérculos, no experimentaron los mismos desarrollos políticos”.

En su investigación también analizaron el experimento natural del 'intercambio colombino', es decir, el intercambio de cultivos entre el Nuevo Mundo y el Viejo Mundo a finales del siglo XV, el cual cambió radicalmente la productividad de la tierra y la ventaja productiva de los cereales sobre las raíces y tubérculos en la mayoría de los países del mundo.

El profesor Pascali continúa: "La construcción de estos nuevos conjuntos de datos, la investigación de casos particulares y el desarrollo de la teoría y la estrategia empírica nos llevó casi una década de arduo trabajo. Estamos muy contentos de ver que el artículo finalmente se publica en una revista con el prestigio de la 'Journal of Political Economy'".

El profesor Moav sostiene: "Después de la transición de la recolección de alimentos a la agricultura, surgieron sociedades jerárquicas y, eventualmente, Estados recaudadores de impuestos. Estos Estados desempeñaron un papel crucial en el desarrollo económico al brindar protección, ley y orden, lo que permitió la industrialización y un bienestar sin precedentes de que se disfruta hoy en día en muchos países".

El profesor Mayshar concluye: "La teoría convencional sostiene que esta disparidad se debe a las diferencias existentes en la productividad de la tierra. Su argumento convencional es que se debe producir un excedente de alimentos antes de que un Estado pueda gravar las cosechas de los agricultores y, por lo tanto, que la alta productividad de la tierra juega un papel clave.

"Sin embargo, en nuestro estudio cuestionamos la teoría de la productividad convencional, y afirmamos que no fue un aumento en la producción de alimentos lo que condujo al establecimiento de jerarquías políticas y sociales y la aparición de Estados complejos, sino que, más bien, fue la posibilidad de poder acumular y almacenar excedentes de cereales lo que facilitó que pudieran ser gravados con tributos, y, en consecuencia, a la aparición de una élite política y fiscal emergente que pudo conformar y mantener un poder estatal.

"Solo donde el clima y la geografía favorecían el cultivo de los cereales, era probable que se desarrollara una jerarquía política-social. Nuestros datos muestran que cuanto mayor es la ventaja de productividad de los cereales sobre los tubérculos, mayor es la probabilidad de que surja una jerarquía política social.

"La idoneidad de los cultivos de raíces y tubérculos altamente productivos es, de hecho, una maldición de la abundancia, pues impidió (dada su muy escasa posibilidad de acumulación y almacenaje en los tiempos antiguos) el surgimiento de entidades estatales y el desarrollo económico".

Fuentes: Universidad Pompeu Fabra | phys.org | 12 de abril de 2022

Artículo relacionado: "Las personas jurídicas y la agricultura cerealística" (29/03/2022)

El sueño de la vida eterna. Entre momias, tumbas y jeroglíficos

Documental 'El sueño de la vida eterna' sobre el Proyecto Djehuty que ha descubierto el primer jardín funerario del antiguo Egipto. Este logro científico español, dirigido por José Manuel Galán, investigador del Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo, vertebra un documental sobre las creencias y los ritos asociados al otro mundo en el tiempo de los faraones, al ritmo del apasionante trabajo arqueológico que los vuelve a la vida.

Ficha Técnica:

Dirección científica: JOSÉ MANUEL GALÁN

Dirección: JAVIER TRUEBA

Guion: JOSÉ MANUEL GALÁN y JUAN ANTONIO ALMENDROS

Cámara: JAVIER TRUEBA y JOSÉ LATOVA

Duración: 55 minutos

Idioma: Castellano

Una producción de Madrid Scientific Films S.L. con la coproducción de RTVE

Depósito Legal: Depósito Legal M-21028-2020 ISAN 0000-0005-B861-0000-1-0000-0000-Y

El Museo Arqueológico de Murcia inaugura la exposición 'Ancestros'

El Museo Arqueológico de Murcia acoge desde este martes la exposición Ancestros. Neandertales en la Región de Murcia, que financia la Comunidad Autónoma y en la que colabora la Universidad de Murcia.

El profesor de Prehistoria de la UMU, Ignacio Martín Lerma, es el comisario de esta exposición, junto con el también especialista João Zilhão, investigador ICREA de la Universidad de Barcelona; y Luis de Miquel, conservador del Servicio de Museos y Exposiciones. La inauguración tendrá lugar a las 20.00 horas y contará con la asistencia del rector, José Luján.

«Quienes visiten esta muestra podrán saber cómo vivieron nuestros ancestros hace miles de años. Se trata de una exposición en la que ciencia y divulgación se dan la mano de una manera accesible y entretenida», aseguran los comisarios.

Durante el recorrido, se podrá disfrutar de piezas arqueológicas únicas que representan «a la perfección», entiende Martín Lerma, «el periodo en el que los neandertales anduvieron por nuestra Región, con ilustraciones hechas para la ocasión, maquetas de yacimientos, una reproducción de un torso a tamaño natural e, incluso, un esqueleto completo original de neandertal. La muestra, además de indagar en sus modos de vida, nos resuelve cuestiones tan trascendentales como saber cómo vivían, qué comían o si fueron inteligentes».

Otro de los grandes alicientes con los que contará la muestra será la reproducción a tamaño real de una cueva, dentro de la cual se mostrarán los últimos hallazgos que demostrarían que los neandertales fueron autores de ciertas representaciones artísticas.

Fuente: laverdad.es | 5 de abril de 2022

Misterioso hallazgo de los restos de una mujer romana en un recinto funerario del Neolítico en Granada

La necrópolis de Panoría se localiza en el extremo más oriental de Sierra Harana, en la localidad de Darro, en Granada. / UGR

Un equipo de investigación de la Universidad de Granada (UGR) ha encontrado los restos de una mujer romana en la necrópolis megalítica de Panoría, que tuvo uso entre los años 3600 y 2100 a.C.

Este hallazgo resulta sorprendente porque la mujer falleció en torno al siglo V d.C., es decir, más de 2.600 años después del abandono de Panoría como recinto funerario. Los detalles se publican en la revista Journal of Archaeological Science.

La necrópolis de Panoría se localiza en el extremo más oriental de Sierra Harana, en la localidad de Darro, en Granada (España). El espacio consta de al menos 19 sepulturas, de las que nueve han sido excavadas en los años 2015 y 2019 por un grupo de investigación del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada.

Imagen facilitada del enterramiento en fosa junto a la cámara funeraria de la Tumba 15, con la ubicación de la fosa (d) y el detalle de los restos óseos humanos (i). Investigadores de la Universidad de Granada han encontrado los restos de una mujer romana enterrada en la necrópolis megalítica de Panoría, en Darro (Granada), que fue abandonada 2.600 años antes.. EFE/Universidad de Granada.

Un lugar de enterramiento del periodo Neolítico

El recinto se compone de monumentos megalíticos formados por cámaras funerarias de forma trapezoidal a las que se accede por cortos pasillos. En su interior se han registrado numerosos restos antropológicos y ajuares funerarios. En concreto, se han estudiado más de 55.000 restos que pertenecen a hombres, mujeres y niños.

La datación por radiocarbono de estos huesos muestra que la necrópolis fue usada con intensidad durante breves periodos. Su construcción y primer uso se realizó entre el 3600 y 3500 a.C., en época neolítica, cuando este tipo de monumentos era típico.

Posteriormente, y tras un largo periodo de inactividad funeraria, las sepulturas fueron de nuevo utilizadas en los siglos XXV y XXI a.C., durante periodos temporales que no superaron los 100 años. Aproximadamente en torno a 2100 a.C. la necrópolis fue abandonada.

“Durante el proceso de excavación se produjo un hallazgo sorprendente: en el exterior de la cámara funeraria de la que conocemos como sepultura 15 se registró una fosa en la que, en el pasado, se depositaron cuidadosamente los restos de un cráneo, y sobre él, dos huesos largos: un húmero y una tibia”, explica Gonzalo Aranda Jiménez (izquierda), del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada y autor principal de la investigación.

Restos de una mujer joven

El estudio antropológico demostró que el cráneo pertenecía a una mujer de entre 18 y 25 años que murió en el siglo V d.C., una época que se conoce como Antigüedad Tardía. Esto significa que más de 2.000 años después de ser abandonada, la necrópolis fue reutilizada en época romana.

Sepultura 18 de la necrópolis megalítica de Panoría (Darro, Granada).

“En realidad, no fue una práctica funeraria propiamente dicha, sino un ritual que implicó la deposición de restos óseos ya esqueletizados y no de un individuo recién fallecido”, explica Margarita Sánchez Romero (derecha), otra de las autoras del trabajo.

“Desconocemos las razones por las que los restos de esta mujer se enterraron en Panoría. Lo que sí parece evidente es la importancia que la necrópolis debió tener como lugar sagrado, probablemente conectado con la historia y memoria de las comunidades locales que habitaron la cuenca de Guadix”, añade Sánchez Romero.

“La pervivencia de determinados lugares en la memoria colectiva, nos invita a reflexionar sobre la variabilidad cultural humana, y sus múltiples y complejas manifestaciones”, concluye la investigadora.

Fuente: agenciasinc.es | 5 de abril de 2022

Datan de forma directa industria lítica de Olduvai mediante núclidos cosmogénicos

Toshiyuki Fujioka y Alfonso Benito-Calvo, investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), han publicado recientemente un artículo en la revista Journal of Human Evolution con los resultados de la datación del enterramiento de industria lítica mediante el método de la isócrona de núclidos cosmogénicos, aplicada por primera vez directamente a materiales del Lecho II, en la garganta de Olduvai (Tanzania).

La Garganta de Olduvai es conocida en todo el mundo por la riqueza de su registro paleontológico y arqueológico del Pleistoceno inferior. El intervalo estratigráfico del Lecho II medio al superior de la garganta de Olduvai es un período clave para nuestra comprensión de la desaparición de Homo habilis y la aparición del Achelense.

Este trabajo contribuye al reto de construir un marco geocronológico sólido en las secuencias arqueológicas de los yacimientos de Olduvai mediante la aplicación de la datación con núclidos cosmogénicos de la isócrona de enterramiento.

El método se ha aplicado a un nuevo yacimiento denominado Complejo T69, situado en el barranco Frida Leakey Korongo West y posicionado estratigráficamente en el Lecho II, cuya cronología no está tan bien definida como en el Lecho I subyacente, debido al menor número de capas de ceniza volcánica adecuadas para la datación por K-Ar y Ar-Ar convencional.

“La novedad de nuestra contribución es doble. En primer lugar, hemos aplicado un método radiométrico que todavía es relativamente nuevo en arqueología y que nunca se había intentado aplicar en Olduvai. En segundo lugar, su capacidad para ser aplicado directamente a las herramientas líticas, en lugar de estimar indirectamente las edades de los sedimentos subyacentes o superpuestos, o de los sedimentos circundantes asumiendo una asociación que no siempre está garantizada”, explica Toshi Fujioka, primer autor de este artículo.

La datación de enterramientos con isócronos cosmogénicos abre nuevas posibilidades para futuros estudios sobre la evolución humana, en particular, en escalas de tiempo de 500.000 años a varios millones de años.

Fuente: cenieh.es | 31 de marzo de 2022