¿Una nueva estirpe de 'Homo sapiens'? La pelvis de un niño de hace 45.000 años tiene la clave

Reconstrucción de una familia de neandertales. (Museo de Krapina/Reuters/Nikola Solic).

Hace unos 42.000 años aparecieron en Europa Occidental los primeros seres humanos anatómicamente modernos, los Homo sapiens, quienes poco a poco fueron extendiéndose por la zona en detrimento de los neandertales que allí vivían y que acabaron extinguiéndose.

Pero ¿es posible que entre los seres humanos actuales y los neandertales existiera un linaje intermedio? Eso es lo que opina el equipo de científicos que investiga la gruta de Renne (dentro del conjunto de cuevas en Arcy-sur-Cure), un importante yacimiento arqueológico en la región francesa de Borgoña que fue descubierto en 1949 y en el que se han encontrado varios huesos y artefactos de hace unos 40.0000 años, el periodo en el que se cree que los seres humanos modernos sustituyeron a los neandertales que habitaban entre el norte de España y la cuenca parisina.

(a) Distribución geográfica de los sitios con fósiles de neandertales descubiertos en las capas de cultura Chatelperroniense (puntos blancos) y fechados directamente en los primeros humanos anatómicamente modernos anteriores a 37 kya cal BP (puntos negros). Los yacimientos de cultura musteriense de Le Moustier y Mezmaiskaya donde se han descubierto los dos ilion perinatales de neandertal utilizados como muestra comparativa en este estudio están indicados por los puntos rojos. (b) Izquierda, ubicación del sitio de Arcy-sur-Cure. (c) Ubicación de las cuevas de Arcy-sur-Cure. (d) Mapa de las cuevas de Arcy-sur-Cure.

Más precisamente, en esta cueva o gruta se han encontrado evidencias de ocupación neandertal en los estratos inferiores, y huellas del paso de humanos anatómicamente modernos (AMH) en los estratos superiores. Los investigadores están trabajando en la capa intermedia donde las dos especies de homínidos pudieron haber cohabitado.

En la cueva de Rennes, en el nivel Xb2 y junto a 11 restos humanos de neandertales, se encontró el hueso de un recién nacido de hace unos 45.000 años. Se trata en concreto de un ilión, el hueso más grande de los tres que forman la pelvis. Los investigadores han comparado mediante morfometría geométrica los restos óseos de ese niño con los huesos de dos neandertales y los de 32 bebés fallecidos recientemente. Y, sorpresa: el ilión del crío de hace 45.000 años, un hueso que ha sido bautizado por los investigadores como AR-63, es distinto tanto al de los neandertales como al de los recién nacidos actuales.

“AR-63 está ligeramente fuera de la variabilidad de los 'Homo sapiens' actuales y también difiere claramente de los neandertales”, sentencian los científicos en su estudio, publicado recientemente en la revista Scientific Reports, publicada por Nature. “Proponemos que pertenece a un temprano linaje humano moderno cuya morfología difiere ligeramente de los humanos actuales”, concluyen los investigadores.

Hasta ahora, todos los restos que se habían encontrado en la gruta de Renne habían sido atribuidos a neandertales de hace alrededor de 40.000 años. Ese periodo, que marca la transición entre el final del Paleolítico Medio y el comienzo del Paleolítico Superior, coincide con el declive de los neandertales y la expansión por Europa Occidental de los primeros grupos humanos anatómicamente modernos. Pero el hueso AR-63 podría marcar un punto de inflexión.

Vista lateral (izquierda) y medial (derecha) de (a) el ilion derecho (reflejado en la izquierda) de AR-63, (b) el ilion izquierdo del neandertal LM2 perinatal y (c) el ilion izquierdo de un individuo perinatal reciente (T41).

“Claramente diferente de la morfología neandertal, AR-63 también muestra peculiaridades morfológicas, como una espina ilíaca posterior-superior muy desplazada lateralmente, que lo excluyen de la variabilidad de los humanos actuales. Desde nuestro punto de vista, esto refleja una antigua expresión fenotípica biológicamente moderna no documentada previamente dentro de la variabilidad de los humanos actuales”, señala el estudio.

Es decir: un linaje hasta ahora desconocido de Homo sapiens que estaría a caballo entre los neandertales y los seres humanos actuales. No obstante, los propios autores de la investigación advierten que es necesario seguir con más estudios al respecto, pues, aunque ya se ha identificado la existencia de introgresiones genéticas de poblaciones antiguas de origen africano en genomas neandertales del Pleistoceno medio, queda por documentar un fenómeno similar para el período de tiempo del reemplazo neandertal en Europa.

Artefactos líticos de estilo chatelperroniense.

Herramientas

Además, el equipo de investigación propone que las herramientas líticas encontradas, de estilo chatelperroniense, podrían haber sido el resultado de una difusión. Esta teoría indica que los humanos anatómicamente modernos habrían desarrollado herramientas específicas, las cuales habrían sido adoptadas por los neandertales y potencialmente modificadas para satisfacer sus propias necesidades. Esta transmisión cultural pudo haber ocurrido durante la época en que los neandertales y el Homo sapiens coexistieron en varias partes de Europa.

Fuentes: elconfidencial.com | hominides.com | 10 de agosto de 2023

Hallan un ídolo cruciforme de hace 5000 años en una cueva del río Cuadros, en Bedmar (Jaén)

Foto: EXTRA JAÉN

Un equipo de arqueólogos ha hallado un ídolo cruciforme de principios del III milenio a.C. en las excavaciones de la cueva del nacimiento del río Cuadros en Bedmar (Jaén). Se trata de una pequeña figura antropomorfa tallada en piedra, característica de la época calcolítica antigua en el sur peninsular y con 5 centímetros de altura y 3 centímetros de anchura, según ha explicado el doctor Marco Antonio Bernal Gómez, arqueólogo y director del Centro Paleomágina de Bedmar.

Es una figurilla antropomorfa, realizada sobre soporte pétreo aún sin identificar y elaborada con técnica pulimentada, que se enmarca dentro de los denominados ‘ídolos cruciformes’, característicos de la época calcolítica antigua en el sur peninsular, de inicios del III milenio a.C.

El hallazgo del ídolo cruciforme y los datos de esta campaña arqueológica han sido conocidos en la presentación pública de los resultados de las excavaciones llevadas a cabo en la cueva del nacimiento del río Cuadros, en Bedmar, durante los dos últimos meses y en la que han estado presentes el alcalde de Bedmar-Garciez, Enrique Carreras Fresno, y el director de las excavaciones y del Cetro Paleomágina, Marco Antonio Bernal.

El ídolo de Bedmar ha sido hallado en la denominada sala central de la mencionada cueva, donde se han llevado a cabo cinco campañas arqueológicas ininterrumpidamente desde el año 2019. En la Unidad Estratigráfica II, se ha documentado un enterramiento humano colectivo de la Edad del Cobre, que por el momento se ha identificado al menos 13 individuos. Cuatro dataciones por radiocarbono (C14), dan una cronología de 4.900 años antes del presente. Esta Unidad estratigráfica presenta un contexto arqueológico con presencia de hachas pulimentadas, puntas de flechas, láminas de sílex, cantos rodados, cerámica de tipología calcolítica, varias cuentas de collar, conchas de diversos moluscos, molinos de mano, punzones de huesos, huesos de fauna, y la figura antropomorfa que aquí presentamos, que podría formar parte de los ajuares funerarios u otras hipótesis de tipo ritual.

A la importancia de este hallazgo arqueológico se refería hoy el alcalde de Bedmar-Garciez, Enrique Carreras Fresno, señalando que se trata de otro paso importante que viene a reforzar el carácter de motor cultural en el que Paleomágina se ha convertido, atrayendo año tras año a un gran número de investigadores, estudiantes, voluntarios y personas involucradas de muchos rincones de España y el extranjero, como ha sido el caso de las 120 personas que han venido a lo largo de seis semanas, durante estos meses pasados de junio y julio, para realizar la campaña arqueológica 2023 en Bedmar”.

Pocos “ídolos” en la provincia

Según Marco Antonio Bernal (izquierda), “la figurilla hallada se clasifica dentro del grupo de “ídolos cruciformes” característicos de la época calcolítica antigua en el sur peninsular. No hay documentadas muchas figuras de este estilo, siendo la primera de esta tipología cruciforme hallada en la provincia de Jaén. También hemos de destacar su perfecta conservación y que haya aparecido de forma completa”.

Este tipo de figurillas se han documentado en complejos megalíticos de la Edad del Cobre Antiguo, teniendo su origen o zona de mayor influencia hasta el momento en la zona de Almería. Presenta una morfología esquemática, con representación de partes anatómicas, en este caso los brazos extendidos de forma simétrica en forma de cruz, y cuerpo bitriangular. Es de sección plana y sus dimensiones aproximadas son: 5 cm de altura y 3 cm de anchura. Está realizada sobre soporte pétreo aún sin identificar y elaborada con técnica pulimentada, totalmente lisa, sin tener marcado ningún órgano sexual, ni ningún aspecto ornamental. Si es cierto que por su morfología, podríamos asignarla según los patrones de interpretaciones con otros ídolos/figurillas como una figura femenina en actitud de orante.

El director de las excavaciones y de Paleomágina, explicaba que “tradicionalmente a este tipo de figurillas se la ha denominado ídolo. El término ídolo ha sido comúnmente usado en la literatura científica y de divulgación desde la década de los setenta del siglo XX, pero no dejan de ser representaciones humanas en diferentes formas”. La variedad formal de clasificación tipológica según la manifestación esquemática del cuerpo son ídolos placas, cilíndricos o betilos, falange, tolva, bitriangulares y triangulares, cruciformes y ancariformes. Estos diferentes tipos coexistieron en el tiempo en un amplio arco temporal, y nos reflejan parte de su manera de concebir su mundo.

Un ídolo cruciforme de tiempos calcolíticos encontrado en Almería.

Del tipo cruciforme pueden aparecer en soportes de piedra o de hueso, ejemplos de yacimientos del sur peninsular donde se han documentado son: la Necrópolis de Tíjola, la Loma de la Torre (Cantoria, Almería), Llano de la Rueda (Tabernas, Almería), El Arteal (Cuevas de Almanzora, Almería), Barranco de Jocalla, Llano de la Lámpara y Llano del Jautón de Purchena(Almería); la Hoya del Conquil (Gorafe, Granada); Poblado de los Castillejos (Montefrío, Granada); el conjunto de figurillas de Piedrahita (Montellano, Sevilla), pero también en el Mediterráneo, como el ídolo de Pomos de Chipre (3000 a.C.), en la zona del Mar Egeo, en la cultura Minoica y Micénica, donde se han interpretado como símbolo de fertilidad, representación de la diosa madre, otros han sido reconocidos como amuletos, en general se encuadraría dentro del mundo de las manifestaciones simbólicas del finales del Neolítico al Calcolítico.

Ídolo neolítico de Gádor, Almería.

Objetivo

El objetivo del Proyecto Arqueológico de la cueva del nacimiento del río Cuadros es conocer las diversas ocupaciones humanas y uso de la cueva en distintos períodos cronológicos, dentro del ámbito territorial donde se inserta, con el fin de conocer algunos rasgos del comportamiento humano de cada sociedad que se documente arqueológicamente en ella. Concretamente en los niveles arqueológicos que estamos excavando en estos momentos nos interesa analizar los cambios sociales en el tránsito del IV al III milenio a.C.

El alcalde de Bedmar terminaba agradeciendo a las entidades públicas y privadas que hacen posible la actividad de Paleomágina y más concretamente “el proyecto de la cueva del nacimiento del río Cuadros de Bedmar, que se dirige desde el Centro Paleomágina con el apoyo del Ayuntamiento de Bedmar-Garciez, Caja Rural de Jaén, Diputación de Jaén, y otros organismos que como son la Universidad Internacional de Andalucía (Sede Antonio Machado de Baeza), la Universidad Autónoma de Madrid, la UNED-Jaén, el Grupo de espeleología G40 de Priego de Córdoba, entre otros”.

En la primera quincena de junio realizaron sus prácticas los alumnos del Máster de Arqueología y Patrimonio de la Universidad Autónoma de Madrid, en la primera semana de julio participaron voluntarios veteranos de campañas anteriores y las últimas tres semanas de julio se ha llevado a cabo el V Curso de Arqueología de Arqueología del Cuaternario: teorías, métodos y prácticas, coorganizadas por el Centro Paleomágina, la Universidad Internacional de Andalucía (sede Antonio Machado de Baeza) y el Ayuntamiento de Bedmar y Garciez.

Fuente: horajaen.com | 10 de agosto de 2023

El Cabezo Gordo de Torre Pacheco fue un refugio de neandertales con caballos, rinocerontes y «carnívoros feroces»

Trabajos de excavación en la Sima de las Palomas, en Torre Pacheco. José Villalgordo / AGM.

«El Hombre de Neandertal no era tan tonto y lerdo como se pensaba», afirma el profesor Michael J. Walker a pocos metros del acceso a la Sima de las Palomas, en Torre Pacheco, que se ha convertido en las últimas tres décadas en un pasillo vertical a otro mundo, el de hace entre 50.000 y 130.000 años.

«El Cabezo gordo es ya uno de los cinco yacimientos más importantes de España. Un lujo», afirma el profesor de Zoología y Antropología Física de la Universidad de Murcia. Walker ya ha publicado en numerosos estudios científicos y medios especializados los hallazgos del yacimiento de Torre Pacheco, donde destaca Paloma, el esqueleto de neandertal más completo del Mediterráneo y la pelvis femenina neandertal más completa del mundo.

Restos óseos del esqueleto neandertal femenino hallado en la Sima de las Palomas. ASOCIACIÓN MUPANTQUAT.

Los más de 300 fragmentos de huesos y dientes hallados demuestran además la presencia de al menos 14 individuos diferentes, tanto adultos, niños y bebés. Esta diversidad familiar destaca al yacimiento pachequero como el más importante de esta especie humana fósil, el Homo neandethalensis, de todo el arco mediterráneo español.

El nivel excavado este año corresponde a sedimentos del último periodo interglaciar, con una antigüedad de entre 100.000 y 130.000 años, según los resultados arrojados por la metodología de la luminiscencia óptica, aplicada por expertos de la Universidad de Oxford. Para llegar a ese nivel temporal, tuvieron que excavar siete metros por debajo de la cota cero del yacimiento.

Presentación de los trabajos de la actual campaña en la Sima de las Palomas. El profesor Michael J.Walker situado el tercero por la izquierda. VÍCTOR MANUEL MORENO.

Los hallazgos de la campaña de este verano, que se desarrolla del 30 de julio al 11 de agosto, fueron abundantes, según Walker. «Restos de caza mayor y fauna menor, desde caballos silvestres, rinocerontes y otros animales aún por clasificar», explica el experto, que es por su largo trabajo en la Sima el mayor conocedor de este puente con el pasado más remoto. «Numerosos restos de aves y micromamíferos, junto a señales de combustión, demuestran que quemaban y asaban para comer», indica el profesor.

Los descubrimientos del equipo de paleontólogos permiten perfilar un Cabezo Gordo poblado por abundantes caballos salvajes, rinocerontes, ciervos, uros -un mamífero extinto similar al toro-, hienas de las cavernas, lobos, cabras hispánicas, ciervos, gatos pardos, puercoespines y abundantes tortugas. «Hubo también carnívoros grandes y feroces», según indica Walker sobre la verosimilitud de que se tratara de leones de las cuevas (panthera leo). «Los restos de combustión evidencian la habilidad para la caza del neandertal, de modo que no eran tan tontos y lerdos como se pensaba», insiste el profesor.

Foto: Una vista del aspecto de la Sima de las Palomas.

Llama la atención el hallazgo de un diente incisivo de un hipopótamo y conchas marinas, cuya presencia se puede deber al descenso del nivel del mar, que se alejó de la costa unos 125 metros, como calcula Walker, dejando la albufera del Mar Menor como una marisma, si bien le sorprende la ausencia de restos de aves típicas costeras.

Durante los trabajos de excavación comprobaron cómo «la actividad minera de hace más de 100 años eliminó el 80% de los restos del Pleistoceno en la búsqueda de dios sabe qué, porque no hay veta en esa zona, pero tal vez buscaban agua para lavar las gangas de la explotación extractiva».

Foto: Yacimiento de la Sima de las Palomas. AYTO. DE TORRE PACHECO

Sobre la actividad humana en la Sima, Walker cree que pudo ser «un lugar de paso que ofrecía unas buenas vistas de la fauna» y asegura que «hay gran cantidad de restos hallados en niveles profundos, más que en campañas anteriores», lo que plantea al experto la posibilidad de que hubiera otro acceso horizontal que les permitiera acceder a la cueva sin arriesgar su vida, aunque hasta ahora no se ha descubierto.

En esta campaña hallaron además numerosos restos de útiles de sílex, que el profesor considera «traídos desde mucha distancia, ya que aquí no se han encontrado fuentes de sílex». Cree que los neandertales pudieron llevar hasta la Sima de las Palomas instrumentos o materiales, como el sílex o el cuarzo, desde las ramblas de Carrascoy y del Albujón. «Es un sílex muy similar al encontrado en La Unión», afirma. Los estudios de Walker respaldan la teoría de que el Hombre de Neandertal combinaba su dieta con carne y vegetales, debido a la presencia de fitolitos en el sarro de los dientes. Con probabilidad, considera que comían plantas, sobre todo semillas de gramíneas, rizomas y tubérculos.

Fuente: laverdad.es | 8 de agosto de 2023

Un evento glacial masivo en el Atlántico Norte, hace 1,12 millones de años, interrumpió la ocupación humana temprana en Europa

Evento de enfriamiento del Atlántico Norte hace 1,127 millones de años, que contribuyó a la despoblación del sur de Europa. El sombreado rosa en el mapa resalta las áreas donde las primeras especies humanas sufrieron una reducción importante en la idoneidad del hábitat debido al enfriamiento, la sequía y la reducción de los recursos alimentarios. (Crédito de la foto de cráneo de Homo erectus, Axel Timmermann)

Un nuevo estudio publicado en la revista Science describe que hace alrededor de 1,12 millones de años (Ma), un evento de enfriamiento masivo en el Atlántico Norte, y los cambios correspondientes en el clima, la vegetación y los recursos alimentarios, interrumpieron la ocupación humana temprana de Europa.

El estudio publicado por un grupo internacional de científicos del Reino Unido, Corea del Sur y España presenta evidencia observacional y de modelado que documenta que el estrés climático sin precedentes cambió el curso de la historia humana temprana.

Los humanos arcaicos, conocidos como Homo erectus, se mudaron de África a Eurasia central alrededor de 1,8 Ma. A partir de ahí se extendieron hacia el oeste de Europa, llegando a la península ibérica hace alrededor de 1,5 Ma. Inicialmente experimentaron condiciones climáticas bastante suaves, por lo que estos grupos humanos establecieron un punto de apoyo en el sur de Europa, tal como lo documentan varios fósiles datados y herramientas de piedra de este período. Pero, dada la creciente intensidad de los ciclos glaciales en Europa desde 1,2 Ma en adelante, se desconoce cuánto tiempo vivieron los primeros humanos en esta área y si la ocupación se vio interrumpida por el empeoramiento de las condiciones climáticas.

Foto: Cráneo de un Homo erectus (deominado también 'Pithecantropus VIII'), procedente del yacimiento de Sangiran (Isla de Java, Indonesia). HISAO BABA NATIONAL MUSEUM OF NATURE AND SCIENCE.

Para comprender mejor las condiciones ambientales que experimentaron las primeras especies humanas en Europa, un equipo de expertos en polen, oceanógrafos, modeladores climáticos, arqueólogos y antropólogos, combinó datos de núcleos de sedimentos oceánicos profundos del Atlántico subtropical oriental con un nuevo modelo climático de supercomputadora y simulaciones de modelos de hábitats humanos que cubren el período del evento de despoblación.

El tamizado de miles de granos polen de plantas pequeñas, almacenados en el núcleo de sedimentos oceánicos, y el análisis de compuestos orgánicos sensibles a la temperatura dejados por algas diminuta, que vivieron hace más de un millón de años, los científicos descubrieron que hace alrededor de 1,127 Ma , el clima sobre el este del Atlántico Norte y las tierras adyacentes se enfriaron repentinamente en 7º C.

“Este enfriamiento masivo marca uno de los primeros eventos estadiales terminales en el registro paleoclimático. Ocurrió durante la última fase de un ciclo glacial, cuando las capas de hielo se desintegraron, liberando grandes cantidades de agua dulce en el océano y provocando cambios en la circulación oceánica y una expansión del hielo marino hacia el sur”, dice el profesor Chronis Tzedakis (izquierda), del University College London (UCL), y autor principal del estudio.

Los datos de polen extraídos del núcleo de sedimentos oceánicos se suman a este escenario: “Los ríos y los vientos llevar polen diminuto desde la tierra adyacente al océano, donde se hunden y se depositan en las profundidades del océano. Según nuestro análisis de polen del núcleo de sedimentos oceánicos, el evento de enfriamiento del Atlántico Norte cambió la vegetación de Europa occidental a un paisaje semidesértico inhóspito”, agrega la Dra. Vasiliki Margari (derecha), de UCL, y autora también principal del estudio.

Para cuantificar cómo los primeros humanos pudieron haber reaccionado a una anomalía climática sin precedentes, los científicos del Centro IBS para la Física del Clima (ICCP), en Corea del Sur, realizaron nuevas simulaciones de modelos informáticos para este período. Al agregar agua dulce glacial al Atlántico Norte, la Dra. Kyung-Sook Yun y la estudiante de doctorado Hyuna Kim pudieron reproducir características clave del evento estadial terminal, tales como las condiciones frías y secas del sur de Europa.

“Posteriormente, hemos usado esta simulación del modelo climático global como entrada para un modelo de hábitat humano, que determina si ciertas condiciones ambientales eran adecuadas para los primeros 'Homo erectus' o no. Descubrimos que en muchas áreas del sur de Europa, las primeras especies humanas como el 'Homo erectus' no habrían podido sobrevivir”, describe el profesor Axel Timmermann (izquierda), director del ICCP en la Universidad Nacional de Pusan ​​y coautor del estudio.

Cráneo de Homo antecessor. Atapuerca.

Aunque el evento de enfriamiento solo duró unos 4.000 años, la falta de herramientas de piedra y restos humanos durante los próximos 200.000 años aumenta aún más la posibilidad de una pausa prolongada en la ocupación del continente europeo. Europa fue repoblada de nuevo hace unos 900.000 años por un grupo al que a menudo se hace referencia como Homo antecessor. Este grupo y sus descendientes fueron mucho más resistentes, porque pudieron adaptarse a la creciente intensidad de las condiciones glaciales en Europa.

“Nuestro estudio sobre climas pasados ​​documenta la sensibilidad de la vegetación del sur de Europa y los recursos alimentarios humanos a los cambios de temperatura del Atlántico Norte. Este resultado se suma a la creciente evidencia de que nuestra historia humana ha sido moldeada por cambios climáticos pasados”, concluye el profesor Timmermann.

Juan Luis Arsuaga (derecha), codirector de loa yacimientos de Atapuerca y uno de los mayores conocedores de la evolución humana, cuestiona las principales conclusiones de este trabajo. “Los testigos marinos son de gran importancia, pero hacen falta registros terrestres y no vemos flora y fauna árticas hasta la última glaciación (iniciada hace unos 110.000 años y acabada hace unos 10.000). La península ibérica nunca se congeló ni hubo permafrost hasta esta glaciación”, asegura.

Ya más en su terreno, el de los homínidos, recuerda que “el que no haya a día de hoy registro de fósiles humanos y sus utensilios de piedra en el periodo comprendido entre los primeros pobladores conocidos de Iberia y Homo antecessor no quiere decir necesariamente que no hubiera nadie viviendo en Europa en ese periodo intermedio. Puede ser que simplemente aún no hayamos encontrado evidencias de su presencia”. Entonces, ¿Qué pasó en ese lapso tras aquel evento de frío extremo? “No lo sabemos”, reconoce el paleoantropólogo.

Fuentes: Instituto de Ciencias Básicas | elpais.com | elespanol.com | 10 de agosto de 2023

Hallan un nuevo resto de una estatuilla hallada en la cueva de Hohle Fels (Alemania) que pone en duda a qué animal representa

¿Es un león de las cavernas o un oso de las cavernas? Como se ve desde el frente a la derecha.(Crédito de la imagen: Ria Litzenberg/Universidad de Tubinga).

Un equipo de arqueólogos en Alemania ha descubierto la pieza que faltaba de una estatuilla animal, tallada en marfil hace 35.000 años, en lo profundo de una cueva. Pero este nuevo resto de una talla que originalmente se pensó que representaba un caballo, en realidad ha complicado las cosas: ahora, los investigadores no están seguros de si representa un león o un oso cavernarios.

Los investigadores encontraron previamente la cabeza de la estatuilla en la cueva Hohle Fels, en la región montañosa del Jura de Suabia, en la parte sur del país. La cueva, que se traduce como "roca hueca" en alemán, es parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y es bien conocida por sus artefactos del Paleolítico Superior (hace entre unos 50.000 a 12.000 años). En ese momento, la cabeza tallada, que se creía correspondía con un caballo, era la primera estatuilla de marfil conocida procedente de la cueva.

Pero la parte recién descubierta del "cuerpo" de la talla ha arrojado la interpretación equina por la ventana. "Todavía no podemos identificar con certeza la especie animal que representa", dijo Nicholas Conard (izquierda), profesor del Departamento de Prehistoria y Ecología Cuaternaria de la Universidad de Tübingen en Alemania, en la conferencia de prensa "Hallazgo del año" el pasado 27 de julio, según una declaración realizada.

La talla de marfil recién descubierta descansa donde se encontró en la cueva.(Crédito de la imagen: Alexander Janas/Universidad de Tubinga).

"La talla probablemente representa un oso", dijo Conrad. "La figura ahora tiene un cuerpo enorme, muestra la típica joroba del oso pronunciada a la altura de los hombros y se presenta en una postura que podría imitar el paso de trote de un oso", señaló.

Pero la talla también tiene características anatómicas similares a las de un león cavernario, que vivía en Eurasia en ese momento . "De ninguna manera es fácil identificar de modo fiable las representaciones artísticas de la Edad del Hielo, especialmente cuando se han conservado en forma tan fragmentaria", dijo Conard.

Después del hallazgo inicial de la cabeza en 1999, los investigadores desenterraron un total de cinco fragmentos de la estatuilla de marfil, incluido un pequeño trozo de mejilla. "Por lo tanto, tiene sentido buscar con mucho cuidado las partes que faltan de este animal en los próximos años", dijo Conard.

El enigmático animal tallado, visto desde el frente a la izquierda. (Crédito de la imagen: Ria Litzenberg/Universidad de Tubinga).

La pieza del "cuerpo" recién descubierta mide aproximadamente 4 centímetros de largo por 2,5 de alto y 0,6 de grosor. Quien la elaboró ​​detalló patrones de líneas finos y tallados deliberadamente en el mamífero. Al encontrar el cuerpo, los investigadores continuaron con las excavaciones y encontraron otro fragmento de marfil que podría ser la pata delantera izquierda de la criatura.

"Esta figura nos muestra a nosotros y a nuestros visitantes, como ningún otro, que el trabajo arqueológico nunca se termina", dice la Dra. Stefanie Kölbl (izquierda), directora gerente del Museo Prehistórico de Blaubeuren (Urmu), que también es una sucursal del Museo Estatal Arqueológico y un museo de investigación de la Universidad de Tübingen. En el edificio contiguo al museo se leen minuciosamente los hallazgos realizados en la cueva de Hohle Fels. "Es fascinante ver a los arqueólogos trabajando allí con lupas y pinzas", dice la Dra. Kölbl, "y aún más fascinante darse cuenta de que de alguna manera nada parece perderse durante este largo, largo tiempo, y podemos esperar".

Las piezas están ahora en exhibición en el Museo Prehistórico de Blaubeuren (URMU).

Un estudio sobre el nuevo hallazgo, elaborado por la cultura paleolítica Auriñaciense, se publicó en el número actual de la revista Archaeological Excavations in Baden-Württemberg, publicado por la Oficina Estatal de Preservación de Monumentos de Baden-Württemberg.

Una vista de las excavaciones en la cueva de Hohle Fels en 2022.

Fuente: livescience.com | 7 de agosto de 2023

Revelan cómo se veía una mujer que vivió en la Tierra hace 45.000 años

Una aproximación facial de la mujer Zlatý kůň ofrece una idea de cómo pudo haber sido hace 45.000 años. (Crédito de la imagen: Cícero Moraes).

Un equipo de expertos han creado una aproximación facial de un individuo de 45.000 años de antigüedad el cual se cree que es el humano anatómicamente moderno más antiguo que se ha secuenciado genéticamente. El proceso y estas palabras pueden parecer confusos e incomprensibles, pero las siguientes cinco preguntas pueden ayudar a entender por qué es una gran noticia antropológica.

¿Cómo se descubrió?

En 1950 unos arqueólogos descubrieron un cráneo enterrado en las profundidades de unas cuevas en Chequia (República Checa). Como el cráneo estaba partido por la mitad, los investigadores creyeron que se trataba de dos individuos distintos. Sin embargo, gracias a la secuenciación del genoma (un proceso de laboratorio que determina la secuencia completa de ADN ) realizada décadas después, los científicos llegaron a la conclusión de que el cráneo pertenecía en realidad a una sola persona: una mujer que vivió hace 45.000 años.

El cráneo de la mujer conocida como Zlatý kůň, que tiene unos 45.000 años de antigüedad. (Museo Nacional de Praga - Martin FROUZ | AFP).

¿Quién es?

Los investigadores la bautizaron como la mujer de Zlatý kůň, o «caballo dorado» en checo, en alusión a una colina situada sobre la cueva. Los análisis posteriores de su ADN revelaron que su genoma tiene aproximadamente un 3 % de ascendencia neandertal. Esto significa que fue uno de los primeros humanos modernos que probablemente se aparearon con los neandertales, y que puede ser el material genético humano más antiguo en haber sido procesado.

¿Cómo se recreó su cara?

En un principio se sabía mucho acerca de la genética de esta mujer, pero poco sobre su aspecto. Sin embargo, los investigadores utilizaron datos recogidos de varias tomografías computarizadas (TC) de su cráneo que se realizaron en un estudio para crear esta aproximación. Sin embargo, al igual que los arqueólogos que desenterraron sus restos hace más de 70 años, descubrieron que faltaban trozos del cráneo, incluida una gran parte del lado izquierdo de la cara.

«Una información interesante sobre el cráneo es que fue mordido por un animal después de su muerte», dijo a Live Science en un correo electrónico el coautor del estudio Cícero Moraes, un experto en gráficos brasileño (izquierda). «Este animal podría haber sido un lobo o una hiena ([ambos estaban] presentes en la fauna en ese momento)».

Para reemplazar las partes faltantes, Moraes y su equipo utilizaron datos estadísticos compilados en 2018 por investigadores que crearon una reconstrucción del cráneo. También consultaron dos tomografías computarizadas, de una mujer y un hombre modernos, mientras creaban la cara digital.

«Una vez que tuvimos el rostro básico, generamos imágenes más objetivas y científicas, sin colorear (en escala de grises), con los ojos cerrados y sin pelo», dijo Circero Moraes.

«Después, creamos una versión especulativa con piel pigmentada, ojos abiertos, pelaje y cabello. El objetivo de la segunda es ofrecer un rostro más comprensible para la población general», agregó. El resultado es la imagen realista de una mujer con pelo oscuro y rizado y ojos marrones.

¿Cuáles son los datos más sorprendentes de esta reconstrucción?

Un rasgo que llamó la atención de los investigadores fue la robustez de su mandíbula. Moraes le comentó a Live Science: «Cuando los arqueólogos encontraron el cráneo, los primeros expertos que lo analizaron pensaron que se trataba de un hombre y es fácil entender por qué. Vemos que la estructura de la mandíbula de Zlatý kůň tiende a ser más compatible con los neandertales. Además, el cráneo también tenía características muy similares con el sexo masculino de las poblaciones actuales».

Una versión en blanco y negro de la aproximación facial. (Crédito de la imagen: Cícero Moraes).

El volumen endocraneal de la mujer, la cavidad donde se asienta el cerebro, era mayor que el de los individuos modernos de la base de datos. Sin embargo, Moraes atribuye este factor a «una mayor afinidad estructural entre Zlatý kůň y los neandertales que entre ella y los humanos modernos», dijo.

«Buscamos elementos que pudieran componer la estructura visual del rostro solo a nivel especulativo ya que no se aportaron datos sobre cuál sería el color de piel, cabello y ojos”, dijo Moraes.

Cosimo Posth (izquierda), un arqueólogo que ha estudiado ampliamente a Zlatý kůň, pero que no participó en el estudio, confirmó que gran parte de esta mujer sigue siendo un misterio.

«Los datos genéticos de Zlatý kůň en los que he trabajado no pueden decirnos mucho sobre sus características faciales», dijo Posth, profesor de arqueología en la Universidad de Tübingen en Alemania, a Live Science en un correo electrónico. «En mi opinión, los datos morfológicos pueden proporcionar una idea razonable de cuál podría haber sido la forma de su cabeza y rostro, pero no una representación precisa de sus tejidos blandos»

¿Quién está detrás de esta reconstrucción?

Cícero Moraes es un diseñador 3D brasileño especializado en reconstrucción facial forense, diseño y fabricación de prótesis faciales humanas, reconstrucción de escenas de crímenes y recuperación digital de patrimonio arqueológico. Ha recibido muchas distinciones gracias a sus aportes a la arqueología y contribuciones a la historia. En 2021 fue reconocido por Guinness World Records por el primer caparazón de tortuga impreso en 3D del mundo, además de recibir dos títulos de doctor honoris causa por sus contribuciones a la ciencia utilizando infografía 3D.

Fuentes: rionegro.com.ar | livescience.com | 1 de agosto de 2023

Hallazgo arqueológico excepcional en Córdoba: excavan un poblado con construcciones de piedra de hace siete milenios

El profesor de la Universidad de Huelva J. Carlos Vera fotografía una de las estructuras excavadas.

La RAE considera que algo “excepcional” es aquello que “constituye una excepción a la regla común”. Y hasta ahora la “regla común” en el periodo Neolítico del sur de la península ibérica era hallar ocupaciones en cueva y abrigos, siendo los poblados al aire libre mucho más escasos, habiendo sucumbido en la mayor parte de los casos al laboreo agrícola y a la acción del tiempo. Lo precario de sus estructuras, conformadas por chozas levantadas con materia vegetal, determinaba que apenas quedaran “hoyos” como testimonio de dichas construcciones: fosas, cubetas excavadas en el suelo y algún agujero de poste. Pero los trabajos realizados estos días en Zamoranos, en Priego de Córdoba, acaban de dar al traste con esa “regla común”.

La segunda campaña de excavación en el Cerro del Cercado, financiada por el Ayuntamiento de Priego de Córdoba y dirigida por Rafael María Martínez (izquierda), profesor del Área de Prehistoria de la Universidad de Córdoba, y en el que ha colaborado el profesor titular de la universidad de Huelva, Juan Carlos Vera, así como distintos estudiantes e investigadores vinculados en esta ocasión, a las universidades de Córdoba, Sevilla y Huelva, acaba de certificar la existencia de un poblado prehistórico de gran complejidad, con un uso bastante sorprendente del espacio ocupacional y que presenta estructuras arquitectónicas en piedra. Estas evidencias parecen corresponder a una aldea de al menos tres hectáreas en la que ha aparecido material constructivo, cerámicas y herramientas fabricadas con piedras de procedencias lejanas. E incluso elementos de adorno muy elaborados.

“Sí, esto es algo excepcional”, explica Rafael María Martínez, a pie de yacimiento, en mitad de un olivar que ha custodiado durante milenios un tesoro arqueológico que poco a poco está saliendo a la luz. “En el Mediterráneo occidental es muy difícil encontrar en el periodo Neolítico restos de poblaciones al aire libre, fuera de las cuevas. De hecho, durante un tiempo los investigadores consideraron en Andalucía un hábitat exclusivo en cueva, y, por tanto, se hablad de 'salida de las cuevas' para el caso de hábitats al aire libre, propios de momentos más recientes”.

Otra de las parcelas excavadas.

“Aun sabemos muy poco de nuestra etapa neolítica”, detalla. "Sí que hay bastantes testimonios de poblados construidos, durante la misma época, de forma muy elaborada en el interior de Europa, conformados por casas largas, y cuya silueta queda dibujada por los hoyos de postes dispuestos para la construcción de los alzados. En el Mediterráneo francés y español tenemos algunos vestigios, mucho peor conservados, por lo que resulta más difícil adelantar disposición y planta de las construcciones”. Hasta ahora.

Hace unos 7.000 años, 4000 años antes de la llegada de los fenicios, estos campos andaluces se encontraban ocupados por agricultores del Neolítico inicial, campesinos de la Edad de Piedra descendientes sobre todo de gentes de Anatolia que adoptaron la agricultura y la ganadería, y se mezclaron progresivamente con cazadores-recolectores europeos. Apenas llevaban unas pocas generaciones establecidos en el lugar, por lo que la dimensión de este hallazgo es excepcional.

Cerámica decorada con un soliforme hallada en el yacimiento.

Piedras delimitando espacios

"En uno de los sondeos hemos documentado grandes piedras colocadas verticalmente delimitando espacios”, explica Rafael María Martínez. “Estas estructuras fueron visibles en un único sondeo, aunque sabemos que hay al menos tres hectáreas de ocupación en el yacimiento prehistórico. Como poco. Para un sitio de esta cronología son palabras mayores”, insiste.

“Finalizados gran parte de los trabajos, son varias las ideas que claramente se nos comienzan a perfilar”, aduce. “Entre ellas, la obsolescencia definitiva del término 'Cultura de las Cuevas' para nuestro Neolítico Antiguo andaluz, vista las dimensiones e intensidad del poblamiento al aire libre en este sitio arqueológico. La duda surge al considerar esto como una norma o un rasgo que confirma su excepcionalidad”, se pregunta.

El equipo que ha trabajado en la excavación. Fernando E. Salas.

Aparte, este arqueólogo reitera que “la existencia de estructuras siliformes en cronologías tan antiguas, como las documentadas en la terraza superior, y, sobre todo, el desarrollo de una verdadera arquitectura en piedra 7.000 años antes del presente, de la que aún es precipitado adelantar su uso y significación. Sin duda, el futuro nos brindará grandes sorpresas que cambiarán nuestra percepción del Neolítico andaluz para siempre”, explica.

Una de esas interpretaciones tiene que ver con los primeros mineros. "En las inmediaciones de esta zona se ha documentado la existencia de vetas de hematites (óxido de hierro) de gran calidad, que muy probablemente se emplearon para elaborar cerámica de barniz rojo, llamada 'a la Almagra. Gran parte del sentido del poblado podría ser el acceso directo a las minas”, reflexiona Rafael. Y si algo dio riqueza en el mundo antiguo en el sur de la Península fueron los minerales, incluso con anterioridad a la Edad de los Metales", concluye.

Fuentes: cordopolis.eldiario.es | lavozdelsur.es | 2 de agosto de 2023