Un estudio genético revela una historia compleja sobre la colonización de las Islas Canarias

Foto: Reconstrucción del rostro de la famosa momia guanche del Barranco de Herques (también denominada "El Jacinto"), un hombre guanche de alta clase social que vivió en Tenerife hace 800 años.

La ocupación de las Islas Canarias tenía más de un milenio de historia antes de la llegada de los conquistadores castellanos y de que Cristóbal Colón se lanzase desde allí a un incierto camino hacia las Indias por una ruta virgen y desconocida. Los hallazgos arqueológicos y las dataciones con radiocarbono han desvelado que el archipiélago fue poblado por primera vez entre los siglos II y V d.C. por grupos procedentes del norte de África. Pero las conexiones de las comunidades aborígenes con la costa continental fueron muy limitadas hasta la aparición de los marinos europeos.

Esa historia prehispánica de Canarias es una caja de enigmas y sorpresas, desde las famosas momias guanches hasta una práctica sistemática de la violencia a pesar de no disponer de armas metálicas. Ahora, un nuevo estudio científico ha logrado desentrañar el puzle genético de esas poblaciones indígenas y cómo les afectó el aislamiento y la insularidad en su desarrollo. El escenario desvelado es mucho más complejo de lo que se pensaba.

Foto: Reconstrucción del rostro de una mujer procedente del norte de África, más concretamente de alguna población bereber con múltiples mezclas, denominada La Maguada de Umiaya, y que murió entre finales del siglo V y principios del VI. Proyecto Humiaga 977, liderado por la empresa Tibicena Arqueología y Patrimonio SL y por El Museo Canario. TIBICENA / PAR

Un equipo internacional de investigadores liderados por Javier González Serranoavier González Serrano, de la Universidad de La Laguna, ha logrado secuenciar el genoma de 40 individuos identificados en 23 yacimientos arqueológicos de las siete islas (Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife La Gomera, La Palma y El Hierro) que abarcan 1.300 años de historia, desde el siglo III al XVI. Se trata del análisis de ADN de los antiguos pobladores del archipiélago más completo que se realiza hasta la fecha. Los resultados se han publicado esta semana en la revista Nature Communications.

Una de las principales conclusiones de la investigación es que los aborígenes canarios eran pueblos muy similares genéticamente a los que habitaron la zona actual de Marruecos hace unos 5.000 años, en el Neolítico. Los genomas de estas cuatro decenas de individuos, que han sido comparados con los datos obtenidos en tres yacimientos del norte de África, muestran que estas comunidades quedaron aisladas en sus respectivas islas, casi sin contacto con el exterior hasta la llegada de los primeros europeos a partir del siglo XIV. En este sentido, Canarias se erige según los científicos en una ventana privilegiada para radiografiar el pasado del norte de África en los siglos anteriores a la conquista árabe del siglo VII.

"Hasta ahora, solo cazadores-recolectores y los primeros agricultores de Marruecos habían sido estudiados empleando técnicas paleogenómicas, lo que dificulta la comprensión de esta historia desde finales del Neolítico hasta la Antigüedad", han destacado González Serrano (izquierda) y Rosa Fregel (derecha, universidades de La Laguna y Stanford), otra de las coautoras del artículo.

Migraciones asimétricas

Los análisis en el laboratorio han revelado que la población indígena de las Islas Canarias se caracteriza por la mezcla de componentes de ancestralidad norteafricanos y europeos como resultado de la migración de los primeros agricultores de Europa al norte de África.

Además, la composición genética de los aborígenes muestra señales de otros flujos migratorios de origen subsahariano y un cuarto linaje que responde al movimiento de las poblaciones mediterráneas durante la Edad del Bronce o la Edad del Hierro hacia el sur.

a Datos disponibles del antiguo genoma completo del oeste de África del Norte obtenidos de la literatura: Taforalt, Kehf al Baroud e Ifri n'Amr ou Moussa; individuos descontextualizados de Tenerife y Gran Canaria, e individuos del yacimiento de Cendro en Gran Canaria. b Adscripción geográfica de los sitios arqueológicos considerados en este estudio. Los individuos de Canarias sin adscripción de yacimiento arqueológico no están incluidos en b: cinco individuos de Gran Canaria y Tenerife publicados previamente y un individuo de Fuerteventura generado en este estudio. c Datos de radiocarbono disponibles para los genomas autóctonos de Canarias. La línea de puntos en c indica el inicio de la conquista castellana (1402). El mosaico gris más oscuro indica el período en el que los indígenas de las Islas Canarias estuvieron en contacto con la gente de mar europea. Los genomas publicados anteriormente se indican en gris, mientras que los generados en este estudio se indican en otros colores. Mapas hechos con Natural Earth (https://naturalearthdata.com).

No obstante, los investigadores han observado diferencias significativas entre las islas. Por ejemplo, los habitantes de las tres más cercanas al continente (Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura) presentaban una mayor contribución genética del componente asociado a las poblaciones prehistóricas de Europa, mientras que los de las islas occidentales (El Hierro, La Palma, La Gomera y Tenerife) mostraban más aportación del componente prehistórico del norte de África. Estos datos sacan a la luz un modelo de colonización más complejo del que se planteaba hasta ahora.

"Dado que el impacto de las migraciones neolíticas europeas en el norte de África no fue homogéneo, este resultado se puede explicar de dos formas: o bien las migraciones humanas que afectaron al archipiélago fueron asimétricas, con algunas arribadas llegando solo a una zona, o bien las poblaciones que colonizaron las islas orientales y occidentales del archipiélago procedían de regiones diferentes del norte de África", han explicado los autores del estudio.

El autor principal del trabajo, Javier González Serrano, ha remarcado que "estas diferencias entre las islas orientales y occidentales parecen haber existido desde el comienzo del período de colonización aborigen, manteniéndose sin cambios a lo largo del tiempo. Esto es importante porque determina que, si existieron migraciones asimétricas entre las dos regiones, tuvieron que ocurrir al inicio del periodo de colonización aborigen".

Momia del Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria.

La conclusión del estudio viene a confirmar una serie de indicios que ya existían y que sugerían la existencia de ciertas diferencias entre los pobladores de las islas orientales y los de las occidentales, como la mayor variedad de inscripciones en alfabeto líbico-bereber en las primeras o la presencia en una sola isla, Gran Canaria, de un árbol "importado", la higuera.

La investigación aporta pruebas de que la insularidad se acabó expresando en el ADN de los pueblos de las siete islas, pero fue en las más pequeñas o con menos recursos (El Hierro, La Gomera, Lanzarote y Fuerteventura) donde más se aprecia una baja diversidad genética.

"Este panorama puede explicarse por un fuerte aislamiento, dando lugar a la reducción del tamaño efectivo de su población y descartando así la posibilidad de que hubiera migración frecuente hacia estas islas", concluye González Serrano.

Sala funeraria del Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria . En primer plano, los restos de una momia. Alejandro Ramos.

Como ya apuntaban algunos indicios arqueológicos, este estudio genético concluye que Gran Canaria, Tenerife o La Palma pudieron sostener en el pasado poblaciones de entre 30.000 y 60.000 personas, mientras que las condiciones de las demás islas hicieron que su censo de habitantes antes de la Conquista fluctuara entre 1.000 y 3.000.

El uso combinado de datos de ADN antiguo y carbono 14 ha permitido además estimar que la población de la isla de El Hierro, la más pequeña de Canarias, sufrió una importante reducción en torno al siglo IX, coincidiendo con un periodo de inestabilidad climática.

“Teniendo en cuenta que El Hierro es una isla con recursos limitados, los cambios de temperatura y lluvias que se produjeron durante el siglo IX podrían haber afectado en gran medida la disponibilidad de recursos naturales y la producción de cultivos, lo que es probable que provocara una mortandad importante”, indican los autores.

En cambio, ese fenómeno no se observa en Tenerife y Gran Canaria, islas de mayor tamaño y con más recursos, lo que probablemente permitió a sus poblaciones adaptarse y resistir a este periodo de inestabilidad, añaden.

Fuentes: elesapanol.com | el diario.es | 17 de agosto de 2023

Así es Paredes, la Leyenda del 'Sansón de Extremadura' narrada en un extraordinario Cómic


Esta novela gráfica a modo de cómic narra las primeras aventuras de Diego García de Paredes, un soldado tan histórico como legendario del Renacimiento español, tan socarrón como hercúleo, que formó parte de algunas de las batallas europeas más importantes del siglo XV y XVI, en ocasiones bajo el mando del Gran Capitán, despertando el asombro de figuras como Cervantes o Lope de Vega.

Su leyenda comienza en Cefalonia (Grecia) y hasta ahí puedo leer...


El creador de este proyecto es Ángel Miranda, el guionista detrás de otros cómics de ambientación histórica de España como ‘Lezo’ o ‘Espadas del fin del mundo’.


Un cómic de lujo cuya primera aventura consta de 112 páginas. Están divididas en tres historias o capítulos independientes de Paredes, cada una al cargo de grandes artistas con diferentes estilos, aunque en ocasiones, esto puede llegar a ser confuso para el lector, el tener tres estilos de dibujo diferentes en la misma historia. Encontrarás un elaborado apartado documental visual donde profundiza en las fuentes, el personaje y la época. Encuadernado en tapa dura, a color y con unas calidades sublimes, con generoso gramaje en sus hojas que facilitan el pasa de páginas sin problemas.

Como punto negativo, podríamos decir que la aventura se nos hace un poco corta y nos queda con ganas de muchas hazañas más del gran Paredes y para ello, tendríamos que esperar a la publicación de otra nueva aventura de nuestro héroe extremeño. También destacar que al tratar tres historias con tres dibujantes diferentes, puede resultar confuso ya que se rompe la narrativa visual.

En definitiva y en mi humilde opinión, se trata de una obra muy recomendable, no sólo para los amantes del cómic, sino para los entusiastas de la historia de España y de la Edad Moderna.

El ejemplar que hemos recibido para hacer esta pequeña reseña, nos han incluido el libro, tarjetas del cómic, un marcapáginas, un facsímil de la época, un mapa renacentista de Italia, varias láminas y un imán para la nevera de este héroe español, por lo que agradecemos a Ángel G. Miranda este detalle porque, realmente es maravilloso y rebosa de una calidad impresionante.

Para más información sobre cómo adquirir un ejemplar (en torno a los 20 euros): https://www.verkami.com/projects/35457-paredes-el-comic o a través de Ángel Miranda por DM en Twitter: https://twitter.com/Espadas_DFDM

Facsímil ambientado en la época de Diego García de Paredes, con textos en castellano del siglo XV-XVI.

Diego García de Paredes en la Historia:

Diego García de Paredes y Torres (Trujillo, 30 de marzo de 1468-Bolonia, 15 de febrero de 1533), más conocido como El Sansón de Extremadura, fue un militar español célebre por su extraordinaria fuerza física y sus múltiples hazañas. Combatió como capitán de infantería en las guerras de Italia, norte de África y Navarra. Duelista invicto en numerosos lances de honor; capitán de la guardia personal del Papa Alejandro VI; condotiero al servicio del Duque de Urbino y de la familia Colonna; coronel de infantería de los Reyes Católicos bajo el mando del Gran Capitán durante la conquista de Nápoles; cruzado del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros; Maestre de Campo del Emperador Maximiliano I, coronel de la Liga Santa y Caballero de la Espuela Dorada al servicio de Carlos V. Fue el soldado español más famoso de la época, admirado por sus contemporáneos como prototipo del valor, la fuerza y la gloria militar.

Desglose del libro:


Capítulo 1 - La leyenda de Diego García de Paredes

De capeador y pendenciero en las calles de Roma a guarda personal del Papa gracias a dejar patente su bruticia durante un “juego de la barra” con final violento. De allí pasará a ejecutar un asalto nocturno a la fortaleza de Montefiascone para mostrar su valía.

Dibujo Iván F. Silva, color Miguel Ángel Abad.


Capítulo 2 - Los tratos con el Conde Urbino

La desdicha se cierne sobre Paredes tras decapitar a un capitán de su propio bando, pero nuestro héroe escapará y se pondrá al servicio del Conde Urbino, que da rienda suelta a sus más alocadas ideas para ganar batallas y jugársela así a los papistas y los venecianos.

Dibujo Alejandro García, color Sonia Sánchez.


Capítulo 3 - Al servicio del Gran Capitán

Al fin la fortuna sonríe a nuestro temerario soldado, pero sus ansias por destacar frente al mismísimo Gonzalo de Córdoba acabarán por pasarle factura, en especial cuando decide enfrentarse él solo a todo el ejército turco de Cefalonia y sus temibles garfios.

Dibujo: Jagoba Lekuona, color Jorge Esteban Urabayen.

Portada: Dibujo Sergio Dávila, color Garluk Aguirre.

Autores

Ángel Miranda (Guión), Iván F. Silva (Dibujo), Alejandro García (Dibujo), Jagoba Lekuona (Dibujo), Ramón Vega (Guión), Miguel Ángel Abad (Color), Sonia Sánchez (Color), Jorge Esteban Urabayen (Color)

Hallan espléndidos mosaicos en una villa romana de la antigua ciudad de Pompeiópolis (Turquía)

Excavaciones llevadas a cabo en Pompeiópolis, una de las ciudades más grandes de la región de Paflagonia (Turquía) en cuanto a la superficie que se extendía en época romana, en nombre del Ministerio de Cultura y Turismo y bajo la dirección del profesor y arqueólogo Mevlüt Eliüşük, del Departamento de Arqueología de la Facultad de Letras de la Universidad de Karabük, han sacado a la luz estructuras arquitectónicas importantes así como varios mosaicos del finales del siglo II d. C.

Aunque las excavaciones en Pompeiópolis se vienen realizando desde hace ya diecisiete años, los esfuerzos de los arqueólogos se han centrado esta vez en una zona donde se han desenterrado notables restos de una antigua y opulenta villa romana que se extiende sobre una superficie de 1.600 metros cuadrados, y en la que se ha podido constatar un gran número de habitaciones con profusos elementos arquitectónicos y decorativos.

Eliüşük declaró al corresponsal de la agencia de noticias Anadolu (AA) que las labores de excavación continúan intensamente y que la antigua ciudad de Pompeiópolis destaca como la más importante de la región de Paflagonia.

Según afirma Eliüşük (izquierda): "Cuando examinas la geografía de su ubicación, compruebas que Pompeiópolis se encuentra en una importante ruta de carretera entre Sinop y Amasra. Tal como es hoy en día, la agricultura y el comercio fueron actividades muy destacadas en la antigüedad para esta ciudad a la hora de mostrar su poderío. El general romano Gneu Pompeu anexionó esta ciudad para Roma como resultado de las guerras que libró en la zona y cambió su nombre por el de Pompeiópolis. Los datos arqueológicos que obtuvimos muestran que el origen de la ciudad data de 10.000 a. C., es decir, ya existía desde mucho antes".

"La ciudad fue pionera en la región como capital en el siglo II d.C. En función de su riqueza, se detectan en la ciudad restos de edificios pertenecientes a la época del Imperio Romano".

"También hemos encontrado restos de fuentes en el interior de la villa y, en consecuencia, sistemas de conducción de aguas, así como varios suelos con mosaicos espléndidos que constituyen todo un espectáculo", añade Eliüşük.

"Los rasgos ornamentales muestran que los mosaicos pertenecen a la primera fase de uso del edificio. También hay mosaicos que todavía no hemos sacado a la luz. Actualmente estamos abriendo los mosaicos de la sección del atrio de la villa, en los cuales vemos una figura femenina con medallones y una carta que creemos que escribió a su marido, aunque se haya deteriorada bastante. Aparte de eso, otros mosaicos tienen los motivos estándar que podemos ver en los mosaicos romanos", continúa Eliüşük.

"Nuestro objetivo es crear un espacio accesible al público en cuanto se terminen las excavaciones, lo cual se prevé para final de año. Ya hay planes para hacer un museo y crear rutas guiadas que los visitantes y apasionados de la historia puedan recorrer y maravillarse de primera mano de la magnificencia de Pompeiópolis, una ciudad que siempre ha atraído a los profesionales de la arqueología", concluye.

Fuentes: ntv.com.tr | trt.nte. tr | arkeolojisanat.com | 3 de agosto de 2023

Este templo submarino recién descubierto desvela el poder que tenían los nabateos de Petra

Imagen aérea del vicus Lartidianus o barrio comercial del antiguo puerto romano de Puteoli.

Las ruinas de la antigua ciudad romana de Puteoli son una mezcla desordenada de muros derribados, pilares y suelos de piedra rotos, la mayoría sumergidos bajo un metro y medio de agua en la tranquila bahía italiana de Nápoles. Un día de verano de 2021, buceando por Puteoli, el arqueólogo de la Universidad de Nápoles, Michele Stefanile y su colega Michele Silani, de la Universidad Vanvitelli, descubrieron los restos de dos altares de mármol blanco bajo un amasijo de piedras y arena, casi como si alguien hubiera intentado ocultarla torpemente, recuerda Stefanile.

Cuando los investigadores volvieron más tarde para retirar los escombros de alrededor de la losa, encontraron inscripciones en latín grabadas en ella, dedicadas a un dios adorado hace 2000 años en los lejanos desiertos de las actuales Jordania y Arabia Saudí. Se dieron cuenta de que se trataba de un altar y de una prueba que los arqueólogos llevaban más de un siglo esperando descubrir.

En una reciente rueda de prensa, funcionarios del Ministerio de Cultura italiano anunciaron que el altar de la bahía de Nápoles procede de un templo que fue la avanzadilla más occidental de los nabateos, una tribu de comerciantes y mercaderes del desierto que prosperó en la periferia oriental del Imperio Romano hasta el siglo IV d. C. "De confirmarse, sería un nuevo hallazgo de gran importancia", afirma el arqueólogo del Instituto Arqueológico Alemán Will Kennedy. "Es realmente espectacular".

Un arqueólogo submarino agita los sedimentos de los restos de un altar de mármol blanco en las aguas de Puteoli (Italia). El altar pertenece a un antiguo templo de los nabateos, mercaderes del desierto cuya gran riqueza construyó ciudades como Petra, en Jordania. Los arqueólogos sospechan que el templo se encuentra bajo unos entre 30 y 60 cm de arena. FOTOGRAFÍA DE MINISTERO DELLA CULTURA.

Un descubrimiento "extraño"

En sus mejores tiempos, los enigmáticos nabateos fueron mercaderes e intermediarios clave que conectaban el Imperio Romano con los productos de lujo procedentes de Oriente. El autor romano Plinio el Viejo afirmaba que los ciudadanos-consumidores adinerados enviaban cada año asombrosas sumas de dinero a Arabia, India y China, lo que indicaba la importancia del comercio de codiciados productos como la seda, el incienso y las especias. Al controlar su paso por los desiertos de la península arábiga, los ricos nabateos financiaron un próspero reino cuyas ruinas, en lugares como Petra (Jordania) y Hegra (Arabia Saudí), siguen asombrando a los turistas.

Gran parte de ese comercio llegaba a Italia a través del puerto de Puteoli, hoy situado bajo la costa de la moderna Pozzuoli. Fundado por colonos griegos en el año 500 a. C., Puteoli se convirtió en el puerto más importante de los inicios del poder de Roma, y durante varios siglos todo tipo de mercancías, desde el grano egipcio hasta los leones del Coliseo, recalaban en Puteoli antes de dirigirse a la capital o a otras partes del Imperio. "Puteoli era la conexión de Roma con Oriente", afirma Stefanile.

"El altar recién descubierto, junto con otro hallado en las proximidades, demuestran que los nabateos también estuvieron presentes en Puteoli, pero los habitantes del desierto no eran conocidos por su destreza marinera y carecían de puertos propios. Encontrar pruebas de un templo nabateo en Puteoli es realmente extraño", afirma el historiador de la Universidad Northwestern (en Illinois, Estados Unidos) Taco Terpstra. "¿Por qué iban los nabateos a hacerse a la mar, recorrer medio Mediterráneo e instalarse en Puteoli? No era su especialidad".

Los restos de los altares descubiertos datan de la primera mitad del siglo I d. C., y son similares al altar (más grande y completo) descubierto en la misma área por pescadores en 1965. La inscripción en la base de ese altar, que dice «DVSARI SACRVM», revela que el altar estaba consagrado a Dusares, la deidad principal del panteón nabateo y única en la religión nabatea.

Una ciudad que se hunde resurge

Las pistas se conservaron por accidente geológico. Al igual que las cercanas Pompeya y Herculano, Puteoli está en el corazón de los Campi Flegrei, o "Campos de Fuego", un tramo de la costa italiana conocido por su actividad volcánica. El monte Vesubio, cuya erupción en el año 79 d. C. sepultó las ciudades de Pompeya y Herculano, se divisa en el horizonte hacia el este, y los geólogos han localizado otros 45 volcanes activos en la zona.

Los arqueólogos calculan que, en algún momento de la época romana, el suelo bajo el próspero puerto se hundió casi tres metros, inundando el paseo marítimo y sus edificios durante años o décadas. Pero la actividad volcánica también actúa en sentido contrario: hoy, las ruinas de Puteoli vuelven a levantarse. En la última década, el lecho marino se ha elevado casi un metro. Lo que comenzó en 2015 como un proyecto de arqueología subacuática es ahora parcialmente una excavación en tierra firme, y muchos de los templos, graneros y edificios comerciales que una vez bordearon el antiguo paseo marítimo de Puteoli están bajo unos pocos centímetros de agua.

Altar encontrado en los años sesenta del s. XX en la misma zona. En la parte superior de las losas del altar, hay ranuras que servían como nichos votivos para albergar «betilos», piedras sagradas que se veneraban como efigies de los dioses. Es importante señalar que la religión nabatea tradicionalmente no incluía representaciones figurativas de los dioses, sino que los dioses se representaban mediante estelas de culto o piedras erguidas. Sin embargo, posteriormente se descubrió un busto colosal de Dusares en Pozzuoli, que actualmente se encuentra en los Museos Vaticanos. En ese momento, su imagen se había vuelto completamente romano-helenizada y figurativa. Como líder del panteón nabateo, Dusares era identificado con Zeus y se representaba como un hombre con una barba rizada y espesa.

Espacios sagrados en suelo extranjero

Stefanile y sus colegas, Michele Silani y Maria Luisa Tardugno, investigadora de la Dirección General de Patrimonio de Italia, afirman que los nabateos debieron de tener una presencia visible en Puteoli. Utilizando drones y escáneres láser para cartografiar las ruinas submarinas desde arriba escáneres láser para cartografiar las ruinas submarinas desde arriba, Silani calculó que los altares recién descubiertos (parte de un templo más grande) se habrían situado en un lugar privilegiado hace 2000 años: a sólo 45 metros de la costa de la época romana, en una de las dos carreteras principales que subían desde la playa.

El templo habría desempeñado un papel fundamental para los mercaderes nabateos que se encontraban lejos de su hogar e intentaban proteger sus intereses económicos y sus creencias religiosas mientras estaban en suelo extranjero. "Necesitaban un templo para hacer tratos y acuerdos bajo la protección de sus dioses", explica Stefanile. "Esto les permitía celebrar ceremonias en los espacios sagrados de su tierra natal".

Al mismo tiempo, el templo era una especie de valla publicitaria para difundir la presencia de los mercaderes nabateos entre los clientes potenciales del ajetreado puerto, al tiempo que hacía un esfuerzo deliberado por conectar con la comunidad romana local. "Las inscripciones están en latín, utilizan mármol italiano y métodos de construcción italianos", explica Stefanile.

Representación del dios Dusares en el sur de Siria.

Una talla de mármol hallada en otro lugar de las ruinas de Puteoli describe lo que pudo haber ocurrido en el templo nabateo: en el año 11 d. C., quizá esperando la intervención divina en sus negociaciones o una bendición para el arriesgado viaje marítimo de regreso a casa, "Zaidu y Abdelge ofrecieron dos camellos a [el dios] Dusares". Por extraño que parezca hoy en día, no hay razón para dudar de que la ofrenda animal se enviara a través del Mediterráneo con el propósito expreso de sacrificarla: durante siglos, Puteoli fue el principal puerto de entrada de leones, avestruces, elefantes y otras bestias destinadas a entretener a las multitudes en las arenas romanas, señala Stefanile, así que ¿por qué no un par de camellos?

Según Terpstra, "la presencia nabatea en Puteoli era una combinación de puesto de escucha y oficina de promoción comercial". Ayudaba a proporcionar a los mercaderes nabateos recién llegados los conocimientos locales que necesitaban para conseguir los mejores tratos, al tiempo que tranquilizaba a los comerciantes romanos en el sentido de que los nabateos eran socios dignos de confianza con pocas probabilidades de desaparecer en la noche con sus arcas. "No estaban allí para disfrutar de la brisa marina o de las vistas", afirma Terpstra: "Debía ser de algún modo beneficioso para el comercio".

Stefanile y sus colegas excavan actualmente en Puteoli con la esperanza de descubrir el resto de las ruinas del templo, que el arqueólogo calcula que se encuentran bajo unos 30 centímetros de arena. La investigación podría ayudar a responder otras preguntas sobre el destino del antiguo puerto marítimo, como por qué tantos edificios parecen haber sido abandonados a las olas que suben lentamente, en lugar de ser reubicados a medida que la ciudad se hundía. "Tuvieron tiempo de trasladar a la gente", afirma Stefanile. "¿Por qué lo dejaron todo allí?".

Fuente: nationalgeographic.es | elretohistórico.com | 16 de agosto de 2023

El ADN desvela los secretos de Ötzi, 'el hombre de los hielos': era calvo y tenía la piel muy oscura

Hace una década se recreó el aspecto, a la izquierda, que tendría Ötzi. Un nuevo estudio sostiene que este hombre del Neolítico se parecía más a su momia de lo que se creía. P. DE LAS CIENCIAS / GETTY

Ötzi, 'el hombre de los hielos', la momia congelada de más de 5.300 años de antigüedad hallada en un glaciar de los Alpes, era posiblemente calvo y con la piel y los ojos oscuros. Esa es la sorprendente conclusión que acaba de arrojar un nuevo estudio genético de este famoso individuo prehistórico, la momia humana natural más antigua de Europa que ha ofrecido una visión sin precedentes de los europeos del Calcolítico (Edad de Cobre).

"El análisis del genoma reveló rasgos fenotípicos como una elevada pigmentación de la piel, ojos oscuros y calvicie de patrón masculino, que contrastan fuertemente con las reconstrucciones anteriores, que mostraban a un varón de piel clara, ojos claros y bastante peludo", explica el investigador Johannes Krause (izquierda), del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania) y uno de los autores del trabajo de investigación. "La momia en sí, sin embargo, es oscura y no tiene pelo".

Los hallazgos, publicados en Cell Genomics, sugieren que 'el hombre de los hielos' en vida se parecía más a la momia actual. El análisis genómico muestra también que tenía una ascendencia inusualmente alta de agricultores de la Anatolia temprana, superior a la de cualquier otra población contemporánea conocida en Europa del IV milenio a.C. El descubrimiento sugiere que Ötzi pertenecía a una población alpina bastante aislada, con un flujo genético limitado procedente de grupos de cazadores-recolectores.

El 19 de septiembre de 1991 dos montañeros alemanes en los Alpes de Ötztal –en un glaciar cerca de Hauslabjoch, en la frontera de Austria e Italia– encontraron un misterioso cadáver a 3.200 metros de altitud. Aunque al principio se pensó que se trataba del cadáver de un alpinista moderno, se trataba en realidad de un individuo que vivió entre 3350 y 3100 a.C. 'El hombre de hielo' del Tirol es una de las momias congeladas mejor conservadas y la más antigua con diferencia. Los investigadores han llevado a cabo muchos estudios para saber quién era, incluidas investigaciones sobre su composición genómica y genealogía ancestral.

Hallazgo del cuerpo momificado de un hombre en el glaciar Similaun en los Alpes de Otzal en Italia, a 92 metros de la frontera con Austria. LEOPOLD NEKULA (LEOPOLD NEKULA).

Un estudio anterior, de 2012, generó un genoma de menor cobertura que sugería una estrecha afinidad genética entre Ötzi y los sardos actuales (Cerdeña) y entre sus ancestros dominaba la ascendencia de genes traídos por los hombres de las estepas de Europa del Este —según estos resultados, su tono de piel habría sido mediterráneo-europeo—. Pero el nuevo trabajo, dirigido por un equipo de expertos italianos y alemanes, logró realizar un análisis genómico más completo y de mayor calidad que los logrados hasta ahora para conocer mejor la historia genética de Ötzi.

"Antes se pensaba que la piel de la momia se había oscurecido durante su conservación en el hielo, pero es de suponer que lo que vemos ahora es en realidad, en gran medida, el color original de la piel de Ötzi", ha desvelado Albert Zink (derecha).

El estudio también señala que la imagen anterior de Ötzi es incorrecta en otros aspectos. Al ser un hombre maduro, lo más probable es que ya no tuviera una larga y espesa cabellera, sino, como mucho, una escasa coronilla. De hecho, sus genes muestran una predisposición a la calvicie. "Es notable cómo la reconstrucción está sesgada por nuestra propia idea preconcebida de un humano de la Edad de Piedra procedente de Europa", añade Johannes Krause. "Hemos descubierto durante la última década que la piel clara solo se extendió masivamente en los últimos 5.000 años, probablemente como una adaptación a la agricultura. Hace 8.000 años todos los europeos occidentales y centrales tenían la piel oscura”. La momia tenía además genes que presentan un mayor riesgo de obesidad y diabetes de tipo 2, pero es probable que estos factores no entraran en juego gracias a su estilo de vida saludable.

Dibujo comparativo entre la antigua representación de Ötzi y la nueva derivada de su análisis genómico.

El nuevo análisis genético determina también los orígenes del 'hombre de los hielos', que tenía una ascendencia inusualmente alta de agricultores de la Anatolia temprana, superior a la de cualquier otra población contemporánea conocida en Europa del IV milenio a.C. Ötzi tiene más de un 92% de ancestros anatolios de los primeros agricultores, un hallazgo que recuerda la extraordinaria historia migratoria de los europeos.

"El equipo se sorprendió de no encontrar rastros de pastores esteparios de Europa del Este en el análisis más reciente del genoma del 'hombre de hielo'. Genéticamente, sus antepasados parecen haber llegado directamente de Anatolia sin mezclarse con grupos de cazadores-recolectores", ha detallado Krause. Los resultados también sugieren que los Alpes fueron una barrera genética, por lo que la población a la que pertenecía Ötzi no intercambió muchos genes con los pueblos del norte y el oeste de esas montañas.

De acuerdo con las estimaciones actuales, Ötzi medía aproximadamente 159 cm de altura, tenía 46 años y había pesado unos 50 kg. Tenía artritis, caries, enfermedad de Lyme y padecía de parásitos intestinales. Sobre la ropa del denominado 'hombre de hielo' se encontraron espiguillas de trigo primitivo de una variedad que se había cultivado en los valles que rodean a los montes Ötztal. Además, el lugar donde se halló el cadáver de Ötzi se encontraba en una antigua ruta de trashumancia de ganado, por lo que los investigadores dedujeron que Ötzi debía de haber pertenecido a una comunidad agrícola y ganadera del valle.

Fuentes: elespanol.com | elpais.com | Instituto Max Planck | 16 de agosto de 2023

Lugar sagrado y observatorio astronómico: nueva investigación sobre el recinto circular del Neolítico Medio de Goseck (Alemania)

Vista aérea del recinto circular del Neolítico Medio de Goseck. Crédito: Oficina Estatal de Gestión del Patrimonio y Arqueología Sajonia-Anhalt.

Del Neolítico Medio de Europa Central y Oriental (primera mitad del V milenio a. C.), se conocen alrededor de 150 recintos denominados circulares, disposiciones en redondel o elípticas, son zanjas aproximadamente concéntricas con un diámetro entre 40 y 250 metros y con empalizadas a su alrededor. Solo unos pocos de estos recintos han sido examinados arqueológicamente de manera exhaustiva y sistemática, y su función todavía se discute intensamente. Se han propuesto interpretaciones como lugares centrales de reunión, recintos ganaderos, estructuras defensivas, observatorios astronómicos o espacios para actividades rituales.

La reciente publicación de los resultados de la investigación del recinto circular completamente excavado de Goseck, Burgenlandkreis, Sajonia-Anhalt por la Dra. Norma Henkel (izquierda), aporta nueva evidencia para la interpretación de estas construcciones todavía enigmáticas. El artículo se titula "El complejo de zanjas circulares del Neolítico Mediode Goseck, Burgenlandkreis", de Publicaciones de la Oficina Estatal para la Preservación de Monumentos y Arqueología de Sajonia-Anhalt, Museo Estatal de Prehistoria (solo en alemán).

La zanja circular del Neolítico medio de Goseck [cultura Stichbandkeramik -cerámica de bandas punteadas (derecha)-, entre 4900 a 4600/4550 a. C.] fue descubierta en 1991 por Otto Braasch durante investigaciones arqueológicas aéreas. Entre 2002 y 2004 fue completamente excavado dentro de un proyecto de cooperación entre la Oficina Estatal de Gestión del Patrimonio y Arqueología de Sajonia-Anhalt (LDA) y la Universidad Martin-Luther Halle-Wittenberg (MLU).

Los espectaculares resultados de las excavaciones llevaron a la decisión de reconstruir completamente el complejo en el sitio; ha estado abierto al público desde 2005. Entre 2005 y 2013, siguió un proyecto a gran escala dirigido por el profesor François Bertemes (MLU), quien analizó la configuración del recinto circular dentro del paisaje poblacional contemporáneo.

El recinto circular de Goseck está compuesto por un foso, posiblemente una muralla frente a él y dos coronas de empalizadas concéntricas que delimitan el interior del conjunto. Tenía tres entradas: en el norte, sureste y suroeste. Se encontraron numerosos pozos tanto dentro como fuera de la construcción, la mayoría de los cuales contenían huesos de animales y cerámica. Numerosos hallazgos apuntan a una función sagrada del edificio.

Plano de excavación que muestra los ejes visuales alineados con los acimutes de fechas astronómicamente significativas (verde = entradas y aberturas principales) y otras posibles aberturas en la empalizada (rojo, con signos de interrogación), basado en la investigaciones de W. Schlosser y análisis de los restos arqueológicos. Se reconstruyeron algunos tramos de la línea de la empalizada. La cruz roja marca el centro aproximado del círculo.

En el área de la zanja circular, fragmentos de cráneos de ganado salieron a la luz con una frecuencia sorprendentemente alta; además, se encontraron alrededor de 30 núcleos de cuernos de ganado bovino. El ganado vacuno también es, con mucho, la especie representada con mayor frecuencia en el espectro óseo animal del recinto circular. Una especial importancia y significado simbólico del ganado es evidente para muchas culturas neolíticas.

Una vista dentro de la empalizada de madera reconstruida del círculo.

En la zona sureste, la empalizada exterior corta un foso de aproximadamente 1,6 por 1,3 metros. El hoyo es inusual por varias razones. Sus paredes fueron severamente quemadas. Se pueden encontrar pozos con rastros de fuego en Goseck en varios lugares del sistema de zanjas circulares. Además de las marcas de quemaduras, este pozo contenía huesos humanos de un individuo adulto. Solo se encontraron partes de las extremidades, faltaban huesos del torso o del cráneo. Dado que los huesos ya no tenían una composición anatómica, se puede suponer que fueron depositados en un estado parcialmente esqueletizado. Otro pozo contenía cinco falanges y huesos metacarpianos de una mano derecha humana. Los huesos fueron depositados en composición anatómica y pertenecían a un macho juvenil/adulto.

Además de estos hallazgos, las referencias astronómicas apuntan a una función sagrada del recinto circular. Desde una ubicación aproximadamente en el centro del edificio, el amanecer y el atardecer de importantes eventos astronómicos podrían predecirse y observarse con precisión en unos pocos días. Las líneas de visión más importantes pasan por las dos alcantarillas en el sureste y suroeste. Solo aquí se reflejan las aberturas en la empalizada en la zanja circular. Corresponden a los puntos de salida y puesta del sol en el solsticio de invierno (21 de diciembre). Otros pasajes en la empalizada apuntan al solsticio de verano (21 de junio) y Beltaine (30 de abril).

Dibujo del círculo de Goseck: las líneas amarillas representan la dirección en la que sale y se pone el sol en el solsticio de invierno, mientras que la línea vertical muestra l meridiana astronómica.

Imagen: Un modelo de la zanja circular de Goseck del periodo Neolítico: las aberturas en los anillos de la empalizada se utilizaron para observaciones astronómicas. Sin embargo, también se encontraron bajo tierra huesos de animales y humanos. Crédito Steffen Schellhorn.

Fuentes: idw-online.de | mdr.de | 8 de agosto de 2023

Excavan una aldea teotihuacana completamente desconocida en el Centro de la Ciudad de México

Zona arqueológica de Tlatelolco. TlatelolcoTV

Los restos de una aldea teotihuacana fueron desenterrados en la Ciudad de México. Estos vestigios permanecieron por varios siglos en los límites del Conjunto Urbano Nonoalco-Tlatelolco, hasta las últimas excavaciones realizadas por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El hallazgo de este pueblo había sido anunciado por el arqueólogo Francisco González Rul. Esto ocurrió entre 1960 y 1964, durante la construcción de los edificios icónicos de Tlatelolco, en la capital mexicana, y ahora las excavaciones recientes han sacado a la luz elementos arquitectónicos, tres sepulturas con ofrendas fúnebres y grandes cantidades de cerámica.

Enterramiento de época teotihuacana en Tlatelolco. Marisol Bautista Roquez.

Una aldea teotihuacana en el corazón de la ciudad

La aldea milenaria se puede ubicar alrededor de los años 450-650 de nuestra era, en el periodo en el que Teotihuacán alcanzó su máximo esplendor. Los investigadores reconocieron el sitio por los elementos de construcción en la zona.

En este lugar se conservan evidencias de canales, pisos, apisonados, alineamientos de piedra, huecos de poste y renivelaciones que alternaron con gruesas concentraciones de cerámica. También se encontraron, como se menciona más arriba, tres entierros humanos acompañados de cajetes pulidos con características teotihuacanas.

Foto: Las excavaciones revelaron que el asentamiento sustentaba la producción de cerámica. Crédito: Juan Campos Archaeological Salvage/INAH.

También se hallaron en una serie de canales que delimitaban las chinampas, una especie de balsas hechas con troncos sobre los que se depositaba tierra y materia biodegradable, creando así una especie de huertos flotantes. Enterrados en los canales, los arqueólogos han encontrado, aparte de numerosos recipientes de cerámica, una escultura en posición sentada a la que le faltaba la cabeza.

"Con estos nuevos hallazgos se ha consolidado y demostrado la existencia de una aldea de ocupación teotihuacana en el áres de Tlatelolco", explicaron los arqueólogos que dirigieron la investigación, Juan Carlos Campos Varela y Mara Abigail Becerra Amezcua.

También se han hallado objetos de finales del periodo azteca, datados entre los siglos XV y XVI. A esta época pertenece también el cráneo fragmentado de un hombre: debido a la ausencia de otros huesos, los expertos creen que se trataba de un prisionero de guerra que fue decapitado como sacrificio, pero investigaciones futuras pueden ayudar a aclarar este punto y completar la historia de este poblado cuando ya se encontraba bajo dominio mexica.

Cráneo de época mexica hallado en Tlatelolco. Melitón Tapia / INAH-Conaculta.

Una aldea de pescadores sobre un islote

El arqueólogo Francisco González Rul plasmó en su obra La cerámica de Tlatelolco, que antes de la fundación de Tlatelolco, pudo haber existido un poblado. A partir del estudio de la cerámica, expuso que este sitio fue una aldea de pescadores-recolectores, que practicaban el autoconsumo y el aprovechamiento del lago de Texcoco.

Campos y Becerra también refieren que esta población debió tener nexos de intercambio y dependencia con otros centros rectores teotihuacanos cercanos a la ribera poniente del lago, ubicados en Azcapotzalco y Tenayuca.

Una figurilla teotihuacana y otros elementos cerámicos indican que no se trataba de una simple zona rural. FOTO: INAH

“Las evidencias recuperadas en este 2023 permiten considerar que la economía de esta aldea no debió ser solo de autosubsistencia y recolección, sino de producción mixta, con un aprovechamiento lacustre excedente, quizás basado en la caza junto con una producción artesanal de cerámica o lítica, posiblemente especializada", explicaron los investigadores. «Se encontraron varios fragmentos de figurillas modeladas sólidas y articuladas, objetos de piedra verde, concha, ofrendas funerarias y variadas puntas de proyectil de obsidiana y pedernal”.

Fuente: ngenespanol.com | 8 de agosto de 2023