Un estudio revela que grupos neolíticos del sur de la península ibérica se asentaron en el sur de Andalucía hace 6.200 años

Emplazamiento del yacimiento del Campo de Hockey en el sur de la Península Ibérica. La línea roja de arriba marca la ubicación estimada de la costa durante el Neolítico. El rectángulo amarillo indica la ubicación de la primera excavación (2007-2008) y el rectángulo rojo indica la segunda excavación (2018)

Los primeros agricultores y pastores neolíticos de Andalucía se asentaron definitivamente en la isla de San Fernando, Cádiz, hace 6.200 años, donde continuaron recolectando y consumiendo mariscos durante todo el año, preferentemente en invierno. Esta es la conclusión de un estudio arqueológico liderado por Asier García-Escárzaga, investigador del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA-UAB) y del Departamento de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que demuestra que estas poblaciones ocuparon la isla durante todo el año.

Las investigaciones llevadas a cabo en las últimas décadas en el sur de la península ibérica han revelado muchos aspectos de la vida de los primeros grupos neolíticos en Andalucía. Estas poblaciones fueron las primeras en basar su subsistencia principalmente en la agricultura y la ganadería, más que en la caza y la recolección. Sin embargo, todavía quedaban preguntas por responder sobre los patrones de ocupación de los sitios (anual o estacional) y la explotación de los recursos marinos después de la adopción de un nuevo modelo económico.

En un nuevo estudio, publicado en la prestigiosa revista internacional Archaeological and Anthropological Science, se aplicó un análisis de isótopos estables de oxígeno a conchas marinas para abordar ambas cuestiones. Las conchas analizadas fueron recuperadas de los yacimientos del Campo de Hockey (San Fernando, Cádiz).

Metodología utilizada para la extracción de micromuestras de carbonato de calcio de la capa de aragonito en conchas de P. lineatus . a) La primera micromuestra de CaCO 3 se tomó de la parte interna del borde de la concha, y b) se tomaron micromuestras adicionales secuencialmente desde el borde de la concha hasta el ápice siguiendo la dirección de crecimiento (DoG)

La necrópolis del Campo de Hockey, excavada en 2008, se encuentra en la antigua isla de San Fernando, a sólo 150 metros del antiguo litoral. Las excavaciones, dirigidas por Eduardo Vijande, de la Universidad de Cádiz, permitieron documentar 53 tumbas (45 simples, 7 dobles y 1 cuádruple). La mayoría de ellas eran sencillas (tumbas simples en las que se entierra al individuo), pero lo que más destacó fue la existencia de 4 tumbas de mayor complejidad y monumentalidad, realizadas con piedras de mediano y gran tamaño consideradas protomegalíticas.

Unidades estratigráficas (UA) de las cuales se recuperaron conchas de 'P. lineatus' analizadas en esta investigación: SU 66 (A), SU 142 (B), SU 1406 (C), SU 1704 (D), SU 705 (E) y SU 1516. (F)

El yacimiento Campo de Hockey II, anexo al primer yacimiento y cuya excavación e investigación fue realizada por María Sánchez Aragón y Eduardo Vijande en 2018, permitió identificar 28 estructuras arqueológicas (17 hogares, dos concheros, cuatro tumbas y cinco estructuras de piedra).

La elevada presencia de fogones y restos de moluscos y peces en los basureros sugiere que la zona se utilizaba para el procesamiento y consumo de recursos marinos. Entre la información que se puede obtener del análisis de isótopos estables de oxígeno en conchas marinas está la posibilidad de reconstruir la época del año en la que murieron los moluscos, y por tanto en que fueron consumidos por poblaciones prehistóricas en el pasado.

Los resultados de esta investigación indican que los primeros agricultores que ocuparon la isla de San Fernando recolectaban mariscos durante todo el año, pero más en los meses más fríos de otoño, invierno y principios de primavera, es decir, de noviembre a abril. Esta información permitió al equipo científico concluir que estas poblaciones ocuparon la isla durante todo el año. "El tamaño de la necrópolis ya nos hacía creer que se trataba de un hábitat anual, pero estos estudios confirman la existencia de un asentamiento permanente hace 6.200 años", afirma Eduardo Vijande (izquierda), investigador de la Universidad de Cádiz y coautor del estudio.

La mayor explotación de marisco durante los meses más fríos del año coincide con el periodo anual de máxima rentabilidad de este recurso alimentario debido a la formación de gametos. Un patrón estacional de consumo de marisco basado en principios de coste-beneficio energético, similar al desarrollado por las últimas poblaciones de cazadores-recolectores de la península ibérica.

“Es decir, hay una mayor explotación de estos caparazones en los meses de invierno, ya que es la época en la que estos animales presentan una mayor cantidad de carne”, apunta Asier García-Escárzaga (derecha). Ello sugiere que, aunque estos nuevos grupos neolíticos habían cambiado su modelo económico, viviendo de la agricultura y la ganadería, en este asentamiento situado en un entorno insular la explotación del medio marino seguía teniendo gran importancia. Esta conclusión es crucial ya que sugiere firmemente que los patrones de explotación de los recursos litorales no fueron alterados significativamente por el modo de vida neolítico, contrariamente a las teorías anteriores.

El estudio forma parte de cuatro proyectos de investigación coordinados desde la Universitat Autònoma de Barcelona (PID 2020-115715 GB-I00) y la Universidad de Cádiz (FEDER-UCA18-106917 y CEIJ-015 [2018-2019]) en España, y el Instituto Max Planck en Alemania.

Fuente: Universidad Autónoma de Barcelona | 15 de febrero de 2024

¿El eje dominante Este-Oeste de Eurasia 'cambió la suerte de la historia'?

Imagen: Adapted from https://sketchplanations.com/the-continental-axis-hypothesis.

Una nueva investigación muestra que las barreras ambientales han influido en la difusión de las innovaciones culturales, pero no favorecieron de modo sistemático a Eurasia.

Jared Diamond (izquierda) propuso que el eje de orientación geográfico único de Eurasia impulsó una rápida difusión de innovaciones críticas entre sus sociedades, lo que condujo a un dominio cultural y militar sobre otras regiones.

Un equipo de ecologistas y evolucionistas culturales de EE. UU., Alemania y Nueva Zelanda aprovecharon extensas bases de datos culturales, ambientales y lingüísticas para probar estas afirmaciones. Descubrieron que las barreras ambientales han influido en la difusión cultural, pero no favorecieron sistemáticamente a Eurasia.

Guns, germs, and steel (Armas, gérmenes y acero, 1997) es el esfuerzo de Jared Diamond -ganador del premio Pulitzer por esta obra- para explicar las historias diferenciadas de los nativos americanos, africanos y aborígenes australianos frente a los europeos y asiáticos. Una de sus intrigantes propuestas fue que el dominio político y militar de Eurasia podría explicarse en parte por su orientación continental única. El singular eje dominante Este-Oeste de Eurasia podría haber permitido una rápida difusión de las prácticas de domesticación, los sistemas de escritura, la rueda y otras innovaciones culturales clave y, por lo tanto, podría haber puesto a Eurasia en el camino de un desarrollo más rápido que África o las Américas. En palabras de Diamond, “la geografía pudo haber 'cambiado la suerte de la historia'”. La hipótesis del eje de orientación fue recibida con abundante entusiasmo y duras críticas, pero las pruebas cuantitativas de esta importante afirmación han sido escasas.

En un nuevo estudio, un equipo interdisciplinario de investigadores de la Universidad de Washington, en St Louis, y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig, han aprovechado un conjunto completo de datos sobre las diferencias globales en cultura, idiomas y ecología para probar la hipótesis de Diamond.

La primera autora de este estudio, Angela Chira (izquierda), del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, explicó: "Nuestro primer desafío fue traducir lo que Diamond imaginó en números. Hemos utilizado algoritmos de rutas de menor coste para encontrar aquellas que minimizaran las diferencias de los regímenes de temperatura y aridez entre las sociedades analizadas. La longitud y el coste de estas rutas nos dan la magnitud de las barreras ecológicas en la transmisión cultural entre dos sociedades, precisamente como las imaginó Diamond".

El equipo cuantificó el potencial de los parámetros ambientales asociados con la latitud para influir en la facilidad de transmisión de 54 rasgos que cubren diversos aspectos de la vida cultural y social (subsistencia, ecología de la vivienda, reglas de propiedad, matrimonio y parentesco, organización comunitaria, política, trabajo y rituales). De acuerdo con el pensamiento de Diamond, el equipo encontró que los factores ambientales y los costes topográficos y de viaje obstaculizan la difusión de una amplia gama de rasgos culturales, incluidos algunos que se relacionan directamente con el desarrollo social (por ejemplo, el modo dominante de subsistencia, el tipo de animal doméstico, los rasgos de complejidad política). Sin embargo, los hallazgos de la investigación muestran que, contrariamente a las expectativas manifestadas por Diamond, Eurasia es tan ecológicamente heterogénea como otras regiones de nuestro mundo.

Las barreras ambientales en la transmisión cultural no fueron más débiles en Eurasia

Posteriormente, el equipo calculó las barreras ambientales en la transmisión cultural de 16 áreas clave, es decir, los centros donde se originó la agricultura. Descubrieron que la magnitud de las barreras ambientales puede variar sustancialmente dentro de un mismo continente. Como intuyó Diamond, los mecanismos geográficos fueron significativos en algunas áreas, pero el eje dominante del continente no dictaba de manera uniforme el potencial de difusión cultural.

La heterogeneidad ambiental a lo largo de los principales corredores de transmisión cultural de Eurasia no fue significativamente menor que la observada en otros continentes. Uno de los autores, Russell Gray (izquierda), del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, resume los resultados diciendo: "Nuestros hallazgos señalan que la geografía, como la genética y la ecología, importa, pero no es el destino".

El autor principal del estudio, Carlos Botero (derecha), de la Universidad de Texas, en Austin, concluye con una advertencia: "No pretendemos, de ninguna manera, tener una respuesta definitiva sobre si las ruedas de la historia giraron a diferentes velocidades en distintas partes del mundo. Lo que pretendemos, en cambio, es proporcionar una nueva perspectiva basada en datos cuantitativos y análisis exhaustivos, y un plan sobre cómo las herramientas y los datos que ya tenemos pueden aprovecharse para probar ideas convincentes que han moldeado fuertemente la comprensión del público sobre nuestro propio pasado".

Fuente: Instituto Max Planck | 14 de febrero de 2024

La producción de arte rupestre más antigua de Sudamérica empezó hace 8.200 años

La arqueóloga Guadalupe Romero Villanueva registra las pinturas en la cueva Huenul 1, en el noroeste de la Patagonia Argentina. ANAHI RE (AAAS).

Hace miles de años, un grupo de humanos comenzó a pintar con pigmentos rojos, amarillos, blancos y negros las rocas de una cueva en el sur del mundo. Los diseños, sobre todo formas geométricas, se acumularon con el paso del tiempo. Pero la fecha precisa en que se hicieron los dibujos se desconocía hasta ahora, cuando un grupo de científicos argentinos, chilenos y un estadounidense ha logrado datar las pinturas rupestres de la cueva Huenul 1, en la Patagonia argentina, tras más de una década de trabajo. La producción artística se inició allí hace 8.200 años, según la investigación publicada este miércoles en la revista Science. La antigüedad que han logrado establecer los arqueólogos precede en varios milenios los registros anteriores y ubica a las imágenes como las más antiguas de Sudamérica fechadas hasta ahora de forma directa.

“Es un hito para los registros del arte rupestre en Sudamérica”, dimensiona la arqueóloga Guadalupe Romero Villanueva (izquierda), autora principal de la investigación publicada en Science, una de las grandes revistas dedicadas a la ciencia. "El hito es haber logrado medir la antigüedad de las pinturas de forma directa por carbono 14", explica Es una forma de establecer la temporalidad de una evidencia de forma precisa, pero solo puede hacerse cuando los materiales hallados lo permiten. “Estos estudios son muy complejos y no siempre hay buenos resultados”, aclara la científica.

La arqueóloga explica que gran parte del arte rupestre en el mundo, en cambio, está datado de manera relativa. Es decir, asociando una cronología conocida de otra evidencia del mismo sitio o de sitios relacionados. Es una forma válida de asignar una temporalidad, explica Romero Villanueva, pero no arroja datos exactos. Así, por ejemplo, se estima la antigüedad de pinturas como las halladas en el parque nacional de Chiribiquete, en Colombia, que podrían tener 20.000 años, según los especialistas que trabajan en este sitio.

La cueva Huenul acogió a generaciones de pintores visitantes a lo largo de 3000 años. GUADALUPE ROMERO VILLANUEVA.

Una serie de “golpes de suerte” acompañó el trabajo de los científicos y les permitió analizar los materiales de manera directa y publicar los resultados en Science. “Había suficiente masa de carbón y no había capas de contaminación”, explica Romero Villanueva. De acuerdo con las cuatro mediciones que los arqueólogos pudieron hacer, la pintura más antigua que analizaron data de hace unos 7.600 años y las otras tres están fechadas hace unos 6.200, 5.600 y 3.000 años, de acuerdo con los datos calibrados por los científicos. Para pulir aún más esa información, los investigadores hicieron un modelado estadístico que les permitió precisar el inicio de la producción artística en la cueva hace 8.200 años.

Romero Villanueva, que es investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina y del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, empezó a analizar las expresiones de arte en las paredes de la cueva Huenul 1 hace una década junto con Ramiro Barberena (derecha) —las escasas investigaciones anteriores databan de los años setenta y ochenta—. La arqueóloga estimaba que la mayoría de la producción artística se había hecho en los momentos de mayor intensidad de ocupación de la cueva, hace 2.000 años. “La sorpresa fue que algunos de los motivos [las pinturas] son muy tempranos”, señala Romero Villanueva.

Hace más de 8.000 años, los habitantes del noroeste de la Patagonia pintaron arte rupestre en las paredes de la cueva Huenul. En la foto imagen geométrica en forma de peine. GUADALUPE ROMERO VILLANUEVA.

Por la cantidad y variedad de imágenes rupestres que contiene, la formación es única en la región. La cueva, ubicada en el norte de la provincia argentina de Neuquén, tiene más de 440 motivos pintados con pigmentos diluidos y aplicados con los dedos o con algún utensilio. Los dibujos son, principalmente, formas geométricas impresas en las rocas en diferentes momentos de creación artística distanciados por cientos de años. Los científicos han identificado, sin embargo, una “continuidad en el estilo, los colores y los materiales” usados en la producción de las pinturas, lo que convierte la zona en un “lugar persistente”, es decir, un espacio que diferentes poblaciones ocuparon de forma reiterada.

Los hombres y mujeres que frecuentaban la cueva eran cazadores y recolectores que la ocuparon en episodios breves y poco intensos pero recurrentes. Esos periodos ocurrieron, sobre todo, en momentos tardíos del Holoceno, el periodo geológico que llega hasta la actualidad. "Mientras esos humanos habitaron allí, un periodo de aridez extrema los expuso a condiciones nuevas y los obligó a generar estrategias para ser resilientes”, indica Romero Villanueva. El arte sobre las piedras fue crucial en ese proceso.

Una parte de las pinturas en la cueva Huenul 1. GUADALUPE ROMERO VILLANUEVA (AAAS).

Una estrategia para la resiliencia socioecológica

Los científicos sugieren que “los eventos pictóricos estandarizados” que atravesaron a más de 130 generaciones en la cueva patagónica estudiada por Romero Villanueva y su equipo “buscaban mantener redes de seguridad a gran escala, almacenando información arraigada en la memoria colectiva y garantizando la preservación social más allá de la tradición oral”. El arte rupestre (...) facilitó la conectividad social y biológica en un paisaje hostil y escasamente poblado”, indica el estudio. De esa forma, agrega Romero Villanueva, "permitió transmitir lecciones muy valiosas sobre estrategias humanas”.

Romero Villanueva aclara que “la información puntual” de las pinturas en las paredes de la cueva Huenul 1 está perdida y su sentido no es recuperable desde la arqueología”. Sin embargo, precisa: “Los estudios permiten inferir que lo que transmitían era información ecológica y social”. Era importante, por ejemplo, saber dónde había poblaciones humanas y si los vínculos con ellas eran buenos o dónde estaban los recursos. “Plasmar esa información en un soporte duradero ayudaba a hacer el paisaje más vivible y, sobre todo, les servía mucho a las generaciones futuras”, agrega la científica.

El desierto volcánico de alrededor de la cueva. GUADALUPE ROMERO VILLANUEVA (AAAS).

“Saber qué pasó y cómo se solucionaron problemas similares anteriormente puede ser un sustento y un motor para construir resiliencia humana”, continúa la científica. “Toda esta información acumulada tiene el potencial de mostrar modelos más o menos exitosos para lidiar con eventos como el cambio climático”, indica Romero Villanueva. El estudio publicado en Science concluye con esa idea: “Aumentar la resiliencia social al cambio es uno de los principales retos a los que se enfrenta hoy la humanidad. Aunque su gravedad pueda sugerir que no tiene precedentes, las sociedades humanas se han enfrentado a un sinfín de retos socioecológicos”.

Fuente: elpais.com | 15 de febrero de 2024

Descubren en Reino Unido un huevo romano intacto y con yema de 1.700 años: 'Absolutamente increíble'

Fotografía del huevo que ha sido escaneado. Oxford Archaeology

Cuando los miembros de Oxford Archaeology comenzaron a excavar en 2010 en Berryfields, a las afueras de Aleysbury, capital de Buckinghamshire, no podían imaginar lo que se podían encontrar. Al pie de una calzada romana encontraron un pozo que fue usado para producir cerveza, pero que en algún momento del siglo III d.C., cuando Roma aún gobernaba las islas británicas, los viajeros y los lugareños comenzaron a utilizar como lugar donde arrojar monedas y toda clase de ofrendas.

Los antiguos britanos romanos fueron tirando objetos votivos en busca de la fortuna, al igual que en la actualidad se depositan monedas en las fuentes. Estas ofrendas se fueron acumulando con la suerte de que el pozo quedó anegado y pudo sobrevivir mucha materia orgánica, de difícil conservación en los contextos arqueológicos de las islas británicas. Entre estas ofrendas se encontraron cuatro huevos de gallina.

A pesar del cuidado que pusieron los investigadores, tres de ellos estallaron dejando tras de sí el fétido aroma del azufre de hace más de 1.700 años. Solo uno quedó intacto y pudo salvarse. Las dudas surgieron en torno a su conservación hasta que el año pasado, Dana Goodburn-Brown (izquierda), conservadora arqueológica y científica de materiales, sugirió escanearlo para ayudar a decidir cuál era la mejor manera de preservarlo. Después de realizar una microtomografía computarizada descubrieron que aún conservaba la yema, la clara y una burbuja de aire.

Pozo donde se encontró la cesta con los huevos Oxford Archaeology.

Escáner y estudio

Edward Biddulph (derecha), director de proyectos de Oxford Archaeology, supervisó la excavación en su momento y afirmó que se cree que es el único huevo intacto de ese período en Reino Unido. "A menudo encontramos trozos de cáscara, pero no huevos intactos", explicó.

El "huevo de Aylesbury" se encontró junto a una cesta tejida, vasijas de cerámica, zapatos de cuero y huesos de animales. En época romana, los huevos tuvieron muchos significados simbólicos relacionados con la fertilidad y el renacer y con los dioses Mitra y Mercurio. En la antigua Britania se han encontrado muchos restos de cáscaras de huevo en viejas tumbas. Por lo tanto, se cree que esta canasta fue colocada en el pozo como una ofrenda funeraria.

Que aún conserve en su interior restos de líquido es algo que asombra a los expertos. "Podríamos haber esperado que se hubiera filtrado a lo largo de los siglos, pero todavía está ahí. Es absolutamente increíble. Puede que sea el huevo más antiguo de su tipo en el mundo", apuntó Biddulph, que además añadió que el cesto pudo haber contenido pan.

Imagen del escáner. DGB Conservation/ Buckinghamshire Council.

Este increíble hallazgo ha sido llevado al Museo de Historia Natural de Londres después de su escaneo. El director de Oxford Archaeology afirmó que fue un poco desalentador portar el valioso y frágil huevo en el metro, "aunque tampoco es que lo llevase en el bolsillo", matizó.

Allí consultó a Douglas Russell (izquierda), responsable principal de la colección de huevos y nidos de aves del museo, sobre cómo conservarlo y poder extraer el contenido sin romperlo. Una de las técnicas barajadas consiste en practicar un pequeño agujero para conocer más detalles sobre el ave que lo puso.

"Este es el huevo de ave preservado involuntariamente más antiguo que he visto", detalló Russel a la CNN. "Nadie ha visto algo así antes, por lo que cada etapa de la investigación está creando nuevos momentos de increíble potencial (...). Es muy emocionante", concluyó.

Dana Goodburn-Brown, quien tuvo la idea de escanearlo, afirmó que el huevo "es uno de los hallazgos arqueológicos más interesantes y desafiantes de investigar y conservar. Ser el conservador e investigador temporal de este huevo romano es, sin duda, uno de los aspectos más destacados de mis 40 años de carrera".

Fuente: elespanol.com | 13 de febrero de 2024

Recuperan un fragmento del friso del templo de Zeus en Agrigento (Sicilia) a unos 300 metros de la costa

El fragmento de mármol perteneciente al Templo de Zeus. BC Sicilia.

El paso del tiempo y el valor de cada hito histórico se mide por la magnitud de los descubrimientos que van ayudando a escribir esos capítulos que construyen el avance de nuestros antepasados y de las diferentes civilizaciones. Por ello, cada vez que se produce un gran hallazgo, como ha sucedido ahora en el mar Mediterráneo, se genera un gran revuelo.

Uno de los mares más importantes que bañan las costas de España ha sido el epicentro de un importante hallazgo. Y es que sus profundidades son ahora testigo de los vestigios de grandes civilizaciones que marcaron el mundo en el pasado. Recientemente, en la costa de Sicilia, unos arqueólogos encontraron un friso de mármol que ha generado un gran debate a su alrededor.

Y es que un equipo de expertos que ha analizado la pieza atribuyen este descubrimiento a una de las partes del templo de Zeus llegado desde la antigua ciudad de Akragas (hoy Agrigento). Ahora, este equipo de científicos sigue investigando para poder hallar toda la información posible que siempre suele haber en este tipo de restos tan valiosos.

El fragmento escultórico se recuperó a 9 metros de profundidad | Foto: BC Sicilia.

¿Qué esconde el friso del templo de Zeus?

El Templo de Zeus es una imponente estructura dórica situada en el Valle de los Templos de Agrigento (Sicilia) y está reconocido como uno de los más grandes jamás construidos en el planeta dentro de este estilo tan particular. Sus dimensiones son de 112 metros de largo y 56 metros de ancho.

Las historias que cuentan las crónicas del historiador griego Diodoro de Sicilia hablan de esta edificación como un templo que nunca se llegó a completar por culpa de la conquista cartaginesa de la citada ciudad de Akragas en el año 406 a.C. Esta majestuosa construcción ha sido golpeada en multitud de ocasiones a lo largo del tiempo por culpa de varios desastres naturales, especialmente de terremotos.

Finalmente, quedó tan deteriorado que años más tarde, en el siglo XVIII, sus materiales pasaron a usarse para realizar construcciones en zonas cercanas y levantar diferentes edificaciones. Y ahora, uno de sus impresionantes frisos ha sido encontrado en las profundidades del mar Mediterráneo, en una zona muy cercana a Sicilia.

El equipo de arqueólogos con la pieza extraída del agua | Foto: BC Sicilia.

Actualmente, la organización especializada BC Sicilia, encargada de las investigaciones, ha anunciado a través de un breve comunicado los diferentes puntos a destacar de este descubrimiento que ha tenido lugar en la moderna Agrigento, conocida en la antigüedad como Akragas. El fragmento ha sido hallado a una distancia de unos 300 metros de la costa de Sicilia y estaba escondido y oculto a más de 9 metros de profundidad.

La pieza encontrada, de aproximadamente 2 metros de largo por 1,6 metros de alto, está compuesta de mármol proconnesio que se cree que fue extraído de las canteras de la isla turca de Mármara. En el fragmento al que se ha tenido acceso se puede identificar la figura de un caballo que forma parte de la decoración que adornaba el tímpano exterior del templo.

En el citado comunicado, la organización sin ánimo de lucro BC Sicilia indica lo siguiente: "Esto probablemente sería una decoración frontal de mármol perteneciente al famoso Templo de Zeus, en particular un caballo rampante un elemento icónico en la representación artística del período griego". Ahora, la pieza será sometida a una gran batería de estudios y pruebas.

Fuentes: elespanol.com | facebook.com | 8 de febrero de 2024

Localizan 7 campamentos romanos de campaña en Lugo: lo que revelan sobre la actividad del ejército

Mapa de los campamentos romanos del noroeste. En amarillo, los nuevos: (1) A Costa, (2) As Pardellas, (3) O Monte Endemil, (4) Penoucos, (5) O Campo da Matanza, (6) A Lagúa e (7) O Vedro da Fame. Romanarmy.

El mapa de la presencia del ejército romano en el noroeste de la península ibérica sigue ganando en complejidad. Los investigadores del colectivo Roman Army han localizado siete posibles campamentos temporales relacionados con las acciones de las tropas de la Urbs en el moderno territorio de Lugo, que se convierte así en la provincia gallega con mayor número de evidencias arqueológicas vinculadas a actividades militares y de control del territorio.

Los nuevos recintos han sido identificados mediante distintas técnicas de teledetección —imágenes aéreas y de satélite combinadas con datos LiDAR— y labores de inspección superficial. A falta de realizar excavaciones sobre el terreno con el objetivo de estudiar las estructuras y recuperar algún material antiguo, los arqueólogos detallan en un artículo publicado en la revista Croa, editada por el Museo del Castro de Viladonga, que solo tres yacimientos ofrecen una "fiabilidad alta" de ser campamentos romanos. Se trata de A Costa (Arcillá, Cospeito), As Pardellas (Guillarei, Friol) y O Vedro da Fame (A Ermida, Riotorto).

Este último es el de mayores dimensiones del conjunto, con una extensión de 14,2 hectáreas que lo sitúan también entre los más grandes de Galicia. Presenta una morfología irregular como resultado de adaptarse a una elevación situada entre los cursos de los ríos Miño y Eo. Además, cuenta con varios lienzos defensivos que definen un espacio nuclear en la cima y un anexo en la ladera oeste de 2,6 ha, aunque no se ha podido determinar si fueron construidos durante la fundación del recinto o más tarde.

Ortofoto del vuelo americano (1946) y modelo digital basado en datos LiDAR del campamento de A Costa/Outeiro de Arcillá (Cospeito).

Los otros cuatro sitios —Monte Endemil (San Xoán do Mato / Saa, Palas de Rei), Penoucos (Fonfría / Barbeitos, A Fonsagrada), O Campo da Matanza (O Cádavo, Baleira) y A Lagúa (Airexe, Baleira / Pereira, Castroverde)— han sido considerados como "indicios probables" de campamentos romanos. La principal diferencia entre ambos grupos es que los de "fiabilidad alta" están mejor conservados y pueden compararse con otros recintos del noroeste peninsular bien conocidos.

La gran intensidad de los trabajos agrícolas sobre las supuestas estructuras del otro conjunto y su grado de degradación impide tener el mismo nivel de certeza. No obstante, los investigadores, liderados por Andrés Menéndez-Blanco, de la Universidad de Oviedo, señalan que los dan a conocer porque siguen la morfología característica de este tipo de yacimientos militares —la aplicación de un módulo rectangular regular a la topografía del lugar en el que se establecen— y "por la necesidad de recurrir a elementos cada vez menos conspicuos dentro del registro arqueológico para responder a nuestras preguntas de investigación".

¿Asaltos a castros?

"El hallazgo de estos asentamientos militares de carácter temporal ofrece datos relevantes para el desarrollo de nuevos marcos interpretativos sobre los movimientos del ejército romano en el moderno territorio gallego".

Los arqueólogos aseguran que los recintos de Penoucos y Campo da Matanza —ubicado según algunos relatos donde siglos más tarde, durante el reinado de Alfonso II, se registraría una batalla— subrayan la abundancia de fortificaciones de campaña entre las montañas orientales de Galicia y el occidente asturiano.

Plantas de los siete posibles campamentos romanos. Romanarmy.

"El extenso valle de Baleira pudo haber desempeñado un papel central en los desplazamientos del ejército romano a través del oriente lucense en sentido norte-sur", valoran en el estudio. "El otro conjunto de yacimientos, situado al oeste del Miño, presenta más dificultades interpretativas, pero también puede indicar el control de vías de comunicación y, sobre todo, cambia la distribución de los campamentos romanos en Galicia. Comienza a diluirse la imagen de dos 'islas' o concentraciones alejadas", valoran. "Los yacimientos de A Costa, O Alto das Pardellas y Monte Endemil, junto a otros localizados recientemente, llenan este espacio vacío del occidente lucense y el oriente coruñés, apuntando a una distribución más homogénea de los sitios en toda Galicia".

Por último, los arqueólogos también destacan que, más allá de las hipótesis relativas a las rutas y a las direcciones, "la presencia de poblados fortificados en el entorno de estos recintos tampoco puede ser ignorada a la hora de interpretar sus motivaciones". Y añaden: "Aunque no tengamos evidencias de asaltos o asedios a castros en las regiones gallega y asturiana, los indicios de interrelación entre asentamientos indígenas y campamentos son cada vez más numerosos".

El hecho de que estos asentamientos tuviesen una ocupación muy limitada en el tiempo reduce las probabilidades de encontrar materiales arqueológicos y dificulta su identificación precisa y su datación. El trabajo de investigación también está firmado por José Manuel Costa-García (Universidad de Salamanca), João Fonte (Universidad de Exeter), Manuel Gago Mariño (Universidad de Santiago de Compostela), Víctor Vicente García (xxVeterum Arqueólogos, S.L.) y Pablo López Fernández (arqueólogo).

Fuente: elespanol.com | 13 de febrero de 2024

Hallan un importante yacimiento con más de 105.000 restos que datan de hace 70.000 años en la provincia de Sichuan (suroeste de China)

Una fotografía aérea muestra una vista del yacimiento de Mengxihe en el condado de Lezhi de Ziyang, provincia de Sichuan, en el suroeste de China. (Xinhua/Liu Kun).

El descubrimiento de un yacimiento paleolítico denominado Mengxihe, en el condado de Ziyang, provincia de Sichuan, ha sido declarado como uno de los seis hallazgos arqueológicos más importantes de China durante el año 2023. La votación se realizó en un foro de arqueología, organizado por la Academia de Ciencias Sociales de China.

El yacimiento de Mengxihe data de hace entre 70.000 y 50.000 años, y ha producido abundantes herramientas de piedra, hueso y madera, fósiles de más de 30 tipos de animales, incluidos osos, peces y aves, una amplia gama de restos de plantas y rastros de actividades humanas como tallas, esquejes y uso del fuego.

“Es uno de los sitios paleolíticos más ricos en términos de restos materiales y elementos relacionados con las actividades humanas”, resalta el arqueólogo Zheng Zhexuan, director del Instituto de Arqueología Paleolítica del Instituto Provincial de Reliquias Culturales y Arqueología de Sichuan.

El arqueólogo Zheng Zhexuan muestra un diente de elefante desenterrado en el yacimiento de Mengxihe, en el condado de Lezhi de Ziyang, provincia de Sichuan, en el suroeste de China.

El yacimiento de Mengxihe fue descubierto en 2021 cuando un terraplén cercano se inundó, arrastrando fósiles de animales y restos de ébano. A continuación, el Instituto Provincial de Reliquias Culturales y Arqueología de Sichuan y el Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de la Academia de Ciencias de China llevaron a cabo un esfuerzo de rescate arqueológico de 2022 a 2023.

Unas 105.000 herramientas y fósiles de animales han sido desenterrados en el sitio, y más del 95 por ciento de tales herramientas están hechas de madera petrificada. Los restos de animales encontrados incluyen más de 30 especies, como elefantes, rinocerontes, osos, ganado, ciervos, monos, peces, tortugas, serpientes, ranas, aves, puercoespines y ratas de bambú, de acuerdo con el arqueólogo Zheng.

Trozo de caparazón de tortuga desenterrado en el yacimiento de Mengxihe.

"Estas herramientas desafían el concepto tradicional que considera que durante el período Paleolítico las herramientas de piedra eran a menudo pequeñas en la parte norte de China, mientras que en la parte sur eran grandes. Entre los que fabricaban grandes herramientas de piedra, la gente de Mengxihe también fabricaba pequeños artefactos de forma única y formaron una tradición regional duradera", resalta Zheng.

Wang Youping (izquierda), profesor de arqueología en la Universidad de Beijing, indica que los abundantes restos de plantas descubiertos en el yacimiento son los primeros encontrados de este período. A pesar de que han recuperado hasta ahora más de 30.000 piezas de restos de semillas y frutos, solo representan una proporción muy pequeña de todas las muestras recuperadas en 2023. Se encontraron ejemplares de melocotón, uva, ciruela, nuez y bellota, esto es, en su mayoría comestibles.

"La mayor parte de los yacimientos paleolíticos solo tienen herramientas de piedra y fósiles de animales, pero este tiene una gran cantidad de restos vegetales. Sabemos que los pueblos del Paleolítico vivían de la caza y la recolección de alimentos de origen vegetal. La primera teoría ha sido demostrada por los muchos fósiles de animales descubiertos antes, pero la segunda está siendo probada por primera vez", afirma Wang.

Foto: Punzones hechos de hueso y raspadores son algunos de los hallazgos desenterrados en el yacimiento paleolítico de Mengxihe. (Foto: China Daily)

Zheng resaltó que los restos de plantas son extremadamente difíciles de preservar, pero los que se hallaron en el sitio se encontraban en un ambiente especial saturado de agua.

La localidad de Ziyang ganó fama hace unos 70 años tras el descubrimiento del Hombre de Ziyang, un cráneo humano que data de hace 40.000 años y que es considerado como un importante representante del Homo sapiens. El yacimiento de Mengxihe está a unos 35 kilómetros de donde se encontró al Hombre de Ziyang.

Herramienta de hueso con una marca "X" tallada.

“El descubrimiento del yacimiento de Mengxihe enriquece la comprensión sobre la propagación del 'Homo sapiens' en China”, resalta Wang. Una teoría postula que hace unos 70.000 años, una súper erupción volcánica en el actual lago Toba, en Sumatra, Indonesia, causó un devastador episodio de enfriamiento. Se cree que la mayoría de las personas de otros continentes, además de África, murieron durante la helada, y después del episodio, el Homo sapiens abandonó África y comenzó a extenderse por todo el mundo.

“El yacimiento de Mengxihe puede aportar nuevas pruebas de esta teoría. El sitio se remonta aproximadamente a esta época, cuando hacía mucho frío. Pero las abundantes reliquias culturales muestran que las actividades humanas no cesaron entonces en el este de Asia, y su sociedad parece haber sido próspera”, indica Wang.

Piezas de ébano desenterradas en el yacimiento de Mengxihe.

“El yacimiento contiene varios rastros de las complicadas actividades de los antiguos humanos, como su desarrollo y empleo de artefactos de hueso y madera, el uso de animales y plantas, y tallas en huesos, piedras y bellotas. Anteriormente se creía que muchos de ellos habían aparecido bastante más tarde, lo que nos muestra una sociedad paleolítica complicada que puede ser subestimada”, detalló Zheng.

Wang también subrayó que "es uno de los enclaves paleolíticos más sistemáticos y con todos los elementos de China, que muestra la relación entre los humanos y el medio ambiente, y proporciona una visión vívida de las actividades humanas durante la época del Pleistoceno tardío".

Fuentes: spanish.peopledaily.com | today.line.me | infobae.com | 31 de enero de 2024