La dieta de los A. sediba se asemejaba a la de los chimpancés de hoy en día


Los ancestros conocidos hasta ahora tenían una «dieta» más blanda: juncos y pastos

El héroe de la salud global.




Explica Ciro de Quadros (Río Pardo, 1940) que cuando estudiaba Medicina en su Brasil natal, se dio cuenta de que la mayoría de las enfermedades tenían un fondo social y estaban relacionadas con la pobreza, de ahí que decidiera orientarse hacia la Salud Pública. Ahí comienza un compromiso social que es una de las señas de identidad de su biografía y le ha hecho merecedor del Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cooperación al Desarrollo. De Quadros ha sido galardonado por "liderar la eliminación de la polio y el sarampión de América, y por ser uno de los científicos más importantes en la erradicación de la viruela en todo el mundo".
Otro rasgo de su carrera es cómo ha conjugado ese compromiso con la evidencia científica y cómo ha sido capaz de ir más allá de la medicina. De Quadros ha sido planificador, estratega, gestor... y hasta negociador con grupos guerrilleros. Antes incluso de terminar su Máster en Salud Pública, en 1968, De Quadros ya había comenzado a trabajar en la Amazonia brasileña. Allí se propuso vacunar a toda la población atendida por su centro de salud, en una época en que la tasa de vacunación en esas regiones no llegaba al 10%.
Esta es otra de las constantes en la trayectoria de Ciro de Cuadros: fijarse metas que otros consideraban imposibles... y alcanzarlas. ¿Un utópico con suerte? "Mi suerte ha sido trabajar con equipos muy comprometidos y que todos mis proyectos hayan tenido éxito", afirma. Admite que ha sido más ambicioso que otros, pero añade que siempre ha fijado sus metas, aunque fueran difíciles, basándose en las posibilidades reales que le ofrecía el avance científico. "Cuando sabemos que contamos con recursos tecnológicos que nos permiten dar solución a los problemas de salud sería inmoral no aplicarlos", sentencia. Tan concretos han sido sus objetivos como tangibles sus resultados.
La labor que realizó en Brasil llamó la atención de la Organización Mundial de la Salud, que decidió enviarle a Etiopía para trabajar como epidemiólogo jefe del Programa de Erradicación de la Viruela. "Mi laboratorio es el terreno", comenta. De Quadros, que como médico atendió algunos de los últimos casos de viruela del mundo, no oculta la satisfacción por una intervención que ha marcado su vida: "Estoy orgulloso de haber participado en esa misión. Lo que se siente al contribuir a erradicar una enfermedad que ha causado millones de muertes es indescriptible".
El último caso de viruela del mundo fue diagnosticado en Somalia en 1977. Solo unos meses antes Ciro de Quadros regresaba a América, donde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) le hacía responsable de los programas de vacunación del continente. En 25 años y desde distintos cargos, desarrolló todas sus habilidades hasta lograr que la poliomielitis y el sarampión desparecieran del continente americano.
Reducción de la tasa de mortalidad infantil
Todo ello ha sido valorado por un jurado internacional cuyos miembros califican a De Quadros como "héroe de la salud global". Añaden que no solo ha investigado, sino que ha liderado e inspirado -aportando conocimiento- la lucha contra las enfermedades infecciosas con grandes éxitos.
Después de ser pieza clave en un proyecto diseñado por otros, como el de la erradicación de la viruela, inicia una etapa en la que él mismo marca los objetivos y cómo alcanzarlos. En 1981 y ante el escepticismo general decidió que acabaría con la poliomielitis en Brasil, donde se registraban un promedio de hasta 200 casos al mes. Aplicó ideas como crear los fines de semana dedicados a la vacunación En 1989 la enfermedad había desaparecido del país, y para 1985 la OPS ya le había encomendado seguir con el resto del continente.
La tarea encontró obstáculos de todo tipo, empezando por los conflictos que convulsionaban algunos países. De Quadros sacó a relucir sus dotes diplomáticas y de comunicador. En El Salvador logró que los fines de semana de vacunación se convirtieran en días de tranquilidad para el país. En Perú el acuerdo con el grupo guerrillero terrorista Sendero Luminoso no fue posible, pero De Quadros recurrió a los medios de comunicación y no cesó en las campañas de vacunación intensivas. En 1994 la poliomielitis había sido oficialmente eliminada del continente americano. El siguiente enemigo fue el sarampión, y la victoria llegó en 2002.
El jurado del Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento afirma sobre De Quadros en su acta: "Gracias a su trabajo se está más cerca de lograr el objetivo del desarrollo del milenio que persigue reducir en dos tercios las tasas de mortalidad de los niños menores de cinco años para 2015".
De hecho, su obsesión es lograr universalizar las vacunas disponibles: "El reto del futuro no será tanto el desarrollo tecnológico de las vacunas, sino cómo llevarlas de forma equitativa a toda la población". Y es en este punto en el que cobra todo el sentido su premio dentro de la categoría de Cooperación al Desarrollo porque, como percibió en sus años de estudiante, De Quadros liga la salud con el progreso de los países. Le gusta recordar que una población vacunada tiene un rendimiento mayor -ya sea escolar en los niños o productivo en los adultos-, por lo que contribuye más a la riqueza de un país.
Responsabilidad hacia la población
Su discurso es todo menos paternalista. Su estrategia se dirige a concienciar a los países en desarrollo de la responsabilidad que tienen hacia su población. "Hay que hacer un llamamiento a los ministerios de Salud, pero también a los de Economía y Finanzas y a los parlamentos, para que utilicen los recursos necesarios para financiar los programas de vacunación sin depender tanto de las ayudas internacionales".
Pero también hay un mensaje para el futuro centrado en el avance científico. De Quadros está convencido de que el siglo XXI será "el siglo de las vacunas": "En este siglo vamos a lograr vacunas para enfermedades que considerábamos crónicas o degenerativas, pero que ya sabemos o intuimos que pueden ser causadas por agentes infecciosos". Y junto a este objetivo general, otro más centrado en los países en desarrollo: la necesidad de conseguir vacunas contra las enfermedades de la pobreza, y de implementar programas para tratar las enfermedades desatendidas u olvidadas.
Son décadas de intensa labor sobre el terreno, pero De Quadros afronta estos retos con optimismo: "Cuando ya has logrado solucionar problemas de la humanidad, encuentras motivación para seguir trabajando".


Fuente: elcorreodealava.es
Imagen: Wikipedia.

La montaña de la basura junto a la Cumbre de la Tierra.






En lo alto de un tranquilo cerro rodeado de manglares en la periferia de Río de Janeiro uno se olvida del ruido de la Cumbre de la Tierra. Esta montaña no destaca por su altura, unos 60 metros del nivel del mar, pero sí por todo lo que significa. Justo aquí debajo, cubierto por una capa de 50 centímetros de arcilla, está el que fuera el mayor vertedero de Latinoamérica: el Gramacho. Esto es lo que queda de los 60 millones de toneladas de residuos que se estima fueron descargados en esta parte de la bahía de Guanabara entre 1978 y 2012.
Cerrado el pasado 3 de junio, antes de que comenzase Río+20, aquí se vertían 11.000 toneladas de basura al día y vivían removiendo entre los desechos 1.709 personas, a las que en Brasil se denomina "catadores" (recolectores). “Por este camino pasaban todos los días unos 900 camiones con residuos de Río de Janeiro y otros municipios, descargaban basura las 24 horas del día”, cuenta Lucio Vianna, que después de 14 años trabajando en el vertedero, sigue ahí coordinando ahora el proyecto de restauración. “Los 'catadores' también estaban siempre sacando residuos, aunque fuese de noche, se les veía a oscuras con pequeñas linternas”.
Son varios los documentales sobre el vertedero de Jardím Gramacho, como el que rodó Marcos Prado sobre “Estamira” (2004), una recolectora de basura de 63 años, o el de Lucy Walker, con el artista Vik Muniz, “Lixo Extraordinário” (2010). Era la visión más brutal de las desigualdades humanas: mientras los camiones iban vomitando los desechos generados por el consumo de la gran ciudad, los más desdichados debían rebuscar entre ellos todo aquello que aún tuviera valor para venderlo. “Gramacho genera en mí muchos sentimientos, aprendí a respetar a esas personas a las que se consideraba también como basura, aprendí mucho de ellos”, cuenta Vianna. “Me respetaban. Si veía a algún niño, agarraba al mayor que estuviera con él y lo sacaba del vertedero. No le dejaba entrar en varios días: No se volvía a ver a los niños”.
Creado en la época de la dictadura junto a una bahía con agua sin ningún estudio de impacto, sin impermeabilización del suelo, ni control de los líquidos filtrados o de los gases emanados, este basurero mastodóntico constituía una aberración para el medio ambiente y la salud. A partir de 1996 se fueron realizando una serie de mejoras importantes, pero aún así el Gramacho seguía siendo un problema. Cerrarlo implicaba un desafío tan grande como la montaña de desechos que no dejaba de crecer: había que buscar qué hacer con la basura, pero también con todos los 'catadores' que vivían de ella.
Este ejército de recolectores cumplía a su vez una labor fundamental en la gestión de los residuos. En una región en la que se está muy lejos de la cultura del reciclaje de Europa, ellos rescataban del vertedero cualquier material que pudiese reaprovecharse: plásticos, cartón, latas de aluminio, férricos… Como explica Vianna, se calcula que cada día sacaban de Gramacho 200 toneladas de material reciclable. Es mucho, aunque no lo parezca tanto en comparación con las 11.000 toneladas que entraban. Una vez que se consiguió crear un registro de ellos, muchos no tenían otra identificación que el chaleco con su número de 'catador'. Por eso se sabe que al cierre de Gramacho eran, exactamente, 1.709. Como detalla el responsable del vertedero, un 'catador' podía ganar rebuscando en la basura entre 1.500 y 2.000 reales al mes (entre 580 y 780 euros). “Desde 1978 a 2012 sacaron del vertedero más de que lo descargaban los camiones en un año”.
Hoy este basurero se ha transformado en una colina de tierra que ocupa 130 hectáreas. Por encima de ella discurren 40 kilómetros de pistas y ya se han perforado 120 pozos de gas de los 330 previstos. En los próximos 15 años, se extraerá el metano generado en el interior de la montaña, a la vez que se monitorean y tratan los líquidos que se filtran (lixiviado) y se vigila geotécnicamente todo el macizo. Para el año 2027, el antiguo vertedero tendría que ser un parque y la zona de alrededor tendría que haber recuperado los manglares destruidos. Mientras tanto, como cuenta Vianna, “Gramacho es ahora una industria de gas”. Se estima que los pozos abiertos generarán cada hora 20.000 m3 de biogás. De estos, 10.000 m3 se quemarán de forma controlada y los otros 10.000 serán purificados para ser comercializados. Para ello, a partir de octubre debe empezar a funcionar en el complejo una nueva planta de purificación de metano. “Será la mayor planta de purificación de biogás del mundo y la única de Brasil”, asegura con orgullo el brasileño.
Vertedero de Gramacho restaurado
Por supuesto, en este país queda todavía mucho por avanzar en gestión de los residuos, pues la principal opción sigue siendo el vertedero y la generación de basura sigue aumentando. Como se ha puesto de manifiesto en esta cumbre de Río+20, el problema está en el consumo de los humanos. Aún así, cerrar Gramacho supone todo un hito. Los residuos de Río de Janeiro se mandan hoy a un nuevo basurero “sanitario” mucho más moderno y seguro. Además, hay proyectadas seis plantas de separación de residuos en la ciudad para mandarlos a reciclar. Como explica Claudia Fróes, coordinadora de Residuos Sólidos del Ayuntamiento de Río, hasta ahora se realiza colecta selectiva puerta a puerta en 40 barrios de 162 posibles. Esta consiste en que una vez por semana se recoge una bolsa con todos los materiales reciclables juntos (vidrio, papel y cartón, plásticos, metales). “Esta colecta ahora no es precisa, pero queremos ampliarla y mejorarla”, comenta esta funcionaria. “Lamentablemente, esto no da votos, llevar agua o electricidad, sí, pero mejorar la recogida selectiva, no”.
¿Qué ha pasado con los 'catadores'? Se les ofreció un plan de reorientación durante 15 años, pero prefirieron coger todo el dinero de la indemnización de una vez, 14.000 reales (unos 5.400 euros). Muchos se han pasado al sector de la construcción y otros seguirán trabajando con residuos, ahora en las plantas de separación. “La nueva Política Nacional de Residuos Sólidos del país no permite que siga habiendo catadores, con el cierre de Gramacho, ya no quedan en el municipio de Río, y la tendencia es que vayan desapareciendo en todo el país”, incide Fróes.
Toda la transformación de Gramazo supone una inversión de unos 400 millones de reales en 15 años, financiada a partir de los fondos de carbono creados por la comunidad internacional en las conferencias mundiales de los últimos años como la que termina ahora en Río. Todo será financiado con el dinero que se percibirá por los 70 millones de toneladas de CO2 que se dejarán de emitir al año por el cierre del vertedero y el aprovechamiento del metano. 


Fuente: google.es

Los samurais de Coria del Río (Sevilla).



Hasekura Rokuemon Tsunenaga (支倉六右衛門常長?) (1571 - 7 de agosto de 1622), bautizado en España como Felipe Francisco de Faxicura, fue un samurái japonés que prestó servicios al daimyō de SendaiDate Masamune. Dirigió una misióndiplomática a México y luego a Europa entre 1613 y 1620, regresando después a Japón.



El acercamiento español

Los españoles comenzaron los viajes a través del Océano Pacífico entre Nueva España (actual México) y China, a través de su base territorial en Filipinas, siguiendo los viajes de Andrés de Urdaneta en el siglo XVIManila se convertiría en la base principal de la región asiática en 1571.
España estableció contactos con Japón, por un interés comercial con esa nación tan poblada y también en razón a que las naves españolas naufragaban periódicamente en las costas japonesas a causa del mal tiempo local. Los españoles además deseaban expandir la fe cristiana en Japón, pero los portugueses y los holandeses querían hacerse con el comercio japonés dejando fuera a los españoles, sin embargo se encontraron con una gran resistencia por parte de los jesuitas, que empezaron la evangelización del país en 1549.
En 1609, el galeón español San Francisco, debido a una tormenta, naufragó en la costa japonesa de Chiba, cerca de Tokio, mientras navegaba de Manila a Acapulco. Los marinos fueron rescatados y atendidos, y el capitán de la nave, Rodrigo de Vivero, se reunió con Tokugawa Ieyasu. El 29 de noviembre del mismo año se firmó un tratado, en el que se autorizaba a los españoles a establecer una fábrica al estilo europeo en el Este de Japón, podrían trasladar a especialistas en minería desde Nueva España, se permitiría a las naves españoles visitar Japón en caso de necesidad, y se enviaría una misión diplomática japonesa a la Corte Española.
Un monje franciscano llamado Luis Sotelo conversó con el Virrey Luis de Velasco, quien aceptó enviar un embajador a Japón en la persona del famoso explorador Sebastián Vizcaíno, con la misión anexa de reconocer las Islas del Oro y de la Plata que, según se creía, estaban al este de las islas japonesas.
Vizcaíno llegó a Japón en 1611, y tuvo varios encuentros con el Shōgun y con los señores feudales.El Shōgun decidió construir un galeón en Japón para permitir el regreso de Vizcaíno a Nueva España junto con una misión japonesa. El daimyō de Sendai, Date Masamune, se encargó del proyecto. Llamó a uno de sus servidores, Hasekura Tsunenaga, a liderar la misión. El galeón, llamado Date Maru por los japoneses y, posteriormente, San Juan Bautista por los españoles, tomó 45 días en ser construido, y contó con la participación de expertos técnicos del Bakufu, 800 constructores navales, 700 herreros y 3.000 carpinteros.

[editar]Viaje por el Pacífico

Después de terminado, el galeón partió el 28 de octubre de 1613, hacia Acapulco, México con 180 personas a bordo, incluyendo diez samurái del shōgun (enviados por el Ministro de la Marina, Mukai Shōgen), doce samurái de Sendai, 120 comerciantes, marinos y sirvientes japoneses y alrededor de cuarenta españoles y portugueses.
El galeón llegó a Acapulco el 25 de enero de 1614 después de tres meses en el océano, y fue recibida con una gran ceremonia. El mismo año zarparon haciendo escala en Cuba, y llegados a España mantuvieron conversaciones con Felipe III. Hasekura fue bautizado el 17 de febrero por personal de la capellanía real, y renombrado como Felipe Francisco Hasekura (Faxecura o Faxicura, según la transliteración del japonés de la época).

[editar]Francia

Después del viaje a España, la misión se embarcó hacia el Mediterráneo a bordo de tres fragatas hacia Italia. Pero el mal tiempo hizo que se establecieran en el puerto francés de Saint-Tropez, donde fueron recibidos por la nobleza local, y llamaron la atención en el pueblo.
La visita de la misión japonesa fue recopilada en la historia de la ciudad como "Felipe Francisco Faxicura, Embajador al Papa, de Date Masamunni, Rey de Woxu en Japón".
Algunos detalles pintorescos de estos movimientos fueron recopilados:3
Nunca tocaban la comida con sus dedos, sino que usaban dos pequeñas varas que ellos sujetaban con tres dedos.
Soplaban sus narices en papeles de seda suave del tamaño de una mano, que nunca lo usaban dos veces, así que ellos los arrojaban al suelo después de usarlos, y ellos estaban contentos de ver a nuestra gente alrededor precipitándose a recogerlos.
Sus espadas cortan tanto que ellos pueden cortar un papel suave poniéndolos sobre el filo y que el viento soplara sobre ellos.
Relaciones de Madame de Saint Tropez, octubre de 1615, Bibliotheque Inguimbertine, Carpentras
La visita de Hasekura a Saint Tropez supuso el primer contacto entre Japón y Francia.

Tras dos años de estancia en España, antes de proseguir su viaje a Francia, que continuó más tarde hasta Roma, algunos de los hombres de Hasekura decidieron quedarse en una ciudad próxima a Sevilla, Coria del Río, donde sus descendientes aún conservan el apellido Japón, según consta en las actas y archivos de su Ayuntamiento.

Fuente: Wikipedia.


Pastores africanos ya ordeñaban el ganado hace 7.000 años


Científicos británicos obtienen la primera prueba de producción láctea al hallar ácidos grasos de leche en una vasija


Un fresco encontrado en las montañas rocosas de Libia que data de al menos 7.000 años - ROBERTO CECCACCI

Los seres humanos domesticaban a sus animales y ya ordeñaban al ganado hace cerca de 7.000 años en el África subsahariana, según una investigación publicada en la revista «Nature» por un equipo internacional de científicos liderado por la Universidad de Bristol (Reino Unido).
Mediante una serie de análisis a ácidos grasos extraídos de una vasija de cerámica sin esmaltar que fue excavada en un sitio arqueológico de Libia, el grupo de investigadores ha demostrado que la presencia de estas grasas confirma que la vasija era un elemento utilizado para procesar la leche.
Según el informe, se trataría de la primera evidencia de la producción lechera en el continente africano, realizada por pastores prehistóricos del Sahara en el quinto milenio.
Los animales domésticos eran importantes para estas personas: el arte rupestre grabado y pintado que se encuentra en toda la región incluye muchas representaciones vivas de animales, en particular los bovinos. Sin embargo, «no existía ninguna prueba directa de que estos animales fueran ordeñados, hasta ahora», señala Nature.
Los investigadores de la Unidad de Geoquímica Orgánica en la Escuela de Química de Bristol y de la Universidad Sapienza de Roma, estudiaron la cerámica vidriada que data de alrededor de 7.000 años atrás, que se encontraba en el refugio Takarkori en las rocosas montañas de Tadrart Acacus, Libia.
Examinaron los ácidos grasos conservado en el tejido de la cerámica, con el uso de biomarcadores lípidos y análisis de isótopos de carbono estable. Estos encontraron que la mitad de las vasijas habían sido utilizadas para el procesamiento de grasas lácteas. Esto confirma por primera vez la presencia temprana de ganado domesticado en la región y la importancia de la leche a su pueblo de pastores prehistóricos.
Julie Dunne, estudiante de doctorado en la Escuela de Bristol de Química y una de los autoras del estudio, dijo: «Ya sabíamos lo importantes que eran productos lácteos tales como leche, queso, yogur y la mantequilla, que puede ser varias veces extraída de un animal durante su vida útil, para el pueblo de la Europa neolítica. Pero es más emocionante encontrar una prueba de que también fueron significativos en las vidas de los hombres prehistóricos de África», reseña la nota oficial del informe.

Sahara verde

Además de la identificación de la temprana producción lechera en la África Subsahariana, esta investigación también proporciona información sobre la evolución del gen de la persistencia de la lactasa, que «parece haber surgido una vez que la gente prehistórica comenzó a consumir productos lácteos», ha señalado Dunne.
«El análisis molecular e isotópico de los residuos de alimentos absorbidos en la cerámica, sin embargo, es una excelente manera de investigar la práctica de la dieta y la subsistencia de los pueblos primitivos. Se trata de un enfoque de mis compañeros y yo hemos aplicado anteriormente para determinar correctamente la cronología de la producción lechera, a partir del Creciente Fértil del Cercano Oriente y la difusión en toda Europa», ha explicado Richard Evershed, co-autor y profesor de química en la Universidad de Bristol.
El Sahara era hace 10.000 años, un lugar más húmedo y verde. En cuyos habitantes era cazadores y recolectores que vivían una vida semi-sedentaria. Utilizaban la cerámica, la caza de animales silvestres y recolectaban cereales.
La situación cambió hace 7.000 y 5.000 años, cuando la región se volció más árida y la gente adoptó un estilo de vida nómada.

Fuente: http://www.abc.es/20120620/ciencia/abci-vasijas-vida-diaria-sahara-201206201801.html

Zodíacos en iglesias y catedrales.



El pasado domingo la prensa aragonesa se hacía eco de un hallazgo sorprendente: la aparición de un zodiaco hasta ahora desconocido en el ábside central de la catedral de Jaca, en Huesca.

El descubrimiento se produjo mientras Antonio García Omedes —experto en arte románico— estudiaba uno a uno los sillares que forman los muros del temple en busca de marcas de cantería.
Fue entonces cuando se percató de la existencia de seis sillares en los que se intuye —la piedra fue repicada en algún momento para ocultar las figuras— la presencia de sendos signos del zodiaco: tauro, acuario, sagitario, piscis y otros dos aún por identificar.
García Omedes ha llegado a la conclusión de que posiblemente el zodiaco completo estuvo en su día en el ábside original del templo, y que durante las últimas obras —datadas en el siglo XVIII— aquellos signos se consideraron "inadecuados", por lo que se ordenó su eliminación.
Aunque la presencia de zodiacos de este tipo en templos medievales no es algo extraordinario —de hecho es bastante habitual—, son muchos los turistas y fieles que se sorprenden al descubrir estos signos paganos en construcciones cristianas. ¿Cuál era su función?
Lejos de explicaciones fantásticas y pretendidos mensajes ocultos que algunos se empeñan en ver en estas singulares muestras de arte, los zodiacos de iglesias y catedrales tenían una función lógica para la doctrina cristiana, a pesar de su origen pagano.
Lo más habitual es encontrar estas representaciones en las fachadas de los templos, rodeando la imagen de Cristo. En estos casos, no es extraño que este vaya acompañado también por los doce apóstoles, de modo que la escena identifica a Cristo con el Sol, y a los apóstoles con los signos del zodiaco.
Los ejemplos más antiguos de zodiacos "cristianizados" datan del cristianismo primitivo, pues se han encontrado representaciones en algunas basílicas paleocristianas. Esta misma iconografía, idéntica, la encontramos en obras de arte de fines de la Antigüedad, en las que se representa a los dioses MitraFanes o Aiôn.
Estos aparecen enmarcados por la rueda del tiempo, con los doce signos del zodiaco representados en ella. En estos ejemplos paganos, el dios representado simboliza al "Señor eterno" que garantiza el movimiento sin fin y circular.
Estos ejemplos paganos tenían como función recalcar que la eternidad se produce como consecuencia de la sucesión infinita de los "retornos incesantes".
En el caso de Cristo, por el contrario, esta "rueda del tiempo" no es una alusión a un tiempo cíclico y circular, sino a que el tiempo se mueve solo hacia adelante, hacia una meta inevitable: la llegada del fin de los tiempos y la segunda venida de Cristo.
¿Cómo se produjo esta copia de elementos paganos por parte del arte cristiano? En los primeros siglos del cristianismo, la nueva religión rivalizaba con doctrinas paganas de gran importancia y difusión. Así que la naciente Iglesia vio con buenos ojos la idea de apropiarse algunas de las características de las divinidades de estos cultos paganos.
En el caso de los zodiacos, los cristianos de la época primitiva adoptaron esta iconografía de Mitra o Fanes sin cambios notables. Y así terminó pasando a templos posteriores, siendo frecuente su representación en iglesias y catedrales de época medieval, tanto en esculturas como en vidrieras.
Además del mensaje sobre la 'parusía' o segunda venida, la imagen de Cristo rodeado de signos zodiacales —y habitualmente también de los símbolos de los meses— transmitía también la idea de que el Salvador era el señor del Cosmos ('Cosmocrator') y del tiempo ('Cronocrator').
Tampoco es extraño que estos zodiacos aparezcan separados en dos mitades, representando el ciclo anual. Así, los signos "ascienden" desde el solsticio de invierno hasta el de verano, y luego "descienden" desde este hasta el de invierno.
A veces, estos puntos de "cambio" aparecen simbolizados en la puerta mediante la representación de los "dos Juanes": San Juan Bautista y San Juan Evangelista, cuyas festividades coinciden con las de los respectivos solsticios.
Esta representación de los "Juanes" adquiere entonces un mensaje claro. Ambos señalan dos momentos clave de la historia de Cristo: uno anunció su llegada —el Bautista—,  y otro vaticinó su segunda venida —el Evangelista — .
En definitiva, todos estos ejemplos suponen una muestra de la transformación que sufren los símbolos a lo largo de la historia. Las formas se mantienen, mientras que el significado va adaptándose a las nuevas creencias.

Fuente: yahoo.com
Imagen: Tímpano con zodíaco en Sta. María Magdalena de Vezelay, Francia. (Wikipedia).



El volcán que enfrió la Tierra en el siglo XIII.




La erupción, la mayor en los últimos 7.000 años, envió a la atmósfera grandes cantidades de azufre que reflejaron durante un tiempo los rayos solares.

Uno de los grandes misterios de la vulcanología narra la erupción de un volcán en el siglo XIII, una erupción tan fuerte -se considera una de las más potentes de los últimos siete milenios-, que incluso su nube de cenizas consiguió enfriar la Tierra. Los científicos tenían indicios de que este fenómeno había ocurrido, pero no sabían dónde ni tampoco cuándo con exactitud. Franck Lavigne, geocientífico de la Universidad de Panthéon-Sorbonne en Meudon (Francia), cree haber resuelto el misterio, aunque se muestra cauto. El investigador ha compartido sus datos y fotografías de los restos del supuesto supervolcán en un encuentro de la Unión Geofísica Americana (AGU), pero, según publicaScienceNews, se niega a identificar el nombre específico del volcán hasta que su trabajo sea publicado en una revista revisada por pares, el método que suelen emplear los científicos para hacer públicas sus conclusiones.
«Tenemos evidencias nuevas y sólidas de la mayor erupción volcánica en 7.000 años», afirma Lavigne. Al parecer, el volcán podría estar situado en Indonesia, que tiene más de 130 activos, aunque el vulcanólogo no ha confirmado este extremo.
La gran erupción ocurrió en la segunda mitad del siglo XIII -hasta ahora se ha datado en 1258- ya que núcleos de hielo de Groenlandia y la Antártida contienen enormes cantidades de azufre de esa época. Los anillos de los árboles, registros históricos y otras pruebas también desvelan que el planeta se enfrió poco después. La erupción arrojó partículas de azufre a la atmósfera superior que se extendieron por todo el mundo y reflejaron la luz solar, de manera que se produjo un enfriamiento temporal del planeta. Los principales candidatos a la erupción incluyen El Chichón en México, que también entró en erupción en 1982, y el Quilotoa, en los Andes ecuatorianos. Sin embargo, la composición química de las rocas de los volcanes no coincide con el azufre de 1258 encontrado en el hielo.

A más de 40 km de altura

En la reunión, Lavigne ha mostrado análisis geoquímicos de rocas de su volcán misterioso y, según él, coinciden casi perfectamente con la química del azufre polar. Además, Lavigne cree que la erupción se produjo antes, en primavera o el verano de 1257. Las simulaciones por ordenador que ha realizado sugieren que el volcán envió partículas a más de 40 kilómetros de altura que alcanzaron decenas de kilómetros a la redonda. La erupción habría alcanzado un 7 en la escala de explosividad volcánica que mide la magnitud de una erupción (El máximo es 8). Habrá que esperar para ver si la teoría de Lavigne se confirma y para conocer el lugar exacto de la supererupción.
Fuente: abc.es