La famosa cama de Van Gogh aún existe y está en Holanda

Habitación de Van Gogh en Arles, (1888) (Hemeroteca)

La célebre cama que Vincent Van Gogh popularizó con su cuadro El dormitorio de Arles, pintado en 1888 en Francia por el maestro impresionista y que se creía perdida podría encontrarse en la localidad holandesa de Booxmer, junto a la frontera alemana.

Al menos es lo que cree el experto en el pintor Martin Bailey, quien ha explicado a los medios holandeses que apoya su teoría en una carta redactada en 1937 por el primo del artista, Vincent Willem, en la que este explicaba que aún tenía la cama en la que murió Van Gogh.

El experto comentó a la televisión holandesa NOS que tras descubrir la misiva contactó con Johan van Gogh, un descendiente del pintor, de 94 años de edad en la actualidad.

Se creía desaparecida desde la misteriosa muerte del pintor
Este le confirmó que se acordaba del periplo del famoso catre, inmortalizado en tres reproducciones del cuatro que pueden contemplarse en el museo Van Gogh en Ámsterdam, en el Instituto de Arte de Chicago y en el Museo d'Orsay de París.

Hasta 1945 la cama estuvo, según el anciano, en una casa de la familia en la también holandesa Laren, y después fue trasladada a Booxmer, cuando la familia donó muebles para las víctimas de la Segunda Guerra Mundial en la región.

Bailey logró encontrar una fotografía del camión que trasladó los muebles de Laren a Booxmer, pero ahí le perdió la pista a un pictórico mueble que, hasta ahora, se pensaba que había terminado en la basura tras la muerte del pintor en 1890.

"Por supuesto, la pregunta intrigante es: ¿Dónde está ahora?", lanzó el experto en Van Gogh cuya cama, hasta ahora, se creía desaparecida desde la misteriosa muerte del pintor, sobre la que aún se debate si fue un suicidio, un crimen o un accidente.

Fuente: La Vanguardia

Arqueólogos hallan en Egipto más de 120 imágenes de barcos en un edificio de hace 3.800 años

Los arqueólogos que trabajan en Abidos, Egipto, han encontrado un edificio de hace unos 3.800 años en uno de cuyos muros hay más de 120 imágenes de barcos.

El edificio se halla cerca de la tumba del propio faraón Sesostris III (c.1850 a.C.) y sería contemporáneo. Tiene unos 21 por 4 metros y su interior habría albergado un barco funerario, del cual todavía quedan restos de madera, que luego habría sido transportado o arrastrado por la arena hasta su ubicación definitiva.

Lo más interesante es que en uno de los lienzos del edificio hay un panel que contiene más de 120 imágenes de barcos, realizados mediante incisiones en las paredes de yeso blanco. Algunas de las imágenes tienen una longitud de hasta un metro y medio, y todos ellos están representados hasta el más mínimo detalle, con mástiles, velas, aparejos, remos y remeros, según explican en el estudio, publicado hace unos días en International Journal of Nautical Archaeology.

Además de estas representaciones de barcos egipcios también se hallaron otras de animaes como gacelas y ganado, y también plantas y flores. En el mismo lugar aparecieron más de 145 vasijas de cerámica, posiblemente utilizadas para almacenar líquidos.

El edificio ya era conocido desde 1904, pero nunca se había excavado ni se tenía constancia de lo que podía albergar. De momento no está claro quien pudo haber pintado el enorme panel, ni su función. Parece que estaba hecho para ser visto desde la cubierta del barco de madera que albergaba el edificio. Y los investigadores opinan que fue creado por varias personas en un muy corto período de tiempo.


Entre las teorías que barajan está la posibilidad de que se utilizase para la ceremonia funeraria del faraón Sesostris III, o que fuera después de la muerte de éste cuando un grupo de personas accedió al edificio para realizar el trabajo y llevarse el barco para reutilizar la madera.


Respecto a los dibujos de barcos, los investigadores creen que pueden representar embarcaciones comunes del Nilo en la época en que fueron realizadas, aunque no saben todavía si de manera genérica o realmente evocan barcos individuales. Lo que si parece claro es que quienes los realizaron no siguieron un plan, porque las imágenes que componen el panel no están vinculadas graficamente, sino que dan la impresión de haber sido colocadas al azar.

Por Guillermo Carvajal / La Brújula Verde
Fotos de Josef Wegner

Las 95 tesis de Martín Lutero

Martín Lutero se enfrentó a la autoridad papal al criticar su doctrina sobre las indulgencias - ABC

Es una carta en la que Lutero desacredita la doctrina papal sobre las indulgencias y da inicio a la Reforma

El «Cuestionamiento al poder y eficacia de las indulgencias, de Martín Lutero» (publicado en latín: Disputatio pro declaratione virtutis indulgentiarum), más conocido como «Las 95 tesis», fue una carta de Martín Lutero dirigida a la Iglesia de Roma, en la que desacredita la doctrina papal sobre las indulgencias.

Esta publicación —clavada por Lutero, de acuerdo a la tradición, en las puertas de la Iglesia del Palacio de Wittenberg el 31 de octubre de 1517— comenzaría un debate teológico que desembocaría en la Reforma y el nacimiento de varias tradiciones dentro del cristianismo, tales como el luteranismo, el presbiterianismo y el anabaptismo.

Las acciones de Lutero eran su respuesta a la venta de indulgencias por parte de Johann Tetzel, un sacerdote de la Orden de los Hermanos Predicadores (Dominico), comisionado por el Arzobispo de Maguncia y por el Papa León X.

El propósito de Tetzel era desarrollar una campaña de recolección de fondos para financiar la renovación de la Basílica de San Pedro en Roma, y aunque el príncipe de Lutero, Federico III de Sajonia, y el príncipe del territorio vecino, Jorge el Barbudo, duque de Sajonia, prohibieron la venta en sus dominios, feligreses de Lutero viajaron para comprarlas.

Prometer perdón

Cuando estos creyentes venían luego a confesión, presentaban las indulgencias plenarias que habían adquirido, demandando que ya no necesitaban arrepentirse de sus pecados, puesto que el documento prometía perdón para todos ellos y más.

Lutero redactó sus 95 tesis como soporte para un debate teórico, una «disputa» teológica, práctica corriente en la época. Concebidas para ser difundidas en un círculo restringido de teólogos, su éxito habría sorprendido al propio Lutero. Tras ser impresas en gran cantidad y ampliamente difundidas, las tesis tuvieron gran resonancia, pero las autoridades religiosas vacilaron, sin embargo, en condenar a Lutero. Este último continuó discutiendo con teólogos partidarios de las doctrinas de Roma, por ejemplo, con Johann Eck en la famosa disputa de Leipzig de 1519.

Las 95 tesis fueron finalmente condenadas definitivamente el 15 de junio de 1520 por la bula Exsurge Domine del papa León X. Lutero, entonces abiertamente en conflicto con la Iglesia de Roma, fue excomulgado a principios del año siguiente.

El Papa León X exigió que Lutero se retractara de sus tesis, pero el monje alemán, ya famoso en toda Europa, rechazó esta exigencia públicamente en la Dieta de Worms de 1521. Así, simbólicamente, daba inicio a la Reforma.

Fuente: ABC

Descubren de forma casual el primer fósil del cerebro de un dinosaurio

Fragmento del cerebro de dinosaurio fosilizado. JAMIE HISCOCKS

Jamie Hiscocks, aficionado a los fósiles de dinosaurios, encontró en 2004 en una playa de Sussex, al sur de Inglaterra, un fósil que a simple vista parecía un gran pedrusco.

Más de 10 años después, un equipo de investigadores de Gran Bretaña y Australia han descubierto que se trata del primer cerebro fosilizado de un dinosaurio según un estudio publicado por la Asociación de Geólogos de Londres.

Los paleontólogos utilizaron un microscopio electrónico de barrido y han descubierto que la conservación del fósil es sorprendente porque aún preserva los vasos sanguíneos y capilares, tejido de la corteza, la capa externa del cerebro y hasta las meninges que es la membrana que mantiene el cerebro en su lugar. "Lo inusual es la forma de los tejidos blandos, que son realmente frágiles y se han conservado durante 133 millones de años ", explicó David Norman, paleontólogo de la Universidad de Cambridge y autor del estudio "No es todo el cerebro pero lo más notable es la conservación de estos tejidos.

Es sorprendente que aún conservan".Los expertos sospechan que se trata de un Iguanodon, un dinosaurio herbívoro que durante el periodo cretácico cayó en una ciénaga o pantano profundo de la que no pudo salir. Allí, con el paso del tiempo su cabeza quedó enterrada bajo los sedimentos y gracias al agua estancada, los ácidos bajos en oxígeno y los minerales consiguió preservarse todo este tiempo. "La solución de ácido funcionó como escabeche con las partes del cerebro que estaban sumergidas," apuntó Normal. Asimismo, añadió que no se conserva todo el cerebro".Lo que sí ha subrayado el paleontólogo es que el escáner de alta resolución ha confirmado algo que ya se suponía: que los dinosaurios tenían un cerebro similar al de las aves y los cocodrilos.

Fuente: El Mundo

Una nueva técnica de Rayos X permitirá leer las enigmáticas inscripciones con las que envolvían las momias


Las momias egipcias siguen ocultando secretos. Se sabe, por ejemplo, que los encargados de embalsamar los cuerpos de los faraones empleaban papiros llenos de inscripciones, pero el contenido de estos textos nunca se ha podido leer. Una nueva técnica de Rayos X lo hará posible.

Entre las diferentes capas que envuelven las momias egipcias hay cientos de documentos escritos sobre papiro y tratados de una forma no muy diferente a lo que hoy conocemos como papel maché. El problema con estas inscripciones es que, para poder leerlas, había que destruir la momia y eso es algo que los arqueólogos no pueden permitirse.



Un equipo de arqueólogos de las universidades de Berkeley, Duke, Stanford y el Colegio Imperial de Londres ha unido esfuerzos para desarrollar una técnica de imagen única. La técnica es idea de Mike Toth, un experto en imagen del laboratorio de óptica avanzada en Berkeley y emplea un acelerador de partículas. La técnica consiste en bombardear las momias con partículas en diferentes longitudes de onda que interactúan con los elementos del sarcófago y permiten leer las inscripciones de los papiros sin dañarlos gracias al contenido en hierro de la tinta.

Lo más curioso es que la nueva técnica permitirá destapar un capítulo del antiguo egipcio bastante desconocido, que es el de la vida cotidiana. Las inscripciones que conocemos en los sarcófagos o en las tumbas son textos religiosos o de eruditos, pero apenas se conoce nada de lo que los egipcios escribían en el día a día de sus vidas.

Se cree que los encargados de embalsamar reciclaban los papiros de los escribas que no eran importantes para envolver las momias. En otras palabras, lo que esos documentos esconden son cartas y registros comerciales, listas, mensajes entre nobles... un fiel retrato, en definitiva, de la parte menos ceremoniosa de esa civilización. [Wired vía Science Alert]

Fuente: Carlos Zahumenszky | Gizmodo, 31 de octubre de 2016

LA SITUACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA EN ASTURIAS ES DE REGRESIÓN ABSOLUTA