El MNAR organiza un seminario sobre la fundación de Augusta Emerita el 1 y 2 de diciembre

M. Á. M. MÉRIDA. Domingo, 26 noviembre 2017

El Museo Nacional de Arte Romano acoge los próximos 1 y 2 de diciembre el seminario internacional 'Consideraciones sobre la fundación de Augusta Emerita (I)'.
La fundación de Augusta Emerita, que aún plantea algunos interrogantes sobre su exacta fecha, tuvo importantes repercusiones no sólo en la conformación del mapa geopolítico de Hispania sino también en la definición de la nueva provincia romana de Lusitania creada por Augusto. Este Seminario Internacional busca profundizar en el conocimiento de aspectos fundamentales sobre los momentos y consecuencias de la fundación de la ciudad.

El encuentro, de la mano de expertos internacionales destacados sobre este tema, pretende avanzar y fijar algunas cuestiones, despejar ciertas dudas y plantear nuevas hipótesis, siempre en el marco de un proyecto nacional de investigación de repercusión internacional.
La inscripción es gratuita hasta completar aforo, pero será necesaria su formalización previa.
Se puede hacer a través de la dirección de correo mnarinvestigacion.cursos@gmail.com

Actividad científica

La directora del Museo Nacional de Arte Romano, Trinidad Nogales, indica que el desarrollo del seminario en el museo «con la posibilidad de visitar el yacimiento y ver las piezas en directo suma un valor añadido a esta actividad científica, haciendo de la ciencia un valor aplicado».
Entre los participantes están el profesor Jonathan Edmondson, de la Universidad de York, Canadá; José María Álvarez, director emérito del MNAR; Miguel Alba, arqueólogo del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida o el profesor José Carlos Saquete, de la Universidad de Sevilla.

EL PROGRAMA

Fuente: Hoy

El reducto murciano de los neandertales

La desaparición de los neandertales es el misterio más profundo del pasado remoto de la humanidad. Los científicos no han llegado a una teoría compartida sobre por qué esta especie de homínidos, la más cercana a nosotros, desapareció de la faz de la Tierra hace miles de años, pero, en cambio, sí están de acuerdo sobre el lugar en el que sobrevivieron sus últimos ejemplares: el sur y el oeste de la península Ibérica. Un estudio internacional publicado en la revista científica Heliyon sostiene que en tres yacimientos de la cuenca del río Mula, en Murcia, los neandertales sobrevivieron al menos 3.000 años más que en el resto de Europa, hasta su extinción hace unos 37.000 años.

El hecho de que resistiesen mucho más tiempo en algunas regiones también puede ofrecer pistas sobre los motivos de su extinción. Se trata de lugares que permanecieron relativamente aislados, con un impacto menos contundente de las variaciones climáticas, sobre todo de las glaciaciones, y, además, sin entrar en contacto con una nueva especie de homínidos que comenzó a poblar Europa desde África hace unos 40.000 años, los Homo sapiens, nosotros.

"La persistencia de grupos de cazadores, en un momento de baja densidad poblacional, implica la ocupación de territorios de centenares de miles de kilómetros cuadrados, con los efectivos mínimos necesarios para escapar a la extinción", explica el portugués João Zilhão, investigador de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (Icrea, en sus siglas en catalán) en la Universidad de Barcelona y autor principal del informe, en el que también han participado científicos portugueses, españoles, alemanes, austriacos e italianos. "No se debería hablar de último lugar, sino de última región o últimas regiones". Con los datos disponibles actualmente, fue en las tierras ibéricas, al sur de la cordillera cantábrica y al sur y al oeste de la depresión del Ebro, donde los neandertales resistieron durante más tiempo como población biológica y culturalmente aislada.
En otros lugares de la Península también existen pruebas de su persistencia: se trata de los yacimientos de Gorham, en Gibraltar, y las grutas Da Oliveira y Foz do Enxarrique, en Portugal. Los responsables de la excavación gibraltareña sostienen que en ese lugar pudieron sobrevivir mucho más tiempo, hasta hace 28.000 años, pero la mayoría de los científicos ponen en duda estas dataciones, aunque sí reconocen que fue uno de los sitios en los vivieron los últimos neandertales. Las fechas de Murcia se basan en mediciones de radiocarbono y en la aparición de industria lítica asociada a esta especie en niveles de excavación correspondientes a esos periodos.

"Nuestra hipótesis es que, por razones relacionadas con las fluctuaciones climáticas de la época, la depresión del Ebro y las montañas del Sistema Ibérico funcionaron durante algunos milenios como barreras biogeográficas que impidieron el intercambio (de personas, de genes, de ideas). Según este modelo, fue entonces cuando llegaron los sapiens desde el Norte y los últimos ejemplares neandertales sucumbieron".

Estos fueron una especie que surgió en Europa hace unos 250.000-300.000 años. Por su corpulencia, siempre se les había relacionado con el frío y el norte del continente. De hecho, su nombre viene del valle de Neander, en Alemania. Sin embargo, en los últimos años se han multiplicado las excavaciones ibéricas, que han aportado datos fundamentales para mejorar la comprensión de esta especie. El Sidrón, en Asturias, Gorham y las cuevas murcianas se han revelado cruciales para cambiar la mirada sobre una especie que cada vez se muestra más inteligente y compleja, frente a la imagen estereotipada de humanos poco inteligentes y primitivos. Y, pese a su desaparición, la Península también ha demostrado su resistencia y capacidad de supervivencia.

Fuente: elpais.com | 27 de noviembre de 2017

Helen Pilcher: “Si creáramos un neandertal en el mundo actual no parecería diferente”

La científica Helen Pilcher junto a su libro Que vuelva el Rey. / Biblioteca Nueva

A finales de los años 90, cuando Helen Pilcher trabajaba como bióloga celular encontró una página web que le llamó la atención mientras navegaba por internet. Se trataba de un sitio llamado Americanos a favor de clonar a Elvis, que proponía –y aún lo hace– la clonación del artista fallecido en agosto de 1977.

En ningún momento Pilcher la tomó en serio y tampoco pensó que sería buena idea, a pesar de ser fan del cantante. Pero la anécdota se le quedó grabada porque se mencionaban dos fuentes de ADN un poco extravagantes, a la vez que suficientes para la clonación: un trozo de uña y una verruga del Rey del Rock.

¿Pero hasta qué punto podríamos desextinguir un humano como Elvis o cualquier otra especie? En su libro Que vuelva el Rey (Biblioteca Nueva, noviembre de 2017), Pilcher expone varios casos de posible ‘resurrección’, empezando por el primero que tuvo éxito en desextinción: una hembra de bucardo llamada Celia, que 'renació' en 2003.

El bucardo fue el primer animal extinto que ha sido ‘resucitado’. ¿Veremos en el futuro animales que han desaparecido de la faz de la Tierra?

La ciencia progresa muy rápido. Los investigadores lograron desextinguir al bucardo, que vivió unos 10 minutos, aunque luego por desgracia murió. No fue solo el primer animal en ser desextinto, sino que fue el primero en extinguirse dos veces. Pero estoy convencida de que si Alberto Fernández-Arias (el científico que ha escrito el prólogo en la versión española) tuviera más fondos, podría crear bucardos sanos, y no solo uno. Los devolvería a los Pirineos, donde podrían tener una interacción significativa con el entorno. Así que sí: creo que podría ser posible que la gente desextinga animales y que estos hagan vidas normales y sanas. No se trata de crear animales de zoo solitarios o frikis de circo, sino de crear animales saludables y genéticamente viables que puedan ser liberados en la naturaleza, que interactúen con su ecosistema y contribuyan a nuestro medio ambiente de una manera positiva.

Algunas especies están realmente amenazadas de extinción, ¿la 'resurrección' podría ser parte de un esfuerzo de conservación para mantenerlas vivas?

Sí, lo que necesitamos hacer ahora es ver qué animales están desesperadamente en peligro y salvar algunas de sus células para el caso de que ocurra lo peor. No creo que debamos dejar de salvar a estas criaturas, pero tenemos que hacer una ‘copia de seguridad’. Se ha podido revivir a Celia porque se tomaron muestras de su piel. Lo más fascinante para mí es que toda la técnica se puede utilizar para recuperar animales como el mamut lanudo, la paloma pasajera o las llamadas ranas australianas de incubación gástrica. Pero los diferentes métodos apuntan en realidad a las especies en peligro.

¿Qué animal aún podríamos salvar gracias a esta tecnología?

El rinoceronte blanco del norte. Solo quedan tres individuos: una abuela, una madre y una hija. Son demasiado viejas, y están demasiado enfermas para reproducirse normalmente. Aquí tenemos a una especie que aún está físicamente presente en el mundo, pero que es un fantasma. En realidad ya está extinta. Si seguimos sin hacer nada desaparecerá. Es solo cuestión de tiempo. En Alemania hay un científico brillante llamado Thomas Hildebrandt que utiliza un sistema de reproducción con células madre para intentar salvar a este mamífero. Su objetivo es crear nuevos rinocerontes blancos del norte antes de que mueran los tres individuos que quedan.

¿De qué manera las técnicas ya existentes como CRISPR y la edición del ADN podrían ser parte de la solución?

La edición genética ya nos está ofreciendo una manera de ‘resucitar’ criaturas extintas y una esperanza para curar trastornos genéticos. Pero si los animales en peligro de extinción estuvieran amenazados por una enfermedad podríamos plantearnos la ingeniería genética para hacerlos resistentes a estas enfermedades. Esto ya se está considerando con un animal de Norteamérica: el hurón patinegro. Hay un término que me gusta mucho que es el rescate genético. La desextinción es una palabra un poco inadecuada y complicada porque de ella nos vienen imágenes de dinosaurios y otros nuevos animales que serían idénticos a los que se extinguieron. Pero nunca podremos recrear exactamente el pasado. Con esta tecnología podríamos salvar a los animales que aún tenemos y mantenerlos durante algo más de tiempo. Es controvertido, pero podemos considerarlo para casos extremos, sobre todo si tenemos ADN.

A pesar de las cuestiones éticas que la clonación conlleva, no se trata solo de resucitar especies extintas, ¿cómo lograrían realmente sobrevivir en nuestro mundo actual?

Los ecosistemas y el medio ambiente están en continuo movimiento. En los años 70 se descubrió en Australia una rana que incubaba a sus crías en su estómago después de tragarse los huevos. Las hembras daban a luz a renacuajos ya formados. Se extinguió en los años 80. Los científicos están ahora intentando devolverlas a la vida con la clonación. Hasta el momento han conseguido embriones que han empezado a dividirse y los han llamado 'casirenacuajos'. Creo que con el tiempo lo lograrán. Es totalmente posible. Pero la cuestión ahora es: ¿Dónde colocas a este animal? En este caso, esta especie de rana se extinguió por un hongo que está extendido por todo el mundo y que está matando a todos los anfibios a escala global. Así que ahora, si las resucitamos, no hay lugar donde ponerlas. El ecosistema ha cambiado, y lo ha hecho muy rápido. Cuando hablamos de ‘resucitar’ a una especie también tenemos que pensar en el porqué.

Rinoceronte blanco del norte, una especie en peligro crítico de extinción. / Coralie

En el caso de esta especie de rana, ¿cuál sería la principal razón de desextinguirla?

Era un animal tan diferente, tan único a nivel fisiológico y genético, que si lo resucitamos no solo estamos poniendo una ramita en el árbol de la vida, sino una rama entera. Al ser tan insual, aprenderíamos cosas que nunca imaginaríamos sobre esta especie. Podríamos comprender, por ejemplo, cómo conseguía parar de producir ácido gástrico para no digerir a sus crías. Y si podemos entender el mecanismo celular detrás de este proceso a lo mejor podemos ayudar a la gente a recuperarse de una cirugía gástrica por ejemplo, entre otros problemas. Hay muchas razones para plantearnos la desextinción. Para mí se trata sobre todo de hacer una contribución significativa al medio ambiente. Personalmente yo no quiero ver animales resucitados que acaban en cautividad, pero tenemos que pensar en qué tipo de naturaleza salvaje habrá para ellos cuando vuelvan.

¿Qué ocurriría en el caso de especies humanas como los neandertales, como menciona en su libro?

Sabemos más sobre los neandertales que sobre cualquier otra especie humana extinta. Como sabemos tanto sobre ellos, podemos decir con absoluta certeza que la desextinción de esta especie no sería únicamente inmoral, poco ética o ilegal, sino también totalmente inútil. Pero si creáramos un neandertal en el mundo actual, no parecería diferente, y encajaría en las variaciones humanas estándar en cuanto a su desarrollo cognitivo y mental. No saldría con un garrote y un taparrabos y hablando cavernícola. Sería una persona. Pero si en un experimento hipotético tuviéramos que desextinguir una especie humana, no elegiría a los neandertales, sino a los denisovanos, un grupo recientemente descubierto por el ADN extraído de dos dientes. Es lo único que tenemos de ellos. Realmente sería mucho más interesante intentar desextinguir una especie de la que no sabemos nada que de la que tenemos un buen registro fósil. Pero una vez más, nunca será una réplica del pasado. Sería una persona creciendo en la sociedad de hoy en día. Sería un artefacto, no sería lo que de verdad existió.

Recreación de un neandertal con vestimenta moderna.

¿Y cree que ocurriría lo mismo con los mamuts lanudos?

Es exactamente el mismo argumento. Hay tres grupos de científicos intentando resucitar al mamut lanudo. En este caso es necesario “convencer” a un elefante moderno que críe y alimente a esta criatura con aspecto de mamut. Ni siquiera sabemos si esto es posible, si hablan el mismo idioma, o si la cría conseguirá mamar. Además, los elefantes comparten una historia social, así que no sabemos si serían capaces de comunicar esto a los híbridos que producirían. Todos los animales somos producto de nuestro ADN, del entorno y de la interacción entre otros. Nunca podremos clonar individuos. Somos todos únicos. En el caso de bucardo, lo que se haría es producir algo que se le parece y que actúa como él, pero que es un poco diferente al que teníamos antes de que se extinguiera.

¿Cuál será el animal que se logrará desextinguir antes?

Sin duda, el equipo de científicos más cerca de conseguirlo es el del bucardo, si tuvieran el dinero y el tiempo. Después de ellos, seguramente la rana de incubación gástrica. Pero después, no lo sé. La ciencia sigue desarrollándose, y creo que pronto veremos criaturas desextintas sanas.

¿Qué riesgos existirían?

Hay riesgos potenciales. Un gran problema es cuando no sabemos qué causa la extinción, y eso puede hacer que vuelva a desaparecer. También se pueden generar nuevos problemas, y por tanto que se vuelva a extinguir. Pero también puede ir en el otro sentido. Creas en laboratorio un animal del siglo XXI y lo liberas de forma gradual en la naturaleza y este puede convertirse en una especie invasora. Tenemos una amenaza masiva con estas especies que están extinguiendo a otras. No deberíamos resucitar a unas especies que extingan a otras. Hay asuntos muy delicados a tener en cuenta de antemano. La desextinción no es inminente y cuando se produzca no va a ser la corriente principal. No vamos a producir masivamente especies extintas, será muy especializado. Así que tenemos tiempo para empezar a pensar sobre esto.

Y si pudiera pedir un deseo, ¿qué animal le gustaría resucitar?

Siempre he pensado que elegiría algo como el T. rex o alguna criatura extinta desde hace mucho tiempo, pero realmente el animal que más me gustaría desextinguir es el rinoceronte blanco del norte. Como decía, solo hay tres individuos vivos, por lo que están funcionalmente extintos. Son muertos vivientes. Mi deseo no sería recuperar un animal que ya hemos perdido, sino salvar uno que aún tenemos.

Fuente: SINC | 27 de noviembre de 2017

Arqueólogos descubren lo que se podría considerar primera escuela de aprendizaje de talla lítica (400.000 años) en la cueva Qesem (Israel)

Cueva Qesem, Israel. Crédito de la foto: Pavel Shrag


Un equipo de arqueólogos puede haber descubierto una escuela prehistórica donde parece que a los jóvenes homínidos se les enseñaba cómo hacer herramientas de pedernal, descuartizar animales y dominar otras habilidades necesarias para sobrevivir en la Edad de Piedra hace unos 400.000 años. El descubrimiento es tan notable que los científicos se preguntan si ello significa que el Homo sapiens evolucionó mucho antes de lo que se piensa actualmente.

La noción de que lo que habían encontrado era evidencia de un sistema de enseñanza temprana se basa en el análisis de cientos de piedras de sílex y fragmentos hallados en la cueva Qesem, en el centro de Israel, un lugar que los homínidos consideraron un hogar hace entre 400.000 y 200.000 años.

El descubrimiento puede atestiguar que nuestros antepasados desarrollaron complejos patrones culturales, como el lenguaje y la transmisión del conocimiento, mucho antes de lo que se creía. Esto, a su vez, se suma a las crecientes evidencias en todo el mundo que retrasan el reloj sobre la evolución de los humanos modernos en al menos 100.000 años, y desafía, al mismo tiempo, la idea de que el Homo sapiens se originó en África.

"No hablaría de una escuela en el sentido moderno, pero podemos ver una tradición específica, una forma específica de hacer las cosas en la cueva, la cual pasó de generación en generación", dice Ella Assaf (izquierda), arqueóloga y estudiante de doctorado en la Universidad de Tel Aviv, y quien dirige el estudio. "Definitivamente, aquí hubo un mecanismo de transmisión del conocimiento".

Assaf, quien ha estado excavando en la cueva Qesem desde 2010, analizó cientos de artefactos de sílex buscando signos de diferentes niveles de habilidad por parte de los talladores prehistóricos.
"Tallar es complejo. Requiere muchas habilidades cognitivas y motrices diferentes, así como conocimientos técnicos y prácticos", dijo a Haaretz. "La idea era ver si podíamos identificar las diferentes etapas en este proceso de aprendizaje"

Ahora intenta esto, Oggie

Entre los hallazgos más reveladores están los núcleos de sílex que muestran signos de haber sido utilizados por varios individuos, algunos de los cuales eran claramente muy hábiles, mientras que otros eran solo principiantes, explica Assaf.

Los 'núcleos' son piezas de pedernal que primero se modelan en formas específicas, de acuerdo con la herramienta deseada, y luego se golpean para separar las lascas que constituyen la herramienta en sí: una cuchilla, un raspador, una punta de lanza, etc. Un experto tallador podría separar múltiples herramientas del mismo núcleo, 'pelando' capa tras capa del mismo, en una especie de versión prehistórica de producción en masa.

El desprendimiento de lascas dejaría una cicatriz en el núcleo, y, al observar esta cicatriz -de hecho, una imagen en negativo de la herramienta separada-, los investigadores pueden decir si el proceso se completó con éxito.

Foto: Pedernal con dos tipos de cortes con distinto grado de especialidad (núcleo compartido)

"Muchos de los núcleos de la cueva Qesem, llamados 'núcleos compartidos', muestran resultados mixtos", afirma Assaf. En la misma piedra, se puede apuntar a cicatrices limpias dejadas por una lasca perfectamente desprendida, así como múltiples signos de roturas, errores y fallos.
"Si fuera solo un error, no lo sabríamos, ya que incluso los talladores experimentados cometen errores, pero si veo errores repetidos, puedo pensar que fue otra persona, dos manos diferentes que golpearon el mismo núcleo", advierte.

Esto es extraordinario porque, por un lado, el buen pedernal no estaba disponible en las cercanías de la cueva Qesem. Los investigadores descubrieron que la preciada materia prima debía extraerse y transportarse desde sitios que se encontraban a entre 5 y 15 kilómetros de distancia.

"Se podría decir que alguien tenía un buen núcleo y decidió tirarlo, y luego alguien menos hábil lo recogió y lo reutilizó", dice Assaf. "Pero es poco probable que se desechen tantos núcleos de buena calidad y que simplemente se dejen por ahí tirados. Podían haberlos utilizado para hacer buenas herramientas, en lugar de tener que salir de la cueva para encontrar un nuevo pedernal".


Núcleo de pedernal que refleja cortes altamente cualificados.

La explicación más probable para este fenómeno es que fue parte de un proceso de enseñanza para ayudar a los jóvenes homínidos a aprender las habilidades de talla, dice Assaf. Además, en apoyo de su teoría está el hecho de que estos núcleos compartidos no se han encontrado aleatoriamente esparcidos por la cueva, sino que se concentran en algunos puntos, especialmente alrededor del hogar principal. Esto es consistente con la idea de que había áreas específicas donde las actividades de aprendizaje eran más comunes, algo que también se pude encontrar alrededor de los hogares de las tribus contemporáneas de cazadores-recolectores, señala Assaf.

Hay otros signos de aprendizaje en las muestras de pedernales tales como herramientas a medio terminar o mal hechas, así como artefactos realizados con materiales de baja calidad, y que un experto tallador nunca habría seleccionado o dedicado a trabajar.

Ella Assaf, junto con los arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv, Ran Barkai y Avi Gopher, publicó los resultados preliminares de su investigación el año pasado en la revista Quaternary International, y espera completar su tesis doctoral sobre el tema en 2018.

Investigadores españoles también han estudiado marcas de corte dejadas por herramientas de sílex en huesos de animales sacrificados en la cueva Bolomor de Valencia, España, señalando que las mismas aparecen de modo consistente durante los 200.000 años de habitación humana en la cueva, sugiriendo nuevamente que las técnicas estandarizadas -de descuartización en este caso- se transmitieron de generación en generación.
Núcleo de pedernal que refleja la baja habilidad de los cortes realizados.

No solo los homínidos ven, los homínidos hacen
Ha habido otros estudios que indican la transmisión de conocimiento entre humanos prehistóricos. Sin embargo, la mayoría de los restos involucrados en esos estudios datan del Paleolítico superior, cientos de miles de años después del tiempo de la cueva Qesem.

El descubrimiento de lo que parece ser una escuela de herramientas avanzadas de pedernal plantea la pregunta clave de cómo se llevó a cabo este show-and-tell (mostrar y contar) prehistórico. ¿Los homínidos que vivieron hace tanto tiempo ya tenían un lenguaje con el cual enseñar a sus hijos? ¿Se puede aprender un comportamiento tan complejo (tallar un silex) solo por imitación?

En qué momento comenzaron a hablar nuestros antepasados es algo muy controvertido. Algunos investigadores sugieren que, al menos fisiológicamente, es posible que ya hablaran desde hace 1,75 millones de años, cuando comenzaron a crear herramientas más complejas y estandarizadas, lo cual requería algún tipo de intercambio de conocimiento.
Para cuando los homínidos vivían en la cueva Qesem, habían llegado a una coyuntura clave en su evolución. Habían desarrollado técnicas de caza y elaboración de herramientas cada vez más elaboradas; y parece que habían aprendido a controlar el fuego, una habilidad de la cual la evidencia más temprana también ha sido hallada en esta cueva.
Núcleo de pedernal que refleja dos generaciones de eliminación de elementos ("núcleo compartido")
"Parece que los homínidos requerían de un lenguaje para difundir todas estas nuevas habilidades", afirma Assaf.

Esta conclusión está respaldada por un estudio experimental reciente, publicado en Nature, el cual muestra cómo incluso las técnicas de talla más básicas serían casi imposibles de aprender por simple imitación.

Muchos animales usan diferentes formas de comunicación. Algunos, como los chimpancés, pueden aprender comportamientos complejos a través de la imitación, pero los humanos son las únicas especies conocidas que usan la comunicación para transmitir conocimiento. El hecho de que esto ya estuviera sucediendo en la cueva Qesem, hace más de 200.000 años, podría ayudar a reescribir la historia de dónde y cuándo surgieron los humanos anatómicamente modernos.

Arqueólogos trabajando en el interior de la cueva Qesem.

¿Cuándo nos volvimos humanos?
Hasta hace poco, los expertos estaban convencidos de que nuestra especie evolucionó por primera vez en el este de África, ya que los restos más antiguos de Homo sapiens se encontraron en Etiopía y datan de hace poco menos de 200.000 años.
Pero una serie de descubrimientos recientes están ahora contradiciendo esa narrativa.

A principios de este año, un equipo de investigadores reveló que habían datado un cráneo de Homo sapiens primitivo, hallado en Jebel Irhoud, en Marruecos, en 300.000 años atrás.

Otro rompecabezas para los paleontólogos es un estudio publicado este mes en el que se muestra similitudes notables entre el cráneo marroquí mencionado y uno encontrado en China y datado hace unos 260.000 años, todo antes de que los humanos modernos supuestamente aparecieran por primera vez en el este de África.

No sabemos quién vivió en la cueva Qesem. Solo se han recuperado un puñado de dientes (derecha) no lo suficiente como para determinar de manera concluyente qué tipo de homínido habitaba en la cueva. Aún así, los expertos han declarado que los dientes son mucho más similares a los de Neandertales y a los Homo sapiens que a los de Homo erectus, el primer homínido que se sabe que dejó África y se expandió por Eurasia hace unos 1,8 millones de años.

¿Qué significa todo esto? ¿Los humanos evolucionaron primero en el norte de África? ¿En Oriente Medio? ¿En China? ¿O quizás hay restos aún más antiguos de Homo sapiens esperando a ser descubiertos en el corazón de África?

Assaf dice que en esta etapa es imposible responder a estas preguntas, pero parece que muchas de las cosas que nos hacen humanos -la capacidad de planificar, moldear nuestro entorno, crear sociedades complejas y duraderas- apareció mucho antes de lo que anteriormente se pensaba.

"En el pasado, el comportamiento moderno estaba vinculado a periodos posteriores, al Paleolítico superior, el cual comenzó hace unos 50,000 años", dice ella. "Pero a causa de tales hallazgos recientes debemos ir más atrás: cuanto más encontramos, más marcadores vemos de comportamiento moderno en sitios más antiguos".

Fuente: haaretz.com | 22 de noviembre de 2017

Arqueólogos rusos descubren la que podría ser la cerámica más antigua de América

Arqueólogos rusos y ecuatorianos han descubierto en Ecuador objetos que podrían tener 6.000 años de antigüedad. De confirmarse estos datos, estas serían las cerámicas americanas más antiguas jamás recuperadas.

El hallazgo fue posible gracias a la colaboración de los científicos de la Universidad Federal del Lejano Oriente de Rusia y la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) de Ecuador.
Los investigadores descubrieron en el antiguo asentamiento de Real Alto una capa cultural que representa las primeras etapas de la colonización de uno de los yacimientos más importantes de la historia antigua del continente.

Las piedras y cerámicas halladas pertenecen a la poco estudiada cultura de San Pedro y permitirán aclarar su papel en la historia de la América precolombina, explicaron desde el servicio de prensa de la Universidad Federal del Lejano Oriente de Rusia.

"Las excavaciones han demostrado que la cultura de San Pedro existió simultáneamente con las primeras etapas de la cultura Valdivia o tal vez la precedió. Hemos identificado su contexto y la edad aproximada estratigráfica, mientras que nuestros colegas japoneses de la Universidad de Tohoku tomaron muestras de hollín para hacer la datación por radiocarbono. Este es un logro notable para la arqueología de la región, pero todavía tenemos que determinar el rango cronológico exacto de la existencia de este material", advirtió el jefe de la expedición rusa, Alexandr Popóv.

Foto: Arqueólogos rusos trabajando en el antiguo asentamiento de Real Alto. / dvfu.ru
El análisis de los restos y su antigüedad puede brindar nueva información sobre el desarrollo de las antiguas culturas en la región y la aparición de la cerámica en la costa del Pacífico.

"La cerámica es un método de identificación que puede mostrar la historia étnica, las características de la estructura económica y contiene una variedad de información sobre el desarrollo de la población antigua, la migración de las tecnologías y la cultura. Los nuevos materiales nos permitirán reconsiderar lo conocido o crear un nuevo esquema sobre el desarrollo de culturas antiguas para el área Pacífico y Asia-Pacífico de América", agrega Popóv.

Su grupo está trabajando en Ecuador desde 2014. El objetivo principal de este equipo es comparar la adaptación humana a los cambios ambientales en la antigüedad a ambos lados del océano Pacífico: desde las costas de América del Sur a Asia Oriental. Paralelamente, se está llevando a cabo una investigación comparativa en el Lejano Oriente de Rusia, en el sur de Primorie y la isla Russki.

Fuente: mundo.sputniknews.com | 27 de noviembre de 2017

Aparece un mensaje para el futuro oculto en las nalgas de un Cristo burgalés del siglo XVIII

Los restauradores hallaron los documentos en la parte posterior de la talla, llamada localmente "Cristo del Miserere" (foto Da Vinci Restauro)

Hallada una ‘cápsula del tiempo’ oculta en las nalgas de un Cristo del siglo XVIII
El documento, redactado con una cuidadosa caligrafía, aporta información económica, religiosa, política y cultural de la época

Los restauradores de una talla del siglo XVIII localizada en una iglesia del municipio burgalés de Sotillo de la Ribera han 'viajado en el tiempo' al descubrir, oculta en el interior de la obra, una cápsula con información económica, religiosa, política y cultural de la época.

Los trabajos sobre este cristo localizado en la iglesia de Santa Águeda han sacado a la luz un documento fechado en 1777 y firmado por el capellán de la catedral del Burgo de Osma, Joaquín Mínguez, que identifica al escultor autor de la talla, pero también aprovecha para comunicarse con el futuro al aportar detalles sobre el momento en que se encontraban. El documento, redactado con una cuidadosa caligrafía, consiste en dos pliegos escritos a mano por ambas partes que los restauradores encontraron al quitar la pieza del paño que cubre las nalgas.


Los escritos que hallaron en la talla del siglo XIII en una iglesia de Sotillo de la Ribera (foto Da Vinci Restauro)

Según ha explicado a la Agencia EFE el historiador Efrén Arroyo y miembro de la Cofradía de Semana Santa de Sotillo de la Ribera, promotora de la restauración de esta talla dieciochesca, este hallazgo es sorprendente y singular porque "si bien es usual que muchas esculturas estén huecas, no lo es tanto encontrar en su interior unos documentos escritos a mano".

En su opinión, y una vez examinado el documento, la decisión de hacer este escrito y guardarlo en el interior de la estatua de madera parece una ocurrencia o juego entre el firmante del mismo, el capellán de la catedral del Burgo de Osma, y el autor de la talla. Parece igualmente que su intención era que se descubriera cientos de años después, por lo que el hueco existente en las nalgas del Cristo ha actuado como una 'cápsula del tiempo'.


Los escritos que hallaron en la talla del siglo XIII en una iglesia de Sotillo de la Ribera (foto Da Vinci Restauro)

El capellán Joaquín Mínguez explica en su escrito que la estatua del Cristo fue esculpida en madera por Manuel Bal, "Académico natural de San Bernardo de Yagüe y vecino en Campillo, ambos de este Obispado de Osma". Añade que Bal fue también autor de otras cinco estatuas del altar mayor de la iglesia de Sotillo de la Ribera (Santa Águeda y los santos Santiago, Millán, Jerónimo y Juan).
Detalla que los costes de estos encargos los cubrió Juan Antonio Serrano y Mañero, natural de esta localidad de la Ribera del Duero y canónigo de Santiago (en Sotillo se conserva aún en muy buen estado la casa-palacio donde residió este religioso y varios retratos suyos) y menciona el nombre del cura en ese año de 1777.

Asimismo cita diversos eventos, nombres de regidores y al rey Carlos III, que según el historiador Efrén Arroyo coinciden con el año en que aparece fechado el escrito, excepto la mención al Papa Clemente XIII, que había fallecido antes y el vigente era Pio VI. "Desconocemos el motivo de este error, pero igual fue también intencionado", ha aventurado el historiador sotillano.
El capellán describe además lo que se cultivaba en el Obispado del Burgo de Osma: "cosechas de trigo, centeno, cebada, avena" con especial alusión al vino "en tierra Aranda", asegurando que "es muy numerosa su cosecha muchos años, tanto que en este tiempo se ha visto, por no coger en las bodegas, derramar mucho vino".

Habla de las enfermedades más comunes "tercianas y cuartanas" (fiebres del paludismo de tres y cuatro días), "dolor de costado, tabardillos" (fiebres tifoideas) y hasta de los entretenimientos preferidos por la población, "naipes, pelota, calva, barra y otros juegos pueriles".
En otro apartado del documento detalla datos más generales: "La Corte está en Madrid. Hay Correo y Gaceta para las noticias. Hay Inquisición, por lo cual no se experimentan errores contra la iglesia de Dios. Se contratan en funciones grandes toreros famosos de Salamanca".

En opinión de Arroyo, todas estas referencias muestran la intención de querer dejar constancia para la posteridad de cómo era el mundo que rodeaba al capellán soriano en 1777.


El final del documento, firmado por el capellán Mínguez y fechado en Burgo de Osma, 1777 (foto Da Vinci Restauro)

La Coordinadora de la Semana Santa de Sotillo ha enviado el documento original al archivo del Arzobispado de Burgos, donde se conservan el resto de documentos del Archivo Parroquial de Sotillo de la Ribera.

Sin embargo, ha decidido guardar una copia del mismo en el interior de la talla del Cristo para que continúe cumpliendo la intención del capellán firmante, que generaciones futuras sean testigos de la realidad presente de Joaquín Mínguez y del escultor Manuel Bal.

La talla que está restaurando en Madrid la empresa Da Vinci Restauro es un Cristo del siglo XVIII, conocido popularmente en Sotillo de la Ribera como "Cristo del Miserere", porque en esta localidad existe la tradición de cantar el Miserere durante los viernes de Cuaresma ante él y también en las vistosas procesiones del Jueves y Viernes Santo, durante las cuales se saca esta escultura junto a otras de la misma época. Tradiciones que la Coordinadora, con la ayuda de vecinos e hijos del pueblo, intenta mantener por su singularidad y belleza.

EFE, Sotillo de la Ribera
Fuente: La Vanguardia