Un barco de SGS explora los yacimientos arqueológicos de Formentera con la más avanzada tecnología submarina

La multinacional suiza, líder mundial en inspección, verificación, ensayos y certificación, comprometida con la preservación del patrimonio arqueológico de la isla balear

Madrid, 19 de abril de 2018.- El buque “SYLT” de la multinacional suiza SGS, dotado con un conjunto de los más avanzados sistemas tecnológicos que lo convierten en una potentísima plataforma para la exploración submarina, ha realizado una exploración en las costas de Formentera entre los días 16 y 18 de abril, en una zona de gran riqueza en patrimonio arqueológico sumergido, cuyos orígenes se remontan a los inicios de la navegación en el Mediterráneo.

Esta exploración se enmarca en la 3ª campaña de prospección arqueológica de la Carta Arqueológica Subacuática de Formentera (2015-2019). Este proyecto, impulsado por el Consell Insular de Formentera y el Institut Balear d’Estudis en Arqueología Marítima (IBEAM), tiene el objetivo de localizar restos arqueológicos sumergidos que permitan conocer mejor las distintas etapas de la historia marítima de la isla de Formentera, refugio natural durante siglos de navegantes mediterráneos.

SGS, líder mundial en la búsqueda de recursos marinos submarinos, ha ofrecido los trabajos del barco “SYLT”, de reciente adquisición, como contribución voluntaria a las acciones de prospección de las aguas de Formentera. La acción de SGS se enmarca en su fuerte compromiso social con la sostenibilidad, la preservación del medio ambiente y la conservación del patrimonio cultural e histórico de los lugares en los que desarrolla su actividad.

Con la adquisición del SYLT, la compañía suiza se ha convertido en la empresa mejor dotada tecnológicamente para la prospección del fondo submarino, capaz de realizar los trabajos más precisos en caracterización geomorfológica del fondo (cartas marinas de puertos), cartografía marina, búsqueda de recursos naturales, y valoración del estado de mantenimiento de estructuras sumergidas.

La tecnología del SYLT permite obtener una imagen virtual de muy alta resolución del fondo marino, gracias a sus sensores. Todo ello facilita encontrar objetos perdidos en el mar, reduciendo considerablemente el tiempo de los trabajos de rastreo y posibilitando una mayor eficacia en las labores de búsqueda de elementos e infraestructura sumergida.

Datos de la 3ª campaña de prospección arqueológica de la Carta Arqueológica Subacuática de Formentera (2015-2019)

 Zona de Estudio
Tramo de costa de 6 km2 en el Oeste de la isla, delimitado por Cala Saona en el norte y el Cap de Barbaria en el sur.

Medios técnicos
El buque “SYLT” de 30 metros de eslora, cuenta con todos los medios necesarios para la realización de levantamientos batimétricos y búsqueda sumergida.
Dotado con dos transductores multihaz, y con un sistema monohaz integrado, permite realizar levantamientos submarinos de muy alta resolución, sin el impacto medioambiental que los sónares convencionales tienen en la biocenosis marina.
Los sistemas de abordo procesan las señales en tiempo real, pudiendo el operador geolocalizar con precisión centimétrica, tanto la posición del barco, como la de los objetos descubiertos, teniendo la capacidad de transmitir en tiempo real los hallazgos y datos mediante comunicaciones por satélite. Los sistemas remolcados de detección de anomalías magnéticas permiten igualmente geolocalizar patrimonio enterrado, así como su ROV, que permite sumergirse para inspeccionar los hallazgos con sus cámaras de video de alta resolución.

Equipo de exploración
1 Coordinador de operaciones
5 miembros tripulación.
1 Técnico de batimetría, ingeniero experto en Hidrografía.
1 Equipo de buzos para apoyo a los trabajos.
1 Puesto de Mando Avanzado (PMA).


Período
Primera fase del 16 al 18 de abril de 2018
Segunda fase prevista para octubre-noviembre de 2018

«Tácito encarna el modelo de cronista al buscar las fuentes y analizar e interpretar los acontecimientos»

Javier Vidal Vega ha realiza un enorme trabajo de investigación, que ahora ve la luz en «Speculum historiae» - ABC

El periodista e investigador Javier Vidal Vega (Sevilla, 1981)acaba de presentar su libro «Speculum historiae. Antecedentes histórico-literarios de la crónica en el Mundo Antiguo» (Ediciones Alfar), basado en la tesis doctoral que defendió en 2012.

Este libro es el resultado de su tesis doctoral. Explícame cómo fueron los años de investigación y qué fuentes tuviste que estudiar para acometer este estudio.

En el año 2007, cuando participaba en la grabación de una serie de documentales para Canal Sur, tuve la ocasión de conocer al profesor Julián González, catedrático de Filología Latina de la Universidad de Sevilla. Él me sugirió la posibilidad de completar un hueco que había advertido en los estudios sobre comunicación; se refería a la deuda contraída con los autores clásicos grecolatinos. Como recuerdan Carlos García Gual y Antonio Guzmán Guerra, «en Grecia y en Roma se han inventado todos –o casi todos– los géneros de nuestra tradición». Sin embargo, en nuestra profesión no se suele mirar más allá del siglo XVII, momento en el que concurren las circunstancias socioeconómicas que permitirán el nacimiento del periodismo. Bien es cierto que en el caso de la crónica periodística sus más inmediatos precedentes hay que buscarlos en la chronique francesa, nuestros cuadros de costumbres y el modernismo literario, pero no podemos despreciar el extenso legado de textos (épicos, líricos y dramáticos) que confluyen en la configuración de la crónica actual. Hablamos de un tipo de texto que el periodismo adaptó a sus necesidades expresivas y que ha permitido -sigue permitiendo- a los historiadores reconstruir la historia de la humanidad. Por ello orienté mi tarea a rastrear los testimonios que sobre su época dieron no solo los grandes autores de Grecia y Roma, desde Homero, los logógrafos, Tucídides o Jenofonte hasta Plinio el Joven, Suetonio y Cornelio Tácito, sino también los fedatarios que con mayor o menor independencia del poder registraban los hechos de su tiempo. También se imponía la tarea de buscar en la ficción los tópicos, las historias y algunos de los procedimientos narrativos que aún seguimos cultivando en las redacciones. En suma, pretendía mostrar cómo los grandes autores del Mundo Antiguo se aplicaban a la tarea de narrar y cómo gracias a sus escritos podemos comprender mejor nuestro pasado.

El libro se remonta a las primeras manifestaciones, cuando la crónica bebía de la poesía, la tragedia y el drama, ¿no?

El «ornitorrinco de la prosa», de ese modo tan afortunado se refiere el periodista mexicano Juan Villoro a la crónica periodística. La crónica es un género híbrido en el que se dan la mano dos ámbitos aparentemente tan alejados como el periodismo y la ficción, de ahí que sea necesario acudir a la poesía, la tragedia, el drama, los cuentos, las leyendas o la tradición oral. Al ser «recuperada» para el quehacer periodístico, la crónica se entendió como un laboratorio de ensayo permanente, una forma de entender lo literario que tiene que ver con la belleza, la selección constante del lenguaje y el trabajo con imágenes sensoriales y símbolos. En ella, como explica Susana Rotker, una de las principales expertas en el género, se fundieron lo extranjero y lo propio, los estilos, los géneros, las artes, la democracia y la épica, la naturaleza y la realidad social e íntima, y la fe en el futuro, en la armonía cósmica y en el liberalismo. No resulta extraño que a lo largo de los siglos XIX y XX los mejores cultivadores de la crónica periodística volvieran su mirada hacia los grandes autores del pasado, aquellos cronistas que, libres de prejuicios y convencionalismos, no pretendían una representación mimética de la realidad. Esto no significa que su subjetividad traicionara el referente real, sino que se acercaban de otro modo, para redescubrirlo en su esencia y no en la gastada confianza de la exterioridad.

Las crónicas fueron evolucionando en épocas como las del antiguo Egipto.

La crónica nació en las orillas del Mediterráno y se desarrolló en los grandes «ríos» tributarios de nuestra cultura occidental: Mesopotamia, Egipto, la tradición judeocristiana, Grecia y Roma, y ya en la Edad Media los influjos que llegaban de Oriente a través de al-Ándalus. Podríamos extendernos incluso hasta las crónicas de Indias, fundamentales para entender el realismo mágico y la pujante crónica latinoamericana actual, pero son cuestiones que quedarán para ulteriores estudios. Egipto representó, entre otras muchas cosas, la consagración y la veneración del oficio de la escritura. El escriba dominaba un instrumento sagrado, capaz de hacer permanente lo efímero, verdadero lo falso y divino lo humano. Las clases dirigentes se percataron muy pronto del gran poder de la escritura y no dudaron en patrocinar (un eufemismo para referirnos al control férreo) la elaboración de todo tipo de documentos que pudiesen acreditar el papel privilegiado de un determinado gobernante. Solo así se explica que una batalla como la de Qadesh, librada en el actual territorio sirio en el año 1274 a.C. entre una coalición hitita y el ejército egipcio, fuese narrada como un triunfo incontestable del faraón Ramsés II, cuando en realidad aquella escaramuza no tuvo un claro vencedor. Cuando hablamos de Egipto debemos tener en cuenta que nos referimos a una civilización milenaria que se extiende desde el año 3000 a.C. hasta que Roma acabó con el reino tolemaico, convertido ya en un pálido reflejo de su antiguo esplendor. En todo ese tiempo se sucedieron dinastías, reyes, gestas, héroes... Para que su memoria perdurase a través de los siglos quisieron ganar la eternidad mediante un recurso de probada eficacia: lo misterioso. Todavía hoy todos experimentamos una poderosa fascinación por los misterios del antiguo Egipto.

¿Qué uso hizo de la crónica el pueblo israelita, sobre todo al considerarse como el pueblo elegido?

La literatura sagrada del judaísmo –cuyo corpus de escritos es conocido sencillamente como las Escrituras judías o Biblia hebrea– puede ser considerada una obra maestra de tradición nacional, producida por un pueblo pobre, hostilizado, semibárbaro, desgarrado por las rivalidades y barrido por la conquista. Las peripecias y penalidades de esta comunidad errante, en continuo movimiento, confieren al maravilloso compendio de escritos bíblicos el encanto inmortal del arte genuino y atraen universalmente el interés humano. Principalmente, el pueblo de Israel empleó sus escrituras para legitimar su posición en la historia; incluso todavía hoy se recurre a ellas para justificar los supuestos derechos históricos –y divinos– sobre el territorio que actualmente ocupa el estado de Israel. No deja de resultar curioso que un pueblo tantas veces sometido (por asirios, babilonios, egipcios, romanos...) recurriese a la escritura para proclamar que había sido bendecido entre todas las razas de la tierra por el mismo Yahvé. Junto a las escrituras sagradas del judaísmo, yo destacaría la obra de Flavio Josefo. Sin la Guerra judía y las «Antigüedades judías» de Josefo, especialmente los últimos siete libros de esta obra, ignoraríamos casi toda la vida del pueblo judío antes de su sometimiento definitivo por el Imperio romano y del ambiente en el que germinó la semilla del cristianismo. De hecho en las «Antigüedades judías» se halló la referencia más antigua a la figura de Cristo de la que tenemos noticia; una mención que se ha puesto en tela de juicio y que al menos parece haber sido manipulada por manos ansiosas de demostrar la existencia real del Jesús histórico.

Grecia versus Roma

¿Qué diferencias fundamentales hubo entre las crónicas de Grecia y las de Roma?

Existe una continuidad evidente entre la obra de los autores griegos y los grandes cronistas de Roma. Fue Saint-John Perse quien dijo aquello de que «una misma ola desde Troya ondula su grupa hasta nosotros». Los propios romanos no tuvieron ningún reparo en admitir su deuda con Grecia, resumida en aquella expresión de Horacio «Graecia capta ferum victorem cepit». Pero existe una diferencia sustancial en el conjunto de la obra cultural (no solo cronística) griega y la romana: frente la relativa independencia de las polis griegas, Roma pronto adquirió una vocación imperial que condujo inexorablemente a la consolidación de una soberbia estructura de propaganda: la lengua, las costumbres, el derecho, el arte... todo se combinó con un eminente espíritu práctico en la construcción del gran Imperio. Y las crónicas también se orientaron a este fin. El ejemplo más claro es el de los comentarios de Julio César, posiblemente redactados por su «oficina de propaganda"» para preparar su asalto al poder unipersonal. Este propósito restó tal vez calidad artística a los relatos e imposibilitó que apareciesen textos tan bien construidos como los de Heródoto o Tucídides, pero también surgieron obras muy meritorias como las de Tito Livio o Cornelio Tácito.

Cornelio Tácito es el cronista más importante de la Antigüedad-ABC

El libro reserva un amplio apartado a los grandes cronistas de la Antigüedad. ¿Cuál o cuáles fueron a su juicio los más grandes cronistas de la historia?

La gran cima de la crónica histórico-literaria del Mundo Antiguo es Cornelio Tácito. Él como nadie encarna el modelo de cronista entregado a la búsqueda de fuentes, empeñado en contrastar, analizar e interpretar los acontecimientos. Bastará para comprobar su rigor e imparcialidad con leer su crónica sobre el año 69 d.C., el de los cuatro emperadores, o el proceso contra Cremucio Cordo. Decía que había que profundizar en los hechos «sine ira et studio», sin encono ni parcialidad, y anhelaba esa «rara felicidad de los tiempos en los que pensar lo que quieras y decir lo que piensas está permitido». Esta cita ha aparecido numerosas veces a lo largo de la historia en las cabeceras de muchos diarios. Los grandes especialistas en la obra de Tácito también destacan su gran talento literario, incluso un genio de la talla de Francisco de Quevedo no dudó en ensalzarlo y en imitar algunos de sus recursos. Fue una época afortunada para la crónica histórico-literaria la que protagonizó Cornelio Tácito. Su contemporáneo y amigo Plinio el Joven compuso una extraordinaria colección de cartas que nos permiten reconstruir con todo lujo de detalles las primeras persecuciones contra los cristianos o la destrucción de Pompeya en el 79 d.C. No puedo evitar la sensación de estar leyendo una crónica periodística cuando acudo a su relato sobre la erupción del Vesubio. Podría destacar otras obras y otros autores, pero Plinio y Tácito proporcionan un modelo acabado, yo diría que casi cerrado, que luego se retomaría en otros momentos de la historia.

¿Qué huellas ves en los actuales medios de comunicación de esas antiguas crónicas que interpretaron la Historia?

Como ya he dicho, la crónica periodística se caracteriza por su hibridez insoluble, la movilidad, el cuestionamiento y el sincretismo, características que en mayor o menor medida ya estaban presentes en las crónicas histórico-literarias de la Antigüedad. Lamentablemente el frenético ritmo de trabajo impuesto a los profesionales de la información, la dichosa inmediatez y las limitaciones de espacio –tanto en los periódicos como en los nuevos formatos– han restado calidad al periodismo. Habitualmente se achaca a los periodistas la mala calidad de la información, pero no se repara en las duras condiciones de trabajo de las redacciones. Por otra parte, en el mundo en el que vivimos tendemos a creer que todo es reciente o por lo menos se desprestigia nuestra rica herencia cultural. En octubre de 2012 comencé la defensa de mi tesis doctoral haciendo referencia a las iglesias de Nantucket, esos templos que, como escribía Herman Melville en «Moby-Dick», se habían levantado con las osamentas de las ballenas que cazaban sus feligreses. Así es nuestra cultura: un lugar sagrado al que todos debemos regresar constantemente para no dejar de aprender de nosotros mismos, de nuestras creaciones.

Fuente: abc.es | 16 de abril de 2018

La Muralla Púnica (Certagena, Murcia) exhibe la exposición "Gladiadores, Dioses de la Arena"

Cartagena Puerto de Culturas se embarca en una nueva aventura para conocer de cerca el mundo de los gladiadores. La Muralla Púnica alberga desde el 10 de abril, la exposición, 'Gladiadores, dioses de la arena', que se podrá contemplar hasta el 30 de septiembre, y se completará con visitas teatralizadas y rutas guiadas.

Para presentar la nueva propuesta de Cartagena Puerto de Culturas, ha comparecido ante los medios la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, que ha estado acompañada por la gerente de Cartagena Puerto de Culturas, Agustina Martínez.



Sobre la exposición la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, ha expresado su satisfacción porque Puerto de Culturas vuelve a sorprender con esta actividad “que no va a dejar a nadie indiferente”. De la exposición monotemática ha destacado que está elaborada con una cuidada selección de piezas halladas en excavaciones de Cartagena y procedentes del Museo Arqueológico Enrique Escudero de Castro de Cartagena.

La alcaldesa ha querido destacar algunas de las piezas como: “una falcata ibérica, lucernas con escenas de combates con gladiadores, figurillas en bronce como Mercurio y Venus o Hércules, relacionado con los juegos gladiatorios junto con una fantástica inscripción en mármol, encontrada en Cartagena, que nos indica lo habitual e importante que fueron en Carthago Nova los espectáculos de gladiadores, y que nos acercarán al intenso mundo de los dioses de la arena”.

Por su parte, la gerente de Cartagena Puerto de Culturas ha explicado que se han recreado diferentes ambientes que ayudan a comprender el origen, la vida y la muerte de los héroes de la sociedad romana. Descubriendo al visitante la vida en un ludus, en una escuela de gladiadores, donde se tratarán temas esenciales como la alimentación, los entrenamientos o la medicina. Ante el altar, se conocerá a los dioses de la guerra, así como aspectos mágicos de la diosa Némesis, protectora de los gladiadores, la diosa de la justicia y el destino, hasta descender a la barca de Caronte, donde se descubrirá el ritual por el que comenzaba el viaje al Averno, de los gladiadores muertos en la arena.
Puerto de Culturas ha creado para esta exposición una escena con los dos modelos de gladiadores más deseados por el público romano portando las diferentes armas que los convirtieron en ídolos heroicos de Roma. Estos iconos, están enmarcados por la reproducción de la pintura del Venator, encontrada en el Barrio del Foro Romano, que representa una escena de caza, una lucha entre hombres y bestias.

Cascos, espadas y escudos envolverán la Muralla Púnica, justo en el preciso momento, en que Escipión el 'Africano' eligió Carthago Nova para celebrar los primeros juegos gladiatorios en Hispania. Con este destacado hecho, se ha organizado un intenso programa de actividades que trasladará al apasionante mundo de los gladiadores.


VISITAS GUIADAS Y RUTAS

'Gladiadores, dioses de la arena” visita guiada a la exposición'

Se conocerán los aspectos de la vida y muerte de los gladiadores de la antigua Roma. La escuela de gladiadores o la capilla, dedicadas a los dioses protectores, sumergirán al público en el fascinante mundo de las estrellas del espectáculo del Imperio.

Lugar: Muralla Púnica. Días: de martes a domingo. Horarios: 11:00h, 13:00 y 17:30h. Precio: 3,5 euros. Club Cartagena Puerto de Culturas gratis.

'La Loca Academia de Gladiadores”, visita teatralizada infantil'
Para lo más pequeños soñadores en convertirse en un súper héroes o heroínas se ha creado una singular academia, aprenderán de manera muy divertida el manejo de la espada, la dieta de un gladiador, navegarán en la barca de Caronte, un loco entrenamiento hasta conseguir la espada de madera que les dará la libertad.

Lugar: Muralla Púnica. Días: domingos de abril, domingos mayo (6 y 13) y domingos de septiembre. Horarios: 12:00h. Precio: 8 euros. Club Cartagena Puerto de Culturas 4
'Ocio y placer, sangre y arena”, ruta guiada'

La visita comienza en la Muralla Púnica, escenario donde Escipión celebró en Carthago Nova los primeros juegos gladiatorios en Hispania. Se explicará el origen, la vida y muerte de los héroes del mundo romano. En la Casa de la Fortuna, reviviremos los banquetes de una vivienda romana, hasta llegar al Barrio del Foro Romano, donde se practicaba el ocio en las Termas y el especial Templo de Isis.

Recorrido: Muralla Púnica, Casa de la Fortuna y Barrio del Foro. Días: sábados de abril (14 y 28) mayo (12), sábados de junio y martes de julio, agosto y septiembre (4 y 11). Horarios: 11:30h. Salida: desde Muralla Púnica. Precio: individual 12 euros, reducida 10 euros, Club Cartagena Puerto de Culturas 6 euros.


'Hermes y Máximo, dioses del espectáculo”. Ruta teatralizada con lucha de gladiadores'

El Teatro Romano será el escenario de un duelo interpretativo entre dos gladiadores, de la mano del vencedor se llegará al templo del emperador Augusto, para participar en un ritual ofrecido a los dioses como preámbulo al mayor espectáculo del mundo antiguo, los combates de gladiadores en la Muralla Púnica.

Recorrido: Teatro Romano, Augusteum y Muralla Púnica. Días: sábados de abril (21) mayo (5, 26) y sábados de agosto. Horarios: 11:30h. Salida: el Museo del Teatro Romano. Precio: individual 15 euros, reducida 13 euros, Club Cartagena Puerto de Culturas 8 euros.

Cena romana con espectáculo de Gladiadores

Una cena romana con lucha de gladiadores hará viajar en el tiempo para revivir la celebración del primer combate gladiatorio en Hispania organizado por Escipión, tras la conquista de Carthago Nova. Una velada única para satisfacer todos los sentidos.

Lugar: Muralla Púnica. Días: viernes 7 y 21 de septiembre.Horarios: 22:00. Precio: 40 euros.
Se pueden adquirir las entradas en la página web de Cartagena Puerto de Culturas . Y en los centros y museos de Cartagena Puerto de Culturas. Teléfono de información 968 500 093.

Fuente: murcia.com | 10 de abril de 2017

Descubren un total de 113 imágenes rupestres en la cueva de Atxurra (Vizcaya)

Diego Gárate hace balance de los grabados descubiertos hasta la fecha. EFE

La cueva de Atxurra, en Berriatua (Vizcaya), se ha revelado como el yacimiento arqueológico de Euskadi con más grabados rupestres de animales en sus paredes, 113 hallados hasta la fecha, junto a materiales e instrumentos utilizados por sus autores, según las investigaciones realizadas en los dos últimos años por el equipo dirigido por el arqueólogo Diego Gárate.

Esta cueva, señalada ya en 1935 como lugar de interés arqueológico por el eminente etnógrafo vasco Joxe Miguel de Barandiarán, quien realizó una pequeña excavación en el suelo de la entrada principal de la cavidad, se confirmó como tal en septiembre de 2015 cuando el arqueólogo Diego Gárate y y el espeleólogo Iñaki Intxaurbe descubrieron grabados de animales a 235 metros de la entrada principal.

Gárate ha señalado en la conferencia de prensa en la que se han presentado los principales hallazgos realizados en los dos primeros años de investigación del yacimiento, que lo que hace especial a la cueva de Atxurra, además de que contiene el mayor número de representaciones esquemáticas de animales prehistóricos, es que es a la vez un museo de arte rupestre que alberga las obras realizadas y el taller de los artistas que las realizaron.

Izquierda: Bisonte grabado con “puntas” clavadas en su interior (Foto: Diego Garate). Derecha: Grabado de otro bisonte.

Esto es así, ha explicado Gárate, porque la cueva contiene también los materiales e instrumentos que utilizaron para realizar los grabados, como buriles y paletas de sílex, y para iluminarse mientras los realizaban, al haberse encontrado también restos del carbón empleado en las hogueras y antorchas usadas y una lamparilla primitiva confeccionada en piedra arenisca.
La primera parte de la campaña de investigación de la cavidad, financiada por la Diputación de Vizcaya con una duración de cuatro años, ha descubierto también que en la entrada principal o superior de la cueva, situada a unos 3 kilómetros de la línea de costa actual, hubo ocupación humana habitual en un periodo que abarca entre los 29.000 y los 12.000 años.
En este lugar se han encontrado evidencias y restos carbónicos de hogueras, animales consumidos y herramientas utilizadas por sus moradores en el periodo anteriormente citado, ha precisado Gárate.

Presentación del balance del hallazgo del santuario prehistórico de la cueva de Atxurra, en Berriatua (Vizcaya). Foto: EFE

En la entrada inferior de la cueva, más pequeña y de acceso más complicado, los arqueólogos del equipo de Gárate han hallado evidencias de utilización hace 20.000 años, con restos de utensilios de silex y de pintura ocre cuyo uso aún no están en condiciones de interpretar aunque esperan poder hacerlo en los dos años restantes de campaña, ha agregado.

Gárate ha señalado que las 113 representaciones de animales prehistóricos encontradas hasta la fecha lo han sido en 14 espacios diferentes de la cueva, el primero de los cuales, bautizado como la "sala de los bisontes", se halla a 235 metros de la entrada y al que se llega a través de un estrecho y difícil acceso.

A 330 metros de la entrada han localizado otro espacio con numerosos grabados en una repisa de 11 metros de largo situada a 4 metros del suelo, al que han denominado la "plataforma de los caballos", y en la que han encontrado más de 40 figuras de animales, predominantemente equinos.

Repisa con dos caballos de grandes dimensiones grabados y pintados (Foto: Diego Garate)

Aunque las representaciones más numerosas son las de bóvidos y equinos, se han hallado también grabados de otros animales existentes en la zona y de los que presumiblemente se alimentaban sus moradores como cabras, uros y ciervos.

Lo tenue de las líneas que conforman los grabados hallados, debido al paso del tiempo, y el hecho de que las figuras se hallen embutidas en la piedra de la pared, ha dificultado mucho el hallazgo y contabilidad de los grabados, para lo que han tenido que recurrir a complejas técnicas fotográficas y ordenadores de potencia superior a la habitual, ha precisado.

Para dar a conocer pare de los hallazgos realizados hasta la fecha en la cueva de Atxurra, la Diputación de Vizcaya ha trasladado al Museo Arqueológico de Bilbao la lamparilla de arenisca utilizada para iluminar estancias y seis buriles de silex utilizados por los artistas en la confección de sus grabados que quedarán expuestos en la sala del centro dedicada a la Prehistoria.

Fuente: elmundo.es | 16 de abril de 2018

Las ánforas del barco hundido en las Islas Formigues (Gerona) llevaban una deliciosa salsa de pescado

Arqueólogos vaciando el contenido de una de las ánforas romanas (ACN / Xavier Pi)

Los arqueólogos han vaciado ánforas de hace 2.000 años procedentes del barco romano hundido junto a las Islas Formigues y han confirmado que llevaban salsa de pescado. Se han pasado dos milenios a más de 45 metros de profundidad, pero hace pocos meses volvieron a la superficie. Formaban parte de la carga del barco romano que a principios del siglo I d.C. se hundió en el litoral del Baix Empordà (Gerona).

Un derelicto que los arqueólogos descubrieron en 2016 y que ya se ha empezado a excavar en profundidad. De momento, quitando parte de la arena que recubre el yacimiento, ya se han contabilizado 135 ánforas. Y de éstas, durante la última campaña los arqueólogos extrajeron tres. Se habían desprendido de la estiba del barco y, a diferencia del resto de ánforas que todavía descansan bajo el mar, no había riesgo de que se rompieran en el momento de cogerlas.


Pese a que estas tres ánforas habían perdido el tapón (en el yacimiento, muchas lo conservan) los arqueólogos las han vaciado para intentar encontrar restos de su contenido. Y después de retirar los sedimentos acumulados en el interior durante siglos, las ánforas han revelado parte de los secretos de la nave. Y a partir de ahora, también se espera que lo hagan de la cultura culinaria de los romanos.

En su fondo, los arqueólogos han encontrado partes de la resina que se usaba para impermeabilizar las ánforas. Pero también escamas y trozos de espinas, que han permitido descubrir con certidumbre qué transportaba el barco hundido en las Formigues. “Hasta ahora teníamos dos hipótesis: o llevaba salsa de pescado o salazones”, concreta añade el responsable del Centre d’Arqueologia Subaquàtica de Catalunya (CASC), el arqueólogo Gustau Vivar.

“Pero por la clase y el tamaño de los restos, es decir más bien partes de distintos pescados, ahora ya podemos concluir que llevaba un cargamento de salsa”, añade Gustau Vivar.

Las ánforas se han desalinizado tras ser sacadas del fondo del mar (ACN / Xavier Pi).

Pionero e internacional

Ahora, las tres ánforas descansarán en las estanterías del almacén del CASC, junto con los centenares de restos procedentes de los yacimientos submarinos que hay en el litoral catalán. Pero las muestras que se han extraído de su contenido viajarán hasta laboratorios de Francia y Noruega. Formarán parte de un estudio pionero a nivel internacional que intentará descubrir qué contenía la salsa de pescado que elaboraban los romanos.

También conocido como garum, este condimento se elaboraba con distintas clases de pescado, que se troceaban y se ponían a macerar durante un año a sol y serena. Ahora, a través del microscopio, se mirarán los restos de polen y de ADN que contenían las ánforas para ver qué plantas y pescados se ponían en la salsa.

El sedimento en el fondo de una de las ánforas (ACN / Xavier Pi)

Por eso, dos arqueólogos expertos en palinología (el análisis del polen) se han desplazado hasta la sede del CASC en Girona para extraer las muestras que se enviarán a los laboratorios. “Esta es la primera vez que hacemos un estudio polínico sobre estas salsas romanas”, concreta Anna Ejarque, que trabaja en el laboratorio Geolab que el Centro Nacional de Investigación Científica francés, en CNRS, tiene en Clermont-Ferrand.

Como el polen se conserva durante milenios, Ejarque concreta que podrán determinar qué plantas se usaban para elaborar el garum. “Eso sí, siempre que sean partes en florescencia; por ejemplo, si se ha usado romero para aromatizar la salsa, encontraremos su polen en una proporción muy alta”, concreta la palinóloga.

Además, según explica Santi Riera, palinólogo y profesor de Arqueología de la Universitat de Barcelona (UB), también habrá muestras vegetales que, junto con las escamas y restos de espinas se enviarán a analizar a Noruega. Allí se mirará si se ha conservado el ADN, lo que permitirá determinar qué plantas y qué pescados usaban los romanos para elaborar la salsa.

Una de las muestras extraídas de las ánforas (ACN / Xavier Pi)

En paralelo, los palinólogos también estudiarán la resina que se ha conservado en el fondo y parte de la pared de las paredes de las ánforas (y que se usaba para impermeabilizarlas). El objetivo, en este caso, es ver de qué árbol se extraía.

“Por lo que hemos leído, se ve que para trasportar vino la resina de pino de alta montaña era muy apreciada, pero también sabemos que se extraía del roble”, concreta Ejarque. “El uso de la resina en el mundo antiguo es muy desconocido, y ahora podremos analizar de dónde procedía la que llevaban las ánforas del barco localizando en las Formigues”, añade la palinóloga. “Una de las cosas buenas que tendrá este estudio es que puede servir para aportar información novedosa y descubrir incógnitas”, concluye.

Una arqueóloga rasca restos de resina de una de las ánforas (ACN / Xavier Pi)

Fuente: lavanguardia.com | 16 de abril de 2018

La cooperación salvó al Homo Sapiens en Europa hace 40.000 años

El comercio y las redes sociales ayudaron a nuestros ancestros Homo sapiens a sobrevivir a una erupción volcánica que cambió el clima hace 40.000 años, lo que proporciona la esperanza de que podremos superar el calentamiento global si permanecemos interconectados, según sugiere un nuevo estudio.

Al analizar antiguas herramientas y ornamentos de un refugio rocoso prehistórico llamado Riparo Bombrini, en Liguria, en la Riviera italiana, los arqueólogos de la Universidad de Montreal y la Universidad de Génova concluyen que la clave de la supervivencia es la cooperación. Su estudio ha sido publicado a principios de abril en el Journal of Quaternary Science.
"Liguria es donde vivieron algunos de los primeros 'Homo sapiens', más o menos nuestros ancestros directos en Europa", dijo Julien Riel-Salvatore (izquierda), profesor de Arqueología en la Universidad de Montreal y coautor del estudio con su colega italiano de la Universidad de Génova, Fabio Negrino. "Ellos vinieron después de los neandertales, pero, a diferencia de éstos, cuando se enfrentaron a cambios climáticos repentinos no se extinguieron a escala local ni abandonaron la región, sino que se adaptaron".

Los Homo sapiens llevaban viviendo en la región durante más de 1.000 años cuando una 'super erupción' en los campos Flégreos, en el sur de Italia, al oeste de la actual Nápoles, devastó gran parte de Europa. "Se ha venido considerando que este fenómeno había aniquilado a la mayoría de los primeros 'Homo sapiens' de Europa, pero hemos podido demostrar que algunos de ellos fueron capaces de manejar la situación muy bien. Sobrevivieron al lidiar con la incertidumbre del cambio climático repentino".


En su trabajo, los arqueólogos recogieron fragmentos de herramientas como cuchillas (pequeñas hojuelas regulares extraídas de núcleos de piedras grandes para usarlas como puntas o cortar componentes de armas para cazar), las cuales muestran el ingenio de nuestros primeros antepasados. Parte del pedernal que utilizaron para estos fines fue traído desde cientos de kilómetros de distancia, lo que indica la existencia de una red social de intercambio muy extensa que les ayudó a sobrevivir durante los próximos 4.000 años.

"Tenían vínculos con personas que vivían lejos, de modo que si las cosas se descontrolaban en el territorio donde habitaban tenían la opción de pedir ayuda a otros 'Homo sapiens' con los que habían establecido relaciones sociales, y cuanto más amplia pudo haber sido esa red, más fácil les fue sobrevivir", dice Riel-Salvatore, cuyas evidencias para mostrar que el Homo sapiens ocupaba el lugar referido también incluyen un diente de niño, así como adornos de concha y ornamentos de piedra.


Al igual que en Indonesia

Su estudio se hace eco de otras revisiones sobre el impacto de una super erupción volcánica prehistórica aún más antigua, la del Monte Toba, en la isla indonesia de Sumatra, hace 74.000 años, de la cual se ha pensado que estuvo a punto de aniquilar a la humanidad por completo. Una teoría que está seriamente cuestionada por recientes evidencias. En ambos casos (de erupción volcánica), la arqueología demuestra que la evolución no siempre es tan dramática como creemos.

"Esto parece formar parte de un patrón en el que se constata que los humanos son muy adaptables y resistentes frente a eventos enormemente perturbadores", afirma Riel-Salvatore. "Tales eventos pueden ser realmente terribles, pero de forma limitada, local, no a través de los continentes ni a nivel mundial".

"quizá sea un poco exagerado decir que lo que sucedió hace decenas de miles de años puede ayudarnos a predecir cómo los humanos de hoy en día se enfrentarán al cambio climático, pero aprender del pasado nos puede ayudar a ubicarnos sobre cómo luchar contra el cambio climático en curso", añadió.

"Hay que subrayar la importancia de la arqueología por su capacidad de informar sobre los problemas más inmediatos a los que nos enfrentamos. La cooperación y las redes sociales resilientes fueron claves para los Homo sapiens, pues les ayudaron a superar los repentinos y dramáticos cambios climáticos del pasado. Y teniendo en cuenta algunos de los desafíos a los que nos enfrentamos hoy en día, así como algunas posiciones arraigadas con las que tenemos que pelear, tal vez esta noción de que la cooperación es fundamental sea algo que podamos considerar como una lección para llevar a casa".

Parte de los datos reunidos por los investigadores para su estudio fue obtenido en excavaciones realizadas entre 2002 y 2005 en Riparo Bombrini, y otra parte en el complejo arqueológico de cuevas paleolíticas de Balzi Rossi, las cuales se sondearon por primera vez en 1938 y cuyas excavaciones comenzaron en 1976.

Durante los próximos tres años, Riel-Salvatore y Negrino continuarán excavando en el lugar para ahondar en la razón por la cual la población neandertal desapareció y fue reemplazada por los Homo sapiens, mejor equipados y mejor relacionados.

Fuente: Universidad de Montreal | 16 de abril de 2018