Descubren un templo cananeo de hace 3.200 años con estatuillas de Baal en la ciudad bíblica de Laquis

El templo hallado en Laquis es el primer templo cananeo encontrado en más de 50 años y está extraordinariamente bien conservado, dicen los arqueólogos. (Imagen: © Emil Eljem / IAA).

Un antiguo templo cananeo, de 3.200 años de antigüedad, ha sido descubierto en Israel. Era parte de una ciudad bíblica denominada Laquis, en donde ahora hay un parque nacional, según informa The Daily Mail.

En el lugar también se desenterraron calderos de bronce y joyas de antiguos dioses, dagas y cabezas de hacha ornamentadas con imágenes de pájaros y escarabajos. Hay que decir que Laquis, donde se encuentra el templo, fue encontrada por primera vez por el destacado arqueólogo William Foxwell Albright en 1929. Laquis fue la segunda ciudad más importante de la región después de Jerusalén, y se observa mencionada varias veces en fuentes históricas. El templo fue destruido alrededor del año 1150 a. C., a mediados del siglo XII a. C.

Restos de la puerta de acceso de la muralla de Laquis durante la Edad del Hierro.


El equipo de arqueólogos encontró un templo con dos grandes pilares que conduce a una zona de entrada más grande en lo que fue la ciudad de Laquis

El Libro de Josué en la Biblia hebrea describe cómo la ciudad cananea cayó ante los israelitas invasores alrededor del siglo XIII a.C.: "Y el Señor entregó a Laquis en manos de Israel, que la tomó el segundo día y la hirió con el filo de la espada, y todas las almas en ella".


Los arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Adventista del Sur en Tennessee consideran que se trata de una «oportunidad única» para estudiar a los cananeos, antigua civilización que también se menciona con frecuencia en la Biblia.

Concretamente, el profesor Yosef Garfinkel (izquierda), de la Universidad Hebrea de Jerusalén y el profesor Michael Hasel (derecha), de la Universidad Adventista del Sur en Tennessee han dirigido al equipo de investigadores que descubrieron el templo.

«El templo pertenecía a la última ciudad cananea», confirma Garfinkel a Haaretz. La arquitectura es consistente con la construcción cananea y se han encontrado dos estatuillas de Baal, un dios que no fue adorado en Egipto, revela este medio. Sin embargo, otros artefactos hallados muestran la gran influencia egipcia por los escarabajos y el amuleto con Hathor.
Estatuillas de bronce recubiertas de plata representando al dios Baal halladas en el yacimiento. Crédito de la imagen: T. Rogovski

Los descubrimientos incluyen, asimismo, parte de una inscripción cananea en una pieza de cerámica. Esa inscripción muestra el primer uso conocido de la letra "samekh", que también aparece en el alfabeto hebreo como una versión del sonido "s" en inglés.
Una rara inscripción cananea hallada en el templo ostenta el primer ejemplo conocido de la letra cananea y hebrea "Samekh" (encerrada en el círculo amarillo). Crédito de la imagen: Emil Eljem / IAA.

Las inscripciones cananeas son muy raras. Garfinkel dijo que solo se han encontrado unas pocas en los últimos 30 o 40 años. "Teníamos ejemplos de las letras A, B, C y D ..., pero había una letra que nunca se había encontrada antes: el 'samekh' cananeo o hebreo", dijo. "Pero ahora hemos encontrado en este templo un fragmento de una inscripción, y en ella aparece la primera letra conocida 'samekh' en el mundo".


El descubrimiento es especialmente importante porque ahora se cree que los antiguos cananeos inventaron el primer alfabeto. "Antes de esto, tienes la técnica de escritura cuneiforme en Mesopotamia, así como el sistema de jeroglíficos en Egipto", afirma Garfinkel. "Pero estas eran técnicas de escritura muy complicadas, con cientos de signos, y solo los escribas que los aprendían durante años sabían leer y escribir".

En contraste, el alfabeto cananeo podría escribirse y leerse mucho más fácilmente. "Los cananeos inventaron un alfabeto y este se extendió por todo el mundo, desde el cananeo al hebreo, luego al griego y al latín, hasta llegar al inglés", afirma Garfinkel. "Y ahora es común en todo el mundo". La investigación al respecto se publicó el pasado enero en la revista Levant.

Los arqueólogos dicen que las paredes y el techo del templo se derrumbaron cuando fue atacado, sellando muchos objetos en su interior, tales como las piezas de cerámica que se ven la imagen. Crédito de la imagen: C. Amit / IAA.

Durante el período en que se originó el templo, los habitantes de Laquis controlaban gran parte de las tierras bajas de Judea y la ciudad era una de las más importantes de la zona. El templo corresponde aproximadamente a una época en que Canaán, un área que cubría la mayor parte del Israel moderno, Jordania, el sur de Siria y el Líbano, fue gobernada por Egipto, y las cartas para el faraón del gobernante sujeto de Laquis se encuentran en las tabletas de Amarna, las cuales datan del siglo XIII a. C.

Los hallazgos incluyen varias joyas preciosas, como estos dos aretes de oro que datan de antes de 1.150 a. C. Crédito de la imagen: T. Rogovski.

El templo, de la Edad del Bronce, tenía dos pilares y dos torres que conducían a una gran sala rectangular, algo inusual para la época. El templo tenía pequeñas habitaciones a lo largo de los lados que se habrían utilizado para el almacenamiento, de hecho, encontraron cajas con trigo dentro de ellas.

«Este tipo de estructura solo se descubrió en Meguido, Naplusa y Hazor. Pero esta es la primera vez que hallamos un tipo de templo simétrico monumental tan grande», dijo Garfinkel, que estima que se trata de un hallazgo inusual puesto que un descubrimiento de este nivel ocurre después de varias décadas. «Solo una vez cada 30 o 40 años tenemos la oportunidad de excavar un templo cananeo en Israel», agregó el experto.

Fuentes: abc.es | livescience.com | 20 de febrero de 2020

Experimentos cognitivos sobre la evolución del comportamiento simbólico temprano en el 'Homo sapiens'

Artefactos con grabados simbólicos hallados en los enclaves sudafricanos de Blombos y Diepkloof (PNAS)

El comportamiento simbólico, como el lenguaje, la contabilidad, la música, el arte y la narrativa, constituye un hito en la evolución cognitiva humana. Pero, ¿cómo, dónde y cuándo evolucionaron estas prácticas complejas? Esta pregunta es muy difícil de abordar; los procesos cognitivos humanos no se fosilizan, lo que hace que sea muy complicado estudiar la vida mental de nuestros antepasados ​​de la Edad de Piedra. Sin embargo, en un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), un equipo interdisciplinario de científicos cognitivos y arqueólogos de Dinamarca, Sudáfrica y Australia, ha asumido el desafío. Para ello utilizaron grabados en nódulos ocres y cáscaras de huevo de avestruz realizados entre hace 109.000 y 52.000 años en una serie de cinco experimentos de ciencias cognitivas a fin de investigar su potencial función simbólica.

Los grabados se originaron en los enclaves sudafricanos de la Edad de Piedra Media de la Cueva de Blombos y en el refugio rocoso de Diepkloof, y se consideran que son los primeros ejemplos de comportamiento simbólico humano. Se encontraron en diferentes capas de los sedimentos de la cueva, lo que ha permitido reconstruir el tiempo aproximado y el orden en que se produjeron. El científico principal, Kristian Tylén (izquierda), profesor asociado en el Departamento de Lingüística, Ciencia Cognitiva y Semiótica y en el Centro de Mentes Interactivas de la Universidad de Aarhus, Dinamarca, explica:

"Es notable que tengamos un registro de una práctica de hacer grabados que abarcan más de 40.000 años. Esto nos permite observar cómo los patrones grabados se han desarrollado y refinado gradualmente con el tiempo hasta convertirse en símbolos cada vez más perfeccionados, es decir, en herramientas de la mente humana, de modo similar a la forma en que las tecnologías instrumentales, como las herramientas de piedra, se perfeccionan con el tiempo para hacer su trabajo de manera más eficiente".

En los experimentos realizados, se les mostró a determinados participantes dichos patrones grabados mientras los investigadores medían sus respuestas en términos de atención visual, reconocimiento, memoria, tiempos de reacción y discriminación de patrones que pertenecen a diferentes puntos en el tiempo. Los experimentos sugieren que durante un período de más de 40.000 años los grabados evolucionaron para captar de modo más efectivo la atención visual humana, a la vez que se hicieron más fáciles de reconocer como hechos por la mano del hombre, más fáciles de recordar y reproducir, además de evolucionar estilísticamnete como elementos específicos de un grupo. Sin embargo, no eran fáciles de discriminar entre sí dentro o entre cada uno de los dos enclaves.
Así es como estos patrones de la Edad de Piedra han evolucionado durante más de 40.000 años. A la izquierda están los primeros patrones, los cuales tienen aproximadamente 100.000 años, mientras que los de la derecha tienen aproximadamente 60.000 años. Crédito: Kristian Tylén el al. 2020.

Varios estudios anteriores han presentado especulaciones sobre la posible función simbólica de los grabados de Blombos y Diepkloof. Algunos han sugerido que deberían considerarse como símbolos completamente desarrollados que apuntan a significados distintos, más o menos como si fueran glifos escritos. Sin embargo, esta sugerencia no está respaldada por el presente estudio:
"Es complejo hacer interpretaciones bien fundamentadas de estos antiguos comportamientos humanos", dice el arqueólogo y coautor Niels N. Johannsen (derecha), profesor asociado en el Departamento de Arqueología y Estudios del Patrimonio y en el Centro de Mentes Interactivas de la Universidad de Aarhus: "Nos ha faltado un enfoque científico más sistemático. La principal ventaja de nuestro procedimiento experimental es que trabajamos directamente con la evidencia arqueológica, midiendo las consecuencias cognitivas de los cambios que han sufrido estos grabados a través del tiempo, y con estos datos, argumentamos, estamos en una mejor posición para comprender la posible función de los grabados realizados por nuestros antepasados ​​hace decenas de miles de años".

Los hallazgos experimentales sugieren que los grabados de Blombos y Diepkloof fueron creados y refinados con el tiempo para servir a un propósito estético, por ejemplo, como decoraciones. Sin embargo, también desarrollaron elementos estilísticos que podrían haber funcionado para marcar la identidad de un grupo, es decir, podrían ser reconocidos como provenientes de un conjunto de humanos en particular.

¿Por qué el hombre de la Edad de Piedra pasó tiempo haciendo patrones como estos? En la imagen un trozo de ocre grabado con un patrón abstracto hallado en la Cueva de Blombos (Sudáfrica) con una antigüedad de 75.000 años.

Dado que en los experimentos llevados a cabo se hizo uso de participantes actuales, podría surgir la preocupación de que las mediciones realizadas dicen poco sobre los procesos cognitivos que se desarrollaron en las mentes de humanos de la Edad de Piedra hace 100.000 años.
En tal sentido Kristian Tylén explica:

"Las investigaciones anteriores se han basado exclusivamente en estudios de artefactos arqueológicos, el tamaño y la forma de los moldes craneales, o en el mapeo de genes. Esta obtención de medidas o datos son muy indirectos de los procesos cognitivos humanos. Si bien nuestro enfoque experimental también es indirecto, en el sentido de que no podemos viajar hacia atrás en el tiempo y registrar de modo efectivo los procesos cognitivos de nuestros antepasados ​​de la Edad de Piedra, se trata de procesos cognitivos básicos involucrados críticamente en el comportamiento simbólico humano".


Nueve de los casi 300 fragmentos de huevos de avestruz encontrados en Diepkloof (Sudáfrica). Pierre-Jean Texier.

Por tanto, el estudio realizado puede informar y aportar ideas a las discusiones fundamentales sobre la evolución temprana del comportamiento simbólico humano. A diferencia de las herramientas de piedra, los hallazgos sugieren que los grabados se refinaron gradualmente durante un período de más de 40.000 años hasta convertirse en 'herramientas de la mente', y con una mayor efectividad a medida que sus productores se volvieron más hábiles. En la búsqueda desafiante de comprender la evolución cognitiva humana, el enfoque y los hallazgos del estudio proporcionan nuevas ideas sobre las mentes de nuestros antepasados ​​de la Edad de Piedra que no se pueden lograr a través de los métodos tradicionales de la arqueología y la genética, o solo mediante el trabajo teórico.

Fuente: eurekAler.org | 19 de febrero de 2020

La denominada 'Inscripción de Nazaret' no tiene ninguna conexión con Jesucristo ni con el cristianismo, según un nuevo estudio

Detalle de la denominada 'Inscripción de Nazaret' (Journal of Archaeological Science: Reports)

La inscripción data de los primeros años de nuestra era. Es un edicto, emitido por un gobernante romano que firma simplemente como “César”, en el que se reclama a la población que se dejaran “las tumbas intactas” y que los cadáveres ni fueran destruidos ni exhumados, y que tampoco se quitaran las losas que acompañaban las tumbas.

Algunos sectores del cristianismo aprovecharon este texto encontrado en Nazaret como prueba fehaciente de que el Imperio Romano tuvo que reaccionar ante la resurrección de Jesús o, al menos, la desaparición de su cuerpo tres días después de haber fallecido en la cruz. Los investigadores de la Universidad de Oklahoma acaban de descartar esta teoría.

“La inscripción de Nazaret no tiene conexión con Jesucristo ni con el cristianismo primitivo. Fue provocada por la profanación de la tumba de una figura política conocida como Nikias de Kos”, asegura Kyle Harper (izquierda), autor principal de un estudio publicado en la revista Journal of Archaeological Science: Reports.

La tabla está escrita en griego sobre una losa de mármol de 60 centímetros de alto y 37,5 centímetros de ancho. “El análisis de los isótopos de oxígeno y carbono (usados comúnmente para intentar establecer la procedencia de artefactos antiguos) ha permitido establecer que el misterioso texto fue tallado en piedra de una cantera en la isla de Kos”, añaden los científicos.
Aunque el edicto pide dejar las tumbas “intactas” y clasifica como “delitos capitales” el hecho de remover los cadáveres o destrozar las sepulturas. El rótulo perteneció hasta 1930 al enigmático coleccionista alemán Wilhelm Froehner, que lo había adquirido en 1878 en París y lo mantuvo en su archivo privado hasta su muerte.

Las notas de Froehner se limitaba a señalar que el mármol fue “enviado desde Nazaret”. Aunque nadie sabe exactamente cómo llegó la tabla hasta Francia el estudio del estilo de las letras de la inscripción sugerían que se había escrito en algún momento entre el siglo I a.C. y el siglo I después de Cristo, justo cuando el Imperio Romano se expandía por el Mediterráneo oriental.

La losa de mármol tiene 60 centímetros de alto y 37,5 centímetros de ancho (Journal of Archaeological Science: Reports).

“Si el propósito de este edicto hubiera sido una reacción al movimiento cristiano primitivo, entonces este documento se erigiría como el artefacto físico más antiguo conectado a la nueva religión y estaría entre las inscripciones más importantes del mundo antiguo”, reconocen los propios investigadores. Pero sus análisis no confirmarían esta hipótesis.
Los especialistas de la Universidad de Oklahoma creen que el edicto fue emitido por César Augusto en respuesta a la profanación de la tumba de un famoso tirano de Kos llamado Nikias. “Esta teoría se ajusta más lógicamente a la procedencia del mármol y los acontecimientos de esa época”, escriben.

“Nuestros resultados indican que el mármol de la cantera superior de la isla de Kos (Grecia) es una fuente probable para la tableta conocida como 'Inscripción de Nazaret', aunque no podemos descartar por completo otros mármoles de la región”, añaden. Hasta ahora nadie había apuntado esta procedencia para la inscripción, la cual se conserva actualmente en la Biblioteca Nacional de Francia.

Nikias fue un dirigente que murió alrededor del año 20 a.C. Las monedas creadas durante su gobierno (derecha) comienzan después del período 50 a.C. y muestran a un “hombre joven con cabello bastante rizado, frente ancha, nariz aguileña, barbilla escasa y una expresión seria transmitida por sus ojos y la línea descendente de sus labios”.
El historiador y geógrafo griego Estrabón describe a Nikias como un tirano al que se opuso el “renombrado arpista” Theomnestus. Kos es una isla griega de apenas 45 kilómetros por 11 kilómetros, situada en el mar Egeo a solo cuatro kilómetros de la costa de Bodrum, en Turquía. Hay evidencias de que tuvo asentamientos importantes desde la Edad del Bronce.

“Nuestra interpretación es que la 'Inscripción de Nazaret' no tiene nada que ver con el cristianismo, ni siquiera con el Levante. Su procedencia no fue Palestina, sino Asia Menor. Froehner, o algún otro comprador intermedio, fue engañado, tal vez por un vendedor que esperaba aumentar el valor de mercado del artefacto vinculándolo con Jesucristo”, indica Harper.

El mármol donde se realizó la inscripción procede de la cantera de la isla de Kos (Grecia), según los investigadores (Journal of Archaeological Science: Reports).

El texto, concluyen los especialistas, debe verse como parte de los esfuerzos del primer emperador romano, Augusto (hijo adoptivo de Julio César y fundador de la dinastía de emperadores Julio-Claudios), para llevar el orden a Asia después del período de guerra civil. Algún tiempo después de la muerte del tirano Nikias, alrededor del año 20 a. C., ciudadanos enojados de Kos abrieron su tumba y sacaron su cadáver, según un antiguo poema griego.

Por otra parte: “La palabra griega usada para el robo de tumbas es rara fuera de Asia Menor. De 177 ejemplos encontrados, solo dos provienen de otras regiones”, aseguran.los investigadores.

Fuentes: lavanguardia.com | sciencemag.org | 2 de marzo de 2020

Proteínas lácteas de 5.000 años de antigüedad señalan la importancia de la producción lechera en el este de Eurasia

Rebaños de ovejas y cabras en Mongolia. Crédito: Björn Reichhardt.

Mediante el análisis de proteínas de la leche extraídas de placas dentales calcificadas, investigadores del Instituto Max Planck para la Cienciade la Historia Humana -y sus socios internacionales- pudieron encontrar la evidencia más temprana del consumo de lácteos en la estepa euroasiática oriental, así como descubrir pistas sobre el origen del pastoreo lácteo que se constituyó en Mongolia.
Hoy en día, los productos lácteos sustentan a millones de personas en todo el mundo, incluyendo Mongolia, donde los productos lácteos representan hasta el 50% de las calorías consumidas durante el verano. Aunque el pastoreo de animales productores de leche ha sido una parte esencial de la vida y la cultura en la estepa euroasiática oriental durante milenios, la difusión hacia el este de la producción lechera desde su origen en el suroeste de Asia, así como el desarrollo de estas prácticas, no se sabe mucho al respecto.

El estudio actual, dirigido por Shevan Wilkin (izquierda) y Jessica Hendy (derecha), del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana, presenta la evidencia más temprana del consumo de lácteos en Asia Oriental, alrededor del año 3.000 a.C., y ofrece información sobre la llegada y evolución del pastoreo lácteo en la Mongolia prehistórica.

El consumo más temprano de lácteos y su posible camino de entrada

La naturaleza altamente móvil de las sociedades pastoriles y los fuertes vientos de la estepa oriental provocan que la detección de sitios con evidencias directas sobre la vida y la cultura de los antiguos mongoles sea extremadamente rara. En su lugar, los investigadores han buscado pistas en los túmulos rituales de enterramientos humanos, a menudo marcados por monumentos de piedra y ocasionalmente con tumbas de animales en su alrededor.

En colaboración con la Universidad Nacional de Mongolia, los investigadores llevaron a cabo el análisis del cálculo dental de individuos que van desde la Edad del Bronce Temprano hasta el período del Imperio Mongol. Las tres cuartas partes de todas estas personas contenían evidencias de que habían consumido productos lácteos, lo que demuestra la importancia generalizada de esta fuente de alimentos tanto en la Mongolia prehistórica como histórica. Los resultados del estudio incluyen la evidencia directa más temprana del consumo de lácteos en el este de Asia, identificada en un individuo de la Cultura Afanásievo localizado en Shatar Chuluu (Mongolia central), el cual data de hace aproximadamente 3000 a.C. El análisis del ADN de este individuo reveló marcadores genéticos no locales consistentes con las poblaciones de pastores de la estepa occidental, lo que implica migraciones hacia el oeste, durante los inicios de la Edad del Bronce de la Cultura Afanasievo, a través de las montañas rusas de Altai, y, en consecuencia, erigiéndose esta cultura en un candidato viable de la introducción de los productos lácteos y el ganado doméstico en Eurasia oriental.

Caballos en la estepa. Crédito: Björn Reichhardt.

Al secuenciar las proteínas de la leche extraídas de los cálculos dentales, los científicos pudieron determinar qué especies animales se estaban utilizando en la obtención de lácteos y, por lo tanto, poder rastrear la progresión de la domesticación, la producción lechera y el pastoreo en la región.
"Los mongoles modernos emplean en la actualidad vacas, ovejas, cabras, yaks, camellos, yeguas y ciervas para obtener leche. Sin embargo, cuándo cada una de estas especies fue utilizada por primera vez para produccir lácteos en Mongolia no está claro", dice Shevan Wilkin. "Lo que sí está claro es que la renovación crucial de calorías e hidratación a través de la incorporación de lácteos se había vuelto esencial en la árida y desafiante agricultura de la antigua estepa oriental".
Los primeros individuos en mostrar evidencias de consumo de lácteos de especies de rumiantes, como ganado bovino, ovino y caprino, vivieron hace unos 3.000 años a.C. Unos pocos miles de años después, en yacimientos de la Edad del Bronce que datan después del 1.200 a.C., los investigadores encontraron las primeras evidencias de consumo de leche de caballo, lo cual ocurrió al mismo tiempo en que aparecen pruebas del bridaje y montaje de caballos, así como el uso de los mismos en tumbas rituales.

Un entierro de caballos en Morin Mort, Mongolia. Crédito: William Taylor.

Además, el estudio muestra que durante el Imperio Mongol, alrededor de 1200-1400 d.C., también se consumía leche de camellos. "Estamos entusiasmados de que a través del análisis de proteínas podamos ver el consumo derivado de múltiples especies animales diferentes, incluso a veces en un mismo individuo. Esto nos da una visión completamente nueva de las antiguas prácticas lecheras", comenta Jessica Hendy.

Siglos después de hallarse la primera evidencia del consumo de leche de caballo, los mismos siguen siendo vitales para la vida cotidiana de muchos gentes en la Mongolia moderna, donde los pastores montados a caballo confían en ellos para administrar grandes rebaños de ganado, transportar personas y suministros, y proporcionar una fuente primaria de carne y leche.

"Nuestros hallazgos sugieren que la incorporación de caballos al pastoreo lechero en el este de Eurasia estaba estrechamente vinculado a una transformación económica más amplia en el uso de los mismos para montar, moverse y consumirlos", dice William Taylor (izquierda), de la Universidad de Colorado-Boulder y uno de los coautores del estudio.

Aunque el primer individuo analizado en este estudio mostró evidencias de consumo de lácteos, los investigadores esperan que en futuros trabajos se examinen a individuos de períodos anteriores. "Para tener una imagen más clara de los orígenes de la producción lechera en esta región, debemos comprender mejor el impacto de las migraciones de pastores de la estepa occidental y confirmar si la producción lechera estaba ocurriendo en Mongolia antes de su llegada", concluye Shevan Wilkin.

Fuente: phys.org | 2 de marzo de 2020

Finaliza la excavación en la villa romana de los Vergeles (Granada): estos son los sorprendentes hallazgos

La excavación que se está llevando a cabo en la plaza Poeta Rafael Guillén ha sacado a la luz una villa romana "de un alto valor científico".

La villa romana de la calle Primavera, en los Vergeles (Granada), va sacando a la luz las grandes dimensiones de lo que se puede considerar ya el mayor vestigio romano en la capital. Un hallazgo que ha sorprendido a los arqueólogos y que ahora se tiene que decidir cómo conservar, exponer y continuar las excavaciones en un yacimiento que va a suponer un nuevo hito turístico e histórico en la capital.

Esta fase ya ha terminado y están en trabajos de consolidación a la espera de lo que decidan desde Cultura de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Granada. Y es que las dimensiones, los restos encontrados y su estado de conservación obligan a replantear el proyecto y pensar en aumentar los trabajos de excavación y sobre todo su musealización. Por lo pronto, lo más inmediato, será la forma de protección de lo encontrado, para lo que se podría utilizar una estructura de cubierta similar a la de Mondragones para "tener el yacimiento vivo". Los técnicos van a elaborar un informe donde dan sus recomendaciones, que pasan por protegerlo y dejarlo visible para la ciudad además de conseguir, con fondos europeos u otra financiación, más inversión para poder continuar los trabajos.


La sorpresa de esta campaña ha sido el hallazgo del ninfeo, una gran fuente que conserva en perfecto estado el vaso de la misma y que se extendería con un pórtico y lo que podría ser una falsa gruta. Incluso se piensa que podría haber otra similar 'paralela'. Esta zona está rodeada además de pasillos perimetrales con mosaicos bien conservados, del siglo IV, en blanco y negro con motivos geométricos y en su interior el nudo de salomón, realizado con teselas de colores en tonos rojizos, que se conservan.

Sale por tanto más detalles de la villa, que ya se conocía el año 1991, pero ahora "los restos de un ninfeo de una gran fuente monumental que tiene unos 15 metros de longitud por 6 de ancho y una serie de elementos asociados muy interesantes como por ejemplo una galería porticada con columnas que daba a ese espacio de ocio monumental de la villa. Está pavimentado con un gran mosaico que hemos sacado y se relaciona con el resto de estructuras de habitación y de uso doméstico". Y por sus proporciones de casi carácter público se puede decir que estamos ante un edificio de alguno de los personajes de la aristocracia urbana de la ciudad de Ilíberis.

Se han sacado pilas de piedra, material arqueológico de mayor entidad, elementos metálicos, de adorno personal, elementos de piedra y restos de solería de mármol, aunque la mayor parte del yacimiento "fue expoliado".



También se han sacado los restos óseos hallados en seis enterramientos de época visigoda que se hicieron sobre los mosaicos en pasillos y patio central (impluvium) en época posterior una vez que la villa ya no tenía uso. Los restos óseos se llevaron al laboratorio de Antropología Física de la Universidad, con el que tienen un convenio con Inmaculada Alemán Aguilera. Allí permanecen hasta que se trasladen con toda probabilidad al Museo Arqueológico.

Así lo ha explicado el arqueólogo Ángel Rodríguez Aguilera, que explica que esa zona sería similar a otras villas romanas como por ejemplo Villa Adriana, en Tívoli, Italia. Según el arqueólogo, además se han sacado el inicio de las crujías con las habitaciones, que tienen sus propios mosaicos, también conservados. En la zona del mosaico central, que ya se encontró en una excavación previa, se ha visto que estaba superpuesto sobre otro más antiguo. El que está debajo es del siglo II y encima se puso otro subiendo la cota de suelo en el siglo IV. La idea es poder extraer ese mosaico superior y conservarlo y dejar a la vista el antiguo, de mucha más calidad.



El concejal de Urbanismo de Granada, Luis González, y el delegado de Cultura de la Junta, Antonio Granados, ha visitado hoy las excavaciones y se han marchado con los deberes de decidir qué seguir haciendo. Porque el proyecto era medir las dimensiones de la villa para después hacer un edificio para su musealización y hacerlo compatible con una plaza pública para los vecinos. Ahora, dada la entidad de los restos y su potencial, tienen que decidir si modificar proyecto, ampliar excavación y crear un punto turístico importante que muestre los primeros restos de la Granada romana incidiendo en su valor histórico y aprovechando este para entrar en rutas turísticas romanas y abrir la ciudad a más ofertas.


El edil de Urbanismo, Luis González, ha recordado que la excavación es ampliación de una excavación que se hizo hace un año y que "afortunadamente y gratamente nos está preparando grandes sorpresas para toda la ciudad y para todos aquellos que amamos la cultura y conocer la historia de Granada". González ha incidido en "el tratamiento realmente único que está demostrando la importancia que tienen estos restos, la importancia que tiene para conocer lo que ha sido y dónde estamos hoy por hoy en Granada y sobre todo estamos descubriendo un importante hallazgo que trasciende más allá de lo que en principio se pensaba y que creo que va a ser un gran complemento para posteriormente el desarrollo de la plaza que queremos hacer".



González ha reconocido que "hay que pensar una vez que acabe todo el proyecto de excavación cómo integrar un espacio realmente que sea simbólico en Granada y que represente un espacio para pasear para disfrutar por parte de todos los vecinos".

Por su parte, el delegado de Cultura, Antonio Granados, ha recordado la importancia de los restos romanos que se están encontrando en Granada, incidiendo también en Mondragones, por lo que apuesta por la "puesta en valor de un espacio muy singular que culminará con un proyecto de una gran plaza en la cual es bueno que se pueda observar cuáles son los vestigios de la Granada romana y luego está también la Granada visigoda con las enterramientos posteriores".


Granados ha destacado que esta campaña ha sido mucho más potente que la anterior y que el objetivo es la "recuperación de un espacio muy singular de Granada", ha dicho, insistiendo en la colaboración entre Junta y Ayuntamiento.

Fuente: granadahoy.com | Fotos | 25 de febrero de 2020

Revelan datos sobre la expansión humana procedente de la estepa rusa y su descendencia en las islas del Mediterráneo occidental

Cueva 127 de Formentera. / Dr. Edgard Camarós.

El mar Mediterráneo ha sido una ruta importante para las migraciones marítimas, así como para el comercio habitual durante la Prehistoria. Sin embargo, la historia genética de las islas mediterráneas no está bien documentada a pesar de los recientes avances en el estudio del ADN antiguo.
Ahora, un equipo internacional codirigido por investigadores de la Universidad de Viena, la Universidad de Harvard y la Universidad de Florencia, ha dado respuesta a algunas de las cuestiones pendientes gracias al estudio más ambicioso realizado hasta la fecha sobre la historia genética de las primeras poblaciones de Sicilia, Cerdeña, en Italia, y las Islas Baleares, en España, con datos obtenidos de 66 individuos, cuando hasta el momento sólo se había extraído información de cinco.
Los resultados revelan un patrón complejo de inmigración en África, Asia y Europa, que varió en las rutas y en los momentos que se han registrado para cada una de estas islas. Las investigadoras Beatriz Gamarra (IPHES, Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social) y Marina Lozano (IPHES-URV), de la Unidad de Paleoantropología de este centro de investigación, han colaborado en el estudio.

Beatriz Gamarra, a la izquierda, junto con Marina Lozano, las dos investigadoras del IPHES que han participado en el estudio - Xosé Pedro Rodríguez/IPHES.

Beatriz Gamarra, ahora becaria posdoctoral Beatriu de Pinós en el IPHES, durante su período anterior en el University College de Dublin (UCD, Irlanda), preparó algunas de las muestras de hueso humano que luego fueron analizadas por los principales autores de esta investigación en laboratorios de ADN antiguo de la Universidad de Dublín (UCD), Universidad de Viena y Universidad de Harvard. Marina Lozano, investigadora del IPHES y profesora asociada de la URV, analizó los restos humanos de la Cueva 127 (Formentera) proporcionando las muestras de estos individuos y el contexto antropológico de este yacimiento.

Línea de tiempo y orígenes geográficos de los 49 individuos antiguos recientemente analizados,junto con los 546 individuos previamente estudiados y sobre los cuales se ha aumentado la calidad de los datos. 1-Fossato di Stretto Partana; 2-Buffa cueva; 3-Contrada Paolina; 4-Isnello; 5-Vallone Inferno; 6-Marcita; 7-Salaparuta; 8-Seulo; 9-Cueva Alghero-Lu Maccioni; 10-Perdasdefogu; 11-Usellus; 12-Grotta Colombi; 13-Cova des Moro; 14-Cap de Barbaria; 15-Naveta des Tudons.



Los hallazgos más significativos del estudio que hoy se han hecho públicos revelan que en Sicilia una nueva ascendencia durante la Edad del Bronce Medio se superpone cronológicamente con la expansión de la red comercial griega micénica. Una dirección importante para el futuro trabajo sobre ADN antiguo será determinar si fueron los inmigrantes griegos, o las personas de más al este en el Mediterráneo, quienes llevaron esta ascendencia a Sicilia.

En cuanto a la isla de Cerdeña se ha constatado que,a pesar de los contactos y el comercio con otras poblaciones mediterráneas, los antiguos sardos conservaron un perfil de descendencia neolítica en su mayoría local hasta el final de la Edad del Bronce. Sin embargo, durante la segunda mitad del III milenio a.C., uno de los individuos estudiados era de ascendencia completamente del norte de África.
Junto con dos ibéricos analizados en 2019, se puede afirmar que más del 1% de las personas estudiadas del sur de Europa de la Edad del Cobre y de la Edad del Bronce formaban parte de familias inmigrantes del norte de África.

"Nuestros resultados muestran que las migraciones marítimas desde el norte de África fueron generalizadas e importantes mucho antes de la era de las civilizaciones marítimas del este del Mediterráneo y, además, acontecían en múltiples partes del Mediterráneo", afirma Ron Pinhasi (izquierda), investigador principal del departamento de Evolución y Antropología de la Universidad de Viena.

Expansión y consolidación

Durante la expansión y consolidación de la Edad del Hierro, en época de las colonias griegas y fenicias, los individuos sardos estudiados a partir de ese período tenían poca, ascendencia, en el caso que existiese, de las poblaciones establecidas en tiempos más remotos.

"Sorprendentemente, nuestros resultados muestran que a pesar de estos flujos y mezclas de población, los sardos modernos retuvieron entre el 56 y el 62 por ciento de la ascendencia de los primeros agricultores neolíticos que llegaron a Europa hace unos 8000 años", dice David Caramelli (derecha), autor principal y director del Departamento de Biología de la Universidad de Florencia.
Los resultados sobre Cerdeña son totalmente coherentes con los hallazgos de otro estudio sobre genética antigua de esta isla que publica hoy mismo la revista Nature Communication, bajo la codirección de John Novembre y Johannes Krause.

Migración desde la península ibérica documentada

Pero la investigación va más allá de Cerdeña para comprender los cambios de población en otras islas del Mediterráneo central y occidental. “Uno de los hallazgos más llamativos se refiere a los vínculos genéticos con la estepa rusa. Si bien el origen último de esta ascendencia fue Europa del este, en las islas mediterráneas gran parte llegó desde el oeste, y de hecho podemos identificar a Iberia como su origen concreto", dice David Reich (izquierda), uno de los autores principales de la Universidad de Harvard, quien también es investigador del Instituto Médico Howard Hughes y del Instituto Broad del MIT y Harvard.

"Este probablemente también fue el caso de las Islas Baleares, en el que algunos de los primeros residentes posiblemente tenían una ascendencia de Iberia", comenta el primer autor del artículo Daniel Fernandes (derecha), del departamento de Antropología Evolutiva de la Universidad de Viena.

Fuentes: Iphes | eurekalert.org | indoeuropean.eu | heritagedaily.com| 24 de febrero de 2020.

Recuperan el ADN de los pobladores más antiguos de las islas Baleares

Los investigadores encontraron una gran proporción de ascendencia del norte de África en una de las personas estudiadas que vivieron en Cerdeña durante la segunda mitad del III milenio a.C.

Hace unos 4.000 años, la llegada de poblaciones esteparias a la península ibérica provocó una oleada de cambios genéticos y sociales. Reemplazaron al 40 % de la población local y casi al 100 % de los linajes paternos.
Este conjunto de cambios pudo desembocar en el poblamiento de las islas Baleares. Así lo sugiere un amplio estudio genético internacional con participación del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), que ha revelado que los pobladores más antiguos de las Baleares descendían de pobladores ibéricos con patrimonio genético de pastores de Europa del este.
Los investigadores analizaron tres genomas de poblaciones que habitaron Mallorca, Menorca y Formentera durante la Edad del Bronce (2.200-900 a.C.), y otros 58 genomas de Sicilia y Cerdeña datados entre 5.000 a.C. y 1.000 d.C. De este modo, lograron reconstruir las secuencias genómicas más antiguas del Mediterráneo occidental. Los resultados se publican en la revista Nature Ecology and Evolution.

“Parece que la oleada de cambios genéticos y sociales que provocó la llegada de la ancestralidad de las estepas desencadenó de alguna manera el poblamiento de las islas Baleares”, comenta Carles Lalueza-Fox (izquierda), investigador del CSIC en el IBE y coautor del estudio.

El trabajo, liderado por la Universidad de Harvard (EE UU), confirma la evidencia arqueológica de que en la Edad del Bronce hubo contactos entre la Europa continental, África y las poblaciones de las islas del Mediterráneo Occidental (las islas Baleares, Sicilia y Cerdeña).

“Las evidencias arqueológicas y genéticas coinciden en que la Edad de Bronce fue un periodo de intercambios culturales sin precedentes. Este estudio confirma que el Mediterráneo fue una primera autopista, un lugar de comunicación y mercadeo entre los pueblos bañados por sus aguas”, comenta Lalueza-Fox. “No hay que olvidar que las islas Baleares se pueden ver desde algunos puntos de la costa catalana, y quizás algunos mercaderes locales se sintieron tentados de explorar el territorio”, subraya.

Los tres genomas de individuos baleares recuperados se encontraron en Mallorca, en la Cova des Moro, de 4.300 años de antigüedad, siendo el individuo más antiguo encontrado en las Baleares; en Formentera y otro en Menorca (en la Naveta des Tudons, el monumento prehistórico más importante de las Baleares y uno de los edificios más antiguos de toda Europa).

Naveta des Tudons, en Menorca. / Wikimedia Commons

Posibles contactos entre la península ibérica y Sicilia

Los investigadores también analizaron la información genética de 58 individuos que habitaron las islas de Sicilia y Cerdeña entre el 5.000 a.C. y el 1.000 d.C. La mutación del cromosoma Y, característica de Iberia en la Edad del Bronce, también se ha encontrado en una muestra de Sicilia de ese periodo, pero no en la isla de Cerdeña.

“Resulta sorprendente que en algunas muestras de la Edad del Bronce de Sicilia se hayan encontrado las mutaciones ibéricas del cromosoma Y, lo que implica algún tipo de contacto poblacional entre Iberia (o las islas Baleares) y la isla italiana, aunque sin dejar de momento huellas genéticas en Cerdeña”, argumenta Íñigo Olalde (izquierda), investigador postdoctoral La Caixa Junior Leader en el IBE y coautor del estudio.
Los resultados del análisis de las muestras recuperadas en Cerdeña, donde se desarrolló una cultura megalítica parecida a la talayótica de las islas Baleares, indican que ambas culturas no estaban conectadas, al menos desde el punto de vista genético.

“Podría ser que en realidad los pueblos descendientes de las estepas hubieran rebasado la península ibérica y hubieran llegado al norte de África, donde sin embargo no se detectan hoy en día. El análisis futuro de muestras de la Edad del Bronce de Marruecos, Túnez o Argelia podría aportar luz sobre esta hipótesis, y ayudaría a entender las evidencias que relacionan Iberia o las Baleares con Sicilia”, concluye Lalueza-Fox.

Fuente: agenciasinc.es | 24 de febrero de 2020