Desenterrar a los muertos era una práctica habitual en las sociedades megalíticas de hace 5.000 años, según un estudio

Restos antropológicos de la Sepultura 3 de Panoría, Granada.

Un estudio realizado por investigadores de las Universidades de Granada, de Tübingen (Alemania) y del Centro de Investigación Ambiental de las Universidades Escocesas (SUERC) ha demostrado que las sepulturas megalíticas no solo eran lugares de enterramiento, sino que también era habitual desenterrar los restos óseos para su uso en otras prácticas sociales.

Los investigadores apuntan que la presencia de restos óseos humanos entre los vivos debió ser una práctica habitual en las sociedades megalíticas, y estos restos pudieron haber sido considerados como reliquias utilizadas como medio para marcar y mantener importantes relaciones interpersonales. Por ejemplo, pudieron ser reconocidos como restos de ancestros o personas significativas para la comunidad.

El enterramiento en cámaras funerarias construidas con grandes losas de piedra conocidas como megalitos fue una práctica funeraria habitual durante más de 2.500 años en buena parte de Europa occidental. Tradicionalmente se había asumido que estos lugares eran enterramientos colectivos, posiblemente familiares, donde a lo largo de amplios periodos de tiempo se iba sucediendo la deposición de diferentes individuos hasta formar auténticos osarios donde se entremezclaban restos que aún conservaban la conexión anatómica con otros que ya la habían perdido.

Los recientes trabajos de excavación realizados en la necrópolis megalítica de Panoría (Darro, Granada), coordinados por la Universidad de Granada, han permitido estudiar en profundidad cómo se formaron estos osarios y cuáles han sido las prácticas rituales que los han generado. Los resultados han sido publicados esta semana en la revista Radiocarbon.

En concreto, la denominada sepultura 10 (derecha) de esta necrópolis presentaba un depósito antropológico en excelente estado de conservación con más de 11.000 huesos humanos, la mayoría de ellos fragmentados, mezclados y superpuestos unos sobre otros. No obstante, junto a estos restos también se registraron individuos completos o partes anatómicas en posición articulada, lo que indicaba que en la tumba se enterraban los individuos poco después de la muerte, cuando aún conservaban los tejidos y ligamentos que mantenían los huesos articulados.

El estudio de los restos óseos ha demostrado la presencia de personas de ambos sexos y de todas las edades. “Además, todas las partes esqueléticas estaban representadas, aunque sorprendentemente la presencia de huesos pequeños y frágiles como por ejemplo los huesos de pies, manos, vértebras o costillas, era elevada”, explica Gonzalo Aranda Jiménez (izquierda), investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada y autor principal de este trabajo.

Muchos huesos pequeños

Estos huesos tienden a desaparecer, debido a su naturaleza más esponjosa que soporta peor las condiciones químicas de los suelos donde se depositan, la presión de los sedimentos o la fragmentación durante la reutilización de la sepultura.

“Habitualmente, estos huesos aparecen infrarrepresentados frente a cráneos y huesos largos (como el fémur, húmero, tibia, peroné, radio o cúbitos, entre otros). La elevada presencia de restos pequeños y/o frágiles sugería como posible causa la extracción o selección de una parte del conjunto óseo”, apunta Aranda.

Para analizar cómo se formó este conjunto de restos óseos, los investigadores utilizaron la cronología radiocarbónica o Carbono 14 con el objetivo de establecer la fecha de muerte de las diferentes personas depositadas en el interior de la sepultura.

Restos antropológicos documentados en la Sepultura 10 de Panoría.

Para ello, eligieron dos tipos de restos para su datación: fémures y dientes. Los primeros son huesos largos entre los que se incluían aquellos individuos que aún conservaban las articulaciones anatómicas. En segundo lugar, se optó por datar dientes debido a su pequeño tamaño, a su buena conservación resultado de su alto contenido mineral y al hecho de que se desprenden fácilmente de las mandíbulas y los maxilares una vez comienza la descomposición esquelética. La comparación entre las dataciones de fémures y dientes permitiría contrastar si efectivamente la fecha de muerte de las personas a las que pertenecían era similar o si en cambio pertenecían a eventos funerarios diferentes y distantes temporalmente entre sí.

Las dataciones obtenidas sobre fémures mostraban que la sepultura había sido utilizada durante un corto periodo de tiempo, durante escasas décadas a partir del 2500 a.C., hace aproximadamente unos 4.500 años. Sin embargo, las dataciones sobre dientes eran todas más antiguas. El inicio de la actividad funeraria según los restos óseos se produciría entre el 2490–2470 a.C. y de acuerdo con los dientes entre el 3230–3125 a.C., lo que supone unos 700 años de diferencia. Acorde, por tanto, con la fecha de muerte proporcionada por los dientes, la actividad funeraria se inició hace unos 5.200 años y no 4.500 años como evidencian los restos óseos.

Imagen del depósito antropológico de la Sepultura 11 de Panoría.

Las dataciones realizadas en dientes muestran, por tanto, un largo periodo de uso funerario que concluiría con el inicio de la actividad mortuoria evidenciada por los restos óseos. Ambos tipos de muestras aparecen cronológicamente secuenciadas, aunque estas últimas reflejan un corto periodo de uso, no más de unas pocas décadas. Las diferencias en la fecha de muerte entre los individuos a los que pertenecían los huesos y aquellos otros a los que pertenecían los dientes evidenciaría que la sepultura 10 fue no solo un espacio funerario donde se depositaron restos humanos, sino también que una parte de los restos allí depositados fue posteriormente desenterrada. Pequeños huesos y restos esqueléticos como los dientes serían la evidencia de prácticas funerarias antiguas cuyos restos, principalmente cráneos y huesos largos, fueron extraídos para su uso en prácticas sociales y rituales diversas que desconocemos.

“Quizás, como sucede en épocas históricas más recientes, estos restos óseos fueron considerados como la encarnación de lo sagrado, por tanto, como agentes sociales con su propia fuerza vital y con poderes sobrenaturales capaces de alejar el mal o propiciar el bien”, señalan los autores. La variabilidad en los rituales del pasado nos permite reflexionar sobre la diversidad cultural, pero también son las comunes necesidades que tenemos los grupos humanos de crear mecanismos que permitan hallar cierta seguridad ante lo incierto y desconocido.

Fuente: Universidad de Granada | 28 de julio de 2020

España recupera el octavo casco celtíbero expoliado en un yacimiento de Zaragoza

Octavo casco celtíbero recuperado y llevado al Museo de Zaragoza. Foto: Heraldo

España ha recibido esta semana un nuevo casco celtibérico de los expoliados en los años 80 del pasado siglo del yacimiento de Aranda de Moncayo, en Zaragoza. Al igual que los siete cascos anteriores, la pieza ha sido entregada por Christian Levett, propietario del Museo de Arte Clásico de Mougins (Francia), quien lo ha recuperado con la única intención de entregarlo a las autoridades españolas.

La operación ha sido coordinada desde el Ministerio de Cultura y Deporte y ha contado con la colaboración del Gobierno de Aragón y la Embajada de España en París. Así, tal y como indica el Ministerio de Cultura en un comunicado, el casco se unirá a los siete ya depositados en el Museo de Zaragoza y será presentado en septiembre, una vez finalicen los trabajos de mejora del patio y vallado exterior del edificio.

La recuperación de estos cascos supone un éxito en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales y un ejemplo de colaboración y compromiso por parte del señor Levett.

Christian Levett, artífice de la recuperación de los cascos íberos expoliados.

Recuperación del octavo casco

En el acto de entrega de los siete cascos anteriores que se produjo el pasado mes de diciembre en la sede de la Unesco en París, el coleccionista Christian Levett, fundador y propietario del museo de Arte Clásico de Mougins (Francia), puso en conocimiento de las autoridades españolas allí presentes, que además de los siete cascos que entregaba en ese momento, adquirió en 2010 un octavo casco, del cual se había visto obligado a desprenderse posteriormente, pero sobre el cual creía que podría averiguar su paradero actual.

Meses más tarde, ya en plena pandemia, Levett comunicó que había localizado la pieza y que iba a tratar de recuperarla con la única intención de entregarla sin contraprestación alguna al Gobierno de España, para completar lo ya hecho y demostrar su firme compromiso en la defensa del patrimonio histórico y la lucha contra la ilegalidad.

Finalmente, el pasado 21 de julio, la directora del Museo de Arte Clásico de Mougins informó que la pieza había sido encontrada, adquirida en el mercado internacional y depositada en el centro, quedando a disposición del Gobierno español para que fuera repatriada cuando así se considerase oportuno.

Al día siguiente, el Ministerio de Cultura y Deporte aceptó el ofrecimiento e inició ..., la obtención del permiso de exportación del Ministerio de Cultura de Francia, contando para ello con la inestimable colaboración de la embajada de España en París, y la entrega de la pieza en el Museo de Zaragoza, actuando en coordinación total con el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón.

Fruto de este trabajo, en apenas 8 días se han podido realizar todas las gestiones y en un tiempo récord, el casco ha llegado hasta Zaragoza, donde se unirá a los siete que allí están depositados desde el mes de diciembre.

Foto: Los siete cascos de Aranda de Moncayo recuperados previamente. CHUS MARCHADOR

Arátikos: expolio, investigación y sentencias

Los cascos devueltos a España proceden de la ciudad celtíbera de Arátikos, erigida en la Edad del Hierro y destruida por el ejército de Roma entre los años 74 a 72 antes de Cristo, con motivo de las guerras sertorianas que también acabaron con Numancia. Este asentamiento se situaba en el llamado Cerro de Castejón, sobre la localidad de Aranda del Moncayo, en Zaragoza.

Desde finales de los años 80 y principios de los 90 del siglo XX, la necrópolis fue expoliada de manera sistemática por dos vecinos que llegaron a reunir una extraordinaria colección de piezas metálicas celtíberas correspondientes a la edad del Hierro.
Entre los hallazgos se encontraban restos y fragmentos de un lote de cascos celtíberos de factura hispano-calcídica que fueron exportados ilegalmente al extranjero por los autores del expolio con la colaboración de un anticuario español, residente en Suiza. Los cascos se vendieron en el mercado internacional.

Varios investigadores alertaron al Ministerio de Cultura y Deporte sobre el posible expolio de un yacimiento celtibérico, si bien la falta de pruebas y la usencia de evidencias arqueológicas que pudieran relacionar los cascos con un yacimiento concreto, impidieron avanzar en el asunto durante un tiempo.
Las investigaciones continuaron y, finalmente, la colaboración del Gobierno de España, el Gobierno de Aragón, la Fiscalía de Medio Ambiente, Urbanismo y Patrimonio Histórico y la Guardia Civil, culminó en marzo de 2013 en la operación Helmet I, con la detención de uno de los autores del expolio y la intervención en su domicilio de 4.000 piezas arqueológicas. Cinco meses más tarde se cerraba la operación Helmet II, que detuvo al segundo autor del expolio, y logró la incautación de 2.000 piezas arqueológicas más.

Los dos detenidos fueron condenados en julio de 2018 por la Audiencia Provincial de Zaragoza a penas de cárcel y multas, así como a la entrega y adjudicación al Estado Español y a la Comunidad Autónoma de Aragón de todos los bienes arqueológicos intervenidos. De todos modos, el Tribunal Supremo de Justicia ha reducido sus penas a 3 años para Ricardo Bienvenido y 1 año y 9 meses paraMariano Florentino Ostalé, porque el el Supremo destaca que no existe blanqueo si la acción no está presidida por la intención de ocultar la ilícita procedencia de los bienes, y en este caso no se describe en los hechos probados una conducta de enmascaramiento o revestimiento ficticio para ocultar un origen ilícito.

En el caso del segundo acusado, los hechos pasan entonces a ser calificados como delito de receptación, mientras que el primero es absuelto sin más del blanqueo porque la auto-receptación es atípica penalmente.

Dicha sentencia ha sido ratificada a finales de junio de 2020, por la Sala II del Tribunal Supremo, señalando el Alto Tribunal que la destrucción del contexto arqueológico del yacimiento, ha impedido que los especialistas conocieran datos fundamentales que podrían haber modificado la información y conocimiento de los pueblos prerromanos de la Península Ibérica.

Fuente: elespañol.com | 29 de julio de 2020

Hallados restos de una docena de niños de hace 3.000 años en Queralbs, Gerona

Una mandíbula infantil recuperada al Roc de les Orenetes en Queralbs (Ripollés, Gerona). Cedida a ACN per Carles Tornero.

La campaña arqueológica en el yacimiento del Roc de les Orenetes, en Queralbs (Ripollés, Gerona) ha permitido recuperar más de un millar de restos de la Edad del Bronce de hace unos 3.000 años.

Destacan los restos de una docena de niños en un estado “excepcional” como por ejemplo mandíbulas con dientes de leche y una punta de flecha de sílex. El espacio es una gran alfombra de huesos mezclados que, uno a uno, se van recuperando para conocer más detalles de esta necrópolis prehistórica, explica el codirector de los trabajos e investigador del IPHES, Carlos Tornero (izquierda). Hace 40 años un joven Eudald Carbonell la descubrió y se tapó la entrada hasta que el año pasado se reabrió. Está situada a 2.000 metros de altura y es de difícil acceso.

La concentración de restos de niños ha sorprendido a los investigadores del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) que han trabajado durante un mes. Se trata de una docena de niños identificados por fragmentos muy bien conservados como por ejemplo dos mandíbulas con dientes de leche con el diente permanente a la parte interna. “Incluso los restos más frágiles se han conservado intactos y todos los elementos del cuerpo están; esto indica que los cuerpos llegaban enteros a la cavidad”, detalla Tornero. Previamente ya se habían localizado huesos de todas las edades, desde neonatos hasta personas grandes.

Los restos óseos recuperados del Roc de las Golondrinas en Queralbs (Ripollès) (ACN)

La recuperación de los restos es lenta y laboriosa porque están completamente mezclados en esta necrópolis de la Edad del Bronce de hace 3.000 años. Según el codirector, “antes de depositar un nuevo individuo, se apartaban los restos anteriores”. Su análisis aportará información muy valiosa sobre patologías, condiciones de vida y causas de la muerte. También sobre ritos funerarios, ya que también han aparecido fragmentos de cerámica, collares y puntas de flecha. Este año ha salido otra más pequeña de sílex, que se suman a las tres que ya se habían recuperado.

La campaña al Roc de les Orenetes se ha hecho en paralelo con otro yacimiento de la zona, el que se conoce como la Bauma dels Fadrins, un yacimiento mucho más antiguo (hace unos 9.000 años) y de gran relevancia histórica. En ella vivieron los últimos cazadores y recolectores de la prehistoria en Cataluña, una etapa muy desconocida todavía. El yacimiento se descubrió el año pasado con un primer sondeo que sacó a la luz restos vegetales y de animales, así como cuarzo cortado que datan del 6.700 a.C.

El descubrimiento se ha realizado gracias a las notas de los años 70 de un joven Eudald Carbonell que, junto con un grupo de amigos de Queralbs, exploraron las cuevas de la zona. “En la Bauma dels Fadrins encontramos enseguida restos”, recuerda Carbonell que no esconde sentir un vínculo “vital” y muy especial al ver que 50 años después hay un proyecto de investigación bautizado con el nombre de ‘Arrels’ para conocer el pasado prehistórico del valle con el apoyo del Ayuntamiento y la Generalitat.

En la Bauma dels Fadrins este año han aparecido carbones, estructuras para almacenar y restos de animales y herramientas que confirman un “uso reiterado” del abrigo de piedra. Destacan también un punzón hecho con huesos y un caracol pequeño del Mediterráneo, el primero que se encuentra en la zona y que enlaza con otros yacimientos prehistóricos en Cataluña donde también han aparecido como pieza ornamental. Aun quedan más de 50 m² por explorar en futuras campañas en este yacimiento “clave” para comprender la transición entre las últimas sociedades cazadoras-recolectoras y los primeros campesinos del Pirineo.

El equipo de investigadores trabajando a la Bauma de los Solteros en Queralbs (Ripollés, Gerona) (ACN).

La pandemia de la covid-19 ha obligado a extremar las medidas de seguridad, reducir los grupos de trabajo y suspender las actividades al público, como por ejemplo una conferencia, la jornada de puertas abiertas y un taller de herramientas prehistóricas para niños. A pesar de todo, haber podido excavar en el tiempo previsto ha sido “muy importante” para dar “continuidad” al proyecto. “Son trabajos que dan identidad y conocimiento, y que encuentra los orígenes del pueblo, al tiempo que enseña que el mundo es diverso y que hay que aprender de la propia historia”, añade Carbonell.
La gran incógnita a los Fadrins es saber si esconde restos de ocupaciones más antiguas en niveles más profundos. “Tenemos unos cinco años de trabajo y después haremos un sondeo para comprobarlo”, detalla Carbonell. Actualmente no hay constancia de ocupaciones anteriores a los 7.000 años a.C. y, si se confirmara, sería un descubrimiento de gran relevancia.

Fuente: lavanguardia.com | 31 de julio de 2020

Encuentran una escultura romana del siglo III d.C. en la antigua ciudad griega de Perge, en Turquía

Un equipo de arqueólogos ha desenterrado una estatua femenina de 1.700 años de antigüedad en la antigua ciudad griega de Perge, en la actual provincia turca de Antalya y a unos 12 kilómetros de la costa meridional del país.

Los primeros análisis indican que fue hecha alrededor del año 300 d.C., durante la época en que la ciudad prosperaba bajo el Imperio Romano, como uno de los principales centros de la provincia de Panfilia. La pieza escultórica, que muestra una alta calidad en su factura, representa a una mujer vestida con una túnica larga. Su cabeza, separada del resto de la estatua, también se ha encontrado.


Anteriormente en el yacimiento de Perge han aparecido numerosas estatuas clásicas, una de ellas representando a Alejandro Magno. En el caso actual, por el momento se desconoce quién está representado en la escultura.

Sedef Cokay Kepçe, profesor de arqueología en la Universidad de Estambul, está dirigiendo las excavaciones que desenterraron el interesante hallazgo. Según el ministerio de cultura de Turquía, los planes son exhibir la estatua del siglo III en el Museo de Antalya cuando se haya completado la limpieza y conservación de la pieza.

Ruinas de Perge / foto Saffron Blaze en Wikimedia Commons, via Mackenzie.com

El yacimiento de la antigua ciudad griega de Perge, que ha sido objeto de excavaciones sistemáticas desde 1946, fue incluida en la lista de patrimonio provisional de la UNESCO en 2009 por su gran importancia histórica. Entre las ruinas de época clásica destacan el teatro, la palestra y el templo de Artemisa.

En 2003 se encontraron en Perge magníficos mosaicos griegos bien conservados, que representan a Océano y Medusa, así como a Ifigenia.

Fuente: labrujulaverde.com | 29 de julio de 2020

Descubren restos de enormes templos prehistóricos en Navan Fort, la mítica capital del Ulster

Navan Fort - Queen's University Belfast

Los arqueólogos que que desarrollan sus investigaciones en Navan Fort, en el condado de Armagh (Irlanda del Norte), han descubierto evidencias de templos que datan de la Edad del Hierro, según informa The Heritage Daily.

Un grupo de arqueólogos de la Universidad de Queen's, la Universidad de Aberdeen y el Instituto Arqueológico Alemán en Frankfurt han trabajado juntos en este proyecto, que creen que muestra un vasto complejo de templos y un centro ceremonial de la Europa prehistórica, así como la primera prueba de actividad medieval continua cuando Navan Fort se asoció con el reinado de Ulster.
Navan Fort es uno de los denominados lugares reales de Irlanda, un grupo de cinco centros ceremoniales de origen prehistórico, documentados en el período medieval como las capitales de cada una de las cinco partes en que se dividía Irlanda.


El Dr. Gleeson cree que estas podrían ser probablemente algunas de las estructuras más grandes construidas entre el primer milenio antes de Cristo y el primer milenio despues de Cristo.

El especialista Patrick Gleeson, líder del grupo, ha explicado a Belfast Live la trascendencia del descubrimiento: «La excavación en la década de 1960 descubrió una de las más espectaculares series de edificios de cualquier región de la Europa prehistórica, entre los que se incluyen 8 edificaciones de la Edad del Hierro Temprano y una estructura de 40 metros de madera en forma de anillo construida hacia el año 95 a. C.»

«Tras la construcción de este último, se llenó inmediatamente con piedras y se quemó hasta el suelo para crear un gran montículo que ahora domina el sitio».
«Nuestros hallazgos agregan datos adicionales significativos, los cuales muestran que los edificios descubiertos en la década de 1960 no eran estructuras domésticas en las que vivían reyes, sino que constituyen una serie de grandes templos o escenarios de rituales, y son más grandes y complejos que los hallados en cualquier región prehistórica y prerromana del norte de Europa».


Imagen que muestra el área de estudio y los principales monumentos

Los resultados del estudio han sido publicados en el Oxford Journey of Archaeology, y se espera que este trabajo «añada notables conocimientos sobre el enclave icónico de Navan Fort», dado que estos esfuerzos, que forman parte del proyecto Comparative Kingship, financiado por Leverhulme Trust y respaldado por la Historic Environment Division del Department of Communities, se encuentran todavía en sus etapas iniciales.

Gráfico de gradiometría magnética con interpretación que muestra las características principales.

Para llevar a cabo el estudio se han utilizado novedosos métodos no invasivos de detección remota, como el análisis de la resistencia eléctrica del suelo, con lo que obtuvieron los vestigios de las construcciones escondidas bajo tierra.
"En un sitio como este, todos tus sentidos se excitan un poco", dice el Dr. John O'Keefe.

El Dr. John O'Keeffe, Inspector Principal de Monumentos Históricos en el Departamento de Comunidades, dijo: «Nos complace facilitar el trabajo de inspección en Navan Fort, que es propiedad del Departamento de Comunidades, el cual ha arrojado nueva luz sobre el monumento e informará de más investigaciones a medida que exploremos lo que Navan Fort significó para nuestros antepasados ​​y cómo fue utilizado».

«Los hallazgos del estudio significan mucho en términos de cómo entendemos y vemos este sitio», agrega. «Este es un lugar que se conecta con la historia, la sociedad, la religión, el comercio, y, en él, todos tus sentidos se excitan un poco».

«Puedes ver cosas, olerlas, tocarlas, pero tu imaginación tiene que trabajar para ver algunas de las cosas que se han descubierto bajo tierra para ponerlas en contexto».

Interpretación acumulativa del proceso de resistencia eléctrica terresttre en el que se muestra las principales características analizadas.

Navan Fort es uno de los paisajes históricos más antiguos de Irlanda, pues es el asiento de reyes legendarios, como Chonchobhar mac Nessa, y proporciona el telón de fondo de las hazañas de guerreros como Cú Chulainn, Conal Cernach y otros en la gran saga épica Táin Bó Cuailaingec, o, en español, "El robo del toro de Cuailnge".

Fuentes: abc.es | belfastlive.co.uk | bbc.com | 28 de julio de 2020

Encuentran una necrópolis de los inicios de la Edad Media con 90 tumbas durante las obras de una autovía en La Rioja

Necrópolis descubierta por un grupo de arqueólogos en La Rioja (España).Twitter / @ConchaAndreu

Una excavación arqueológica en el municipio riojano de Grañón ha sacado a la luz unas 35 tumbas de un total de 90 que forman parte de una necrópolis. Los restos arqueológicos se han hallado durante unas obras de un tramo de la autovía A-12 y podrían datar, según Luis Alberto Villanueva, el director de esta incursión, de entre el final de la Antigüedad tardía y las primeras fases de la Edad Media.

Junto a él han visitado este miércoles la excavación la presidenta del Ejecutivo de La Rioja, Concha Andreu, y la delegada del Gobierno en La Rioja, María Marrodán.

El propio Villanueva ha indicado que la localización de estas tumbas "no es ninguna sorpresa", puesto que, de forma previa a la excavación, en 2013, se llevó a cabo "una campaña de sondeos", por lo que se conoce la ubicación de estos restos desde ese año. La excavación de estas tumbas en fosa, que pertenecen tanto a adultos como a niños de diferentes edades, está "bastante avanzada porque todos los trabajos previos de documentar las cubiertas de las tumbas ya están hechos", ha precisado.


Ha subrayado que la intención es excavar en torno a 90 tumbas que hay en este espacio, localizado a 400 metros del casco urbano de Grañón, que "parece que corresponden a dos momentos cronológicos consecutivos". "No vemos reaprovechamiento de las tumbas, es decir, las tumbas se han utilizado una sola vez, y hay alguna tumba múltiple, con más de un inhumado, así como tumbas con cabecera antropomorfa", ha detallado.

También ha puntualizado que "todas las tumbas están excavadas en la base geológica y corresponden a enterramientos cristianos orientados de este a oeste y la posición de los cuerpos es bocarriba".

EXCAVACIÓN DE DOS SEMANAS

Una vez se excaven el casi centenar de tumbas localizadas, que se prevé podría tardar unas dos semanas, se completará la documentación, los trabajos de fotografía, topografía, fotogrametría y se levantarán los inhumados "para hacer un estudio antropológico", ha remarcado.

Villanueva ha incidido en que los inhumados y los materiales encontrados asociados a los mismos se trasladarán al gabinete de la empresa Antequem, arqueología y medio ambiente, que trabaja desde hace un mes en esta excavación, previa realización del estudio del impacto ambiental y redacción del proyecto. "El trabajo se completará con la colaboración con el departamento de Antropología de alguna universidad, aún por determinar", ha dicho.

El alcalde de Grañón, José Ignacio Castro, quien también ha visitado este miércoles la excavación, ha explicado a Efe que hace unos cuatro años se encontraron ocho tumbas en este tramo y que el descubrimiento del yacimiento esta atrayendo a mucha gente a este pueblo, situado en el Camino de Santiago y a unos 54 kilómetros de Logroño.


Fuentes: elmundo.es | nuevecuatrouno.com | 31 de julio de 2020