Descubren un santuario de la cultura minoica de hace 4.000 años en la isla de Creta

Vista de la excavación en Zominthos. Crédito: MOCAS.

El Ministerio de Cultura griego ha anunciado hace unos días los últimos descubrimientos del equipo arqueológico que excava en Zominthos, zona situada en la montaña Psiloritis de la isla de Creta. La excavación arqueológica está dirigido por el arqueólogo Efi Sapuna-Sakelaraki.

En dicho lugar ya se había estudiado el palacio minoico de Zominthos, que tuvo «un importante papel tanto político como económico y religioso durante su existencia», debido también a su proximidad al importante centro religioso de Ideon Andron (una cueva cercana), muy conocido en esta zona del Mediterráneo Oriental, Cercano Oriente y Egipto. Pero ahora se conocen más detalles de su uso como santuario religioso y se han encontrado pruebas de su utilización desde el 2000 a.C.

El propósito de la excavación tenía como objetivos aclarar cómo se accede a la entrada norte del Edificio Central, y verificar la investigación biomagnética realizada por el equipo de A. Sarris al norte del Edificio Central. La excavación de este año mostró que el acceso a la entrada norte ya se había realizado en la era Protopalacial (alrededor de 1900 a.C.) por medio de una rampa que terminaba en un fuerte muro de contención y posteriormente fue pavimentada dos veces con losas durante el período neopalacial (1700- 1600 a.C.). Así mismo, se construyó un pasillo ritual inclinado en el fuerte muro de contención que llegaba a la entrada norte. Su uso desde el período de los primeros palacios está confirmado por la cerámica y especialmente por tazas del tipo encontrado en el período Minoico medio (alrededor de 1800 a.C.), típico de la cerámica de Knossos.

La excavación de este año mostró que el acceso a la entrada norte ya se había hecho en la era Paleopalacial (alrededor de 1900 a.C.) por una rampa que terminaba en un fuerte muro de contención. Crédito: MOCAS

También se demostró que el Edificio Central existente, de dos o incluso tres pisos, tuvo un uso anterior, al menos desde el 2000 a. C., y que, desde el 1700 a. C., comenzó a expandirse hacia el área circundante; hecho éste que ya había sido reconocido en anteriores periodos de excavación y que culminó este año con el descubrimiento de dos nuevos complejos. Al final resulta que la excavación en la ladera norte de la colina, donde se encuentra el palacio, no ha sido agotada por las excavaciones y que se necesita más investigación.

En el nivel del período Minoico tardío (alrededor de 1650 a.C.) se desenterraron tres aberturas de piedra (tuberías de drenaje) pertenecientes a áreas del Edificio Central y los apartamentos occidentales adjuntos a él inmediatamente después de su destrucción, hacia 1650 a.C. (Complejo I).

En el nivel del período Minoico tardío (alrededor de 1650 a.C.)se desenterraron tres aberturas de piedra (tuberías de drenaje)pertenecientes a áreas del Edificio Central y los apartamentos occidentales adjuntos a él inmediatamente después de su destrucción. Crédito: MOCAS.

Del Complejo I se destaca lo que ahora se llama el “santuario norte” del período Neopalacial, un santuario importante fuera del Edificio Central. Parte de él fue excavado en 2019 y específicamente un altar con piedras, entre y encima del cual salieron a la luz varios vasos rituales y otros; principalmente ritones.

Altar dispuesto con piedras. Crédito: MOCAS

El descubrimiento de una pequeña lámina de oro desenterrada después de la lluvia llevó a una búsqueda bajo la capa de piedra del altar, donde una sorpresa aguardaba a los excavadores. En el centro de la capa subyacente se encontró un trozo de madera quemada sobre el que se unieron o esparcieron alrededor de 90 pequeñas láminas de oro. El hallazgo de este conjunto solo puede señalar la existencia de un ídolo de madera revestido con una fina hoja de oro. Los ídolos correspondientes revestidos de oro se conocen por las figurillas de marfil de Archanes y Palaiokastro.

Selección de algunas de las pequeñas láminas de oro encontradas en Zominthos. Crédito: MOCAS.

En el mismo nivel se encontró una piedra, un recipiente ritual para recibir líquidos y un sello con una representación de un animal en su superficie. Evidentemente, tras la primera destrucción de los nuevos palacios, los ocupantes del edificio conservaron los restos del ídolo en ruinas, sobre el que se construyó el altar de piedra con las vasijas rituales mencionadas anteriormente.

Restos de vasijas descubiertos en Zominthos. Crédito: MOCAS

Restos de ritones descubiertos en Zominthos. Crédito: MOCAS

La santidad atemporal del lugar se manifiesta por la existencia en el mismo, en un nivel inferior y al norte del altar, de un santuario anterior del período Protopalacial (alrededor de 1900 a.C.), en el que se han desenterrado estatuillas fragmentarias de personas y animales. Entre ellas se encuentra una hermosa figura femenina llamada "la Dama de Zominthos".

Figurilla fragmentaria del período protopalacial llamada 'La dama de Zominthos'. Crédito: MOCAS.

Al norte del Complejo I se desenterró un segundo complejo de habitaciones (Complejo II), separado del primero por un estrecho pasillo. Las habitaciones están pavimentadas y equipadas con un importante sistema de alcantarillado, con tuberías que parten del Complejo I y continúan más al norte. En una de estas habitaciones, y entre los hallazgos de cerámica, salió a la luz un importante sello en forma de flor, que data de la época de los primeros palacios.



Santuario y palacio habitados desde el 2000 a.C.

Restos de cerámica muestran, de hecho, que el uso del sitio comenzó incluso antes de la fundación de los primeros palacios, es decir, antes del 2000 a. C. Tanto el sistema de drenaje como el de alcantarillado demuestran la experiencia avanzada que existía en Zominthos. El uso a lo largo del tiempo de la sección excavada este año también lo demuestra una moneda del dux de Venecia, Pietro Gradenigo (1289-1311), que coincide con la IV Cruzada y el período de dominio veneciano en Creta.

Moneda del dux de Venecia Pietro Gradenigo (1289-1311) que coincide con la IV Cruzada y el período del dominio veneciano en Creta. Crédito: MOCAS.

Fuentes: abc.es | archaeologynewsnetwork.blogspot.com| culture.gov.gr | 9 de octubre de 2020

Reconstruyen y exhiben una lujosa residencia romana que estuvo escondida por más de 2000 años

Así se vería la "domus" romana que encontraron en el sótano de un edificio hace 2000 años (Soprintendenza Speciale di Roma).

Roma nunca cayó. Simplemente fue quedando enterrada debajo de la ciudad moderna que hoy lleva su nombre. Así es como una lujosa residencia romana que sobrevivió por 2000 años debajo de un complejo de departamentos de la capital italiana acaba de ser reconstruida y está lista para recibir a los curiosos.

Esta domus -hogar de un dominus; patriarca de la antigua Roma con cierto nivel económico y estatus social- fue descubierta accidentalmente en 2014 por obreros de la construcción que remodelaban los cimientos de un departamento ubicado sobre el Monte Aventino, para protegerlo de los terremotos.

A partir de ahí empezó a trabajar un grupo de arqueólogos italianos, que se encargó de desenterrar sus tesoros: pisos compuesto de cientos de mosaicos en blanco y negro y con formas de animales, otras inscripciones en latín, frescos, cuencos de cerámica con las figuras de Hércules y Atenea, y hasta las ánforas que guardaban los alimentos y el vino de antaño.

La excavación reveló seis estratos diferentes de construcciones, unas sobre otras, que van desde el siglo VIII a.C. hasta el siglo III, según una publicación de la revista Forbes. Este período de tiempo se extiende desde el nacimiento de Roma hasta la cima del poder imperial romano. Entre los hallazgos más importantes se encuentran los restos de una torre de piedra del siglo VIII a. C. El Daily Mail informa que "las excavaciones también revelaron un muro defensivo de la época de la república romana (509-27 a. C.)". Estos hallazgos están ayudando a los investigadores a comprender mejor la topografía de Roma en la antigüedad.

Los arqueólogos expusieron por primera vez los restos de la casa, en la foto, en 2014.

"En la riqueza de las decoraciones y los mosaicos se puede ver que la villa perteneció a una persona poderosa, probablemente vinculada a la familia imperial", comentó la arqueóloga jefe de la ciudad de Roma, Daniela Porro (izquierda), al medio inglés The Telegraph. "Roma nunca deja de sorprendernos. Es una joya arqueológica".

El sótano fue rebautizado "Domus Aventino", por la colina sobre la que se erige, una de las siete sobre las que se construyó la antigua Roma. Declarado su interés histórico y cultural, el sitio estará abierto al público desde noviembre, y los turistas podrán visitarlo en dos días de la semana, respetando la privacidad de quienes viven en el edificio. Los visitantes podrán acceder a la exhibición ingresando al moderno complejo de apartamentos que se encuentra sobre ella y bajando un tramo de escaleras desde el patio central.

Vista aérea de algunas de las estancias halladas en la domus. (Soprintendenza Speciale di Roma).

"Ocho siglos de historia romana antigua, cuatro años de excavaciones, dos de diseño, uno de configuración multimedia. Es la caja arqueológica de la Domus Aventino, un proyecto de la Superintendencia Especial de Roma y BNP Paribas Real Estate (la empresa inmobiliaria actúa como financista) en muchos sentidos único, donde la arqueología, la arquitectura y la tecnología se unen dando lugar al primer sitio dentro de un complejo residencial privado que se abrirá regularmente a las visitas", anunciaron los realizadores en un comunicado.

Desde su descubrimiento en 2014, los arqueólogos han desenterrado un tesoro de artefactos en esta lujosa villa romana. Entre los hallazgos se encuentran un martillo, lámparas, agujas, horquillas y cuencos lacados decorados con figuras de la mitología griega. También se encontró un recipiente que contenía salsa de pescado garum, que era un manjar extremadamente popular entre la élite romana. Estos hallazgos muestran que la élite romana tenía un nivel de vida muy alto.

Piso sobre piso: el sitio suma hasta siete construcciones que se le fueron haciendo a medida que la propiedad fue pasando de un "paterfamilias" a otro (Soprintendenza Speciale di Roma).

Aunque también se encontraron restos de algunos grandes frescos en la villa, sus mosaicos se consideran especialmente espectaculares. Las secciones de mosaico se colocaron durante un período de doscientos años, comenzando en el siglo I d.C.

Los mosaicos desenterrados en la lujosa villa romana se hicieron en el estilo conocido como "blanco y negro" porque están hechos casi en su totalidad de cubos de piedra en blanco y negro. Consisten en miles de pequeñas piedras en forma de cubo que se conocen como teselas. Los mosaicos en blanco y negro fueron populares desde el siglo I d.C. en adelante y se han encontrado en toda Italia y más allá. Uno de los mosaicos en blanco y negro de la villa tiene una pequeña sección que representa un colorido loro verde. Otro muestra una vid que crece en una maceta.

Las excavaciones encontraron hsta seis capas diferentes de restos colocados durante un período de dos siglos, incluido un mosaico que presenta un loro verde y rojo brillante.

Así se ve ahora el sótano, rebautizado "Domus Aventino", con los mosaicos y otros detalles puestos a punto (Soprintendenza Speciale di Roma).

Detalle de uno de los mosaicos. (Soprintendenza Speciale di Roma).

Una de las obras de arte de la superficie encontradas en la villa era muy inusual. Consistía en una serie de figuras del núnero ocho. El arquitecto Robert Narducci, quien participó en el proceso de excavación de la villa, es citado por el Daily Mail diciendo que "no lo hemos visto antes", en referencia al patrón de la figura del ocho. Al menos uno de los mosaicos en blanco y negro contiene una inscripción en latín. Estos mosaicos no se habrían colocado únicamente con fines decorativos: estaban destinados a expresar el esplendor y el poder del propietario de la villa y su familia a la comunidad en general.

Recreación de una de las estancias en la que se puede observar en el suelo un mosaico con un raro diseño con formas del número ocho. (Soprintendenza Speciale di Roma).

Finalmente, se pretende proyectar sobre sus paredes imágenes de una familia romana de época disfrutando de los placeres de su hogar, para sumergir al espectador de lleno en la historia y en las costumbres milenarias.

Fuentes: lanacion.com.ar | ancient-origins.es | dailymail.com.uk | smithsonianmag.com | 9 de octubre de 2020

Cova Eirós (Lugo) fue un campamento de caza de los neandertales y un taller para fabricar herramientas, demuestra un estudio

Arqueólogos trabajando en Cova Eirós (Lugo).

Los trabajos, impulsados por la Xunta de Galicia este verano, fueron llevados a cabo por miembros del Grupo de Estudios para la Prehistoria del Noroeste, Arqueología, Antigüedad y Territorio de la Universidad de Santiago (USC) y del Institut de Paleocología Humana i Evolució Social de Tarragona.

Como se desprende de los primeros resultados, "la gran densidad de materiales líticos y óseos encontrados demuestran que la Cova Eirós fue empleada por un grupo de neandertales durante un período prolongado en el tiempo".

Asimismo, los hallazgos han permitido constatar que durante su estancia en ella, los grupos no sólo procesaron a la fauna que cazaron, principalmente ciervos, sino que también realizaron otras actividades, como la talla de herramientas líticas en cuarzo y cuarcita o el trabajo sobre las pieles animales.

Los hogares también demuestran el control del fuego por parte de estos grupos, un fuego que no sólo permitía calentar o cocinar alimentos, sino también trabajar otros materiales, como la madera, para la fabricación de utensilios o lanzas.

Punta de cuarcita de tipo Levallois hallada en Cova Eirós (Foto: GEPN / IPHES).

UN PERIODO POCO DOCUMENTADO

Las excavaciones, recuerda la Xunta, están profundizando en un período "poco documentado en Galicia", el Paleolítico Medio. El diferente tipo de ocupación de esta área -nivel 4- con respeto a las documentadas en otros niveles de Cova Eirós o yacimientos al aire libre (como los de Monforte de Lemos), permite conocer las distintas estrategias de movilidad y subsistencia y la capacidad de adaptación de los grupos de neandertales a los condicionantes del entorno.

En paralelo a los trabajos de excavación, se realizaron también varios estudios que permiten aumentar el conocimiento sobre el paleoambiente de las sierras orientales en esta época.

Por una parte, los análisis de sedimentos desarrollados por el investigador de la Universidad de Coímbra, Pedro Cunha, permitirán comprender las dinámicas paleoambientales de los últimos 50.000 años en las sierras, relacionando las fluctuaciones en la población de la región con las dinámicas ambientales y glaciares que definen los momentos finales del Pleistoceno.

Por otra parte, la colaboración con investigadores del Max Planck Institute de Alemania permite también buscar restos de AND antiguo en la secuencia de Cova Eirós para la identificación de mamíferos e incluso, si las condiciones lo permiten, material genético humano.

Uno de los diseños prehistóricos hallados en la sala interior de Cova Eirós, en el que puede reconocerse la figura de un bóvido.

PREHISTORIA GALLEGA

Las actuaciones que se llevan desarrollando desde el año 2008, tanto en la entrada de la cueva -donde se encontraron restos de ocupaciones desde el Paleolítico Medio hasta los momentos finales del Superior-, como en las paredes del interior de la cueva -donde se localizaron evidencias de arte rupestre del Paleolítico Superior--, han permitido descubrir pinturas y grabados "de un valor único y excepcional" en Galicia.

"Los últimos años de trabajos no sólo han logrado perfilar mejor la secuencia de ocupación de Cova Eirós, sino también profundizar en los estudios sobre el yacimiento y la Prehistoria gallega", apunta la Xunta.

A la vista de dichos hallazgos, durante este pasado verano, la alcaldesa de Triacastela, Olga Iglesias, ha subrayado que no se cansarán “de decir que Cova Eirós no deja de sorprender”. “Nos ayuda a conocer cómo era el paleolítico en el noroeste peninsular (Galicia)”, ha reflexionado.

Dicho esto, la alcaldesa ha aprovechado para anunciar que "se desarrollará allí un centro de interpretación de la prehistoria", que confía que esté concluido en enero.

“El centro se hará con fondos del GDR asignados y pronto será una realidad. Podría estar rematado (el centro de interpretación) en el mes de enero”, ha concluido Olga Iglesias.

Fuentes: galiciapress.es | elcorreogallego.es | 5 de octubre de 2020

Los neandertales recién nacidos tenían una caja torácica potente y amplia como la de los adultos

Foto: Tórax de distintos neandertales analizados: la forma robusta es heredada.

Hoy se publica en la revista Science Advances un estudio pionero liderado por Daniel García Martínez (izquierda), paleoantropólogo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), que demuestra que los neandertales neonatos tenían una caja torácica similar a la adulta, capaz de sostener el alto gasto energético de un cuerpo grande y ancho. Esto implica que la forma del tórax neandertal estaría determinada genéticamente y no sería fruto del desarrollo, lo que tendría un alto significado evolutivo, ya que habría sido “heredado” de especies anteriores como Homo erectus.

La determinación genética implica que las diferencias entre las distintas especies humanas ya están presentes desde el nacimiento, acentuándose sólo un poco durante el crecimiento de sus individuos. Ello significa que los neonatos neandertales presentan un tórax con una forma diferente a la caja torácica moderna propia de Homo sapiens. Sin embargo, las semejanzas de los neandertales respecto a la forma y desarrollo del tórax de otras especies, como Homo erectus, plantea la hipótesis de que su fisonomía achaparrada no fuera sólo fruto de una herencia genética transmitida de padres a hijos, sino que podría ser heredada a nivel evolutivo.

En comparación con el tórax de los humanos modernos, el tórax de los neandertales adultos era más corto, ligeramente más profundo y mucho más ancho. Estas características anatómicas están relacionadas con el cuerpo de los neandertales, de pelvis ancha, huesos robustos y gran musculatura. También tendría relación con las exigencias del metabolismo de estos cazadores-recolectores, que necesitaban gran cantidad de energía y oxígeno. Sin embargo, hasta ahora se desconocía si estas diferencias ya se establecían al nacer, es decir eran genéticas, o aparecían más tarde durante su desarrollo.

Reconstrucciones 3D del tórax neandertal

Para profundizar en esta cuestión, el investigador Daniel García Martínez, junto con un equipo internacional de expertos, ha utilizado herramientas de reconstrucción virtual y morfometría tradicional y geométrica para reproducir, por primera vez, la forma del tórax de cuatro individuos neandertales. Estas reconstrucciones, que proceden de neandertales de tres países, muestran su evolución desde el nacimiento hasta los tres años de edad: Mezmaiskaya 1 (Rusia), Le Moustier 2 (Francia), Dederiyeh 1 (Kurdistan Sirio) y Roc de Marsal (Francia).

“Nuestros resultados indican que la caja torácica de los recién nacidos neandertales, al igual que otras regiones anatómicas como la mandíbula, ya presentaban diferencias con nuestra especie, lo que se observa en las cajas torácicas de los neandertales neonatos que eran más profundas y cortas que las de los humanos modernos, como se aprecia también en los adultos”, afirma el investigador del CENIEH.

“En el momento del nacimiento, los neandertales ya tenían diferentes cerebros y mandíbulas, por lo que tiene sentido que la morfología del tórax también estuviera determinada genéticamente y se encontrara en los recién nacidos”, afirman los profesores Christoph Zollikofer (izquierda), y Marcia Ponce de León (derecha), coautores de la Universidad de Zurich.

Esta investigación ha requerido un arduo trabajo de identificación y ordenación de los diferentes elementos del tórax de los niños y recién nacidos neandertales, debido a que, como explica Asier Gómez-Olivencia (izquierda), coautor del artículo de la Universidad del País Vasco, “las costillas y las vértebras normalmente aparecen muy fragmentadas en el registro fósil, lo que tradicionalmente ha hecho muy difícil su estudio”.

Además pone en evidencia que esta forma de la caja torácica podría no ser exclusiva de los neandertales, ya que también se observa en otras especies anteriores. “Esta morfología representa la condición arcaica compartida con Homo erectus, y probablemente esté relacionada con grandes requerimientos energéticos, ya que los neandertales infantiles también tienen una apertura nasal de gran tamaño”, señala Markus Bastir (derecha), segundo autor e investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC).

Este estudio sienta las bases sobre la forma del tórax neandertal en el momento del nacimiento, y representa una continuación del trabajo sobre la evolución de la caja torácica que este equipo lleva realizando desde hace años, en colaboración con diferentes instituciones europeas. “Aunque llevamos años investigando el tórax neandertal y hay un consenso generalizado de la comunidad científica al respecto, aún queda mucho por recorrer en el estudio de la evolución del tórax humano, ya que se conoce muy poco sobre este elemento tan central del cuerpo de otras especies anteriores del género Homo”, concluye Daniel García Martínez.

Fuente: cenieh.es | 7 de octubre de 2020

El primer horno metalúrgico del mundo podría tener su origen en Beersheva, Israel

Excavaciones del horno de Bersheva, en Israel. Foto/ Facebook Israel Antiquities Authority

Un nuevo estudio arqueológico muestra que hace unos 6.500 años Israel ya era una nación en marcha con un centro de I + D en metalurgia en Horvat Beter, Beersheba. Las excavaciones de rescate en la capital del desierto de Negev, realizadas en 2017, han puesto de relieve la existencia de talleres con hornos de fundición de cobre de 6.500 años de antigüedad (la evidencia más antigua) en lugar de simples y pequeños crisoles portátiles.

“Esta era una alta tecnología para la época, no la había más sofisticada”, dice el profesor Erez Ben-Yosef, de la Universidad de Tel Aviv. "El paso del crisol al horno representó un avance tecnológico de vanguardia".

La metalurgia surgió en el Levante meridional durante la segunda mitad del V milenio a.C. Según Ben-Yosef, el hallazgo realizado cerca de Beersheba indica una gran evolución tecnológica, que va desde el método anterior de fundición de mineral mediante pequeños crisoles de cerámica hasta estos grandes hornos enterrados y recién descubiertos.

El profesor Erez Ben-Yosef en su laboratorio de la Universidad de Tel Aviv.

"Tal innovación permitió un proceso de fundición en dos pasos (fundición primaria en horno seguida de fusión/refinación en crisoles) en los talleres industriales descubiertos en varios asentamientos del área de Beersheba. Estos talleres estaban a cargo de artesanos altamente especializados que producían lingotes de cobre puro y algunos objetos ceremoniales", dice Ben-Yosef.

"No hay duda de que el antiguo emplazamiento de Beersheba jugó un papel muy importante en el avance de la revolución mundial del metal, y, por tanto, la ciudad fue en el V milenio a. C. una potencia tecnológica en toda esta región", dice Ben-Yosef en un comunicado de prensa de la Universidad de Tel Aviv.

Los hallazgos realizados fueron publicados en el estudio "Encendiendo el horno: nuevos conocimientos sobre las prácticas metalúrgicas durante el Calcolítico en el sur del Levante a partir de un taller de fundición de cobre recientemente descubierto en Horvat Beter (Israel)", y publicado en Journal of Archaeological Science: Reports.

El yacimiento de Horvat Beter fue excavado antes de que se expandiera una zona de viviendas en Beersheba. “Los sorprendentes hallazgos incluyen un pequeño taller para fundir cobre con restos de un horno, una pequeña instalación hecha de estaño en la que se fundía mineral de cobre, así como una gran cantidad de escoria”, detalla Talia Abulafia, directora de la excavación en nombre de la Autoridad de Antigüedades de Israel.

Talia Abulafia, directora de excavaciones de la Autoridad de Antigüedades de Israel. Emil Aladjem.

El asentamiento de Horvat Beter se identifica con la cultura Ghassuliana del período Calcolítico, la cual es conocida por su fina y elaborada cerámica. Allí, el mineral de cobre en bruto se obtenía a 100 kilómetros de distancia, en Wadi Faynan (un lugar rico en minerales en Jordania), y era refinado mediante un proceso que Ben-Yosef llama "mágico".

"No consistía en arrojar, sin más, este mineral verde al fuego y esperar a que se convirtiera en cobre", explica Ben-Yosef a The Times of Israel. "La producción del mismo requería de un conocimiento sofisticado sobre el control de la temperatura, la mezcla de minerales y de muchos otros parámetros. El resultado final era como si fuera algo mágico: tomas una piedra y la conviertes en este maravilloso material brillante”, dice.

El estudio incluyó un análisis de los elementos de las cerámicas y la escoria realizado principalmente con un instrumento portátil de fluorescencia de rayos X, según el artículo publicado. El equipo estudió 14 fragmentos de crisol, 18 presuntos fragmentos de un horno y 26 piezas de escoria.

“Nuestros resultados demuestran claramente que el taller metalúrgico de Horvat Beter se dedicó únicamente a la fundición del cobre”, escriben los autores. Dicho estudio fue realizado por Ben-Yosef, Dana Ackerfeld y Omri Yagel, del Departamento de Arqueología y Civilizaciones del Antiguo Cercano Oriente Jacob M. Alkow, en la Universidad de Tel Aviv, junto con Talia Abulafia, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, el Dr. Yael Abadi-Reiss, el profesor Dmitry Yegorov y el Dr. Yehudit Harlavan, del Servicio Geológico de Israel.

Escoria de cobre encontrada en la excavación de Neveh Noy en Beersheba. (Anat Rasiuk / Autoridad de Antigüedades de Israel).

Un mago nunca habla

Las perlas de cobre y el uso del mineral de cobre como pigmento precedieron a su uso como metal purificado, cuya fabricación era "mágica". Ben-Yosef cree que los artesanos de Beersheba operaban en grupos similares a los gremios, los cuales guardaban cuidadosamente los secretos de sus talleres. Él cree que los artesanos eran un segmento de élite de la incipiente jerarquía social.

Había cierta diferencia entre los diferentes talleres de la zona: “Los distintos tamaños de los crisoles indican competencia entre los mismos, intentos de exploración tecnológica”, escriben los autores. Según el comunicado de prensa de TAU, "Un análisis químico de los restos indica que cada taller tenía su propia 'receta' especial, que no compartía con sus competidores".

Los artesanos comerciaban con las personas que vivían en el área jordana de las minas de cobre, a unos 100 kilómetros de distancia, a fin de obtener el mineral. Después de purificarlo en lingotes, es probable que el metal se llevara a otro lugar para moldearlo en objetos ceremoniales.

Ben-Yosef dijo que la innovación tecnológica del horno se basó en el trabajo científico y la experiencia de los artesanos en la fundición de cobre. Durante los últimos veranos, estudiantes de posgrado han intentado reconstruir hornos como los de Beersheba con el fin de replicar el antiguo modo de producción de cobre.

Experimento de la Universidad de Tel Aviv para recrear la tecnología de fundición de cobre de hace 6.500 años en Beersheba, 25 de junio de 2020 (Proyecto del Valle de Timna Central)

"En el mes de junio pasado, en medio de los bloqueos derivados por la pandemia del coronavirus, el equipo finalmente pudo, tras varios intentos, producir cobre con las metodologías utilizadas en Beersheba", señala Ben-Yosef.

Él mismo se maravilla de la capacidad que tenían los artesanos de Beersheba para producir el metal sin ayuda de conocimientos químicos o de herramientas modernas de medición. A este respecto, dijo que probablemente usaron "otras pistas", como el cambio en los colores de las llamas para saber cuándo se alcanzaba la temperatura perfecta.

“Lo que hacemos en nuestro laboratorio de Tel Aviv es tratar de obtener una imagen detallada de los cambios producidos a través del tiempo, cómo se sucedieron los mismos y cómo llegamos a tener nuevas ideas, todo lo cual sigue siendo relevante hoy en día”, explica Ben-Yosef. En este sentido, añadió que su laboratorio invierte muchos recursos en replicar metodologías del pasado.

“Ahora bien, a pesar de que lees artículos de investigación y crees que lo sabes casi todo, en una experiencia en tiempo real descubres que resulta muy diferente hacerlo”, y agregó que la metalurgia era la tecnología más exigente en aquella época.

La curiosidad pudo haber matado al gato, pero nos proporcionó un buen cobre

Ben-Yosef dice que, en contra de la opinión común, que mantiene que la innovación tecnológica es consecuencia de una necesidad y encontrar la forma de satisfacerla, es poco probable que los lingotes de cobre puro de Beersheba, así como los objetos hechos con ellos, se hayan empleado de manera utilitaria. El metal puro de cobre era demasiado blando y demasiado raro como para haber sido utilizado en la vida cotidiana, por ejemplo, hacer cuencos donde simplemente poner comida en la mesa.

Incluso los artículos de cobre puro que parecen "utilitarios" probablemente no lo eran. En el estudio, los investigadores examinaron las hachas y azuelas de cobre puro en busca de desgaste, pero sus bordes limpios indican que nunca se usaron.

Taller de fundición de cobre de hace 6.500 años en el barrio Neveh Noy de Beersheba. (Talia Abulafia / Autoridad de Antigüedades de Israel).

Ben-Yosef cree que los prístinos objetos "utilitarios" eran imitaciones de las herramientas de piedra que todavía se usaban comúnmente durante esta época. Estas imitaciones se habrían utilizado en ceremonias o para exhibirlas como símbolos de estatus social (los ejemplos más famosos de estos objetos ceremoniales se encontraron en 1960, cuando se descubrió un gran tesoro de unos 400 objetos de metal en la cueva de Nahal Mishmar, en el desierto de Judea, y que se halla en exhibición permanente en el Museo de Israel de Jerusalén).

“Yo encuentro todo esto bastante fascinante. La gente siempre piensa que la innovación viene por una necesidad, por ejemplo, crear herramientas para la agricultura o armas para ganar una guerra, pero aquí tenemos inventos tecnológicos relacionados con la curiosidad humana”, afirma.

"La noción de que 'algunas sociedades permitían a la gente ensayar con determinados materiales y encontrar cosas nuevas sin la presión de poner comida en la mesa' crea una imagen más matizada de estas sociedades antiguas, con resonancias que van mucho más allá del estudio científico de la fundición de cobre".

“La gente del pasado no era tan diferente de la actual, y lo vemos en la evolución tecnológica del metal”, concluye Ben-Yosef.

Fuente: timesofisrael.com | 4 de octubre de 2020

Herramientas líticas de hace 300.000 años, halladas en Israel, fueron obtenidas con fuego a distinta temperatura

Una de las herramientas hallada en la cueva de Qesem, en Israel - Instituto Weizmann de Ciencias.

Hace unos 300.000 años, cuando los primeros homínidos de nuestra especie, Homo sapiens, empezaban a aparecer en África, alguien consiguió desarrollar una tecnología moderna y compleja en Oriente Próximo. Un estudio llevado a cabo en la cueva de Qesem, en el centro de Israel, ha analizado las herramientas de piedra tratadas con calor más antiguas conocidas.

Un aspecto de la cueva de Qesem, la cula se encuentra al este de Tel Aviv.

Los homínidos que allí vivían, cuya identidad aún no ha podido ser confirmada, no solo sabían utilizar el fuego, sino que lo controlaban para optimizar la creación de diferentes artefactos, empleando incluso distintas temperaturas según sus propósitos. Los autores, que han publicado sus conclusiones en la revista Nature Human Behavior, creen que este desarrollo tecnológico demuestra unas sofisticadas capacidades cognitivas tempranas.

Hasta ahora, se creía que la primera vez que se utilizó el fuego en la fabricaciónde herramientas fue hace 164.000 años en lo que ahora es Pinnacle Point (Sudáfrica). Pero el nuevo análisis, llevado a cabo por el Instituto Weizmann de Ciencias, retrotrae esta habilidad en más de 130.000 años, la sitúa en un punto del mapa muy alejado y en manos de una especie humana desconocida. «Sabemos, por un diente hallado en el lugar, que no eran 'Homo sapiens' ni neandertales, por lo que creemos que se trataba de un grupo que se desarrolló localmente», señala Filipe Natalio (izquierda), de la Unidad de Arqueología Científica del Instituto y responsable del nuevo trabajo.

Conjunto de herramientas líticas halladas en la cueva de Qesem. Instituto Weizmann de Ciencias.

Inteligencia artificial

Los homínidos que vivieron en Qesem dejaron tras de sí decenas de miles de herramientas de piedra, la mayoría hechas de pedernal, un material fácilmente disponible. Estaban producidas mediante un proceso de tallado, que consiste en golpear una piedra contra otra para picar las piezas y lograr un borde afilado. Hace entre 300.000 y 400.000 años, la principal presa que estos homínidos cazaban cambió de elefantes a gamos, lo que requirió artefactos más finos para descuartizar las presas.

Algunas de las herramientas de sílex halladas en el lugar parecían quemadas, por lo que los arqueólogos se preguntaban si había sido por casualidad o los habitantes de la zona tenían algún control sobre el fuego y lo utilizaban a propósito. Para aclararlo, los investigadores recolectaron unas 200 piezas de pedernal de áreas cercanas a la cueva de Qesem. Después de calentar las piezas a diferentes temperaturas y enfriarlas nuevamente, las examinaron con espectroscopia Raman para revelar la composición de su estructura química y molecular. Los datos obtenidos eran tantos que tuvieron que ser analizados por un software de aprendizaje automático en el Departamento de Apoyo a la Investigación Química del Instituto Weizmann que dirige el Dr. Iddo Pinkas (derecha).

La comparación de temperaturas para tres tipos de herramientas revela un rango pequeño y relativamente frío para las cuchillas (blades), en contraste con las «tapas de olla» (pot lids) y las lascas (flakes). Crédito: Instituto de Ciencias Weizmann

Rango de temperaturas de las distintas herramientas analizadas y halladas en la cueva de Qesem.

Sorprendentemente, la inteligencia artificial encontró que se habían aplicado tres rangos de temperaturas únicos para tres tipos distintos de pedernal. De esta forma, las láminas, herramientas en forma de cuchillo con un borde afilado largo y un borde frontal más grueso por donde sujetarlas, se calentaron a unos 259° C, mientras que las lascas se hicieron a 413° C y unos fragmentos pequeños, mellados y astillados que los científicos llaman «tapas de olla» (pot lids), a 447º C. Luego, los autores realizaron un experimento para replicar condiciones de calor similares y encontraron que controlar los niveles de calor del pedernal puede mejorar su producción.

De izquierda a derecha una 'tapa de olla', una lasca y una cuchilla. Cada una se produjo a una temperatura diferente (las imágenes no están a escala). Crédito: Instituto de Ciencias Weizmann

Pensamiento abstracto

En palabras de los investigadores, parecía que los habitantes de la cueva habían usado intencionalmente diferentes tratamientos térmicos para crear diferentes herramientas. «No podemos saber cómo se enseñaron unos a otros la habilidad de fabricar herramientas, qué experiencia los llevó a calentar el pedernal a diferentes temperaturas, o cómo lograron controlar el proceso, pero el hecho de que las cuchillas más largas se calentaran constantemente de una manera diferente a otras piezas sugiere una intención», dice Natalio. «Estos homínidos fueron capaces de realizar pensamientos complejos y abstractos mucho antes de lo que pensábamos», subraya.

Como explica en un correo electrónico Aviad Agam (izquierda), coautor del estudio: «En Qesem hay indicios claros de cocción y asado de la carne, por lo que creemos desde hace mucho tiempo que el fuego se usaba habitualmente en la cueva. Nuestro nuevo descubrimiento muestra que además sabían utilizarlo para manipular otros materiales y producir mejores herramientas».

Para los investigadores, se trata de tecnología, como también lo son nuestros teléfonos móviles u ordenadores, la cual permitió a nuestros antepasados sobrevivir y prosperar.

Foto: Una vista de los trabajos que se realizan en la cueva de Qesem. Filipe Natalio

Fuentes: abc.es | phys.org | dailymail.co.uk | 5 de octubre de 2020