Identifican en Matalascañas (Huelva) pisadas neandertales, las más antiguas del Pleistoceno Superior

Huellas halladas en Matalascañas. / M.G. (Matalascañas)

El Grupo de Investigación RNM 276 Geociencias Aplicadas de la Universidad de Huelva ha identificado en el yacimiento litoral efímero descubierto en junio de 2020 en la playa de Matalascañas, en Almonte (Huelva), las pisadas más antiguas del Pleistoceno Superior de todo el mundo.

Este hallazgo se ha realizado gracias a la investigación liderada por el catedrático de Paleontología Eduardo Mayoral (izquierda) en dicho yacimiento, el cual se publicará, en la prestigiosa revista Nature Scientific Reports, ha informado la Onubense en un comunicado.

Tal y como explica Mayoral "en una primera observación se detectaron un gran número de huellas fósiles de animales, pero tras una investigación más exhaustiva detectamos huellas de origen humano"; estas huellas, las más importantes del yacimiento, han sido pasadas por alto por otros equipos que lo han investigado.

Tras el descubrimiento y debido a su posible origen, el equipo se puso en contacto con investigadores de la Universidad de Río Negro en Argentina y del Museo de Historia Natural del Hombre Prehistórico (MNHN) de París que habían trabajado ya con otros yacimientos similares, corroborando que esas huellas evidenciaban la presencia de estos homínidos en la zona de Doñana.

Una de las huellas halladas junto al pie de un homo sapiens./ Mar Mateo

Según detalla Mayoral, "se han podido medir e identificar cerca de 90 pisadas de neandertales muy bien conservadas y de varios individuos".

A expensas de la datación oficial, Mayoral dice: "En una primera estimación se remonta a una época anterior a los 106.000 años, por lo que estamos ante un hallazgo muy importante ya que serían las pisadas más antiguas de la época para el Pleistoceno Superior encontradas en todo el mundo, ya que lo más semejante encontrado en Europa es un yacimiento en Le Rozel, Normandía, que es unos 25.000 años más moderno".

Además, como confirma el investigador, en toda la Península no había ningún registro de pisada de neandertales, "sólo había una huella encontrada en Gibraltar, muy mal conservada y cuya datación no se corresponde con la época en la que habitaban los neandertales".

Modelo digital de una de las huellas de neandertal del yacimiento./ L. Alfonso Morales

"A partir de aquí, tenemos que seguir recabando más indicios, lo malo es que es una zona sujeta a la acción de las olas y las mareas y esto dificulta notablemente su estudio y observación ya que se encuentra cubierta por la arena de la playa salvo en contadas ocasiones", ha explicado Mayoral, a lo que ha añadido que "el yacimiento podría extenderse hasta la playa de Mazagón ya que hemos encontrado algunas huellas sueltas que apuntaban en esa dirección".

"Una vez que tengamos el mapa de las pisadas completo podremos ir afinando más sobre la composición del grupo, edades, incluso el sexo, e intentar deducir qué estaban haciendo. Ello podrá ser completado con la información que obtengan los arqueólogos".

Foto de una de las huellas. MG.

Además del hallazgo en sí, los miembros del equipo de la Onubense, han podido ya arrojar algunos datos significativos; el más más relevante es que no se trata de una zona de paso o de migración, sino que incluso se podría hablar de un asentamiento cercano: "En un primer análisis hemos observado que las huellas se han encontrado en la orilla de lo que antes era una especie de laguna desarrollada entre dunas, por lo que, seguramente, estaban pescando o cazando, ya que todo apunta a que sería, incluso una zona de marisqueo", ha explicado el investigador de la UHU. EFE

Fuentes: tn8.tv | huelvainformacion.es | 31 de enero de 2021

Hallan en la isla de Arran (Escocia) una estructura ritual denominada 'Cursus' de la época de Stonehenge

Vista del lugar donde se halló la estructura de montículos paralelos denominada 'Cursus'. Credito: Historic Environment Scotland.

En la isla escocesa de Arran, en Tormore, se ha descubierto un enorme monumento, un Cursus, un lugar para rituales antiguos, el cual fue construido aproximadamente al mismo tiempo que Stonehenge.

Las estructuras denominadas Cursus, fueron construidas durante el período Neolítico (4000 a. C. a 2500 a. C.) y son largos recintos rectangulares que se construyen modificando el terreno. Estos largos recintos a menudo estaban delimitados por postes de madera y se usaban para realizar procesiones ceremoniales, posiblemente con el fin de honrar a los muertos o venerar a los antepasados. Durante algunas de esas ceremonias, posiblemente se habría prendido fuego a los postes de madera, según el diario The Scotsman, que informó por primera vez sobre el hallazgo.

El monumento en particular, que sobrevive como dos montículos paralelos, probablemente también tenía elementos de madera incorporados, dijo a The Scotsman su descubridor, Dave Cowley (izquierda), gerente del programa de arqueología de Historic Environment Scotland. "Si se prendía fuego o no a los psotes, simplemente no lo sabemos en este momento".

Cowley y su equipo descubrieron por primera vez el lugar de este monumento terrestre en 2017, mientras realizaban estudios aéreos sobre la isla escocesa de Arran mediante una tecnología llamada Lidar, la cual revela estructuras ocultas enviando al suelo pulsos de láser y midiendo la luz que se refleja. La tecnología Lidar reveló dos líneas (bancos o montículos de tierra) casi paralelas que se extendían alrededor de 1,1 kilómetros y estaban separadas por entre 30 y 40 metros.

Mediante escáneres láser los arqueólogos descubrieron el "Cursus" previamente desconocido en la isla escocesa de Arran. Imagen: © Historic Environment Scotland.

El equipo realizó visitas de campo a este Cursus entre finales de 2017 y 2019, pero no revelaron mucho: "Ambos bancos de tierra son de naturaleza leve y apenas son visibles desde el suelo", escribió el equipo en sus notas de campo publicadas online.

Aunque la estructura es larga, los montículos individuales dentro de ella tienen solo aproximadamente 3,3 metros de grosor y aproximadamente 0,3 metros de altura. "Parecen discontinuos y están hechos de tierra o césped con muy pocas piedras visibles", escribe el equipo. Es imposible decir si la estructura fue diseñada con separaciones en los montículos o si estos surgieron a lo largo de los años como resultado de procesos naturales. Por otra parte, los investigadores no creen que la estructura rectangular tuviera un techo.

Arqueólogos verificando en situ la estructura del 'Cursus'.

Si bien anteriormente se han encontrado aproximadamente unos 70 monumentos neolíticos en Escocia, la mayoría de ellos en la costa este, el Cursus hallado es el único que se encuentra en la isla de Arran. "Pudo haber sido un centro de atracción para las comunidades esparcidas por la isla", dijo Cowley a Live Science en un correo electrónico. Todavía existen otros tipos de monumentos neolíticos descubiertos en la isla. "Este 'Cursus' es una adición interesante a la 'cartera' de monumentos neolíticos en Arran, y sugiere que puede haber más por descubrir en la costa occidental".

Por otro lado, también se especula con que dicha estructura pudiese haber sido parte de algo más grande. "Puede haber otras características monumentales enterradas que no podemos ver en la superficie", dice Cowley. "Hay que tener en cuenta que muy pocos sitios arqueológicos se excavan en Escocia, y, si se hace o no, dependerá de los resultados de la investigación y de la financiación".

Fuente: livescience.com | 26 de enero de 2021

Los indios Chumash (California) usaron cuentas hechas con conchas como dinero hace 2.000 años

Cuentas Chumash hechas a partir de caracoles de mar oliva enanos morados (Olivella biplicata). Foto: Lynn Gamble / SBMNH Collection.

Lynn Gamble es una de las arqueólogas que más sabe sobre los nativos americanos que habitaron California. Por eso, la investigadora ya sabía que los indios Chumash habían estado usando cuentas fabricadas con conchas como moneda durante al menos 800 años. Pero una revisión exhaustiva de algunos de los registros de cuentas hechas con conchas descubiertas durante años en la región llevó a esta profesora emérita de Antropología de la Universidad de California, en Santa Bárbara, a una conclusión asombrosa: los cazadores-recolectores que se establecieron en la costa centro-sur de la zona de Santa Bárbara usaron conchas minuciosamente trabajadas como moneda en una fecha mucho más antigua: hace por lo menos 2.000 años.

"Si los Chumash usaban cuentas como dinero hace 2.000 años, esto puede cambiar nuestra forma de pensar sobre los cazadores-recolectores y su complejidad sociopolítica y económica. Este puede ser el primer ejemplo del uso del dinero en cualquier lugar de América en este momento", dice Gamble (izquierda), que lleva estudiando las costumbres de los pueblos indígenas de California desde finales de la década de 1970, y la inspiración para su investigación sobre el dinero hecho con cuentas de concha viene de lejos. En un simposio sobre el uso de moneda y otras formas de dinero realizado hace algunos años en la Universidad de Tübingen, en Alemania, la mayoría de asistentes quedaron muy sorprendidos por algunas teorías planteadas por los arqueólogos de California sobre qué elementos podían haberse usado con ese fin.

CONCHAS PARA HACER DINERO

Intrigada, Gamble revisó las definiciones e identificaciones sobre dinero hechas por los investigadores californianos y cuestionó algunas de las creencias más arraigadas respecto al tema del uso del "dinero". Los resultados de su investigación se detallan en el artículo "El origen y uso del dinero de cuentas de concha en California" publicado en la revista Journal of Anthropological Archaeology. En este estudio, Gamble sostiene que los arqueólogos deben usar cuatro criterios para evaluar si las cuentas de concha californianas fueron usadas como moneda o simplemente se utilizaron como adorno: las cuentas de concha de uso monetario deben requerir más mano de obra que las que tienen meros fines decorativos; es probable que las cuentas altamente estandarizadas fueran usadas como moneda corriente; las cuentas más grandes y llamativas se usaron muy probablemente como adornos, y las cuentas usadas como moneda abarcan un área geográfica muy amplia.

Equipo Chumash para hacer cuentas de concha. Foto: Santa Barbara Museum of Natural History.

"Después comparé las cuentas de concha que durante 40 años los investigadores de California habían aceptado como dinero con las de otro tipo que presenta una amplia distribución. Por ejemplo, se encontraron decenas de miles de estas cuentas junto a un solo individuo en el área de la bahía de San Francisco. Este tipo de cuenta, conocida como 'cuenta de platillo', se produjo en el sur de Point Conception y probablemente también en el norte de las islas del Canal (Santa Bárbara), al menos la mayoría. Estas cuentas anteriores estaban tan estandarizadas, si no más, que las que se produjeron 1.000 años después. También se comercializaron en toda California y más allá. A través de la investigación, las mediciones y la comparación de estandarizaciones entre los diferentes tipos de cuentas, queda claro que probablemente se trataba de cuentas utilizadas como dinero y este hecho ocurrió mucho antes de lo que pensábamos", explica Gamble.

Asimismo, Gamble señala que las cuentas de concha se han empleado durante más de 10.000 años en California, y existe una amplia evidencia de la producción de algunas de ellas, especialmente las más comunes en los últimos 3.000-4.000 años, en el norte de las islas del Canal. Las pruebas incluyen herramientas para fabricar cuentas de conchas, como taladros, y cantidades masivas de fragmentos de conchas (detritos) que cubrían la superficie de varios yacimientos arqueológicos de las islas. Además, los especialistas afirman que la firma isotópica de las cuentas de concha encontradas en el área de la bahía de San Francisco indica que estas proceden del sur de Point Conception. "Sabemos que en los primeros contactos europeos, los indios de California comerciaban con muchos tipos de productos, incluidos alimentos perecederos. El uso de cuentas de concha facilitó sin duda esta amplia red de intercambio", continúa Gamble.

Cuentas de concha halladas en la región del canal de Santa Bárbara y en otras partes de California. Foto: Tacy Kennedy / Santa Barbara Museum of Natural History.

UN USO MÁS ANTIGUO DE LO QUE SE CREÍA

La investigación de Gamble no solo pone una nueva fecha a los orígenes del dinero en América, sino que también pone en tela de juicio la definición de lo que los estudiosos han venido considerando sociedades sofisticadas en la Prehistoria. Debido a que los Chumash no eran agricultores, sino cazadores-recolectores, se sostuvo durante mucho tiempo que no necesitaban hacer uso del dinero, a pesar de que los primeros colonizadores españoles se maravillaron de las extensas redes comerciales que este pueblo había establecido.

Asimismo, algunas investigaciones recientes sobre el uso de dinero en Europa durante la Edad del Bronce sugieren que hace unos 3.500 años ya se utilizaba en el Viejo Continente. Para Gamble, tanto este hecho como el ejemplo de los Chumash son muy importantes porque desafían una creencia muy arraigada entre los economistas y algunos arqueólogos: "la de que las sociedades consideradas primitivas no podrían haber tenido economías comerciales".

"Es difícil abordar este tema sin evitar los términos 'complejo' y 'primitivo'. Tanto en el caso de los Chumash como en el de la Edad del Bronce europea, la estandarización es clave en términos de identificación del dinero. Mi artículo sobre el origen del dinero en California no solo retrasa la fecha para el uso del dinero 1.000 años en esta región, y posiblemente en toda América, sino que proporciona pruebas claras de que el dinero fue utilizado por sociedades que no habían aún conformado un Estado", concluye la investigadora.

Cuentas de disco de Olivella biplicata hechas en el período histórico, después del contacto europeo. Foto: Santa Barbara Museum of Natural History.

Fuente: nationalgeographic.com.es | 2 de febrero de 2021

Dientes humanos hallados en la isla de Jersey (Reino Unido) muestran el mestizaje entre el 'Homo neanderthalensis' y el 'Homo sapiens'

Los dientes que formaron parte del estudio. (Museo de Historia Natural)

Trece dientes antiguos encontrados en las costas suroeste de la isla de Jersey contienen características tanto de los neandertales como de los humanos modernos, lo que proporciona el ejemplo más sorprendente, hasta ahora, de mestizaje entre estos dos grupos humanos.

Ya es bien sabido que los neandertales y el los humanos modernos llagaron a hibridar entre ambos en Oriente Próximo, pero el nuevo análisis llevado a cabo entre estos dientes de hace más de 40.000 años en el sitio arqueológico de La Cotte de St Brelade, en Jersey, proporciona no solo la mejor ilustración física de su cruzamiento, sino que también es un buen ejemplo del mismo en una zona tan occidental de Europa, dicen los investigadores.

Descubiertos entre 1910 y 1911, se asumió inicialmente que el conjunto de los 13 dientes eran restos de un neandertal, pero investigadores del Museo de Historia Natural de Londres, del Instituto de Arqueología de la UCL, de la Universidad de Kent y de otras cuatro instituciones se reunieron recientemente para volver a examinar los mismos y el resultado es, en primer lugar, que provienen de dos individuos diferentes.

En segundo lugar, se ha concluido que, si bien todos los dientes tienen características y dimensiones consistentes con las de los neandertales, varios de ellos carecen de tales características. De hecho, ciertos aspectos de su forma son típicos de los humanos modernos, el Homo sapiens.

Uno de los dientes neandertal que muestra características propias del 'Homo sapiens'.

Los investigadores utilizaron tomografías computarizadas (TC) de los dientes para estudiarlos con un nivel de detalle que no ha estado disponible para los investigadores en el pasado, y el trabajo ha sido publicado en el Journal of Human Evolution.

Sabemos por el trabajo de datación realizado en el yacimiento que los dientes tienen menos de 48.000 años, por lo que podrían ser algunos de los restos neandertales más jóvenes que se conocen (se cree que los neandertales desaparecieron hace unos 40.000 años).

También se sabe que los humanos modernos llegaron a coincidir con los neandertales en algunas partes de Europa después de hace 45.000 años. En consecuencia, las características inusuales de estos individuos híbridos sugieren que la población de Jersey podría haber tenido una ascendencia dual.

Chris Stringer (izquierda), un experto en evolución humana del Museo de Historia natural de Londres, dice: “Estos dientes tienen menos de 48.000 años, lo que los sitúa en el marco de tiempo en el que los neandertales y el Homo sapiens se superponían. Se suma, pues, la posibilidad de que hubiera una población con ascendencia mixta, y esta idea de una población híbrida podría probarse examinando el ADN antiguo de los dientes, lo que esperamos hacer en el futuro".

“Hemos encontrado las mismas combinaciones inusuales de rasgos neandertales y humanos modernos en todos los dientes. Las raíces de los dientes se ven muy neandertales, mientras que el cuello y las coronas se parecen mucho más a los de los humanos modernos".

“Por ejemplo, las raíces de los dientes apenas están separadas entre sí, como en los neandertales, mientras que la falta de la cresta media del trigonio, que une las cúspides dentales, es típica de los molares modernos. Mi conjetura es que la influencia humana moderna proviene de España y el sur de Francia”, explica Stringer.

La cueva de La Cotte de St Brelade, Jersey. Imagen de Man Vyi. Wiki Commons. La arqueología neandertal está bien conservada en La Cotte de St Brelade, en Jersey, y abarca hasta 200.000 años de la Edad del Hielo.

Las excavaciones llevadas a cabo en el lugar entre 1911 y 1920 proporcionaron más de 20.000 herramientas de piedra del Paleolítico Medio (asociadas con los neandertales en Europa). Los huesos de la megafauna de la Edad de Hielo, como el mamut y el rinoceronte lanudo, también se han encontrado allí, así como los únicos fósiles humanos neandertales tardíos conocidos en las Islas Británicas.

Olga Finch (derecha), conservadora de arqueología de Jersey Heritage, dice: “La Cotte de St Brelade es un sitio de gran importancia y continúa revelando historias sobre nuestros antiguos predecesores. 'Jersey Heritage' ha realizado una gran inversión para asegurar La Cotte contra los desafíos que plantea el cambio climático, y, además, continúa el trabajo de buscar fondos para una mayor protección e investigación en este antiguo lugar, donde hay mucho más esperando ser descubierto''.

Fuentes: nhm.ac.uk | inews.co.uk | bailiwickexpress.com | bbc.com | 1 de febrero de 2021

El hallazgo de un resto óseo animal con grabados se estima como la prueba más antigua del uso de símbolos por los seres humanos

Fotografía de los grabados en el resto óseo de un bovino. Crédito Marion Prévost.

Si bien los científicos e historiadores han supuesto durante mucho tiempo que los grabados en piedras y huesos se han utilizado como una forma de simbolismo que se remonta al período Paleolítico Medio (250.000-45.000 a. C.), los hallazgos que respaldan esa teoría son extremadamente raros.

Un descubrimiento reciente realizado por arqueólogos de la Universidad Hebrea y la Universidad de Haifa, junto con un equipo del Le Centre National de la Recherche Scientifique, en Francia, ha descubierto evidencias de lo que puede ser el primer uso conocido de símbolos. Dichos símbolos se encontraron en un fragmento de hueso en la región de Nesher Ramla, en el centro de Israel, y se cree que tienen aproximadamente 120.000 años de antigüedad.

El descubrimiento de depresiones en un lecho de roca sólida durante la construcción de una fábrica de cemento llevó al equipo de la Universidad Hebrea a investigar el lugar.

Sorprendentemente, el fragmento permaneció en gran parte incólume y los investigadores pudieron detectar seis grabados similares en un lado del hueso, lo que los llevó a creer que estaban en posesión de algo que tenía un significado simbólico o espiritual. El hallazgo, que se ha publicado recientemente en la revista científica Quaternary International, fue descubierto entre un alijo de herramientas de pedernal y huesos de animales expuestos durante las excavaciones arqueológicas realizadas en el lugar referenciado.

Los arqueólogos descubrieron fragmentos óseos de animales mientras trabajaban en el yacimiento al aire libre de Nesher Ramla, el cual se remonta a la era del Paleolítico Medio, y en el que se encontró el hueso grabado.

El Dr. Yossi Zaidner (izquierda), del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea, dijo que el yacimiento probablemente se usó como un campamento o un lugar de reunión de los cazadores-recolectores del Paleolítico en el que luego sacrificarían los animales que capturaban. Se cree que el hueso identificado proviene de un gran uro salvaje ya extinto, una especie de bóvido muy común en Oriente Próximo en ese momento.

Mediante la utilización de imágenes tridimensionales, métodos microscópicos de análisis y reproducción experimental de grabados en el laboratorio, el equipo pudo identificar seis grabados diferentes con una longitud de 38 a 42 milímetros. La Dra. Iris Groman-Yaroslavski (derecha), de la Universidad de Haifa, explica: "Basándonos en nuestro análisis de laboratorio y el descubrimiento de elementos microscópicos, podemos suponer que alguien de estos tiempos prehistóricos empleó una herramienta afilada de pedernal para realizar los grabados".

Los autores del artículo enfatizan que su investigación deja muy claro que los grabados fueron hechos intencionalmente por el hombre y no pueden haber sido el resultado de las actividades de descuartizamiento de los animales o de procesos naturales sucedidos durante milenios. Señalaron el hecho de que las ranuras de los grabados tienen una forma de U clara y son lo suficientemente anchas y profundas como para que pudieran haber sido hechas por una persona que no tuviera la intención clara de tallar líneas en el hueso.

El análisis también permitió determinar que el trabajo fue realizado por un artesano diestro y en una sola sesión de trabajo.

Se utilizaron imágenes tridimensionales para analizar el fragmento de hueso grabado, lo que permitió al equipo ver una vista detallada de los mismos. El equipo involucrado en el estudio también señaló que su análisis demuestra que las marcas se hicieron intencionalmente y no mientras se mataba al animal.

La profesora Marion Prévost (izquierda), del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea, dice que todos los indicios indican que había un mensaje definido detrás de los grabados que están en el hueso. "Rechazamos cualquier suposición de que estos surcos fueran una especie de garabatos inadvertidos. Este tipo de obra grabada no se ha visto con semejante nivel de atención tan al detalle".

Pero, ¿cuál sería el mensaje que hay detrás de las seis líneas grabadas en el hueso? Los autores escriben: "Estos grabados son muy probablemente un ejemplo de actividad simbólica y, además, es el ejemplo más antiguo conocido de este tipo de mensaje utilizado en el Levante. Presumimos que la elección de este hueso en particular estaba relacionada con el estatus del animal dentro de la comunidad de los cazadores-recolectores, y es indicativo, por tanto, de la conexión espiritual que estos mantenían con los animales que mataban".

El Dr. Zaidner concluye: "Es justo decir que hemos descubierto uno de los grabados simbólicos más antiguos jamás encontrados en la Tierra, y es, en consecuencia, el más antiguo del Levante. Este hallazgo tiene implicaciones muy importantes para comprender cómo se desarrolló la expresión simbólica en los seres humanos. Al mismo tiempo, aunque todavía no es posible determinar el significado exacto de estos símbolos, esperamos que la investigación continúe revelando detalles clave al respecto".

Fuentes: phys.org | dailymail.co.uk | 3 de febrero de 2021

Sacan a la luz en Taposiris Magna (Alejandría, Egipto) 16 tumbas grecorromanas, una de ellas con una momia con "lengua de oro"

En el centro, una de las momias con una lengua de oro descubierta en Taposiris Magna. Ministerio de Antigüedades de Egipto.

La misión egipcio-dominicana de la Universidad de Santo Domingo, encabezada por la arqueóloga Kathleen Martínez, ha descubierto dieciséis enterramientos del periodo grecorromano con sus respectivas momias en la necrópolis de Taposiris Magna, al oeste de la ciudad mediterránea de Alejandría.

En un comunicado, el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto informó del descubrimiento de estos pozos funerarios decorados con motivos "de la época griega y romana", donde se encontró un número no especificado de momias "en mal estado de conservación" que dan pistas de las características de la calidad de la momificación en ese periodo.

Las momias estaban cubiertas con restos de cartonaje dorado y se encontraron amuletos de láminas de oro en forma de lengua, que se colocaban en la lengua del difunto durante el ritual funerario para asegurar que pudiera hablar en el otro mundo ante el dios Osiris, encargado de juzgar a los muertos.

En declaraciones recogidas en la nota, Martínez explicó que "una de las momias estaba cubierta con decoraciones de oro que representan al dios Osiris, mientras que otra llevaba la corona de Atef, decorada con cuernos y una cobra en la frente; y que en el pecho de la última momia también se descubrió un collar dorado con la forma de halcón, el símbolo del dios de los cielos egipcio Horus".

Por su parte, el director general del departamento de Antigüedades de Alejandría, Jaled Abu al Hamd, señaló en el comunicado que a lo largo de esta temporada la misión egipcio-dominicana hizo varios descubrimientos importantes en el sitio, como el de una máscara funeraria de una mujer, ocho chapas de oro y ocho máscaras refinadas de mármol grecorromanas.

La Dra. Kathleen Martínez y el Dr. Glenn Godenho en el templo de Taposiris Magna. Fotografía: Arrow Media

"Durante los últimos diez años la misión encontró un importante grupo de restos arqueológicos que cambiaron la percepción del Templo de Taposiris Magna, donde se hallaron varias monedas con el nombre y la imagen de la reina Cleopatra VII dentro de los muros del templo", indica la nota. Los descubrimientos efectuados hasta el momento muestran que el templo de Alejandría fue construido por el rey Ptolomeo IV, que gobernó del 221 a.C. al 204 a.C.

Kathleen Martínez lidera desde 2005 en el complejo arquitectónico de Taposiris Magna una búsqueda incansable de la tumba de Cleopatra, quien, según la historia, se suicidó en el año 30 d.C después de que su amante, el general romano Marco Antonio, se desangrara en sus brazos. El egiptólogo Zahi Hawass, por su parte, considera que la cámara funeraria de la última reina egipcia debe estar en bajo el Agua en Alejandría y no en este yacimiento.

Fuente: elespañol.com | 1 de febrero de 2021