Es probable que las primeras tecnologías de piedra del mundo sean más antiguas de lo que se pensaba

Bifaz achelense. Foto: Alastair Key

Un nuevo estudio de la Escuela de Antropología y Conservación de la Universidad de Kent (Reino Unido) descubrió que las tecnologías de herramientas de piedra de Olduvayense y Achelense probablemente sean decenas de miles de años más antiguas de lo que sugiere la evidencia presente. Actualmente son las dos tecnologías de herramientas de piedra más antiguas y bien documentadas conocidas por los arqueólogos.

Estos hallazgos, publicados por Journal of Human Evolution, proporcionan una nueva base cronológica a partir de la cual comprender mejor la producción de tecnologías de herramientas de piedra por parte de nuestros primeros antepasados. También amplían el marco de tiempo dentro del cual se puede discutir la evolución de las capacidades tecnológicas humanas y los cambios asociados en la dieta y el comportamiento.

Para el estudio, un equipo dirigido por el Dr. Alastair Key (izquierda) y el Dr. David Roberts (derecha), junto con el Dr. Ivan Jarić del Centro de Biología de la Academia Checa de Ciencias, utilizó técnicas de modelado estadístico recién introducidas en la ciencia arqueológica. Los modelos estimaron que las herramientas de piedra Olduvayense se originaron hace 2.644.000 - 2.617.000 de años, 63.000 a 36.000 años antes que lo que demuestran las evidencias actuales. El origen del Achelense se retrasa igualmente más en al menos 55.000 años hasta hace 1.823.000 - 1.815.000 años.

Las primeras tecnologías de herramientas de piedra, como la Olduvayense y la Achelense, permitieron a los primeros antepasados ​​humanos acceder a nuevos tipos de alimentos y aumentar la facilidad para producir herramientas de madera o procesar cadáveres de animales.

Diagramas de caja de violín que detallan las fechas de origen predichas para las tecnologías Olduvayense y Achelense, derivadas de 10.000 iteraciones del método de muestreo aleatorio.

El Dr. Key, autor principal del estudio, dice: “Nuestra investigación proporciona las mejores estimaciones posibles para comprender cuándo los homínidos produjeron por primera vez estos tipos de herramientas de piedra. Tal circunstancia es importante por múltiples razones, pero, al menos para mí, es también emocionante porque pone de relieve que es muy probable que haya porciones sustanciales de artefactos esperando a ser descubiertos".

El Dr. Roberts, coautor del estudio, agrega: "La técnica de modelado de estimación lineal óptima (OLE) fue desarrollada originalmente por mí y un colega hasta la fecha de extinción de los artefactos analizados. Esta técnica ha demostrado ser un método fiable para inferir el momento de la extinción de especies animales y se basa en los tiempos en que se verifican los últimos avistamientos de las mismas, por lo que aplicarlo a los primeros avistamientos de artefactos arqueológicos fue otro avance importante. Tenemos la esperanza de que la técnica se utilice más ampliamente dentro del campo de la arqueología”.

Ubicaciones de los 20 conjuntos de herramientas de piedra que contribuyen a los modelos de estimación lineal óptima, junto con la única ubicación conocida actual de la tecnología de Lomekwi.

Aunque se asume ampliamente que existen yacimientos de herramientas de piedra más antiguos, y que están a la espera de ser descubiertos, el estudio actual proporciona los primeros datos cuantitativos que predicen la antigüedad de estos sitios aún por descubrir.

Fuente: Universidad de Kent| 24 de marzo de 2021

Los arqueólogos españoles se hartan de la destrucción del patrimonio cultural

La Plataforma Estatal de Profesionales de la Arqueología (PEPA) representa a más de 2.500 arqueólogos de toda España y surge tras casi dos años de encuentros.

Los arqueólogos españoles están hartos. Si alguien se pensaba que su trabajo es como el de un Indiana Jones, entre excitantes hallazgos, la imagen nada tiene que ver con la realidad. Son profesionales que alertan del abandono del patrimonio cultural, del intrusismo y de la precariedad laboral… así que han decidido dar un grito a través de la recién creada Plataforma Estatal de Profesionales de la Arqueología (PEPA), un acrónimo guiño a la primera Constitución española, porque incluye una serie de reivindicaciones y porque el primer impulso para que naciera esta agrupación fue igualmente en Cádiz, en 2018. Ahora acaban de aprobar sus estatutos en una reunión en Bilbao, una invitación a que se unan los más de 2.500 arqueólogos que calculan hay España. La Plataforma ya tiene miembros en siete comunidades autónomas: Madrid, Cantabria, Andalucía (en Cádiz, Almería, Granada, Jaén, Málaga), Baleares, Comunidad Valenciana (Valencia y Castellón), Galicia y País Vasco.

Virginia Pinto, portavoz gaditana de la PEPA, fue quien, hace más de dos años contagió a sus compañeros la necesidad de unirse. “Ha tenido que llegar una nueva generación de arqueólogos, desilusionados, para llamar la atención sobre nuestro estado”, dice por teléfono. Pinto explica que la mayoría de los integrantes de este sector están en la construcción. Se les requiere para zonas protegidas desde que se empieza hasta que finalizan los movimientos de tierra, ya sean obras de particulares o de administraciones. “Parecía una idea excelente de la Ley de Patrimonio Histórico, de 1985, para comprometer al promotor, que es quien debe pagar al arqueólogo, pero ha conseguido el efecto contrario, porque a aquel le importa poco lo que se pueda encontrar y lo que busca es el arqueólogo más barato”, dice Carlos Caballero (izquierda), uno de los portavoces de la plataforma en la Comunidad de Madrid.

Así, el profesional se encuentra en las obras entre la espada y la pared, señala Ángel Astorqui, componente de la PEPA en Cantabria: “Te paga un privado, así que la Administración autonómica te considera un vendido porque cobras del promotor, y este cree que eres la policía de la Administración”. Una situación que ha llevado a que “la mayoría de esos arqueólogos sean falsos autónomos”, subraya Pinto.

Una vez que el arqueólogo hace su informe de lo que hay en esa obra, hay que pedir el permiso para continuar con los trabajos, “pero hasta que se concede por la Administración pueden pasar meses; hasta ocho en el caso de la andaluza. Eso nos convierte en el eslabón débil. Se nos culpa siempre del parón, que afecta a muchas personas que no pueden trabajar”, añade.

Caballero apunta más lejos: “Es que ni siquiera se precisa de colegiación para ejercer la profesión”. La Plataforma lamenta que “cualquier licenciado, sin la especificidad de ser arqueólogo, puede participar en las convocatorias públicas para intervenir en yacimientos. Por eso queremos que se unifique en todo el país y se exija la licenciatura en Historia en la disciplina de Arqueología”.

Arqueólogos españoles se unen para denunciar la destrucción del patrimonio y el intrusismo

El otro perfil del arqueólogo es el que trabaja en yacimientos conocidos, donde se hacen campañas todos los años promovidas por administraciones o universidades. La Plataforma ha calculado que hay “unos 10.000 yacimientos arqueológicos en España, pero menos de 2.500 están declarados Bienes de Interés Cultural”, la figura jurídica de máxima protección del patrimonio histórico. El resto están expuestos a que la falta de atención degenere en daños o destrucción. “Los expolios siguen siendo un problema y lo peor es que encuentran a veces aplauso en la población y en la prensa”, indica Caballero. La web de la Plataforma recoge informaciones dolorosas para ellos, como un reportaje de Telecinco en el que “un periodista acompañaba a un expoliador a un yacimiento arqueológico catalogado”. “En la visita se alentaba al expolio”. No obstante, Pinto admite que en su profesión “no se ha sabido llegar a la sociedad para que se tome conciencia del patrimonio histórico”.

Con todo, “la gran amenaza son las expansiones urbanísticas, porque el patrimonio arqueológico pasa a ser secundario y puede ser destruido”, subraya Caballero. El otro problema capital es el abandono de yacimientos excavados “que no han tenido un plan económico viable”. Pone como ejemplos varios “parques arqueológicos de Castilla-La Mancha, construidos a principios de este siglo; se musealizaron y cuando llegó la crisis no hubo mantenimiento, algunos se recuperaron gracias a los ayuntamientos, otros no”.

Astorqui remarca precisamente la importancia de las administraciones locales, “que no tienen competencias en la materia, pero son los que conviven con esa realidad”. El caso de Cantabria es un ejemplo de que la Administración no puede llegar a todo lo que merece ser conservado. “Aquí se pone el acento en la prehistoria porque tenemos 10 cuevas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por su arte rupestre, pero hay yacimientos, como las torres medievales, que están sin proteger, y es una urgencia. Este invierno se han venido varias abajo por el mal tiempo”.

La Plataforma espera que su nacimiento ayude a acabar con la visión peliculera del arqueólogo. Como señala Caballero con humor: “La realidad es bastante más gris, lo habitual es que pasemos mucho tiempo en una oficina inventariando pequeños fragmentos de cerámica que parecen todos iguales”.

Fuentes: elpais.com | plataformadearqueologia.es | 23 de marzo de 2021

El análisis de genomas antiguos rastrean el origen y declive de los escitas

Montículo 4 de la necrópolis de Eleke Sazy en el este de Kazajstán. Crédito: Zainolla Samashev

Generalmente considerados como feroces guerreros a caballo, los escitas eran una multitud de culturas de la Edad del Hierro que gobernaron la estepa euroasiática, desempeñando un papel importante en la historia de esta zona geográfica.

Ahora, un nuevo estudio publicado en Science Advances analiza datos de todo el genoma de 111 individuos antiguos representantes de la estepa de Asia central desde el I milenio a. C. y d. C., y los resultados revelan nuevos conocimientos sobre los eventos genéticos asociados con los orígenes, el desarrollo y el declive de los legendarios escitas de la estepa.

Debido a sus interacciones y conflictos con las principales civilizaciones contemporáneas de Eurasia, los escitas disfrutan de un estatus legendario en la historiografía y cultura popular. Los escitas tuvieron una gran influencia en las culturas de sus poderosos vecinos, difundiendo nuevas tecnologías como sillas de montar y otras mejoras para la equitación. Los antiguos imperios griego, romano, persa y chino dejaron multitud de fuentes que describen, desde sus perspectivas, las costumbres y prácticas de los temidos guerreros a caballo que venían de las tierras del interior de Eurasia.

Aún así, a pesar de la evidencia de fuentes externas, se sabe poco sobre la historia de los escitas. Sin un idioma escrito, o fuentes directas, el idioma o los idiomas que hablaban, de dónde venían y el grado en que las diversas culturas diseminadas en un área tan grande estaban de hecho relacionadas entre sí, sigue sin estar claro.

El entierro de una élite social conocida como 'Hombre de Oro' de la necrópolis de Eleke Sazy. Crédito: Zainolla Samashev.

La transición de la Edad del Hierro y la formación del perfil genético de los escitas

El nuevo estudio publicado por un equipo internacional de genetistas, antropólogos y arqueólogos dirigidos por científicos del Departamento de Arqueogenética del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana, en Jena, Alemania, ayuda a iluminar la historia de los escitas con 111 antiguos genomas procedentes de culturas arqueológicas claves -escitas y no escitas- de la estepa de Asia Central.

Los resultados de este estudio revelan que cambios genéticos sustanciales se asociaron con el declive de los grupos sedentarios de larga duración de la Edad del Bronce y el surgimiento de las culturas nómadas escitas en la Edad del Hierro. Sus hallazgos muestran que, siguiendo la ascendencia relativamente homogénea de los pastores de finales de la Edad del Bronce, a principios del I milenio a. C., las afluencias del este, oeste y sur de la estepa formaron nuevos acervos genéticos mezclados.

Mapas resumen que visualizan los principales hallazgos de la investigación. Figura del artículo. © Gnecchi-Rusconi, et al., 2021

Los diversos pueblos de la estepa de Asia Central

El estudio va aún más allá, identificando al menos dos fuentes principales de origen para los grupos nómadas de la Edad del Hierro:

Una fuente oriental probablemente se originó a partir de poblaciones en las montañas de Altai que, durante el curso de la Edad del Hierro, se extendieron hacia el oeste y el sur, mezclándose a medida que avanzaban. Estos resultados genéticos coinciden con el momento y las ubicaciones que se encuentran en el registro arqueológico y sugieren una expansión de las poblaciones del área de Altai, donde se encuentran los primeros entierros escitas, conectando diferentes culturas de renombre como Saka, Tasmola y Pazyryk que se encuentran en el sur, Kazajstán central y oriental, respectivamente.

De modo sorprendete, los grupos ubicados en los Montes Urales occidentales descienden de una segunda fuente separada, pero simultánea. Al contrario del caso oriental, este acervo genético occidental, característico de las primeras culturas sauromatianas-sármatas, se mantuvo en gran parte constante a través de la expansión hacia el oeste de las culturas sármatas desde los Urales hasta la estepa póntica-caspia.

Una vista aérea de los entierros de la cultura Hun-Xianbi. Pueden identificarse tanto caballos como guerreros. Crédito: Zainolla Samashev

El declive de las culturas escita asociado con nuevos cambios genéticos

El estudio también cubre el período de transición después de la Edad del Hierro, revelando nuevos cambios genéticos y eventos de mezcla. Estos eventos se intensificaron a la vuelta del primer milenio d.C., al mismo tiempo que el declive y posterior desaparición de las culturas escitas en la Estepa Central. En este caso, la nueva afluencia euroasiática del Lejano Oriente se asocia de manera plausible con la expansión de los imperios nómadas de la estepa oriental en los primeros siglos d.C., como las confederaciones de Xiongnu y Xianbei (procedentes de la actual Mongolia), así como afluencias menores de fuentes iraníes probablemente vinculadas a la expansión de la civilización relacionada con los persas desde el sur.

Aunque muchas de las preguntas abiertas sobre la historia de los escitas no se pueden resolver solo con ADN antiguo, este estudio demuestra cuánto han cambiado y mezclado las poblaciones de Eurasia a lo largo del tiempo. Los estudios futuros deberían continuar explorando la dinámica de estas conexiones transeurasiáticas cubriendo diferentes períodos y regiones geográficas, revelando la historia de las conexiones entre el oeste, centro y este de Eurasia en el pasado remoto y su legado genético en las poblaciones euroasiáticas actuales.

Fuentes: Instituto Max Planck | phys.org | 26 de marzo de 2021

Descubren los restos del templo 'perdido' del Ptolomeo I, el faraón que inauguró la dinastía de Cleopatra

Excavación de los restos del templo de Ptolomeo I en el yacimiento de Sharuna.

"Tienes que venir, esto es muy importante, es otra liga". El mensaje que la directora general de la Fundació Arqueològica Clos, Mariàngela Taulé, trasladó al presidente de la Fundación Arqueológica Clos y del Museo Egipcio de Barcelona, Jordi Clos, bien podría asemejarse al telegrama que en 1922 envió Howard Carter a su benefector, Lord Carnavon, con un "descubrimiento maravilloso": La tumba de Tutankamón. Sin embargo, en el momento de comunicar su hallazgo, Taulé estaba "casi a oscuras entre bloques" que formaban parte del templo del faraón Ptolomeo I en el yacimiento de Kom el-Ajmar Sharuna en Minya, el Egipto Medio.

Se trata de los restos "mejor conservados" de un templo dedicado a Ptolomeo I encontrados en Egipto y constan de 60 bloques de grandes dimensiones "perfectamente esculpidos con sus divinidades y jeroglíficos explicativos sobre la historia del templo y de los dioses a los que se consagra", señaló Jordi Clos quien remarcó que los bloques pesan unos 500 kilos cada uno y que están muy bien conservados ya que se usaron para los cimientos y el pavimento de una iglesia copta. Además, algunas piezas fueron desmontadas, según los investigadores, y sus frisos colocados a la inversa dentro de la iglesia para ocultarlos, ya que hacían referencia a otras divinidades.

"Algunos los hemos encontrado en un estado de perfección absoluta, parece que los hubieran hecho ayer" señaló Clos (izquierda), quien remarcó que las piedras indican que se trataría de un templo "magnífico" por su estado de conservación dedicado a Ptolomeo I, un general de Alejandro Magno que se convirtió en el primer faraón de su dinastía que terminó con Cleopatra. La expedición Museo Egipcio de Barcelona, junto con la Universidad de Tubinga y el Supreme Council of Antiquities d'Egipte llevaba 15 años excavando en esa zona con "obstinación" ya que desde 1838 se conocía la existencia de un templo en la zona, cuando lo mencionó por primera vez el egiptólogo Nestor LHôte.

Después se perdió todo rastro pese a que fueron a buscarlo otros exploradores y egiptólogos desde finales del XIX y el siglo pasado. Luis Manuel Gonzálvez (derecha), conservador del Museu Egipcio de Barcelona y responsable de la expedición, aseguró que "la estructura estaba "arrasada" y que se había perdido la pista de la construcción pese a que quedaban indicios". Por eso decidieron excavar y durante dos campañas, de 2018 a 2020, sacaron los bloques de hormigón que están "mejor conservados que todos los de templos que se construyeron fuera de Alejandría". Además, señaló que en época de Ptolomeo I se trataba de una zona importante como demuestran el cementerio con tumbas de pozo encontrado cerca del templo.

Los bloques se usaron para los muros del templo ya que se han podido reconstruir y tienen elementos arquitectónicos como cornisas o molduras convexas. También hay bellos frisos decorativos formados por la sucesión del jefe de la diosa del amor, Hathor, y los dos jeroglíficos con el nombre del faraón Ptolomeo I. En este sentido Gonzálvez remarcó "la importancia de la inscripción jeroglífica que aporta valiosa información sobre la fundación del templo, su nombre y los dioses a los cuales estuvo dedicado".

Reproducción en 3D de uno de los frisos encontrados en la expedición. Marta Perez. EFE

Los bloques decorados del templo ptolemaico en el almacén-residencia de la misión arqueológica. /MUSEU EGIPCI

La expedición también tuvo su lado épico ya que la aparición en febrero de 2020 de las restricciones por la pandemia por coronavirus, y ante la inminencia del cierre del espacio aéreo egipcio, el equipo optó por no volver a España y completar su trabajo. La aventura continuó con lluvias torrenciales (las más intensas en 100 años), plagas de serpientes, tormentas de arena y otras penalidades, hasta que el equipo pudo volver a mediados de mayo del pasado año. Sin duda otra analogía más con la mal llamada 'maldición de Tuntakamón'.

Desde el Museo Egipcio se quiere plantear una propuesta de reconstrucción hipotética del templo que hace 2.000 años se construyó en la ciudad de Hut-nesut, antiguo nombre de la actual Sharuna. Para recuperar los restos "se usó un sistema de drenaje ya que el yacimiento, que se encuentra en una zona en la cual el nivel freático aparece a menos de un metro de la superficie del terreno". Como resultado de las tareas de excavación, se ha podido constatar que los sesenta bloques del templo ptolemaico fueron utilizados en el siglo VI para la construcción de una iglesia cristiana copta, concretamente los cimientos y algunos elementos del pavimento.

El rais (jefe de los trabajadores) Alí Faruk, consolidando uno de los relieves del templo de Ptolomeo hallados en Sharuna. MUSEU EGIPCI

Para la documentación individualizada de cada bloque se han aplicado modernas técnicas que a partir de la fotografía permiten construir modelos tridimensionales precisos y métricamente correctos. Así, la investigación ha permitido integrar estos elementos arquitectónicos con fragmentos del templo descubiertos hace décadas, como los localizados por el egiptólogo Tadeus Smolenski a comienzos del siglo XX, actualmente en las colecciones egipcias de Viena y Budapest, o los recuperados por la Universidad de Tubinga desde 1984.

Como remarcó Mariàngela Taulé (izquierda), "el hallazgo es el inicio de un proyecto más grande que permitirá sacar información sobre el templo y su época". Por eso, la Fundación Arqueológica Clos tiene la intención de realizar en verano una exposición temporal en el Museo Egipcio de Barcelona con réplicas a escala real de muchos de los bloques decorados más significativos, realizadas a partir de sofisticadas técnicas de tratamiento de imágenes e impresiones en 3D.

Cornisas decoradas del templo ptolemaico en el almacén-residencia de la misión arqueológica.

/MUSEU EGIPCI

Parafraseando los dos primeros títulos del arqueólogo más famoso del cine, desde el Museo Egipcio fueron en busca del templo perdido y lo encontraron. Su descubrimiento hace que no sea la 'última cruzada' de este equipo de egiptólogos.

Fuentes: elmundo.es | lavanguardia.com | elperiodico.com | 25 de marzo de 2021

El ídolo de Shigir es aún más antiguo de lo que se consideraba: tiene alrededor 12.250 años

Ídolo de Shiguir. Realizada con madera de un árbol de alerce, la escultura está cubierta con símbolos del periodo Mesolítico, los cuales no han sido todavía descifrados.

Cuanto más se retrocede en el tiempo, más escaso es el registro arqueológico. Muchos materiales usados ​​por los humanos -madera, cuero, tela- simplemente no duran y son tragados por la Tierra bajo la implacable marcha del tiempo. El ídolo de Shigir, en este contexto, es una maravilla.

Esta escultura figurativa de madera con varias caras en forma de máscara fue tallada hace miles de años y conservada durante milenios en el ambiente ácido y antimicrobiano de la turbera de Shigir, en los Montes Urales, Rusia.

Pero ahora, se ha descubierto que dicha escultura parece ser incluso más antigua de lo que pensábamos.

Compuesto de diez piezas, el ídolo fue descubierto por primera vez en 1890 y considerado como una curiosidad, una talla en forma de tótem de una época anterior. Su verdadero significado no comenzaría a surgir hasta dentro de otro siglo. La datación por radiocarbono reveló en la década de 1990 que el ídolo de Shigir era mucho más antiguo de lo que habíamos adivinado, colocándolo en alrededor de hace 9.750 años.

Los científicos quedaron atónitos. No solo por la espectacular conservación del artefacto, sino porque muchos expertos pensaron que su estilo artístico era demasiado sofisticado para las gentes de aquel período.

Un dibujo moderno del ídolo de Shigir I con escala a la izquierda, así como detalles de la decoración geométrica en fragmentos individuales.Crédito: Museo Regional de Sverdlovsk. Terberger et al., Quat. Int., 2021

Luego, en 2018, otra bomba. La datación inicial por radiocarbono se realizó a partir de una muestra en el exterior del poste de madera que había sido sometida a condiciones ambientales y esfuerzos de conservación. Un equipo de científicos realizó un nuevo análisis utilizando una muestra extraída del núcleo más prístino del artefacto, y descubrió que tenía más de 11.600 años.

Tres miembros de ese mismo equipo, los arqueólogos Thomas Terberger, de la Universidad de Göttingen en Alemania, Mikhail Zhilin del Instituto de Arqueología RAS en Rusia y Svetlana Savchenko del Museo Regional de Sverdlovsk en Rusia, han vuelto a analizar los múltiples resultados de datación por carbono-14. El resultado es que la escultura de Shiguir es aún más antigua.

De izquierda a derecha, Alexander Janus, técnico del Instituto Arqueológico Alemán, Mikhail Zhilin, de la Academia de Ciencias de Rusia, Thomas Terberger y Karl-Uwe Heussner, del Instituto Arqueológico Alemán, y Natalia Vetrova, directora del Museo Regional de Sverdlovsk, Ekaterimburgo, Rusia, en 2014. Crédito: Agencia de Noticias Itar-Tass / Alamy.

La madera utilizada en la escultura parece tener alrededor de 12.250 años. Dado que el ídolo de Shigir se hizo a partir del tronco de un alerce con 159 anillos de crecimiento, esto sugiere que la escultura en sí fue tallada hace unos 12.250 años, unos 500 años antes de lo que mostró el análisis de 2018.

Esto sugiere que la escultura fue tallada al final de la Última Edad de Hielo y al comienzo del Holoceno. A modo de comparación, se cree que Stonehenge se construyó hace solo 5.000 años.

"El ídolo fue tallado durante una era de gran cambio climático , cuando los bosques tempranos se extendían a través de un glaciar tardío más cálido a Eurasia posglacial", dijo Terberger a The New York Times.

"El paisaje cambió, y el arte - diseños figurativos y animales naturalistas pintados en cuevas y tallados en roca - también lo hizo, quizás como una forma de ayudar a la gente a enfrentarse a los entornos desafiantes que encontraban".

Aunque no podemos saber con precisión para qué se utilizó el ídolo de Shigir, su misma existencia sugiere una apreciación por el arte y la artesanía. Las personas que lo crearon parecen haber tenido un aprecio por el simbolismo en un momento que los expertos piensan que surgió mucho más tarde.

La ausencia de objetos que demuestren este nivel de cultura y espiritualidad en el registro arqueológico no puede tomarse como evidencia de una falta de cultura, argumentan los investigadores. Las personas que construyeron el ídolo de Shigir claramente tenían habilidades para dar forma y tallar la madera; es poco probable que este artefacto haya sido el único objeto de este tipo.

De hecho, las tallas geométricas de la escultura coinciden con patrones similares vistos en Europa durante el mismo período de tiempo. No es el ídolo de Shigir en sí, sino las circunstancias de su preservación el ingrediente extraordinario de su supervivencia hasta el presente.

Los investigadores argumentan que la escultura sugiere que los cazadores-recolectores que poblaron los Urales durante el período Mesolítico vivieron vidas espirituales ricas y complejas, y que muy, muy pocos de sus objets d'art sobrevivieron a los estragos del tiempo.

"Tenemos que aceptar que los cazadores-recolectores tenían rituales complejos y eran capaces de expresar ideas y motivos artísticos muy sofisticados", dijo Terberger a The Guardian en 2018. "Estas cosas no comenzaron con los agricultores, sino con los cazadores-recolectores mucho antes".

Hay muchas turberas esparcidas por los Urales, algunas de las cuales también han producido artefactos de madera de hace miles de años. La mayoría de ellos permanecen inexplorados y las expediciones de excavación son costosas y requieren mucho tiempo. Cualquier secreto en sus oscuras profundidades probablemente permanecerá así durante algún tiempo.

La investigación ha sido publicada en Quaternary International.

Fuentes: sciencealert.comd | 23 de marzo de 2021

Así es la misteriosa máscara de oro de 3.000 años de antigüedad encontrada en el suroeste de China

Los restos de una máscara de oro se encuentran entre un enorme lote de artefactos de 3.000 años de antigüedad encontrados en un yacimiento arqueológico en la provincia china de Sichuan.

La máscara ceremonial tiene un peso de aproximadamente 280 gramos y se estima que está hecha de 84% de oro. Es uno de los más de 500 elementos desenterrados de seis «fosas de sacrificio» recién descubiertas, según la Administración Nacional del Patrimonio Cultural de China.

Los hallazgos se realizaron en Sanxingdui, un área de unos 120 kilómetros cuadrados en las afueras de la capital provincial de Chengdu. Algunos expertos dicen que los artículos pueden arrojar más luz sobre el antiguo estado de Shu, un reino que gobernó en la cuenca occidental de Sichuan hasta que fue conquistado en el 316 a. C.

Artículo de bronce desenterrado recientemente de un pozo de sacrificio en el sitio arqueológico de Sanxingdui. (Crédito: Li He / Xinhua / Sipa USA).

Además de la máscara de oro, los arqueólogos descubrieron bronces, láminas de oro y artefactos hechos de marfil, jade y hueso. Los seis yacimientos, de los cuales el más grande tiene una huella de 19 metros cuadrados, también produjeron una caja de madera aún sin abrir y un recipiente de bronce con un patrón en forma de búho.

Se han encontrado más de 50.000 artefactos antiguos en Sanxingdui desde la década de 1920, cuando un agricultor local encontró accidentalmente varias reliquias en el sitio. Un gran avance se produjo en 1986, con el descubrimiento de dos pozos ceremoniales que contienen más de 1.000 artículos, incluidas máscaras de bronce elaboradas y bien conservadas.

Después de una larga pausa en las excavaciones, se encontró un tercer yacimiento a fines de 2019, lo que llevó al descubrimiento de otros cinco el año pasado. Los expertos creen que los pozos se usaron con fines de sacrificio, lo que explica porqué muchos de los elementos que contenían se quemaron ritualmente mientras se dejaban caer y se enterraban.

Una decoración de oro fue uno de los más de 500 artículos desenterrados recientemente del sitio. (Crédito: Folleto / Xinhua / Sipa USA).

Civilización independiente

Se cree que Sanxingdui se sentó en el corazón del estado de Shu, del cual los historiadores saben relativamente poco debido a los escasos registros escritos. Los descubrimientos realizados en el sitio se remontan a los siglos XII y XI a. C., y muchos de los artículos ahora se exhiben en un museo del sitio.

El enclave arqueológico ha revolucionado la comprensión de los expertos sobre cómo se desarrolló la civilización en la antigua China. En particular, la evidencia de una cultura Shu única sugiere que el reino se desarrolló independientemente de las sociedades vecinas en el valle del río Amarillo, que tradicionalmente se consideraba la cuna de la civilización china.

Un arqueólogo trabaja en uno de los yacimientos, a principios de marzo de 2021. (Crédito: Shen Bohan / Sinhua / SipaUSA)

El subdirector de la Administración Nacional del Patrimonio Cultural, Song Xinchao, dijo a la agencia de prensa estatal Xinhua que «los últimos hallazgos enriquecen y profundizan nuestra comprensión de la cultura Sanxingdui».

El descubrimiento de fibras de seda y restos de textiles también puede ampliar nuestra comprensión del reino de Shu. El jefe del equipo de excavación y jefe del Instituto Provincial de Investigación de Arqueología y Reliquias Culturales de Sichuan, Tang Fei, dijo en una conferencia de prensa que «el descubrimiento indica que el reino fue uno de los orígenes importantes de la seda en la antigua China», según Xinhua.

Una cabeza de bronce y una máscara descubiertas en Sanxingdui en 1986, cuando se encontraron los primeros pozos de sacrificio en el sitio. (Crédito: Shen Bohan / Xinhua / Sipa USA).

Aunque todavía no está reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Sanxingdui está en la «lista tentativa» de la organización para su posible inclusión en el futuro. Junto con otros sitios arqueológicos de Shu, la agencia de la ONU lo acredita como «un representante destacado de la civilización de la Edad del Bronce de China, Asia Oriental e incluso del mundo».

Fuentes: cnn.com | canalantigua.tv | 22 de marzo de 2021