Esta herramienta cuenta cómo cazaban los neandertales

Punta de hoja hallada en la cueva de Hohle Fels (Jura de Suabia, Alemania).

Hace 65.000 años, los neandertales del Jura de Suabia cazaban caballos y renos con puntas de piedra en forma de hoja. Una de estas punta de hoja, recién descubierta en la cueva de Hohle Fels -declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO-, documenta la evolución de la caza.

Un equipo bajo la dirección del profesor Nicholas Conard (izquierda), de la Universidad de Tübingen y el Centro Senckenberg para la Evolución Humana y el Paleoambiente en el sur de Alemania, recuperó el artefacto en una capa que data de hace 65.000 años, y que representa la edad mínima para el hallazgo.

Estudios microscópicos documentan que esta punta de proyectil, cuidadosamente realizada, se montó sobre un eje de madera y se usó como lanza para matar animales de caza mayor. Los resultados de las excavaciones y el análisis de la punta de hoja aparecen en dos artículos publicados en Archäologische Ausgrabungen en Baden-Württemberg y en Mitteilungen der Gesellschaft für Urgeschichte.

“El nuevo descubrimiento representa la primera vez que se recupera una punta de hoja en una excavación moderna, lo que permite a los investigadores estudiar el hallazgo fresco con métodos de última generación”, dice Conard. La última vez que los investigadores de la región recuperaron tales artefactos fue en 1936.

Fotografía de la punta de hoja en el momento de su localización.

Excavación en Hohle Fels en julio de 2020.

El arqueólogo español Mario Mata-González muestra la punta de hoja descubierta.

El artefacto de pedernal mide 7,6 cm de largo, 4,1 cm de ancho, 0,9 cm de espesor y pesa 28 gramos. Conard agrega que "nuestros resultados documentan cómo se fabricó y usó la herramienta y por qué se descartó". Gracias a una serie de cuatro fechas obtenidas mediante resonancia de espín de electrones (o datación por ESR, en inglés), el hallazgo tiene una cronología segura de hace más de 65.000 años. Hasta ahora, los hallazgos de puntas de hojas se han interpretado como pertenecientes al período situado entre hace 55.000 y 45.000 años, y se corresponden con la última fase cultural de los neandertales en Europa Central. Conard informa que "los nuevos resultados demuestran que nuestras suposiciones sobre la datación de los grupos culturales de los últimos neandertales eran erróneas y necesitaban una revisión".

La Dra. Veerle Rots (derecha), de la Universidad de Lieja, en Bélgica, realizó análisis microscópicos detallados de la punta de la hoja. El daño en la misma indica que el artefacto se usó como punta de lanza con mango, y que la lanza probablemente fue clavada directamente en la presa en lugar de ser arrojada desde cierta distancia.

El trabajo de Rots documenta cómo los neandertales usaban pegamento a base de plantas y aglutinantes hechos de fibras vegetales, tendones o cuero para asegurar la punta de la hoja a la lanza. Los neandertales claramente usaban la lanza para cazar. Mientras volvían a afilar la herramienta, se rompió, lo que provocó su descarte. Rots comenta: "Los neandertales eran expertos talladores de piedra y sabían exactamente cómo fabricar y utilizar tecnologías complejas que combinan varias piezas y materiales para producir y mantener armas mortales". Los primeros humanos fósiles durante la época del Homo heidelbergensis usaba lanzas de madera afiladas para cazar, pero estas lanzas carecían de puntas de piedra montadas como las que usaban los neandertales.

La punta de la hoja de Hohle Fels se exhibirá en el “Hallazgo del año” en el Museo de Prehistoria de Blaubeuren desde el 22 de julio hasta enero de 2022. “Hohle Fels es un sitio extraordinario donde, después de 25 años de excavación por parte del equipo actual, todavía se están haciendo descubrimientos espectaculares del período de los neandertales y los primeros humanos modernos”, dice la Dra. Stefanie Kölbl (izquierda), directora del Museo de Prehistoria.

El Museo de Prehistoria, en Blaubeuren, es el museo de investigación central para temas relacionados con los sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO de las Cuevas de Suabia y para el Arte de la Edad de Hielo. Contiene muchos de los primeros ejemplos de arte figurativo, incluida la Venus de Hohle Fels (derecha) y los primeros instrumentos musicales conocidos en todo el mundo.

Fuente: Universidad de Tubinga | 22 de julio de 2021

Descubiertos tres nuevos abrigos de arte rupestre levantino en Valmuel, Teruel

Una figura de arquero, en excelente estado de conservación - Jesús Carlos Villanueva/ Taller de Arqueología de Alcañiz.

Tres nuevos abrigos con pinturas rupestres levantinas, algunas de ellas magníficamente conservadas, han sido descubiertos en estas últimas semanas en las inmediaciones de la pedanía de Valmuel, en la cuenca del río Regallo, dentro del término municipal de Alcañiz (Teruel).

El hallazgo ha sido realizado por el vicepresidente de la asociación cultural Taller de Arqueología de Alcañiz, Jesús Carlos Villanueva, quien, junto con el presidente de la entidad, José Antonio Benavente, están llevando a cabo desde hace seis años el proyecto 'Inventario de evidencias humanas sobre soportes rupestres y otras estructuras rurales en el término municipal de Alcañiz'.

José Antonio Benavente y Jesús Carlos Villanueva, junto a una de las pinturas rupestres que han localizado cerca de Alcañiz. Foto: José Puche

Estos mismos investigadores descubrieron en 2016 otros tres nuevos abrigos con arte rupestre, que ya fueron objeto de estudio, protección y valorización mediante instalación de vallados y señalización, y permitió crear una nueva ruta de arte rupestre en el entorno de Alcañiz, que enlaza con el conocido abrigo de Val del Charco de Agua Amarga.

Los nuevos hallazgos se clasifican dentro del ciclo artístico levantino, reconociéndose en ellos convenciones estilísticas propias del área geográfica de las comarcas del Bajo Aragón, Matarraña y Maestrazgo. Los motivos animales parecen corresponderse, en espera del estudio y documentación definitivos de los conjuntos, con cérvidos.

Esta temática es la más común en el área bajoaragonesa estando igualmente representados en los abrigos de Val del Charco del Agua Amarga y Corral de las Gascas de Alcañiz y Plano del Pulido de Caspe, así como en el abrigo de Val de Zafrané de La Puebla de Albortón, algo más al oeste, pero que indica un patrón de distribución que encuentra explicación y respaldo con los recién descubiertos en el río Regallo.

Foto; Jesús Carlos Villanueva

En el primero de los nuevos abrigos se conserva la representación de un cérvido idéntico desde el punto de vista técnico y estilístico, e incluso en actitud, al descubierto hace 5 años en el Corral de las Gascas, así como otras figuras de animales peor conservadas y pendientes de estudio y documentación entre las que parecen adivinarse un posible toro y otros ciervos.

En otro de los abrigos se distingue la existencia de cuadrúpedos, probablemente cérvidos, siendo apreciables las patas de la que debió ser una gran representación de ciervo en el techo, así como otra de un ciervo macho con una gran cornamenta parcialmente conservada en la pared.
Este abrigo, para el que se ha solicitado permiso de excavación, presenta desprendimientos en su techo pintado, por lo que parece probable que se conserven figuras o escenas pintadas en las rocas caídas en el suelo del mismo.

Foto: Jesús Carlos Villanueva.

EXCELENTE ESTADO DE CONSERVACIÓN
En el último de los abrigos se localizan los elementos más destacados no solo por la poco habitual ubicación de las pinturas dentro del mismo, en el techo, sino también por la temática representada con, al menos, una escena de índole social, poco común en este territorio, así como en las dimensiones de dos de las fuguras, que apuntan a una fase o área de desarrollo de grandes figuras y que los relaciona con los del Val del Charco y Barranco del Muerto de Alcañiz.

En este abrigo destaca especialmente una figura de arquero, en un excelente estado de conservación y cuyas dimensiones, detalles, calidad técnica y determinadas convenciones le convierten, posiblemente, en la más destacada representación de arquero de todo el arte levantino peninsular y para el que, de momento, no se conocen paralelos que le igualen en calidad.


Los motivos humanos documentados hasta el momento, en espera del estudio en detalle, se encuentran en dos de los tres nuevos conjuntos descubiertos. El estilo, las convenciones, actitudes y posturas adoptadas en algunos de los motivos de estos conjuntos evidencian una relación directa e indudable entre ellos. Por ejemplo, las representaciones de individuos de rodillas o acuclillados es un patrón muy poco representado en este sector del Valle del Ebro y, sin embargo, aparecen en dos de ellos.
La documentación y estudio de estos conjuntos, incluyendo excavaciones arqueológicas y una ampliación de los trabajos de prospección, pueden suponer un avance esencial en el estudio general del arte levantino sobre aspectos como el patrón de distribución, que supone una novedad en cuanto a la tipología tradicional de abrigos decorados, o las relaciones estilísticas y temáticas en el territorio nuclear de este ciclo artístico.

Para este cometido ya se ha solicitado permiso a la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, que además ha aportado una primera ayuda pública de 1.250 euros para la labor, y se ha propuesto la participación de un equipo conformado por investigadores del Taller de Arqueología de Alcañiz y la Universidad de Zaragoza.


INSPECCIÓN TÉCNICA POR EXPERTOS

Los abrigos descubiertos ya han sido objeto de una inspección técnica y primera valoración por parte del profesor del Área de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza, Manuel Bea, y del arqueólogo José Ignacio Royo, con la finalidad de confirmar el interés de los hallazgos, iniciar el proceso de su declaración como Bien de Interés Cultural y plantear medidas para su próxima protección, cerramiento y señalización.

Con los recientes hallazgos son seis los abrigos con pinturas rupestres descubiertos en los últimos años por el Taller de Arqueología de Alcañiz, una asociación cultural que, sin apenas apoyos, desarrolla desde hace más de 30 años una intensa y continuada labor para el estudio y conservación del patrimonio arqueológico y cultural de Alcañiz y el Bajo Aragón.

Además, dentro del proyecto 'Inventario de evidencias humanas sobre soportes rupestres y otras estructuras rurales en el término municipal de Alcañiz', Villanueva y Benavente han elaborado hasta el momento medio millar de fichas que documentan y sitúan con precisión estructuras y construcciones tan variadas y habituales en el medio rural bajoaragonés como cazoletas, cubetas, canalillos, grabados y pinturas de distintos tipos y épocas (cruciformes, grafitos, pinturas esquemáticas y levantinas).


También han catalogado balsas, canteras, caleras, casetas y refugios agrícolas, muros de delimitación de dehesas, corrales, masadas, caminos de herradura y carreteros, y otros elementos, muchos de las cuales están en trance de desaparición y, en general, no han sido objeto de estudios en detalle.

Además de haber publicado una veintena de libros sobre esta temática y salvaguardar, investigar y divulgar el patrimonio arqueológico del municipio y su entorno, el Taller de Arqueología de Alcañiz ha conseguido catalogar más de 300 yacimientos arqueológicos solamente en este término municipal, el municipio con mayor número de yacimientos de Aragón, de los cuales 19 ya han sido declarados BIC y a los que habrá que sumar próximamente los tres nuevos abrigos.

Fuentes: madridpress.com | elperiodicodearagon.com | 12 de agosto de 2021

Hallazgo arqueológico en El Rubio (Sevilla): un vecino encuentra una cabeza que puede ser íbera-turdetana

No fue pequeña la sorpresa que se llevó un vecino de El Rubio, en Sevilla. Sucede que mientras caminaba por unos campos vecinos a la localidad, hizo un hallazgo sorprendente: encontró una escultura turdetana del siglo VI antes de Cristo con forma de cabeza.

Si bien el descubrimiento ocurrió en abril, la noticia la dio a conocer ahora el ayuntamiento local, según la agencia EFE. Actualmente, la obra ya está en el Museo Arqueológico de Sevilla en donde los expertos la catalogarán.

La civilización turdetana

Durante una tarde, y mientras daba un paseo por la zona rural, el hombre vio algo extraño en el suelo. Parecía ser una cabeza tallada en piedra a escala humana. De inmediato, acudió a las autoridades locales que se encargaron de informar a la Guardia Civil.

Tras un primer análisis, los expertos consideran que se trata de una escultura de la civilización turdetana.

Los turdetanos fueron un pueblo prerromano que habitaron en la Turdetania, una región que abarcaba lo que hoy en día se conoce como el valle del Guadalquivir, desde el Algarve, en Portugal, hasta Sierra Morena, reporta el sitio RT.

Descendientes históricos de los Tartessos, tenían una personalidad propia dentro de la cultura de los íberos que se destacaba por un tipo de cerámica, pintada y con decoración geométrica, y escultura animalística que en la época romana se continuó con figuración humana.

El Toro Íbero de Osuna, una escultura turdetana. Foto: Jerónimo Roure Pérez, CC BY-SA 4.0

Un elevado valor histórico

De acuerdo a lo que declaró el alcalde Rafael de la Fe, este sería "el primer hallazgo arqueológico perteneciente a esta civilización descubierto en la zona de El Rubio". Además, destacó que el descubrimiento podría "reescribir la historia del municipio".

En este sentido, teniendo en cuenta que podría tratarse de una pieza de alto valor arqueológico, el Ayuntamiento de la localidad andaluza solicitó permiso a la Consejería de Cultura para conservarla, custodiarla y exponerla.

Gonzalo Crespo, dueño dela finca, fue quien halló inesperadamente la estatua enterrada al golpearla con su tractor.

Un caso similar

En 2020, mientras araba, Gonzalo Crespo, un vecino de la localidad de San Sebastián de los Ballesteros y residente en La Victoria, vio que la punta de algo sobresalía de la tierra de su campo. Era una pieza arqueológica se encontraba semienterrada, de costado, las fauces y las patas estaban bajo el suelo fértil.

Una vez que la Guardia Civil y el equipo técnico de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía realizaron el desentierro, determinaron que se trataba de una estatua de una leona íbera en excelente estado de conservación, y que las primeras dataciones sitúan en el siglo VI antes de Cristo. La escultura representa a una leona sentada, como ocurre en la gran mayoría de representaciones animales íberas.

"Los arqueólogos están flipando", le dijo en aquel momento Crespo al diario El Día, de Córdoba, para graficar el asombro, y no es para menos.

La pieza fue trasladada al Museo Arqueológico de Córdoba para ser sometida a una limpieza y un estudio completo.

Según Francisco Javier Maestro, alcalde de San Sebastián de los Ballesteros, aunque en el municipio existen vestigios documentados de la época romana, esa fue la primera vez que se da un hallazgo arqueológico de tal importancia.

Fuente: clarin.com | 8 de agosto de 2021

Artieda (Zaragoza) celebra la aparición de una ciudad romana

Desde el pasado 19 de julio un equipo de arqueología de la Universidad de Zaragoza, liderado por Paula Uribe, Lara Iñiguez y José Ángel Asensio, se halla realizando prospecciones arqueológicas en la zona de Artieda, en un espacio conocido como Forau de la Tuta. Fruto de sus trabajos ha aparecido elementos que vienen a confirmar la existencia de una ciudad romana en el entorno de la ermita de San Pedro.

El pasado 7 de agosto se realizó una jornada de puertas abiertas, con visita guiada a las excavaciones para que los vecinos y vecinas de Artieda, y personas interesadas, pudieran ver “in situ” los trabajos. Más de cien personas, divididas en varios grupos por los protocolos COVID, han podido disfrutar y conocer de primera mano la situación del yacimiento.

Detalle del mosaico de Artieda.

Los hallazgos más llamativos han sido un cruce de calles y una sala que formaría parte de unas termas, con un mosaico de 18 metros cuadrados en excelente estado de conservación, prácticamente intacto. Se trata del pavimento completo de una sala, realizado con teselas negras y blancas, y con motivos marinos excelentemente realizados, y que puede datar del siglo I – II d.C.

Detalle del mosaico de Artieda.

Estos descubrimientos, aunque han superado las mejores expectativas, no son casuales. Desde que se puso en marcha el proyecto Empenta Artieda, que entre sus objetivos tiene impulsar y desarrollar los recursos locales, estuvo presente el Patrimonio Romano de la localidad. A partir de allí, buscando la opinión de expertos, y encontrando la complicidad del actual equipo investigador, se han podido ir haciendo trabajos que después de tres años han dado los resultados que hoy celebramos.

Desde el proyecto quieren agradecer la participación de la familia de Enrique Osset, primer investigador de este patrimonio en los años 70 con Antonio Beltrán, y que ha facilitado todo su archivo, y han participado en la visita. También al propietario de la finca en que se encuentra el yacimiento, Sebastián Iguacel Soteras, de “Casa Granadero” que, “con una generosidad impagable ha dado todo tipo de facilidades, y a los muchos vecinos que han colaborado”.

Pero, sobre todo, quieren agradecer al equipo de arqueología de la Universidad de Zaragoza que, “desde el primer momento creyeron en las posibilidades de este proyecto y que, sacrificando tiempo de sus fines de semana o vacaciones, han sido capaces de sumar complicidades con otras Universidades y expertos para hacer un trabajo arqueológico serio y riguroso”.

Desde el pueblo también quieren dejar claro que los hallazgos “no tienen que ver con ningún plan de compensación del Recrecimiento de Yesa, como se ha querido dar a entender”. La propia presidenta de la CHE, María Dolores Pascual, reconoció en la visita al yacimiento el papel secundario de ese Organismo en esta actuación.

En la visita estuvieron presentes el consejero de Educación del Gobierno de Aragón, Felipe Faci, y la presidenta de la comarca, Montse Castán, que manifestaron su compromiso para continuar con las investigaciones y la protección del yacimiento. Ayuntamiento, Gobierno de Aragón y Comarca, con la dirección técnica de la Universidad, “son los que, inexcusablemente tienen que liderar este proyecto”, señalan desde la organización.

Fuente: arainfo.org | 9 de agosto de 2021

Descubren un nuevo enclave de arte paleolítico al aire libre en La Fregeneda (Salamanca)

Cabeza y astas de un ciervo en un grabado paleolítico. Foto Mário Reis.

Investigadores de España y Portugal han descubierto un nuevo enclave de arte paleolítico al aire libre situado junto al Arroyo de las Almas, un paraje ubicado en La Fregeneda próximo a la desembocadura del río Águeda en el río Duero. Así lo incluye Dicyt en su web, que además apunta que los científicos calculan que hay unos 600 grabados de diversas épocas, pero destacan la importancia de 21 de ellos que pertenecen al Paleolítico Superior y han podido estudiar de forma detallada.

La revista Trabajos de Prehistoria recoge este hallazgo en un artículo de Carlos Vázquez Marcos, investigador del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad de Salamanca, y Mário Reis, arqueólogo de la Fundação Côa Parque. Ambos encontraron los grabados verticales en 2015 sobre rocas de pizarras y esquistos y ahora lo dan a conocer tras los estudios científicos pertinentes.

El nuevo enclave se sitúa cerca de las zonas arqueológicas de arte rupestre prehistórico de Siega Verde, también en la provincia de Salamanca, y el Valle del Côa, en Portugal, que son Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. De hecho, tienen mucho en común: “Es arte paleolítico al aire libre, con figuras de estilos muy similares”, explica a DiCYT Mário Reis.

El parecido es mayor con el valle portugués, que queda un poco más cerca. “Existen varias técnicas de grabado en roca, pero en el Valle del Côa predomina la incisión, la única que observamos en Arroyo de las Almas. Consiste en realizar un trazo muy fino rayando la roca con útiles de sílex o cristales de cuarzo”, comenta Carlos Vázquez. Aunque no era propio de la zona, el sílex es un material de intercambio habitual entre los cazadores y recolectores del Paleolítico con grupos de su entorno, a veces de lugares relativamente alejados.

Los animales representados en este enclave de La Fregeneda también son los mismos que se pueden encontrar en los otros dos sitios de grabados rupestres: ciervos, équidos y cabras. De los 21 paneles estudiados, hay 13 con motivos zoomorfos, 7 que representan signos y 1 motivo indeterminable.

Otro aspecto que relaciona Arroyo de las Almas con el Valle del Côa es la amplia cronología de las figuras. Los grabados más antiguos, que son los que han estudiado en profundidad sus descubridores, serían de entre hace 17.500 y 9.500 años, de forma que pertenecen al Paleolítico Superior y a la última de las grandes culturas de este periodo, la Magdaleniense, e incluso a un periodo de transición posterior que va anticipando la llegada del Neolítico.

Pero los grabados de Arroyo de las Almas “no están hechos en un solo momento arqueológico, nos encontramos también con arte muy posterior, de la Edad del Hierro, y arte agropastoril y popular de los siglos XVII, XVIII y XIX, que también es importante, no para nosotros, que somos prehistoriadores, pero sí para antropólogos s historiadores de la Edad Moderna", señala el experto de la Universidad de Salamanca.

Cierva del Paleolítico, uno de los grabados de Arroyo de las Almas. Foto: Mário Reis.

Originalidad propia

No obstante, los grabados paleolíticos de Arroyo de las Almas no son una mera copia de los encontrados anteriormente en el Valle del Côa o en Siega Verde, sino que “tiene su propia originalidad en los cuatro períodos cronológicos considerados, lo que lo hace muy interesante, no es un punto más en el mapa del arte paleolítico”, destaca Mário Reis.

Este arqueólogo portugués comenzó a realizar prospecciones en el Valle de Côa en 2005. Poco después exploró la zona de la frontera entre España y Portugal y, por las características geológicas, pensó que allí también podría haber grabados rupestres. El Arroyo de las Almas, afluente del río Águeda, discurre por un pequeño valle que “parecía ser muy favorable a la existencia de más arte rupestre”. Así que Reis y Vázquez decidieron realizar un proyecto conjunto en el lugar y tuvieron “la suerte de poder descubrir un excelente conjunto de nuevos grabados”.

Cabeza de un caballo en un grabado del periodo Magdaleniense. Foto: Mário Reis.

Difícil acceso

El lugar en concreto “tiene un acceso muy difícil” y además cuesta encontrar a simple vista los grabados más antiguos. Aún así, es evidente que habían sido vistos por la gente del entorno, que a lo largo del tiempo ha ido dibujando nuevos motivos encima o al lado, pero no se había producido el descubrimiento científico, es decir, un estudio riguroso que pudiera revelar de qué se trataba.

“El estado de conservación no es muy diferente del observado en Siega Verde o Côa, y eso tiene mucho que ver con la resistencia de estas superficies de esquisto al paso del tiempo”, señala el arqueólogo portugués. No obstante, algunos grabados están muy desgastados, sobre todo en zonas más cercanas al arroyo, donde ha habido mayor actividad humana.

Dadas las dificultades a la hora de observar todos los detalles, los investigadores utilizaron técnicas de iluminación nocturna específicas para poder estudiar y documentar los principales paneles. “Aún queda mucho por hacer, especialmente utilizando nuevas tecnologías como la fotogrametría, lo que quizás revele nueva información, incluso en paneles ya estudiados pero de percepción visual muy difícil y donde algunos detalles pueden haber escapado a la observación”, apunta Reis.

Detalle de la cabeza de una cierva del Paleolítico. Foto: Mário Reis.

Extraordinaria información sobre un periodo remoto

La información que aporta Arroyo de las Almas es extraordinaria, puesto que consolida el valle del Duero como “la gran región de arte paleolítico al aire libre, desde Portugal hasta España, y evidencia una red importante de contactos y conexiones en este período tan remoto”. Además de Siega Verde, Côa y este nuevo lugar de La Fregeneda, en un radio cercano hay unas cuantas manifestaciones más de este tipo de arte, ubicadas en territorio portugués y especialmente en torno al río Sabor.

“Que haya arte significa que ha habido población y, además, probablemente de forma más continuada de lo que se había pensado. Ahora habría que buscar los lugares de asentamiento, yacimientos de los lugares de habitación, que tienen que estar en el entorno”, comenta el prehistoriador de la Universidad de Salamanca.

Además, cada vez resulta más evidente que “el arte paleolítico al aire libre fue más frecuente de lo que se pensaba hace unos años”. Las representaciones artísticas de este periodo no se limitan a las cuevas, como demuestran estos enclaves y algunos otros de la península ibérica, así como de Francia y Alemania.

“Uñas del diablo”

Los grabados de otras épocas también son muy relevantes, desde los que pertenecen a la Edad del Hierro hasta los de arte popular de la Edad Moderna. Además, hay otra roca con grabados típicos del neolítico esquemático y otras dos con un tipo de grabados muy interesantes: aglomeraciones de trazas lineales que son relativamente abundantes en la cercana cuenca portuguesa del Duero, donde se les conoce con el nombre de "uñas del diablo”. Es la primera vez que se identifican grabados con estas características específicas en España.

“Sería interesante extender la prospección arqueológica a otras partes del valle del Águeda, ya que podría haber más puntos de interés. Uno de los refugios que detectamos con grabados de la Edad de Hierro también parece tener posibles rastros de ocupación de este período, y podría ser muy útil para algunos especialistas de este período intentar excavar”, afirman los investigadores.

Figuras de la Edad del Hierro, del primer milenio antes de Cristo, entre las que destaca un ciervo. Foto: Mário Reis.

¿Un recurso turístico?

Teniendo en cuenta la importancia del descubrimiento, al menos desde un punto de vista científico, cabe preguntarse si Arroyo de las Almas podría convertirse en un lugar turístico, como lo son ya Siega Verde y el Valle del Côa. “Tengo algunas dudas sobre este aspecto, debido a la extrema dificultad de la percepción visual de la mayoría de las figuras, que se suma a los problemas para acceder a varias de las rocas decoradas”, señala el especialista portugués, “pero éste es un aspecto que las autoridades competentes en España podrán analizar mejor, teniendo en cuenta que el sitio es sin duda interesante, especialmente en sus figuras del Paleolítico y de la Edad del Hierro”.

Carlos Vázquez considera que ahora “lo prioritario es la protección y la conservación”, tareas de las que tendría que ocuparse la Junta de Castilla y León. Una vez que se garantice la seguridad frente a posibles actos de vandalismo, podría pensarse en las visitas, aunque algunas de las representaciones se encuentran en rocas casi inaccesibles.

Fuente: salamanca24horas.com | 24 de julio de 2021

Los agricultores de la Edad del Bronce dieron un trato preferencial a las vacas sobre las ovejas y cabras domesticadas

Los movimientos de cultivos ancestrales y animales domesticados a través de la Eurasia prehistórica están bien documentados en el registro arqueológico. Lo que se comprende menos es cómo los agricultores y pastores de la Edad del Bronce incorporaron a las vacas en el sudoeste de Asia a sus tradiciones culinarias y de cría de animales de larga tradición.

Una nueva investigación dirigida por arqueólogos de la Universidad de Washington, en St. Louis, muestra que la carne y los productos lácteos desempeñaron un papel en la dieta humana en la China de la Edad del Bronce mucho más importante de lo que se pensaba anteriormente. El análisis también sugiere que los granjeros y pastores atendieron a las ovejas y las cabras de manera diferente a como lo hicieron con sus vacas, a diferencia de otras partes del mundo, pues mantuvieron a las vacas más cerca de sus casas y las alimentaron con los subproductos de los granos que estaban cultivando para su propio consumo, tales como los tallos de hierba de las plantas de mijo.

El estudio publicado en Scientific Reports integra datos nuevos y publicados anteriormente de nueve lugares a lo largo del Corredor del Hexi, una región clave entre el desierto de Gobi y la meseta tibetana que facilitó el movimiento de cultivos antiguos entre Asia Central y Oriental.

Petra Vaiglova (izquierda), investigadora asociada postdoctoral, y Xinyi Liu (derecha), profesor asociado de arqueología en Artes y Ciencias, basaron su análisis en registros óseos y otros datos isotópicos de humanos, animales y plantas.

"Mediante la utilización del método de análisis de isótopos estables, hemos analizado las dietas de los herbívoros locales que se mantenían en el Corredor del Hexi durante la Edad del Bronce en el noroeste de China", dijo Vaiglova. "Los resultados muestran que el ganado vacuno y ovino o caprino se manejaba de manera distinta en los diferentes nichos ecológicos de la región de estudio. Proponemos que esto fue el resultado de las diferentes opciones tomadas por los agricultores locales, que tenían como objetivo lograr un equilibrio entre la tradición y la innovación".

"En investigaciones anteriores, este método se aplicó para comprender la naturaleza de la dieta humana y el papel de la misma en los diferentes animales domesticados", especifíca Vaiglova. "En este artículo, cambiamos el enfoque para tratar de comprender las minucias de las dietas de los animales y lo que eso nos dice sobre el manejo de los animales en la Edad del Bronce".

Si bien las ovejas y las cabras parecen haber comido la vegetación disponible de modo natural al pastorear en las cercanías de las aldeas, los científicos encontraron evidencias de que el ganado vacuno no solo pastaba en el entorno sino que también se le alimentaba. Los huesos del ganado vacuno que los investigadores analizaron exhibían un mayor aporte de plantas que están adaptadas a las condiciones áridas, es decir, a lugares donde estas plantas contribuyen poco a la vegetación natural. Este grupo de cultivos incluye el mijo, el cual se cultivó originalmente en Asia oriental.

Mapas de la región de estudio. (a) Topografía de la región. (b) Zonas de precipitación (indicadas con contornos blancos). HUO Huoshaogou, SAN Sanbadongzhi, GAN Ganguya, XIH Xihetan, WUB Wuba, MOZ Mozuizi, MOG Mogou, ZHQ Zhanqi.
Las reconstrucciones paleodietarias que utilizan análisis de isótopos estables sugieren que las poblaciones humanas que habitaban el Corredor Hexi experimentaron un cambio en la dieta a principios del segundo milenio antes de Cristo. Antes de 1900–1800 a.C., las dietas humanas locales consistían principalmente en productos de mijo de origen oriental (y productos de animales que subsistían a base de mijo / otras plantas C4). Después de esta fecha, las dietas humanas fueron dominados por el trigo y la cebada, como se evidencia por un cambio de valores de los isótopos de carbono estable característicos de C4 consumo de cultivo a los característicos de C3 / C4 consumo de cultivo.

Varios autores explican esta transición dietética como resultado del evento de aridificación global de 4.200 ka BP, argumentando que la región se volvió demasiado fría y seca para el cultivo de mijo. Sin embargo, esta propuesta no explica por qué el mijo siguió siendo el cultivo básico en la meseta de Loess y las llanuras centrales de China, que también fueron influenciadas por el evento de 4.200 BP, durante otros 2000 años después de que dejó de ser un alimento básico en el Corredor del Hexi. Los cambios climáticos por sí solos tampoco pueden explicar por qué el mijo de escoba y el mijo cola de zorra, ecológicamente resistentes, se extendieron por Eurasia hasta Europa del Este inmediatamente después del evento de 4.2 ka. Se propone aquí que las cocinas locales jugaron un papel en la adopción / despido de estos cultivos en el este de China. Debido a que la introducción de trigo y cebada en el Corredor del Hexi probablemente estuvo acompañada de las cocinas de molienda y horneado a base de harina de Occidente, estas cosechas fueron fácilmente adaptadas aquí por las comunidades locales. Sin embargo, su menor adaptabilidad a la tradición de hervir y cocer al vapor que caracteriza al sistema culinario de Oriente, significó que inicialmente fueran rechazados por las comunidades de la meseta de Loess.

El equipo de investigación en el lugar del cementerio de Mogou, en el noroeste de China. De izquierda a derecha: Emma Lightfoot, Martin Jones, Xinyi Liu y Ruilin Mao. (Foto cortesía de Xinyi Liu).

Estos hallazgos sugieren que la dieta del ganado vacuno estuvo muy influenciada por el aprovisionamiento humano directo, y, por lo tanto, el ganado vacuno pudo haber sido criado más cerca de los asentamientos humanos que las ovejas y las cabras.

Liu y otros investigadores en su laboratorio de la Universidad de Washington estudian cómo reaccionan los sistemas sociales y culinarios a los nuevos cultivos y a los animales domésticos exóticos en China. Su investigación ha revelado que las innovaciones extranjeras adoptadas en la antigua China central fueron transformadas dentro de los sistemas sociales y culturales existentes y altamente organizados.

"Nuestros resultados sugieren un proceso similar en la adopción y localización de ganado vacuno en el Corredor del Hexi, un animal domesticado en un entorno marcadamente diferente", dijo Liu. "En lugares con tierras limitadas para el pastoreo de ganado vacuno, la gente adaptó la economía local de cría de cerdos hacia la alimentación del ganado vacuno".

Estas conclusiones resuenan con ejemplos etnográficos modernos del norte de China, dijeron los investigadores, donde el ganado está más atado a asentamientos humanos, en lugar de permitirle vagar en pastos locales o más distantes junto a ovejas y cabras.

Imagen posterior a la excavación del cementerio de Mogou en el noroeste de China. Una nueva investigación de la Universidad de Washington en St. Louis utiliza datos de huesos humanos y animales para resaltar las diferencias en la forma en que los agricultores y pastores de la Edad de Bronce cuidaban a los animales, nativos y no nativos, que guardaban como alimento. (Foto: Xinyi Liu).

Comprender las condiciones agrícolas y dietéticas del pasado puede ayudarnos con algunos de los desafíos a los que nos enfrentamos en el mundo actual, dijo Liu. Esos desafíos son tanto ambientales como sociales.

"En el contexto de un clima más cálido, donde se predice que la humedad del suelo se agotará cada vez más a escala global, se pueden establecer paralelos con las condiciones del Holoceno Medio del noroeste de China", dijo Liu.

"La expansión de la agricultura en el continente euroasiático entre 5000-1500 a. C. tuvo profundos impactos sociales a largo plazo", dijo. "Identificar la naturaleza específica de las innovaciones agrícolas en el interior continental puede ser útil para las prácticas de cultivo en los entornos marginales de hoy en día".

Fuente: Washington University in St.Louis | 4 de agosto de 2021

Hallados restos humanos del Paleolítico superior en el yacimiento de Cova Gran de Santa Linya, Lérida

Restos de 'Homo sapiens' recuperados en el sondeo V de la Cova Gran de Santa Linya, Lérida / CPARQ

Científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) participan en el descubrimiento, en el yacimiento de la Cova Gran de Santa Linya (La Noguera, Lérida), de los restos de una mujer Homo sapiens, que vivió en el en el nordeste de la península ibérica a finales del Paleolítico superior, hace unos 14.000 años, como indica la datación por Carbono 14 de los sedimentos del receptáculo natural donde se depositaron sus restos.

La Cova Gran preserva innumerables vestigios enterrados en los sedimentos que la conforman,los cuales permiten reconstruir la historia de los últimos 50.000 años de las poblaciones que vivieron en el Prepirineo de Lérida, desde los neandertales y los primeros Homo sapiens hasta los primeros agricultores y ganaderos.

Foto: El equipo de investigadores recuperando los restos óseos de una mujer Homo sapiens en la Cova Gran de Santa Linya, en la Noguera, Lérida.

El equipo de investigadores del Centro de Estudios del Patrimonio Arqueológico de la Universidad Autónoma de Barcelona (CEPARQ-UAB) y del CENIEH, que estudia la Cova Gran desde su descubrimiento en el año 2002, había hallado registros materiales de entre 45.000 y 4.000 años de antigüedad. Pero, no se había localizado nunca ningún resto óseo de los individuos que la habitaron hasta la campaña de excavación de 2020.

«Recuperamos restos óseos que sin duda pertenecían a un esqueleto humano, en conexión anatómica parcial, a dos metros bajo el suelo de una zona lateral de la excavación. Una localización que no presagiaba la aparición de este tipo de restos», explica el investigador del CENIEH, Alfonso Benito Calvo (izquierda).

La primera caracterización paleoantropológica del conjunto de los restos recuperados, que se han dado a conocer esta semana, indica que la cintura pélvica corresponde a una mujer adulta, posiblemente de pequeño tamaño, que ha sido denominada 'Linya, la mujer de La Noguera'. Los restos además incluyen dos fémures, uno de ellos conectado a la pelvis, así como huesos largos de las extremidades superiores (húmero, radio/cúbito) e inferiores (tibia y peroné), metápodos y falanges dispersas. El cráneo y el esqueleto axial (vértebras y costillas), aunque presentes, están poco representados.

Foto: El catedrático de Prehistoria de la UAB e investigador del CEPARQ-UAB, Rafael Mora, muestra el lugar donde han encontrado los restos de una mujer 'Homo sapiens' en la Cova Gran de Santa Linya.

Yacimiento de la Cova Gran, tomado con dron (Laboratorio de Cartografía Digital y Análisis 3D, CENIEH).

Tratamiento mortuorio

Linya ha sido encontrada en un espacio considerado un receptáculo natural, formado por varios bloques de grandes dimensiones desprendidos de la visera del abrigo. En este espacio se depositó su cuerpo completo que, a partir de la disposición de los fémures, reposó directamente sobre el suelo en posición decúbito supino.

Actualmente, el equipo de investigación estudia posibles elementos de ajuar funerario, práctica habitual en los entierros del Homo sapiens. El sedimento del espacio delimitado por los bloques se está muestreando para comprender los procesos a los que estuvo sometido el cuerpo y recuperar microrresiduos que puedan indicar si el cadáver estaba cubierto con pieles o fibras vegetales, que justificarían la intención de depositar el cuerpo sin que fuera necesario excavar un espacio propiamente funerario.

El tratamiento mortuorio entre los cazadores-recolectores señala varias posibilidades que oscilan entre un entierro intencional, un entierro secundario, una aportación parcial del cuerpo, canibalismo o muerte accidental. «Estos escenarios se evaluarán en función de los resultados que proporcione la excavación del espacio en el que han aparecido los restos», señala Alfonso Benito Calvo.

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El geólogo Alfonso Benito Calvo tomando muestras en las unidades del sondeo V de la Cova Gran. / CPARQ

Yacimiento clave

El yacimiento de Cova Gran de Santa Linya está considerado clave para el estudio de la presencia humana en el nordeste de la península ibérica. Con más de más de 2.500 m2, es uno de los pocos yacimientos de la región mediterránea en el que se han identificado vestigios de momentos de «transición», como el de los últimos neandertales (hacia 45.000 años) y la aparición de los primeros humanos modernos (entre 37.000 y 30.000 años), la pervivencia de estos durante el Último Máximo Glaciar (entre 20.000 y 15.000 años) y la aparición de los primeros agricultores y ganaderos (entre 7.000 y 4.000 años).

«Los restos prehistóricos de humanos modernos en la península ibérica son muy escasos. El estudio de Linya permitirá profundizar en el conocimiento sobre cómo eran y cómo vivieron los cazadores-recolectores del nordeste peninsular», afirma Alfonso Benito Calvo.