Los machos redujeron sus colmillos al comienzo de la historia humana

La dentadura superior de un chimpancé, con su prominente colmillo. A la derecha, recreación del maxilar superior de un 'Ardipithecus ramidus' de hace 4,4 millones de años y posible antecesor de los humanos.

Al comparar los dientes de una veintena de primates del pasado y del presente, un grupo de científicos ha observado que el tamaño de los colmillos de una posible especie antecesora de los humanos se redujo hace varios millones de años. También se produjo entonces un marcado cambio en el dimorfismo sexual (diferencia entre machos y hembras) de los caninos, empequeñeciéndose los de los machos. Para los autores de esta comparación, los cambios hacia una dentadura menos pronunciada y agresiva estarían relacionados con la aparición de conductas de cooperación y reducción de la violencia.

Hace unos treinta de años, la revista Nature publicaba el hallazgo de una nueva especie, el Australopithecus ramidus. Con el tiempo, le quitaron el nombre de australopiteco y lo bautizaron como Ardipithecus ramidus. Hallado en Etiopía, este hominino (un grupo de homínidos caracterizado por el bipedismo, entre los que está el Homo sapiens) vivió en la región hace unos 4,4 millones de años. Caminaba erguido y para sus descubridores es un antecesor directo de los humanos actuales. Ahora han comprobado que su dentadura era muy diferente al de otros primates de entonces y posteriores: los caninos de sus machos son más pequeños y casi iguales a los de las hembras (ausencia de dimorfismo sexual), en particular los superiores.

Uno de los descubridores del Ardipithecus ramidus fue Gen Suwa (izquierda), paleoantropólogo japonés de la Universidad de Tokio. Ahora, Suwa y otros colegas, entre los que hay investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, en Burgos, han estudiado con minuciosidad sus dientes y los han comparado con los de otros homininos de su tiempo, posteriores —como los australopitecos y primeros sapiens— y otros primates ya extintos y actuales, como chimpancés, bonobos o gorilas.
El trabajo de Suwa, publicado en la revista PNAS, muestra que ya entre los Ardipithecus ramidus de hace 4,4 millones de años, la diferencia entre los colmillos de los machos y los de las hembras se había reducido a una ratio de 1,06 en los colmillos superiores (es decir, que solo eran un 6% más grandes en los ejemplares masculinos) y de 1,13 en los inferiores.

“Es muy probable que los caninos pequeños en los machos se remontaran a hace seis o siete millones de años”, destaca Suwa. Pero el registro fósil anterior al Ardipithecus ramidus es muy pobre para ir más atrás en el tiempo. En comparación, la ratio en los humanos actuales es de 1,03 (caninos superiores) y 1.09 (inferiores). En los chimpancés, el último linaje del que los homínidos se separaron hace millones de años, los colmillos de arriba presentan una ratio de 1,34 y los de abajo, de 1,28, siendo en total un tercio mayores que el de sus parejas femeninas.

El 'Ardipithecus ramidus', fue encontrado en el curso medio del río Awash, en la región de Aramis, Etiopía por Tim White en el año 1983 y con una antigüedad estimada en torno a 4,4 millones de años.

Una dentadura tan poderosa y con tanta diferencia a favor de los machos solo la tienen los gorilas y dos especies de homínidos anteriores a los australopitecos de hace más de 10 millones de años, los Nacholapithecus kerioi y los Hispanopithecus laietanus, con piezas dentales un 30% más grandes y un dimorfismo sexual de casi el 70%. En general, en los homínidos más primitivos y en los australopitecos, además de mayor volumen, los colmillos son más largos, diámetro extendido en la base, afilados y orientados hacia fuera. A diferencia de los caninos de los carnívoros, diseñados para agarrar y desgarrar, los de los primates parecen hechos para la agresión o defensa.

Suwa sostiene que “en la mayoría de los primates con grandes caninos, los superiores son más importantes como arma y/o exhibición de fuerza”. Y esto aparece relacionado con lo que han observado: la reducción es más acusada en los colmillos superiores, precisamente, donde el dimorfismo sexual era mayor antes de la llegada de los homininos. “Así que, si hubo selección para un comportamiento menos agresivo, es posible que haya selección para un canino menos amenazante, y esto habría afectado más al superior que al inferior”, detalla Suwa.

Esa es la tesis que los autores del estudio mantienen: que hay una relación entre el empequeñecimiento de los caninos y cambios en la conducta de aquellos grupos de homínidos que los acercarían a los humanos actuales. El Ardipithecus ramidus vivía en grupos sociales en los que la cooperación daría más frutos que la competencia, en especial entre los machos y por las hembras.


Para reforzar su tesis recurrieron al análisis comparativo. Entre los grandes simios solo hay una especie con un dimorfismo sexual en los caninos tan reducida, los bonobos, con ratios cercanas al 1,20. Es bien conocido el uso de la sexualidad entre estos primates como mecanismo reductor de la agresividad y los conflictos. También primates, pero más alejados en el árbol evolutivo, son las especias del género Brachyteles, entre los que están los monos araña lanudos de Brasil. Como en los humanos, la diferencia entre colmillos de machos y hembras es muy reducida. Entre estos monos predomina una organización social filopátrica (comunidades formadas por ejemplares nacidos en el lugar) con diversas hembras y machos con una estrategia reproductiva poliginándrica (apareamiento entre un grupo de machos y un grupo de hembras) y donde existe “una tolerancia extrema entre machos y escasa agresión en la competencia por el acceso sexual a las hembras receptivas”, escriben los autores del estudio.

La directora del CENIEH (Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana), María Martinón-Torres, destaca lo importante que es conocer el sexo de los fósiles. “Tiene muchas implicaciones porque, además de ayudarnos a comprender la variabilidad de una muestra, aporta información sobre la ecología y comportamiento de esa especie, particularmente sobre el grado de competencia entre machos”.

En el caso de este estudio, “revela que el primer hominino ya tenía los caninos relativamente pequeños, lo que nos permite inferir que probablemente tuviera un comportamiento menos agresivo que otros primates anteriores”. Y esto apunta a una serie de cambios trascendentales: “Estaríamos ante uno de los primeros pasos hacia lo que llamamos humano. La reducción de los caninos sería coincidente en el tiempo con la aparición del bipedismo, así que la humanidad, como tal, comenzó cuando nos pusimos de pie y empezamos a reducir los niveles de agresividad. Esos serían los primeros sellos distintivos de los humanos”.

Fuente: el pais.com | 29 de noviembre de 2021

Hallan en Sudáfrica un lecho de dormir elaborado con materia vegetal de hace entre 60.000 y 40.000 años

Micrografías de los elementos vegetales que componen el lecho de dormir hallado en Border Cave. Christine Sievers. Quaternary Science Reviews, 2021

Un equipo de arqueólogos sudafricanos ha descubierto en Border Cave restos de un lecho de hace entre 60.000 y 40.000 años. Contenía pequeños fragmentos de herramientas de piedra y piezas de ocre, evidencias de que realmente pertenecían a una persona. La investigación ha demostrado que parte de esta antigua cama puede haber sido una estera primitiva. Los resultados del estudio se publican en la revista Quaternary Science Reviews.

Desde la antigüedad, la gente ha hecho 'ropa de cama' con plantas para poder dormir o sentarse en el suelo desnudo. Sin embargo, los materiales orgánicos se conservan extremadamente mal, razón por la cual los científicos paleolíticos solo conocen unos pocos hallazgos al respecto.

En 2020, los arqueólogos sudafricanos encontraron los restos de un... de hace unos 200.000 años. En varios sitios neandertales en el Levante y en España, los científicos han hallado acumulaciones de fitolitos cerca de los hogares prehistóricos, evidencia de que hace unos 70.000-49.000 años se elaboraba regularmente 'ropa de cama' cerca del lugar del fuego.

Ubicación del sitio arqueológico. Christine Sievers

En el noreste de Sudáfrica, no lejos del conjunto de yacimientos denominado 'Cuna de la Humanidad', se encuentra Border Cave, cuyos depósitos contienen evidencias de la presencia de homínidos durante los últimos 200.000 años. Durante los años de excavación del lugar, que comenzaron en la década de 1930, los arqueólogos descubrieron aquí los restos de ocho adultos y un niño que murió a la edad de cuatro a seis meses. Este es uno de los entierros de niños más antiguos de África, con una datación poco fiable de 74.000 años. En 2021 se encontró en la entrada de la cueva de Panga ya Saidi (Kenia) el entierro de un niño de 3 años de hace 78.000 años. Y en 2018 se halló una rica colección de industria lítica, restos vegetales y óseos de fauna, junto con artefactos decorados.

La directora del equipo de arqueólogos, Christine Sievers (izquierda), y sus colegas de la Universidad de Witwatersrand, en Sudáfrica, han llevado a cabo el estudio de los restos del lecho descubierto en Border Cave durante las excavaciones realizadas entre 2015-2019. Observaron que algunos de los sedimentos asociados con este hallazgo se habían excavado anteriormente, por lo que no está conservado completamente. Anteriormente, el lecho probablemente alcanzaba una longitud de unos dos metros.

El análisis de radiocarbono por espectrometría de masas con acelerador y espectroscopia de resonancia paramagnética de electrones mostró que la antigüedad del lecho se situaba entre hace 60.000 y 40.000 años. También encontraron herramientas de piedra que contienen rastros de pegamento hecho de resina de coníferas (Podocarpus). Además, desenterraron los restos de dos niños pequeños, así como un trozo de cera de abejas, hueso procesados y adornos.

Restos del lecho encontrado en Border Cave. Christine Sievers

Los investigadores retiraron los restos de la 'ropa de cama', habiendo hecho previamente un soporte de yeso para su estudio en el laboratorio. Los análisis permitieron saber que dicha 'ropa de cama' estaba formada por restos de plantas monocotiledóneas: tallos, hojas, semillas. Mezclada con ello había también carbón vegetales, fragmentos de artefactos líticos y trozos de ocre. Todo el conjunto yacía sobre cenizas, por lo que los científicos asumieron que, cuando la gente llegó a la cueva, quemaron un lecho antiguo que estaría, muy seguramente, infestado de insectos. O bien lo hicieron cuando se volvió desagradable dormir sobre él mismo.

Los científicos también constataron que parte del lecho estaba formado por plantas herbáceas entrelazadas. Por lo tanto, asumieron con cautela que los individuos que vivían en Border Cave, hace entre 60.000 y 40.000 años, podían hacer una especie de tapiz para dormir con elementos vegetales, tejiéndolos de la misma manera que lo hacían los cazadores-recolectores de Botswana en el pasado reciente. Los arqueólogos recuerdan que los neandertales del yacimiento de Abri du Maras (sur de Francia), hace más de 40.000 años, ya sabían cómo elaborar cuerdas.

Fuentes: nplus1.ru | hromadske.radio | 29 de noviembre de 2021

Lucy no estaba sola: Identifican en Tanzania las huellas de un posible homínido desconocido que vivió hace 3,6 millones de años

a: Huellas de homínidos halladas en el área A en Laetoli (Tanzania) generado mediante fotogrametría. b: Mapa de contorno correspondiente al área A generado a partir de un escaneo de superficie 3D con barra de escala. c: Mapa de las localidades 7 y 8 de Laetoli, que indica las posiciones de las huellas bípedas A, G y S. d y e: Mapas topográficos de las dos huellas del área A mejor conservadas.

Un día cualquiera de hace unos 3,66 millones de años llovió sobre cenizas volcánicas recién depositadas en el norte de Tanzania. Antes de que el suelo se secara por completo -el volcán quizá aún humeaba en la distancia-, un trío de antiguos parientes humanos se paseó por los sedimentos húmedos, dejando sus huellas en la ceniza mientras se consolidaba lentamente.

Cuando se descubrieron estas huellas fosilizadas, en la década de 1970, el mundo de la paleontología quedó impactado. Dejadas por la misma especie que la famosa pariente de los homínidos, Lucy, Australopithecus afarensis, las huellas fueron la primera prueba clara de que nuestros primeros ancestros caminaban sobre dos pies.

Ahora, un nuevo análisis de un conjunto de huellas cercanas, olvidadas desde hace tiempo, apunta a que estos primeros humanos no estaban solos. Si los científicos están en lo cierto, un misterioso homínido que caminaba erguido también dejó su huella en las cenizas.

Representación artística del 'Australopithecus afarensis' caminando y dejando huellas.

"Casi puedes imaginarlos mirando a través del paisaje viéndose los unos a otros", dice Ellie McNutt (izquierda), paleoantropóloga de la Universidad de Ohio (Estados Unidos) y autora principal de un nuevo estudio que documenta las huellas en la revista Nature.

La paleoantropóloga británica Mary Leakey dirigió el equipo que descubrió las cinco curiosas huellas de homínidos hace 45 años. La extraña disposición de las mismas parecía haber sido dejada por un bípedo que cruzaba un pie delante del otro mientras caminaba con un paso algo tambaleante, según describieron posteriormente Leaky y su colega Richard Hay.

Aunque a menudo es más grácil, "la versión extrema de esto sería caminar como lo hacen en un pase de modelos", dice McNutt. "Aunque los humanos no suelen caminar con el paso cruzado, ese movimiento puede producirse cuando uno intenta recuperar el equilibrio", matiza. "Las huellas podrían haber sido el resultado de un individuo que caminaba por una superficie desnivelada".

"En consecuencia, dadas las crecientes pruebas científicas en los últimos 30 años sobre diversidad locomotora y de especies en el registro fósil de los homínidos, estas huellas inusuales merecían otra mirada", agrega Macnutt

Quién era este antiguo homínido que caminaba -y si su andar de modelo era con pasos desviados o con un andar regular- sigue siendo una incógnita. Sin embargo, algunos científicos aún no están convencidos de que haya pruebas suficientes para sugerir que otra especie humana caminaba junto al Australopithecus afarensis. De confirmarse, las extrañas huellas podrían dar pistas sobre la variedad de formas en que los primeros humanos caminaban sobre dos piernas.

"Antes se consideraba que caminar sobre dos pies era un comportamiento derivado de una combinación particular de características físicas. Pero, poco a poco, los científicos se han dado cuenta de que hay más de una forma de ser bípedo, y este nuevo estudio apunta a una diversidad aún mayor", dice el paleoantropólogo William Harcourt-Smith (derecha), de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, que no formó parte del equipo del estudio. "Eso en sí mismo es emocionante: sea un homínido o no, es realmente genial".

El caminante ambulante

Las cinco huellas fósiles forman parte de lo que se conoce como el yacimiento de Laetoli, una zona de ceniza volcánica por la que deambulaba un variado surtido de animales antiguos, desde parientes de los elefantes y los rinocerontes hasta pequeñas aves de Guinea. Leakey y su equipo encontraron estas extrañas huellas en una zona de Laetoli conocida como área A (las famosas huellas de los Australopithecus afarensis se hallaron en la zona G).

Las huellas empezaron a caer en el olvido científico sólo dos años después de su descubrimiento, cuando los investigadores hallaron en las cercanías las huellas del Australopithecus afarensis muy bien conservadas. Los análisis realizados en la década de 1980 sugirieron que las huellas entrecruzadas del área A podrían haber sido dejadas por un oso que caminaba erguido, lo que pareció atenuar aún más el interés científico.

Ellison McNutt recoge datos de una hembra juvenil de oso negro que camina bípedamente, sin ayuda, por una pista de barro del Kilham Bear Center, en Lyme, New Hampshire. A la derecha, huella izquierda obtenida en el experimento de uno de los osos negros macho juveniles. Imagen de la izquierda por Jeremy De Silva. / Imagen de la derecha por Ellison McNutt.

McNutt se enteró de las curiosas huellas décadas después. Estaba estudiando la evolución del golpeo del talón humano para su trabajo de doctorado, para lo que utilizaba a los osos como criatura modelo, razón por la cual se encontraba en una posición perfecta para averiguar qué tipo de criatura dejó estas huellas en Laetoli.

McNutt se asoció con Benjamin y Phoebe Kilham, del Kilham Bear Center, en New Hampshire (Estados Unidos), para investigar cómo se desplazan los osos negros salvajes. Tras casi 51 horas de análisis de vídeo, llegaron a la conclusión de que es muy raro que los osos caminen sobre sus patas traseras. La probabilidad de que un oso dé cuatro pasos consecutivos en posición vertical, como se ve en las huellas de Laetoli, es de apenas un 0,003%. "Simplemente no ocurre", dice McNutt.

En busca de más pistas sobre la identidad del rastreador, el equipo volvió al yacimiento de Laetoli, redescubriendo y reexcavando las huellas. En cierto sentido, estaban siguiendo los pasos de Mary Leaky, dice el autor del estudio, Charles Musiba (izquierda), de la Universidad de Colorado, en Denver (Estados Unidos), que fue alumno de Leakey cuando era estudiante.

"Visitar ese lugar despertó en mí muchas emociones", dice Musiba. Mientras trabajaba, intentaba imaginar lo que Leakey y otros habían pensado cuando descubrieron y analizaron las huellas.

Esta vez, sin embargo, el equipo contaba con tecnología del siglo XXI. Utilizaron el escáner láser y la fotogrametría tridimensional para documentar cada huella, y luego compararon las mediciones de las huellas con las de otros Laetoli, huellas fósiles más recientes del yacimiento de Engare Sero en Tanzania, así como huellas modernas de humanos, osos y chimpancés.

Comparación de las huellas halladas en Laetoli. A la izquierda, la pisada de un ’Australopitecus afarensis’. En el centro la huella motivo del reciente estudio y perteneciente a un posible homínido hasta ahora desconocido. A la derecha, muestra de huella de un oso. ELI BURAKIAN / DARTMOUTH

Exprimiendo la información

El análisis reveló que las huellas del área A no fueron hechas por osos o chimpancés, y que eran más parecidas a las de los homínidos. Sin embargo, las dimensiones de las huellas difieren en gran medida de las del Australopithecus afarensis en Laetoli, lo que apunta a la existencia de una segunda especie de homínido que se paseaba por la región.

Los resultados encajan en el panorama cada vez más complejo de nuestros antiguos parientes: cada especie recién descubierta cuenta con su propio y sorprendete mezcla de catacteíristicas. Incluso podría haber más cosas que aprender sobre el Australopithecus afarensis, dice Musiba. El grupo incluye una gama diversa de rasgos, lo que tal vez indique que puede haber más de una especie agrupada.

"Decir definitivamente que el artífice de las huellas es una nueva especie de homínido, o que está realmente separado de los otros caminantes de Laetoli, es una posibilidad realmente emocionante, pero difícil de descifrar sólo a partir de las huellas", dice David Raichlen (derecha), biólogo evolutivo de la Universidad del Sur de California (Estados Unidos).

Algunos científicos no están tan convencidos de la existencia de otra especie de homínidos en Laetoli. "Mi corazón quiere creer, pero mi cerebro dice que no", dice Matthew Bennett (izquierda), geólogo de la Universidad de Bournemouth (Reino Unido) especializado en huellas fósiles. Una de sus grandes preocupaciones es el escaso número de huellas encontradas hasta ahora en el área A; de las cinco huellas, sólo dos registran la mayor parte del pie.

En un estudio publicado a principios de este año, Bennett y sus colegas concluyeron que es necesario analizar un mínimo de 10 a 20 huellas para caracterizar adecuadamente las variaciones entre las huellas de un solo individuo, y se necesitan muchas más para sacar conclusiones sobre un grupo más amplio de individuos.

También son necesarias más huellas para comprender la extraña forma de andar de los individuos. El terreno irregular o resbaladizo puede provocar un paso desequilibrado, reconoce McNutt, pero añade que también podría ser una característica de la marcha de este individuo, o incluso de toda una especie de homínidos.

Estos tamaños de muestra tan pequeños no son infrecuentes en paleontología. "Así es la vida trabajando con huellas de esta antigüedad", dice Raichlen. "No tienes un gran tamaño de muestras con el que trabajar, así que exprimes toda la información posible de las pequeñas muestras".

El emplazamiento de las huellas halladas en Engare Sero, Tanzania. Una erupción del colcán Oldoinyo L'engai, al fondo, produjo las cenizas que las conservaron. CYNTHIA LIUTKUS-PIERCE

Bennett sostiene que todavía hay más información que exprimir de las huellas de Laetoli. El equipo comparó las medidas individuales de las huellas, incluyendo la anchura y la longitud, pero las medidas individuales o las proporciones no pueden captar toda la complejidad de una huella, dice. En cambio, "muchos científicos utilizan las formas tridimensionales de todas las huellas de un grupo para producir una huella media, que se puede utilizar para estudiar la variación de la misma píxel a píxel, elemento a elemento", dice.

Bennett también señala que, dado que él y otros han creado previamente estas huellas promedio para conjuntos de huellas del Australopithecus afarensis de Laetoli, la comparación con el área A debería ser bastante sencilla.

"Las huellas que excavamos en el área A se encontraban en la misma capa de toba que las célebres huellas del área G", declara Jeremy DeSilva (izquierda), profesor de antropología en Dartmouth y coautor principal del estudio. "Puesto que todas se produjeron en un corto período de tiempo en Laetoli, es una prueba sólida de que dos especies de homínidos no sólo coexistieron sino que fueron contemporáneas en un mismo paisaje". Así pues, para los investigadores el hallazgo supone una nueva prueba de la diversidad en la familia de homínidos de este periodo. "Ya teníamos pruebas de ello desde la década de 1970, y sólo ha hecho falta el redescubrimiento de estas maravillosas huellas, y un análisis más detallado, para llegar hasta aquí", señala DeSilva.

El equipo de McNutt tiene más planes para el área A, incluida la búsqueda de otras huellas mediante la utilización de un radar de penetración en el suelo, a fin de buscar, de forma no destructiva, huellas ocultas en la ceniza. Musiba es optimista: "Estoy convencido de que habrá más".

Fuentes: nationalgeographic.es | elmundo.es| 2 de diciembre de 2021

El Museo Arqueológico de Albacete inaugura la exposición ‘150 años con los íberos: 1871-2021’

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, inaugura, en el Museo de Albacete, la exposición ‘150 años con los Íberos: 1871-2021’. (Fotos: D. Esteban González // JCCM)

La exposición ‘150 años con los íberos’ se ha inaugurado este domingo en el Museo de Albacete para conmemorar la aparición de las primeras publicaciones en torno al Cerro de los Santos en Montealegre del Castillo en 1871 y el presidente de la Diputación, Santi Cabañero, no ha faltado a este acto, al que también ha asistido el máximo responsable del Gobierno regional, Emiliano García-Page, quienes han tenido la oportunidad de disfrutar de un recorrido por esta excepcional muestra.

Acompañados, entre otros, por el vicepresidente provincial, Fran Valera; el diputado provincial de Cultura, Miguel Zamora; por la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez; la vicepresidenta de las Cortes, Josefina Navarrete; el alcalde de la ciudad, Emilio Sáez, que ha encabezado la representado del Consistorio local; y la directora del Museo, Rubí Sanz, Cabañero ha puesto en valor esta iniciativa, remarcando que es un privilegio para Albacete contar con “este gran tesoro”.

Durante el acto, al que tampoco han faltado el delegado provincial de la JCCM, Pedro Antonio Ruiz; y los delegados provinciales Diego Pérez, Enrique Sánchez y Ramón Sáez; la viceconsejera de Cultura y Deportes, Ana Muñoz; o el Obispo de Albacete, Ángel Fernández, así como una nutrida representación de alcaldes, alcaldesas y ediles de diferentes localidades de la provincia, se ha explicado que esta gran muestra, está conformada por piezas de la arqueología de Albacete, así como del resto de provincias castellano-manchegas y también de otros museos de regiones colindantes (Murcia, Valencia o Andalucía), lo que permite conocer los aspectos más diversos de los íberos del sureste peninsular. Siendo el citado Cerro de los Santos uno de los santuarios ibéricos más importantes del mundo íbero y uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de nuestro país.

De hecho, y como ha señalado el presidente provincial, “ahora todos y todas conocemos a este pueblo prerromano; hemos oído hablar de la Dama de Elche, de la Bicha de Balazote o, incluso, de la Dama oferente del propio Cerro de los Santos, pero cuando se descubrió este yacimiento, en el siglo XIX, nada o casi nada se sabía de esta cultura”, y fue con la aparición de los primeros restos en este paraje cuando comenzó a desvelarse el misterio del arte de los pueblos íberos, de los que sólo habíamos conocido detalles a través de escritores de la época clásica, pero desconocíamos sus manifestaciones artísticas.

Será a partir de ese momento y de forma progresiva a lo largo de los años, cuando en el territorio albacetense se sucedan los descubrimientos de yacimientos con restos de esta civilización, como, por ejemplo, el Cerro del Castillo en Libisosa, ‘Los Villares’ en Hoya Gonzalo, la necrópolis de ‘’Pozo Moro’ en Chinchilla, ‘La Quéjola’ en San Pedro, ‘El Macalón’ en Nerpio, o ‘La Losa’ en Casa de Juan Núñez, el ‘Cercado de Galera’ en Liétor, Bogarra donde fue hallada la Esfinge de Haches o más recientemente en Cenizate, donde en 60 km cuadrados hay 24 yacimientos íberos. Lo que constituye un inmenso orgullo, como advierte el presidente.

“Nuestra provincia es un referente nacional en yacimientos arqueológicos y cultura ibérica y ahora nos toca ser referentes en la difusión de ese patrimonio que atesoramos”, ha subrayado Cabañero, incidiendo en que “con humildad” debemos poner en valor y darle difusión a este gran tesoro que se esconde en nuestro territorio porque, como él mismo ha explicado, a la investigación, a la excavación, a la protección del patrimonio y la conservación le debe seguir la acción de dar a conocer, “y hoy estamos dando un paso decisivo en esta dirección con esta exposición”.

Hasta 198 piezas en la muestra '150 años con los Íberos'. Foto: José Iván Suárez

Una exposición que ha contado con el total apoyo de la Diputación de Albacete, en línea con el trabajo que la institución provincial viene realizando tanto desde su servicio de Cultura como, especialmente, a través del Instituto de Estudios Albacetenses ‘Don Juan Manuel’ (IEA), donde, además de publicaciones de gran calidad, existen ayudas y subvenciones específicas destinadas al área de arqueología y que este 2021 (con más de 68.000 € invertidos) están haciendo posible excavaciones en yacimientos vinculados con el mundo íbero, como es el caso de los trabajos ‘Formas de ocupación de paisaje en época ibérica. El espacio periurbano y rural en torno al oppidum de Peñarrubia (Elche de la Sierra)’; ‘Arqueología del paisaje en la antigüedad. Evolución del poblamiento rural en La Manchuela en época ibérica y romana”, impulsado por el Ayuntamiento de Cenizate; o ‘El acceso oriental al poblado de Los Almadenes (Hellín)’.

Una contribución a la conservación y difusión del patrimonio, a la que hay que sumar la edición del catálogo que acompaña a esta muestra, ‘150 años con los íberos’, que ha corrido a cargo de esta institución provincial, así como el material de difusión y de promoción de la muestra (cartelería, marcapáginas o libretas), elaborado por el Servicio de Imprenta Provincial.

En concreto, este catálogo “es una obra de arte” en la que se actualiza la información referente al mundo íbero, convirtiéndose en una libro de consulta muy útil para los centros de enseñanza. De manera que para la Diputación, como ha señalado Cabañero, “es un placer haber podido contribuir con estos recursos que vienen a impulsar la divulgación del conocimiento. Y si en 1871 el libro ‘Memoria sobre las notables excavaciones hechas en el Cerro de los Santos’ fue un referente, hoy lo será este catálogo”.

Rubí Sanz, directora del Museo de Albacete. Foto: José Iván Suárez

En este punto, el presidente provincial ha felicitado a todas las personas que la han hecho posible esta exposición y que trabajan, en su día a día, para proteger y poner en valor nuestro legado histórico y cultural. Así, se ha dirigido a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, en la figura de su presidente y de su consejera de Cultura, para reconocer “la implicación y el esfuerzo” que han realizado para que esta importante muestra vea la luz en Albacete, incidiendo en la apuesta decida por la Cultura que viene realizando el Gobierno regional. Igualmente, ha tenido palabras de gratitud para la directora del Museo de Albacete, Rubí Sanz, a quien ha felicitado por su trabajo, por su dedicación y por haber transformado la idea de una Exposición para conmemorar estos 150 años de mundo íbero en la provincia en una realidad tan exitosa.

Además, Cabañero ha subrayado su labor al frente de este espacio (del que es directora desde 1983, salvo un intervalo de seis años en el que dirigió el Museo Arqueológico Nacional), asegurando que lo ha convertido “en la mejor institución museística para nuestra provincia; en un valioso archivo para la arqueología provincial, con proyección nacional por la calidad de muchos de los hallazgos que alberga”, al tiempo que ha apuntado que esa aspiración de conservación de nuestro legado arqueológico, que estaría incompleta sin el anhelo de su divulgación, “es la doble y noble tarea” en la que está inmerso este Museo de la mano de Rubí Sanz.

Y en esta lista de agradecimientos, el dirigente provincial, durante su recorrido por la muestra, también ha destacado la figura de las personas investigadoras, arqueólogas o docentes, “porque sin su trabajo y su sabiduría no estaríamos hoy”, así como de los medios de comunicación, “que al haceros eco de esta Exposición contribuís al conocimiento de los pueblos a través de la difusión del patrimonio cultural”.

Foto: El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, contemplando piezas de la exposición ‘150 años con los Íberos: 1871-2021’ en el Museo de Albacete.

El presidente provincial señala que el rico patrimonio histórico de la provincia es un privilegio y una responsabilidad

Cabañero, que ha puesto en valor el esfuerzo de las instituciones públicas, del Museo y de los muchos profesionales que han invertido su tiempo en este proyecto, ha destacado la importancia de la colaboración entre Administraciones, fijando la atención en los Ayuntamientos y en el gran trabajo que realizan para reivindicar y proteger su patrimonio, en una provincia que es un inmenso museo al aire libre.

En esta misma línea, ha advertido que esta realidad es, sobre todo, un enorme privilegio, pero también una gran responsabilidad; la responsabilidad de conocer y conservar un legado que ha sobrevivido miles de años, y ha proseguido señalando la importancia de la colaboración, del diálogo, de la optimización de recursos y de la suma de voluntades (públicas y privadas) para afrontar el gran reto que es investigar, proteger, conservar y dar a conocer nuestro patrimonio, reiterando el compromiso y la disposición de la institución que preside al respecto. “Ahí ha estado, está y estará la Diputación de Albacete, con todos los recursos a su alcance, impulsando el desarrollo de nuestros pueblos sin olvidar nunca de dónde venimos para saber dónde queremos ir”.

La Diputación de Albacete, motor de numerosas investigaciones arqueológicas desde su constitución en 1835

La Diputación de Albacete desde su constitución en 1835 viene trabajando por la conservación y puesta en valor del patrimonio arqueológico de esta tierra. De hecho, esa joven Diputación apoyó económicamente y con personal a la Comisión Provincial de Monumentos de Albacete para realizar las excavaciones en el Cerro de los Santos (Montealegre del Castillo) en 1879. Siendo los fragmentos escultóricos recuperados, los primeros registros para un incipiente Museo Provincial que, desde entonces, estaría unido y tutelado por la propia Diputación hasta su traspaso al Estado en 1975.

Durante casi 100 años, la institución provincial fue el motor para muchas de las investigaciones arqueológicas que se llevaron a cabo en este territorio, algunas tan importantes como el propio Cerro de los Santos (Montealegre) o como el yacimiento ibérico de La Hoya de Santa Ana en Chinchilla; y en la actualidad mantiene ese espíritu y sigue apostando por la conservación y difusión de nuestro patrimonio a través del IEA.

La exposición estará abierta al público desde el 28 de noviembre y hasta finales de febrero

Fuente: El Digital de Albacete

El análisis molecular revela nuevos fósiles denisovanos, los más antiguos hasta la fecha

Foto: Los nuevos huesos de homínidos que se identificaron en la cueva Denísova mediante ZooMS. Los homínidos tienen un marcador en 1477 que se destaca en comparación con todos los demás mamíferos de la cueva Denisova. Cuando se identifica 1477 en una muestra, se sabe que se ha encontrado algo especial. En 3.791 huesos se identificó el marcador 1477 cinco veces.

Un equipo internacional, dirigido por investigadores de las Universidades de Viena y Tübingen, y la Sociedad Max Planck, ha identificado cinco nuevos fósiles humanos entre los restos óseos recuperados en la famosa cueva Denísova, en el sur de Siberia. De estos cinco fósiles humanos, se les pudo extraer ADN mitocondrial a cuatro de ellos: tres son denisovanos y uno neandertal. Fueron encontrados en un contexto seguro y bien fechado de unos 200.000 años, rodeados de restos arqueológicos como herramientas de piedra y restos de comida, todo lo cual arroja luz sobre las estrategias de adaptación de estos primeros homínidos a medida que se extendían por Eurasia.

La cueva Denísova, en las montañas de Altai, en el sur de Siberia, saltó a la fama hace 11 años, cuando la secuenciación genética de un hueso meñique fósil reveló un nuevo grupo humano previamente desconocido. A pesar de que este grupo de homínidos ha sido nombrado 'denisovanos' por el sitio donde fueron hallados, identificar más restos de los mismos en la cueva ha sido un desafío, ya que tales restos humanos son extremadamente fragmentarios y difíciles de detectar entre los cientos de miles de huesos de animales que también están presentes. Sin restos definitivos y claros de denisovanos, saber cuándo llegaron a este enclave, cómo vivían y cómo interactuaban con otros humanos con los que compartían el espacio, resultaba un misterio.

La entrada a la cueva Denísova. © IAET, Academia de Ciencias de Rusia, Rama de Siberia.

En el transcurso de cuatro años, un equipo dirigido por la profesora Katerina Douka (izquierda), del Departamento de Antropología Evolutiva de la Universidad de Viena, con colegas en Alemania y Rusia, ha trabajado para extraer y analizar proteínas antiguas y ADN de casi 4.000 fragmentos óseos recuperados en la Cueva Denísova. Sus nuevos hallazgos se han publicado en Nature Ecology and Evolution y brindan información sólida sobre los primeros ocupantes de la cueva y su firma arqueológica.

Mediante un método biomolecular, conocido como huella dactilar de péptidos o 'ZooMS' (Zooarqueología por espectroscopia de masas, que identifica pequeñas diferencias en las secuencias de aminoácidos del colágeno de los huesos), el equipo se centró en las capas más antiguas de la cueva, las cuales datan de hace 200.000 años y carecían de fósiles humanos identificados hasta ahora. Dicho método es el único medio por el cual los científicos podrían encontrar restos humanos entre los miles de huesos hallados, ya que más del 95%, de más de 250.000 fragmentos, están demasiado fragmentados como para ser identificados a través de los métodos estándar.

A la izquierda están los restos óseos antes de que se comience a prepararlos para el análisis mediante ZooMS. A la derecha, los huesos ya perforados (se necesitan 20 mg de hueso para el análisis) están en su propio envase individual.

Samantha Brown (derecha), estudiante de doctorado en el Proyecto ERC FINDER, dirigido por la profesora Douka, y ahora líder de grupo junior en la Universidad de Tübingen, analizó 3.800 fragmentos óseos de no más de 4 centímetros de longitud que anteriormente se consideraban no identificables de modo taxonómico. Finalmente, Brown pudo hacerlo con cinco huesos cuyo colágeno coincidía con el perfil de péptidos humanos. “Encontrar un hueso humano nuevo hubiera sido genial, pero ¿cinco? Esto superó mis sueños más exigentes”, dice Brown.

“Nos sorprendió descubrir nuevos fragmentos de huesos humanos que preservaran biomoléculas intactas en capas tan antiguas”, afirma Douka.

De los cinco huesos humanos identificados, cuatro contenían suficientes fragmentos de ADN auténtico para permitir a los investigadores reconstruir su genoma mitocondrial. Tres de estos se alinearon con el tipo de ADNmt de los denisovanos y uno con el tipo de Homo neanderthalensis. Estos nuevos huesos de denisovanos, que datan de hace 200.000 años, son algunos de los fósiles humanos más antiguos que se hayan secuenciado genéticamente.

Foto: Investigadores en la cámara este de la cueva Denisova, de izquierda a derecha: Michael Shunkov, Katerina Douka, Tom Higham, Maxim Kozlinkin / Sergey Zelinski, Academia de Ciencias de Rusia.

"Denísova es un lugar asombroso en la preservación del ADN, y ahora hemos reconstruido genomas a partir de algunos de los fósiles humanos más antiguos y mejor conservados", dice el Dr. Diyendo Massilani (izquierda), investigador postdoctoral del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig, el cual dirigió los análisis genéticos de los nuevos fósiles.

Los nuevos hallazgos ayudan a cerrar una brecha con respecto a las adaptaciones de los primeros denisovanos. Éstos aparecen en el lugar durante un periodo interglaciar (un período cálido durante el cual el ambiente y las temperaturas eran similares a las actuales) y aprovechan la ubicación estratégica de la cueva. Ostentan una tradición lítica en toda regla, y utilizan la materia prima que se encuentra en el aluvión del cercano río Anui, al tiempo que cazan herbívoros como bisontes, corzos y ciervos, gacelas y antílopes saiga, e incluso rinocerontes lanudos. Continúan practicando patrones de subsistencia similares durante varios miles de años, hasta que, hace unos 150.000-130.000 años, aparecen los neandertales en la cueva, los cuales están representados por uno de los fósiles descubiertos en el estudio actual.

Herramientas líticas denisovanas halladas en la cueva Denísova.

El miembro del equipo, el profesor Tom Higham (derecha), también de la Universidad de Viena, dice que “la aplicación de huellas dactilares biomoleculares como la que hemos hecho en Denísova nos ha permitido encontrar más fósiles humanos que a través de excavaciones arqueológicas formales. Es un gran avance técnico para la arqueología paleolítica”.

La investigación en la cueva Denísova continúa a través de un trabajo de campo sistemático y análisis específicos de huesos y sedimentos con un equipo de arqueólogos rusos que acampan allí durante casi 6 meses cada año. Sigue siendo el único enclave descubierto hasta ahora que contiene evidencias de la presencia periódica de los tres principales grupos de homínidos, denisovanos, neandertales y humanos modernos en los últimos 200.000 años.

Fuente: Instituto Max Planck | 26 de noviembre de 2021

Un colgante de marfil de mamut de hace 41.500 años, la evidencia más antigua de un adorno decorado en Eurasia

Dos vistas diferentes del colgante elaborado con marfil de mamut hallado en la cueva de Stajnia. Está decorado con un patrón de al menos 50 puntuaciones, creando una curva de bucle irregular. Crédito: © Antonino Vazzana - BONES Lab.

Un grupo de arqueólogos encontró en 2010 en la cueva de Stajnia, al sur de Polonia, un colgante de marfil de mamut decorado. Junto con él, hallaron un punzón de hueso de caballo y fragmentos de otros animales. Todo ello corresponde al Paleolítico superior, es decir, hace entre 37.000 y 42.000 años. Para datar estos objetos han utilizado el método de radiocarbono, que ha esclarecido que el accesorio, que tiene forma ovalada, es de hace 41.500 años, según explican en un estudio publicado este jueves en la revista Scientific Reports. Este ejemplar se convierte, por tanto, en el adorno más antiguo decorado por humanos en Eurasia fechado hasta el momento.

El adorno fue encontrado dividido en dos partes y decorado con más de 50 perforaciones parciales y dos agujeros completos. Estos dibujos, señalan los científicos, podrían representar sistemas de conteo aritmético, simbolizar el ciclo mensual de la Luna o el Sol o ser puramente estético. Esta manera puntiforme de decorar ya se había encontrado en otros yacimientos del Paleolítico superior, especialmente en Francia y Alemania. Pero estos descubrimientos no están datados de modo exacto. Las estimaciones que dan sobre estos yacimientos siguen siendo más recientes que el punzón y el colgante encontrados en Polonia.

Sahra Talamo (izquierda), profesora en el departamento de Química de la Universidad de Bolonia (Italia) y coautora principal del estudio, destaca que el punto de la investigación es que "actualmente no se puede hablar de adornos personales o el comienzo del cambio del comportamiento humano si no se basa directamente en la fecha”.

“Determinar la edad exacta de este adorno fue fundamental para su atribución cultural, y estamos encantados con el resultado. Este trabajo demuestra que el uso de los avances metodológicos más recientes en el método del radiocarbono nos permite minimizar la cantidad de muestreo y lograr fechas muy precisas con un rango de error muy pequeño. Si queremos resolver seriamente el debate sobre cuándo surgió el arte mobiliar en los grupos paleolíticos, necesitamos fechar por radiocarbono estos adornos, especialmente aquellos encontrados durante el trabajo de campo pasado o en secuencias estratigráficas complejas”.

Hasta llegar a una fecha concreta, el grupo internacional de investigadores -entre los que se incluyen arqueólogos polacos y científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, entre otras instituciones- pasó por diferentes fases. En la cueva polaca encontraron piezas que pensaban que correspondían a neandertales, pero antes de confirmarlo tenían que hacer una serie de experimentos. Fue entonces cuando Talamo se personó allí para fechar el hallazgo. El problema que encontró es que, por motivos naturales, se habían desplazado artefactos y restos arqueológicos entre las capas o niveles arqueológicos.

Vistas del colgante virtualmente reconstruido y microfotografías que documentan la tecnología utilizada para su fabricación: múltiples ejemplos de puntiaciones (A , C - E) y rastros de alisado (B , G). En (B) se muestra una sección longitudinal a través de perforaciones. La barra de escala es de 1 cm

Normalmente, según explica Ignacio de la Torre (derecha), científico del Instituto de Historia del CSIC, "los niveles arqueológicos corresponden a etapas de ocupación humana concretas”. En este caso se habían mezclado varias ocupaciones en un mismo lugar. Por ello no podían confirmar con seguridad que el colgante y el punzón estuvieran hechos por neandertales. Para solucionar este problema se decantaron por utilizar primero el método NIR, que sirve para verificar el colágeno que pudiera haber en los objetos y luego hacer uso de la técnica de radiocarbono. Este método consiste en determinar la antigüedad de una muestra orgánica, en este caso hueso de mamut y de caballo, midiendo la cantidad de carbono radiactivo presente. El problema es que es destructivo y, por tanto, pierden una parte mínima de estos objetos. “Por esta razón pasaron varios años antes de que el estudio fuera posible. Nadie quiere destruir un pedazo de una obra de Van Gogh, hay que tener cuidado”, explica Talamo.

El estudio del colgante y el punzón también se realizó mediante metodologías digitales a partir de los escaneos micro-tomográficos de los hallazgos. "Mediante técnicas de modelado 3D, los hallazgos se reconstruyeron virtualmente y el colgante se restauró adecuadamente, lo que permitió realizar mediciones detalladas y respaldar la descripción de las decoraciones", señala el coautor Stefano Benazzi (izquierda), director del Laboratorio de Osteoarqueología y Paleoantropología (BONES Lab) del Departamento. de Patrimonio Cultural, Universidad de Bolonia.

Punzón Stajnia. (A) Imagen original del punzón de la cueva de Stajnia; (B) Modelos digitales 3D reconstruidos del punzón. Las barras de escala son de 1 cm.

El adorno personal fue descubierto en 2010 durante un trabajo de campo dirigido por el coautor, Mikołaj Urbanowski (derecha), entre huesos de animales y algunas herramientas de piedra del Paleolítico superior. A partir del registro arqueológico de la cueva se han identificado ocupaciones separadas a corto plazo de grupos de neandertales y Homo sapiens. La eliminación del colgante probablemente se produjo durante una expedición de caza a las tierras altas de Kraków-Częstochowa, donde el colgante se rompió y quedó en la cueva.

“Este adorno muestra la gran creatividad y la extraordinaria habilidad manual de los miembros del grupo de 'Homo sapiens' que ocupaba el sitio. El grosor de la placa es de aproximadamente 3,7 milímetros, lo que muestra una asombrosa precisión en el tallado de las perforaciones y los dos agujeros para llevarlo”, dice la coautora Wioletta Nowaczewska (izquierda), de la Universidad de Wrocław.

Si la curva en bucle del colgante de la cueva de Stajnia indica un analema lunar o conteos de posibles muertes, seguirá siendo una pregunta abierta. Sin embargo, es fascinante que decoraciones similares aparecieran de forma independiente en toda Europa”, comenta el coautor Adam Nadachowski (derecha), del Instituto de Sistemática y Evolución de los Animales de la Academia Polaca de Ciencias.

En escenarios a gran escala sobre la primera expansión del Homo sapiens en Europa, el territorio de Polonia a menudo se excluye, lo que sugiere que permaneció desierto durante varios milenios después de la desaparición de los neandertales. “Las antigüedades del colgante de marfil y el punzón de hueso encontrados en la cueva de Stajnia demuestran, finalmente, que la dispersión del Homo sapiens en Polonia tuvo lugar ya en Europa central y occidental. Este notable resultado cambiará la perspectiva sobre cuán adaptables fueron estos primeros grupos y pondrá en tela de juicio el modelo monocéntrico de difusión de la innovación artística en el auriñaciense”, dice el coautor Andrea Picin (izquierda), del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig.

Una vista aérea de la cueva de Stajnia en Polonia. Marcin Żarski.

Adornos neandertales

El descubrimiento no es el adorno más antiguo que se conoce, pero sí el primero decorado que se ha encontrado en la zona. En marzo de 2015, la revista PLoS One publicó una investigación en la que se aseguraba que los neandertales crearon adornos hace ya 130.000 años. En este estudio se analizaban las garras de varias águilas diferentes encontradas en 1900 en Krapina, una ciudad de la actual Croacia. Algunas de ellas estaban cortadas y otras mostraban haber sido pulidas. Por estas características de los huesos, los científicos sugirieron que eran parte de un conjunto de adornos y que las manipulaciones eran consecuencia de montar las garras en un collar o en una pulsera.

Garras de águila encontradas en la localidad de Krapina, en el norte de Croacia, un lugar habitado por neandertales, y son el ejemplo más antiguo de 'joyería' descubierto hasta ahora, según los investigadores que las reexaminaron 100 años después de que fueran encontradas.

Simbología en la Prehistoria

De la Torre señala que el descubrimiento del colgante en la cueva de Stajnia "es una muestra de que existía cierta preocupación estética y que probablemente puede estar relacionado con cuestiones identitarias”. Este investigador destaca que el descubrimiento "corrobora que la conducta simbólica era consustancial a las primeras culturas del 'Homo sapiens'. Antes de la aparición de estos, los elementos simbólicos eran muy escasos o prácticamente inexistentes”.

La aptitud para el simbolismo, según defienden determinados biólogos de Universidad de Bolonia en un estudio publicado en el año 2000, está presente no solo en representaciones artísticas y prácticas funerarias, sino que se exhibe a través de todas las manifestaciones de actividad humana o representaciones de fenómenos naturales. Según explican, se puede observar varios tipos de simbolismo: el funcional, basado en fabricación de herramientas, tecnología habitable o alimentaria; el social, referido al lenguaje y la comunicación; y el espiritual, relacionado con prácticas funerarias y expresiones artísticas de todo tipo. A partir de estos términos les permite a los científicos reconocer formas de simbolismos desde los humanos más antiguos.

Actualmente se están realizando más análisis detallados sobre los conjuntos de marfil de la cueva de Stajnia y otros sitios en Polonia, los cuales prometen aportar más información sobre las estrategias de producción de adornos personales en Europa central y oriental.

Fuentes: elpais.com | eurekalert.org | 25 de noviembre de 2021

Un extraordinario mosaico romano y una villa con sus dependencias descubiertos en un campo de agricultores en Rutland, Inglaterra

Imagen parcial del mosaico hallado. Historic England.

Un equipo de arqueólogos ha desenterrado en Rutland, Inglaterra, un poco comúnl mosaico romano y un complejo de una villa circundante al mismo. Todo ello ha sido protegido como Monumento Catalogado por la Secretaría de Esatdo, Cultura y Deporte siguiendo el consejo de Historic England. La decisión es fruto del trabajo arqueológico realizado por el Servicio de Arqueología de la Universidad de Leicester (ULAS), en colaboración con Historic England y el Consejo del Condado de Rutland.

El descubrimiento inicial del mosaico fue realizado durante el periodo de confinamiento en 2020 por Jim Irvine, hijo del terrateniente Brian Naylor, quien se puso en contacto con el equipo arqueológico del Consejo del Condado de Leicestershire, asesores sobre Patrimonio de la autoridad local. Dada la naturaleza excepcional de este hallazgo, Historic England pudo obtener fondos para llevar a cabo investigaciones arqueológicas urgentes en el lugar por parte del ULAS en agosto de 2020. Excavaciones adicionales examinaron más a fondo el lugar en septiembre de 2021. Los restos del mosaico miden 11 por 7 metros y representan parte de la historia del héroe griego Aquiles en su lucha contra el príncipe troyano Héctor .

Vista aérea del yacimiento arqueológico. La habitación principal forma parte de una gran villa ocupada a finales del período romano, entre los siglos III y IV d.C. La villa también está rodeada por una serie de otros edificios. © Archivo Histórico de Inglaterra.

La obra de arte forma el piso de lo que se cree que es un gran comedor o área de entretenimiento. Los mosaicos se usaron en una variedad de edificios públicos y privados en todo el Imperio Romano y, a menudo, representaban figuras famosas de la historia y la mitología. Sin embargo, el mosaico de Rutland es único en el Reino Unido, dado que la temática de Aquiles y su batalla con Héctor al final de la Guerra de Troya es uno de los pocos ejemplos que se pueden encontrar en toda Europa.

La habitacióno gran comedor formaba parte de una gran villa ocupada en el período tardorromano, entre los siglos III y IV d.C. La villa también está rodeada por una variedad de otros edificios y otras estructuras reveladas por un estudio geofísico y una evaluación arqueológica, que incluyen lo que parecen ser graneros con pasillos, edificios circulares y una posible casa de baños, todo dentro de una serie de zanjas limítrofes. Es probable que el complejo haya estado ocupado por una persona adinerada con conocimientos de literatura clásica.

Imagen del mosaico completo in situ, el cual muestra tres paneles (con daños) con el tema troyano de la lucha de Aquiles y Héctor. El mosaico forma el piso de lo que se cree que es un gran comedor
o área de entretenimiento.
Historic England.

Los daños por incendios y las roturas en el mosaico sugieren que el lugar fue posteriormente reutilizado y rediseñado. Otra evidencia descubierta incluye restos humanos dentro de los escombros que cubren el mosaico. Se cree que estos entierros fueron realizados después de que el edificio ya no estuviera ocupado, y, aunque actualmente se desconoce la antigüedad exacta de los mismos, son posteriores al mosaico, si bien están en relación con el edificio de la villa, lo que sugiere una época romana muy tardía o medieval temprana, dada la reutilización de esta estructura. Su descubrimiento da una idea de cómo se pudo haber utilizado este enclave durante el período histórico post-romano, el cual es relativamente poco conocido.

Las evidencias recuperadas serán analizadas por la Universidad de Leicester y por especialistas de Historic England y de todo el Reino Unido, incluido David Neal, el principal experto en mosaicos antguos del país.

La protección como monumento catalogado reconoce la importancia nacional excepcional del mismo. Garantiza que estos restos estén protegidos legalmente y ayuda a combatir posibles trabajos no autorizados o actividades ilegales como la detección de metales sobre el terreno. El lugar ha sido examinado y registrado a fondo en las investigaciones recientes y ahora ha sido cubierto para protegerlo para las generaciones futuras.

Imágenes de los tres paneles del mosaico. Historic England.

El complejo de la villa se encontró dentro de un campo de cultivo donde los restos arqueológicos poco profundos habían sido alterados por el arado y otras actividades agrícolas. Historic England está trabajando con el propietario de la tierra para apoyar la conversión de estos campos en un espacio sostenible de pastos y/o pastizales. Este tipo de esquemas agroambientales son una parte esencial de cómo se puede proteger tanto el medio ambiente con restos históricos como el propiamente natural, para lo que se ha destinado alrededor de 13 millones de libras por año a la conservación y mantenimiento del patrimonio rural. Ello ayuda a preservar sitios como el mosaico de Rutland, a fin de que la gente pueda seguir disfrutándolos en el futuro y conocer su fascinante historia.

En colaboración con la Universidad de Leicester y otras partes interesadas, Historic England está planificando nuevas excavaciones en el sitio para 2022. El yacimiento está en un terreno privado y, por ahora, no es accesible al público.

Al mismo tiempo, se están llevando a cabo conversaciones con el Consejo del Condado de Rutland para explorar la oportunidad de una exhibición e interpretación fuera del enclave del complejo de la villa y sus hallazgos. La forma y el alcance de este trabajo lo dirán los resultados de las excavaciones futuras propuestas y serán objeto de una licitación del Fondo del Patrimonio de la Lotería Nacional.

El Dr. David Neal tomando notas sobre su ilustración durante la excavación del mosaico con estudiantes del ULAS / Universidad de Leicester. Historic England.

John Thomas, subdirector del ULAS y gerente del proyecto de excavaciones, dijo: “Este es sin duda el descubrimiento de mosaicos romanos más importante del Reino Unido en el último siglo. Nos brinda nuevas perspectivas sobre las actitudes de las personas en ese momento, sus vínculos con la literatura clásica y también nos dice mucho sobre el individuo que encargó dichos mosaicos. Se trata de alguien con conocimiento de los clásicos, que tenía el dinero para encargar piezas de tal detalle, y es la primera descripción de este tipo de historias mitológicas que encontramos en Gran Bretaña".

“El hecho de que tengamos el contexto más amplio del complejo circundante también es enormemente significativo, porque excavaciones anteriores en villas romanas solo han podido capturar imágenes parciales de asentamientos como estos, pero el aquí encontrado parece ser un ejemplo muy bien conservado de un villa en su totalidad".

Jim Irvine, quien inicialmente descubrió los restos, dijo: “Un paseo por los campos con la familia se convirtió en un hallazgo increíble. Encontrar algo de cerámica inusual entre el trigo despertó mi interés y motivó un trabajo de investigación adicional. Más tarde, al mirar las imágenes de satélite, vi una marca de corte muy clara, ¡como si alguien la hubiera dibujado en la pantalla de mi computadora con un trozo de tiza! Este fue realmente el momento '¡oh wow!' y el comienzo de la historia.

Jim Irvine (izquierda) en la foto con su padre vio cerámica inusual en el terreno de su propiedad y ello le llevó a investigar más sobre el mismo.

“Su descubrimiento -prosigue Jim Irvine- ha ocupado la mayor parte de mi tiempo libre durante el último año. Entre mi trabajo normal y este, me ha mantenido muy ocupado y ha sido un viaje fascinante. El año pasado ha sido muy emocionante haber estado involucrado en ello y trabajar con los arqueólogos y estudiantes en el yacimiento, ¡y solo puedo imaginar lo que se descubrirá a continuación!"

Duncan Wilson, director ejecutivo de Historic England, adujo: “Haber descubierto un mosaico tan poco común de este tamaño, así como una villa circundante, es extraordinario. Hallazgos como este son muy importantes para ayudarnos a reconstruir nuestra historia compartida. Al proteger este sitio, podemos seguir aprendiendo de él y esperamos con ansias lo que las excavaciones futuras puedan enseñarnos sobre las personas que vivieron aquí hace más de 1.500 años".

El equipo de la Universidad de Leicester durante las excavaciones del piso de mosaico de la villa Rutland. Fotografía: Steven Baker / Archivo histórico de Inglaterra.

Richard Clark, arqueólogo del condado de Leicestershire y Rutland, dijo: “Este ha sido uno de los más extraordinarios descubrimientos arqueológicos en este país, y, por ello, se debe rendir un homenaje total a Jim y su familia por sus acciones rápidas y responsables. Ha sido un privilegio haber estado involucrado en la investigación llevada a término y un placer haber trabajado con un grupo tan hábil de aficionados y profesionales. La villa, su mosaico y el complejo circundante es lo más destacado en la historia arqueológica reciente de Rutland, colocando al condado en un escenario nacional e internacional y proporcionando una visión vívida de la vida y desaparición de la élite local romano-británica en un época de cambios y trastornos notables. La fase final de los entierros hallados es solo uno de los muchos aspectos intrigantes de la investigación".

Nigel Huddleston, Ministro de Patrimonio, señaló: “Este fascinante descubrimiento de un elaborado complejo romano en Rutland nos está ayudando a comprender más sobre nuestra historia. Estoy encantado de haber protegido este lugar para ayudar a realizar más estudios y excavaciones".

Otros hallazgos incluyen restos humanos que pueden datar del período anglosajón. Historic England.

El profesor Nishan Canagarajah, presidente y vicerrector de la Universidad de Leicester, concluye: “Es difícil exagerar la importancia de este descubrimiento y la emoción que sin duda proporcionará a innumerables personas; desde aquellos versados ​​en arqueología romana hasta aquellos con quizás solo un interés pasajero. Habiendo tenido la suerte de visitar el lugar yo mismo, y conocer a algunos de los estudiantes de Leicester de nuestra Escuela de Arqueología e Historia Antigua, los cuales han adquirido experiencia en el mundo real con el ULAS en este importante proyecto, he sido testigo de primera mano del trabajo minucioso, pero cuidadoso, de nuestros arqueólogos, quienes se han comprometido a ampliar nuestro conocimiento de la Gran Bretaña romana".

El descubrimiento de la villa Rutland y del mosaico, que se ha descubierto por primera vez en más de 1.500 años, se presentarán en una filmación como parte del programa televisivo Digging for Britain cuando se haga cargo de ello la BBC Two e iPlayer a principios de 2022.

La anfitriona, la profesora Alice Roberts, advierte al respecto: “Lo que me encanta de 'Digging for Britain' es que, cuando nos dispusimos a filmar la serie, no teníamos idea de los descubrimientos que podrían salir a la luz. Este año, las revelaciones han sido espectaculares, y cada hallazgo nos acerca más a comprender la vida de las personas que alguna vez vivieron en Gran Bretaña. La arqueología te pone en contacto íntimo con la realidad física del pasado ".

Fuentes: University of Leicester | Historic England | bbc.com | 25 de noviembre de 2021