La separación genética entre asiáticos y europeos se produjo hace unos 40.000 años

Hasta muy recientemente apenas se sabía algo sobre la relación genética entre los humanos modernos del Paleolítico Superior (el período de tiempo entre 50.000 y 10.000 años atrás, también llamado Edad de Piedra Tardía) y las poblaciones actuales. Pero con la secuenciación directa del ADN, los investigadores están descubriendo conexiones genéticas inesperadas entre los individuos de los lados opuestos de Eurasia. Tales conexiones sugieren una historia compleja que puede representar un temprano flujo de genes a través de Eurasia o una temprana estructura poblacional que eventualmente dio lugar a europeos y asiáticos.

En una revisión de este panorama, publicada en la revista Trends in Genetics el pasado 25 de enero, científicos de la Academia de Ciencias de China discutieron sobre lo que sabemos acerca de la genética de individuos antiguos de Eurasia (Europa y Asia Occidental) entre 45.000 y 7.500 años atrás. Los autores resumieron el trabajo que investigó los genomas de más de 20 ancestros del árbol genealógico de Eurasia, incluido el llamado Hombre Ust'-Ishim, de hace 45.000 años y hallado en Siberia Central.

"Aparte de estos individuos, es un hecho que el muestreo para la región de Eurasia es escaso para todos los períodos excepto el actual", dice la coautora Qiaomei Fu (izquierda), una paleogenetista de la Academia de Ciencias de China. "Pero con la información de varios individuos disponibles para secuenciar ADN antiguo, tenemos indicios de una interesante estructura poblacional, además de información sobre la migración e interacción en el este de Asia".

Los investigadores descubrieron que en Eurasia, hace entre 45.000 y 35.000 años, estaban presentes al menos cuatro poblaciones distintas. Éstas las constituían los primeros asiáticos y europeos, así como poblaciones con ascendencia apenas hallada -o nada en absoluto- en las poblaciones modernas.

Sin embargo, hace entre 34.000-15.000 años, la secuenciación del ADN muestra que los humanos modernos de Eurasia son similares o bien a los europeos o bien a los asiáticos, lo que sugiere que la separación genética entre asiáticos y europeos probablemente ocurrió antes de hace 40.000 años.

Entre 14.000 y 7.500 años atrás, las poblaciones de Eurasia compartían similitudes genéticas, lo que sugiere una mayor interacción entre poblaciones geográficamente distantes.


Esquema de poblaciones en Eurasia y las Américas de hace 45.000 a 7.500 años. Un resumen de los principales eventos en cada uno de los períodos de tiempo se describe a la izquierda. Crédito: Melinda A.Yang y Qiaomei Fu.

Abreviaturas: AMER, ascendencia relacionada con los nativos americanos actuales y Anzick 1; ANE, ascendencia relacionada con los antiguos eurasiáticos del Norte representados por Mal'ta 1; EAS, ancestros relacionados con los asiáticos orientales actuales y los individuos de Tianyuan y Devil's Gate; EUR, ascendencia relacionada con los antiguos europeos y encontrada parcialmente en los europeos actuales; NE, ascendencia relacionada con una población no muestreada conocida como Eurasia Basal y encontrada en cantidades parciales en poblaciones antiguas y actuales del Cercano Oriente y en los europeos actuales. Las líneas discontinuas indican que no se han encontrado muestras genéticas antiguas para una población con ascendencia inferida.
Los colores indican de manera vaga grupos genéticos entre o dentro de una región, con gradientes de color que muestran las conexiones (es decir, el flujo de genes) que pueden existir entre diferentes poblaciones antiguas.


Estos análisis también revelaron al menos dos eventos de hibridación con poblaciones de neandertales, uno aproximadamente 60.000-50.000 años atrás y otro hace más de 37.000 años. Sin embargo, esta influencia genética neandertal fue disminuyendo gradualmente entre los ancestros arcaicos de los europeos que datan de ~ 37.000-14.000 años atrás.

"Los estudios genéticos de individuos antiguos se han vuelto más frecuentes en los últimos años debido a la tecnología", dice Fu. "Como resultado, ahora podemos ver la presencia de múltiples subpoblaciones distintas en Europa y en Asia, y éstas a su vez contribuyen con diferentes cantidades de ascendencia en subpoblaciones más recientes".

"Ahora mismo es un gran momento para estudiar la genética evolutiva humana, puesto que el desarrollo de la tecnología de secuenciación y de los recursos informáticos minimiza la destrucción de muestras y maximiza la generación y el almacenamiento de datos", dice Fu. "Con grandes conjuntos de datos genómicos actuales y una mayor colaboración internacional para manejar los muchos datos antiguos recientemente secuenciados, existe un gran potencial para comprender la biología de la prehistoria humana de una manera que nunca antes había sido accesible".

De cara al futuro, Fu y sus colegas esperan extender este tipo de secuenciación y análisis para aprender más sobre la prehistoria genética de Asia Oriental y otras regiones, incluyendo Oceanía, África y las Américas. "Todas esas áreas tienen una rica prehistoria humana, particularmente en África, por lo que cualquier ADN antiguo de esos continentes probablemente resolverá algunas preguntas importantes sobre la migración humana", dice ella.

Fuente: phys.org | 25 de enero de 2018

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Divulgando la Historia desde 1998. Bienvenidos a la Cultura.

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