Nuevas investigaciones afirman que el asentamiento humano de Monte Verde (Chile) es 4.000 años más antiguo
El arqueólogo Tom Dillehay no quería volver a Monte Verde. Hace décadas sus descubrimientos en ese famoso enclave en el sur de Chile mostraron que los humanos ocuparon Sudamérica hace 14.500 años, miles de años antes de lo que se pensaba, estimulando una larga y exhaustiva controversia.Ahora, Dillehay, de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville, se ha visto tentado a volver y se prepara para un nuevo debate. Él informa en PLOS ONE que los individuos de Monte Verde realizaron fuegos, cocinaron plantas y carne, y usaron herramientas hace 18.500 años, lo que hace retroceder el poblamiento de las Américas en otros 4.000 años.
Si su equipo está en lo correcto, el descubrimiento "sacudirá tanto la arqueología como la genómica del poblamiento de las Américas", dice el arqueólogo Jon Erlandson (izquierda), de la Universidad de Oregon, en Eugene. Los estudios genéticos indican que los antepasados de paleoindios dejaron Siberia no antes de hace 23.000 años, así que las nuevas dataciones de Dillehay sugieren que no perdieron el tiempo en alcanzar el extremo sur de las Américas.
El hallazgo plantea preguntas sobre el registro arqueológico de América del Norte, donde nadie ha encontrado pruebas ampliamente aceptadas de una ocupación humana antes de hace 14.300 años. "¿Dónde diablos estaban las personas en América del Norte a esa hora?", se pregunta el arqueólogo David Meltzer (derecha), de la Universidad Metodista del Sur, en Dallas, Texas.
Cuando Dillehay comenzó su trabajo en Monte Verde, en la década de 1970, la mayoría de los investigadores pensaban que las gentes de la cultura Clovis, los cuales habían comenzado a practicar caza mayor en América del Norte hace unos 13.000 años (con fechas radiocarbónicas calibradas), fueron los primeros americanos. Cuando Dillehay informó de vestigios de chozas, fuegos, huellas humanas y artefactos, que eran miles de años más antiguos, se vio obligado a defender cada detalle de su excavación a los colegas escépticos. Sin embargo, por ahora, la mayoría de los arqueólogos aceptan la ocupación más antigua de Monte Verde y en algunos otros sitios.
Cuando el gobierno de Chile invitó Dillehay a examinar el alcance total de Monte Verde en un principio se negó. "Estaba cansado de ello", dice. Pero en 2013, por temor a que otro equipo pudiera dañar el yacimiento, regresó, con la esperanza de pasar unas pocas de semanas recogiendo nuevas evidencias vegetales y climáticas mediante la excavación de 50 pequeñas trincheras de prueba a través de un área de 20.000 metros cuadrados. Durante las excavaciones aparecieron 39 artefactos de piedra, incluyendo lascas, un "chopper" y núcleos, todos ellos integrados cerca de las plantas y huesos de animales que habían sido quemados en pequeñas hogueras en 12 áreas. Todo el conjunto sugiere una "presencia efímera, irregular", afirma Dillehay.
Su equipo de datación mediante radiocarbono ha fechado las plantas y huesos de animales entre hace 14.500 y 18.500 años, y quizás incluso hasta 19.000 años atrás. La última Edad de Hielo estaba comenzando a decaer en ese momento, dejando un bosque lluvioso de temperaturas frescas en Monte Verde, a unos 60 kilómetros del Océano Pacífico. Dillehay especula que los primeros paleoindios se trasladaron largo de los corredores de desglaciación entre la costa y los Andes, mientras cazaban paleo-llamas y gonfoterios.
Sin embargo, no todo el mundo está convencido. El arqueólogo Michael Waters (izquierda), del College Station en la Texas A & M University se pregunta si los artefactos de piedra fueron en realidad realizados por el hombre, y dice que el equipo no ha eliminado la posibilidad de que los fuegos fueran naturales.
Dillehay afirma que su equipo encontró algunas herramientas de piedra inequívocas, las cuales son la evidencia más fuerte de una presencia humana en la zona. Sin embargo, señala, que alrededor de un tercio de las herramientas fueron hechas a partir de materiales exóticos, tales como la piedra caliza y el cuarzo blanco, que proceden fuera del área, lo que sugiere que los paleoindios transportaban las herramientas líticas. Meltzer encuentra esto convincente. "Las muestras no gritan 'hechas por la mano del hombre'", en eso está de acuerdo, "pero el grupo de Dillehay ha hecho una evaluación cuidadosa de su forma y de la materia prima... Es una prueba que no podemos ignorar".
Hay mucho en juego, lo que implica la responsabilidad de que Dillehay demuestre, una vez más, su caso. "Supongo que una parte de mi destino es que este maldito sitio simplemente no me dejará marchar", afirmó.
Fuente: Science | Ann Gibbons | Historia y Arqueología |18 de noviembre de 2015 (Traducción de G.C.C.)