El análisis de rayos X ha revelado figuras humanas, animales, patrones geométricos, barcos, e incluso un campamento de cazadores
Un objeto de madera de hace 9.000 años, posiblemente una lanza, que se asemeja a un remo alargado, ha sido recuperado en unas excavaciones en Bolków (Pomerania occidental, Polonia). Lo espectacular del hallazgo es su profusa decoración incisa, estudiada a través de imágenes de rayos X. Sus investigadores han identificado tres figuras humanas, una de ella con una máscara con astas de ciervo, animales, plantas, patrones geométricos, barcos...Las excavaciones se han realizado en las cercanías de un santuario mesolítico, por lo que en principio se ha identificado como un objeto ritual. Afirman incluso que aparecen una serie de caracteres desconocidos y sin precedentes, ¿podrán descifrarse algún día?
Una lanza de hace 9.000 años, hecha de madera y decorada con adornos grabados, ha sido hallada por un equipo de arqueólogos en Bolków, cerca del lago Świdwie, en Pomerania occidental (Polonia). "Este es el único hallazgo de este tipo conocido en Europa", ha remarcado en una entrevista el profesor Tadeusz Galiński.
La lanza se encontraba a más de un metro bajo la superficie de la turba. Su forma recuerda a una hoja de remo alargada. El fragmento conservado es de un tamaño grande, de unos 40 centímetros de longitud y 10 centímetros de anchura. Según el análisis preliminar, el objeto está hecho con madera de fresno.
La lanza hallada en Bolków es un objeto inusual. El profesor Galiński ha señalado que objetos parecidos de este periodo no han sido descubiertos en Europa con anterioridad. El aspecto más singular del hallazgo es la rica decoración en su cara exterior, ligeramente convexa: patrones geométricos y zoomorfos entrelazados.
"La construcción de la lanza, y sobre todo, la presencia de decoración, indican que era un objeto ritual asociado a las creencias de las gentes del Mesolítico que habitaban los asentamientos junto al lago y los campamentos de cazadores", ha afirmado el profesor Galiński.
Las comunidades que vivían en el Mesolítico con frecuencia adornaban los objetos que usaban. En Europa se conocen grabados sobre distintos objetos de asta y hueso de animales, madera, y de forma más rara también en objetos de ambar, sílex y cantos de cuarcita. Representan la riqueza de las estilizadas representaciones de animales de los bosques, pájaros, peces y plantas, además de figuras humanas. "Pero solo unas pocas de ellas pueden ser descifradas", añade Galiński.
En esta ocasión, para descifrar los grabados de la lanza de Bolków los investigadores han empleado imágenes de rayos X.
"Éstas han mostrado la presencia de diferentes combinaciones de patrones geométricos en forma de triángulos independientes y agrupados, líneas en zigzag, diseños en espiga, muescas cortas en horizontal y vertical, y el tema dominante de cortas incisiones perpendiculares, colocadas a lo largo de las líneas. También resultan visibles las representaciones de figuras estilizadas humanas y animales", añade el investigador.
El análisis muestra que la zona central de la imagen formada por los grabados representa una escena ritual con tres figuras humanas. Una de ellas lleva una máscara, hecha con astas muy desarrolladas. "Ciertamente simboliza a un chamán, un guía espiritual de la comunidad", afirma Galiński.
La segunda figura aparece sin ropas, dibujada con una única línea gruesa. Su posición sugiere que está realizando una danza ritual. Sus manos están elevadas hacia arriba. La tercera figura lleva una ropa larga y porta un fardo, posiblemente una ofrenda. La escena tiene lugar el las orillas del lago, junto a dos barcos. En el lado opuesto, al fondo, hay un campamento compuesto por al menos cuatro refugios, representados en forma de varios triángulos esbeltos.
En la maraña de cortes y grabados, los arqueólogos también han identificado imágenes de animales del bosque y pájaros.
"Extremadamente interesante es una serie de caracteres originales y sin precedentes, organizados en una línea inmediata a la escena ritual. Quizá expresen hechizos", aventura el investigador.
La lanza fue descubierta durante las excavaciones en las cercanías de un santuario chamánico del Mesolítico inicial estudiado con anterioridad. Según los arqueólogos hace unos 9.000 años misteriosos rituales tenían lugar en este punto.
Los arqueólogos han estado estudiando las trazas de estas enigmáticas actividades desde 2012. Durante ese tiempo descubrieron, entre otras cosas, un meteorito localizado en el interior de una de las cabañas, un incensario de madera utilizado durante los rituales, una vara con una rara forma, y un objeto hecho de corteza de abedul, descrito como un fragmento de máscara ritual.
Solo el análisis especializado de la edad de la madera con que se hizo la lanza podrá finalmente determinar si el objeto está relacionado con el santuario chamánico.
Fuente: Paleorama
Inscripción de Jerjes / foto Bjørn Christian Tørrissen en Wikimedia
El persa antiguo era la lengua coloquial hablada en el imperio aqueménida, conocida por tablillas y sellos que datan de entre los años 600 y 300 a.C. Hacia el 521 a.C. el rey Dario ordenó la creación de un nuevo alfabeto, al que se dice denominó alfabeto ario, y que fue empleado únicamente para las inscripciones reales. La única de estas inscripciones halladas fuera de lo que hoy es Irán, el antiguo solar persa, se encuentra en la fortaleza de Van junto a las ruinas de Tushpa en Turquía.
La fortaleza de Van, construida en el reino de Urartu (al que los persas llamaban Armenia) en el siglo IX a.C. para proteger y controlar el territorio en torno a su capital, es una gigantesca fortificación de piedra levantada en lo alto de Tushpa, la capital del reino. Una inscripción en la puerta de Balawat de la ciudad asiria de Nimrud es la referencia más antigua que existe sobre la ciudad de Tushpa, y en ella se cita también al rey Salmanasar III. Precisamente otra inscripción en lengua asiria hallada en la zona le atribuye la construcción de una fortificación (entre 859 y 824 a.C.) por lo que los investigadores creen que pudo ser también el fundador de la ciudad.
Hoy en día se considera la ciudadela de Van como el mayor ejemplo que ha subsistido de este tipo de fortalezas masivas levantadas en colinas y salientes rocosos, pero se sabe que existieron muchas otras en la zona.
La fortaleza de Van / foto Bjørn Christian Tørrissen en Wikimedia
Las partes bajas se levantaron con grandes bloques de basalto sin emplear argamasa, mientra que el resto de los muros están construidos con ladrillos, entre los que se alternan hoy los lienzos almenados y las torres, probablemente fruto de la reconstrucción medieval. El aspecto general es el de un bastión o acrópolis imponente, cuyas capacidades defensivas, sin embargo, parece que no eran especialmente buenas. Prueba de ello es que a lo largo de la historia numerosos pueblos tomaron control de Van fácilmente, como los propios persas, partos, romanos, bizantinos, árabes, otomanos e incluso los rusos.
Pero la zona y el yacimiento arqueológico son importantes también porque en una pared rocosa cercana a la fortaleza, y a unos 20 metros de altura se halla la única inscripción real aqueménida encontrada fuera de Irán. Es más, se ha conservado casi en perfecto estado, posiblemente por su situación elevada. Consta de tres columnas de texto con 27 líneas cada una, escritas en persa antiguo, babilonio y elamita, constituyendo una especie de piedra rosetta de estos tres lenguajes.
Ruinas de Tushpa vistas desde la fortaleza / foto Alexandros.Papadopoulos en Wikimedia
Fue mandada hacer por Jerjes I en algún momento entre el 485 y 465 a.C., utilizando un nicho originalmente cavado por su padre Dario, tal y como se relata en la propia inscripción:
El rey Darío, mi padre, por la gracia de Ahura Mazda construyó muchas cosas buenas, y dio orden de cavar este nicho, pero como no hizo ninguna inscripción ordené que fuera hecha.
Cuando la inscripción fue redescubierta a principios del siglo XIX y se publicó en los círculos académicos occidentales en 1836, el profesor Eugène Burnouf comparó su contenido con el de otras inscripciones encontradas en Irán, y se dió cuenta de que repetían una misma lista de satrapías, las provincias del imperio, lo cual le llevó a descifrar correctamente hasta 30 letras del nuevo alfabeto de Darío. Su contribución fue esencial para el posterior desciframiento del persa antiguo.
Fuente: La Brújula Verde
Arqueólogos chinos decubrieron el esqueleto de un hombre que murió entre 2,500 y 2,800 años atrás, cubierto con una mortaja de cannabis. El hallazgo se realizó en la cuenca de Turpan, al noroeste del país.
En un informe publicado en la revista Economic Botany , el arqueólogo Hongen Jiang y sus colegas describen el entierro de un hombre adulto de aproximadamente 35 años de edad, con rasgos caucásicos en la cuenca de Turpan de China. El cadáver del hombre habría sido colocado sobre una cama de madera con una almohada de caña debajo de su cabeza, y de acuerdo con National Geographic “Trece plantas de cannabis, cada una de hasta casi tres pies de largo y que fueron colocados en diagonal sobre el pecho del hombre, con las raíces orientadas por debajo de la pelvis y la parte superior de las plantas que se extienden desde justo debajo de la barbilla, hacia arriba y junto con el lado izquierdo de la cara “.
El esqueleto fue identificado como de un hombre de raza blanca, de aproximadamente 35 años de edad. Tenía una alomohada de sauce bajo su cabeza y una cubierta de cannabis sobre el pecho hasta abajo de su pelvis. El esqueleto estaba en una de las 240 tumbas que integran el cementerio Jiayi. Las personas que vivían en la zona en ese momento eran parte de un reino de hace 3,000 a 2,000 años conocido como el Subeixi.
Según Jiang, el descubrimiento de la sepultura se agrega a una colección cada vez mayor de evidencias arqueológicas que muestran que el consumo de cannabis era “muy popular” a través de las estepas euroasiáticas miles de años atrás.
La datación por radiocarbono indican que el entierro tuvo lugar hace aproximadamente sobre unos 2.400 a 2.800 años. Es un descubrimiento sin precedentes, las antiguas plantas de cannabis fueron descubiertas en un estado completo y bien conservado. Los investigadores sospechan que la marihuana se cultivaba y se cosechaba por su resina psicoactiva, que podría haber sido inhalada como una especie de incienso o consumida en una bebida con fines rituales o medicinales.
Los investigadores señalan que otros ejemplos de consumo de cannabis se han encontrado en las otras tumbas cercanas, pero no como mortajas, principalmente eran simplemente semillas o simplemente hojas arrojados a una fosa antes del entierro. Señalan que su hallazgo es el primero en tener plantas de cannabis completas y la primera vez que ha sido utilizado como mortaja.
Mary Beard lo sabe -casi- todo sobre la Antigua Roma. Mary Beard es inteligente, polémica, el rostro más visible de la investigación sobre la Roma clásica y la flamante nueva Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2016. Un terremoto de persona que le pega un repaso al Senado y al pueblo romano en su último libro, 'SPQR', traducido este año al español, y que estos días presenta en España.
PREGUNTA. Usted ha hablado abiertamente de la preponderancia del género masculino dentro de los ambientes académicos. ¿Cree que recibir este Premio Princesa de Asturias conlleva un valor simbólico en ese sentido?
RESPUESTA. Espero que de verdad tenga un valor simbólico, sí. Es maravilloso pensar que el reconocimiento es para mí, pero también por el campo de estudio y por el papel de la mujer en ese campo. Para mí, la experiencia académica ha sido muy ambivalente; fui a una universidad en la que había una amplia mayoría de alumnos hombres... y todavía la sigue habiendo. Mi entorno de trabajo es muy específico y puede ser bastante duro. He de decir también que casi todos estos hombres me han apoyado mucho. También he trabajado en una facultad de Cambridge eminentemente femenina, y eso es muy importante porque he podido exclamar sin problemas: '¡Oh, me he olvidado las cosas de los niños!', y todas esas cuestiones de las que las madres se preocupan y de las que los padres suelen pasar. Hay un sexismo institucional dentro de Cambridge, sin duda. Pero, personalmente, mis compañeros me han apoyado muchísimo.
P. En muchas entrevistas la describen como una mujer fuerte, sí, directa. Cuando le han atacado los 'trolls' de la red, se ha defendido sin pelos en la lengua. Lo que me resulta extraño es que se resalte esa actitud como algo extraordinario, simplemente por el hecho de ser mujer. ¿Qué opina?
R. Exacto. Nadie resaltaría eso de un hombre. Simplemente no se hablaría de ello. De la mujer se espera que sea resiliente. Pero también creo que un hombre no sería sujeto del mismo tipo de insultos como los que yo he vivido. Ataques producidos por una misoginia viciosa. Me han llegado a decir: "Quiero cortarte la cabeza y violarte". Cuando te paras a pensarlo, es muy loco. Es absolutamente vil. Lo que se espera de las mujeres es que se aguanten. Y se enfatiza la pasividad de la mujer. Y esperan que a alguien que suelta mierda absolutamente vil sobre ti no le contestes, porque les estás retroalimentando. Si entraran en un bar y un tío en una esquina fuese y te dijese "quiero cortarte la cabeza y violarte", ¿qué harías?
P. Escribe ensayos, protagoniza documentales, su cara es habitual de la televisión, ¿cuál es la fórmula para hacer que la historia mole?
R. No creo que haya una única fórmula. Es bueno que haya muchas formas de hacerlo, pero odio cuando en televisión sale gente disfrazada de romano, vistiendo togas y diciendo frases como "Pásame las uvas, Marco". No me gustan las recreaciones. ¡Sólo quiero que paren! Pero estoy convencida de que la tele puede hacer muchas cosas por la historia. Puedes llevar a alguien que no es un experto, y al que se le da una pequeña cuota de libertad, a elegir ver un programa en el que tú eres el que sabe y a confiar en ti. Es una forma de impulsar el trabajo que se hace en la universidad, de compartir los estudios y darlos a conocer a un grupo de gente más amplio incluso que los lectores de libros. Eso sí, sería muy aburrido si en todos los programas de historia hicieran lo que yo hago.
P. Uno de los aspectos más aplaudidos de su obra es su intento de acercar la divulgación histórica a un público que, aparentemente, no es el público habitual. ¿Cómo consigue despertar el interés de los lectores por la Roma Antigua?
R. Lo importante es, a quien quiera que estés hablando, no hacerlo como si fuera estúpido. Quizá esa persona no sepa mucho de historia aún, pero si está aunque sea levemente interesada en historia romana, puedes conectar con ella. Utilizo la misma idea con mis alumnos. Tienes que explicar algo a gente que a lo mejor no parte del mismo nivel de conocimiento. Y la única forma de hacer que alguien se interese en algo es hablarle de lo que realmente te interesa a ti. Odio esas historias dirigidas a grandes audiencias que tratan al lector como si fuese estúpido. No es estúpido, simplemente hay cosas que no sabe.
P. Y eso cuando están desapareciendo muchas carreras de Humanidades de las universidades...
R. Lo que tenemos que hacer es seguir defendiendo las Humanidades. Si le preguntas a la gente si quiere un mundo en el que nadie estudie Historia o Filosofía, todo el mundo te va a decir que no. Claro que vas a encontrar a gente que te diga que lo único que deberíamos estudiar en el mundo es Informática. Obviamente hay un problema con los medios, con la financiación, sobre todo en estos momentos de austeridad. Creo que todo lo que podemos hacer es seguir defendiendo las carreras de Humanidades, manifestando que no queremos un mundo en el que nadie pueda leer a Virgilio. No queremos eso.
P. ¿Y qué opina de historiadores como Harari, que en su último libro predice un futuro centrado en la biotecnología y la inteligencia artificial, con la desaparición de los valores humanistas?
R. Creo que es una exageración muy loca. Su primer libro es bueno, pero este último no. Piense en el futuro del libro en sí mismo; hace años todo el mundo decía que el libro había muerto. No sé aquí, pero en Gran Bretaña el 'ebook' no ha llegado a dominar el mercado. La gente compra 'ebooks' para algo específico, del tipo 'me voy de vacaciones y quiero meter 25 libros', y les gusta llevarlos en el Kindle. Genial. Sin embargo, ha crecido, de hecho, el interés en los libros: hay algo material, algo orgánico, algo agradable intrínseco al objeto. Creo que es extremadamente fácil tener estas visiones geniales del futuro donde la vida será terrible, donde todo estará mecanizado y no habrá cultura y donde estaremos enganchados a una máquina. ¡Hay que tener un poquito de fe en el ser humano!
P. Volviendo a la actualidad y al papel de la mujer en la historia; hace poco Playmobil fue a comercializar una colección sobre las grandes figuras de la historia. No había ninguna mujer. ¿Es culpa de la propia Historia o de esa visión actual que borra a las pocas que hay en ella?
R. Una mezcla de las dos cosas. Cuando esta gente se sienta en una mesa a pensar en las grandes figuras de la Historia para diseñar los personajes de la colección de Playmobil, suelen pensar en hombres. Suelen pensar en Julio César, Napoleón... Tiene que haber una mujer en la mesa que diga: 'Disculpen, ¿dónde están las mujeres?'. En muchas ocasiones sólo tienes que decir: '¡Parad, esperad un momento! Aquí también hay mujeres'. Pero creo que también hay un problema con lo que se considera como importante. Si decimos que “era un gran conquistador romano”, eso es algo que la gente admira. Entonces, ¿cómo podemos volver a inscribir a las mujeres dentro de la historia? Tienes que cambiar los temas de los que se hablan en los libros de historia. Tienes que pensar de forma diferente.
P. Precisamente, lo novedoso en sus libros es que no centra sus temas exclusivamente en las grandes figuras de la Antigua Roma, que es lo que viene siendo habitual, sino que también cambia el punto de vista y pone la atención en la gente común...
R. Exacto. Y creo que es terriblemente importante. El problema es que se ve la historia como si sólo tratase de guerras y grupos de hombres poderosos que eran muy ricos y tomaban decisiones, sin tener en cuenta al resto del pueblo. La historia trata de la experiencia de todo el mundo. Así que también trata de la experiencia de la gente ordinaria, del panadero o del vendedor, o lo que sea... Si les preguntas a los estudiantes universitarios en quién piensan cuando piensan en la Antigua Roma, suelen identificarse con Julio César, Claudio, Livia... ¡Esperad! ¿Y el esclavo? ¿Y el campesino?
P. En 'SPQR' relata precisamente que, gracias a ciertos avances técnicos, podemos saber en qué consistía la dieta de un ciudadano ordinario de Roma a través del análisis de sus restos fecales...
R. Exacto. Antes se asumía que esa gente se quedaba fuera de la historia porque no podíamos saber nada sobre ellos. En realidad, con decir "vamos a investigar un poco", aparece mucho que decir sobre ellos.
P. En 'SPQR' abarca hasta el edicto de Caracalla, que promulgaba la ciudadanía romana de todos los habitantes del Imperio. Hoy en día, con la crisis de refugiados, la xenofobia creciente, ¿nos hemos colocado por detrás de los romanos en cuestiones de integración?
R. No creo que tengamos nada que aprender en el sentido de que no podemos encontrar las respuestas que buscamos en los romanos y no podemos aplicarlas al contexto actual. Pero de otra forma, creo que nos ayuda a pensar más esforzadamente sobre nuestros problemas y sobre nuestro punto de vista tan limitado sobre esos problemas. Coges un concepto como "inmigrante ilegal", algo que ahora parece totalmente obvio, pero que sería absolutamente incomprensible para cualquier romano de esa época. No quiere decir necesariamente que no tenga que haber ninguna frontera, claro, pero creo que implica directamente nuestra forma de pensar. Hay que acordarse de que había civilizaciones que no lo veían en esos términos, de dónde a dónde van los límites de unas tierras, quién puede cruzarlos, pasaportes y visados... El mundo sobrevivió sin ellos.
P. Un sistema en el que el Estado era consciente de que se sustentaba sobre los ciudadanos y no un Estado que los dominaba, ¿no?
R. Había una visión diferente sobre lo que constituía el Estado, que es de hecho el título de mi libro: 'SPQR', Senatus PopulusQue Romanus' [El Senado y el pueblo de Roma] y eso ya está definiendo lo que era Roma, como una institución construida por personas individuales. Cualquier romano se llamaría a sí mismo 'Romani', es decir, romano, no Roma. Y esto mantiene el foco en la idea de que es la gente, el pueblo, la que determina lo que es el Estado. No al revés.
P. Muchas veces, en política se viven episodios que podrían recordar al enfrentamiento de Cicerón y Catilina, el capítulo que abre 'SPQR'. ¿Les recomendaría a los políticos leer un poco más sobre las traiciones y las conjuras de la Antigua Roma?
R. Creo que les ayudaría, no porque les fuese a dar respuestas, porque algunas de los problemas a los que nos enfrentamos aparecen descritos de una manera muy clara y precisa. Y también en el debate político moderno, desde el Renacimiento hasta ahora, se ha visto refinado y se ha debatido siguiendo los mismos asuntos. La gente siempre ha conocido a Cicerón y Catilina. Y a todos los ancestros que nos han provisto de nuestra filosofía política referían continuamente a Cicerón y Catilina. Eso te da un conocimiento de lo que subyace en tus propias ideas políticas además permitirte conocer a los romanos.
Fuente: elconfidencial.com | 6 de octubre de 2016
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Mary Beard: Ninguno querríamos estar vivos en la Roma antigua

Asesinatos, vertederos llenos de recién nacidos, esclavos... La Roma antigua era "tan brutal" que "ninguno querríamos estar vivos" entonces, asegura la clasicista Mary Beard, para quien esa quizá sea una de las razones por las que su ensayo sobre el imperio de los césares, "SPQR", va por la tercera edición.
Beard es catedrática en la universidad de Cambridge, divulgadora de historia, editora especializada del Times Literary Supplement, protagonista de la serie documental "Roma, un imperio sin límites" en el canal #0, y último Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, que recibirá el próximo día 21 en Oviedo.
Aún no sabe lo que dirá ese día y le será "difícil" porque dispondrá solo de 5 minutos: "Lo que es seguro es que será sobre los romanos y las mujeres. Tengo 61 años y soy bastante dura. Las mujeres mayores -reivindica en una entrevista con EFE- podemos enfrentarnos al mundo y no hace falta teñirse el pelo para ello", bromea, mientras se toca su largo pelo canoso.
"Una de las cosas que he conseguido hacer es representarme a mí misma, como mujer y como ser resistente. Si pudiese ayudar a otras mujeres a enfrentarse a los idiotas que están ahí fuera y que intentan que no hagan lo que quieren hacer ya me parecería bien", añade.
Está "simplemente encantada" con la repercusión que está teniendo su ensayo, editado en castellano por Crítica, y asegura riéndose que "se da por satisfecha" si la mitad de la gente que lo ha comprado lo lee "hasta la última página" (la 646, concretamente).
"Quería hacer algo que llegase al público, pero no tratando a los lectores como tontos. Son las mismas ideas que enseño a mis alumnos en Cambridge. No es una versión fácil, desleída, sino académica pero sin tecnicismos", asegura.
El mundo romano, el que surgió de una pequeña aldea en el siglo IV a.C. y se convirtió en el centro de un imperio que se expandió por todo el mundo conocido, "fascina" en el siglo XXI, como bien muestran los éxitos de taquilla de "Gladiator" o las ventas de su propio libro, porque, dice, enseña el poder "tal y como es".
"Era todo bastante brutal, con soluciones expeditivas que asociamos solo a las más terrible dictaduras. Ninguno de nosotros querríamos estar vivos en la Roma antigua, sería terriblemente atroz para nuestra cultura. Son brutales pero ven las cosas tal y como son y actúan en consecuencia, con esa ironía tan astuta que les caracteriza", argumenta.
La británica se apoya para su relato en mucho de lo que dejó escrito Cicerón (106 a.C.-43 a.C.) y precisa que en los textos que se conservan de él y de otros "hay mucha fantasía romana, muy distinta a la nuestra, en el sentido de que incluyen excesos extravagantemente sádicos que no parecen muy verosímiles aunque se hayan aceptado como buenos".
"Los romanos tenían mucho interés en las luchas de gladiadores, pero me da la sensación de que nosotros más aún. No quiero privar a los lectores del mito", se ríe de nuevo.
Le encantó, subraya, "Gladiator", "una de las más extravagantes de romanos que se han hecho, pero la propuesta es muy brillante y hay cosas como el tratamiento a los esclavos, como meros objetos, invisibles, que dan muchas lecciones en las que hay que pensar".
Es una gran ironía, dice, que en la Roma antigua fuera relativamente frecuente que esos "objetos" -los esclavos- fueran "liberados" por sus amos e incluso alcanzaran la ciudadanía, mientras que ahora los refugiados, "que nadie discute que son personas, nunca pueden tener esa consideración de ciudadanos con iguales derechos".
"En el imperio romano jamás existió el concepto de 'inmigrante ilegal', aunque no quiero decir con esto que tengamos que hacer las cosas como los romanos, pero es verdad que somos muy rígidos a la hora de conceder la ciudadanía", sostiene.
En su libro evidencia que hay muchos personajes históricos tratados injustamente, entre ellos Calígula -que debe su nombre al apodo que le pusieron de niño, "botitas"-: "Era tremendamente popular pero en cada reseña que hay sobre él se le trata de forma muy hostil y se cuentan barbaridades", entre ellas su relación incestuosa con sus hermanas.
Le ha parecido "muy emocionante a la vez que muy aburrido" rodar la serie que emite #0, porque "hay que parar y esperar y repetir cosas, pero, la oportunidad de ir, por ejemplo, a la Argelia romana es única". EFE
Fuente:elconfidencial.com | 5 de octubre de 2016
Ibeas de Juarros, 6 de octubre de 2016. El Museo de Gibraltar y la Fundación Atapuerca han acordado crear una red cooperativa de equipos científicos de investigación sobre la evolución humana asociados a yacimientos incluidos en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Las cuevas de Gorham, situadas en la cara Este del peñón de Gibraltar, obtuvieron dicho reconocimiento el pasado 15 de julio, mientras que los yacimientos de Atapuerca lo recibieron el 30 de noviembre del año 2000.
Tanto el Museo de Gibraltar como la Fundación Atapuerca consideran muy importante que los equipos científicos que desarrollan sus investigaciones sobre la evolución humana en sitios arqueológicos que tienen en común el reconocimiento internacional de la UNESCO se concierten para actuar en red, dada la naturaleza complementaria de sus investigaciones científicas y la similitud de muchos de los retos y planteamientos a los que se enfrentan.
Cueva de Gorham
Además, en este marco de cooperación recíproca, ambas entidades han firmado un convenio para que la Fundación Atapuerca pueda colaborar en la gestión, puesta en valor y difusión pública del yacimiento de las Cuevas de Gorham y de los resultados de la investigación científica relacionada con ella. El convenio ha sido firmado por Clive Finlayson, director del Museo de Gibraltar y del Proyecto científico de las Cuevas de Gorham, y por Eudald Carbonell, vicepresidente y director general de la Fundación Atapuerca. La firma se ha formalizado el 21 de septiembre, al día siguiente de la entrega solemne de la acreditación de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO a las autoridades de Gibraltar.
El acto de firma ha tenido lugar en la zona de acceso restringido de la misma Cueva de Gorham, en presencia de Helen MacLagan, directora de cultura de la comisión nacional de la UNESCO en Gran Bretaña; de Geraldine Finlayson, co-directora del Museo de Gibraltar; de Marcello Sanguinetti, gerente del proyecto Patrimonio Mundial de las Cuevas de Gorham; de Fran Giles, especialista en arqueología paleolítica del Museo de Gibraltar; de Jordi Rossell, miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca, que desde hace seis años compatibiliza su labor de excavación e investigación en Atapuerca con la misma labor en las Cuevas de Gorham; y de José Ponga, secretario de la Fundación Atapuerca.
En desarrollo de este acuerdo, el Museo de Gibraltar podrá solicitar de la Fundación Atapuerca los profesionales idóneos de su estructura y del Equipo de Investigación de Atapuerca para cuestiones relacionadas con las Cuevas de Gorham. Miembros del Equipo de Investigación de Atapuerca, entre los que se cuenta Jordi Rossell, forman parte desde hace seis años del equipo multidisciplinar de las excavaciones que dirige Clive Finlayson en esas cuevas. Parte relevante de los resultados de estas excavaciones, que evidencia la capacidad de los neandertales para el pensamiento simbólico, despertaron gran interés en 2014 en Burgos, en el XVII Congreso Mundial de la Unión Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas (UISPP), organizado por la Fundación Atapuerca.
En la foto se dan la mano Clive Finlayson y Eudald Carbonell. Detrás de ellos, de izquierda a derecha, la Dra. Geraldine Finlayson, la Dra. Helen MacLagan, el Dr. Jordi Rosell, Fran Giles y Marcello Sanguinetti
Por su parte, las líneas nuevas de investigación desarrolladas por el equipo del Museo de Gibraltar en relación con la modelización de los ecosistemas ocupados por los neandertales y humanos modernos, la cuantificación del medio y del comportamiento de los propios homínidos, y los impactos del cambio climático gracias a esta colaboración podrán ser ampliadas a marcos aun mas amplios en el espacio y el tiempo. Atapuerca, y otros yacimientos de importancia global que se puedan unir a la nueva red, pueden convertirse en modelos a seguir en futuras investigaciones punteras que ambas instituciones realicen dentro de esta línea de investigación ecológica.
El Complejo de las Cuevas de Gorham, considerado uno de los últimos lugares habitados por neandertales, fue descubierto en 1907, pero no fue hasta los años 40 del siglo pasado cuando adquirió importancia como yacimiento arqueológico. Se han encontrado evidencias de que los neandertales, que vivieron allí durante más de 125 mil años, sobrevivieron a los grandes cambios climáticos en este refugio glaciar. Asimismo, los estudios llevados a cabo en estas cuevas muestran que los comportamientos de las poblaciones gibraltareñas de neandertales y de Homo sapiens apenas diferían.