Arqueólogos hallan dos nuevos esqueletos de bebés de los siglos I o II en la excavación de A Lanzada


Una de las técnicas señala los esqueletos localizados. // G. Santos

Los trabajos realizados en el yacimiento de A Lanzada por el equipo de Arqueología de la Diputación han permitido localizar dos nuevos esqueletos. Apenas unas semanas después de que se hallaran los restos de "Cornelia" y otros cuatro bebés muy cerca, los arqueólogos acaban de encontrar los huesos de otros dos niños, menores de un año, datados entre aproximadamente los siglos I y II.
Los esqueletos de ambos dos bebés se encontraron bastante completos, a pesar de que debido al componente matriz de la tierra donde se encontraron, arcilla, los huesos sufrieron un importante daño al quedar muy aplastados. Aún así, el equipo de arqueología señaló que, a la vez, las características propias de la arcilla permitieron que su estado de conservación sea bastante bueno.

Los cuerpos fueron encontrados un encima del otro en medio de una escombrera, a diferencia de "Cornelia" y los bebés encontrados con anterioridad, cuyos cuerpos fueron enterrados. Los materiales encontrados en esta escombrera, en el que se trabaja desde hace más de dos meses, datan del siglo I, pero son precisamente estos materiales los que dificultan el datado de los cuerpos. A pesar de esto, tanto el equipo de arqueología como la doctora y antropóloga Física, Olalla López Costas (izquierda), piensan que no habría mucha diferencia temporal entre estos restos y los cuerpos encontrados, por lo que encuadran los cuerpos en ese incluso siglo o en el siglo II.

Lo que sí confirmó Olalla López Costas es que ambos bebés tenían menos de un año en el momento de fallecer, aunque en un primero momento se pensaba que uno de ellos podría ser de mayor edad ya que poseía un gran cráneo. Una de las hipótesis que se baraja es que puedan ser gemelos, pero este dato no pudo ser aún confirmado la falta de elaborar estudios. Ayer mismo los hallazgos fueron trasladados a la Universidad de Santiago de Compostela ya que se teme que las lluvias de estos días puede dañarlos.

15.000 piezas

Los trabajos realizados en el castro de A Lanzada hasta ahora ya depararon el hallazgo de más de 15.000 piezas en total. Aproximadamente 500 de ellas son de cerámica romana de lujo, y también se encontraron ocho monedas de bronce romano que se encuentran en estos momentos en proceso de estudio y de limpieza.

El equipo de arqueología de la Diputación retomó las excavaciones a principios de este mes para cumplir el proyecto establecido en el Protocolo con el Ministerio de Fomento, concretamente completando el programa en el castro de Noalla, al tiempo que ya encargó la redacción del proyecto de consolidación definitiva que, si Fomento no asume, llevará a cabo cuando terminen las excavaciones. La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, había señalado al anunciar esta decisión que "se trata de una decisión responsable y coherente con nuestra apuesta por el respeto al patrimonio ante la desidia del ministerio. Aun así, espero que en Madrid reaccionen y decidan cumplir con sus deberes".

La arqueóloga Clara Toscano apunta a una posible epidemia de malaria como causa de la decadencia de Tartesos

Cartel de las XIX Jornadas de Arqueología y Territorio de Aljaraque.

En su tesis doctoral, la onubense establece esta nueva hipótesis para explicar la llamada 'crisis del s.VI a.C.', que dio lugar a la decadencia tartésica y el nacimiento del periodo turdetano. Sobre ello hablará la experta en las Jornadas de Patrimonio de Aljaraque el próximo 19 de octubre.

A.R.E. Aljaraque celebra del 19 al 22 de octubre en el Teatro Cinema Corrales sus XIX Jornadas de Arqueología y Territorio, un evento organizado por la Asociación Cultural Kalathoussa y el Ayuntamiento de la localidad que este año lleva por título ‘Arqueología, territorio y geografía histórica en Huelva. El poblamiento del litoral onubense desde la Prehistoria a Época Contemporánea (II parte)’.

Bajo la dirección y coordinación del doctor en Humanidades Pedro Campos Jara y el catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Huelva Jesús Monteagudo López-Menchero, las Jornadas volverán a ser un espacio para el conocimiento y el debate sobre la arqueología, la historia y el espacio geográfico onubense.


La doctora en Arqueología Clara Toscano Pérez.

Una de las conferenciantes de esta edición es la doctora en Arqueología Clara Toscano Pérez, quien ofrecerá la charla ‘El litoral onubense en época turdetana: entre Tarteso y Roma’. Y es que esta historiadora de 34 años especializada en Arqueología y Patrimonio es toda una experta en esta etapa histórica, la cual analiza en profundidad en su tesis doctoral ‘La Turdetania atlántica en el Suroeste hispano: dinámica poblacional y evolución cultural’, trabajo con el que obtuvo la calificación Cum Laude y una mención internacional.


Restos turdetanos de un santuario en la calle Méndez Núñez de Huelva.

La época turdetana se entiende como unperiodo bisagra entre la época tartésica y romana. Como Clara explica, “étnicamente se ha usado por la investigación para tratar a la población indígena del suroeste peninsular antes de la llegada de los romanos. De este modo se hacía una distinción entre indígenas y fenicios, púnicos, griegos y celtas. La realidad no es tan sencilla y cuadriculada, pues realmente el término turdetano es la denominación utilizada en época romana para referirse al suroeste peninsular(normalmente es una referencia geográfica, no étnica), como heredero directo de “Tarteso”, que no es más que el término usado por los griegos para referirse a ese mismo lugar. No obstante, la comunidad científica ha usado esta diferenciación para realizar una distinción artificial y estudiar ambas épocas de manera separada, de modo que lo “tartésico” llegaría hasta el s. VI a.C., momento a partir del cual hablamos de “turdetano”, cuyo final llegaría hasta época romana. A nuestro juicio es un error metodológico que ha acabado por generar una idea equivocada en el imaginario colectivo, que las trata como sociedades diferentes”.


Vista aérea de Tejada la Vieja.

En suma, lo turdetano hace referencia a la continuación de lo tartésico a partir del siglo VI a.C., población que se asentaba en el suroeste de la Península Ibérica. Este periodo histórico ha sido asociado tradicionalmente a una etapa un tanto oscura, de la cual prácticamente no se habían realizado investigaciones de conjunto.

De hecho, siempre hemos oídos hablar mucho de Tartesos y Roma, pero poco o nada de la Turdetania, hecho que Toscano achaca a “la escasez de investigaciones y la poca monumentalidad de los hallazgos arqueológicos en comparación con los de época tartésica. La exaltación de lo tartésico y la idea de que lo turdetano no es más que su decadencia propició que los investigadores se centraran más en la primera en detrimento de la segunda época”.


Cabeza Melkart localizada en Isla Saltés, un objeto también de época turdetana.

Este desinterés por parte de la comunidad científica llamó la atención de la arqueóloga onubense, quien tomó la decisión de focalizar sus estudios en esta fase histórica desconocida, encontrando además un gran apoyo para ello en el grupo de investigación de la Universidad de Huelva “VRBANITAS. Arqueología y Patrimonio”, que engloba el sustrato previo a la época romana dentro de una de sus líneas de investigación.

Fruto de su trabajo es su tesis doctoral, cuya principal aportación ha sido lareconstrucción del proceso histórico de la sociedad que habitó el suroeste de la Península Ibérica en la II Edad de Hierro, atendiendo a la evolución en clave diacrónica, es decir, en el tiempo, del territorio. Dentro de ésta la doctora trata los aspectos sociales, culturales, económicos, políticos y religiosos desde un triple nivel de análisis: el micro, con el estudio de cada uno de los asentamientos en clave diacrónica; meso, centrado en la Tierra Llana de Huelva; y el análisis macro, con el establecimiento de paralelos en el estudio de la Turdetania.


Zona de excavación en Tejada la Vieja.

Un tema principal que aborda Clara Toscano es una nueva hipótesis para explicar la denominada “crisis del s.VI a.C.” (la sociedad de la época entra en decadencia y sufre una reestructuración), que achaca a las consecuencias de un brote epidémico de malaria falciparum, pues en el suroeste peninsular se contaría con loscondicionantes necesarios para la propagación de la enfermedad: factores ambientales propicios, existencia de vector y hospedador, importante roturación del suelo en momentos inmediatamente anteriores, incremento demográfico seguido de alta inmigración y condiciones de salubridad pobres. “Lo anterior explicaría la incidencia desigual en unas zonas u otras, independientemente de su actividad económica o localización, pues dependería del grado de desarrollo de la enfermedad, cuya recuperación en unos 50 años viene a coincidir con el tiempo que duraron los cambios en el suroeste peninsular en el s. VI a.C.”, afirma la arqueóloga.

Asimismo, Toscano añade que a estas evidencias indirectas habría que sumarles laaparición de una mutación genética llamada talasemia o anemia mediterránea, un tipo de anemia hereditaria cuya propagación está relacionada con los brotes o epidemias de malaria, a la que es inmune. Como explica Clara, “se pueden diferenciar distintos focos de expansión de la enfermedad, asimilables a los diversos genes mutados, que indica una respuesta diferente a la malaria en el pasado. El foco del Mediterráneo occidental tiene una mutación diferente a la de Italia y Grecia, lo que se ha puesto en relación con la expansión desde el norte de África hacia Sicilia, Cerdeña y la Península Ibérica durante el I milenio a.C. Pero podemos acotar un poco más la expansión de la talasemia al fijarse en la zona sarda (Cerdeña) a partir del s. VI a.C., lo que viene a coincidir cronológicamente con las evidencias compatibles con beta talasemia de los restos óseos de una tumba de la necrópolis de Gadir”.


Pebetero de época turdetana localizado en El Terrón (Lepe).

Otra de las aportaciones fundamentales que realiza la tesis de la doctora Toscano es el cambio en el patrón de asentamiento que tiene lugar durante los siglos V y IV a.C. en el suroeste peninsular, con su máxima expresión en el s. IV a.C., una centuria clave en la II Edad de Hierro peninsular. “De este siglo nos interesa profundamente explicar la complejidad étnica, con el factor púnico que se suma a la complicación ya existente, y su evidencia en el territorio o la cultura material”, afirma la onubense.
Lo acaecido en la Tierra Llana de Huelva no supone un caso único dentro de los comportamientos de los asentamientos vecinos. Por contra, se inserta dentro del proceso general que afectó a todo el territorio del suroeste peninsular de similar manera, de modo que se tornaron habituales los asentamientos costeros dedicados a la explotación de las riquezas que ofrece el ecotono, tanto salazones como salinas. “Si bien es cierto que ésta sería una actividad heredada del anterior mundo fenicio, no lo es menos que ahora quedaría intensificada sobremanera en la zona gaditana, que es donde se tiene mejor constatación, aunque sospechamos que conforme avancen los estudios en la costa onubense, los vestigios de lugares de explotación salazonera en momentos prerromanos se multiplicarán”, apunta Clara Toscano.


Muro de Droop, en Niebla, de época tartésica.

A colación de lo anterior, la arqueóloga afirma que el litoral onubense en la época turdetana no sería muy diferente de como es en la actualidad. De hecho, muchos de los asentamientos de este periodo se localizan cerca de la línea de costa, en las desembocaduras de los ríos, con el objeto de aprovechar los recursos que este medio les ofrecía.

Pero los poblados estaban repartidos por diferentes puntos de la geografía, no sólo en la costa. De ello dan buena fe los restos encontrados en diferentes enclaves onubenses, desde Huelva a Tejada la Vieja (Escacena del Campo), el Cerro de la Matanza (Escacena del Campo), Tejada la Nueva (Escacena y Paterna del Campo), La Atalayuela (La Palma del Condado), Niebla, La Tiñosa (Lepe), Aljaraque, Cerro Salomón, Tharsis, etc. Y es que, en los mismos lugares donde se han hallado restos de época tartésica, se han localizado también otros de la etapa turdetana.


Calles y plaza de Tejada la Vieja.

Una de las mayores curiosidades de esta etapa histórica es que, a pesar de que supuso una continuación de la mayor parte de los aspectos de la vida cotidiana, hay uno que supone una ruptura y es que no se han hallado necrópolis correspondientes a la misma. Como explica Clara, “esto es algo que siempre ha traído de cabeza a la comunidad científica, que ha justificado este vacío de diferentes maneras: desde los que lo achacan a una vuelta a los sistemas funerarios previos a la llegada de los fenicios, de los que no nos han quedado huellas; hasta los que lo interpretan como consecuencia de una crisis económica y social que hizo que cambiaran los modelos de enterramiento, menos jerarquizados de lo que se desprenden de las tumbas principescas de época tartésica”.


Muralla de Tejada Nueva.

Asimismo, el mayor cambio que supuso la época turdetana paraHuelva fue que nuestra tierra quedó desplazada como centro de poder económico en beneficio de la zona gaditana, que asumirá el papel que hasta entonces había ostentado el territorio onubense.

De todos estos aspectos hablará Clara Toscano en Corrales el próximo 19 de octubre a las 18.30 horas en el Teatro Cinema Corrales durante las Jornadas de Patrimonio de Aljaraque, un momento ideal para conocer nuestra tierra y también para sensibilizar a las sociedad hacia el patrimonio, evitando así su pérdida y reclamando este bien como algo propio.

Por último, cabe destacar que para participar en esta iniciativa la arqueóloga ha hecho un paréntesis en su agenda, repleta de proyectos. Y es que actualmente Toscano forma parte de varios proyectos de investigación centrados en época romana, donde se encarga de la parte del sustrato previo. Asimismo,dirige los trabajos arqueológicos que se están efectuando en Tejada la Vieja, que ha sido incluida dentro de las actividades de las Jornadas del Patrimonio Europeo, y está elaborando varios artículos de investigación además de trabajando en la publicación de su tesis doctoral.

Fuente: Huelva Buenas Noticias, 13 de octubre de 2016

Un fragmento de cerámica confirma la presencia de pastores en la Carisa en la Prehistoria

La arqueóloga Esperanza Martín, junto a operarios y otro arqueólogo, trabajando este verano en el yacimiento de Carraceo. FERNANDO GEIJO.

El verano fue un buen momento para descubrir la huella de la Prehistoria en las Cuencas. Las excavaciones arqueológicas desarrolladas durante el periodo estival han sacado a la luz nuevos restos que permiten conocer mejor a los primeros moradores de los valles mineros. Al hallazgo de un túmulo funerario en la campa de L' Españal (San Martín del Rey Aurelio), que data de alrededor del 3.000 antes de Cristo, se suma ahora una novedad en la Carisa: durante la investigación en Carraceo, los arqueólogos recuperaron un trozo de cerámica de la Edad de Bronce. Es la prueba definitiva de que los montes que limitan entre Aller y Lena fueron zona de asentamiento hace más de 3.000 años.

La campa de Carraceo tenía las "condiciones idóneas" para convertirse en un lugar de parada para los pastores trashumantes: "Es una zona idónea para el ganado, especialmente para el ganado no estabulado", señaló Esperanza Martín, responsable de la investigación. El resto de cerámica no es el primer hallazgo prehistórico que se produce en la Carisa. Hace algo más de un año, un grupo de expertos documentó una serie de grabados prehistóricos en el cordal.

Los arqueólogos Valentín Álvarez y Alejandro García Álvarez-Busto (Universidad de Oviedo) y el geólogo, Juan Ramos López, hallaron en 2015 una serie de grabados de la Prehistoria reciente (años 3.000-1.000 antes de Cristo. Los petroglifos se localizaron en una zona con mucho tránsito de turistas y ganaderos, y a la que hay acceso en todoterreno. De hecho, fueron localizados por los senderistas David López, Carmen Ramos, Arturo Cienfuegos, Roberto Sánchez y Jesús Ángel García, todos de Carabanzo, se fijaron en los dibujos de las piedras. Unos días después se pusieron en contacto con Alejandro García, que dio el aviso al resto del grupo de investigación e inició la campaña.

Esperanza Martín encontró el trozo de cerámica este verano, cuando investigaba el asentamiento romano de Carraceo: "Las condiciones de esta campa han hecho que sea un asentamiento en distintos periodos muy distantes en el tiempo", señaló la experta. Y sigue siendo un lugar ideal para muchos senderistas, que hacen un alto en el camino para descansar y disfrutar de las vistas. Una visualización "perfecta", que alcanza kilómetros de distancia, y que los romanos aprovecharon para su estrategia bélica. Estos últimos hallazgos, los petroglifos y la cerámica, se suman a una serie de restos que ya estaban documentados en la zona: un túmulo a unos kilómetros de distancia y los megalitos de El Padrún, lugar inventariado en el concejo de Aller desde hace décadas y punto final para una popular ruta de senderismo. "Tenemos pruebas para considerar que, hace 3.000 años, ya se estaba ocupando este espacio", afirmó Martín, en referencia al cordal de la Carisa.

Trabajos en el entorno de L´Españal.

Más antiguo que esa cerámica hallada en Carraceo es el túmulo que excavó un grupo de arqueólogos, liderados por Covadonga Ibáñez, en L' Españal. En el interior del espacio, los expertos encontraron objetos líticos -de piedras- de formas geométricas que forman parte del ajuar funerario de los enterrados en el túmulo. El equipo de trabajo agradeció que la zona haya pasado desapercibida para los saqueadores durante tanto tiempo, hecho que permitió recuperar unos restos únicos. El Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio valora ahora acondicionar una ruta que termine en el lugar. Una forma de mostrar las huellas de la Prehistoria en el concejo.

Fuente: LNE.es | 16 de octubre de 2016

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Los colores del Ara Pacis reviven en 'realidad aumentada 3D'


El Ara Pacis, el altar construido entre los años 13 y 9 antes de Cristo para celebrar la paz instaurada por el emperador romano Augusto, podrá ser admirado con sus colores originales gracias a un viaje con la tecnología 3D.