Sale a la luz en la antigua ciudad portuaria de Cesarea un mosaico romano del siglo II-III d.C.

Foto: Assaf Peretz, Israel Antiquities Authority.

Un bonito y particular mosaico de época romana con casi dos milenios de antigüedad fue descubierto por la Autoridad de Antigüedades de Israel en una campaña de excavación en un yacimiento del Parque Nacional de Cesarea, una antigua ciudad junto al Mediterráneo de gran importancia en la antigüedad.




El mosaico, donde aparece una inscripción en griego antiguo y en el que se representan tres hombres con toga, está fechado entre el siglo II y III d.C. «Este mosaico colorido, con una dimensión de más de 3,5 por 8 metros, es de una alta calidad excepcional», indicaron Peter Gendelman y Uzi Ad, directores de la excavación. Jacques Nagar, director del Departamento de Conservación de Arte de la Autoridad de Antigüedades de Israel, aseguró que este raro mosaico fue ejecutado en un nivel artístico muy alto, de un tipo que se puede encontrar en lugares como Antioquía en Turquía. Las imágenes se representaron con teselas pequeñas y densamente colocadas, con aproximadamente 12 mil piedras por metro cuadrado.

Foto: Assaf Peretz, Israel Antiquities Authority.

«Las figuras, todos hombres, visten togas y aparentemente pertenecerían a la clase alta», añadieron los arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades israelí. «¿Quiénes eran?», se preguntaron los especialistas. Para saberlo, tienen que averiguar para qué se usaba el edificio donde el mosaico fue encontrado.

Foto: Assaf Peretz, Israel Antiquities Authority.

«Si el mosaico era parte de una casa, las figuras podrían haber sido los dueños. Si era un edificio público, podrían haber representado a los donantes del mosaico o a miembros del consejo municipal de la ciudad», agregaron los expertos.

Foto: Assaf Peretz, Israel Antiquities Authority.


El hallazgo, que se produjo bajo unas estructuras de época bizantina, sorprendió a los arqueólogos, que trabajaban en la reconstrucción de un puente del tiempo de los cruzados y se toparon con esta obra de arte que corresponde al período de la Roma Imperial.


Fuente: EFE | ABC, 8 de febrero de 2018

De potencialmente incluso más interés que las imágenes bellamente formadas es una larga inscripción en griego antiguo. Desafortunadamente fue dañada por el edificio bizantino construido encima de él, pero ahora está siendo estudiada por la especialista en epigrafía Dra. Leah Di Segni, del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea.

El arqueólogo Peter Gendelman elogió el hallazgo como “importante” para el registro histórico físico en exhibición en el popular parque arqueológico. El mosaico data de cuando el área era el centro administrativo del Imperio Romano en la provincia de Judea. Durante las excavaciones en la ciudad costera de varias capas, los arqueólogos han descubierto una amplia evidencia de los períodos herodianos y cruzados. “Este período de tiempo no se encuentra a menudo en Israel“, dijo Gendelman a The Times of Israel el jueves.
“Lamentablemente, la inscripción está muy dañada [por la construcción]“, dijo Gendelman.

Mientras que el equipo todavía está esperando la experiencia de Di Segni para descifrar el texto griego antiguo, ésta dijo que hay varias letras visibles de lo que parece ser una inscripción de múltiples palabras, muy larga.

Di Segni dijo a The Times of Israel que envió una lectura tentativa a los excavadores, pero que necesita más información antes de hacer pública cualquier lectura hipotética.
“Es muy difícil leer la inscripción, ya que faltan muchas letras y muchas de las que están, no están claras“, dijo Di Segni.
El lavado de cara y la expansión del Parque Nacional de Cesarea, conocido por su teatro romano y el Palacio de los Arrecifes, es posible gracias a una donación de 100 millones de NIS de la Fundación Edmond de Rothschild y la Corporación de Desarrollo de Cesarea.

“La antigua Cesarea nunca deja de sorprendernos, nos fascina y emociona, una y otra vez revela partes de la historia de importancia mundial. Este asombroso mosaico es un hallazgo único en Israel“, dijo Guy Swersky, vicepresidente de la Fundación Edmond de Rothschild.
El mosaico fue descubierto durante una excavación arqueológica de IAA, en cooperación con la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel, que es parte de las obras de reconstrucción en un puente de entrada de la era de los cruzados. Un nuevo paseo, en construcción por la Corporación de Desarrollo de Cesarea, incluirá el mosaico, y está previsto que se extienda desde la ciudad de Jisr a-Zarqa hasta el Parque Nacional de Cesarea.


Incluso antes de la expansión del parque, más de 700.000 visitantes deambulan por sus maravillas cada año, según Michael Karsenti, CEO de Caesarea Development Corporation. Agregó que el sitio multicultural históricamente rico se está preservando con el objetivo de mantener su historia arqueológica in situ, en los lugares donde se descubren los hallazgos.
Karsenti hizo hincapié en que, además de este mosaico, las secciones ampliadas del parque tendrán muchos hallazgos nuevos para mostrar.

“El impresionante mosaico se une a los muchos otros importantes hallazgos arqueológicos descubiertos recientemente. Entre estos se encuentra el altar del templo construido por Herodes hace 2.000 años y mencionado por el antiguo historiador Josephus Flavius; una tableta de nácar grabada con un candelabro de siete brazos, así como la estatua de un carnero, que fue el símbolo de una congregación cristiana en el período bizantino“, dijo Karsenti.

Israel Hasson, director de la Autoridad de Antigüedades de Israel, da la bienvenida a la cooperación fructífera entre las diferentes instituciones que trabajan en la arqueología y su preservación.
“El trabajo en los últimos años hará que el magnífico patrimonio de esta ciudad sea accesible para un público aún más amplio y restaurará Cesarea a sus días de gloria como una ciudad costera próspera y cosmopolita, recompensando a todos los visitantes con una rica experiencia cultural“, dijo Hasson.

Fuente: enlacejudio.com | The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico

Caixaforum recorre 3.000 años de historia de la música desde Oriente a Roma

El CaixaForum inaugura este viernes la exposición Músicas en la antigüedad, que llega a Barcelona de la mano del Museo del Louvre y del Museo del Louvre Lens. En esta muestra se exhiben 373 piezas, de una veintena de instituciones museísticas, muchas de ellas de una extraordinaria calidad, que nos advierten de la importancia de la música en Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma.
Algunas de estas piezas son muy delicadas y por primera vez salen de su museo de origen. Además de una colección impresionante de instrumentos musicales, rescatados en excavaciones arqueológicas, el CaixaForum presenta también numerosas obras de arte con motivos musicales y elementos rituales con connotaciones musicales. Esta exposición se podrá ver en Barcelona hasta el 6 de mayo, y posteriormente pasará al CaixaForum Madrid.


Pintor de Berlin, ánfora: citarista, c. 480-470 a.C. Ática, Grecia. Arcilla. Musée du Louvre. © RMN-Grand Palais, Musée du Louvre. Foto: Hervé Lewandowski.

Exposición de lo que ha desaparecido

El gran desafío de los comisarios era explicar la música de la antigüedad, cuando en realidad no podemos reproducir realmente la música de aquel tiempo (tan sólo quedan unas pocas notaciones, muy incompletas y difíciles de interpretar, de Mesopotamia y de Grecia).
La música del pasado quizás no volverá a sonar nunca más; pero a pesar de todo, Sibylle Emerit, una de las ocho comisarias de la muestra, ha explicado que la música "Deja muchos rastros", que se han podido conseguir a través de la arqueología, del arte, de la numismática, de la literatura...

Algunas de las piezas que se muestran son muy ilustrativas y de una gran belleza. Hay un bellísimo sarcófago egipcio y uno romano, muy bien conservados, con decoraciones con motivos musicales. Se muestran varias tablillas mesopotámicas con himnos; algunas de ellas incluyen anotaciones sobre cómo interpretarlos y han ayudado a tener una idea de cómo eran los sonidos de la época. Entre las piezas iraníes, destaca la estela del rey Melixipak, de la época casita, de los alrededores del siglo XII a.C. En magnífico estado de conservación se expone un mosaico procedente de Vincennes con una representación de Orfeo. Y aunque son más conocidas, también son espectaculares las bellas cerámicas griegas con temáticas musicales y las figurillas.

Estela: el cantante ciego Djedkhonsouioufanh tocando el arpa ante el dios Ra, 1069-664 a.C. Tebas, Egipto. Madera pintada policromada. Musée du Louvre. © Musée du Louvre, dist. RMN-GP. Foto: Christian Decamps.

Los instrumentos

Pero sin duda aquello que más impresiona de Músicas en la antigüedad es la colección de instrumentos musicales. Hay numerosos sistros (una especie de sonajeros), muchos de ellos egipcios y con fantásticas decoraciones, especialmente de las deidades Bastet y Hathor. También se encuentran crótalos, antecedentes de las castañuelas actuales, con formas muy originales. En las vitrinas se exponen varios juegos de címbalos (platillos), de diferentes orígenes y épocas (en realidad, la exposición documenta que los instrumentos superaron, a menudo una área cultural determinada y viajaron grandes distancias, hasta el punto que es imposible verificar su origen). Sorprende, por su delicadeza y por su buen estado de conservación, un pequeño timbal egipcio de los que llevaban los músicos colgados al cuello. Y es impresionante un arpa egipcia, de los alrededores del 1.500 a.C, calcada de las que usan en la actualidad en Gabón y Guinea Ecuatorial para el culto sincrético del bwiti.
El rey Melishipak y su hija con un arpa ante la diosa Nanaya, 1186-1172 a.C. Susa (Irán). Caliza. Musée du Louvre. © RMN-Grand Palais, Musée du Louvre. Foto : René-Gabriel Ojéda.

Más que ocio

Los comisarios han querido dejar clara la amplitud de los campos que cubría la música en la Antigüedad. No sólo podía ser una oportunidad de ocio, como en la actualidad, sino que también tenía una clara función ritual (incluso acompañaba los sacrificios) y política.

En Mesopotamia y Roma la música estaba al servicio del monarca y servía como instrumento de diferenciación social. Pero también servía para transmitir órdenes en la batalla, entre los romanos. Además, la música, especialmente en el mundo greco-romano, estaba vinculada al poder de seducción, no sólo desde el punto positivo, como en el caso de Orfeo, que incluso domesticaba a las bestias salvajes con su instrumento, sino también en personajes con un carácter mucho más negativo, como en el caso de las sirenas, que con sus cantos fascinantes llevaban a los marineros a la destrucción al dirigirlos hacia los rompientes. En cambio, en el caso egipcio, el concepto de la música era muy distinto: el silencio era sinónimo de muerte, y el sonido de vida, y por lo tanto la música se practicaba para infundir la vida y apartar la muerte. Y por eso mismo los motivos musicales eran frecuentes en tumbas y sarcófagos.

Grupo de figurillas conocido como «Concierto de Egina», Siglo iii a. C. Arcilla pintada. Musée du Louvre. © RMN-Grand Palais, Musée du Louvre. Foto: © Anne Chauvet.

La falsa trompeta

La muestra intenta también recuperar la historia del conocimiento contemporáneo de las músicas de la Antigüedad, mediante los primeros estudios sobre la notación antigua en el siglo XIX, pero también con la divulgación de lo que sabíamos sobre la música en el mundo clásico a través del cine, la ópera, el cómic...

Ahora bien, los conocimientos sobre el tema no siempre han sido demasiado precisos, porque algunos de los instrumentos se han encontrado incompletos o muy deteriorados. Por eso, la muestra también recoge la historia de la trompeta "egipcia" de Verdi. Verdi quiso que en el estreno de la ópera Aida se utilizaran reproducciones muy fidedignas de los instrumentos musicales de viento del Antiguo Egipto. Pero hubo una confusión, y se tomó una larga pata de altar, que habían desenterrado los arqueólogos, por una trompeta. De aquí salieron las imágenes de las largas trompetas que a menudo aparecen en representaciones del Antiguo Egipto (como las de los cómics de Astérix).

Arpista (pavimento de mosaico), 241-272 d.C. Bishapur, Irán. Piedra y mármol. Musée du Louvre. © RMN-Grand Palais, Musée du Louvre. Foto : Franck Raux.

Viaje al pasado

En la presentación de la exposición, Elisa Duran, directora general adjunta de la Fundación "la Caixa", ha afirmado que esta exposición, y las actividades asociadas a ella, constituyen una forma de acercarse a las culturas lejanas en el tiempo mediante temas transversal (como también se hace en Agon!, otra de las exposiciones que se muestran en el mismo Caixaforum, dedicada al deporte en la Grecia clásica). Y el resultado ha sido posible gracias a un trabajo en equipo de 8 comisarios, de diferentes disciplinas.

Sibylle Emerit ha explicado que es la mayor exposición que se ha hecho nunca sobre el tema, y la primera que aborda al mismo tiempo las culturas de Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma (y lo hace de forma integrada, temática, y no cronológica ni geográfica). Emerit ha dado a conocer, además, que algunas de las piezas que hoy se exponen no habían sido nunca vistas por el público y sólo habían estado al alcance de los especialistes.

Esta exposición está vinculada a un proyecto de investigación que todavía está en marcha y que ha permitido ampliar el conocimiento que tenemos de la música en las culturas antiguas; por ejemplo, se ha hecho un minucioso estudio de un gran instrumento romano (un cornua obtenido en las excavaciones de Pompeya), que ha permitido documentar las técnicas de fabricación de este instrumento y recuperar su sonido original.


Fuente: elnacional.cat| 8 de febrero de 2018

Monturque, municipio cordobés con las Cisternas Romanas más grandes y mejor conservadas de España

En este pequeño municipio al sur de la provincia de Córdoba de 2.000 habitantes, fueron construidas las Cisternas Romanas más importantes que se han encontrado en España. Se trata de un conjunto hidráulico formado por doce cámaras con capacidad para 850.000 litros de agua, almacenándose en él agua procedente de lluvia que se recogía en el foro ubicado sobre estas doce cámaras.

El Cementerio San Rafael de Monturque es el que guarda bajo su suelo este rico tesoro romano, llegar hasta él implica recorrer las empinadas calles del pequeño municipio hasta alcanzar la cima del cerro. La zona en la que se encuentra esta gran construcción romana hace de ella un lugar magnífico, el pleno casco urbano y corazón arqueológico. Está rodeada de lugares de interés como son la Parroquia de San Mateo, el Castillo Medieval y el Mirador y Yacimiento Arqueológico de “Los Paseíllos”, dónde se pueden disfrutar de las vistas a la Campiña cordobesa y a las Sierras de la Subbética.

El Cementerio San Rafael de Monturque

Un templete en el centro del cementerio permite adentrarse a conocer las Cisternas, en un estado de conservación verdaderamente óptimo teniendo en cuenta la antigüedad del conjunto. Cada dato que se obtiene resulta más interesante, por ejemplo como se produzco su hallazgo o el aprovechamiento que hicieron de las mismas tras su descubrimiento. Existiendo desde el siglo I d.C. no fue hasta el año 1885, tras los trabajos de excavación para enterrar a los fallecidos de una epidemia de cólera, cuando salió a la luz la Gran Cisterna. Aprovecharon este espacio y lo utilizaron como parte del cementerio, de hecho dos de las doce cámaras que hay en total sirvieron de panteón y de fosa común.



Además de esta Gran Cisterna se conservan en Monturque al menos otras ocho más, de pequeño tamaño y características similares entre sí, pertenecientes también a época romana, podría pensarse, con buena lógica, que pertenecían a viviendas privadas.




Fotografías de Juan Carlos Jiménez Ramos

Visitas guiadas de lunes a domingo, previa reserva:
E-Mail: monturqueturismo@gmail.com
Teléfonos: 667 507 920 / 957 535 614

La feroz conquista vikinga de los reinos anglosajones a finales del siglo IX. La fosa común de Repton

Dicen que todo comenzó como una venganza. Los hermanos Ragnarsson (Halfdan, Ubbe e Ivar el Deshuesado) asaltaron Inglaterra para vengar la muerte de su padre, el legendario rey vikingo Ragnar Lodbrok, a manos de Aella de Northumbria, quien lo lanzó a un foso llenó de serpientes en el año 865. Según las sagas nórdicas, Ragnar, a punto de perecer, pronosticó el sanguinario ataque que se avecinaba. “La ira de mis jóvenes hijos crecerá al escuchar cómo murió su padre”, afirma el poema Krákumal (la canción de muerte de Ragnar Lodbrok). El rey de Suecia y Dinamarca había llegado a Gran Bretaña tras saquear París (845), Rouen (850) y otras pequeñas ciudades de la costa francesa.

Foto: En la fosa común había al menos 264 personas, un 20% de las cuales eran mujeres (University of Bristol).

Los hermanos Ragnarsson comandaban miles de soldados -algunos investigadores dicen que eran poco más de 1.000, otros consideran que eran muchos más- que habían llegado en centenares de naves. Desembarcaron en EstAnglia (zona de Norwich e Ipswich) y un año después, en el 866, ya habían conquistado Northumbria. Los pueblos locales empezaron a conocer a aquella horda vikinga como el Gran Ejército Pagano, que siguió desplazándose por territorio británico (reforzado por el Gran Ejército de Verano, que llegó en el 871 desde Escandinavia comandado por Bagsecg) y devastó Mercia, otro de los reinos anglosajones, en el 874.

Foto: El Gran Ejército Pagano devastó los reinos anglosajones en el siglo IX (University of Bristol / Wikipedia).

El frío invierno del año 873 los vikingos lo pasaron en Repton (Derbyshire) y los arqueólogos de la Universidad de Bristol acaban de encontrar evidencias claras que confirman las historias escritas en las crónicas de la época, según señalan en un estudio publicado en la revista Antiquity (Aquí) . Inicialmente se pensó que los restos hallados en una gran tumba eran habían sido recogidos durante varios siglos, aunque los últimos análisis detallan que las todos los huesos son de finales del siglo IX.


La excavación arqueológica de este lugar se hizo durante los años 70 y 80, cuando se encontraron varias sepulturas y un depósito con alrededor de 300 personas debajo de un montículo en el jardín de la vicaría del pueblo. Entre los huesos había armas y artefactos vikingos, incluyendo un hacha, varios cuchillos y cinco centavos de plata que datan del período 872-875. Los expertos coinciden en que en ese área había un edificio anglosajón, quizás un mausoleo, que fue derrumbado por los soldados de los hermanos Ragnarsson antes de convertir la zona en una cámara funeraria. Una habitación estaba atestada de restos mezclados de al menos 264 personas, de las cuales alrededor del 20% eran mujeres.


Foto: Uno de los cráneos encontrados en las tumbas vikingas (University of Bristol).

Muchos de los huesos de los hombres, que en su mayoría se situaban entre los 18 y 45 años de edad, mostraban señales de daños violentos. “Las fechas previas de los análisis de radiocarbono habían sido afectadas por algo llamado efecto de depósito marino, que es lo que hizo que los restos parecieran demasiado viejos”, explica el arqueólogo Cat Jarman.


”Cuando comemos pescado u otros alimentos marinos incorporamos carbono a nuestros huesos, que es mucho más antiguo que el de los alimentos terrestres. Esto confunde los análisis del material óseo arqueológico y hay que corregirlo estimando la cantidad de marisco que cada individuo comió“, añade. La suerte para los investigadores fue descubrir una tumba doble, una de las pocas con armas vikingas encontradas en Inglaterra. La fecharon entre los años 873 y 886. Uno de sus dos ocupantes masculinos era un hombre mayor que llevaba un colgante con el martillo de Thor, una espada y otros artefactos.


“Tenía numerosas heridas fatales, incluido un gran corte en el fémur izquierdo, que probablemente le provocaron la muerte. Curiosamente, habían puesto un colmillo de jabalí entre sus piernas, que quizás reemplazaba su pene o testículos (que habría perdido durante una batalla) en el otro mundo”, explica.


Otros cuatro personas, de entre ocho y 18 años, fueron enterradas juntas en una única tumba con una mandíbula de oveja a sus pies. Junto a ellos aparecieron grandes piedras, que podrían haber funcionado como marcador. Su sepultura se ubicaba cerca de la entrada de la fosa común. Al menos dos de los menores tienen signos de lesiones traumáticas. Los arqueólogos de la Universidad de Bristol sugieren que este espacio podría haber sido una tumba ritual, una hipótesis que parecen confirmar los relatos de sacrificios para acompañar a los vikingos en el otro mundo. “La fecha de los huesos de los esqueletos de Repton son importantes porque sabemos muy poco acerca de los primeros incursores vikingos”, apunta Jarman.



Fuente: David Ruiz Marull | La Vanguardia, 6 de febrero de 2018

Arqueólogos se lanzan a la búsqueda del 'Árbol de la Vida' en Chichén Itzá

Pirámide de Kukulkán o también llamada El Castillo en la zona arqueológica de Chichen Itzá en Yucatán, México, que formó parte de la cultura Maya.

Este mes, un grupo de arqueólogos en México comenzará a excavar un túnel secreto que se cree podría llevar a la parte subterránea de una pirámide construida por los antiguos mayas.
El túnel fue sellado hace siglos por los mayas, pero los arqueólogos planean despejarlo para poder llegar a un cenote escondido: una caverna submarina que era fundamental para la espiritualidad maya.

Los cenotes son sumideros llenos de agua y representan la única fuente de agua dulce en el estado mexicano de Yucatán. Sin ellos, la civilización Maya no habría podido sobrevivir. Y, además de mantener la vida física, estas cavernas profundas eran una parte clave de la cosmología de los mayas.
Tan importantes resultaban estos sitios para sus creencias que allí practicaron sacrificios humanos: arrojaban cuerpos a sus profundidades con la esperanza de ganarse el favor de su voluble dios de la lluvia, Chac.

“Para los mayas, los cenotes eran la entrada al inframundo”, explicó Guillermo de Anda (izquierda), un arqueólogo subacuático que lidera el equipo del proyecto Gran Acuífero Maya.

“La (cultura) maya concebía que el cosmos tenía tres capas básicas: cielos, tierra y mundo subterráneo”, continúo. “El inframundo era muy importante: se consideraba el origen de la vida y si los mayas no mantenían un buen equilibrio entre esta capa del universo y la suya propia, eso podía significar sequía, hambre o enfermedad”, añadió.
“Así que sabían que tenían que mantener la paz con sus deidades del inframundo y esta es la razón por la que a veces hacían ofrendas”, indicó de Anda.
Cenote secreto

Antes de que los españoles llegaran a México en el siglo XVI, los mayas eran una de las civilizaciones más grandes del mundo. La ciudad de Chichen Itzá, en el estado de Yucatán y de la que ahora sólo quedan sus ruinas, es uno de sus logros más impresionantes. Extendida a lo largo de 10,36 kilómetros cuadrados, fue construida entre los siglos V y VI, pero quedó fue abandonada en su mayoría cuando ocurrió la conquista española.

Imponiéndose sobre las ruinas, hay una pirámide de cuatro lados conocida como El Castillo, un templo para su dios serpiente de plumas Kukulcán, una de las principales deidades en el antiguo México. La estructura tiene 24 metros y fue construida bajo estrictos principios geométricos. Cada lado está de cara a una de las direcciones cardinales de la brújula y tiene 91 escaleras. Combinados con escalón en la plataforma superior, hay un total de 365 escalones: el número de días en el año solar.

Chichén Itzá tiene cuatro cenotes visibles, pero hace dos años, el científico mexicano René Chávez Segura determinó que existe otra cueva submarina escondida debajo de El Castillo, un lugar que nunca ha sido visto por los arqueólogos.

Ahora, el equipo de De Anda –que el mes pasado descubrió el sitio arqueológico bajo el agua más grande del mundo– está a punto de entrar al cenote escondido.

En noviembre pasado, su grupo exploró dos corredores subterráneos que empezaban en una pirámide más pequeña de Chichén Itzá, conocida como el Osario. Los arqueólogos esperaban que los pasillos llegaran debajo de El Castillo, pero descubrieron que los mayas los habían sellado intencionalmente con montones de piedras.

“Los mayas bloquearon las cosas mucho”, señaló de Anda. “Una cueva que es importante, la sellaron para siempre”, insistió.

Para siempre, o hasta que llega un grupo de arqueólogos decididos.

Buceadores del proyecto Gran Acuífero Maya.

“¿El centro del mundo?”

El equipo está regresando a los túneles con el objetivo de despejarlos lo suficiente para poder encontrar una entrada que lleve al cenote bajo El Castillo. De Anda, un investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, cree que la excavación tardará cerca de tres meses en completarse.

Hay cenotes conocidos al norte, este, sur y oeste de El Castillo. Lo que, según de Anda, revela que el patrón de asentamiento está directamente relacionado con la geografía natural sagrada.
De hecho, él cree que el cenote bajo El Castillo podría representar una quinta dirección: el "axis mundi" o centro del mundo, que los mayas describieron como un enorme árbol, conocido como El Árbol de la Vida. Y, también, podría dar más pistas sobre las creencias mayas.
“Un mensaje a los dioses del agua”

De Anda explicó que todavía queda mucho por aprender sobre el papel del sacrificio humano en la vida maya.

En el pasado, este investigador analizó los huesos de los sacrificios humanos encontrados en el Cenote Sagrado de Chichén Itzá y descubrió que alrededor del 80% de las víctimas eran niños de entre los 3 y 11 años.

“A veces es difícil entender por qué sacrificaron niños, pero debemos detenernos y pensar en el estado de salud de esos niños”, sostuvo. “Ellos representaban un estrato muy bajo de la sociedad, tal vez niños robados de otras comunidades para el sacrificio”, añadió.

De Anda dijo que el análisis de los cráneos, los huesos y los dientes de los niños revelaron que tenían mal estado de salud, mostrando signos de anemia y desnutrición.
“Existe la posibilidad de que ya estuvieran muertos cuando los depositaron en el cenote, y tal vez los honraron poniéndolos allí, o tal vez estaban tratando de enviar su espíritu para mandarles un mensaje a los dioses del agua”, continuó.

Pero también admitió que “para llegar a la verdad todavía tenemos que investigar mucho”.



Fuente: cnnespanol.cnn.com | 6 de febrero de 2018