Los zorros eran domesticados por los humanos en la Edad del Bronce

Representanción artística de una mujer de la Edad de Bronce acompañada por un perro y un zorro / J. A. Peñas

El descubrimiento de cuatro zorros y una gran cantidad de perros en los yacimientos de Can Roqueta (Barcelona) y Minferri (Lérida) destacan entre los muchos ejemplos de tumbas en diferentes lugares del noreste peninsular. Estos enterramientos evidencian una práctica funeraria generalizada que proliferó en la Edad del Bronce Temprano al Medio: la de enterrar a humanos junto a animales domésticos.

La particularidad de estos sitios es la forma de sepultar a los muertos en grandes silos, junto con sus perros y algunos zorros. “Descubrimos que en algunos casos los perros recibieron un tipo de alimentación especial. Esto lo relacionamos con su función como perros de trabajo. Además, uno de los zorros muestra indicios de haber sido un animal doméstico ya en aquellos tiempos”, declara a Sinc Aurora Grandal-d’Anglade (izquierda), coautora de un estudio sobre la relación de los humanos y los cánidos a través de su dieta que publica la revista Archaeological and Anthropological Sciences.

Mediante el estudio de isótopos estables de carbono y nitrógeno en el colágeno óseo, así como por estudios arqueobiológicos, arqueológicos y antropológicos, han podido comparar las dietas de los animales enterrados con sus dueños. Analizaron en total 37 cánidos, 19 ungulados domésticos y 64 humanos. Los resultados indican que la dieta de los perros era similar a la humana.
El estudio isotópico de los zorros de Minferri muestra una alimentación variada: en algunos casos parece similar a la de los perros de ese yacimiento, y en otro parece más un animal silvestre o que estuvo poco tiempo en contacto con los humanos.

“El caso del zorro de Can Roqueta es muy especial, pues se trata de un animal de edad avanzada, con una pata rota. La fractura está en proceso de curación aún, y muestra señales de haber estado inmovilizada (curada) por los humanos. La alimentación de este animal es muy particular, pues se parece más a la de los cachorritos de perro. Lo interpretamos como un animal doméstico que vivió largo tiempo con los humanos”, explica Grandal.

Perros grandes utilizados para transportar cargas

El estudio apunta que, en algunos casos particulares en Can Roqueta, hubo una preparación de comida específica, rica en cereales, para perros más grandes probablemente dedicados a transportar cargas, y para al menos uno de los zorros.

“En estos individuos también se observan patologías en la columna vertebral ligadas al transporte de objetos pesados. Seguramente se buscaba una dieta rica en carbohidratos porque desarrollaban un trabajo más activo, que requería un gasto calórico inmediato. Puede parecer extraño que a los perros se les alimente básicamente con cereales, pero esto ya lo recomienda el agrónomo hispano-romano Columela del siglo I, en su obra 'De re rustica'”, dice Silvia Albizuri Canadell (derecha), coautora del trabajo y arqueozoóloga de la Universidad de Barcelona.

En los demás animales, como vacas, ovejas o cabras, se observa una alimentación herbívora. Probablemente su función fuera la de proveer de leche, carne o lana, y no tanto como fuerza de trabajo. “El caballo todavía no estaba extendido en esas sociedades, no se encuentra hasta épocas posteriores”, añade la científica.

En general, los humanos y los perros tienen señales isotópicas algo superiores a las de los ungulados, que indican un cierto consumo (no muy elevado) de proteína animal, “no necesariamente mucha carne, podrían ser, por ejemplo, derivados de la leche”, explica Grandal. Entre los objetos arqueológicos se encontraron tamices que sirvieron como ‘queseras’.
Además, los hombres parecen haber incluido más carne que las mujeres en su dieta. En cuanto a los perros, su alimentación pudo haber sido principalmente de las sobras de lo que comían los humanos, y la mayoría era más similar a la de mujeres y niños. “Es por ello que pensamos que estaban más ligados a estos ambientes domésticos”, dice la investigadora. Existen muchos paralelismos etnográficos que indican esa relación entre mujeres y perros.

Enterramiento femenino de Minferri junto a una cabra y dos zorros. La mujer abraza al zorro hembra / Grupo de Investigación Prehistórica, Universidad de Lérida.

Alimentación y trato de zorros y perros

El papel fundamental de los perros durante la Edad del Bronce, cuando la ganadería constituía, junto a la agricultura, la base de la economía, fue el de la vigilancia y guía de rebaños. También se encargaban del cuidado de los poblados humanos, teniendo en cuenta el riesgo que suponía la presencia frecuente de animales peligrosos como el lobo o el oso.

“Una de las características del perro es su gran inteligencia y facilidad de aprendizaje y, sin duda, su comportamiento defensivo. Por si fuese poco, este animal fue utilizado hasta el s. XIX de nuestra era en América del Norte, Canadá y Europa para el transporte ligero sobre los lomos y en el arrastre de carros y trineos. También actuó como animal de carga en la Península durante la Edad del Bronce”, asegura Albizuri Canadell.

Algunos ejemplares arqueológicos de Norteamérica presentan patologías óseas que se relacionan con el arrastre de ‘travois’ (derecha). Existen además relatos de los primeros colonizadores sobre el uso del perro en estas tareas por parte poblaciones indias hasta el s. XIX de nuestra era, aunque hasta hace pocos años no se habían identificado en Europa.

“Fueron los ejemplares estudiados de Can Roqueta los que hicieron saltar la señal de alarma sobre la utilización de este animal para la carga ligera desde la antigüedad, y constituyen un caso excepcional en Europa”, asegura Albizuri Canadell.

Recientemente se han identificado también patologías similares en vértebras de perros siberianos del Paleolítico que llevan a pensar que una de las primeras tareas desde su temprana domesticación fue el tiro de trineos y 'travois', además de la caza.

Su papel como animal de transporte en las primeras migraciones y desplazamientos humanos por la Europa glacial pudo ser fundamental y mucho más importante de lo que hasta hace poco se creía.

El porqué de las ofrendas de animales

Hallazgos excepcionales, como los de la tumba 88 y 405 del yacimiento de Minferri (Lérida), ponen de manifiesto que durante la Edad del Bronce ya existían tratamientos funerarios bien diferenciados en las comunidades humanas.

“En las dos estructuras mencionadas se hallaron los restos de tres individuos junto a ofrendas de animales. En la tumba 88 había el cuerpo de un hombre anciano con los restos de una vaca entera y las patas de hasta siete cabras. También se hallaron los restos de una mujer joven con la ofrenda de una cabra entera, dos zorros y un cuerno de bovino”, relata Ariadna Nieto Espinet (izquierda), arqueóloga de la Universidad de Lérida y también coautora del estudio.

La estructura 405 puso al descubierto el cuerpo de un individuo, posiblemente una mujer, acompañada de dos bovinos y dos canidos enteros. “Todavía desconocemos el motivo por el que solo algunas pocas personas habrían tenido el derecho o el privilegio de enterrarse acompañadas de este tipo de ofrendas, a diferencia de lo que ocurre con la gran mayoría de los enterramientos”, destaca la experta.

En Can Roqueta también se han observado claras diferencias en los depósitos de animales domésticos dentro de las tumbas de adultos, tanto de hombres como de mujeres, que incluso se reflejan en las tumbas infantiles. De esto se infiere la existencia de una herencia del estatus social desde el nacimiento.

“Es tentador pensar que si entendemos los animales domésticos como una parte muy importante de la economía agropastoral de la Edad del Bronce y de las pertenencias de algunas personas en vida, estos podrían ser un indicador de la riqueza del difunto o del de su clan o familia”, argumenta Nieto Espinet.

“Parece que especies como los bovinos y los cánidos, dos de los más presentes en las ofrendas funerarias, son los que jugarían un papel fundamental tanto en la economía y el trabajo como en el mundo simbólico, convirtiéndose en elementos de ostentación, prestigio y protección”, concluye.

Fuente: agenciasinc.es | 12 de febrero de 2019

Investigadores sevillanos hallan en Gibraltar la primera evidencia de una pisada neandertal

Imagen de la pisada milenaria en la duna de Levante de Gibraltar - ABC

Un equipo multidisciplinar de geólogos y paleontólogos de las Universidades de Huelva, Sevilla, Lisboa y Coimbra (Portugal), Toronto (Canadá), Atacama (Chile) y del Geological Survey of Japan han encontrado en una duna de Levante de Gibraltar la primera evidencia de una huella de «adolescente» neandertal de hace 29.000 años en la península ibérica. Se trata de una huella que sólo es comparable a la encontrada en la cueva Vartop (Rumanía) y certificada en 2004.

Huella neandertal encontrada en la Cueva Vartop (Rumanía)

El grupo de investigadores, dirigidos por el catedrático de la Universidad de Huelva Joaquín Rodríguez Vidal (izquierda), halló estos restos tras analizar el paleopaisaje de una duna —ubicada en la zona de Levante del Peñón— que fue utilizado hace años como recogedor de agua para la población gibraltareña. Además de esta pisada humana, que podría remontarse aproximadamente a unos 28.000 ó 29.000 años, han aparecido otras pertenecientes a la fauna que poblaba la zona, como cabras, linces, ciervos, leopardos e incluso elefantes. Los expertos descubrieron las huellas gracias a una antigua cantera de arena, hoy abandonada, que sufre frecuentes desplomes de sedimentos y deja al descubierto estas pisadas.

El artículo será publicado en la revista Quaternary Science Reviews, del máximo nivel dentro de las Ciencias del Cuaternario.

En el trabajo de investigación, el profesor del Departamento de Cristalografía, Mineralogía y Química Agrícola de la Universidad de Sevilla y autor principal del artículo, Fernando Muñiz Guinea (derecha), así como otros colegas portugueses sometieron las muestras obtenidas a estudios de laboratorio y encontraron en los cortes restos de huellas de vertebrados. En uno de los análisis fue cuando reconocieron la pisada humana.

Para los investigadores clásicos, datar hace 28.000 ó 29.000 años la huella de un neandertal es objeto de polémica, puesto que en teoría la desaparición ocurrió hace 40.000 años. Sin embargo, «las evidencias sobre las que hemos trabajado en los registros de cuevas de Gibraltar demuestran una ocupación muy tardía de esta zona por humanos neandertales. Fue un refugio climático y de recursos alimenticios para estos últimos habitantes», aclara el experto.

«Llevamos casi treinta años trabajando en este proyecto, gracias a la financiación de los Gobiernos de España y Gibraltar. En 2006 este territorio se convirtió en un lugar paradigmático, ya que se encontraron evidencias de la de la presencia de los neandertales en Europa, pese a la resistencia de otros investigadores y expertos. Ya demostramos que los restos de industria Musteriense eran más tardíos que los aparecidos en otros lugares de Europa», subraya el co-director del proyecto, Joaquín Rodríguez Vidal.

Durante los últimos años se han dado varios descubrimientos únicos, como las primeras evidencias mundiales de grabados realizados por neandertales, encontrados, precisamente, en la Cueva de Gorham (izquierda), hoy Patrimonio de la Humanidad).

Fuente: abc.es | 13 de febrero de 2019

Encuentran restos de la batalla naval entre Roma y Cartago en 241 a.C.

El equipo de arqueólogos que investiga desde hace una década el lugar de la batalla naval entre Roma y Cartago, acaecida el 10 de marzo del año 241 a.C., presentó recientemente, según reporta LiveSciencie, interesantes conclusiones acerca de su desarrollo.

Los hallazgos realizados en el fondo marino junto a las islas Égadas cerca de Sicilia sugieren que Cartago reutilizaba naves romanas capturadas, y que sus tripulantes pudieron haber arrojado parte de la carga en un desesperado intento de escapar de la flota romana.

Uno de los cascos encontrados / Foto William Murray – RPM Nautical Foundation

Las naves cartaginesas transportaban suministros destinados a su ejército en Sicilia cuando fueron interceptadas por barcos de guerra romanos, trabándose en combate cuyo resultado fue tan desastroso para Cartago que tuvo que pedir la paz, poniendo fin a la Primera Guerra Púnica.

Las prospecciones submarinas han sacado a la luz numerosos objetos como cascos, cerámica y espolones metálicos, seis de ellos en la última campaña de 2018.

Espolón romano/ Foto William Murray – RPM Nautical Foundation

Sin embargo, lo que desconcierta a los arqueólogos es que, a pesar de que es sabido que Cartago perdió la batalla, la mayor parte de restos encontrados son romanos, cuando se supone que debió haber más victimas cartagineses. De los 19 espolones encontrados 11 son sin ninguna duda romanos, indica el profesor y miembro del equipo William Murray, de la Universidad del Sur de Florida.
Además, continúa, el diseño de muchos de los cascos es del tipo Montefortino, que era tan popular entre los soldados romanos que incluso decoraban los espolones con su imagen.

Una explicación para la ausencia de espolones cartagineses es que éstos podrían haber utilizado barcos romanos capturados en algún momento anterior. Según Murray, algunos años antes de la batalla los cartagineses habían capturado 93 barcos romanos en otro choque naval.

Foto William Murray – RPM Nautical Foundation

En cuanto a la presencia de tantos cascos tipo Montefortino, la explicación puede estar en que los cartagineses empleaban mercenarios de la Galia y de Iberia que los utilizaban por influencia romana.
En torno a los restos de las naves romanas los arqueólogos encontraron numerosas ánforas desperdigadas, como si hubieran ido siendo arrojadas por la borda, en lugar de hundirse juntas al tiempo que los barcos. Según Murray es posible que, en algún momento de la batalla, los cartagineses viéndose derrotados arrojasen los suministros para que no cayeran en manos romanas y, al mismo tiempo, aligerar sus naves para tratar de huir más rápidamente.

Los trabajos submarinos están a cargo de la Soprintendenza del Mare de Sicilia y de la Fundación Náutica RPM, que ya preparan la campaña de 2019.

Fuentes: labrujulaverde.com| RPM Nautical Foundation | Live Science | 11 de febrero de 2019

Hallado en Gijón un mensaje grabado en una botella hace 1.600 años

Izquierda: Vidrio localizado en la villa romana de Veranes (Gijón). Derecha: Botella completa del mismo tipo (Isings 103) de la colección del Museo del Louvre. / Arveiller-Dulong y Nenna [nota 22], pág. 335, nº 948, lámina 73

Un pequeño vidrio, al que hasta ahora apenas se le había dado importancia, ha resultado ser el fragmento de una botella -que contenía un mensaje hedonista- destinada a la aristocracia de hace 1.600 años.

La pieza fue localizada en la villa romana de Veranes (Gijón), excavada desde 1997 por Carmen Fernández Ochoa, catedrática emérita de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), y Fernando Gil Sendino, de la Fundación UAM.

El vidrio, destinado al propietario de la villa, acaba de ser datado y puesto en valor gracias al pormenorizado análisis realizado por el profesor de Arqueología de la UAM, Javier Salido Domínguez (izquierda), y por la arqueóloga Belén Madariaga, miembros del Equipo Arqueológico Veranes.

Los autores demuestran que quien grabó la botella pretendía enviar al señor de Veranes “un deseo hedonista de deleite y disfrute de la vida”. Y esta conclusión es fruto del mensaje escrito en su cuerpo: “Bebe y vive muchos años, buen hombre”.


Foto: Villa romana de Veranes (Gijón, Asturias).

Según el trabajo, publicado en la revista Journal of Glass Studies, hasta la fecha no se había documentado una inscripción que reuniese en una sola inscripción grabada las siguientes tres expresiones de buen deseo: dos en latín (Mvltis Annis; Homo Bone) y una tercera en griego (Pie Zeses), que están perfectamente constatadas de manera separada en recipientes vítreos similares. Eso les permite pensar que han dado con el mensaje que un día llevó grabado la botella.

Buena muestra de la excepcionalidad de la pieza, aseguran los autores, es “la escasez de piezas de este tipo halladas en territorio de la antigua Hispania. Además, las laboriosas técnicas de trabajo convertían estos recipientes en objetos únicos y en ocasiones personalizados, lo que los distinguen de otras producciones seriadas como los contenedores soplados en molde, lo que hace de ellos objetos raros y exclusivos solo accesibles a una élite económica y social”.

Sin impurezas

El vidrio procede de una unidad estratigráfica que contiene materiales fechados en el siglo V d. C. (varios ejemplares de terra sigillata hispánica tardía y una moneda datada en el año 383 d. C.). Según Javier Salido Domínguez, se trata de un fragmento en vidrio incoloro, de 4 cm de alto por 3 cm de ancho y un grosor de pared de 0,33 a 0,125 cm, sin impurezas, pero con presencia de algunas pequeñas burbujas. Este análisis se ha podido realizar gracias al SECYR (Servicio de Conservación, Restauración y Estudios Científicos del Patrimonio Arqueológico) de la UAM.


"Corresponde a una pieza soplada al aire libre y la cualidad que la distingue es precisamente la inscripción grabada que recorre horizontalmente su superficie. Tanto el perfil del fragmento, como la disposición de la inscripción y las líneas que la delimitan, inducen a pensar que correspondería a la parte superior de una botella de cuerpo globular", agrega el profesor de la UAM.

Estas piezas se fabricaban mediante soplado con caña al aire para definir el cuerpo y mediante el modelado del cuello y del borde, mientras el vidrio permanecía aún maleable. Por otro lado, la procedencia del vidrio, hallado en el interior de la logia abierta al sur, permite pensar en un uso doméstico, quizá como servicio de mesa o para la conservación de productos cosméticos, como se ha documentado en piezas similares.

Sin embargo, su excepcionalidad, la riqueza de su grabado y el alto valor de su producción hace inclinar la balanza hacia el convencimiento de que se trata de un presente realizado al propietario de la villa o hacienda romana.

Fuente: agenciasinc.es | 11 de febrero de 2019

Anulada la valoración de seis millones de euros por la expropiación de la villa romana de Noheda (Cuenca)

Detalle del mosaico de la villa romana de Noheda, en la provincia de Cuenca

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-la Mancha ha anulado la valoración de seis millones de euros que realizó una comisión sobre la expropiación del yacimiento arqueológico de la Villa Romana de Noheda. El auto anula esta valoración al entender que no es conforme a derecho, y da la razón al recurso que había interpuesto el Ayuntamiento de Villar de Domingo García.

El consistorio entiende que en el proceso de expropiación solo se debe valorar el terreno donde se encontraba y no el yacimiento en sí, dada su condición de inexpropiable. La parcela estaba declarada como terreno rústico.

El alto tribunal alude a una alteración del objeto del procedimiento expropiatorio, y la confusión de los miembros de la comisión de valoración. Contra la sentencia cabe interponer recurso ante el Tribunal Supremo.

Otro de los mosaicos descubiertos en la villa romana de Noheda.

En Villar de Domingo García, la noticia de esta sentencia se ha recibido con satisfacción, al ver respaldados sus argumentos. El alcalde, Javier Parrilla, ha indicado que la ley dice con claridad que lo que se expropia es el terreno, no el hallazgo arqueológico.

Parrilla ha explicado que decidieron presentar un recurso contra esta valoración, y ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con el propietario, cuyas pretensiones consideraban “inasumibles”.

Precisamente el dueño de la parcela, José Luis Lledó, ha mostrado su contrariedad por la sentencia, aunque todavía no han decidido si recurrirán ante el Supremo. Considera que el terreno y el bien están “unidos”.

Fuente:cadenaser.com | 08 de febrero de 2019