Tachos de ingenio
El 27 de diciembre del 2019, miembros de la Unión de Historiadores en Mayabeque
(UNHIC), presentan un proyecto de trabajo, que tendría como objetivo principal la realización de un
estudio histórico-arqueológico
en la finca la Jaima, municipio de Quivicán. En la zona donde
cayó en combate el 30 de julio de 1896 el general del Ejercito Libertador Juan Bruno Zayas y en el cual según
el imaginario campesino, al siguiente día del combate un grupo de pobladores
del lugar, recogieron los cadáveres de los mambises y lo enterraron en una
cueva para que no fueran profanados por el enemigo, como ocurrió con los
cuerpos del general Zayas, coronel Teodoro Perpiñán y el capitán José de Jesús
Planas. Para la realización de esta investigación se creó un equipo
multidisciplinario compuesto por: historiadores, espeleólogos, arqueólogos,
maestros y combatientes, quienes diseñaron tres líneas fundamentales de
trabajo:
Primero: se determino
consultar las fuentes documentales existentes, utilizando como material
imprescindible el libro de Abelardo H. Padrón Valdés, Juan Bruno Zayas el
general más joven. Publicado por la Casa Editorial Abril en el año 2013,
además de las versiones militares de las fuerzas cubanas y españolas. También
se analizaron las fuentes orales, en muchos de los casos procedentes del
folklor campesino quienes aportaron interesantes informaciones al respecto.
Segundo:, se
procedió a realizar un levantamiento topográfico en las fincas la Caridad,
Jaime y Rivas, donde se desarrollo la acción final del combate. Con el objetivo
de efectuar la recogida controlada de los materiales de superficie, para ser
registrado en un plano o croquis.
Tercero: acometer un sistemático
trabajo de campo consistente en exploraciones y prospecciones arqueológicas,
búsqueda controlada en superficie de evidencias materiales en contexto
asociado, aplicando para ello un sistema de registro y observación. El material
obtenido en los trabajos de campo formara parte de las colecciones del museo
municipal de Quivicán.
Al
cierre del primer trimestre (enero-febrero-marzo) se efectuaron seis
expediciones a la zona, logrando entrevistar a los campesinos: Amada Cruz Sánchez, Porfirio Cruz Yánez, los hermanos
Chávez y Alexis Lavialle Periche, quienes dieron importantes testimonios en
sentido general. En esta oportunidad se localizaron dos pequeñas cuevas,
gracias a la información de estos campesinos, cercanas al monumento del general
Zayas en la finca La Jaima. Ambas espeluncas son de origen freática-fluvial,
con una morfología predominantemente horizontal, funciona como drenaje natural
del terreno en épocas de lluvias. En ninguna de las dos cuevas aparecieron
evidencias arqueológicas. Posteriormente se exploro un tercera cueva conocida
como: “Gaitán o Gabino”, esta espelunca de origen freático está
constituida por una pequeña dolina de paredes muy bajas y espacios hipogeos,
que han sido obstruido con piedras por los cazadores de jutias.
En el primer salón colectamos
evidencias arqueológicas coloniales identificadas como:
a- 1 fragmento de trébede de
hierro fundido en Carrón, Reino Unido.
b- 3 fragmentos de jarras de
aceite (=botijas), proceden de España.
c- 1 fondo plano de un
recipiente de cerámica.
d- varios fragmentos de
sunchos metálicos para barriles.
e- 1 cuello y tres fondos de
botellas de vidrio de color verde para cerveza La Tropical, proceden de Cuba.
f- 1 fondo de botella de
vidrio de color ámbar para agua de Mondariz o vino, posee la inscripción Gijón,
procede de España.
g- 1 fragmento de damajuana de
vidrio transparente, producida en Europa.
También
se colectaron restos óseos de especies utilizadas como alimentos, dígase
gallina (Gallus gallus) y vaca (Bos taurus). Asimismo aparecieron
dos fémures de jutía conga (Capromys pilorides) y jutía carabalí (Mysateles
prehensilis), los cuales consideramos que tengan que ver con la
intervención humana, pues están mineralizados. En uno de los salones más
amplios y profundos de la cueva observamos diferentes evidencias arqueológicas
entre las que se destaca un fragmento de loza con diseño de bandas, producida
en Holanda o Bélgica en la segunda mitad del siglo XIX (Roger Arrazcaeta,
consulta personal, 2020). En un punto alto del salón descubrimos una gruesa
y baja estalagmita que exhibía una cruz tallada profundamente sobre su
superficie, la cual solo puede verse si se avanza desde la entrada. Según Octelio
Jesús Oramas, en la parte más baja del salón hubo un lago freático habitado
por peces ciegos (Lucifuga sp.). La fauna de la cueva es escasa, solo se
vieron dos o tres murciélagos. Según testimonio de campesinos en tres ocasiones
esta cavidad subterránea fue habitada por familias pobres de la zona, en los
siglos XIX y XX.
En estas expediciones se
visualizaron 6 tachos de ingenio elaborados en hierro fundido, siglo XIX. Tres
en la finca la Caridad, 2 en la finca Jaime y 1 a un costado del potrero Rivas.
Fundidos en la factoría de Carrón, en el Reino Unido¹. También se pudieron
observar en la finca Jaime o Jaima numerosas piezas de metal pertenecieron a la
maquinaria de una antigua fábrica o tren de almidón que estuvo trabajando hasta
principio del siglo XX. En la actualidad se conserva la vieja casona (construcción
típica de la segunda mitad del siglo XIX), con sus muros, puertas y piso
original.
Monumento dedicado a la caida del genral Juan Bruno ZayasRecientemente
fue hallada la entrada principal del cuartón Rivas, por donde ingresaron las
fuerzas del general Zayas y la columna españolas el 30 de julio de 1896. Aun
conserva las cercas de piedra paralelos a la entrada, a menos de 100 metros a
la derecha está la cerca que limita el potrero, mientras que a la izquierda a
unos 80 metros se encuentra el pozo del cuartón. Este portillo esta a un
costado del viejo callejón que va a San Pedro y Arraigan.
Ladrillo que porta la inscripción Cityside GlasgowPor último se visitó la casa
del antiguo ingenio “Mi Rosa”, lugar donde estuvo el general en jefe
Máximo Gómez, el 11 de enero de 1896 y el general Juan Bruno Zayas el 28 de
julio del mismo año. Esta edificación típica del siglo XIX se encuentra en
estado deplorable, aun se conserva las paredes y parte del piso original,
posteriormente fuimos al cementerio del ingenio a una corta distancia de la
vivienda, el lugar destruido por buscadores de fortuna, conserva fragmentos de
gruesos muros en todo el perímetro y restos de los cimientos de la capilla del
campo santo. En el área se aprecia dispersos por el suelo fragmentos de
ladrillos de al menos dos tipologías, uno de ello es un fragmentos de ladrillo
refractario, producido en el Reino Unido, que porta la inscripción Cityside
Glasgow, correspondiente a la Cityside Brick, Pipe and Fireclay Works,
Greenhill, asentada en Glasgow, Escocia. Este ladrillo se produjo entre 1878 y
1883 coincidiendo con la fecha de funcionamiento del ingenio “Mi Rosa”.
En
apenas tres meses de trabajo se han podido realizar más de 10 entrevistas a
campesinos residentes en los alrededores de la finca La Jaima, han sido
reportados la existencia de 6 tachos perteneciente a ingenios de fabricar
azúcar enmarcados entre los siglos XVIII y XIX. Se logro concluir el
levantamiento topográfico de la zona, se localizaron y exploraron 3 cuevas,
además de efectuar una revisión y comparación de obras historiográficas y
versiones referida a este hecho, las cuales revelan que el lugar donde hoy se
encuentra el monumento al general Juan Bruno Zayas no fue el sitio original
donde cayó. Siendo definido en el potrero Rivas a unos 20 metros
aproximadamente del portillo que da acceso al cuartón. Además el general Zayas
en ningún momento estuvo en la vieja casona de la finca Jaime. Quienes sí
estuvieron en ella fueron el coronel Teodoro Perpiñán y el teniente coronel
Cristóbal Pérez, a su regreso del ingenio Mi Rosa en la noche del 29 de julio
de 1896, por orientación del general Zayas.
En estas seis expediciones
participaron:
Oscar Sánchez
Arencibia: Jefe de la Sección de Arqueología de la UNHIC
en Mayabeque
Nivaldo Pérez Martínez:
Vicepresidente de la UNHIC provincial de Mayabeque e
historiador del municipio Quivicán.
Ashley Gerónimo Viera: Secretario
de Actividad Científica de la UNHIC provincial de Mayabeque
Osvaldo Jiménez
Vázquez: Zooarqueologo del Gabinete de Arqueología de la
oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
Yakeline Caram Suarez: Especialista
en Museología
Elizabeth González Caram:
Estudiante de Arqueología
Miguel Ángel Cruz: Fotógrafo
Profesional
Idania Cervera
Rodríguez: Profesora de Historia del Centro Mixto Nelson
Acosta
Maite Rodríguez
Tojeiro: Miembro del grupo espeleológico Aguas Claras.
Nobel Felipe Hernández: Presidente de la Sección de Base de la ACRC en el
Asentamiento Poblacional Pablo Noriega.
Autor: Lic. Oscar Sánchez
Arencibia