Descubren la cámara secreta de un antiguo culto neoasirio a la fertilidad bajo una casa en el este de Turquía

Panel de la procesión divina de Başbük con dibujos de figuras interpretativas superpuestas (fotografía de M. Önal; dibujos interpretativos de M. Önal, basados ​​en escaneo láser de Cevher Mimarlık).

Un saqueo fallido ha llevado a un equipo de arqueólogos a un complejo subterráneo de la Edad de Hierro con representaciones de un atípico arte rupestre situado bajo una casa en Başbük (Turquía). El hallazgo, del que se informa en la revista Antiquity, "representa un raro panel procesional [...] inciso en la pared de roca en el que aparecen ocho dioses y diosas de la Edad de Hierro". Según describen los investigadores, el sitio pudo haber sido utilizado para un culto a la fertilidad durante el primer milenio antes de Cristo.

El estilo artístico del Imperio neoasirio habría sido adaptado por grupos locales

Aunque el panel fue descubierto en Turquía, y la obra de arte incluye inscripciones en el idioma local, el arameo, el estilo de las deidades es claramente asirio, una cultura que se originó cientos de kilómetros más al este, en Mesopotamia, y posteriormente se expandió a Anatolia entre el 900 y el 600 a.C.

Esto indica la fuerza con la que la cultura del Imperio neoasirio se extendió a los pueblos que conquistó en esta región. El descubrimiento –que aún no ha sido investigado en su totalidad debido a la inestabilidad de la estructura– es el primer ejemplo conocido de un relieve en roca del periodo neoasirio con inscripciones en arameo.

Dibujos interpretativos de la escena de la procesión divina en Başbük (arriba) con fotografías de las figuras (abajo) (fotografías de Y. Koyuncu y M. Önal; dibujos interpretativos de M. Önal, basados ​​en escaneo láser de Cevher Mimarlık).

Así, aunque las deidades en procesión parecen haber sido dibujadas a propósito según las tradiciones locales, incluyen dioses de regiones de todo el Imperio neoasirio, incluida la primera representación regional conocida de Atargatis, la diosa principal de Siria.

"Cuando el Imperio Asirio ejercía el poder político en el sureste de Anatolia, los gobernadores asirios expresaban su poder a través del arte en estilo cortesano asirio", explicó el doctor Selim Ferruh Adalı, filólogo de la Universidad de Ciencias Sociales de Ankara y coautor del trabajo.

"La inclusión de temas religiosos siro-anatolios ilustra una adaptación de elementos neoasirios en formas que no se esperaban de hallazgos anteriores", dijo. "Reflejan una fase anterior de la presencia asiria en la región en la que se acentuaban los elementos locales", agregó.

Policía frustrara los intentos de saqueo del lugar

Las autoridades supieron del antiguo complejo subterráneo en 2017, después de que unos saqueadores lo descubrieran bajo una casa en un pueblo turco y decidieran apropiarse de sus tesoros. Sin embargo, la policía frustró a los saqueadores, y los funcionarios encargados de la investigación no tardaron en encontrar una abertura artificial que los saqueadores habían cortado en el suelo de la casa de dos pisos.

Ahora, cinco años después de que la policía frustrara los intentos de saqueo del lugar, los arqueólogos han podido revelar los primeros indicios de los tesoros que alberga la casa en el pueblo de Başbük, en el sur de Turquía.

La cámara de entrada, tallada en el lecho de roca caliza bajo la planta baja de la casa, conduce a una galería superior a través de una larga escalera. Una vez retirados los sedimentos, quedó al descubierto el panel de la pared que contiene las representaciones artísticas.

Deidades representadas

El panel de roca representa a miembros del panteón arameo, con sus contornos incisos y pintados en negro. Todas las figuras están orientadas hacia la derecha y miden alrededor de 60 centímetros, excepto la deidad que encabeza la procesión, el dios de la tormenta, la lluvia y el trueno, Hadad, cuya cabeza mide más de 60 centímetros.

Según el estudio, cuatro de las ocho deidades representadas en el panel no pudieron ser identificadas. Las inscripciones en arameo etiquetan a tres de los dioses: además de Hadad, la primera representación regional de su consorte Atargatis, diosa de la fertilidad y la protección; el dios de la luna, Sîn; y el dios del sol Šamaš.

Plano de planta vertical de 2018 del complejo subterráneo de Başbük (plano de Cevher Mimarlık, basado en escaneo láser; fotografía de C. Uludağ); b) vista de Başbük desde el oeste; c) casa de dos pisos sobre el área excavada en Başbük (fotografías B–C de M. Önal).

Culto regional a la fertilidad

"Las deidades del panel mural sugieren que fue el lugar de un culto regional a la fertilidad de deidades siro-anatolianas y arameas con rituales supervisados por las primeras autoridades neoasirias", dijo Adalı a Live Science.

Una de estas autoridades pudo haber sido "Mukīn-abūa", cuyo nombre, además del de los otros dioses, parece estar inscrito en el panel. Según aclaran los investigadores, Mukīn-abūa, un funcionario durante el reinado de Adad-nirari III, rey de Asiria desde el 811 a.C. hasta el 783 a.C., podría haber recibido el control de la región después de que cayera en manos del Imperio neoasirio. En un esfuerzo por ganarse a la población local, los investigadores especulan que pudo haber encargado el panel como una forma de integrar las dos culturas.

El texto arameo a la derecha del tocado del dios de la tormenta (basado en la Figura 3 y preparado por SF Adalı).

No obstante, según los expertos, los esfuerzos de integración pueden no haber sido del todo exitosos, ya que las obras de arte y el complejo subterráneo quedaron inconclusos. El hecho de que el sitio fuera abandonado antes de que pudiera ser terminado parece sugerir que algo afectó a las actividades de los constructores, como una revuelta, disturbios regionales, una transición de poder o simplemente un calendario de trabajo interrumpido, según informa ARTnews.

Dado que quedaba espacio para completar los cuerpos de las figuras, los investigadores creen que estas inscripciones podrían ser esbozos que más tarde se convertirían en paneles de relieve totalmente tallados y pintados.

Texto breve en arameo para 'Attar'ata.

Del mismo modo, según Adalı, "es probable que el panel fuera realizado por artistas locales al servicio de las autoridades asirias que adaptaron el arte neoasirio en un contexto provincial".

El equipo espera ahora que futuras investigaciones revelen más sobre la historia que hay detrás del hallazgo a medio terminar. "El panel procesional, que habría recibido a los visitantes en la galería superior, aún no ha revelado todos sus secretos", escriben.

Fuente: dw.com | 13 de mayo de 2022

Nuevos hallazgos sobre la ocupación de la cueva de Tito Bustillo (Asturias) hace 18.000 años

Arqueólogos de la Universidad de Salamanca En la cueva de Tito Bustillo durante los trabajos.

La cueva de Tito Bustillo (Ribadesella, Asturias) es una de las cavidades con evidencias de ocupaciones prehistóricas más importantes de Europa. Sus pinturas rupestres están incluidas en la Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad por el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

El Área de Estancia de Tito Bustillo fue excavada en 1970 por M. A. García Guinea y, posteriormente, por J. A. Moure, durante varias campañas (1972, 1974-1977, 1979, 1981-1983 y 1986). En estas investigaciones se documentaron diferentes ocupaciones adscritas a las fases superior y media del periodo cronocultural denominado Magdaleniense, entre 14.000 y 16.000 años antes del presente.

Dada la importancia de este yacimiento, un equipo dirigido por Esteban Álvarez Fernández (izquierda), de la Universidad de Salamanca-Grupo de Investigación Reconocido PREHUSAL), Marián Cueto (Universidad Autónoma de Barcelona) y Jesús Tapia (Sociedad de Ciencias Aranzadi) comenzó en 2020 un proyecto de investigación centrado en esta zona de la cavidad. Teniendoo como referencia las anteriores intervenciones, se han retomado los trabajos en esta zona de la cueva. Se trata de la antigua entrada, que fue taponada en época antigua por un desprendimiento.

Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo durante los meses de abril y mayo de 2022 han permitido ampliar el conocimiento sobre las ocupaciones humanas en Tito Bustillo: se ha descubierto un nuevo nivel arqueológico más antiguo, adscrito provisionalmente al periodo denominado Magdaleniense inferior, datado 18.000 años antes del presente.

Se han documentado una gran cantidad de restos faunísticos de origen terrestre (restos de ciervo, fundamentalmente, con evidencias de marcas de corte que nos indican que fueron manipulados por los grupos humanos que habitaron la cueva) y marino (lapas y bígaros de gran tamaño), así como un destacado conjunto de artefactos elaborados en piedra (raspadores y buriles elaborados en sílex), en asta de cérvido (armas de caza) y objetos de adorno en concha y diente.

Panel de pinturas en la cueva de Tito Bustillo.

Magdaleniense inferior

Además de la importancia que tiene para la investigación y para la sociedad que se haya reactivado la actividad arqueológica en la cueva de Tito Bustillo, este proyecto viene a completar la investigación científica que en la última década se ha desarrollado en la desembocadura del río Sella, donde el equipo de trabajo ha participado en las investigaciones llevadas a cabo en las cuevas de El Cierro, Cova Rosa, La Lloseta, Les Pedroses y El Covarón de Ardines.

Todos estos yacimientos se encuentran muy cerca de Tito Bustillo y poseen importantes ocupaciones adscritas al Magdaleniense inferior. Este nuevo impulso a los trabajos de investigación arqueológica en esta zona está contribuyendo de manera fundamental al avance del conocimiento de cómo vivían los grupos humanos que habitaron la región en el pasado.

Fuente: dicyt.com | 18 de mayo de 2022

El Museo Arqueológico de Asturias expone dos cascos de la Edad del Hierro, únicos, hallados en Ribadesella

Berta Piñán, consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo; Ángel Villa, arqueólogo coordinador del proyecto; Pablo León, director general de Cultura y Patrimonio; Luis Fuentes, teniente alcalde de Ribadesella, y María Antonia Pedregal, directora del Museo Arqueológico de Asturias.

El Museo Arqueológico de Asturias presentó hoy dos cascos de bronce de la Edad del Hierro, cuya datación se sitúa en el siglo VII a.C., hace más de 2.500 años, los cuales fueron hallados en una cueva del Picu Las Torres, en las inmediaciones de la localidad riosellana de Cueves. Junto con las dos piezas se han recuperado también restos óseos y cerámicos.

Los dos casquetes presentan muchas semejanzas formales, pero los primeros estudios concluyen que fueron fabricados por diferentes artesanos en un periodo que podría situarse entre finales de la Edad del Bronce y principios de la Edad del Hierro, el momento histórico en que aparecen los primeros castros en Asturias. Ambas piezas están elaboradas sobre una placa de bronce con doble encaje simétrico para anclar penachos o cornamenta; lucen apliques fundidos en bronce plomado y fijados mediante remaches, y están decorados con bandas repujadas.

La consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo, Berta Piñán, ha presentado hoy este hallazgo, acompañada por el director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León, y el equipo técnico del Museo Arqueológico de Asturias que se ha encargado del estudio, análisis y tratamiento curativo de las piezas desde el momento en que se descubrieron en diciembre de 2020 gracias al aviso de un particular.

“Hoy es un día muy importante y feliz para Asturias porque recuperamos un testimonio de valor incalculable para conocer mejor quiénes fuimos y cómo vivimos. El extraordinario trabajo del equipo de nuestro Museo Arqueológico nos ha permitido sumar a su colección dos piezas que representan un testimonio único de la Edad del Hierro en la península ibérica y en Europa”, ha destacado Berta Piñán.

La Consejería promovió de manera inmediata al hallazgo las preceptivas actuaciones técnicas para caracterizar arqueológicamente el yacimiento, determinar las medidas de protección adecuadas e iniciar el estudio exhaustivo de las piezas tal y como fueron recuperadas, así como su posterior limpieza y restauración atendiendo a criterios de mínima intervención y máximo respeto al original.

Corto documental

Las piezas quedarán expuestas temporalmente en sala del Museo Arqueológico dedicada a los albores de la cultura castreña o primera Edad del Hierro. Además de los correspondientes paneles explicativos, se proyectará un corto documental en el que se relata el proceso que se ha seguido en el tratamiento de las piezas desde su descubrimiento. El reportaje ilustra de manera didáctica como ha de atenderse un hallazgo arqueológico hasta su conversión en documento histórico.

La intervención arqueológica realizada en el yacimiento del Picu Las Torres apunta a que se trata de un depósito ritual en el interior de una gruta cuyo uso ceremonial se remonta a tiempos prehistóricos, pero que en principio parece no estar relacionado con prácticas funerarias.

El exhaustivo proceso de estudio coordinado por personal del Museo Arqueológico de Asturias ha contado con la colaboración de varias instituciones científicas del país. Antes de proceder a la limpieza y consolidación de los dos cascos en los talleres de restauración del Museo Arqueológico de Asturias las piezas fueron sometidas a diferentes estudios técnicos en el Laboratorio de Microscopia Electrónica y Microanálisis del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Las diferentes pruebas han permitido caracterizar de manera metalográfica las piezas gracias al uso de los equipos técnicos del CSIC y el Museo Arqueológico Nacional.

El estudio del lote de materiales cerámicos, realizado con la colaboración del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, permitirá determinar la procedencia de las arcillas con que se fabricaron los vasos, sus técnicas de manufactura y es posible que incluso el contenido que en su día albergaron. Asimismo, la Facultad de Biología de la Universidad de Oviedo está colaborando en los primeros análisis de los restos óseos recuperados.

El Museo Arqueológico de Asturias coordinará el estudio histórico de las piezas que deberá interpretar el significado del hallazgo en el contexto de la Edad del Hierro regional y el hábitat fortificado del oriente asturiano. Así, los expertos examinarán los cascos utilizados en otras regiones de Europa para rastrear posibles afinidades formales y simbólicas desde Oriente Medio hasta las regiones atlánticas.

Fuente: elfielato.es | 19 de mayo de 2022

El Museo de la Evolución Humana incorpora todas sus cervicales y dos premolares auxiliares al cráneo denominado 'Miguelón'

Juan Luis Arsuaga, junto al 'Cráneo número 5', conocido popularmente como 'Miguelón'.

El 'Cráneo número 5' fue encontrado en la Sima de los Huesos en julio de 1992, durante una de las tradicionales campañas veraniegas de excavaciones en el yacimiento burgalés de Atapuerca. El hallazgo se producía días antes de que Miguel Indurain ganara su segundo Tour de Francia, así que en su honor se puso a la joya paleontológica el nombre de 'Miguelón'. Desde entonces, este conocido cráneo se convirtió en la estrella del proyecto de excavaciones y más tarde, cuando en 2010 abrió en Burgos el Museo de la Evolución Humana (MEH), en uno de los principales atractivos de este espacio.

Desde este miércoles, el que es el cráneo mejor conservado del mundo de una especie fósil encontrado hasta la fecha se puede observar algo más completo, ya que se le han incorporado las siete vértebras cervicales, es decir, la totalidad de la columna cervical.

Asimismo, se suman al fósil dos premolares maxilares. Las piezas añadidas fueron descubiertos de forma posterior a 'Miguelón' y su proceso de estudio, limpieza y reconstrucción ha durado varios años: «Con la incorporación de las vértebras cervicales la importancia del hallazgo es aún mayor, ya que no existe ningún cráneo con vértebras en el registro fósil mundial», han señalado fuentes del museo.

Para poder mostrar el cráneo conjuntamente con las vértebras, trabajo que el Museo de la Evolución Humana ha enmarcado en el 30 aniversario del descubrimiento del cráneo, técnicos del centro han estado desarrollando el soporte adecuado que lo permitiera. Las piezas, hasta la fecha en el Museo de Burgos, forman parte a partir de ahora de la colección permanente del MEH.

Junto al 'Cráneo número 5' se exhiben en el mismo espacio fósiles originales -los más completos del mundo del Pleistoceno medio-encontrados en la misma Sima de los Huesos como la pelvis 'Elvis', la mano 'X', así como un húmero y una tibia completas.

Fuente: abc.es | 20 de mayo de 2022

Descubren una misteriosa red de pozos alrededor de Stonehenge conectados por debajo de la tierra

Los megalitos que componen Stonehenge están dispuestos en un círculo casi perfecto. Dispuestos durante la Edad de Bronce, hace más de 5.000 años, tales megalitos pueden medir hasta 4 metros de alto. En sí mismos, han sido motivo de amplia investigación arqueológica. De hecho, aunque la teoría más aceptada sugiere que el sitio es un antiguo calendario solar, que marcaba exactamente 365,25 días, este monumental enclave sigue siendo una incógnita irresoluta de la Prehistoria.

Y ahora, un equipo de arqueólogos del Patrimonio Mundial de Stonehenge y Avebury ha descubierto una intrincada red de pozos, dispuestos en un círculo casi perfecto alrededor de Stonehenge. Con los megalitos en el centro, los investigadores han encontrado huecos cavados por seres humanos en la Prehistoria. Algunas de estas cavidades subterráneas miden casi 2,5 metros de largo.

Después de una ‘biopsia’ arqueológica

Los arqueólogos de la Universidad de Birmingham encontraron dichos pozos alrededor de Stonehenge después de realizar una «inducción electromagnética en la región», explica Science Alert. Tras el mismo, dieron con el hallazgo de una serie de cavidades subterráneas, las cuales no tenían una funcionalidad aparente. Y como quiera que no se encontró nada en el interior de estos huecos cavados por debajo de la tierra, los autores del estudio piensan que podría ser parte de una estructura ceremonial más grande.

Mapa: Cientos de posibles pozos prehistóricos detectados en el paisaje, indicando aquellos que han sido validados y excavados, trazados en un mapa magnético de suelos de Stonehenge. Crédito de la imagen: De Smedt et al.

Para entender esta estructura, ha sido necesario realizar una ‘biopsia arqueológica'. Tras el estudio electromagnético, los investigadores determinaron que estos pozos alrededor de Stonehenge tienen, al menos 8.000 años de antigüedad, por lo que habría situarlos en el periodo Mesolítico Temprano. Sin embargo, el sitio en sí mismo, se construyó hace unos 5.000 años, como se dice más arriba.

Esta diferencia de 3 milenios confunde a los científicos a cargo del estudio. Investigaciones anteriores en otros yacimientos similares han asociado estos pozos a tótems prehistóricos, o a los primeros intentos de crear un observatorio astronómico.

«Al combinar nuevas técnicas de estudio geofísico con la extracción de testigos y excavaciones puntuales, el equipo ha revelado algunas de las primeras evidencias de actividad humana descubiertas hasta ahora en el paisaje de Stonehenge», explica la arqueóloga Nick Snashall (izquierda), la cual trabaja en el emplazamiento.

En total, los investigadores descubrieron 415 cavidades subterráneas en el sitio, de los cuales seis fueron excavados en el curso del proyecto, y que que van desde el Mesolítico temprano (c. 8000 a. C.) hasta la Edad del Bronce Medio (c. 1300 a. C.), dice un comunicado de la Universidad de Birmingham., Sin embargo, los pozos alrededor de Stonehenge no son suficientes en sí mismos para determinar cuál era su función simbólica, ritual y práctica. En especial, si fueron realizados en aquel pasado remoto.

Foto: Toma de muestras ambientales en una fosa mesolítica. Crédito de la imagen: Universidad de Gante/Universidad de Birmingham.

Paul Garwood (derecha), profesor titular de Prehistoria en la Universidad de Birmingham dice: “Lo que estamos viendo no es una instantánea de un momento en el tiempo. Los rastros que vemos en nuestros datos abarcan milenios, como lo indica el período de tiempo de siete mil años entre los pozos prehistóricos más antiguos y más recientes que hemos excavado. Desde los primeros cazadores-recolectores del Holoceno hasta los habitantes de granjas y sistemas de campo de la Edad del Bronce, la arqueología que estamos detectando es el resultado de una ocupación compleja y en constante cambio del paisaje”.

Cada vez más huecos en el rompecabezas

Los arqueólogos británicos reconocen que el hallazgo de esta red de pozos en Stonehenge añade un grado más de dificultad para entender este yacimiento neolítico. Para ello, por lo tanto, la ‘biopsia’ que realizaron no es suficiente. Por el contrario, será necesario ver qué se esconde debajo de la tierra:

«Como arqueólogos, necesitamos información sobre aspectos como la cronología y la función como base para comprender el comportamiento humano del pasado. Ese rompecabezas contiene piezas que solo se pueden recuperar mediante excavaciones».

Foto: Un gran pozo, de más de 4 metros de ancho y 2 metros de profundidad, excavado en el lecho rocoso de tiza, se destaca como el rastro más antiguo de uso del paisaje descubierto hasta ahora en Stonehenge.

Según los investigadores, la mayor concentración de estos pozos está entre Stonehenge y el Durrington Walls Henge. Algunos de ellos fueron claramente hechos por manos humanas, mientras que otros son consecuencia del paso del tiempo en el espacio. El más reciente de ellos parece ser un depósito agrícola, explican los autores en Journal of Archaeological Science.

Además de demostrar que éste era un lugar especial para las comunidades de cazadores-recolectores, tal hallazgo arroja nueva luz sobre las funciones que tenía Stonehenge incluso antes de convertirse un calendario solar. Con todo lo anterior, los científicos piensan que esta misteriosa red de pozos subterráneos no fueron construidos en una misma época.

Por el contrario, arroja luz sobre la evolución de los asentamientos humanos en el sitio, a través de miles de años.

Fuentes: nationalgeographic.com | sciencealert.com | 13 de mayo de 2022

El arqueólogo del Templo Mayor de Tenochtitlán, Eduardo Matos Moctezuma, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales

El prestigioso arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma (México, D. F., 1940), investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México y fundador e investigador emérito del proyecto del Templo Mayor en la ciudad de Tenochtitlán, la antigua capital del imperio mexica, ha sido galardonado con el premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2022.

"Es un altísimo honor recibir un premio considerado en todo el mundo", dice a ABC en conversación telefónica mientras escucha el anuncio de su galardón en los medios de comunicación españoles.

En México son apenas las 5 de la mañana, pero Matos Moctezuma se expresa con lucidez y claridad. A su memoria afloran los recuerdos de sus maestros en la escuela de Antropología donde se formó y del que se siente deudor al recibir este premio.

"He recibido muchas distinciones, pero ninguna como el Princesa de Asturias", asegura.

«Eduardo, si quieres estudiar arqueología está muy bien, pero... ¿no sería bueno que estudiaras también en la Escuela Bancaria y Comercial?», le dijo su madre cuando estudiando bachillerato tomó la decisión de ser arqueólogo. Matos Moctezuma había leído el libro 'Dioses, tumbas y sabios', de C.W. Ceram y, según él mismo contó en una 'Autobiografía' que publicó en la revista 'Ancient Mesoamérica' en 2008, le apasionó tanto que decidió su devenir.

Con el tiempo este arqueólogo por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y maestro en Ciencias Antropológicas con especialidad en Arqueología por la Universidad Nacional Autónoma de México, se convertiría en el fundador y director del Proyecto Templo Mayor (1978) y posteriormente en director del Museo Nacional de Antropología (1986-1987) y del Museo del Templo Mayor (1987-2000).

Sacrificios

Investigador emérito del INAH desde 2001, Matos Moctezuma fue uno de los descubridores del del gran Tzompantli de Tenochtitlan, la mayor ofrenda ceremonial de cráneos hallada en el Templo Mayor. «Esta estructura tenía un simbolismo específico y muchos de estos cráneos podrían ser de enemigos de los mexicas que eran capturados, sacrificados y decapitados, como una advertencia de su poderío», explicó tras su hallazgo en 2015.

A sus 81 años este miembro honorario del Archeological Institute of America integra El Colegio Nacional, la máxima cátedra de México, y forma parte del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República mexicana en el área de ciencias sociales, filosofía e historia. Asimismo, es miembro del Seminario de Cultura Mexicana, de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, de la Sociedad de Antropólogos del Caribe, de la Asociación de Escritores de México, de la Academia Mexicana de la Historia.

Autor de numerosas publicaciones, entre ellas destacan obras como 'El Templo Mayor de los aztecas' (1988), 'Muerte a filo de obsidiana' (1996), 'Estudios mexicas' (1999-2005) y 'La muerte entre los mexicas' (2010).

La Universidad de Harvard lo distinguió con la Medalla Henry B. Nicholson en 2002 y en 2016 estableció una cátedra con su nombre. Entre otras distinciones ha recibido la de Chevalier dans l’Ordre des Palmes Académiques, Chevalier de l’Ordre National du Mérite y Officier de l’Ordre des Arts et des Lettres en Francia; Socium ab Epistolis, por el Institutum Archaeologicum Germanicum; Orden Andrés Bello, otorgada por el gobierno venezolano y la de Doctor of Sciences Honoris Causa por la Universidad de Colorado.

Descubren la misteriosa esfinge del guardián de las momias reales de Luxor

La esfinge tiene unos 20 metros de alto y su rostro fue borrado.

Una misión internacional integrada por arqueólogos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), España, y del Centro de Documentación del Antiguo Egipto del Ministerio de Antigüedades de Egipto (CEDAE), ha descubierto los restos de una esfinge faraónica en la necrópolis egipcia de Luxor.

Según señaló José Ramón Pérez-Accino (izquierda), profesor de la mencionada universidad española, a través de un comunicado de prensa, "se trata de la esfinge del guardián de las momias reales de Luxor, que tiene unos 20 metros de alto y que parece haber sido destruida intencionalmente, borrando su rostro".

"Es muy posible, con toda la cautela con la puedo hablar, que la destrucción sea cristiana o musulmana. Fue destruida probablemente para evitar el culto de esa efigie”, comentó quien está a cargo del “C2 Project”, un estudio que se viene llevando a cabo desde hace varios años en el Valle de la Cachette Real , que está ubicado entre el Valle de los Reyes y el templo de Hatshepsut de Deir El Bahari, en la milenaria ciudad egipcia de Luxor, donde fue encontrada esta esfinge que tiene una gran similitud con la Esfinge de Giza.

“Todo esto se está corroborando. Lo primero que hicimos fue llegar allí y, al comenzar a limpiar, nos encontramos con los restos de una destrucción intencionada. La esfinge ha desaparecido y la cuestión es cuándo. La destrucción que hemos visto es muy, muy tardía. No sabemos si la destrucción que hemos encontrado se corresponde ya con la esfinge, pero es, desde luego, la destrucción del camino que va por debajo, eso está claro. Pero, para saber si se corresponde con la esfinge, tenemos que bajar más”, agregó Pérez-Accino.

Por último, si bien los especialistas reconocieron que aún no han podido precisar con exactitud su antigüedad, estiman que es muy posterior a la Esfinge de Giza, que data de hace unos 5.000 años.

“Si cogemos lo que hemos encontrado predinástico, que sería entre el 3.600 y el 3.700 a.C., y la destrucción, que se puede situar en torno al siglo VI o VII, el arco cronológico es enorme. Debo advertir que, por ahora, solo tenemos una evidencia predinástica, solo una. Pero, como digo a la gente de mi equipo, una es el cien por cien más que no tener ninguna”, concluyó.

Fuente: weekend.perfil.com | 18 de mayo de 2022